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Apuntes generales sobre el Código Tributario peruano

APUNTES GENERALES SOBRE EL CÓDIGO TRIBUTARIO PERUANO1

SUMARIO.- 1. INTRODUCCIÓN. 2. BREVE CRONOLOGÍA DEL CÓDIGO TRIBUTARIO


PERUANO. 2.1. Primer Código. 2.2. Un nuevo Código Tributario: el aprobado por el
Decreto Ley N° 25859. 2.3. Código Tributario aprobado por el Decreto Legislativo N° 773.
2.4. Cuarto Código. 2.4.1. Código aprobado por el Decreto Legislativo N° 816. 2.4.2. Texto
Único Ordenado aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF. 2.4.3. Texto Único
Ordenado aprobado por Decreto Supremo N° 133-2013-EF. 3. CARACTERES BÁSICOS
DEL CÓDIGO TRIBUTARIO PERUANO. 3.1. Contenido, método y estructura. 3.2. Rango
dentro de las fuentes del Derecho Tributario. 3.3. El Código Tributario y el Sistema
Tributario nacional. 3.4. Ámbito de aplicación.

“El objetivo básico de la Codificación es la racionalización del Derecho


2
en aras de la seguridad jurídica, la claridad y la certeza”.

«1919-2019…, un siècle de codification fiscale! L’année 2019


approche en effet et avec cette date le centenaire de la première
codification de l’histoire du monde des impôts. Puisque c’est le 13
décembre 1919 qu’est publiée l’ordonnance d’empire ou Reich
Abgabenordnung, RAO, portant le code fiscal de 463 articles rédigé en
3
cinq mois par le juge Enno Becker».

“Un Código Tributario puede adquirir estructuras distintas, pero todas


ellas se reducen en esencia a dos tipos: Códigos tributarios que
contienen la regulación de los distintos tributos y Códigos tributarios
que contienen exclusivamente los principios generales de la
imposición, las normas esenciales de procedimiento y la regulación de
los elementos comunes a todas las relaciones tributarias. […] El
segundo sistema de codificación intenta reunir un conjunto sistemático
de disposiciones permanentes comunes a todos los tributos. […] El
anteproyecto de Código Tributario de la República del Perú sigue
estas líneas y se coloca en el grupo al que pertenecen como
manifestaciones más conspicuas la RAO, el Código Mejicano, la Ley
4
General Tributaria de España y el Proyecto Argentino”.

1. INTRODUCCIÓN
El recordado profesor Eusebio González explicaba, guiándose de Vanoni, que todo “proceso
codificador, y consiguientemente también el tributario, se caracteriza por dos notas; primero,
reduce a unidad lo que estaba disperso; y segundo, como derivación lógica de lo anterior,

1
Extracto de la introducción del libro Código Tributario comentado (Huamaní Cueva, Rosendo; Jurista editores, 8ª
edición, Lima, 2015).
2
FERREIRO LAPATZA, José Juan. “Relación General”, XX Jornadas ILADT (Bahía, Brasil, 2000), Tema II: La
Codificación en América Latina.- Análisis comparativo de los modelos OEA/BID (1967) y CIAT (1997).
3
MARTINEZ, Jean-Claude; CABALLERO GUZMÁN, Norma. “Les codes fiscaux dans le monde: elements pour une
théorie de la codification fiscale”. En: Del Derecho de la Hacienda Pública al Derecho Tributario. Estudios en honor a
Andrea Amatucci. Vol. V. Editorial Temis – Jovene Editore, Bogotá – Napoli, 2011, p. 762.
4
GARCIA AÑOVEROS, Jaime. “Anteproyecto de Código Tributario para la República del Perú”. En: BELAUNDE
GUINASSI, Manuel. Código Tributario concordado y comentado. Editorial Desarrollo S.A., Lima, 1970, pp. 373-375.

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CÓDIGO TRIBUTARIO comentado Rosendo HUAMANÍ CUEVA

5
proporciona seguridad a sus destinatarios”. Asumía el citado maestro que la codificación en
materia tributaria pretende tres fines: la aplicación de las leyes según criterios uniformes, que la
acción uniformadora que la codificación introduce perdure, y que exista una mayor seguridad
6
en la recaudación y menor sensación de carga que de la misma deriva.
7
El mismo profesor González , en una ponencia posterior, precisaba que “es muy difícil, por
no decir imposible, reducir nada a unidad, si no se parte de unos principios informadores; y
esos principios, al operar sobre el conjunto, tienen forzosamente que proporcionar una
estructura ordenada e inteligible, es decir, un sistema. Esta es la causa de que allí donde la
racionalidad propia de la codificación se une al adecuado desarrollo de la técnica jurídica, el
resultado haya sido óptimo; favoreciendo ese clima de unidad y de certeza en la aplicación del
Derecho, que es el fundamento de la seguridad jurídica”.
En la misma ponencia, más adelante, el profesor complementaba:
“[…] la primera y fundamental exigencia que deriva del principio de seguridad jurídica, junto a la
interdicción de la arbitrariedad, es la idea de certeza, ese saber a qué atenerse, tan ligado a la
claridad de los términos utilizados por el legislador y al inequívoco conocimiento del Derecho vigente
en cada momento, circunstancias ambas que un buen código tributario facilita extraordinariamente”.
“Es necesario estar persuadidos de que es muy difícil, por no decir imposible, aproximarse
mínimamente a un grado de certeza deseable en la aplicación del Derecho, si no se parte de dos
premisas imprescindibles. La primera consiste en tener un conocimiento suficientemente preciso de
las normas vigentes en cada momento. La segunda, dando por supuesto ese conocimiento, exige
poder entender el contenido de las normas vigentes, es decir, que un ciudadano corriente, que ha
cursado la enseñanza obligatoria y está en condiciones de contribuir al sostenimiento de los gastos
públicos, tiene todo el derecho del mundo a poder entender por qué paga sus impuestos, sin
necesidad de recurrir a un experto que, previo pago, le explique cifras, datos y fórmulas para él
absolutamente cabalísticas”.

Ahora bien, aquella unificación ordenada, la pretensión de permanencia (estabilidad) de sus


normas y la exigencia de certeza (o certidumbre) sobre el sentido, contenido, alcances y la
aplicación de las mismas (seguridad jurídica), no pueden estar desligadas de la búsqueda
permanente del perfeccionamiento de las normas de la materia “moldeándolas con precisión
técnica y exponiéndolas, en la mayoría de los casos, mediante disposiciones claras, coherentes
8
y de interpretación relativamente fácil”.
Es indudable que tales juicios, asumiendo la importancia y trascendencia del Código (como norma y
como disposición esencial en el establecimiento y regulación de las relaciones entre la
Administración Tributaria y los administrados), permitirían viabilizar la homogenización y clarificación
de términos y conceptos en la normatividad tributaria, lo que además posibilitaría una mayor y mejor
comprensión de la aplicación de los tributos y de la materia tributaria en general.

En esa línea, García Novoa señala que la codificación tributaria “es hoy una exigencia que,
desde el punto de vista de la técnica legislativa, se traduce en un requisito de estabilidad y
claridad, y desde la perspectiva sustancial, constituye una garantía de seguridad jurídica en un
9
ordenamiento de injerencia como el tributario”.
Lo reseñado configura el entorno y el fundamento de cualquier Código Tributario; debería
configurar también al nuestro.

2. BREVE CRONOLOGÍA DEL CÓDIGO TRIBUTARIO PERUANO

5
GONZÁLEZ, Eusebio. “El principio de seguridad jurídica y la codificación tributaria”. En: Principios Constitucionales
Tributarios. Universidad Autónoma Sinaloa, Culiacán, México, 1993, p. 35.
6
GONZÁLEZ. “El principio de [...]” Ob. cit., pp. 42 y 43.
7
Al sustentar su ponencia “Los principios generales de la imposición y la codificación tributaria” (GONZÁLEZ, Eusebio;
en las XX Jornadas del ILADT, Brasil - 2000).
8
PAOLINELLI MONTI, Ítalo. “Aspectos generales de la codificación tributaria”. En: Cuadernos Tributarios Nos. 19 y 20,
revista editada por la Asociación Fiscal Internacional (IFA), Grupo Peruano, Lima, 1995, p. 189.
9
GARCÍA NOVOA, César. “La codificación en Derecho Tributario: perspectivas”. En: Del Derecho de la Hacienda
Pública al Derecho Tributario. Estudios en honor a Andrea Amatucci. Vol. V. Editorial Temis – Jovene Editore, Bogotá –
Napoli, 2011, p. 829.

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Apuntes generales sobre el Código Tributario peruano

2.1. Primer Código


Nuestro primer Código Tributario fue aprobado mediante el Decreto Supremo N° 263-H de 12
de agosto de 1966 (publicado el 17.08.1966), en uso de la autorización conferida por el artículo
10
único de la Ley N° 16043 de 4 de febrero de 1966, y habiéndose establecido su entrada en
vigencia a los sesenta días de su promulgación y publicación (artículo 192 del referido Código),
mediante el Decreto Supremo N° 298-H se dispuso que regiría desde el 17 de octubre del
11
mismo año. Rigió, con múltiples modificaciones y normas sustituidas y complementadas,
adecuadas y actualizadas mediante textos únicos ordenados (aprobados por los Decretos
Supremos Nos. 395-82-EFC [06.01.83] y 218-90-EF [29.07.90]), hasta el 30 de noviembre de
1992; es decir, tuvo una vigencia de más de veintiséis años.
Resulta de interés recordar que la Comisión Revisora que aprobó este Código estaba
conformada por el Ministro de Hacienda, por los Presidentes de las Comisiones de Hacienda y
Legislación Tributaria, de Presupuesto, Constitución y Leyes Orgánicas de las Cámaras de
Senadores y Diputados; el Director de Estudios Tributarios, los Superintendentes de
Contribuciones y de Aduanas, y un representante de la entidad recaudadora de impuestos;
asimismo, por un economista propuesto por el Instituto de Planificación; un representante del
Instituto Peruano de Derecho Tributario; un contador público representante del Colegio de
Contadores Públicos de Lima; un economista designado por el Colegio de Economistas; tres
representantes de las entidades que agrupan al comercio, la industria y la producción; y un
12
representante designado por las entidades gremiales. Esta Comisión elaboró el proyecto final
sobre la base del anteproyecto preparado por el doctor Jaime García Añoveros, a la sazón
catedrático de la Universidad de Sevilla, del anteproyecto sustitutorio preparado por el doctor
Carlos Llontop Amorós, del anteproyecto sustitutorio de la Dirección General de Estudios
Tributarios del Ministerio de Hacienda y Comercio, y de los proyectos y estudios de redacción
del Modelo de Código Tributario para América Latina preparado para el programa conjunto de
tributación OEA/BID (de cuyo desarrollo y avance se tenía noticia por la participación del doctor
Enrique Vidal Cárdenas como miembro colaborador por el Perú). Al efectuarse la aprobación, la
Comisión tuvo a bien señalar que la finalidad del Código Tributario era alcanzar los siguientes
13
resultados:
1° Facilitar, por su concisión y claridad, el conocimiento de los derechos y deberes generales del
contribuyente en la relación tributaria, y premunirlo, así, de seguridad y garantías frente al acreedor
del tributo.
2° Mayor permanencia de estas normas en el tiempo, puesto que ya no se alterarán necesariamente
cuando los imperativos de la política fiscal impliquen el cambio o supresión de los tributos en
particular.
3° Posibilidad de mejor organización de la Administración Tributaria, sobre la base de un esquema
más estable de relaciones con el contribuyente.
4° Afirmación y desarrollo de los principios constitucionales en materia tributaria.

No hay duda de que un Código Tributario aprobado con los antecedentes señalados se
ubicaba, por lo menos teóricamente, dentro del esquema propuesto por la doctrina jurídica
14
latinoamericana de aquella época (fundamentalmente manifestada en la resolución del tema

10
BELAUNDE GUINASSI, Manuel. Código Tributario – Comentado y concordado. Editorial Desarrollo, Lima, 1970, p.
521.
11
VIDAL CÁRDENAS, Enrique. “Exposición efectuada en el conversatorio del Instituto Peruano de Derecho Tributario
del día 31.10.91, con ocasión de cumplir el Código Tributario 25 años de vigencia”. En: Revista del Instituto Peruano de
Derecho Tributario N° 21, IPDT, Lima, diciembre de 1991, p. 9.
12
VIDAL CÁRDENAS. Ob. cit., p. 8.
13
“Informe de la Comisión Revisora de Legislación Tributaria elevando al Señor Presidente de la República el Código
Tributario que ha elaborado, para su promulgación” –Código aprobado por el D. S. 263-H de 12.08.66–. En: Revista del
Instituto Peruano de Derecho Tributario N° 21, IPDT, Lima, diciembre de 1991, p. 17.
14
Resolución: 1. Que el Instituto Latinoamericano de Derecho Tributario estudie la posibilidad de unificar la
terminología técnica tributaria, con la mira de elaborar un diccionario latinoamericano de Derecho Tributario. 2. Que se
establezcan códigos tributarios en cada uno de los países latinoamericanos, que fijen sistemáticamente y
ordenadamente los principios generales del Derecho Tributario y que incluyan las normas procesales que garanticen
los derechos individuales y permitan la adecuada aplicación de aquéllos. 3. Que esos códigos ofrezcan caracteres de
permanencia, certeza y claridad, a fin de asegurar la estabilidad y conocimiento de las situaciones jurídicas que los

15
CÓDIGO TRIBUTARIO comentado Rosendo HUAMANÍ CUEVA

3 de las II Jornadas Latinoamericanas de Derecho Tributario de México de 1958 y


materializada posteriormente en el Modelo de Código Tributario para América Latina de la
OEA), acercándose a las expectativas de respeto y garantía de los derechos de los deudores
tributarios, permitiendo, de acuerdo con el planteamiento de Mersán, una actuación ciertamente
jurídica de la Administración y la elaboración jurisprudencial armónica en salvaguarda de la
correcta aplicación de las leyes que regulen la transferencia del patrimonio privado al sector
15
público.

2.2. Un nuevo Código Tributario: el aprobado por el Decreto Ley N° 25859


El 1 de diciembre de 1992 inició su vigencia el Código Tributario aprobado por el Decreto Ley
N° 25859. Nuestro segundo Código Tributario. Este Código fue en su preparación, concepción
y contenido distinto del anterior.
Manuel Estela Benavides, superintendente de la SUNAT entre los años 1991 y 1992, precisando que
la sustancial modificación del Código Tributario era necesaria para el éxito de la reforma del sistema
tributario y de la Administración Tributaria de aquellos años, sustentó la política de cambios del
siguiente modo: “El criterio básico radicó en establecer un balance entre los derechos de los
contribuyentes y los derechos de la Administración. En este contexto se entregó a la SUNAT
16
facultades necesarias para combatir un elevado nivel de incumplimiento”.

El texto propuesto por el Ministerio de Economía y Finanzas fue el preparado por la


Superintendencia Nacional de Administración Tributaria con una limitada colaboración de
algunos especialistas ajenos a la entidad, pudiéndose vislumbrar desde aquí (y en adelante)
sus características y tendencia: “[…] hay una tendencia claramente marcada a privilegiar la
17
recaudación, sacrificando derechos fundamentales de los contribuyentes” .
Tal tendencia a la fecha se mantiene, aun cuando el Ministerio de Economía y Finanzas afirme lo
contrario (este Ministerio –primer párrafo de la nota de prensa de fecha 16 de marzo de 2007–, luego
de las modificaciones dispuestas por el Decreto Legislativo N° 981, informó: “El Código Tributario fue
modificado para establecer un marco normativo más equitativo para las relaciones entre la
Administración Tributaria y los administrados, que proteja los derechos de los contribuyentes, que
establezca límites a las facultades discrecionales de la Administración sin vulnerar el interés público
que se encuentra bajo su tutela, que genere proporcionalidad en el régimen de infracciones y
sanciones, y que establezca mayor certeza en las reglas aplicables”). El Código Tributario, con el
sustento del interés público respecto de los ingresos tributarios, contiene pues un conjunto de
facultades, poderes y potestades que convierten en excesivo y permanente el estado de sujeción
pasiva de los administrados frente a la Administración Tributaria (por su aplicación, muchos
contribuyentes han manifestado ya la necesidad, con efectos onerosos, de contar con personal
especializado, casi con dedicación exclusiva, para cumplir con los diversos deberes tributarios
impuestos legalmente y para atender las exigencias de la Administración).

Los siguientes códigos continuaron con este sistema de elaboración y propuesta, de ahí que
su texto parezca estar pensado para regular casi exclusivamente las relaciones tributarias de la
Administración Tributaria central o nacional (SUNAT). El profesor Zolezzi Möller, en 1995, luego
de criticar el contenido, ya con modificaciones, del Código Tributario vigente a esa fecha, decía
con chanza: “[...] la SUNAT ha violado el principio de no confiscatoriedad: se ha apropiado del
18
Código Tributario”.

mismos reglamenten. 4. Que, con el objeto de simplificar la legislación singular tributaria y facilitar su comprensión y
cumplimiento, las diversas leyes tributarias se agrupen metódicamente en ordenamientos únicos. 5. Que los distintos
países envíen al Instituto Latinoamericano de Derecho Tributario los códigos, trabajos y proyectos de codificación que
éste deberá divulgar entre ellos, con los comentarios y recomendaciones de orden general que estime conveniente,
para facilitar la adopción de criterios afines en las legislaciones.
15
MERSÁN, Carlos Antonio. “Codificación Tributaria”. En: Perspectivas del Derecho Público en la segunda mitad del
Siglo XX. T. III. Instituto de Estudios de Administración Local, Madrid, 1969, p. 1041.
16
ESTELA BENAVIDES, Manuel. El Perú y la tributación. SUNAT (Serie Aportes, Cuaderno N° 4), Lima, 2002, p. 84.
17
Palabras del profesor Luis Hernández Berenguel en entrevista publicada en Análisis Tributario N° 163, revista
editada por AELE, Lima, agosto de 2001, p. 8.
18
ZOLEZZI MÖLLER, Armando. “Contenido del Código Tributario”. En: Cuadernos Tributarios Nos. 19 y 20, revista
editada por la Asociación Fiscal Internacional –IFA– Grupo Peruano, Lima, 1995, p. 219.

16
Apuntes generales sobre el Código Tributario peruano

Hay que advertir, por otro lado, que tanto este Código como los siguientes no fueron
aprobados por el Poder Legislativo (aunque debemos reconocer que algunas enmiendas,
mínimas, sí se hicieron mediante leyes). Asumiendo el aserto anterior el profesor Hernández
Berenguel señaló: “No solamente el Congreso de la República ha abdicado de su atribución de
dictar leyes, en lo que a materia tributaria se refiere, delegando constantemente en el Poder
Ejecutivo la dación de estas normas mediante leyes autoritativas, sino que adicionalmente el
Poder Ejecutivo fundamentalmente ha ejercido las atribuciones delegadas permitiendo que la
19
SUNAT sea básicamente el ente encargado de la elaboración de esas normas”. (Por cierto,
con la dación de la Ley N° 29884, que facultó al Poder Ejecutivo a legislar en materia tributaria
y que en su virtud se dictaron Decretos Legislativos –Nos. 1113, 1117, 1121 y 1123– que
modificaron el texto del Código Tributario –pero no su tendencia–, se corrobora lo anotado.)

2.3. Código Tributario aprobado por el Decreto Legislativo N° 773


En diciembre de 1993 se dictó el Decreto Legislativo N° 773 mediante el cual se aprobó un
nuevo Código Tributario (el tercero) cuyo contenido, con algunas variantes respecto del
sancionado mediante el Decreto Ley N° 25859, fue adecuado a las disposiciones de la
Constitución Política de 1993.
Este tercer Código estuvo vigente desde el 1 de enero de 1994 hasta el 21 de abril de 1996,
y a lo largo de su vigencia fue modificado por la Ley N° 26414 y los Decretos Legislativos Nos.
792 y 806.

2.4. Cuarto Código Tributario


2.4.1. Código aprobado por el Decreto Legislativo N° 816
El cuarto Código Tributario, aprobado por el Decreto Legislativo N° 816 [21.04.1996],
actualmente vigente (aunque con múltiples variantes), rige desde el 22 de abril de 1996. Aparte
de una nueva regulación en diversas disposiciones, incluyó como epígrafe de cada norma y
artículo una sumilla (referencial o indicativa) de su contenido general.
Este Código fue directamente modificado por el Decreto Legislativo N° 845 y las Leyes Nos.
26663, 26777, 27038, 27131 y 27146.

2.4.2. Texto Único Ordenado aprobado por el Decreto Supremo N° 135-99-EF


Teniendo en cuenta que desde su entrada en vigencia se habían dictado diversos dispositivos
legales que complementaron y modificaron su texto, y habiéndose dispuesto mediante la Única
Disposición Transitoria de la Ley N° 27038 la expedición de un TUO, se dictó el Decreto
Supremo N° 135-99-EF [19.08.99] mediante el cual se aprobó un Texto Único Ordenado del
Código Tributario.
El articulado de este TUO sufrió desde su aprobación diversas modificaciones,
incorporaciones y derogaciones mediante las Leyes Nos. 27256, 27296, 27335, 27393, 27584,
27787, 27788, 27796, 27877, 28092, 28365, 28647, 29191 y 29566, y los Decretos Legislativos
Nos. 930, 941, 942, 953, 969, 977, 981, 1113, 1117, 1121 y 1123.

2.4.3. Texto Único Ordenado aprobado por el Decreto Supremo N° 133-2013-EF


Posteriormente, en virtud de la Segunda Disposición Complementaria Final del Decreto
Legislativo N° 1121, que facultó al Ministerio de Economía y Finanzas a dictar un nuevo TUO,
se emitió el Decreto Supremo N° 133-2013-EF [22.06.2013] que aprobó el Texto Único
Ordenado del Código Tributario vigente.
A la fecha este TUO ya fue modificado: el artículo 2 del Decreto Legislativo N° 1170
[07.12.2013] dispuso la modificación del primer párrafo del artículo 6 del TUO del Código;
asimismo, la Ley N° 30230 [12.07.2014] modificó los artículos 33 y 159, y dispuso la
suspensión de la aplicación de determinados párrafos de la Norma XVI; y la Ley N° 30239

19
HERNÁNDEZ BERENGUEL, Luis. “La última ‘Reforma Tributaria’”. En: Análisis Tributario N° 196, revista editada por
AELE, Lima, mayo de 2004, pp. 9 y 10.

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CÓDIGO TRIBUTARIO comentado Rosendo HUAMANÍ CUEVA

[11.08.2014] modificó los artículos 18, 31, 80, 98, 104, 111, 115, 116, 117, 119, 121, 121-A,
154, 182, 184 así como las Tablas de Infracciones y Sanciones.
Cabe indicar que esta ley es la trigésimo octava disposición legal que modifica el cuarto Código
Tributario; asimismo, que con estas variaciones ya son aproximadamente trescientas ochenta las
modificaciones que el contenido de este cuerpo legal ha sufrido desde su entrada en vigencia en
1996.

3. CARACTERES BÁSICOS DEL CÓDIGO TRIBUTARIO PERUANO


3.1. Contenido, método y estructura
El Código Tributario peruano es un conjunto orgánico y sistemático de disposiciones que
norman la materia tributaria general.
Es una norma esencial y especial (por su contenido, objeto y ámbito de aplicación) para la
materia tributaria. Sus disposiciones, que no regulan a ningún tributo en particular, son
aplicables a todos los tributos (impuestos, contribuciones y tasas) pertenecientes al sistema
tributario nacional y a las relaciones que la aplicación de estos y las normas jurídico-tributarias
originen.
En nuestro país se ha optado por dictar un Código Tributario que contiene los principios y
normas generales que informan y rigen la tributación y el sistema tributario nacional –como se
ha indicado, con exclusión de las normas específicas referentes a cada tributo en particular–
(criterio que viene desde nuestro primer Código). Así, nuestra norma general tributaria
establece y desarrolla los principios e institutos jurídico-tributarios; los elementos y conceptos
esenciales y comunes de las relaciones derivadas de la obligación tributaria, el tributo y las
normas vinculadas; las reglas básicas sobre los procedimientos administrativo-tributarios que
permitan hacer efectivos los derechos, facultades, deberes y obligaciones que se generen o
den contenido a aquellas relaciones; y además contiene la tipificación de las infracciones y el
régimen de sanciones para reprimirlas. De este modo, su sistematización se encuadra dentro
del método de la codificación limitada.
Además del método de la codificación limitada (o sistema de Código general) en nuestra materia se
conoce el método de la codificación amplia (se regula tanto la parte general del Derecho Tributario –
o los principios fundamentales–, como la parte especial de cada tributo –las disposiciones
específicas sobre tributos que integran el régimen tributario–, con exclusión de las alícuotas, tasas o
cuotas fijas de los tributos, las cuales son sancionadas por leyes complementarias y modificables
conforme a las distintas coyunturas de la economía) y el método de la codificación total (por este
método se dicta en un solo cuerpo legal todas las normas tributarias, sean generales o específicas,
incluyendo las alícuotas, tasas o cuotas fijas que se deban pagar como tributos). Hay que precisar,
no obstante, que estos dos últimos métodos, ubicados ambos dentro del sistema de Códigos
especiales, se acercan más a una recopilación de normas (o textos refundidos) que a una auténtica
codificación.
Por cierto, siguiendo la clasificación ampliada de Condorcet Rezende (que divide lo que clasificamos
como codificación limitada en limitada y parcial), Toffoli propone la siguiente distribución: codificación
limitada (Guatemala); codificación parcial (Bolivia, Chile, Costa Rica, El Salvador, Ecuador,
Honduras, México, Nicaragua, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela); codificación amplia (Alemania,
Brasil, España); total (Colombia, Estados Unidos de América, Francia y Paraguay); y sin codificación
20
(Australia, Belice, Canadá, Italia, Nueva Zelanda, Panamá y Reino Unido).

Sin perjuicio de lo anotado, cabe recordar que en Latinoamérica se ha propuesto una


clasificación desde el punto de vista ideológico: según la tendencia a la preponderancia del
ente público o a la igualdad de las partes en la relación jurídico tributaria, se tiene las
codificaciones orientadas por la explicación del vínculo entre el contribuyente y el Estado en
función de una “relación de poder” subordinante del ente público al particular (se señala como
ejemplo el Modelo de Código Tributario del Centro Interamericano de Administraciones
Tributarias –en adelante MCT/CIAT–; dos versiones: 1997 y 2006); y las codificaciones que
parten de la base de explicar ese vínculo como una “relación jurídica” y no como una relación
de poder (se cita como ejemplo al Modelo de Código Tributario para América Latina preparado

20
TOFFOLI TAVOLARO, Agostinho. “A codificação tributária”. En: El tributo y su aplicación: perspectivas para el siglo
XXI, T.I., Marcial Pons, primera edición, Buenos Aires, 2008, pp. 414 y 415.

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Apuntes generales sobre el Código Tributario peruano

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para el Programa Conjunto de Tributación OEA/BID –en adelante MCTAL–, de 1967). Dentro
de esta clasificación, si bien el Código Tributario peruano se ubicaba inicialmente en la línea
del MCTAL su tendencia actual (más aún con las modificaciones e incorporaciones dispuestas
por los Decretos Legislativo Nos. 981, 1113, 1117, 1121 y 1123, y las Leyes Nos. 30230 y
30239) va por la línea del MCT/CIAT (influenciado o no por este modelo).
En la XX Jornadas del ILADT (Brasil – 2000) se discutió la codificación en América Latina y se
comparó ambos modelos de código. En estas jornadas, considerando:
“Que es objeto primordial del ILADT procurar que las legislaciones de los países de la región en
materia tributaria se dicten con acatamiento a los principios de legalidad, igualdad entre las partes de
la relación jurídica tributaria, capacidad contributiva, seguridad jurídica, debido proceso en las
actuaciones de la Administración y tutela jurisdiccional efectiva y, especialmente en el ámbito
sancionador, de presunción de inocencia, culpabilidad y doble instancia, todo ello en concordancia
con las Resoluciones de las diversas Jornadas del Instituto”;
“Que las facultades de la Administración tributaria deben estar fijadas en la ley, sin concesión de
poderes discrecionales en su interpretación y aplicación”;
“Que el Modelo de Código Tributario del CIAT contiene preceptos que transgreden los mencionados
principios y, por ello, resulta ajeno al sistema y orden de garantías constitucionales de nuestros
países”;
“Que el MCTAL constituye un instrumento de alta calidad jurídica, respetuoso de los aludidos
principios, con suficiente amplitud para adaptarlo a las legislaciones de los países de la Región, y
para introducir en su texto las actualizaciones que se consideren necesarias, tal como quedó
reconocido en las Jornadas celebradas en Punta del Este en 1970, y como se ha reflejado en los
Códigos de varios países de América Latina”.
Se recomendó por unanimidad:
“1. Sugerir a los países de la región mantener el MCTAL como base de sus Códigos y leyes relativos
a la materia tributaria, en todos los niveles de gobierno, sin perjuicio de efectuar las adaptaciones y
actualizaciones que se consideren necesarias, pero preservando la orientación de este Modelo, en
resguardo de los aludidos principios de la tributación”.
“2. Que el ILADT comunique esta Resolución a los Poderes Ejecutivo y Legislativo, y en especial al
CIAT, OEA, BID, y a las Administraciones Tributarias de los respectivos países, incluyendo los
trabajos presentados en estas Jornadas sobre el tema de los Modelos de Codificación, y recomiende
a las Asociaciones e Institutos nacionales la adopción de idéntico temperamento”.

Las disposiciones de nuestro Código Tributario están ordenadas en un título preliminar,


cuatro libros, disposiciones finales, disposiciones transitorias y tres Tablas de Infracciones y
Sanciones. Los libros se dividen del siguiente modo: Primero: La Obligación Tributaria;
Segundo: La Administración Tributaria y los Administrados; Tercero: Procedimientos
Tributarios; y, Cuarto: Infracciones, Sanciones y Delitos.
Importa referir que este último Libro, a diferencia de lo normado por el Código Tributario que rigió
hasta noviembre de 1992, desde el aprobado mediante el Decreto Ley N° 25859 al vigente no
contiene la tipificación ni la regulación específica de los delitos tributarios. Las normas referidas a
estos delitos fueron incluidas en el Código Penal de 1991; con posterioridad, algunos delitos
merecieron disposiciones especiales: actualmente la defraudación tributaria se encuentra regulada
por la Ley Penal Tributaria aprobada por el Decreto Legislativo N° 813 (y modificatorias) y los delitos
aduaneros por la Ley de los Delitos Aduaneros aprobada por la Ley N° 28008 (y modificatorias).

Se ha entendido que en esta estructura se encuentran las áreas principales de estudio del
Derecho Tributario general: en el Título Preliminar las normas básicas generales
(fundamentalmente, el ámbito de aplicación del Código Tributario y la aplicación, interpretación
e integración de la ley tributaria, así como las fuentes del Derecho Tributario) y los principios
(incluyendo complementariamente, o como desarrollo de la Constitución, parte del Derecho
Tributario Constitucional), en el Libro Primero el Derecho Tributario Material o Sustantivo (la
obligación tributaria), en el Libro Segundo el Derecho Administrativo Tributario o Derecho
Tributario Formal (que incluye los aspectos procedimentales vinculados al ejercicio de las
facultades de la Administración), en el Libro Tercero el Derecho Procesal Tributario (que

21
PLAZAS VEGA, Mauricio A. Derecho Tributario Comunitario. La Armonización Tributaria en el Sistema Andino de
Integración. LEGIS, primera edición, Bogotá, 2001, p. 150.

19
CÓDIGO TRIBUTARIO comentado Rosendo HUAMANÍ CUEVA

además contiene los aspectos especiales de la demanda contencioso administrativa, en sede


judicial, para la materia tributaria) y en el Cuarto parte del Derecho Penal Tributario
(esencialmente, infracciones y sanciones tributarias).

3.2. Rango dentro de las fuentes del Derecho Tributario


Por la forma y condiciones para su aprobación y modificación, el Código Tributario tiene el
rango de ley; una ley como todas las demás (por tanto, sin inconvenientes legales puede ser
modificado por cualquier ley). Por cierto, la Norma III del Título Preliminar del Código Tributario
–que regula las fuentes del Derecho Tributario–, en el entendido que se asume el criterio
anotado, tampoco ha previsto un nivel o rango específico ni especial ni prevalente para el
referido Código. (Una obviedad: la Constitución tampoco ha señalado un rango particular, ni
siquiera dentro de la reserva de ley orgánica, para este Código.)
Cabe indicar, no obstante, que algunos autores discrepan de esta posición. Así, por ejemplo, el
22
profesor Ruiz de Castilla Ponce de León señala que el Código Tributario goza de supremacía
respecto de cualquier ley tributaria; luego precisa que el criterio contrario nos alejaría de la finalidad
básica de todo proceso de codificación y relativizaría sin sustento técnico la Norma I del Código
23
Tributario que apunta a la generalización de las reglas básicas de todo tributo.

En ese sentido (parafraseando a Ménendez Moreno), siendo visible su vulnerabilidad frente


a normas especiales u ordinarias (del mismo rango jerárquico) posteriores, “su vigencia y
utilidad va a depender más de su autoritas que de su imperium, ya que lógicamente su
aceptación y pervivencia va a depender de la calidad de su regulación, de su acierto a la hora
de concretar y perfilar los institutos y contenidos jurídico-tributarios generales que le son
24
propios”.
De otro lado, si bien el cuerpo normativo en comentario está sistematizado y reordenado (y
obviamente contenido) en un Texto Único Ordenado (TUO), debe tenerse en cuenta y asumirse
que el Código Tributario vigente no fue sancionado por el Decreto Supremo que aprobó el
vigente TUO (Decreto Supremo N° 133-2013-EF) sino por una norma con rango de ley
(Decreto Legislativo N° 816), por lo que nosotros no hacemos referencia al TUO ni a aquel
Decreto Supremo sino directamente al Código Tributario mencionándolo como tal o
simplemente como Código.
Aun cuando referencialmente nuestros legisladores sigan vinculando su contenido con el TUO. Así
sucede, por ejemplo, en el artículo 1 del Decreto Legislativo N° 1113 (que señala que el objeto de
dicha norma es modificar el TUO aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF, y modificatorias), en
el artículo 2 de los Decretos Legislativos Nos. 1113 y 1117 (“Cuando la presente norma legal haga
mención al Código Tributario, deberá entenderse referido al Texto Único Ordenado del Código
Tributario aprobado por el Decreto Supremo N° 135-99-EF y normas modificatorias”) y en el artículo
2 de los Decretos Legislativos Nos. 1121 y 1123 (“Cuando la presente norma legal haga mención al
Código Tributario, deberá entenderse referida al Texto Único Ordenado del Código Tributario
aprobado por el Decreto Supremo N° 135-99-EF y normas modificatorias”).

3.3. El Código Tributario y el Sistema Tributario nacional


Como se sabe, mediante el Decreto Legislativo N° 771 se aprobó la Ley Marco del Sistema
Tributario Nacional en cuyo contenido se incluyó al Código Tributario. Al respecto hay que
anotar que siendo el Sistema Tributario “el conjunto de tributos interrelacionados que se aplican
25
en un país en un determinado momento”, consideramos incorrecta tal inclusión.
Hay que precisar, no obstante, que si bien el Código no es parte del Sistema Tributario, sí forma
parte del conjunto de disposiciones legales que norman y regulan este sistema.

22
RUIZ DE CASTILLA PONCE DE LEON, Francisco J. “Impuesto de alcabala: Estudio de la obligación tributaria”. En:
Foro Jurídico N° 10, Revista de Derecho editada por estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima,
2010, p. 222.
23
RUIZ DE CASTILLA PONCE DE LEÓN. “Impuesto de alcabala […]”. Ob. Cit., p. 223.
24
MENÉNDEZ MORENO, Alejandro. “Disposiciones generales del ordenamiento tributario”. En: Estudios de la Ley
General Tributaria. Landwell, PriceWaterhouseCoopers, Lex Nova, Valladolid, 2006, p. 35.
25
TORRES, Agustín. “Sistema Tributario”. En: Manual de Finanzas Públicas. AZ Editorial, Buenos Aires, 1986, p. 251.

20
Apuntes generales sobre el Código Tributario peruano

26
El profesor Ruiz de Castilla Ponce de León en relación con este aspecto señala: “En
economía se sostiene que el sistema tributario es el conjunto de impuestos, contribuciones y
tasas existentes en cada país”. “Dentro de este orden de ideas el Código Tributario como tal no
tiene cabida. En efecto este Código establece los principios generales, instituciones,
procedimientos y normas de ordenamiento jurídico tributario”. “O sea se trata de un cuerpo
legal que establece ciertos principios generales y no regula ni constituye un tributo en sí.
Entonces mal se puede sostener que este Código forma parte de nuestro sistema tributario”.
Luis Hernández Berenguel explica esta inclusión del siguiente modo: “[...] a posteriori y de
manera equivocada, la Ley Marco pretende sostener –contra toda opinión– que el Código
Tributario siempre ha formado parte del sistema tributario nacional, con el propósito de
convalidar la promulgación y publicación por el Poder Ejecutivo de un nuevo Código Tributario.
Recordemos que la correspondiente ley de delegación de facultades –Ley N° 26249– sólo
autorizó al Poder Ejecutivo a “modificar la legislación del Sistema Tributario del Gobierno
Central y de los Gobiernos Locales tendiendo a su simplificación”, por lo que –a estar por la
correcta definición de lo que es un sistema tributario– el Poder Ejecutivo no habría tenido la
27
facultad de aprobar –como lo ha hecho– un nuevo Código Tributario”.

3.4. Ámbito de aplicación del Código Tributario


Como ya se ha adelantado, los preceptos del Código Tributario –en la medida en que este
cuerpo normativo resulta ser la norma base del ordenamiento jurídico tributario– son aplicables,
con las salvedades que trascienden del propio Código y otras normas con rango de ley, a todos
los tributos (impuestos, tasas, contribuciones) del sistema tributario peruano y a las relaciones
jurídicas que los tributos y la aplicación de las normas tributarias generen (la primera frase de la
Norma II del Título Preliminar del Código Tributario genéricamente señala: “Este Código rige las
relaciones jurídicas originadas por los tributos”). Por tanto, son de cumplimiento y aplicación por
todas las Administraciones Tributarias (y no solo por la SUNAT: Superintendencia Nacional de
Aduanas y de Administración Tributaria, de acuerdo con el artículo 2 de la Ley N° 29816) y sus
administrados vinculados (deudores tributarios [contribuyentes y responsables] y terceros).
En el entendido que las relaciones entre la Administración Tributaria y los administrados se
materializan vía procedimientos administrativo-tributarios, es claro que aquellas relaciones se regirán
por lo dispuesto por el Código Tributario y solo supletoriamente (en lo no regulado por el Código)
serán de aplicación las disposiciones de la Ley del Procedimiento Administrativo General (LPAG).
Ahora, por especialidad, las disposiciones del Código Tributario priman sobre las de la LPAG en
cuanto regulen un mismo supuesto. Sin perjuicio de lo anotado, los principios del procedimiento
administrativo con rango constitucional recogidos en la LPAG, son de plena aplicación a los
28
procedimientos tributarios.

Las exclusiones que el propio Código establece se encuentran desperdigas a lo largo de su


texto; como ejemplos evidentes tenemos a las presunciones legales (que son aplicables casi
exclusivamente a ciertos tributos –Impuesto General a las Ventas e Impuesto a la Renta), a
determinadas facultades (la establecida en la Norma XVI y algunas de fiscalización), a ciertas
obligaciones de los administrados y al artículo 179 del Código.
Pero también hay restricciones de aplicación establecidas por otras normas. Las
disposiciones del Código que regulan el procedimiento de Cobranza Coactiva no serán
aplicables para ejecutar las deudas tributarias municipales; para estos casos es de aplicación la
Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva. Asimismo, las relaciones vinculadas a los
impuestos aduaneros (derechos arancelarios aduaneros) están sujetas a la Ley General de

26
RUIZ DE CASTILLA PONCE DE LEÓN, Francisco J. “El sistema tributario nacional”. En: Revista del Foro N° 1, año
LXXXII, Colegio de Abogados de Lima, p. 56.
27
HERNÁNDEZ BERENGUEL, Luis. “Temporalidad del sistema tributario vigente”. En: Ius et Veritas N° 8, revista
editada por estudiantes de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1994, p. 14.
28
FERNANDEZ CARTAGENA, Julio A. “Aplicación de la Ley del Procedimiento Administrativo General en materia
tributaria”. Relatoría General. En: Revista del Instituto Peruano de Derecho Tributario, N° 54, IPDT, Lima, 2013, pp. 76
y 77.

21
CÓDIGO TRIBUTARIO comentado Rosendo HUAMANÍ CUEVA

Aduanas; no obstante, para este caso algunas disposiciones del Código son de aplicación
supletoria.
La Segunda Disposición Complementaria y Final de la Ley General de Aduanas (aprobada por el
Decreto Legislativo N° 1053), señala: “En lo no previsto en la presente Ley o el Reglamento se
aplicarán supletoriamente las disposiciones del Código Tributario”.
Hay que precisar, no obstante, que muchas normas del Código Tributario son aplicables por directa
remisión de la Ley General de Aduanas (por ejemplo, las que regulan las causales de suspensión y
de interrupción del cómputo de la prescripción [artículo 156], o el procedimiento contencioso –
incluido el proceso contencioso administrativo–, el no contencioso y el de cobranza coactiva [artículo
205]).

Obviamente, las cuestiones no vinculadas a su ámbito de aplicación no serán (o no deben


ser) atendidas con el Código Tributario.
Sin embargo, por la cantidad y variedad de derechos, obligaciones o deberes –y sanciones por
eventuales infracciones vinculadas– que surgen de las relaciones entre la Administración y los
administrados, ocurre muchas veces que los ciudadanos acuden a los principios, institutos o
disposiciones de este Código para instaurar procedimientos o efectuar peticiones sobre cuestiones
ajenas a la materia tributaria (más precisamente, a la obligación tributaria); en estos supuestos, es
usual que la Administración Tributaria (SUNAT, Gobiernos Locales, etc.) de acuerdo con la
normativa aplicable les dé el trámite pertinente (aunque no siempre), básicamente dentro del
procedimiento administrativo general regulado por la LPAG; asimismo, respecto de quejas, recursos
o “peticiones” que se plantean directamente ante el Tribunal Fiscal, instancia administrativa superior
en materia tributaria, es normal que este ente opte por inhibirse y, de acuerdo con el artículo 82 de la
LPAG, derive el caso al órgano competente.

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