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7. Valorar al estudiante
Los docentes deben entender que no todos sus alumnos tienen las
mismas capacidades para llevar a cabo sus tareas, por lo que es
importante valorar el esfuerzo de cada alumno.
9. Proyectos de convivencia
Se deben desarrollar proyectos encaminados a fomentar una buena
convivencia entre los estudiantes y promover el respeto por la
diferencia.
EL PODER DE LA EMPATÍA EN LA
EDUCACIÓN
PIENSA EN Y COMO TU
ALUMNO
La empatía es la capacidad que tienen los seres humanos de percibir y entender
las necesidades y sentimientos de otra persona. Una persona empática se pone en
el lugar de la otra persona y responde en relación a sus emociones y necesidades.
Esto facilita la comprensión mutua y fomenta una comunicación más respetuosa y
asertiva. Por ello, se concluye que la empatía es una ventaja social pues mejora
las relaciones interpersonales y fomenta el carisma.
• Aprendiendo a observar.
Lo primero que debemos hacer es aprender a observar a nuestros alumnos. Para
entender hay que conocer. El problema al que nos enfrentamos en la educación
no formal es que en la mayoría de los proyectos nos presentamos ante nuestros
destinatarios sin conocerlos. Pero siempre podremos disponemos de información
útil, en mayor o menor grado, que podremos utilizar a nuestro favor: como la edad,
su centro educativo, aficiones en común, lugar de residencia, etc.
Sabiendo la edad media del grupo podremos detectar que necesidades tienen en
relación al proceso de maduración psicológica propia de su edad. No tienen las
mimas necesidades un adolescente que una persona mayor. Por ejemplo, la
adolescencia es un período de inseguridad con uno mismo. Por lo que debemos
evitar poner en evidencia a un alumno en público, lo único que conseguiríamos es
que éste y el resto del grupo se volvieran hostiles.
· Cuidando nuestro lenguaje corporal.
· Creando un ambiente de respeto y cordialidad.
Hacer pausas en las explicaciones propicia que los alumnos realicen comentarios.
Pero también debemos reclamar nuestro tiempo para hablar. Debemos ser
capaces de dinamizar el taller propiciando un equilibrio. Nuestro papel es guiar la
clase y permitir que haya un espacio para la intervención del alumnado, sin
renunciar a comunicar lo que teníamos previsto.
· Ofreciendo segundas oportunidades.