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El concepto heroico
La definición de héroe o heroína varía de acuerdo a las épocas, esto se debe a que
encarnan los ideales morales (aquello que es lo correcto en su mayor grado)
representativos de la cultura de su época. Cada grupo social tiene sus propios
héroes, que van cambiando de acuerdo con los diferentes ideales que ese pueblo
persigue en su proceso histórico; por tal razón, no existe un tipo de héroe universal
y atemporal. Es un modelo de los valores que la sociedad entiende como positivos,
en él se encarnan las virtudes a las que las personas aspiran en cada momento de
la historia.
Los héroes en la Antigüedad: los héroes cantados por la épica y evocados en las
tragedias suelen centrarse en dos características fundamentales: la aventura y/o la
guerra. Los héroes aventureros son los que emprenden un viaje, abren caminos y
en ellos atraviesan todo tipo de pruebas y desafíos. Es su deber acatar el destino
heroico que luego de todas las dificultades promete honor y fama. Los viajes de los
héroes son considerados como viajes iniciáticos, es decir, que conllevan una
transformación y un aprendizaje. Es común que en este recorrido se enfrenten con
monstruos y personajes fabulosos. Los héroes guerreros son los que luchan y se
destacan en las batallas por su valentía y honor. La valentía es su atributo esencial
y el honor es su objetivo principal ya que les permitirá alcanzar la fama y la
inmortalidad. La fama la obtienen en vida, y la inmortalidad, con la muerte porque lo
que sobrevivirá será nombre a través del tiempo. El destino heroico se encuentra en
las batallas, salgan o no con vida de ellas. Todos estos héroes, son seres
extraordinarios, emparentados con los dioses, que actúan en un marco de
posibilidades superior al de la realidad natural.