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Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
TEMA
4
–
EL
ODÍO
El
oído
musical,
con
su
naturaleza
compleja
y
sus
distintas
posibilidades
de
desarrollo,
ha
preocupado
a
historiadores
y
musicólogos
desde
principios
de
siglo.
Pero
siempre,
filósofos,
artistas
y
educadores
se
han
detenido
en
el
problema
de
la
audición
musical.
Actualmente,
los
profesores
de
música
se
deben
dar
cuenta
de
la
importancia
de
la
relatividad
del
oído
en
el
“don”
musical.
A
pesar
de
ello,
sigue
habiendo
un
gran
desconocimiento
acerca
de
cómo
proceder
para
desarrollar
un
oído
escasamente
desarrollado,
tanto
en
el
sentido
de
entonación
e
identificación
de
sonidos,
como
en
el
de
comprensión
auditiva
de
la
obra
musical.
La
audición
tiene
una
vertiente
psicológica,
ya
que
el
sonido
existe
sólo
en
nuestro
cerebro,
y
por
tanto,
aspectos
tales
como
la
educación
musical
y
procesos
de
aprendizaje
deben
tenerse
en
cuenta
en
una
correcta
planificación
de
cualquier
currículum
musical.
La
función
de
nuestro
sistema
auditivo
es,
esencialmente,
transformar
las
variaciones
de
presión
originadas
por
la
propagación
de
las
ondas
sonoras
en
el
aire
en
impulsos
eléctricos,
información
que
los
nervios
acústicos
transmiten
a
nuestro
cerebro
para
la
asignación
de
significados.
Podemos
dividir
el
sistema
auditivo
en:
• Sistema
auditivo
periférico
(oído)
• Sistema
auditivo
central
(cerebro)
1
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
SISTEMA
AUDITIVO
PERIFÉRICO
El
sistema
auditivo
periférico
(el
oído)
está
compuesto
por
el
oído
externo,
el
oído
medio
y
el
oído
interno.
Sistema
auditivo
periférico
Oído
externo
El
oído
externo
está
compuesto
por
el
pabellón,
que
concentra
las
ondas
sonoras
en
el
conducto,
y
el
conducto
auditivo
externo
que
desemboca
en
el
tímpano.
La
ubicación
lateral
de
los
pabellones
derecho
e
izquierdo
en
el
ser
humano
ha
hecho
casi
innecesaria
la
capacidad
de
movimiento
de
los
mismos,
a
diferencia
de
lo
que
sucede
en
muchos
otros
animales
que
tienen
una
amplia
capacidad
de
movimiento
de
los
pabellones,
pudiendo
enfocarlos
en
la
dirección
de
proveniencia
del
sonido.
De
esta
manera
se
contribuye
a
la
función
del
pabellón,
que
es
la
de
concentrar
las
ondas
sonoras
en
el
conducto
auditivo
externo.
2
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
El
canal
auditivo
externo
tiene
unos
2,7
cm
de
longitud
y
un
diámetro
promedio
de
0,7
cm.
La
frecuencia
de
resonancia
del
canal
es
de
alrededor
de
los
3.200
Hz.
Oído
medio
El
oído
medio
está
lleno
de
aire
y
está
compuesto
por
el
tímpano
(que
separa
el
oído
externo
del
oído
medio),
los
osículos
o
huesecillos
(martillo,
yunque
y
estribo,
una
cadena
ósea
denominada
así
a
partir
de
sus
formas)
y
la
trompa
de
Eustaquio.
El
tímpano
es
una
membrana
que
es
puesta
en
movimiento
por
la
onda
(las
variaciones
de
presión
del
aire)
que
la
alcanza.
Sólo
una
parte
de
la
onda
que
llega
al
tímpano
es
absorbida,
la
otra
es
reflejada.
Se
llama
impedancia
acústica
a
esa
tendencia
del
sistema
auditivo
a
oponerse
al
pasaje
del
sonido.
Su
magnitud
depende
de
la
masa
y
elasticidad
del
tímpano
y
de
los
osículos
y
la
resistencia
friccional
que
ofrecen.
Los
osículos
o
husecillos
(martillo,
yunque
y
estribo)
tienen
como
función
transmitir
el
movimiento
del
tímpano
al
oído
interno
a
través
de
la
membrana
conocida
como
ventana
oval.
Dado
que
el
oído
interno
está
lleno
de
material
linfático,
mientras
que
el
oído
medio
está
lleno
de
aire,
debe
resolverse
un
desajuste
de
impedancias
que
se
produce
siempre
que
una
onda
pasa
de
un
medio
gaseoso
a
uno
líquido.
En
el
pasaje
del
aire
al
agua
en
general
sólo
el
0,1%
de
la
energía
de
la
onda
penetra
en
el
agua,
mientras
que
el
99,9%
de
la
misma
es
reflejada.
En
el
caso
del
oído
ello
significaría
una
pérdida
de
transmisión
de
unos
30
dB.
El
oído
interno
resuelve
este
desajuste
de
impedancias
por
dos
vías
complementarias.
En
primer
lugar
la
disminución
de
la
superficie
en
la
que
se
concentra
el
movimiento.
El
tímpano
tiene
un
área
promedio
de
69
mm2,
pero
el
área
vibrante
efectiva
es
de
unos
43
mm2.
El
pie
del
estribo,
que
empuja
la
ventana
oval
poniendo
en
movimiento
el
material
linfático
contenido
en
el
oído
interno,
tiene
un
área
de
3,2
mm2.
La
presión
se
incrementa
en
consecuencia
en
unas
13,5
veces.
Por
otra
parte
el
martillo
y
el
yunque
funcionan
como
un
mecanismo
de
palanca.
La
ganancia
mecánica
de
este
mecanismo
de
palanca
es
de
1,3,
lo
que
hace
que
el
incremento
total
de
la
presión
sea
de
unas
17,4
veces.
El
valor
definitivo
va
a
depender
del
área
real
de
vibración
del
tímpano.
Además,
los
valores
pueden
ser
superiores
para
frecuencias
entre
los
2.000
Hz
y
los
5.000
Hz,
debido
a
la
resonancia
del
canal
auditivo
externo
y
a
la
del
tímpano.
En
general
entre
el
oído
externo
y
el
tímpano
se
produce
una
amplificación
de
entre
5
dB
y
10
dB
en
las
frecuencias
comprendidas
entre
los
2.000
Hz
y
los
5.000
Hz,
lo
que
contribuye
de
manera
fundamental
para
la
zona
de
frecuencias
a
la
que
nuestro
sistema
auditivo
es
más
sensible.
Los
músculos
en
el
oído
medio
(el
tensor
del
tímpano
y
el
stapedius)
pueden
influir
sobre
la
transmisión
del
sonido
entre
el
oído
medio
y
el
interno.
Como
su
nombre
lo
indica,
el
tensor
del
tímpano
tensa
la
membrana
timpánica
aumentando
su
rigidez,
produciendo
en
consecuencia
una
mayor
resistencia
a
la
oscilación
al
ser
alcanzada
por
las
variaciones
de
presión
del
aire.
El
stapedius
separa
el
estribo
de
la
ventana
oval,
reduciendo
la
eficacia
en
la
transmisión
del
movimiento.
En
general
responde
como
reflejo,
en
lo
que
se
conoce
como
reflejo
acústico.
3
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
Ambos
cumplen
una
función
primordial
de
protección,
especialmente
frente
a
sonidos
de
gran
intensidad.
Lamentablemente
la
acción
de
esos
músculos
no
es
instantánea
de
manera
que
no
protegen
a
nuestro
sistema
auditivo
ante
sonidos
repentinos
de
muy
alta
intensidad,
como
pueden
ser
los
estallidos
o
impulsos.
Por
otra
parte,
se
fatigan
muy
rápidamente
de
manera
que
pierden
eficiencia
cuando
nos
encontramos
expuestos
por
largo
rato
a
sonidos
de
alta
intensidad.
La
acción
de
estos
músculos
tienen
el
efecto
de
un
filtro,
por
cuanto
se
ofrece
una
mayor
resistencia
a
la
transmisión
de
frecuencias
menores
(más
graves),
favoreciendo
por
consiguiente
las
frecuencias
mayores
(más
agudas),
que
suelen
ser
portadoras
de
un
mayor
contenido
de
información
útil
para
el
ser
humano,
tanto
en
el
habla
como
en
situaciones
de
la
vida
cotidiana.
También
el
aire
que
llena
el
oído
medio
es
puesto
en
movimiento
por
la
vibración
del
tímpano,
de
manera
que
las
ondas
llegan
también
al
oído
interno
a
través
de
otra
membrana,
la
ventana
redonda.
No
obstante
la
acción
del
aire
sobre
la
ventana
redonda
es
mínima
en
la
transmisión
de
las
ondas
con
respecto
a
la
del
estribo
sobre
la
ventana
oval.
De
hecho,
ambas
ventanas
suelen
moverse
en
sentidos
opuestos,
funcionando
la
ventana
redonda
como
una
suerte
de
amortiguadora
de
las
ondas
producidas
dentro
del
oído
interno.
La
trompa
de
Eustaquio
comunica
con
la
parte
superior
de
la
faringe
y
por
su
intermedio
con
el
aire
exterior.
Una
de
sus
funciones
es
mantener
un
equilibrio
de
presión
a
ambos
lados
del
tímpano.
Oído
interno
Si
en
el
oído
externo
se
canaliza
la
energía
acústica
y
en
el
oído
medio
se
la
transforma
en
energía
mecánica
transmitiéndola
-‐y
amplificándola-‐
hasta
el
oído
interno,
es
en
éste
en
donde
se
realiza
la
definitiva
transformación
en
impulsos
eléctricos.
El
laberinto
óseo
es
una
cavidad
en
el
hueso
temporal
que
contiene
el
vestíbulo,
los
canales
semicirculares
y
la
cóclea
(o
caracol).
Dentro
del
laberinto
óseo
se
encuentra
el
laberinto
membranoso,
compuesto
por
el
sáculo
y
el
utrículo
(dentro
del
vestíbulo),
los
ductos
semicirculares
y
el
ducto
coclear.
Este
último
es
el
único
que
cumple
una
función
en
la
audición,
mientras
que
los
otros
se
desempeñan
en
nuestro
sentido
del
equilibrio.
El
oído
interno
está
inmerso
en
un
fluido
viscoso
llamado
endolinfa
cuando
se
encuentra
en
el
laberinto
membranoso
y
perilinfa
cuando
separa
los
laberintos
óseo
y
membranoso.
La
cóclea
(o
caracol)
es
un
conducto
casi
circular
enrollado
en
espiral
(de
ahí
su
nombre)
unas
2,75
veces
sobre
sí
mismo,
de
unos
35
mm
de
largo
y
unos
1,5
mm
de
diámetro
como
promedio.
El
ducto
coclear
divide
a
la
cóclea
en
dos
secciones,
la
rampa
vestibular
y
la
rampa
timpánica.
4
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
Corte
de
la
cóclea
5
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
La
membrana
basilar
no
llega
hasta
el
final
de
la
cóclea
dejando
un
espacio
para
la
intercomunicación
del
fluido
entre
la
rampa
vestibular
y
la
timpánica,
llamado
helicotrema
que
tiene
aproximadamente
unos
0,3
mm2
de
superficie.
La
membrana
basilar
La
membrana
basilar
se
deforma
como
producto
del
movimiento
del
fluido
linfático
dentro
de
la
cóclea.
El
punto
de
mayor
amplitud
de
oscilación
de
la
membrana
basilar
varía
en
función
de
la
frecuencia
del
sonido
que
genera
su
movimiento,
produciendo
así
la
información
necesaria
para
nuestra
percepción
de
la
altura
del
sonido.
Las
frecuencias
más
altas
son
procesadas
en
el
sector
de
la
membrana
basilar
más
cercano
al
oído
medio
y
las
más
bajas
en
su
sector
más
lejano
(cerca
del
helicotrema).
La
cantidad
de
células
ciliares
estimuladas
(deformadas)
y
la
magnitud
de
dicha
deformación
determinaría
la
información
acerca
de
la
intensidad
de
ese
sonido.
Ubicación
de
la
zona
de
respuesta
de
frecuencias
sobre
la
membrana
basilar
6
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
A
partir
del
movimiento
de
la
membrana
basilar
que
deforma
las
células
ciliares
del
órgano
de
Corti
se
generarían
patrones
característicos
de
cada
sonido
que
los
nervios
acústicos
transmiten
al
cerebro
para
su
procesamiento.
Transmisión
ósea
Además
de
a
través
del
oído
medio
(el
tímpano,
los
osículos),
las
ondas
sonoras
llegan
al
oído
interno
directamente
por
medio
de
la
oscilación
de
los
huesos
del
cráneo.
Ello
es
fácilmente
comprobable
si
colocamos
un
diapasón
vibrando
sobre
el
parietal
o
sobre
el
hueso
mastoideo
(detrás
del
pabellón).
Dado
que
el
oído
interno
se
encuentra
inserto
en
una
cavidad
del
hueso
temporal
las
oscilaciones
del
cráneo
hacen
entrar
en
oscilación
directamente
el
fluido
linfático,
de
una
manera
que
no
está
totalmente
clara
aún.
Lo
que
sí
resulta
evidente
es
que
cualquiera
de
las
dos
formas
de
transmisión
de
las
ondas
es
igualmente
efectiva,
sirviendo
la
transmisión
ósea
como
medio
alternativo
cuando
hay
enfermedades
en
el
oído
medio.
La
transmisión
ósea
es
también
la
responsable
de
que
escuchemos
nuestra
voz
con
un
timbre
distinto
al
que
lo
escucha
el
resto
de
las
personas.
SISTEMA
AUDITIVO
CENTRAL
El
sistema
auditivo
central
está
formado
por
los
nervios
acústicos
y
los
sectores
de
nuestro
cerebro
dedicados
a
la
audición.
Se
trata
también
de
la
parte
de
nuestro
sistema
auditivo
de
la
que
menos
se
conoce.
Esto
es
consecuencia
de
nuestro
escaso
conocimiento
del
cerebro
y
su
funcionamiento
en
general.
A
menudo
ignorado,
el
sistema
auditivo
central
es
fundamental
en
nuestra
audición,
ya
que
es
allí
donde
se
procesa
la
información
recibida
y
se
le
asignan
significados
a
los
sonidos
percibidos,
ya
sea
que
pertenezcan
a
la
música,
al
habla
u
otros.
El
nervio
auditivo
contendría
alrededor
de
30.000
neuronas
y
su
función
principal
es
la
de
transmitir
los
impulsos
eléctricos
al
cerebro
para
su
procesamiento.
Pero
también
parecen
existir
otras
vías
que
conducen
impulsos
desde
el
cerebro
hasta
la
cóclea.
No
se
sabe
mucho
de
estas
neuronas
descendentes,
pero
aparentemente
servirían
para
ayudar
a
una
especie
de
ajuste
de
sintonía
fina
en
la
selectividad
de
frecuencia
de
las
células
ciliares
e
incrementar
las
diferencias
de
tiempo,
amplitud
y
frecuencia
entre
ambos
oídos.
Cerebro
El
cerebro
es
un
órgano
electroquímico
y
su
conformación
actual
en
el
ser
humano
es
el
resultado
de
transformaciones
sufridas
a
lo
largo
de
millones
de
años
de
evolución.
No
obstante,
es
una
de
las
partes
del
cuerpo
humano
sobre
las
cuales
más
se
ignora.
En
el
cerebro
hay
miles
de
millones
de
neuronas,
que
son
esencialmente
similares
a
todas
las
demás
células,
pero
que
tienen
la
particularidad
de
recibir
y
transmitir
impulsos
eléctricos.
7
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
Cada
neurona
está
comunicada
con
decenas
de
miles
de
otras
neuronas,
conformando
todas
ellas
una
red
(redes
neurales)
de
intercomunicación
sumamente
complicada.
Mientras
que
ya
cuando
nacemos
poseemos
la
totalidad
de
las
neuronas,
las
conexiones
entre
ellas
son
el
producto
de
procesos
de
aprendizajes.
Esta
capacidad
de
cooperar
(trabajar
en
redes)
de
millones
de
pequeñas
unidades
de
procesamiento
serían
la
causa
de
la
alta
eficacia
y
la
potencia
en
el
funcionamiento
de
nuestro
cerebro.
A
partir
de
la
deformación
de
las
células
ciliares
en
el
órgano
de
Corti
y
a
través
de
los
nervios
acústicos,
el
cerebro
recibe
patrones
que
contienen
la
información
característica
de
cada
sonido
y
los
compara
con
otros
almacenados
en
la
memoria
(la
experiencia
pasada)
a
efectos
de
identificarlos.
Aparentemente,
si
el
patrón
recibido
difiere
de
los
patrones
almacenados,
el
cerebro
intentaría
igualmente
adaptarlo
a
alguno
de
los
conocidos,
al
que
más
se
le
parezca.
Esto
es
notable
por
ejemplo
en
la
percepción
de
series
armónicas.
Si
recibimos
un
número
determinado
de
frecuencias
aisladas,
nuestro
cerebro
intentará
relacionarlas,
identificándolas
como
parte
de
una
serie
armónica
(aún
cuando
no
lo
sean),
generando
incluso
la
percepción
de
la
altura
determinada
por
su
frecuencia
fundamental,
aunque
ésta
no
esté
físicamente
presente
y
aunque
la
membrana
basilar
no
esté
oscilando
en
el
punto
correspondiente
a
dicha
frecuencia.
La
memoria
es
una
de
las
funciones
más
importantes
de
nuestro
cerebro.
Cada
hecho
a
ser
almacenado
en
la
memoria
es
separado
en
partes
y
se
guarda
de
manera
asociativa
(modelos
asociativos)
en
diferentes
conjuntos
de
neuronas
interconectadas
entre
sí,
de
manera
que
su
ubicación
física
está
distribuida
a
lo
largo
de
diversas
partes
de
nuestro
cerebro.
Si
el
patrón
recibido
no
existe
y
no
es
posible
encontrar
alguno
que
se
le
parezca,
el
cerebro
tendrá
la
opción
de
desecharlo
o
de
almacenarlo
(funciones
de
las
memorias
de
corto,
mediano
y
largo
plazo)
convirtiéndolo
en
un
nuevo
patrón
de
comparación.
Aparentemente
existirían
en
el
cerebro
al
menos
tres
niveles
diferenciados
de
procesamiento
de
los
datos
que
transmiten
los
nervios
acústicos.
En
un
primer
nivel
el
cerebro
identificaría
el
lugar
de
procedencia
del
sonido
(asociación
de
lugar,
localización).
En
un
segundo
nivel
el
cerebro
identificaría
el
sonido
propiamente
dicho,
es
decir,
sus
características
tímbricas.
Recién
en
un
nivel
posterior
se
determinarían
las
propiedades
temporales
de
los
sonidos,
es
decir
su
valor
funcional
a
partir
de
su
ubicación
en
el
tiempo
y
su
relación
con
otros
sonidos
que
lo
preceden
y
lo
suceden,
hecho
de
particular
importancia
en
sistemas
acústicos
de
comunicación
como
el
habla
(la
lengua
hablada)
o
la
música.
Hemisferios
cerebrales
El
cerebro
está
dividido
en
los
hemisferios
derecho
e
izquierdo.
Por
alguna
razón
no
totalmente
aclarada
los
nervios
se
cruzan
en
la
médula
espinal
de
manera
que
cada
hemisferio
del
cerebro
controla
esencialmente
el
lado
opuesto
del
cuerpo.
Cada
hemisferio
se
especializa
en
la
realización
de
funciones
determinadas.
Todo
parecería
indicar
que
en
el
hemisferio
izquierdo
se
localizan
los
centros
que
controlan
el
lenguaje
y
las
funciones
lógicas,
mientras
que
en
el
derecho
se
concentran
aquellas
funciones
no
verbales,
las
actividades
artísticas
y
las
funciones
emotivas.
8
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
De
igual
manera
cada
uno
de
los
hemisferios
cumple
funciones
diferenciadas
en
el
procesamiento
de
los
sonidos
recibidos.
El
cerebro
es
capaz
de
distinguir
las
características
estructurales
de
los
sonidos
y,
básicamente,
el
predominio
de
uno
u
otro
hemisferio
depende
precisamente
de
la
estructura
de
dicho
sonido.
En
el
caso
de
la
música
el
procesamiento
se
llevaría
a
cabo
en
el
hemisferio
derecho.
Sin
embargo,
hay
quienes
afirman
que
esto
sólo
sería
cierto
en
el
caso
de
los
individuos
que
no
son
músicos.
Las
personas
con
formación
y
entrenamiento
musical,
al
tener
la
capacidad
de
acceder
al
fenómeno
musical
desde
un
punto
de
vista
más
analítico,
procesarían
esta
información
en
el
hemisferio
izquierdo,
que
es
el
que
se
especializa
en
las
funciones
del
razonamiento
lógico.
Por
otra
parte,
experimentos
realizados
han
mostrado
que
la
especialización
de
uno
u
otro
hemisferio
cerebral
en
determinadas
funciones,
como
por
ejemplo
la
percepción,
procesamiento
y
asignación
de
significados
a
sonidos
específicos,
guardaría
una
relación
directa
con
la
lengua
materna
de
cada
individuo
Hemisferios
cerebrales
para
un
individuo
con
lengua
maternal
occidental
Hemisferio
Izquierdo
Hemisferio
Derecho
Vocales
Coves
Humanas
Lengua
Sonidos
de
animales
e
insectos
Consonantes
Sonidos
mecánicos
Música
Sonido
de
los
instrumentos
musicales
Cálculo
Pathos
Logos
Naturaleza
TIPOS
DE
OÍDO
MUSICAL
El
oído
absoluto
es
la
habilidad
de
nombrar
y
reconocer
estímulos
auditivos
aislados
sobre
la
base
de
la
nota
misma
sin
ninguna
referencia
externa.
Los
poseedores
de
oído
absoluto
demuestran
su
habilidad
en
varios
niveles.
Generalmente,
el
oído
absoluto
implica
algunas
o
todas
las
siguientes
habilidades:
• Identificar
y
nombrar
las
notas
tocadas
en
varios
instrumentos.
• Nombrar
la
tonalidad
de
una
determinada
pieza
musical.
• Cantar
o
entonar
una
determinada
nota
sin
ninguna
referencia
externa.
• Nombrar
las
notas
de
ocurrencias
domésticas
diarias
tales
como
bocinas
de
autos.
• Reproducir
a
la
perfección
una
canción
jamás
tocada
por
ese
individuo
en
un
instrumento
musical
sin
necesidad
de
leerla
en
un
pentagrama.
El
oído
absoluto
es
más
común
entre
los
hablantes
de
«lenguas
tonales»
tales
como
muchos
de
los
dialectos
del
chino
o
el
vietnamita,
que
dependen
poderosamente
de
la
altura
para
el
9
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
significado
del
léxico.
Se
ha
sugerido
que
el
oído
absoluto
puede
ser
adquirido
por
los
niños
cuando
aprenden
a
hablar
en
uno
de
estos
idomas.
El
término
oído
relativo
puede
denotar:
• La
distancia
de
una
nota
musical
conforme
a
un
punto
de
referencia
establecido,
por
ej.
"tres
octavas
sobre
el
Do
central".
• La
habilidad
de
un
músico
de
identificar
los
intervalos
entre
notas
dadas,
independientemente
de
su
relación
con
la
afinación
escogida
(La
=
440
Hz).
• El
recurso
usado
por
los
cantantes
para
cantar
correctamente
una
melodía,
siguiendo
la
notación
musical,
al
entonar
cada
nota
en
la
melodía
de
acuerdo
a
su
distancia
de
la
nota
anterior.
Alternativamente,
el
mismo
recurso
que
permite
a
alguien
oír
una
melodía
una
vez
y
nombrar
las
notas
relativas
a
alguna
nota
inicial
conocida.
A
diferencia
del
oído
absoluto,
el
oído
relativo
es
muy
común
entre
los
músicos
(de
hecho
es
necesario),
y
es
muy
posible
desarrollarlo
a
través
de
la
práctica.
Sordera
tonal
o
Amusia
La
Sordera
Tonal
afecta
a
la
habilidad
de
reconocer
y
reproducir
un
intervalo
musical.
Se
ha
comprobado
es
sumamente
inusual
entre
los
hablantes
nativos
de
lenguas
tonales.
Amusia
es
el
término
con
el
que
se
denomina
a
un
número
de
trastornos
que
inhabilitan
para
reconocer
tonos
o
ritmos
musicales
o
de
reproducirlos,
lo
que
a
su
vez
puede
acarrear
problemas
con
la
escritura
o
la
dicción.
La
amusia
puede
ser
congénita
o
adquirida
debido
a
una
lesión
en
el
cerebro.
OÍDO
Y
EQUILIBRIO
Los
canales
semicirculares
y
el
vestíbulo
están
relacionados
con
el
sentido
del
equilibrio.
En
estos
canales
hay
pelos
similares
a
los
del
órgano
de
Corti,
y
detectan
los
cambios
de
posición
de
la
cabeza.
Los
tres
canales
semicirculares
se
extienden
desde
el
vestíbulo
formando
ángulos
más
o
menos
rectos
entre
sí,
lo
cual
permite
que
los
órganos
sensoriales
registren
los
movimientos
que
la
cabeza
realiza
en
cada
uno
de
los
tres
planos
del
espacio:
arriba
y
abajo,
hacia
adelante
y
hacia
atrás,
y
hacia
la
izquierda
o
hacia
la
derecha.
Sobre
las
células
pilosas
del
vestíbulo
se
encuentran
unos
cristales
de
carbonato
de
calcio,
conocidos
en
lenguaje
técnico
como
otolitos
y
en
lenguaje
coloquial
como
arenilla
del
oído.
Cuando
la
cabeza
está
inclinada,
los
otolitos
cambian
de
posición
y
los
pelos
que
se
encuentran
debajo
responden
al
cambio
de
presión.
Los
ojos
y
ciertas
células
sensoriales
de
la
piel
y
de
tejidos
internos,
también
ayudan
a
mantener
el
equilibrio;
pero
cuando
el
laberinto
del
oído
está
dañado,
o
destruido,
se
producen
problemas
de
equilibrio.
Es
posible
que
quien
padezca
una
enfermedad
o
un
problema
en
el
oído
interno
no
pueda
mantenerse
de
pie
con
los
ojos
cerrados
sin
tambalearse
o
sin
caerse.
10
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
PATOLOGÍAS
DEL
OÍDO
Siempre
que
hablamos
de
percepción,
pensamos
en
el
sentido
del
oído,
pero
debemos
tener
en
cuenta
las
percepciones
vibratorias
(táctiles)
pues
son
útiles
en
oído
con
deficiencias.
Así,
la
información
suministrada
por
vía
ósea
o
táctil
es
enormemente
útil
para
completar
las
percepciones
por
vía
aérea.
En
relación
con
esto
y
como
educadores,
hemos
de
detectar
fallos
en
el
mecanismo
de
percepción,
lo
que
provocará
graves
carencias
en
el
desarrollo
musical,
en
particular,
y
educativo,
en
general.
Podemos
señalar
pautas
que
pueden
servirnos
para
determinar
la
existencia
de
trastornos
perceptivos:
• Conducta
normal
sólo
con
buena
comunicación
gestual.
• Nivel
de
comprensión
que
aumenta
cuando
se
les
habla
fuerte.
• Voz
ronca,
destimbrada
y
opaca.
• Buen
nivel
de
desarrollo
en
tareas
manuales
y
visuales,
y
buen
rendimiento
en
tareas
de
copia
que
desciende
en
las
de
dictado.
• Fallos
de
articulación
en
la
utilización
del
lenguaje
oral.
• Tendencia
a
igualar
las
vocales
y
a
realizar
lectura
labial.
11
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
En
cuanto
a
los
trastornos
pueden
deberse
a
que
las
paredes
del
conducto
auditivo
externo
segreguen
cera
y
ésta
se
acumule
y
endurezca
produciendo
un
cierto
grado
de
de
sordera
hasta
que
ésta
sea
eliminada;
la
trompa
de
Eustaquio
puede
estar
obstruida
por
una
inflamación
o
mucosidad;
el
tímpano
o
el
mecanismo
del
oído
interno
puede
desgarrarse
o
puede
estar
enfermo
el
nervio
auditivo
o
el
centro
auditivo
del
cerebro.
A
los
producidos
en
el
oído
medio
o
una
serie
de
umbrales:
audición
normal
(por
debajo
de
los
20
dB),
deficiencia
leve
(20
–
40
dB),
deficiencia
moderada
(40
–
70
dB),
deficiencia
severa
(70
–
90
dB),
deficiencia
profunda
(por
encima
de
90
dB)
y
cofosis
o
anacusia
(pérdida
total
de
la
audición).
En
estos
tipos
de
transtornos,
quedan
unos
“restos
auditivos”
que
posibilitan
en
cierto
grado
de
percepción,
aunque
siempre
con
cierta
distorsión.
OÍDO
Y
PERCEPCIÓN
Un
oído
sano,
para
percibir
correctamente
un
sonido,
debe
determinar
la
direccionalidad
y
la
localización
topográfica
del
mismo.
En
cuanto
al
reconocimiento
de
la
dirección,
en
la
audición
monoaural,
podemos
establecer
un
contorno
formado
por
todos
los
puntos
equipotenciales
en
los
que
se
puede
situar
la
fuente
sonora
y
la
máxima
intensidad
se
capta
cuando
la
dirección
del
eje
transversal
de
nuestra
cabeza
forma
con
la
fuente
sonora
un
ángulo
aproximado
de
11°,
pero
nosotros
poseemos
audición
binaural
en
condiciones
normales,
lo
que
permite
localizar
una
fuente
sonora
y
determinar
la
dirección
de
la
que
proviene,
gracias
a
la
pequeña
fracción
de
tiempo
que
transcurre
entre
que
el
sonido
estimula
a
uno
u
otro
oído.
También
hemos
de
decir
que
es
más
fácil
localizar
una
fuente
sonora
situada
en
un
plano
horizontal
que
en
un
plano
vertical,
ya
que
el
sonido
en
el
plano
vertical
llega
simultáneamente
a
ambos
oídos.
Oído
y
Memoria
La
memoria
es
la
base
de
toda
actividad
musical.
Toda
composición
musical,
ejecución
y
el
placer
que
la
música
proporciona,
depende
de
la
memoria.
El
goce
del
oyente
está
supeditado
a
su
familiaridad
(recuerdo)
con
pasajes
melódicos
y
armónicos
similares.
Toda
memoria
implica
asociación.
En
música,
nada
puede
ser
recordado
si
no
existe
algún
recuerdo
previo
con
el
que
sea
posible
recordar.
Estas
relaciones
o
asociaciones
pueden
ser
visuales
o
significativas.
Para
recordar
con
seguridad,
necesitamos
poner
los
hechos
en
relación
entre
sí
y
con
otros
ya
conocidos.
En
referencia
a
la
memoria
musical,
hay
quien
dice
que
la
formación
auditiva
de
una
persona
suele
ser
proporcional
a
la
cantidad
de
música,
popular,
culta
o
de
cualquier
tipo,
que
guarda
en
el
archivo
de
su
memoria.
El
complicado
proceso
de
memorización
de
un
fragmento
musical
consta
de
cuatro
etapas
que
se
suceden
sin
interrupción.
Son
estas:
• Impresión:
si
es
fuerte
y
clara
favorecerá
la
sucesiva
percepción
que
resultará
precisa,
nítida
y
penetrante.
• Percepción:
será
más
eficiente
cuanto
más
clara
fuera
la
impresión
y
esto
se
producirá
cuando
la
atención
auditiva
esté
presente.
• Comprensión:
cuanta
más
información
se
tenga
del
tema,
más
cultura,
experiencia…
más
fácil
será
la
comprensión
de
lo
que
ha
sido
registrado
por
la
impresión
y
la
percepción.
12
Educación
Musical
I
GRADO
EN
EDUCACIÓN
PRIMARIA
Curso
2014-‐2015
• Retención:
será
la
más
duradera
porque
la
comprensión
ha
dispuesto
que
la
imagen
sonora
sea
clasificada
y
archivada
en
nuestra
memoria.
Musicalmente,
para
memorizar
se
utilizan
tres
métodos:
• Racional:
analiza,
clasifica
y
relaciona
lo
que
se
desea
memorizar
con
lo
que
ya
se
sabe.
• Mecánico:
a
fuerza
de
repeticiones,
una
parte
de
lo
ejecutado
pasa
a
la
memoria
subconsciente
y
muscular.
Es
la
memoria
que
permite
a
los
aficionados
tocar
“de
oído”.
• Artificial:
aplica
como
recursos,
procedimientos
intelectuales
diversos.
También
podemos
encontrar
seis
tipos
de
memoria
musical:
• Memoria
visual:
recordar
lo
visto,
leído
por
su
imagen
gráfica
y
no
por
su
contenido
ideológico.
El
instrumentista
retiene
imágenes
de
compases,
líneas…
fija
los
rasgos
salientes
y
posteriormente
graba
detalles
según
su
interés.
• Memoria
auditiva:
en
la
más
importante
y
musical
de
todas.
Depende
de
la
educación
de
nuestro
oído
en
relación
a
elementos
musicales
como
altura,
timbre,
acordes…
y
nos
permite
conocer
y
recordar
exactamente
cómo
suena
una
pieza
trabajada
y
escuchada
con
anterioridad.
• Memoria
analítica:
si
en
la
ejecución
se
produce
un
fallo,
la
memoria
analítica
nos
hará
proseguir
saltando
a
otro
período
lógico.
• Memoria
muscular,
táctil
o
mecánica:
facultad
para
poder
ejecutar
movimientos
rápidos
y
complicados
sin
necesidad
de
tener
que
pensar
en
ellos.
• Memoria
rítmica:
si
durante
la
ejecución
de
pasajes
de
claro
y
definido
ritmo
pueden
conservarlo
aún
equivocando
o
variando
sonidos,
hay
una
memoria
rítmica.
Falta
de
memoria
rítmica
cuando
hay
un
deficiente
estudio
del
solfeo.
• Memoria
nominal:
es
la
memoria
verbal
que
dicta
el
nombre
de
las
notas
mientras
se
las
ejecuta,
independientemente
de
su
entonación.
13