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Guía

Colección Clásicos Hispánicos

Don Juan Tenorio


José Zorrilla

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Análisis

1
GUÍA DE LECTURA

1.1 Parte primera. Las dos apuestas


a ¿En qué consiste la apuesta? (pp. 12 y 32)
u La respuesta consistía en comprobar cuál de los dos, don Juan y
don Luis, era capaz de portarse peor en el plazo de un año, para lo cual se-
ducen a mujeres, se baten en duelo con hombres y los asesinan (p.34), sin
distinguir a seglares de religiosos (pp. 35 y 38), y cometen, en fin, toda cla-
se de atropellos (pp. 35 y 39).

b ¿Por qué el carnaval parece una fiesta adecuada para las accio-
nes que se llevarán a cabo a lo largo de la noche?
u El carnaval parece una fiesta muy adecuada para la primera parte
de la acción del Tenorio porque durante su celebración se cometían todo
tipo de excesos, gastronómicos y sexuales, antes del comienzo de Cua-
resma.

c ¿Para qué acude don Gonzalo a la hostería? Según el persona-


je, ¿qué está en juego? (p. 18) ¿Y con qué propósito va a la po-
sada don Diego? (p. 22)
u Don Gonzalo acude a la hostería para comprobar por sí mismo si
es verdad que don Juan ha hecho la apuesta con don Luis y si ha come-
tido los desafueros que la gente le atribuye. Según don Gonzalo, está en
juego la felicidad y el honor de su hija y, en consecuencia, la boda de la
muchacha con don Juan. Don Diego va también a la posada para averi-
guar también la verdad sobre la apuesta y ser testigo de la inmoralidad de
su hijo.

d ¿Qué función desempeñan en esta parte de la obra?


u Avellaneda y Centellas apuestan a favor de uno de los dos contrin-
cantes, a los que elogian por su perversidad: Avellaneda califica la con-
ducta de don Luis de “endiablada” y Centellas dice de don Juan que tie-
ne “la más mala cabeza / del orbe”. Sus descripciones crean expectación
en el espectador.

e ¿En qué se asemejan y en qué se distinguen sus respectivas


conductas? (pp. 33-40) Además de por la apuesta, ¿por qué
otro motivo regresan a Sevilla? (pp. 18 y 40)
u Don Juan y don Luis cometen la mismas tropelías, de seducción
y asesinato, en los lugares a los que se han dirigido para ganar la apues-
ta, pero solo don Luis se arruina. Los dos regresan a Sevilla para casarse:
don Juan con doña Inés y don Luis con doña Ana de Pantoja.

f De la relación de conquistas, ¿qué tipo de mujer echa en falta


don Luis? ¿Qué le replica don Juan? (p. 42) ¿En quién está pen-
sando? (p. 44) ¿Qué se juegan ahora los dos tipos? (pp. 44 y 49)
u Una novicia que aún no haya profesado como monja. Que no só-
lo seducirá a una novicia que esté a punto de casarse con Dios sino tam-
bién a la dama de un amigo que esté a punto de casarse con él. En doña
Ana de Pantoja. Se juegan la vida.

g ¿Qué le prohíbe don Gonzalo? (p. 46) ¿Cómo reacciona el pro-


tagonista? Si consideramos las instrucciones que don Juan le
da a Ciutti al principio de la obra (vv. 44-49) y su respuesta a

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don Gonzalo en esta escena (vv. 749-751), ¿qué propósito pa-
rece albergar el seductor respecto a doña Inés?
u Casarse con su hija. Amenazando con que la raptará. La de raptar-
la para seducirla y no casarse con ella.

h ¿Con qué lo amenaza don Diego? (p. 47) ¿Cómo lo califica? (p.
48) Sin embargo, ¿cuál es su actitud final hacia el hijo? (p. 49)
u Con desheredarlo al no reconocerlo ya como hijo suyo. Como hi-
jo de Satanás. Lo perdona para cuando haya de comparecer ante el tribu-
nal de Dios el día del Juicio Final.

i ¿Qué idéntico ardid han puesto en práctica los dos galanes pa-
ra frustrar los planes del adversario? (pp. 50-51)
u Los dos han usado a sus criados para delatarlos ante la justicia y
hacer que los encarcelen.

1.2 Parte primera. El cerco a doña Ana y el rapto de doña Inés


a ¿Por qué razones teme don Luis a don Juan? (pp. 55, 57 y 61)
¿Qué se arriesga a perder? Para que su adversario no gane una
parte de la apuesta, ¿qué le propone a Pascual? ¿Cómo inter-
pretas las palabras «consiento en todo» con que doña Ana res-
ponde a una solicitud de Mejía? (p. 69)
u Don Luis teme que don Juan seduzca a su prometida. El honor y,
por tanto, también la vida. Pasar la noche en el aposento de doña Ana de
Pantoja. Que doña Ana acepta no solo recibirlo en su aposento sino tam-
bién tener ya relaciones sexuales para consumar su matrimonio antes de
la ceremonia.

b El modo que don Juan tiene de reducir a su adversario, ¿qué te


revela de su carácter? (p. 71)
u Que es capaz de traicionar a un amigo para ganar la apuesta y se-
ducir a una dama.

c ¿Cómo consigue Brígida, entonces, que en el pecho de doña


Inés se «inflame una llama» de amor? (pp. 75-76) Tras oír el re-
lato de la criada, ¿cómo reacciona don Juan? (p. 76) ¿Son sin-
ceras sus palabras? Para responder, ten en cuenta lo que dirá
luego sobre doña Inés (p. 78) y su soborno a Lucía (pp. 80-81).
u Hablarle de los placeres del mundo y de don Juan como hombre
tan enamorado de ella que sería capaz de suicidarse. Confesándose real-
mente enamorado de doña Inés. Sus palabras de amor parecen no ser
sinceras y formar parte de una estrategia para engañar también a Brígida,
pieza clave en la seducción de doña Inés, a quien soborna de la misma
manera que después sobornará a Lucía para ganar su doble apuesta.

d ¿Con qué pretexto acepta la joven el horario que le regala don


Juan? (p. 89) ¿Cómo reacciona al saber que el libro va acom-
pañado de una carta? (p. 90) ¿Qué acaba por reconocer? (pp.
91 y 97) ¿Con qué réplicas y comentarios logra Brígida atizar y
aclarar los sentimientos de su señora? (pp. 88-90)
u Con el pretexto de no desairar a quien se lo ha regalado y no pro-
vocar su enfermedad. Sufre un mareo pasajero. Que ha empezado ya
obsesionarse por don Juan pues piensa en él a todas horas. Primero le
pregunta si ya ha mirado el horario que le había traído para después in-
formarle de que se lo ha regalado don Juan y convencerla también de
que ha de tomarlo para no disgustarlo: por último se refiere a la carta que
a su señora se le cae al abrir el libro para hacerle saber, ante las ingenuas
dudas de la novicia, que se la ha escrito el autor del regalo.

e ¿Cómo actúa don Juan entonces? (pp. 99-100)


u Don Juan la coge en brazos para sacarla cuanto antes del conven-
to.

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f Poco después, ¿cómo reacciona don Gonzalo al descubrir que
don Juan ha raptado a su hija? (pp. 104 y 106)
u Don Gonzalo sale corriendo del convento para perseguir al raptor
y recuperar a su hija.

1.3 Parte primera. Del paraíso al infierno


a Pero ¿por qué no se encuentra el seductor con ellos? (p. 110)
u Porque don Juan se ha quedado en Sevilla para seducir a doña
Ana de Pantoja y ganar de esa manera la apuesta con don Luis.

b ¿Cómo le justifica Brígida que ambas se encuentren en casa de


don Juan? (pp. 112-113) ¿Hasta qué punto miente la criada?
u Brígida trata de convencer a su señora de que en el convento ha
habido un incendio y de que don Juan le ha salvado la vida rescatándola
de las llamas. La criada miente hasta cierto punto porque en el lugar del
convento en que ha entrado don Juan se había producido un incendio
metafórico (no literal) al provocar la lectura en voz alta de su carta, con
las alusiones al fuego de amor, el incendio del alma de la novicia y tam-
bién el de la criada.

c ¿De qué prácticas celestinescas acusa a Brígida? (p. 115) Pese


a admitir su amor por don Juan, ¿por qué cree que debe aban-
donar aquella casa? (pp. 114 y 116)
u De que oculto en el papel de la carta de don Juan le ha introduci-
do algún tipo de encantamiento. Doña Inés cree que debe abandonar su
casa pensando en su honor y también por miedo a ceder a la tentación
de caer rendida en los brazos de su amante.

d ¿Qué reacción despiertan esas palabras de amor en doña Inés?


(pp. 121-122) ¿Y la respuesta de la muchacha en don Juan?
(pp. 122-123) En esta ocasión, ¿crees que las palabras del per-
verso seductor son sinceras? Argumenta tu respuesta.
u Doña Inés está a punto de enloquecer y morir, y es por eso por lo
que le suplica a su amante o que la mate o que la ame porque lo adora.
Don Juan admite que esa adoración que siente ella por él ha provocado
un cambio radical en su manera de ser, de modo que empieza a creer en
Dios. En esta ocasión las palabras del seductor son sinceras porque se re-
fiere a un tipo de amor que nunca antes había sentido, un amor de virtud
inspirado por Dios y no por Satanás. Es en este punto cuando se empieza
a producir la conversión de don Juan.

e No obstante, ¿de qué acusa don Luis a don Juan? (p. 127) Es-
ta vez, sin embargo, ¿se comporta don Juan con su adversario
ruinmente? ¿Por qué? (pp. 127-128 y 131)
u Don Luis acusa a don Juan de haber hecho trampas para seducir
a doña Ana de Pantoja: don Juan primero lo ha mandado maniatar para
tenerlo preso en la bodega de su casa y después se ha acostado con su
prometida haciéndose pasar por él. En esta ocasión don Juan no se porta
ruinmente con su adversario porque le ofrece la posibilidad de defender
su honor en un duelo imparcial y sin trampas.

f Pero ¿en qué actitud encuentra al fiero personaje? (p. 131) ¿Se
trata de otra de sus añagazas? (p. 133) A pesar de ello, ¿cómo
interpretan esa disposición don Gonzalo y don Luis? (pp. 131,
132 y 136) ¿Qué sentimientos expresa don Juan por doña Inés?
¿Qué papel adjudica a la joven en su vida? ¿Qué le ofrece al
comendador para demostrarle su sinceridad? (pp. 133-134)
u Don Gonzalo se encuentra a don Juan arrodillado en un actitud
de absoluta sumisión y arrepentimiento. No es ninguna añagaza del se-
ductor porque su actitud es tan humillante para un noble que no puede
ser fingida. Don Gonzalo y don Luis, sin embargo, interpretan el gesto de
don Juan como una muestra de cobardía para intentar eludir los respec-

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tivos duelos. Don Juan expresa unos sentimientos de un amor verdade-
ro y espiritual porque confiesa no haberse enamorado de su belleza sino
de su virtud e inocencia. Don Juan adjudica a doña Inés el papel de su
salvación. Don Juan está dispuesto a estar el tiempo que él considere ne-
cesario recluido en su casa para convencerlo de que puede ser un digno
esposo para su hija: incluso le ofrece la posibilidad de administrar su pa-
trimonio para poder controlar todos sus gastos.

g Poco antes de asesinarlo, ¿de qué acusa al Comendador? ¿Qué


misión le atribuye en el día del Juicio Final? (pp. 137-138) ¿A
quién más considera responsable de sus actos? (pp. 138 y 140)
u Don Juan acusa al comendador de haberle impedido su salvación.
Le atribuye la misión de interceder por él cuando haya de comparecer
ante el tribunal de Dios para responder de sus obras. Al cielo, esto es, a
Dios.

h ¿Cómo reacciona doña Inés ante el asesinato de su padre, la


huida de su amado y la petición de justicia de alguaciles y sol-
dados? (pp. 140-141)
u Doña Inés lamenta que don Juan la haya abandonado y se que-
ja ante Dios por haberlo convertido en el asesino de su padre, pero pide
que no se ejecute ningún tipo de justicia contra él por el crimen que ha
cometido.

1.4 Parte segunda. La pesadilla de una noche de verano


a ¿Cómo reacciona don Juan al saber la decisión de su padre?
(pp. 148 y 155) ¿Qué piensa de sus víctimas? (pp. 150-151 y
155) ¿Qué sentimiento, extraño en él, empieza a experimentar?
(p. 155) Una vez más, ¿a quién culpa de su destino? (p. 151)
u Don Juan piensa que su padre ha hecho bien en invertir todos su
bienes en la construcción del panteón porque de haberlos heredado él
los habría malgastado en el juego. Don Juan empieza a experimentar un
sentimiento de pureza y también de arrepentimiento. Don Juan culpa
una vez más al cielo y a Dios de su destino.

b Según el escultor, ¿de qué murió doña Inés? (p. 152) Ante el fa-
llecimiento de su amada, ¿cómo se siente don Juan? ¿Qué dos
cosas le ruega a la estatua de doña Inés? (pp. 158-159)
u Doña Inés, según el escultor, murió de dolor y pena al haber de
regresar al convento abandonada por su amante. Don Juan, al recibir la
noticia de la muerte de su amada, lamenta no poder devolverle la vida.
Don Juan le pide a la estatua de doña Inés un lugar en su misma sepultu-
ra y que Dios lo mire cómo está llorando sobre ella.

c ¿Qué sacrificio ha hecho doña Inés por su amado? (p. 161) ¿De
qué plazo dispone para conseguir su propósito? (p. 162)
u Doña Inés ha ofrecido su alma pura a Dios a cambio de la impu-
ra de don Juan para salvarlo o, si no, condenarse con él al infierno. Doña
Inés dispone de toda la noche para lograr ese propósito.

d ¿Qué piensa don Juan sobre la aparición de doña Inés? (pp.


162-164)
u Don Juan cree que la aparición de doña Inés es solo producto de
su imaginación a la que atribuye el poder de inventar lo inexistente.

e ¿Qué le reprocha Centellas a don Juan? (p. 167) ¿Qué reac-


ción provocan las palabras del capitán en el orgulloso seduc-
tor? (pp. 169-170)
u Centellas le reprocha a don Juan que tenga miedo a los muertos,
porque ese es un miedo propio de plebeyos y no de nobles. El reproche
del capitán Centellas hiere el orgullo de don Juan y da pie a que el se-
ductor, para demostrar que es infundado, invite a cenar primero a todos
los difuntos y, finalmente, solo al comendador.

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f ¿Por qué lo ha indultado el Emperador? ¿A qué puede haberse
dedicado don Juan durante esos años? (pp. 171-172) En tu opi-
nión, ¿ha llevado la vida disoluta que era costumbre en él?
u El Emperador ha indultado a don Juan por los servicios prestados
en su ejército. En esos cinco años don Juan se ha dedicado a participar
en las distintas campañas militares emprendidas por el Emperador. Don
Juan no parece haber llevado la vida disoluta y criminal de antes porque
de lo contrario no habría obtenido el indulto del Emperador.

g ¿Qué piensa don Juan sobre esa «gloria»? (p. 175)


u Don Juan no cree en más gloria que la alcanzada en esta vida y
niega que pueda haber otra en el más allá.

h ¿Qué explicaciones da don Juan a esos golpes? (pp. 176-178)


u Don Juan atribuye los golpes en la puerta de su casa a una broma
de sus invitados para poner a prueba su valentía.

i ¿Cómo afecta la aparición de la estatua a Avellaneda y Cente-


llas? (p. 181)
u El capitán Centellas y Rafael de Avellaneda se desmayan y pierden
el sentido al ver aparecer la estatua del comendador a través de la pared
del comedor.

j Pero, ¿con qué propósito ha venido? (pp. 183-184)


u El comendador ha acudido a la invitación de don Juan para reve-
larle que hay otra vida más allá de la vida mortal.

k ¿Cómo reacciona don Juan ante la desaparición de don Gon-


zalo? (p. 185)
u Don Juan piensa que lo que acaba de presenciar es una ilusión
causada por algún tipo de psicotrópico mezclado en el vino que ha bebi-
do durante la cena.

l Tras sustanciarse de nuevo la Sombra de doña Inés, ¿qué le


anuncia esta a su amado? (pp. 186-187)
u Doña Inés anuncia a don Juan que ha de acudir a la cita con el
comendador para morir arrepentido y poder así compartir su misma se-
pultura.

m ¿Cómo interpretan todo lo sucedido Centellas y don Juan? (pp.


188-190) ¿Qué consecuencias tiene el enfrentamiento? ¿Cómo
concluye el acto? (pp. 190-191)
u Centellas y don Juan piensan que lo sucedido en el comedor ha
sido una broma pesada gastada por alguno de los invitados: don Juan
cree que la broma se la han gastado ellos dos y Centellas está convenci-
do que la ha preparado él. Tras llamarse mutuamente mentirosos los tres
sacan sus espadas para batirse en duelo. El acto acaba con la invitación
de don Juan al capitán Centellas a salir de su casa para batirse primero en
duelo con él.

1.5 Parte segunda. El arrepentimiento, la salvación y la boda


a ¿A qué atribuye su propia conducta? ¿Cómo se siente? En ese
momento, ¿cree en el más allá? ¿Por qué acude al cementerio?
(pp. 192-194)
u Don Juan atribuye su actitud violenta para con sus invitados a una
especie de enajenación mental producida por sus dudas sobre la exis-
tencia de un más allá. Don Juan se siente muy confuso pero también in-
corpóreo, empujado por una fuerza que no puede controlar, al igual que
una hoja arrastrada por el viento. En este momento don Juan duda ya so-
bre la existencia de una vida eterna, y precisamente acude al cementerio
en busca de la prueba definitiva que le resuelva esa duda.

b ¿En qué consisten los “platos” del banquete que el Comenda-

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dor ofrece a don Juan? (pp. 196-197) ¿Qué valor simbólico tie-
ne cada uno de ellos? Cuando el Comendador le revela el sen-
tido del reloj, ¿cómo reacciona don Juan? ¿Qué piensa ahora
del más allá y de su salvación? (pp. 197-198)
u Los platos que el comendador le sirve en su sepulcro son de ce-
niza y fuego, y el primero simboliza aquello en lo que don Juan acaba-
rá convirtiéndose mientras que el segundo anuncia el fuego del infierno
en el que arderá para siempre. Don Juan se queja ante Dios de haberle
revelado la verdad en el último momento de su vida y de no haberle da-
do por tanto tiempo suficiente para arrepentirse y salvarse. Don Juan ya
en este momento cree en la vida eterna pero considera imposible “en un
momento / borrar treinta años malditos / de crímenes y delitos” (p. 198).

c ¿Quién es el fallecido y cómo ha muerto? (p. 199) ¿Qué sien-


te entonces don Juan? ¿Por qué crees que rememora los versos
con que, en la hostería del Laurel, alardeaba años atrás de su
perversa conducta?
u Don Juan es el fallecido, y su muerte se ha producido en el duelo
con el capitán Centellas. Don Juan siente que la fe ha penetrado dema-
siado tarde en su corazón, y rememora los versos que había dicho años
atrás para dejar claro que se arrepiente de todas sus acciones criminales
de esa época de su vida.

d ¿Qué valor tienen esas palabras? (pp. 200-201) ¿Por qué justi-
fican la inmediata aparición de doña Inés? ¿Qué le revela su
amada a don Juan? (pp. 201-203) ¿Cómo se confirma aquí el
cometido que el personaje tiene en la obra?
u Esas palabras de arrepentimiento y de petición de misericordia a
Dios le permiten la salvación. Porque son palabras que a don Juan se las
ha inspirado el amor hacia doña Inés. Doña Inés le revela a su amante
que se ha salvado gracias a su intervención e intercesión ante Dios: “y
Dios te otorga por mí / tu dudosa salvación” (p. 203). Por ese papel me-
diador semejante al que desempeñaba la Virgen María con sus fieles se-
guidores.

e ¿Qué ocurre realmente en ese sepulcro? (p. 204) ¿Qué repre-


sentan los angelitos derramando flores sobre nuestros protago-
nistas? ¿Y el lecho floral que sustituye la lápida mortuoria?
u En el lecho mortuorio doña Inés y don Juan contraen el matrimo-
nio que se les había negado en vida, y una vez convertidos en esposos
vuelven a morir (ella por segunda vez y don Juan por tercera) para volar
hacia el paraíso. Los angelitos derramando flores sobre los esposos des-
empeñan una función similar a los cupidillos en los cantares de boda
clásicos. El lecho de flores representa el lecho nupcial.

2
PERSONAJES Y TEMAS
2.1 Don Juan, el libertino convertido
a En los vv. 496-520, ¿cuántas tropelías proclama haber come-
tido don Juan? ¿Qué rasgo del personaje te revelan el conteni-
do de los carteles que dice haber puesto en Roma y en Nápo-
les (pp. 33-34) o los términos con que le plantea a su rival la
segunda apuesta (pp. 43-44)? ¿Y la instrucción que da a Ciutti
en caso de que don Luis se resista (p. 68) y el modo con que se
deshace de don Gonzalo (p. 138)?
u Don Juan tanto en Roma como en Nápoles ha seducido a mujeres
de diferentes clases sociales, incluyendo a monjas, y ha matado también
a todo tipo de hombres, incluyendo religiosos, en duelos y riñas calleje-
ras. Los carteles de desafío que cuelga en esas dos ciudades y los térmi-

galerada 7
nos en que planeta a su rival la segunda apuesta revelan que el personaje
es un delincuente que vive fuera de la ley civil y eclesiástica. La instruc-
ción que da a Ciutti en caso de resistirse y la manera con que se deshace
del comendador revelan que es un asesino a sangre fría.

b Según los personajes de la obra, ¿con qué ayuda cuenta siem-


pre el galán? (pp. 55, 61, 62, 63 y 109) Su propio criado, que
lo considera un «hombre extraordinario», ¿cómo acaba por ca-
lificarlo? (p. 109) ¿Y cómo lo define su adversario, que no le
va precisamente a la zaga? (p. 59) ¿A qué ardides recurre don
Juan para alcanzar sus objetivos? (pp. 44, 51 y 71)
u Según los personajes de la obra, don Juan cuenta siempre con la
ayuda del diablo, como si hubiera hecho un pacto con él para recibirla.
Ciutti califica a su amo de “un diablo en carne mortal” (p. 108). Don Luis
lo llama “hombre infernal” (p. 61). Para alcanzar sus objetivos, don Juan
recurre a diferentes ardides: primero denuncia a don Luis para que lo en-
carcelen y después –con la ayuda de hombres a sus órdenes—lo apresa
para maniatado de manos encerrarlo en la bodega de su casa. Por último
soborna a la criada de doña Ana para que le permita la entrada en la ca-
sa de su señora y poder seducirla haciéndose pasar por don Luis.

c ¿A qué extremos lleva su absoluta falta de respeto y su actitud


desafiante? (pp. 45-46 y 48-49)
u Don Juan incurre en una gran falta de respeto para un noble: ame-
naza primero con abofetear al Comendador y le quita el antifaz a su pa-
dre poniéndole la mano en la cara. Al oír al padre de doña Inés romper el
compromiso matrimonial con su hija, don Juan lo amenaza además con
raptársela del convento.

d ¿De qué metáforas se vale para expresarle su amor? (pp. 92-94)


¿Cómo interpretas el uso de ese lenguaje retórico por parte de
quien no conoce aún a la joven que se lo inspira? ¿Qué preten-
de don Juan con las palabras con que concluye la carta? (p. 96)
u Don Juan se vale de dos metáforas muy tópicas: la del fuego de
amor que crece a medida que transcurre el tiempo y la de la amada iden-
tificada con un permanente imán por el que se siente irresistiblemente
atraído. Este lenguaje tan retórico debe interpretarse como un intento por
parte de don Juan para fascinar y enamorar a doña Inés. Con las últimas
palabras de su carta, don Juan pretende que doña Inés le pida que la sa-
que del convento.

e Después de raptar a la novicia, ¿adónde se dirige don Juan y


con qué propósito? (p. 110) ¿Crees que esa acción es propia de
un enamorado?
u Después de raptar a la novicia, don Juan se dirige a casa de doña
Ana de Pantoja para seducirla ocupando el lugar de don Luis. La acción
de don Juan no es la propia de un enamorado porque, de haberlo esta-
do ya de doña Inés en ese momento, no la habría dejado a merced de sus
hombres y la habría acompañado hasta su casa en las afueras de Sevilla.

f Según el maduro galán, ¿qué ha conseguido «cambiar» radi-


calmente su «ser»? (p. 122) ¿Cómo le describe el amor que
siente a la muchacha y a don Gonzalo? (pp. 123 y 133-134)
¿Qué actitudes de don Juan ante don Luis y el Comendador
ponen de manifiesto que el personaje ha cambiado? (pp. 127-
136) En tal caso, ¿qué le lleva a matarlos? (pp. 130-137)
u Lo que ha conseguido “cambiar” radicalmente el “ser” de don
Juan es el reconocimiento de doña Inés de haberse enamorado de él.
Don Juan le describe a la muchacha que el amor que siente por ella “no
es un amor terrenal” (p. 123) sino un amor que le inspira incluso la prác-
tica de la “virtud” (p. 123); ante el Comendador, se ratifica en ese tipo de
amor que experimenta por su hija al confesarle que no ama en ella su be-
lleza física sino su “virtud” (p. 133). Las actitudes de don Juan que ponen
de manifiesto su transformación en presencia de don Luis y don Gonza-

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lo son varias. En primer lugar, don Juan le ofrece a don Luis la posibilidad
de “satisfacer” su “honor” con una fórmula que no sea la de batirse en
duelo (p. 127), pero cuando comprueba que su rival no halla otra no tie-
ne inconveniente en aceptarla sin valerse de ningún engaño y emplazán-
dolo a bajar a la orilla del río para llevarla a cabo (p. 128). Sin embargo,
no llega a batirse en duelo con don Luis porque, al anunciarle su criado
la llegada de don Gonzalo, da prioridad al Comendador, a quien preten-
de tranquilizar con respecto al honor de su hija y convencer del verdade-
ro amor que siente por ella (horas antes había dado prioridad a la apues-
ta de don Luis dejando sola a doña Inés para seducir a doña Ana). Don
Juan, además, recibe a don Gonzalo de rodillas, en una actitud muy hu-
millante para un noble, para dejar claro que no quiere enfrentarse a él. Al
no haber podido convencer a ninguno de los dos de su cambio, don Juan
piensa que Dios no ha querido ayudarlo y acaba aflorando su ser diabó-
lico: a don Gonzalo le pega un tiro a sangre fría porque le ha impedido
la salvación y a don Luis lo mata con su espada en la propia habitación,
y no en la ribera del río, como le había prometido al principio.

g ¿Qué deseo expresa al saber que su amada ha muerto? ¿Qué le


pide a doña Inés? (pp. 158-159)
u Don Juan al enterarse de la muerte de doña Inés expresa el de-
seo de devolverla a la vida (p. 153). Cuando ya se halla solo le pide a su
amada un sitio en su misma sepultura y que interceda por él ante Dios
(pp. 158-159).

h ¿A qué atribuye esas visiones? ¿Por qué, sin embargo, duda de


que sean reales? (pp. 162-163 y 185) ¿Cómo reacciona al final
de su soliloquio? (p. 165) ¿Y ante las burlas y la posterior ofen-
sa de Centellas? (pp. 167-170 y 188-191) ¿Es coherente este
comportamiento con el carácter del personaje?
u Don Juan atribuye la aparición de las sombras de doña Inés y don
Gonzalo a creaciones de su fantasía por efecto de los desvaríos de su
mente. Don Juan duda de que sean reales porque faltan las estatuas mor-
tuorias de las respectivas sepulturas en que el escultor las había asenta-
do. Al final de su soliloquio, al creer moverse las estatuas de los otros
muertos, las desafía con su espada para arrebatarles de nuevo la vida y
devolver a sus dueños a sus sepulturas. Ante las burlas del capitán Cente-
llas don Juan primero invita a cenar a todas las estatuas a su casa y des-
pués parece convencido de que la aparición de la del Comendador es
una broma que le han gastado sus dos comensales.

i Como hemos visto en el apartado anterior (1.3.g y 1.4.a), ¿a


quién responsabiliza de sus actos? (pp. 138, 140 y 151) Esa
acusación, ¿es compatible con el ateísmo que parece profesar?
u Don Juan responsabiliza de sus actos a Dios. Esa acusación no es,
por supuesto, compatible con el ateísmo que dice profesar porque con
ella demuestra su creencia en Dios, ante el que parece quejarse por no
haber recibido su gracia.

j ¿Cuándo comienza a dudar y por qué? ¿Cómo expresa esas du-


das? (pp. 193-194) ¿Qué le atemoriza cuando su fe se afianza?
(pp. 197-199) ¿Cómo y cuándo se confiesa creyente? (p. 201)
¿Qué consecuencia tiene esa declaración? (p. 205) ¿Qué le ha
bastado para salvarse? (p. 198)
u Don Juan comienza a tener dudas de la existencia de Dios cuan-
do regresa al panteón familiar y lo hace porque para tratar de resolver-
las acude a la cita con el comendador. Don Juan expresa esas dudas por
la sensación que tiene de ser incorpóreo y de haber perdido el control
sobre sus actos. Cuando su fe se afianza a don Juan le atemoriza no po-
der salvarse por haberle sido revelada la verdad demasiado tarde. Don
Juan acaba confesándose creyente en el último momento cuando ya don
Gonzalo lo ha cogido por la mano para llevárselo consigo al infierno. La
confesión de don Juan tiene como consecuencia la inmediata salida de
su tumba de doña Inés para coger la mano que su amante ha logrado sol-

galerada 9
tar de la de su padre y arrebatárselo para conseguir su salvación. A don
Juan le ha bastado para salvarse “su fe” (v. 3777).

k Resume las razones teológicas por las que don Juan se salva.
No obstante, ¿qué “explicación” ofrece la propia doña Inés a
esa salvación? (vv. 3787-3795)
u Don Juan se salva porque cumple con todos los requisitos estable-
cidos por el Concilio de Trento para la salvación eterna: su contrición o
arrepentimiento es perfecto porque nace del amor de Dios canalizado a
través del amor de doña Inés; y es un arrepentimiento absolutamente vá-
lido, sin necesidad de confesión, porque se produce ante una inminen-
te amenaza de muerte. Doña Inés, sin embargo, piensa que a don Juan lo
ha salvado el amor por ella.

l Después del análisis del personaje precedente, ¿estás de acuer-


do con la opinión de Zorrilla? ¿O más bien con la del crítico
Juan Luis Alborg? En tu opinión, ¿por qué don Juan ha resulta-
do siempre un personaje tan atractivo para tantos espectadores
o lectores? Argumenta tu respuesta.
u No estoy de acuerdo con Zorrilla porque el personaje de don Juan
es seguramente su creación más conseguida y que ha dado a su obra la
categoría de un gran clásico. Don Juan no es personaje plano y sin “ca-
rácter”, sino muy redondo, que experimenta una extraordinaria pero pro-
gresiva transformación por el amor puro hacia una de sus víctimas. Es un
personaje capaz de las mayores atrocidades, disparatado, cínico, ateo,
pero que llega a conmoverse, con casi cincuenta años, al oír las since-
ras palabras de amor en boca de una adolescente a la que acaba de rap-
tar solo para ganar una apuesta. Si ha dedicado treinta años de su vida a
cometer las peores tropelías, don Juan ha pasado, en cambio, los últimos
cinco aferrado al recuerdo de un amor tan imposible como el de Romeo
por Julieta. Por sus muchas contradicciones y por sus sueños no realiza-
dos en vida, don Juan también puede ser metáfora del ser humano, de
una manera similar al Quijote, con quien comparte también una misma
edad.

2.2 Doña Inés, la virtud intercesora y recompensada


a ¿Cómo es descrita doña Inés por Brígida y por la abadesa? (pp.
74-75 y 83-84) ¿Qué conocimientos o forma de vida del perso-
naje nos explican que la novicia caiga en las redes que le tien-
de la dueña?
u Brígida y la abadesa describen a doña Inés como una adolescen-
te educada desde muy niña para ser monja y que no conoce más mun-
do que el del monasterio en el que ha vivido confinada toda su vida. Sus
conocimientos y forma de vida exclusivamente religiosos explican que la
novicia caiga fácilmente en las redes de su criada, quien le descubre un
mundo muy distinto, lleno de placeres y diversiones, fuera de las cuatro
paredes de su convento. Es un mundo del que doña Inés, antes que Brígi-
da le hablara de él, no tenía ninguna referencia.

b ¿De qué modo manifiesta el mal de amor de que es víctima?


(pp. 86-87, 91 y 96) ¿Cómo define la muchacha el estado en
que se encuentra? (p. 97) No obstante, y pese a su ingenuidad,
¿es consciente de a lo que se expone? (pp. 89, 114 y 116)
u Doña Inés manifiesta su mal de amor de muy diversas maneras: en
la aceleración de su corazón y la palidez de su rostro al oír a la abade-
sa la posibilidad, planteada por su padre, de adelantar la ceremonia de
profesión como monja (y también la falta de atención con que la escu-
chaba y la aridez que le producen sus palabras); en la obsesión que tiene
ya por don Juan, cuya imagen ocupa su pensamiento en todo momento,
incluso cuando está rezando; y en los temblores, suspiros y desvaneci-
mientos que padece a medida que va leyendo la carta de don Juan. La
muchacha define el estado en que se encuentra, tras acabar la lectura de
la mencionada carta, como una desazón causada por un desgarramiento

galerada 10
del corazón y por el nuevo sentimiento que se ha apoderado de su alma.
Es perfectamente consciente a lo que se expone porque primero se niega
a aceptar el regalo de don Juan y después, cuando ya se halla en su ca-
sa, intenta convencer a su criada de la conveniencia de abandonarla in-
mediatamente porque, amando como ama a don Juan, de seguir en ella,
puede poner en peligro su honra.

c Según la respuesta que la novicia da a la declaración de amor


del galán, ¿cuál es el principal encanto al que cede doña Inés?
(pp. 121-122) ¿A qué atribuye la joven su propia rendición?
u El principal encanto de don Juan al que cede doña Inés es el de su
palabra y oratoria. La novicia atribuye su rendición al uso por parte de su
amante para lograrla de una serie de poderes mágicos y diabólicos.

d ¿Qué última prueba da de su amor sin límites por don Juan?


¿Qué alta misión desempeña, por tanto, en la obra? ¿Qué re-
compensa obtiene? (pp. 161-162, 186-187 y 201-205) Lee el
documento 1.4.
u La última gran prueba de amor de doña Inés es su muerte por el
dolor que le llega a causar el abandono de don Juan. La alta misión que
desempeña doña Inés en la obra es la salvación de un pecador empeder-
nido como don Juan. La recompensa que obtiene es que acaba consi-
guiendo esa salvación.

2.3 Don Gonzalo y don Diego, los padres ofendidos


a Pero ¿tiene alguna duda de que don Juan sea tan «vil»? ¿Qué le
ha movido a aceptar el matrimonio de su hija? Aun así, ¿qué le
«importa» por encima de todo? (pp. 18, 20 y 106)
u El Comendador tiene dudas de que don Juan haya cometido todas
las fechorías que le atribuyen porque no concibe que pueda haber en el
mundo un hombre capaz de cometerlas. Al Comendador le ha movido
aceptar la boda con don Juan un interés económico, pero más que ese
interés le importa la felicidad de su hija.

b ¿De qué lo acusa? (pp. 132 y 135) Sin embargo, ¿se comporta
con la ecuanimidad y el ansia de conocer la verdad que adu-
cía al principio de la obra? ¿En qué defecto incurre?
u El Comendador acusa a don Juan de “cobarde” (v. 2534), y no se
comporta con la ecuanimidad del principio porque no intenta por nin-
gún medio averiguar si el raptor de su hija es o no sincero. El Comenda-
dor incurre, pues, en el defecto de la intransigencia, víctima de su orgu-
llo y de su obsesión por el honor ultrajado.

c ¿Cuál es ese importante papel? (pp. 137-138 y 183-184)


u El importante papel que desempeña al final don Gonzalo es el de
responder de alguna manera por su asesino ante Dios en el Juicio Final:
el comendador es el que propicia la salvación de don Juan al revelarle la
existencia de una vida eterna tras la muerte.

d ¿Cómo le afecta la conducta de su hijo? (pp. 47-48) Aunque no


se explicite en la obra, ¿por qué motivo fallece? En tu opinión,
¿podría establecerse algún paralelismo entre la muerte de don
Diego y la de doña Inés?
u Don Diego deshereda y desnaturaliza a su hijo. El padre de don
Juan podría haber muerto a causa del dolor producido por la conduc-
ta de su hijo (de hecho acaba enterrado junto a quienes han muerto por
culpa suya). Es por este motivo, y también por compartir sepultura en el
panteón familiar, por lo que puede establecerse un paralelismo entre su
muerte y la de doña Inés.

e ¿Cómo contribuye a caracterizar al personaje su última volun-


tad? (p. 147)

galerada 11
u La última voluntad de don Diego de donar toda su fortuna para la
edificación de ese panteón caracteriza al personaje como un buen cris-
tiano y caballero virtuoso, preocupado también por la salvación de las
víctimas de su hijo, fallecidas sin la posibilidad de la confesión (es el ca-
so de don Luis y el Comendador).

2.4 Don Luis Mejía, un personaje trágico


a ¿Por qué distintos ámbitos se mueve? ¿De qué conductas alar-
dea? (pp. 36-39) ¿Es menos tramposo que don Juan? (p. 44)
u Don Luis se mueve por ambientes militares y de bandoleros, ma-
yormente urbanos, propicios para las aventuras que le permitan ganar la
apuesta a don Juan. Don Luis alardea prácticamente de las mismas con-
ductas de las que ha alardeado antes su rival: el engaño a mujeres, el sa-
queo de iglesias y el asesinato de todo tipo de hombres (incluido un frai-
le a quien le dispara un tiro por haberlo delatado con un anónimo). Don
Luis es igual de tramposo que don Juan pues se adelanta a él en su de-
nuncia ante la justicia para conseguir su detención al menos por una no-
che y ganar de ese modo la apuesta.

b No obstante, ¿en qué se distingue de su adversario? (pp. 44 y


50) ¿Qué le induce a casarse con doña Ana? (pp. 39-40) ¿Có-
mo califica las apuestas que ha aceptado? (pp. 54 y 59) ¿Qué
le va en ellas? (pp. 55 y 57)
u Don Luis se distingue de don Juan en su mala suerte, seguramen-
te en el juego, que es lo que hace que se arruine. La falta de dinero es lo
que induce a don Luis a casarse con doña Ana. Don Luis califica la pri-
mera apuesta de “insigne locura” (v. 880) y la segunda de “lance […] ex-
tremado / por dos locos emprendido” (vv. 988-989). En esas dos apuestas
a don Luis le va la vida, como así acaba sucediendo, cuando la pierde al
perder la segunda apuesta.

c ¿Con qué estrategia urdida para no perder la apuesta con don


Juan y evitar su deshonor acaba sin embargo provocándolo?
(pp. 58, 61, 63 y 68-69)
u Don Luis convence a doña Ana de tener relaciones sexuales con
ella esa misma noche para dar por consumado su matrimonio antes de su
celebración al día siguiente y así ganarle la apuesta a don Juan porque la
dama ya no estaría por casar. Con esta estrategia acaba facilitando las co-
sas a su rival, quien solo tiene que hacerse pasar por él para seducir a do-
ña Ana.

d ¿Está don Luis en verdad enamorado de doña Ana de Pantoja?


¿Por qué el personaje, a diferencia de don Juan, acaba por con-
denarse?
u Por más que a don Juan le confiesa que “yo la amaba, sí” (v.
2376), don Luis en realidad no estaba enamorado de doña Ana porque
no ha acabado casándose con ella por anteponer su honor a su amor.
Don Luis no llega a salvarse por no haber amado sinceramente a su pro-
metida.

2.5 Brígida, una auténtica Trotaconventos


a Como hemos visto en el apartado 1.2.c, de qué manera con-
sigue Brígida encender la «llama» de amor en doña Inés? (pp.
75-76) ¿Cree la criada que don Juan está enamorado de su se-
ñora? (p. 77) ¿Por qué se ofrece a ayudarlo?
u Brígida consigue encender la “llama” de amor en doña Inés al ha-
blarle de los placeres del mundo, del amor que por ella siente don Juan
y de las muchas cualidades que atesora su amante. La criada cree que
la declaración de amor que acaba de oír a don Juan es sincera y que
por tanto él está enamorado de su señora. Brígida se ofrece a ayudarlo a
cambio de dinero.

galerada 12
b Señala las coincidencias entre su comportamiento y el del per-
sonaje de Rojas (pp. 88-96 y 115). ¿Hasta qué punto es cons-
ciente doña Inés de los manejos de Brígida?
u Brígida y Celestina entregan a doña Inés y Melibea un objeto que
parecen causar el enamoramiento de las dos muchachas: Brígida el pa-
pel con la carta de don Juan con “algún encanto maldito […] encerra-
do en él” (vv. 2104-2105); Celestina, un “hilado” en el que “ha envuel-
to” al diablo”. Brígida y Celestina saben justificar sus malas intenciones
para con sus víctimas con mentiras que en el fondo constituyen una ver-
dad a medias: Brígida miente a su señora al decirle que don Juan la ha
sacado del convento por haberse producido en él un gran incendio (y de
hecho si lo ha habido pero en el alma de doña Inés); Celestina miente a
Melibea cuando le revela que la enfermedad que padece Calisto es por
un dolor de muelas (y de hecho el dolor de muelas es un eufemismo del
amor y deseo sexual que su cliente siente por la hija de Pleberio). Doña
Inés es consciente de los manejos de Brígida cuando se halla en casa de
don Juan: primero le dice “no sé qué redes / son las que entre estas pa-
redes / temo que me estás tendiendo” (vv. 2083-2085) y poco después le
reconoce amar a su raptor porque se ha sentido de algún modo hechiza-
da tanto por la carta que le había dado como el relato de “sus gracias fas-
cinadoras” (v. 2113).

c ¿Cómo calificarías la conducta de Lucía, la otra criada de la


obra? (pp. 80-82)
u La conducta de Lucía es la propia de una criada a quien no le
preocupa el bienestar de su señora y sólo le mueve el interés económico.

2.6 Otros personajes


a ¿Qué indispensable información proporciona al espectador a
través de sus aclaraciones o sus preguntas a otros personajes?
(pp. 8-14 y 25-27) ¿Qué opinión le merecen don Juan y don
Luis? (p. 17)
u Butarelli proporciona de manera progresiva y a veces con cier-
to suspense, debido a las constantes interrupciones, información sobre
la apuesta que un año antes habían hecho en su hostería don Juan y don
Luis. El hostalero está convencido de que don Juan y don Luis no son tan
“viles” como piensa la gente porque los dos le han pagado siempre pun-
tualmente “su cuenta” y han tenido con él una conducta muy correcta.

b Pero ¿qué importante función desempeña Centellas en la se-


gunda parte de la obra? (pp. 166-191)
u En la segunda parte de la obra Centellas desempeña la importante
función de matar en un duelo a don Juan en la puerta de su casa.

c ¿Por qué razón? ¿Cómo demuestra Ciutti la cualidad propia de


un lebrel al principio de la obra? (pp. 8-10)
u Ciutti es calificado de “lebrel” por su dueño porque cumple per-
fectamente con el papel de criado fiel y le ayuda también a ‘cazar mu-
jeres’. Ciutti demuestra la cualidad propia de un lebrel al principio de la
obra porque miente dos veces al hostalero para ocultar la identidad de
don Juan y despistar sobre la destinataria de la carta que está escribien-
do su amo en ese momento (dice estar haciéndolo a su padre cuando en
realidad sabe que es a doña Inés porque en seguida deberá entregar la
carta a Brígida); también pone aún más literalmente de manifiesto esa
cualidad cuando se dispone a ejecutar la misión encomendada por don
Juan “más ligero que el viento” (v. 49).

3
TÉCNICAS DRAMÁTICAS Y ESTILO

galerada 13
3.1 El tiempo en dos noches paralelas
a ¿Cuánto tiempo transcurre durante la primera parte de la obra?
¿Y qué sucesos acaecen en ella? ¿Te parece verosímil que esos
hechos puedan ocurrir en el tiempo que Zorrilla les ha asigna-
do? Para contestar, lee el documento 2.1.
u Durante la primera parte de la obra transcurren poco más de cua-
tro horas, desde unos minutos antes de las ocho de la noche del principio
hasta poco después de las doce de la misma noche del final. En ese tiem-
po don Juan y don Luis han narrado sus fechorías cometidas en el último
año, han hecho una nueva apuesta y han salido de la cárcel después de
haber sido detenidos los dos al salir de la hostería; don Juan ha tendido
una trampa a don Luis para quitarlo del medio y se ha entrevistado con
Brígida y Lucía para primero raptar a doña Inés de su convento y después
seducir a doña Ana; al salir de la casa de doña Ana se dirige a la suya de
campo, situada a unos veinticinco kilómetros de Sevilla para forzar a do-
ña Inés, pero cambia de idea al oírla hablar de un amor sincero; recibe
en esa casa a don Luis y a don Gonzalo, a quienes acaba matando tras
intentar inútilmente convencerlos de la transformación operada en él. Fi-
nalmente huye a Italia en la embarcación que tenía preparada de ante-
mano, antes de enamorarse de doña Inés. Es inverosímil que todos estos
hechos ocurran en esas poco más de cuatro horas porque como recono-
ce el propio autor “la acción pasa en mucho menos tiempo del que ab-
soluta y materialmente necesita” (p. 6).

b ¿Cómo calificarías el ritmo de la acción en la primera parte de


la obra? Contrasta ese ritmo con el de la segunda parte; para
ello, atiende al número de sucesos representados en esta últi-
ma. ¿Cómo se justifica, desde el punto de vista de los conteni-
dos, esa diferencia en el ritmo de una y otra parte?
u En la primera parte el ritmo de la acción es muy rápido y dema-
siado acelerado. El de la segunda parte, en cambio, es lento y pausado
porque en ella transcurren muy pocos hechos: la entrada de don Juan en
el panteón familiar y su conversación con el escultor; la aparición de la
sombra de doña Inés mientras su amante llora solo al pie de su sepultura;
el reencuentro de don Juan en el mismo cementerio con el capitán Cen-
tellas y don Rafael de Avellaneda, a quienes invita a cenar en su casa; la
visita de la sombra del Comendador y de su hija durante la celebración
de la cena; el duelo de don Juan con sus invitados; el regreso del prota-
gonista al panteón para cenar con la estatua del Comendador; el diálo-
go con él y su salvación en el último segundo; la boda con doña Inés en
el sepulcro de la novicia. Desde el punto de vista de los contenidos esa
diferencia de ritmo entre las dos partes se justifica por el cambio de ca-
rácter del protagonista: en la primera parte don Juan es muy activo e irre-
flexivo mientras que en la segunda es más melancólico y tranquilo.

c ¿A qué hora vence el primer plazo? (pp. 19 y 27-28) ¿Qué


otros plazos se marcarán más tarde los dos libertinos? (pp. 42
y 44) Según el documento 2.2, ¿a qué contribuye ese recurso
dramático de los plazos?
u El primer plazo vence a las ocho de la noche. Los dos libertinos
después de ese primer plazo se marcan otros que van variando: Luis le
da a don Juan el plazo de veinte días para raptar a una novicia de su con-
vento y seducir a una mujer que esté por casar, pero don Juan se com-
promete a llevar a cabo las dos acciones en solo seis días. Por último el
plazo que se fija don Juan es el de una noche porque se ha propuesto se-
ducir a doña Ana, que contrae matrimonio al día siguiente con don Luis.
El recurso dramático del plazo contribuye a “mantener tenso el interés y
a aumentarlo” (p. 6).

d ¿Qué suceso congregará a los sevillanos al día siguiente? (pp.


144 y 204-205) ¿Qué paralelismo puede establecerse entre esa
situación y la que se produce al principio de la primera parte?
u El suceso que congregará a los sevillanos al día siguiente en la se-

galerada 14
gunda parte es la inauguración del panteón que el padre de don Juan ha
mandado construir en homenaje y recuerdo de las víctimas de su hijo. El
paralelismo que puede establecerse con la primera parte es que también
la apuesta entre don Juan y don Luis ha congregado a todos los sevillanos
en la hostería del Laurel.

e ¿Cuál es ese plazo y cuándo ha de cumplirse? (pp. 162, 164,


184, 186, 187, 197-198 y 200) ¿Qué relación tiene con el pla-
zo que se ha impuesto el propio don Juan en la primera parte
para raptar a doña Inés y seducir a doña Ana? ¿Qué importan-
cia se concede en este último plazo al reloj?
u El plazo es el de su muerte y salvación, y ha de cumplirse primero
en “esta noche” (v. 3021), después “hasta el nuevo día” (v. 3450) o “ma-
ñana” (v. 3499), y al final el plazo “está cumpliéndose ya” (v. 3663) y se
consume en unos pocos granos de arena (v. 3696). El plazo de la muerte
y salvación de don Juan se va acortando al igual que también al final de
la primera parte se había acortado el plazo para el rapto de doña Inés y la
seducción de doña Ana. En el último plazo se concede gran importancia
al reloj de arena porque gracias a los granos que van cayendo don Juan
es consciente en cada momento de cuándo va a cumplirse.

f Contrasta el tipo de música que deben de tocar los participantes


en el Carnaval y la que suena al final de la obra. ¿De qué mo-
do podría caracterizar cada una de ellas el amor de don Juan al
principio y al final del drama?
u El tipo de música que debe sonar al principio de la obra es una
música alegre, ruidosa y pagana mientras que la que debe oírse al final es
una música más suave y religiosa. La música de Carnaval caracteriza el
amor terrenal que don Juan siente en ese momento por todas las mujeres
y la del final el amor celestial que le ha inspirado doña Inés.

3.2 Versificación y recursos retóricos


a En los versos de la declaración de don Juan a Inés y de la res-
puesta de su amada (vv. 2163-2283), selecciona aquellas rimas
consonantes que consideres más sonoras y efectistas
u Las rimas consonantes más sonoras y efectistas de ese pasaje son,
sin duda, las rimas oxítonas o agudas (vv. 2170-2173, 2179-2183, etc)
porque producen un doble fenómeno de abstracción y extrañamiento al
ser abstractas y poco habituales las palabras con este tipo de acento en
castellano (amor, inmensidad, soledad, excelsitud, virtud, etc).

b ¿Qué otra epanadiplosis utiliza Zorrilla y con qué intención en


los vv. 1714-1715?
u Zorrilla usa la epanadiplosis “allí le sorprende el día / y le halla la
noche allí” para remarcar, con la repetición del adverbio de lugar “allí”,
la presencia constante y permanente de don Juan al pie de la ventana del
convento de doña Inés.

c ¿Qué palabra o palabras repite doña Inés en esos versos y qué


indica o indican de su estado anímico?
u Las palabras que repite en esos versos son “Tú” y “Don Juan” e in-
dican la obsesión que quien las dice siente ya en ese momento por don
Juan.

d ¿Qué concepto o idea repite en esa redondilla y de qué modo


lo hace?
u En esa redondilla doña Inés repite la idea de fascinación que le ha
causado la presencia de su amante y lo hace a través de la figura retórica
de la gradación.

e ¿Qué tipo de gradación semántica establece al elegir los cuatro


verbos que forman la gradación? ¿A qué climax da lugar en el
el último verso de su réplica? (v. 2259)

galerada 15
u El tipo de gradación semántica que establece Zorrilla al elegir esos
cuatro versos sigue un orden ascendente hasta llegar al clímax, momen-
to culminante de máxima tensión, expresado por la idea de ‘envenena-
miento’ y ‘muerte’. En los últimos versos de la intervención de doña Inés
esa gradación ascendente da lugar al clímax de amor y muerte.

galerada 16

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