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La Primera Guerra Mundial marcó el primer gran conflicto internacional del siglo XX.

El asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero de la

corona austro-húngara, y de su esposa, la archiduquesa Sofía, en Sarajevo el 28 de junio de 1914, dio inicio a las hostilidades, que comenzaron en

agosto de 1914, y continuaron en varios frentes durante los cuatro años siguientes.

Durante la Primera Guerra Mundial, las Potencias de la Entente -- Gran Bretaña, Francia, Serbia y la Rusia Imperial (a las que más tarde se unieron

Italia, Grecia, Portugal, Rumania y Estados Unidos) -- lucharon contra las Potencias Centrales: Alemania y Austria-Hungría (a las que más tarde se

incorporaron la Turquía Otomana y Bulgaria).

El entusiasmo inicial de todas las partes respecto a una victoria rápida y decisiva se desvaneció cuando la guerra se empantanó en un punto muerto

de costosas batallas y guerra de trincheras, particularmente en el frente occidental. El sistema de trincheras y fortificaciones en el oeste se extendió

en su punto máximo a 475 millas (764 km), aproximadamente desde el Mar del Norte hasta la frontera suiza, y definieron la guerra para la mayoría de

los combatientes norteamericanos y de Europa Occidental. La vasta extensión del frente oriental impedía una guerra de trincheras a gran escala, pero

la escala del conflicto era equivalente a la del frente occidental. También hubo intensos combates en el norte de Italia, en los Balcanes y en la Turquía

otomana. Los combates tuvieron lugar en el mar y, por primera vez, en el aire.

En abril de 1917, se produjo un cambio decisivo en las hostilidades cuando la política de guerra submarina irrestricta de Alemania sacó a Estados

Unidos del aislacionismo y lo llevó al centro del conflicto. Las nuevas tropas y el nuevo material de la Fuerza Expedicionaria Estadounidense

(American Expeditionary Force, AEF) bajo el mando del General John J. Pershing, junto con el bloqueo en constante aumento de los puertos

alemanes, a la larga ayudaron a cambiar el equilibrio del esfuerzo bélico a favor de la Entente.

Apenas conseguida, esta ventaja para las fuerzas de la Entente fue compensada por los sucesos que tuvieron lugar en el teatro de operaciones

oriental de la guerra. Desde comienzos de 1917, Rusia, una de las potencias principales de la Entente, había sufrido una gran agitación. En febrero

de ese año, el mal manejo de la guerra por parte del gobierno zarista había contribuido a inspirar un levantamiento popular: la Revolución de Febrero.

La revolución forzó la abdicación del zar Nicolás II y puso en el poder un Gobierno Provisional de facciones liberales y socialistas, que a fin de

cuentas estaba bajo el mando del miembro del partido Socialista Revolucionario, Alexander Kerensky. Este breve experimento con la democracia

pluralista fue caótico y, en los meses del verano, el continuo deterioro del esfuerzo bélico y una situación económica cada vez más calamitosa

provocó disturbios por parte de los trabajadores, los soldados y los marinos rusos ("Los días de julio").

El 24 y 25 de octubre de 1917, las fuerzas bolcheviques (izquierda socialista) al mando de Vladimir Lenin tomaron los principales edificios del

Gobierno y asaltaron el Palacio de Invierno y luego la sede del nuevo Gobierno en la capital de Rusia, Petrogrado (actual San Petersburgo). La "Gran

Revolución Socialista de Octubre", el primer golpe marxista exitoso de la historia, desalojó al ineficaz Gobierno Provisional y finalmente estableció una

República Socialista Soviética bajo la dirección de Lenin. Las radicales reformas sociales, políticas, económicas y agrarias del nuevo Estado soviético

en los años de la posguerra inquietarían a los gobiernos democráticos occidentales que, temían tanto la expansión del comunismo por toda Europa,

que estuvieron dispuestos a transigir o sosegar a regímenes de derecha (incluyendo a la Alemania nazi de Adolf Hitler) en las décadas de 1920 y

1930.

Pero el efecto inmediato de la Revolución Rusa en el escenario europeo fue una brutal y prolongada guerra civil en tierras rusas (1917-1922) y la

decisión de los líderes bolcheviques de hacer las paces por separado con la Alemania del Kaiser. Cuando las negociaciones fracasaron totalmente

debido a las exigencias alemanas, el ejército alemán lanzó una ofensiva general en el frente oriental, que produjo el Tratado de Paz de Brest-Litovsk

el 6 de marzo de 1918.

Pese a los éxitos alemanes (sacar a la Rusia bolchevique de la guerra a fines del invierno de 1918 y llegar a las puertas de París durante el verano),

los ejércitos de la Entente repelieron al ejército alemán en el río Marne. En los meses del verano y el otoño de 1918, avanzaron sostenidamente

contra las líneas alemanas en el frente occidental ("Ofensiva de los cien días").
Las Potencias Centrales comenzaron a rendirse, comenzando con Bulgaria y el Imperio Otomano, en septiembre y octubre, respectivamente. El 3 de

noviembre, las fuerzas austrohúngaras firmaron una tregua cerca de Padua, Italia. En Alemania, el amotinamiento de marinos de la armada en Kiel

desencadenó una amplia revuelta en las ciudades costeras alemanas, y en las principales áreas municipales de Hannover, Frankfurt del Meno y

Munich. Consejos de trabajadores y soldados, basados en el modelo soviético, iniciaron la llamada "Revolución alemana"; la primera "república de

consejos" (Räterrepublik) fue establecida bajo la dirigencia del demócrata social independiente (USPD) Kurt Eisner en Bavaria. El sólido Partido

Socialdemócrata de Alemania (SPD), bajo la dirigencia de Friedrich Ebert, veía a los consejos recientemente establecidos como un elemento

desestabilizador, y abogaba, en su lugar, por las demandas de la opinión pública alemana de una reforma parlamentaria y paz.

El 9 de noviembre de 1918, en medio del descontento generalizado y tras haber sido abandonado por los comandantes del ejército alemán, el

emperador (káiser) Guillermo II abdicó el trono alemán. Ese mismo día, el delegado del SPD Philipp Scheidemann proclamó la República de

Alemania, con un gobierno provisional dirigido por Friedrich Ebert. Dos días más tarde, representantes alemanes, dirigidos por Matthias Erzberger del

partido Centro Católico (Zentrum), se reunieron en un vagón en el Bosque de Compiègne con una delegación de las potencias victoriosas de la

Entente al mando del Mariscal de Campo francés Ferdinand Foch, comandante general de las fuerzas de la Entente, y aceptaron los términos del

armisticio.

A las 11 de la mañana del 11 de noviembre (11/11) de 1918 cesaron los combates en el frente occidental. La "Gran Guerra", como la llamaron sus

contemporáneos, había llegado a su fin, pero la enorme repercusión del conflicto en las esferas política, económica, social e internacional resonaría

durante las décadas siguientes.

La Primera Guerra Mundial representó una de las guerras más destructivas de la historia moderna. Como consecuencia de las hostilidades murieron

casi diez millones de soldados, cifra que supera ampliamente la suma de las muertes de militares de todas las guerras de los cien años anteriores. Si

bien es difícil determinar con precisión las estadísticas de las bajas, se calcula que 21 millones de hombres fueron heridos en combate.

Las enormes pérdidas a ambos lados del conflicto, en parte, fueron el resultado de la introducción de nuevas armas, como la ametralladora y el gas,

así como el hecho de que los jefes militares no adaptaron sus tácticas a la naturaleza crecientemente mecanizada de la guerra. La política de

desgaste, particularmente en el frente occidental, les costó la vida a cientos de miles de soldados. El 1 de julio de 1916, la fecha en que se produjo la

mayor pérdida de vidas en un solo día, en Somme sólo el ejército británico sufrió más de 57.000 bajas. Alemania y Rusia registraron la mayor

cantidad de muertes de militares: aproximadamente 1.773.700 y 1.700.000, respectivamente. Francia perdió el 16% de sus fuerzas movilizadas, la

tasa de mortalidad más alta en relación con las tropas desplegadas.

Ningún organismo oficial llevó una cuenta minuciosa de las pérdidas de civiles durante los años de la guerra, pero los estudiosos afirman que 13

millones de no combatientes murieron como consecuencia directa o indirecta de las hostilidades. La mortalidad de las poblaciones de militares y

civiles llegó al punto máximo al final de la guerra con el brote de la "gripe española", la más mortífera epidemia de influenza de toda la historia. Como

consecuencia del conflicto, millones de personas fueron desarraigadas o desplazadas de sus hogares en Europa y Asia Menor. Las pérdidas

industriales y de propiedades fueron catastróficas, especialmente en Francia y Bélgica, donde los enfrentamientos habían sido más intensos

CONSECUENCIAS

Las onerosas compensaciones impuestas después de la Primera Guerra Mundial, junto con un período inflacionario general en Europa en la década

de 1920 -- otro resultado directo de una guerra catastrófica en términos materiales -- provocó una espiral hiperinflacionaria del Reichsmark alemán en

1923. Este período hiperinflacionario combinado con los efectos de la Gran Depresión (que comenzó en 1929) verdaderamente socavó la estabilidad

de la economía alemana, liquidó los ahorros personales de la clase media y estimuló el desempleo masivo.
Semejante caos económico influyó de manera decisiva en el aumento del descontento social y desestabilizó a la frágil República de Weimar. Los

esfuerzos de las potencias europeas occidentales por marginar a Alemania debilitaron y aislaron a sus líderes democráticos y acentuaron la

necesidad de devolverle el prestigio a Alemania a través de la remilitarización y la expansión.

La agitación social y económica que siguió a la Primera Guerra Mundial desestabilizó fuertemente a la incipiente democracia y dio lugar al

surgimiento de muchos partidos de extrema derecha en la Alemania de Weimar. En relación con las duras disposiciones del Tratado de Versalles, fue

particularmente perjudicial la convicción cabal entre muchos integrantes de la población general de que Alemania había sido "apuñalada por la

espalda" por los "criminales de noviembre": aquellos que habían contribuido a formar el nuevo gobierno de Weimar y a mediar por la paz que los

alemanes querían tan desesperadamente, pero que había finalizado de un modo tan desastroso con el Tratado de Versalles.

Muchos alemanes olvidaron que habían aplaudido la caída del káiser, que inicialmente habían recibido con agrado la reforma democrática

parlamentaria y que habían celebrado el armisticio. Recordaban solamente que la izquierda alemana -- socialistas, comunistas y judíos, en el

imaginario común -- había entregado el honor alemán en favor de una paz ignominiosa cuando ningún ejército extranjero ni siquiera había tocado

territorio alemán. Esta Dolchstosslegende(leyenda de la puñalada por la espalda) fue iniciada y propagada por jefes militares alemanes retirados de la

época de la guerra quienes, totalmente conscientes de que en 1918 la guerra se había vuelto insostenible para Alemania, le habían aconsejado al

Káiser que buscara la paz. Esto contribuyó a desacreditar más a los círculos socialistas y liberales alemanes que estaban más comprometidos con el

mantenimiento del frágil experimento democrático alemán.

Los Vernunftsrepublikaner ("republicanos por razón"), personas como el historiador Friedrich Meinecke y el ganador del premio Nobel Thomas Mann,

que al principio se habían resistido a la reforma democrática, ahora se sentían obligados a apoyar a la República de Weimar como el mal menor. En

ese sentido, trataron de alejar a sus compatriotas de la polarización de la extrema derecha y la extrema izquierda. Las promesas de la derecha

nacionalista alemana de revisar el Tratado de Versalles por la fuerza, si era necesario, ganaban cada vez más aceptación entre los círculos

respetables. Mientras tanto, el fantasma de la inminente amenaza comunista, después de la Revolución Bolchevique en Rusia y la corta duración de

las revoluciones o los golpes comunistas en Hungría (Béla Kun) y en la propia Alemania (por ejemplo, el levantamiento espartaquista), inclinó el

sentimiento político alemán decididamente hacia las causas de la derecha.

Los agitadores de la izquierda política cumplieron duras sentencias en prisión por inspirar el descontento político. Por otro lado, los activistas de

extrema derecha como Adolf Hitler, cuyo Partido Nazi había intentado deponer al gobierno de Bavaria y comenzar una "revolución nacional" en el

Putsch de la cervecería de noviembre de 1923, solo cumplieron nueve meses de una sentencia de cinco años de prisión por traición, que era un delito

capital. Mientras cumplía sentencia en prisión escribió su manifiesto político, Mein Kampf (Mi lucha).

Las dificultades impuestas por el descontento social y económico tras la Primera Guerra Mundial y sus onerosos términos de paz, así como el miedo

irracional que sentían las clases medias alemanas a que los comunistas tomaran el poder, socavaron las soluciones democráticas pluralistas en la

Alemania de Weimar. También aumentaron el anhelo público de una dirección más autoritaria, un tipo de liderazgo que los votantes alemanes

finalmente por desgracia encontraron en Adolf Hitler y su Partido Nacionalsocialista. Por condiciones similares también se beneficiaron los gobiernos

autoritarios y totalitarios de Europa Oriental, comenzando con los perdedores de la Primera Guerra Mundial, y a la larga se elevaron los niveles de

tolerancia y consentimiento del antisemitismo y la discriminación de las minorías nacionales de toda la región.

Finalmente, la destrucción y las catastróficas pérdidas de vidas durante la Primera Guerra Mundial condujeron a lo que se podría describir mejor

como desesperanza cultural en muchos países que habían combatido en la guerra. La desilusión respecto a la política nacional e internacional y un

sentimiento de desconfianza respecto a los líderes políticos y los funcionarios de gobierno impregnaron la conciencia de un público que había sido

testigo de los estragos de un devastador conflicto de cuatro años. La mayor parte de los países europeos prácticamente había perdido una

generación de hombres jóvenes. Mientras algunos escritores como el alemán Ernst Jünger glorificaban la violencia de la guerra y el contexto nacional

del conflicto en su obra de 1920, Tormenta de acero (Stahlgewittern), fue el relato vívido y realista de la guerra de trincheras descrita en la obra
maestra de 1929 de Erich Maria Remarque, Sin novedad en el frente occidental (Im Westen nichts Neues) la que captó la experiencia de las tropas

en el frente y expresó la alienación de la "generación perdida" que volvió de la guerra y descubrió que no se podía adaptar a los tiempos de paz y que

resultaba trágicamente malinterpretada por una población del frente nacional que no había vivido personalmente los horrores de la guerra.

En algunos círculos, esta distancia y desilusión con respecto a la política y al conflicto fomentó un aumento en el sentimiento pacifista. En Estados

Unidos, la opinión pública estaba a favor del regreso al aislacionismo. Ese sentimiento popular estaba en la raíz de la negativa del Senado

estadounidense a ratificar el Tratado de Versalles y a aprobar la pertenencia de Estados Unidos a la Liga de Naciones propuesta por el presidente

Wilson. Para una generación de alemanes, esta alienación social y desilusión política fue captada por el autor alemán Hans Fallada en ¿Y ahora

qué? (Kleiner Mann, was nun?), la historia de un alemán común y corriente, que es alcanzado por la agitación de la crisis económica y el desempleo,

y es igualmente vulnerable a la atracción peligrosa de la política de extrema derecha y extrema izquierda. La novela de Fallada de 1932 retrata con

precisión a la Alemania de su tiempo: un país inmerso en el descontento económico y social y polarizado en los extremos opuestos del espectro

político. Muchas de las causas de este desorden tenían raíz en la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias; y el camino tomado por Alemania

conduciría a una guerra aún más destructiva en los años siguientes

TRATADOS Y COMPESACIONES

Después de la devastación de la Primera Guerra Mundial, las Potencias Occidentales victoriosas impusieron una serie de duros tratados a los países

derrotados. Estos tratados despojaron a las Potencias Centrales (Alemania, Austria-Hungría, junto con la Turquía otomana y Bulgaria) de importantes

territorios y les impusieron significativos pagos de compensaciones.

Casi nunca antes el mapa de Europa se había visto alterado tan fundamentalmente. Como consecuencia directa de la guerra, los Imperios alemán,

austro-húngaro, ruso y otomano dejaron de existir. El Tratado de Saint-Germain-en-Laye del 10 de septiembre de 1919 estableció la República de

Austria, formada por la mayoría de las regiones de habla alemana quitadas al Estado de los Habsburgo. El Imperio Austríaco cedió tierras de la

corona a Estados sucesores recientemente establecidos como Checoslovaquia, Polonia y el Reino de los eslovenos, croatas y serbios al que se llamó

Yugoslavia en 1929. También cedió el Tirol del Sur, Trieste, Trentino e Istria a Italia, y Bucovina a Rumania. Un importante punto del tratado impedía

que Austria comprometiera su reciente independencia. Esta restricción le prohibía efectivamente que se unificara con Alemania, un objetivo

largamente deseado por los "pangermanistas" y una atractiva meta para el austríaco Adolf Hitler y su Partido Nacionalsocialista (Nazi).

La otra parte de la Monarquía austrohúngara, Hungría, también se convirtió en un Estado independiente: en virtud de los términos del Tratado de

Trianon (noviembre de 1920), Hungría le cedió Transilvania a Rumania; Eslovaquia y Rutenia Transcarpática a la recientemente formada

Checoslovaquia; y otras tierras de la corona húngara a la futura Yugoslavia. El Imperio Otomano firmó el Tratado de Sèvres el 10 de agosto de 1920,

que puso fin a las hostilidades con las Potencias Aliadas; pero poco después comenzó la Guerra de la Independencia Turca. La nueva República de

Turquía, establecida como consecuencia, firmó el Tratado de Lausana en 1923, que invalidó al de Sèvres y dividió efectivamente al antiguo Imperio

Otomano.

En enero de 1918, unos diez meses antes del final de la Primera Guerra Mundial, el presidente estadounidense Woodrow Wilson había escrito una

lista de objetivos propuestos para la guerra a los que llamó los "Catorce puntos". Ocho de estos puntos trataban específicamente sobre acuerdos

territoriales y políticos relacionados con la victoria de las Potencias de la Entente, incluyendo la idea de la autodeterminación nacional de las

poblaciones étnicas de Europa. El resto de estos principios se concentraba en evitar la guerra en el futuro, y en el último proponía que una Liga de

Naciones arbitrara futuras contiendas internacionales. Wilson esperaba que su propuesta diera lugar a una paz justa y duradera, una "paz sin victoria"

a fin de terminar la "guerra para poner fin a todas las guerras".

Cuando los líderes alemanes firmaron el armisticio, muchos de ellos creían que los Catorce Puntos formarían la base del futuro tratado de paz, pero

cuando los jefes de gobierno de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia se reunieron en París para discutir los términos del tratado, el
contingente europeo de los "Cuatro Grandes" tenía otros planes. Como consideraban que Alemania era el principal instigador del conflicto, las

Potencias Aliadas europeas finalmente impusieron en el tratado obligaciones particularmente estrictas sobre la derrotada Alemania.

El Tratado de Versalles, presentado a los líderes alemanes para que lo firmaran el 7 de mayo de 1919, forzaba a Alemania a ceder territorios a

Bélgica (Cantones del Este), Checoslovaquia (distrito de Hultschin) y Polonia (Poznan, Prusia Occidental y Alta Silesia). Alsacia y Lorena, anexadas

en 1871 después de la Guerra Franco-Prusiana, volvieron a Francia. Todas las colonias alemanas de ultramar se convirtieron en Mandatos de la Liga

de Naciones, y la ciudad de Danzig, con mayoría étnica alemana, se convirtió en una ciudad libre. El tratado exigía la desmilitarización y la ocupación

de la región del Rin, y un estatus especial para el Saarland bajo control francés. El futuro de las áreas del norte de Schleswig en la frontera entre

Dinamarca y Alemania y partes de Alta Silesia se determinaría mediante plebiscitos.

Quizás la parte más humillante del tratado para la derrotada Alemania era el Artículo 231, comúnmente conocido como "Cláusula de Culpabilidad de

la Guerra", que obligaba a Alemania a aceptar la responsabilidad absoluta del inicio de la Primera Guerra Mundial. Como tal, Alemania era

responsable de todos los daños materiales, y el primer ministro de Francia, Georges Clemenceau, insistió particularmente en imponer enormes pagos

de compensación. Conscientes de que Alemania probablemente no podría pagar una deuda tan elevada, Clemenceau y los franceses de todos

modos temían enormemente que Alemania se recuperara con rapidez y emprendiera una nueva guerra contra Francia. Por lo tanto, en el sistema de

tratados de la posguerra, los franceses intentaron ponerle trabas a los esfuerzos alemanes por recuperar su superioridad económica y rearmarse.

El ejército alemán se limitaría a 100 mil hombres y se prohibiría el servicio militar obligatorio. El tratado restringía la Armada a buques de menos de

100 mil toneladas y contenía una prohibición de adquirir o tener una flota de submarinos. Además, Alemania tenía prohibido tener fuerza aérea.

Alemania estaba obligada a llevar adelante juicios por crímenes de guerra contra el káiser y otros líderes por emprender una guerra de agresión. El

Juicio de Leipzig, sin el káiser ni otros líderes nacionales importantes en el banquillo de los acusados, tuvo como consecuencia principalmente

absoluciones y fue ampliamente percibido como una farsa, incluso en Alemania.

El recientemente formado gobierno democrático alemán vio al Tratado de Versalles como una "paz impuesta" (Diktat). Sin bien Francia, que había

sufrido más en el plano material que los demás miembros del grupo de los "Cuatro Grandes", había insistido en la dureza de los términos, el tratado

de paz en última instancia no ayudó a resolver las disputas internacionales que habían dado origen a la Primera Guerra Mundial. Por el contrario,

tendía a impedir la cooperación intereuropea y complicaba más los problemas subyacentes que habían causado la guerra en primer lugar. Los

horribles sacrificios de guerra y las tremendas pérdidas de vidas, sufridas por todas las partes, pesaron enormemente no solo sobre los perdedores

del conflicto, sino también sobre los combatientes del lado ganador, como Italia, cuyos botines de posguerra parecían no guardar relación con el

precio que su nación había tenido que pagar en sangre y bienes materiales.

Para las poblaciones de las potencias derrotadas -- Alemania, Austria, Hungría y Bulgaria -- los respectivos tratados de paz parecían un injusto

castigo. Sus gobiernos, ya fuera democráticos como los de Alemania o Austria, o autoritarios, como el caso de Hungría e, intermitentes, en Bulgaria,

rápidamente recurrieron a la violación de los términos militares y financieros de los acuerdos. Los esfuerzos por revisar y desafiar las disposiciones

más pesadas de la paz se convirtieron en elementos clave en sus respectivas políticas exteriores y resultaron ser elementos desestabilizadores para

la política internacional. Por ejemplo, la cláusula de culpabilidad de la guerra, los pagos de compensación que conllevaba y las limitaciones militares

alemanas eran particularmente pesados para la mentalidad de la mayoría de los alemanes. La revisión del Tratado de Versalles representaba una de

las plataformas que le dio a los partidos de extrema derecha de Alemania, incluso el Partido Nazi de Hitler, una enorme credibilidad ante la mayoría

de los votantes a comienzos de la década de 1920 y 1930.

Las promesas de rearme, el reclamo del territorio alemán, particularmente en el este, la remilitarización de la región del Rin y la recuperación de la

prominencia entre las potencias europeas y mundiales después de una derrota y una paz tan humillantes alimentaron el sentimiento ultranacionalista

y contribuyeron a que el promedio de los votantes a menudo pasara por alto los principios más radicales de la ideología nazi.
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL:
El Holocausto ocurrió dentro del contexto de la Segunda Guerra Mundial. La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más grande y destructivo de la
historia. Adolf Hitler y el régimen nazi contemplaron un nuevo y vasto imperio de “espacio para vivir” (Lebensraum) para los alemanes, por medio de
la expulsión de las poblaciones que habitaban Europa oriental. La meta nazi de fortalecer la “raza maestra” alemana tuvo como resultado la
persecución y el asesinato de judíos y de muchos más.

HECHOS CLAVE

 1

Alemania inició la Segunda Guerra Mundial al invadir Polonia el 1° de septiembre de 1939. En años posteriores, Alemania invadió 11 países.

 2

La mayoría de los judíos europeos vivía en países que la Alemania nazi ocupó, o sobre los que tuvo influencia durante la Segunda Guerra Mundial.
Entre 1941 y 1944, las autoridades de la Alemania nazi deportaron a millones de judíos de Alemania, de los territorios ocupados y de los países del
Eje a ghettos y a centros de exterminio.

 3

Los líderes nazis comenzaron a planificar la guerra en Europa desde el día en que llegaron al poder a finales de enero de 1933. La guerra y la política
genocida terminarían estando enlazadas de manera inextricable.

El gobierno de Hitler tenía como meta la adquisición de un gran imperio nuevo que le proveyera “espacio vital” (Lebensraum) in Europa oriental. Hitler

calculó que la realización de la hegemonía alemana en Europa exigiría la guerra.

Después de asegurar la neutralidad de la Unión Soviética (con el pacto de no-agresión entre Alemania y la URSS), Alemania desató la Segunda

Guerra Mundial con la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939. Gran Bretaña y Francia respondieron con la declaración de guerra contra

Alemania el 3 de septiembre. El 9 de abril de 1940, las fuerzas alemanas invadieron Noruega y Dinamarca, y en mayo de 1940, Alemania empezó el

asalto de Europa occidental. La Unión Soviética ocupó los estados del Báltico en junio de 1940, y los anexó en agosto de 1940. Italia, miembro

del Eje, entró en la guerra en junio de 1940. Desde el 13 de agosto hasta el 31 de octubre de 1940, la aviación nazi atacó a Inglaterra en la campaña

conocida como la “Batalla de Inglaterra”.

Después de dominar los Balcanes con la invasión de Yugoslavia y Grecia el 6 de abril de 1941, Alemania invadió la Unión Soviética el 22 de junio de

1941, en una violación directa del pacto alemán-soviético. En junio y julio de 1941, los alemanes también ocuparon los estados del Báltico. Stalin, el

líder soviético, se convirtió en un líder importante del grupo aliado, junto con el presidente de los EE.UU., Franklin Delano Roosevelt, y el primer

ministro de Gran Bretaña, Winston Churchill. El 7 de diciembre de 1941, Japón (uno de las potencias del Eje) bombardeó Pearl Harbor, Hawai. Los

Estados Unidos inmediatamente declararon la guerra a Japón. El 11 de diciembre, Alemania y Italia declararon la guerra a los Estados Unidos.

Empezando con la llegada en 1942 de las tropas americanas a África del norte, los Aliados obtuvieron una cantidad de victorias militares. El 2 de

febrero de 1943, el 6º Ejército alemán se rindió a los soviéticos en Stalingrado. En septiembre, los Aliados invadieron Italia, que se rindió el 8 de

septiembre, pero Mussolini estableció un régimen fascista en Italia del norte. Las fuerzas alemanas luego invadieron Italia del norte, y avanzaron

hacia el sur para encontrarse con las fuerzas aliadas. Las tropas alemanas mantuvieron Italia del norte hasta mayo de 1945.

El 6 de junio de 1944 (el día D), doscientos cincuenta mil soldados aliados llegaron a Francia, que fue liberada para fin de agosto. Las fuerzas aéreas

aliadas atacaron las fabricas industriales nazis, tales como la del campo de Auschwitz (aunque las cámaras de gas nunca fueron un blanco). Los

soviéticos empezaron una ofensiva el 12 de enero de 1945, y liberaron Polonia y Hungría. A mediados de febrero de 1945, los Aliados bombardearon

Dresden, y casi cien mil civiles fueron muertos.


El 29 de abril, Hitler se suicidó. Berlín fue capturada por las fuerzas soviéticas en mayo de 1945, y los alemanes se rindieron el 7 de mayo de 1945.

En agosto, la guerra en el Pacifico terminó, poco después de que los EE.UU. usaran bombas atómicas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki,

matando instantáneamente ciento veinte mil civiles. Japón se rindió formalmente el 2 de septiembre. La Segunda Guerra Mundial resultó en

aproximadamente 55 millones de muertos en el mundo.

La Alemania nazi y el imperio japonés desataron la Segunda Guerra Mundial con la intención de establecer, mediante la conquista militar, un dominio

permanente sobre Europa y Asia respectivamente. Estos dos países eran los miembros más importantes de la alianza del Eje, que estaba basada en

el anticomunismo y la insatisfacción con el orden mundial después de la Primera Guerra Mundial.

Bajo el liderazgo del dictador Adolf Hitler, la Alemania nazi buscaba la adquisición de un vasto y nuevo imperio de "espacio vital" (Lebensraum) en

Europa Oriental y en la Unión Soviética. El liderazgo nazi calculaba que la concreción de la hegemonía alemana en Europa demandaría entablar una

guerra y comenzó a planificar una guerra europea a partir del día en que los nazis llegaron al poder a fines de enero de 1933.

El imperio japonés seguía una política de conquistas militares que gozaba del apoyo de su emperador, la cúpula militar y muchos miembros de la élite

culta que buscaban el dominio y la influencia de Japón en todo el este asiático y el Océano Pacífico. En 1936, Alemania y Japón formaron un frente

anticomunista que apuntaba a la Unión Soviética. Ese mismo año la Italia fascista y la Alemania nazi formaron la alianza del Eje, poco después de

que Italia concretara su brutal y exitosa conquista de Etiopía.

Japón inició su política de conquistas militares invadiendo el territorio chino de Manchuria en septiembre de 1931. Seis años más tarde, en julio de

1937, Japón invadió a la propia China y así desató la Segunda Guerra Mundial en Asia.

Después de incorporar a Austria y las tierras de los checos sin tener que recurrir a la guerra en 1938 y 1939, y habiéndose asegurado la neutralidad

de la Unión Soviética, gobernada por el dictador Joseph Stalin, mediante un pacto de no agresión, Alemania invadió Polonia. La invasión del 1 de

septiembre de 1939 inició la Segunda Guerra Mundial en Europa. Como habían permitido que la Alemania nazi destruyera el estado checoslovaco de

entreguerras, Gran Bretaña y Francia habían garantizado la integridad de las fronteras de Polonia en abril de 1939. Entonces respondieron a la

invasión alemana de Polonia declarándole la guerra a Alemania el 3 de septiembre. En un mes, las fuerzas alemanas y soviéticas conquistaron

Polonia y dividieron el estado polaco.

El cese temporal posterior a la derrota de Polonia finalizó el 9 de abril de 1940 cuando las fuerzas alemanas invadieron Noruega y Dinamarca.

Dinamarca se rindió ese mismo día. Noruega resistió hasta que, a comienzos de junio, las fuerzas alemanas pudieron ocupar todo el país. El 10 de

mayo de 1940, Alemania comenzó a atacar a Europa Occidental invadiendo Francia y los Países Bajos (Holanda, Bélgica y Luxemburgo), que eran

neutrales. A fines de mayo, los Países Bajos quedaron bajo ocupación alemana. El 22 de junio de 1940, Francia firmó un armisticio con Alemania. El

armisticio posibilitó la ocupación alemana de la mitad norte de Francia y permitió el establecimiento de un régimen colaboracionista en el sur con sede

en Vichy. Del 10 de julio al 31 de octubre de 1940, los alemanes libraron, y finalmente perdieron, una batalla aérea contra Inglaterra, conocida como

la Batalla de Gran Bretaña.

Según los acuerdos con la Alemania nazi en 1939 respecto a la esfera de influencia, la Unión Soviética invadió Finlandia a fines de noviembre de

1939. Tras una amarga batalla librada en invierno, los soviéticos forzaron a los finlandeses a ceder el territorio de las costas del norte del Lago

Lagoda, situadas al norte de Leningrado (San Petersburgo), y la costa del Ártico en marzo de 1940. Alentada por los alemanes, la Unión Soviética
ocupó los estados bálticos en junio de 1940 y se los anexó en agosto de ese mismo año. Los soviéticos también le quitaron Besarabia y el norte de

Bucovina a Rumania a fines de junio de 1940.

Italia entró a la guerra el 10 de junio de 1940 e invadió el sur de Francia el 21 de junio. Insatisfecho con la parte del botín que le había tocado a Italia

en las negociaciones del armisticio, el dictador fascista Benito Mussolini atacó Grecia en octubre de 1940 desde Albania (tomada por los italianos en

abril de 1940). A fines de octubre de 1940, los italianos también atacaron las fuerzas británicas en Egipto desde Libia, que estaba bajo control italiano.

Ambas aventuras terminaron en un desastre militar que requirió la intervención de Alemania.

Alemania incitó a Hungría, Rumania y Eslovaquia en noviembre de 1940 y a Bulgaria en marzo de 1941 para que se unieran al Eje. En abril de 1941,

Alemania -- con el apoyo de Italia, Hungría y Bulgaria -- invadió y desmembró a Yugoslavia. A mediados de junio, las potencias del Eje habían

doblegado a Grecia. Del colapso de Yugoslavia surgió el llamado Estado Independiente de Croacia, bajo la dirección de la organización fascista y

terrorista Ustasha. El nuevo Estado, que comprendía a Bosnia y Herzegovina, formalmente se unió al Eje el 15 de junio. Alemania ocupó el este de

Eslovenia, el Bánato serbio y la mayor parte de la propia Serbia. Italia tomó a Istria y el oeste de Eslovenia, unió la provincia de Kosovo a Albania y

ocupó la costa croata-dálmata y Montenegro. Hungría anexó a Backa, situada en el noreste de Yugoslavia, la Macedonia bajo ocupación búlgara y la

provincia serbia de Pirot. Después de permitir que Bulgaria ocupara la Tracia griega, Alemania e Italia dividieron a Grecia en zonas de ocupación, con

los italianos en el oeste y los alemanes en el este.

El 22 de junio de 1941, los alemanes y sus socios del Eje (excepto Bulgaria) invadieron la Unión Soviética en absoluta violación del Pacto Alemán-

Soviético de agosto de 1939. Finlandia, que buscaba desagraviar su derrota del invierno de 1939-1940, se unió al Eje y a la invasión alemana. A fines

de octubre de 1941, las tropas alemanas se habían adentrado profundamente en la Unión Soviética, invadiendo los estados bálticos y sitiando a

Leningrado en el norte; habían invadido Smolensk y marchaban hacia Moscú en el centro; habían tomado Kiev (Kyiv) y se acercaban a Rostov en la

desembocadura del río Don en el sur. El endurecimiento de la resistencia del Ejército Rojo en agosto y nuevamente en noviembre de 1941 evitó que

los alemanes tomaran las ciudades clave de Leningrado y Moscú. El 6 de diciembre de 1941, las tropas soviéticas lanzaron una importante

contraofensiva que expulsó a los alemanes permanentemente de las afueras de Moscú.

Un día después, el 7 de diciembre de 1941, Japón, que todavía estaba librando batalla en la China continental, lanzó un ataque aéreo sorpresa en

Pearl Harbor, Hawái. Estados Unidos inmediatamente le declaró la guerra a Japón. Gran Bretaña hizo lo mismo. El 11 de diciembre, Alemania e Italia

le declararon la guerra a Estados Unidos. Durante el invierno de 1941-1942, los japoneses atacaron y conquistaron Filipinas, la Indochina francesa

(Vietnam, Laos y Camboya) y el Singapur británico. Al finalizar la primavera y comenzar el verano de 1942, los británicos pudieron frenar el avance

japonés en Birmania; y Estados Unidos derrotó firmemente a la armada japonesa en Midway en el Pacífico. En agosto de 1942, las fuerzas

estadounidenses detuvieron el avance japonés en las islas del Pacífico en dirección a Australia, en Guadalcanal, en las Islas Salomón.

En mayo de 1942, la Real Fuerza Aérea británica llevó adelante un asalto a la ciudad alemana de Köln (Colonia) con mil bombarderos, y ésta fue la

primera batalla en territorio alemán. Durante los tres años siguientes, las fuerzas aéreas aliadas bombardearon sistemáticamente ciudades y plantas

industriales de todo el Reich, con lo que en 1945 habían reducido a escombros a buena parte de las zonas urbanas de Alemania.

A fines de 1942 y comienzos de 1943, las fuerzas anglo-estadounidenses lograron una serie de significativos triunfos militares en el norte de África. El

hecho de que las fuerzas armadas francesas de Vichy no resistieran permitió que los Aliados ocuparan rápidamente el norte francés de África hasta

la frontera tunecina a pocos días de desembarcar en las costas de Marruecos y Argelia, el 8 de noviembre de 1942. Esto también desencadenó la

ocupación alemana de la Francia de Vichy el 11 de noviembre de 1942. La victoria británica sobre los Afrika Korps alemanes en El Alamein (Egipto) a
fines de octubre de 1942 precipitó la huída de las unidades militares del Eje hacia el oeste atravesando Libia y el este de Túnez. Atrapadas en Túnez,

las fuerzas del Eje en África, aproximadamente 150.000 soldados en total, se rindieron en mayo de 1943.

En junio de 1942, los alemanes y sus socios del Eje reanudaron su ofensiva en la Unión Soviética, y llegaron a Stalingrado (Volgogrado) sobre el río

Volga, tomaron la península de Crimea y penetraron en las profundidades de la región del Cáucaso a fines de septiembre de 1942. En noviembre, las

tropas soviéticas lanzaron una contraofensiva en el noroeste y sudoeste de Stalingrado que aisló a las fuerzas alemanas que estaban en la ciudad. El

2 de febrero de 1943, el Sexto Ejército Alemán se rindió ante los soviéticos. Los alemanes organizaron una ofensiva más en Kursk en julio de 1943, la

mayor batalla con tanques de la historia, pero las tropas y los tanques soviéticos debilitaron el ataque y asumieron una iniciativa militar que no

volverían a abandonar. A fines de 1943, los alemanes se vieron forzados a evacuar el Cáucaso y a abandonar Kiev.

En julio de 1943, los aliados occidentales desembarcaron con éxito en Sicilia. Esto precipitó la decisión del Gran Consejo del Partido Fascista Italiano

de deponer a Mussolini. Al mando del Mariscal de Campo Pietro Badoglio, el ejército italiano aprovechó el vacío político para derrocar al régimen

fascista y reemplazarlo por una dictadura militar. A comienzos de septiembre, inmediatamente antes del desembarco de las fuerzas anglo-

estadounidenses en Salerno, cerca de Nápoles, el gobierno de Badoglio se rindió incondicionalmente ante los Aliados el 8 de septiembre. Las tropas

alemanas apostadas en Italia tomaron el control del norte de Italia y continuaron resistiendo. Mussolini, que había sido arrestado por las autoridades

militares italianas, fue rescatado por comandos de las SS en septiembre y estableció (bajo supervisión alemana) un régimen títere neofascista en el

norte de Italia.

Los Aliados desembarcaron exitosamente cerca de Anzio, en las inmediaciones del sur de Roma, pero no pudieron tomar Roma hasta comienzos de

junio de 1944. Las tropas alemanas continuaron ocupando el norte de Italia y resistieron tenazmente hasta que se rindieron, el 2 de mayo de 1945.

Tras la liberación de Roma, las fuerzas aéreas aliadas pudieron bombardear blancos alemanes en Europa Oriental, como las plantas de combustible

y goma sintéticos de Auschwitz-Monowitz en Silesia.

El 6 de junio de 1944 (el día D), más de 150.000 soldados aliados desembarcaron en las costas de Normandía (Francia). Después de estar atrapados

en la costa de Normandía durante seis semanas, los británicos y los estadounidenses lograron escapar el 25 de julio y liberaron París el 25 de

agosto. El 11 de septiembre de 1944, las primeras tropas estadounidenses cruzaron hacia Alemania. En diciembre, toda Francia, la mayor parte de

Bélgica, y parte del sur de Holanda habían sido liberadas.

El 22 de junio de 1944, las fuerzas soviéticas destruyeron el Centro del Grupo del Ejército Alemán en el este de Bielorrusia. Partieron rápidamente

hacia el oeste hasta el río Vístula frente a Varsovia el 1 de agosto de 1944. A comienzos de agosto, las tropas soviéticas, que habían conquistado la

provincia de Besarabia al este de Rumania, aparecieron en el río Prut y prepararon un golpe en el corazón de Rumania, con lo que precipitaron la

rendición de Rumania el 23 de agosto. Los búlgaros se rindieron el 8 de septiembre de 1944. Estos acontecimientos forzaron a los alemanes a

evacuar Grecia, Albania y el sur de Yugoslavia. Para adelantarse a los esfuerzos del gobierno húngaro orientados a buscar la paz por separado,

Alemania había ocupado Hungría el 19 de marzo de 1944. Entonces, en octubre, Alemania había patrocinado un golpe de estado del extremista

Partido de la Cruz Flechada para evitar otro esfuerzo húngaro por rendirse. Finalmente, la aparición de tropas soviéticas en la frontera finlandesa

indujo a los finlandeses a pedir el armisticio el 12 de septiembre de 1944. En agosto de 1944, el clandestino Ejército Nacional polaco y las

organizaciones de la resistencia nacional eslovaca se levantaron contra los alemanes para liberar Varsovia y Eslovaquia del dominio alemán; los

alemanes pudieron reprimir ambos levantamientos.

El 16 de diciembre de 1944, los alemanes lanzaron un infructuoso contraataque en Bélgica y el norte de Francia, conocido como la Batalla de las

Ardenas. El día de Año Nuevo, las tropas británicas y estadounidenses habían obligado a los alemanes a replegarse a Alemania. El 12 de enero de

1945, los soviéticos reanudaron la ofensiva y liberaron Varsovia y el oeste de Polonia. En diciembre, los soviéticos habían rodeado Budapest, aunque

la ciudad no cayó hasta el 13 de febrero de 1945. A comienzos de abril, los soviéticos habían expulsado a lo que quedaba del régimen de la Cruz
Flechada de Hungría y habían forzado la rendición de la República Eslovaca fascista con la caída de Bratislava, el 4 de abril de 1945. El 13 de abril,

los soviéticos tomaron Viena, mientras los partisanos del Mariscal Josip Tito imponían la huída de los líderes de la Ustasha y el colapso del llamado

Estado Independiente de Croacia.

A mediados de febrero de 1945, los Aliados bombardearon Dresde y mataron a unos 35.000 civiles alemanes. Las tropas estadounidenses cruzaron

el río Rin en Remagen el 7 de marzo de 1945. El 16 de abril de 1945, una ofensiva final soviética permitió que las fuerzas soviéticas cercaran Berlín.

El 30 de abril de 1945, mientras las tropas soviéticas avanzaban hacia la Cancillería del Reich, Hitler se suicidó. El 7 de mayo de 1945, Alemania se

rindió incondicionalmente ante los Aliados occidentales en Reims y el 9 de mayo ante los soviéticos en Berlín.

Después de expulsar a los japoneses de las Islas Salomón en noviembre de 1942, las fuerzas británicas y estadounidenses comenzaron a moverse

lentamente hacia el norte, de isla en isla hacia Japón, mientras las fuerzas británicas trabajaban con el Gobierno Nacionalista Chino para luchar

contra los japoneses en China. En una campaña paralela, el movimiento comunista chino luchaba contra los japoneses al tiempo que se defendía de

los ataques de los nacionalistas. En octubre de 1944, las tropas estadounidenses desembarcaron en Filipinas. En mayo de 1945, las tropas británicas

y estadounidenses habían conquistado Okinawa, la última de las principales bases japonesas antes de la del propio Japón. El 6 de agosto de 1945,

Estados Unidos lanzó la primera bomba atómica en Hiroshima y luego lanzó una segunda bomba atómica en Nagasaki, el 9 de agosto. El 8 de

agosto, la Unión Soviética le declaró la guerra a Japón e invadió el territorio de Manchuria bajo ocupación japonesa. Menos de una semana más

tarde, el 14 de agosto de 1945, Japón aceptó rendirse; la ceremonia formal tuvo lugar el 2 de septiembre. La Segunda Guerra Mundial había

terminado.

Como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial murieron 55 millones de personas en todo el mundo. Si bien las siguientes estadísticas están

sujetas a variaciones en el material fuente disponible, sirven como referencia para hacer cálculos. En batalla, Estados Unidos tuvo 292.129 bajas y

139.709 desaparecidos en acción. La Unión Soviética tuvo 8.668.400 bajas y otros 4.559.000 desaparecidos. Alemania tuvo 2.049.872 bajas y

1.902.704 desaparecidos. China tuvo 1.324.516 bajas y 115.248 desaparecidos. Japón tuvo 1.506.000 bajas y 810.000 desaparecidos. Gran Bretaña

tuvo 397.762 bajas y 90.188 desaparecidos.

La enorme cantidad de civiles muertos es igualmente sobrecogedora. La Unión Soviética perdió 14.012.000 civiles, cifras que incluyen entre un millón

y un millón y medio de judíos. China perdió más de un millón de civiles, mientras que Polonia perdió casi cinco millones de civiles, entre quienes

había tres millones de judíos.

CRONOLOGIA:

18 de septiembre de 1931

Japón invade Manchuria.

2 de octubre de 1935 a mayo de 1936

La Italia fascista invade, conquista y se anexa Etiopía.

25 de octubre al 1 de noviembre de 1936

La Alemania nazi y la Italia fascista firman un tratado de cooperación el 25 de octubre; el 1 de noviembre, se anuncia el Eje Roma-Berlín.

25 de noviembre de 1936

La Alemania nazi y el Imperio Japonés firman el Pacto Anti-Comintern, dirigido contra la Unión Soviética y el movimiento comunista internacional.

7 de julio de 1937

Japón invade China y da inicio a la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico.

11 al 13 de marzo de 1938

Alemania incorpora a Austria en la Anschluss.


29 de septiembre de 1938

Alemania, Italia, Gran Bretaña y Francia firman el Pacto de Munich que obliga a la República Checoslovaca a ceder a la Alemania nazi los Sudetes,

incluyendo las posiciones de defensa militar clave de Checoslovaquia.

14 y 15 de marzo de 1939

Bajo presión alemana, los eslovacos declaran su independencia y forman la República Eslovaca. Los alemanes ocupan el resto de las tierras checas

en violación del Pacto de Munich y forman el Protectorado de Bohemia y Moravia.

31 de marzo de 1939

Francia y Gran Bretaña garantizan la integridad de las fronteras del estado polaco.

7 al 15 de abril de 1939

La Italia fascista invade y se anexa Albania.

23 de agosto de 1939

La Alemania nazi y la Unión Soviética firman un acuerdo de no agresión y un codicilo que divide a Europa Oriental en esferas de influencia.

1 de septiembre de 1939

Alemania invade Polonia y comienza la Segunda Guerra Mundial en Europa.

3 de septiembre de 1939

En cumplimiento de su compromiso de garantizar la integridad de las fronteras de Polonia, Gran Bretaña y Francia le declaran la guerra a Alemania.

17 de septiembre de 1939

La Unión Soviética invade Polonia desde el este.

27 al 29 de septiembre de 1939

Varsovia se rinde el 27 de septiembre. El gobierno polaco se exilia vía Rumania. Alemania y la Unión Soviética se reparten el territorio de Polonia.

30 de noviembre de 1939 al 12 de marzo de 1940

La Unión Soviética invade Finlandia e inicia la llamada Guerra de Invierno. Los finlandeses piden un armisticio y tienen que cederle a la Unión

Soviética las costas del norte del Lago Lagoda y una pequeña porción de la costa finlandesa sobre el Mar Ártico.

9 de abril de 1940 al 9 de junio de 1940

Alemania invade Dinamarca y Noruega. Dinamarca se rinde el mismo día del ataque; Noruega resiste hasta el 9 de junio.

10 de mayo de 1940 al 22 de junio de 1940

Alemania ataca a Europa Occidental: Francia y los Países Bajos, que eran neutrales; Luxemburgo es ocupado el 10 de mayo; Holanda se rinde el 14

de mayo; y Bélgica se rinde el 28 de ese mismo mes. El 22 de junio, Francia firma un acuerdo de armisticio por el cual los alemanes ocupan la mitad

norte del país y toda la costa atlántica. En el sur de Francia se establece un régimen colaboracionista con capital en Vichy.

10 de junio de 1940

Italia entra a la guerra. Italia invade el sur de Francia el 21 de junio.

28 de junio de 1940

La Unión Soviética obliga a Rumania a cederle la provincia oriental de Besarabia y la mitad norte de Bucovina a la Ucrania soviética.

14 de junio de 1940 al 6 de agosto de 1940

La Unión Soviética ocupa los estados bálticos entre el 14 y el 18 de junio, maquina golpes de Estado comunistas en cada uno de ellos entre el 14 y

15 de julio y se los anexa como repúblicas soviéticas entre el 3 y el 6 de agosto.

10 de julio de 1940 al 31 de octubre de 1940

La guerra aérea conocida como Batalla de Gran Bretaña termina con la derrota de la Alemania nazi.
30 de agosto de 1940

Segundo arbitraje de Viena: Alemania e Italia arbitran una decisión sobre la división de la provincia de Transilvania, disputada entre Rumania y

Hungría. La pérdida del norte de Transilvania fuerza al rey Carol de Rumania a abdicar en favor de su hijo, Miguel, y lleva al poder a una dictadura al

mando del general Ion Antonescu.

13 de septiembre de 1940

Los italianos invaden Egipto (bajo control británico) desde Libia (bajo control italiano).

27 de septiembre de 1940

Alemania, Italia y Japón firman el Pacto Tripartito.

Octubre de 1940

Italia invade Grecia desde Albania el 28 de octubre.

Noviembre de 1940

Eslovaquia (23 de noviembre), Hungría (20 de noviembre) y Rumania (22 de noviembre) se unen al Eje.

Febrero de 1941

Los alemanes envían los Afrika Korps al norte de África para reforzar a los italianos, que estaban flaqueando.

1 de marzo de 1941

Bulgaria se une al Eje.

6 de abril de 1941 a junio de 1941

Alemania, Italia, Hungría y Bulgaria invaden y desmiembran a Yugoslavia. Yugoslavia se rinde el 17 de abril. Alemania y Bulgaria invaden Grecia en

apoyo a los italianos. La resistencia en Grecia cesa a comienzos de junio de 1941.

10 de abril de 1941

Los líderes del movimiento terrorista Ustasha proclaman el llamado Estado Independiente de Croacia. El nuevo Estado, reconocido de inmediato por

Alemania e Italia, incluye a la provincia de Bosnia-Herzegovina. Croacia se une formalmente a las potencias del Eje el 15 de junio de 1941.

22 de junio de 1941 a noviembre de 1941

La Alemania nazi y sus socios del Eje (salvo Bulgaria) invaden la Unión Soviética. Finlandia, que buscaba desagraviar las pérdidas territoriales del

armisticio que concluyó la Guerra de Invierno, se une al Eje justo antes de la invasión. Los alemanes rápidamente invaden los estados bálticos y,

junto con los finlandeses, sitian Leningrado (San Petersburgo) en septiembre. En el centro, los alemanes toman Smolensk a comienzos de agosto y

avanzan hacia Moscú en octubre. En el sur, las tropas alemanas y rumanas toman Kiev (Kyiv) en septiembre y toman Rostov en el río Don en

noviembre.

6 de diciembre de 1941

Una contraofensiva soviética empuja a los alemanes de las afueras de Moscú en caótica retirada.

7 de diciembre de 1941

Japón bombardea Pearl Harbor.

8 de diciembre de 1941

Estados Unidos le declara la guerra a Japón y entra en la Segunda Guerra Mundial. Las tropas japonesas desembarcan en Filipinas, la Indochina

francesa (Vietnam, Laos, Camboya) y el Singapur británico. En abril de 1942, Filipinas, Indochina y Singapur se encuentran bajo ocupación japonesa.

11 al 13 de diciembre de 1941

La Alemania nazi y sus socios del Eje le declaran la guerra a Estados Unidos.
30 de mayo de 1942 a mayo de 1945

Los británicos bombardean Köln (Colonia) y llevan por primera vez la guerra al interior de Alemania. Durante los tres años siguientes los bombardeos

anglo-estadounidenses reducen a escombros a las ciudades alemanas.

Junio de 1942 

Las armadas británica y estadounidense frenan el avance naval japonés en el centro del Pacífico en Midway.

28 de junio de 1942 a septiembre de 1942

Alemania y sus socios del Eje lanzan una nueva ofensiva en la Unión Soviética. Las tropas alemanas luchan para entrar a Stalingrado (Volgogrado)

sobre el río Volga a mediados de septiembre y penetran en lo profundo del Cáucaso después de asegurarse la Península de Crimea.

Agosto a noviembre de 1942

Las tropas estadounidenses frenan el avance japonés de isla en isla con rumbo a Australia, en Guadalcanal, en las Islas Salomón.

23 y 24 de octubre de 1942

Las tropas británicas derrotan a los alemanes y a los italianos en El Alamein (Egipto) y empujan a las tropas del Eje en caótica retirada a través de

Libia hacia la frontera este de Túnez.

8 de noviembre de 1942

Las tropas estadounidenses y británicas desembarcan en varios puntos de las costas de Argelia y Marruecos en el norte francés de África. La fallida

defensa de las tropas francesas de Vichy contra la invasión permite que los Aliados se trasladen rápidamente a la frontera oeste de Túnez y

desencadena la ocupación alemana del sur de Francia el 11 de noviembre.

23 de noviembre de 1942 al 2 de febrero de 1943

Las tropas soviéticas contraatacan, atraviesan las líneas de Hungría y Rumania al noroeste y sudoeste de Stalingrado y atrapan al Sexto Ejército

alemán en la ciudad. Con la prohibición de Hitler de retirarse o escaparse del sitio soviético, los sobrevivientes del Sexto Ejército se rinden el 30 de

enero y el 2 de febrero de 1943.

13 de mayo de 1943

Las fuerzas del Eje en Túnez se rinden ante los Aliados y finaliza la campaña en el norte de África.

10 de julio de 1943

Las tropas estadounidenses y británicas desembarcan en Sicilia. A mediados de agosto, los Aliados controlan Sicilia.

5 de julio de 1943

Los alemanes lanzan una ofensiva masiva con tanques cerca de Kursk en la Unión Soviética. Los soviéticos debilitan el ataque en una semana y

comienzan su propia ofensiva.

25 de julio de 1943

El Gran Consejo Fascista depone a Benito Mussolini y permite que el mariscal italiano Pietro Badoglio forme un nuevo gobierno.

8 de septiembre de 1943

El gobierno de Badoglio se rinde incondicionalmente ante los Aliados. Los alemanes inmediatamente toman el control de Roma y el norte de Italia,

establecen un régimen fascista títere bajo el mando de Mussolini, quien es liberado de prisión por comandos alemanes el 12 de septiembre.

9 de septiembre de 1943

Las tropas aliadas desembarcan en las costas de Salerno cerca de Nápoles.

6 de noviembre de 1943

Las tropas soviéticas liberan Kiev.


22 de enero de 1944

Las tropas aliadas desembarcan con éxito cerca de Anzio, inmediatamente al sur de Roma.

19 de marzo de 1944

Por temor a la intención de Hungría de abandonar la alianza del Eje, los alemanes ocupan Hungría y obligan a su regente, el almirante Miklos Horthy,

a designar a un primer ministro proalemán.

4 de junio de 1944

Las tropas aliadas liberan Roma. En seis semanas, los bombarderos anglo-estadounidenses por primera vez atacan blancos del este de Alemania.

6 de junio de 1944

Las tropas británicas y estadounidenses desembarcan exitosamente en las costas de Normandía (Francia) y abren un “segundo frente” contra los

alemanes.

22 de junio de 1944

Los soviéticos lanzan una ofensiva masiva en el este de Bielorrusia y destruyen el Centro del Grupo del Ejército Alemán y avanzan hacia el oeste

rumbo al río Vístula frente a Varsovia, en el centro de Polonia, el 1 de agosto.

25 de julio de 1944

Las fuerzas anglo-estadounidenses salen de la cabeza de playa de Normandía y avanzan rápidamente hacia el este rumbo a París.

1 de agosto de 1944 al 5 de octubre de 1944

El clandestino Ejército Nacional no comunista se levanta contra los alemanes en un esfuerzo por liberar a Varsovia antes de la llegada de las tropas

soviéticas. El avance soviético se detiene en el banco este del Vístula. El 5 de octubre, los alemanes aceptan la rendición del remanente de las

fuerzas del Ejército Nacional que luchaban en Varsovia.

15 de agosto de 1944

Las fuerzas aliadas desembarcan en el sur de Francia cerca de Niza y avanzan rápidamente hacia el río Rin con rumbo noreste.

20 al 25 de agosto de 1944

Las tropas aliadas llegan a París. El 25 de agosto, las fuerzas francesas libres, con el apoyo de las tropas aliadas, ingresan a la capital francesa. En

septiembre, los Aliados llegan a la frontera alemana. En diciembre, casi toda Francia, la mayor parte de Bélgica y parte del sur de Holanda son

liberadas.

23 de agosto de 1944

La aparición de las tropas soviéticas en el río Prut induce a la oposición rumana a derrocar el régimen de Antonescu. El nuevo gobierno concluye un

armisticio e inmediatamente cambia de bando en la guerra. El cambio de posición rumano obliga a Bulgaria a rendirse el 8 de septiembre y los

alemanes evacuan Grecia, Albania y el sur de Yugoslavia en octubre.

29 de agosto de 1944 al 27 de octubre de 1944

Bajo el mando del Consejo Nacional Eslovaco, formado tanto por comunistas como por no comunistas, las unidades de la resistencia clandestina

eslovaca se levantan contra los alemanes y el régimen eslovaco fascista local. El 27 de octubre, los alemanes toman Banská Bystrica, los cuarteles

generales del levantamiento, y ponen fin a la resistencia organizada.

12 de septiembre de 1944

Finlandia concluye un armisticio con la Unión Soviética y abandona la alianza del Eje.

20 de octubre de 1944

Las tropas estadounidenses desembarcan en Filipinas.


15 de octubre de 1944

El movimiento fascista húngaro de la Cruz Flechada lleva adelante un golpe de Estado con apoyo alemán para evitar que el gobierno húngaro inicie

negociaciones para rendirse ante los soviéticos.

16 de diciembre de 1944

Los alemanes lanzan una ofensiva final en el oeste, conocida como la Batalla de las Ardenas, en un intento por reconquistar Bélgica y dividir las

fuerzas Aliadas apostadas a lo largo de la frontera alemana. El 1 de enero de 1945, los alemanes están en retirada.

12 de enero de 1945

Los soviéticos lanzan una nueva ofensiva, liberan Varsovia y Cracovia en enero; el 13 de febrero, después de un sitio de dos meses, toman

Budapest; a comienzos de abril expulsan de Hungría a los alemanes y sus los colaboradores húngaros; el 4 de abril, con la toma de Bratislava,

obligan a Eslovaquia a rendirse; y toman Viena el 13 de abril.

7 de marzo de 1945

Las tropas estadounidenses cruzan el río Rin en Remagen.

16 de abril de 1945

Los soviéticos lanzan su ofensiva final y rodean a Berlín.

Abril de 1945

Unidades de partisanos, al mando del líder comunista yugoslavo Josip Tito, toman Zagreb y hacen caer el régimen Ustasha. Los principales líderes

de Ustasha huyen a Italia y Austria.

30 de abril de 1945

Hitler se suicida.

7 de mayo de 1945

Alemania se rinde ante los Aliados occidentales.

9 de mayo de 1945

Alemania se rinde ante los soviéticos.

Mayo de 1945

Las tropas aliadas conquistan Okinawa, la última isla antes de llegar a las islas japonesas.

6 de agosto de 1945

Estados Unidos lanza una bomba atómica en Hiroshima.

8 de agosto de 1945

La Unión Soviética le declara la guerra a Japón e invade Manchuria.

9 de agosto de 1945

Estados Unidos lanza una bomba atómica en Nagasaki.

2 de septiembre de 1945

Japón, habiendo acordado en principio la rendición incondicional el 14 de agosto de 1945, se rinde formalmente y finaliza la Segunda Guerra Mundial.

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