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3.) Orar
Si hay que entender en este punto es que al orar tenemos comunión con Dios y es
a través de la oración que recibimos respuestas, y saber que solo los hijos de Dios
tenemos este privilegio de conversar con nuestro Señor por este medio. ¿Por qué
orar al hacer el devocional? Para tomarnos un momento y pedirle al Señor que
puedas tener entendimiento en su palabra, que por su Espíritu Santo él te hable
cada mañana, o tarde, o noche al leer su bendita palabra. Te aseguro que no es
nada fácil puede surgir cansancio, fiaca o pereza, mucho sueño, hambre o vienen
cosas a la cabeza, pero tratemos que nada nos robe ese momento de estar en la
presencia de Dios orando.
4.) Leer y Marcar (Apuntar)
Podemos leer nuestras Biblias o también leer libros devocionales que ya vienen
por día, mes y año; o algún plan de lectura. Gracias a Dios hoy en día tenemos
muchas opciones para realizar nuestras lecturas durante el devocional.
Algunos aprovechamos para hacer el devocional estudiando la palabra así que
podemos utilizar diccionarios bíblicos, alguna otra versión de la Biblia para
comparar lo que estamos leyendo.
Les dejo este ejemplo por estos días estoy estudiando la carta a los efesios de
este modo aprovecho el tiempo leyendo, estudiando y dedicando mi tiempo a
Dios.
Volviendo al punto original de leer y marcar se trata simplemente de marcar ya sea
en la Biblia, o libro de lectura lo que me llamo la atención, el versículo que en ese
momento Dios me habló. Te aseguro que al final de la lectura te darás cuenta que
una promesa bíblica, o algo de la historia leída llamó tu atención y quedará en tu
memoria. Aquí es donde comienza el próximo punto.
5.) Meditar
Luego de la lectura y resaltar algo de lo que deja el devocional para este día llega
el momento de meditar en esa palabra.
Meditar no es como se lo conoce hoy de dejar la mente en blanco sino es todo lo
contrario, llenar nuestra mente con pensamientos sobre la palabra de Dios.
en este caso es leer varias veces lo que llamó nuestra atención y preguntar ¿hay
algo que tenemos que cambiar de nosotros? ¿hay algo en lo que acabamos de
leer que debemos evitar? ¿nos identificamos con alguna actitud que aquí se
menciona? Esas pueden hacer preguntas que nos llevan a meditar en la palabra
leída.
Siempre recordemos que Dios quiere hablarnos por su palabra de manera que no
apresuremos nuestro tiempo en terminar rápido o dejar para después.
7.) Memorizar
Seguramente de la lectura que realizamos nos queda un versículo bíblico que
podemos memorizar, puedes escribirlo en tu agenda, o pegarlo en la heladera, o
en la tablet, o el celular y llevarlo todo ese día junto a vos; quizás en algún
momento esa palabra te dará paz en cualquier situación que tengas que
atravesar.