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Seminario Atlántico
de PENSAMIENTO
Gianni Vattimo
Chantal Mouffe
Joan Busquets
Ernesto Laclau
Paula Sibilia
Javier Tolentino
Jorge Alemán
EDICIÓN
Antonio G. González
DIRECCIÓN
Antonio G. González
TEXTOS
© cada autor
FOTOGRAFÍAS
© cada autor
PROYECTO GRÁFICO Y REALIZACIÓN
la sociedad canaria desde el siglo XVI, siendo ésta así una muestra diminuta pero
expresiva en grado sumo: una Europa híbrida, multicultural, en la cual lo fronterizo,
como espacio de encuentro entre mundos distintos, ya no se limita al borde ge-
ográfico exterior que le da forma, sino que se ha convertido en una categoría y
en un factor de orden interior. De modo que esa nueva identidad europea mul-
ticultural ha tenido ya su propia destilación histórica en Las Palmas de Gran Ca-
naria, una ciudad que desde siempre profesó lo que algunos llaman un europe-
ísmo ultramarino y que, por consiguiente, se adelantó en algunos aspectos, por
mera lógica geoestratégica, a la quiebra de las relaciones clásicas entre centro y
periferia desde diversas perspectivas, otro de los signos de los tiempos actuales.
No es casual, por lo tanto, que hace unos meses filósofos de referencia mun-
dial como el italiano Gianni Vattimo, el argentino afincado en Londres Ernesto
Laclau o la franco-belga Chantal Mouffe se reunieran en Las Palmas de Gran Ca-
naria con grandes nombres propios de distintas disciplinas, como el arquitecto
y urbanista catalán, Joan Busquets, profesor en Harvard y artífice de la Barcelo-
na olímpica de 1992; el escritor y psicoanalista argentino (de origen canario) Jor-
ge Alemán, referencia de su especialidad en el mundo hispano; la antropóloga
brasileña Paula Sibilia o el crítico de cine español Javier Tolentino para hablar so-
bre la vida que viene en lo que constituyó la tercera edición del Seminario Atlán-
tico. Como tampoco es casual que la dimensión tan original e incluso excéntri-
ca -en el sentido no tanto de extraña como de más allá del centro- de ciudad-fron-
tera y europeidad neoperiférica de Las Palmas de Gran Canaria estén enclavadas
en el corazón de su candidatura a la Capitalidad Europea en 2016.
Por último, he de apuntar que el libro que prologo es, naturalmente, una
revisión ampliada y actualizada por los propios autores de las conferencias y de-
bates en torno al después de la crisis y sus principales desafíos y retos en que con-
sistió el tercer Seminario Atlántico que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran
Canaria edita ahora en formato digital y en papel y que por vez primera se rea-
liza también en una edición bilingüe, en español e inglés.
ciudad en los momentos actuales. Con su papel promotor de esta edición, como
del anterior seminario homólogo, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria
pretende sólo estar a la altura de una sociedad insular que, como expliqué, se ha
caracterizado por su sensibilidad hacia lo que sucede en el exterior y, por consi-
guiente, una marcada atención a los acontecimientos mundiales. Se trata,
pues, de una aportación de mi ciudad atlántica al curso general de la época.
a primera década del siglo XXI ha concluido con el mundo inmerso en la peor
L crisis de los últimos cien años. Se trata, vamos a decir, del saldo de la primera
fase de la globalización, que se desplegó plenamente con la caída del Muro
de Berlín y el fin de la Guerra Fría hace tan sólo veinte años. Sin embargo, la di-
mensión económico-financiera de esta primera crisis global es apenas el sínto-
ma de algo más profundo, de una auténtica crisis de época. El fenómeno con el
que la situación actual se compara recurrentemente, sobre todo por su alcance,
es el crack de 1929, un movimiento tectónico que hizo crujir al período de entre-
guerras hasta las entrañas. Fueron aquéllos tiempos vertiginosos, de grado cero,
largos tentáculos -dimensión que ha de ser considerada seriamente- y un bru-
tal desenlace: el ascenso del nazismo, el fascismo y el estalinismo en Europa, con
sus campos de exterminio, y finalmente la Segunda Guerra Mundial, una carnicería
que dividió largamente al mundo en dos bloques.
Sin embargo, este grado cero, ese desierto de lo real al que cada crisis gra-
ve remite, es también la condición de posibilidad de la misma como dispositivo
de producción de vida. El objeto de este libro, producto de la tercera edición del
Seminario Atlántico (www.seminarioatlantico.org) que en esta ocasión se pre-
senta tras la pertinente revisión de conferencias y coloquios por los autores, es
pensar al sujeto del siglo XXI, abordar su inevitable cóctel de cambio y repetición
y, en definitiva, indagar en el horizonte del saber, la creación y el poder. Se trata,
al propio tiempo, de producir una reflexión útil y aplicable a una actualización
urgente y profunda de las políticas públicas para las próximas décadas. La intención
es clara: contribuir a una estrategia global e innovadora de cambios en el mun-
do desde la perspectiva de una primacía de los intereses de la mayoría social.
Antonio G. González
Director del Seminario Atlántico de Pensamiento
Gianni Vattimo
Llegar a ser lo que se era
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
Es una de las figuras mundiales de la filosofía desde los años ochenta
del siglo XX. Autor capital de las corrientes postmodernas, es conocido
como el filósofo del 'pensiero debole' (pensamiento débil), presupues-
to teórico que el propio Vattimo relaciona estrechamente con la apari-
ción de la sociedad mediática, en apariencia transparente. Vattimo es-
tudió filosofía en las universidades de Turín y Heidelberg. Discípulo de
Hans-Georg Gadamer, ha sido uno de los renovadores de la corriente
hermenéutica. En 1964 inició la docencia de estética en la Facultad de
Filosofía y Letras de Turín. Claramente influido por Heidegger y Nietzs-
che, de los que es indiscutiblemente el mayor experto europeo así co-
mo traductor al italiano, ha sido además profesor universitario en Los
Ángeles y Nueva York. Se jubiló el año pasado, en 2009, como catedráti-
co de Filosofía Teorética en su ciudad natal y mantiene una incansable
actividad internacional como conferenciante. Como político es eurodi-
putado por Italia de los Valores, formación dirigida por Antonio Di Pie-
tro, fiscal principal en su día de la famosa operación judicial Mani
Pulite, tras haberlo sido por Demócratas de Izquierda, alianza que
abandonó en 2004. En estos últimos años Vattimo, católico practican-
te y militante gay, se ha centrado en reflexionar, en términos de filoso-
fía política, sobre la renovación de la izquierda. Entre sus innumerables
libros, algunos de los cuales se han convertido en auténticos best-se-
llers filosóficos, se hallan Ser, historia y lenguaje en Heidegger (1963), El
sujeto y la máscara. Nietzsche y el problema de la liberación (1974), Las
aventuras de la diferencia (1979), El pensamiento débil (ed.) (1983), El fin
de la modernidad. Nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna
(1985), La sociedad transparente(1989), Ética de la interpretación(1989),
Más allá del sujeto. Nietzsche, Heidegger y la hermenéutica (1992), Creer
que se cree (1996), Más allá de la interpretación. El significado de la her-
menéutica para la filosofía (1996), Diálogo con Nietzsche. Ensayos 1961-
2000 (2002), Después de la Cristiandad. Por un cristianismo no religioso
(2002) Nihilismo y emancipación. Ética, política y derecho (2003) o Ecce
Comu. Cómo se llega a ser lo que se era (2009). En preparación se en-
cuentra Comunismo Hermenéutico,escrito con Santiago Zabala.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 021 Llegar a ser lo que se era
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
Gianni Vattimo, al comienzo de su intervención en el III Seminario Atlántico, en Las Pamas de Gran Canaria. | Foto: V.M.C.
A.G.: Hace unos días [el 18 de marzo de 2010] se podía ver en Youtube una in-
tervención suya en el Parlamento Europeo. El Vattimo político, eurodiputado
de Italia de los Valores, poniendo en acto en cierto modo su ontología de la ac-
tualidad, su ontología del presente, que es en lo que incluso ha desemboca-
do su tarea filosófica, ahora materializada como práctica política también. Aler-
taba, en concreto, con una Unión Europea bajo presidencia española, de la in-
observancia por el llamado Viejo Continente del respeto de los derechos hu-
manos en países latinoamericanos con los que se firman continuos acuerdos.
Como en Colombia, donde casi a diario las fuerzas paramilitares están matando
a sindicalistas, o Guatemala, etcétera… Era una intervención muy política.
Gianni Vattimo: Guatemala está en esta lista porque hay problemas efec-
tivos respecto de acuerdos anteriormente firmados. No tiene que ver con
los derechos humanos. Honduras y Colombia sí son dos estados donde
Europa tendría que intervenir un poco más fuertemente antes de firmar
acuerdos de asociación privilegiados. En Colombia, en efecto, práctica-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 022 Llegar a ser lo que se era
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
A.G.: A pesar de este tirón de orejas al Gobierno español, la última vez que us-
ted estuvo en Las Palmas de Gran Canaria, hace dos años, dio una opinión fa-
vorable a Zapatero. Le pareció que, aunque en el ámbito económico-financiero
nadie puede ya hacer muchas cosas, al menos él era capaz de tomar decisio-
nes en el ámbito de las libertades civiles, decisiones que mantenían el espí-
ritu de la izquierda, cosa que en su país no sucede, nada de eso tiene lugar.
G.V.: Sí, efectivamente hay una crisis de época porque se está transfor-
mando muchísimo la vida social. Hoy por ejemplo, en las presentaciones
de Laclau y de Mouffe, se ha hablado de los problemas que tiene la so-
ciedad del capitalismo después del fordismo, después de la fábrica for-
dista, después de la conciencia de clases, etcétera. Esto es importante. A
mí me parece que el capitalismo
En la vida social hay una neutralización puede desarrollarse de esta ma-
de los conflictos, pero un tipo de sociedad nera un poco suicida, como de-
muestra la reciente crisis, porque
así se dispone a un facismo blando. En el en la vida social hay una trasfor-
Occidente actual sólo se habla y discute mación en el sentido de una neu-
tralización. Éste es un término
de administración. Pero esto no es sano, que yo aprendí a utilizar gracias a
pues la administración nunca es neutral Carl Schmitt, y que no se puede
utilizar sin hacer referencia a su
obra. Por ejemplo, en una de las últimas elecciones políticas en Italia, los
dos partidos antagonistas se reprochaban mutuamente el haber copia-
do el programa del otro. No se puede imaginar algo más absurdo en una
lucha electoral. No, ustedes han copiado nuestro programa electoral, y na-
die se ha escandalizado. Parecía que lo normal era que siempre se hicie-
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(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
ran las mismas cosas, pero nosotros, la izquierda, somos un poco menos
deshonestos, menos corruptos y los otros lo son más. Pero éste es un ar-
gumento que utilizan también los que dicen que son más religiosos, y
que los otros no lo son. Es terrible. Hay un efecto neutralizador en los me-
dios de masas, que obviamente no son una propiedad compartida. En Ita-
lia tenemos las televisiones del estado, que dependen del gobierno, que
depende de Berlusconi. Él es el dueño de otras televisiones privadas, y de
una gran agencia de publicidad, que tiene un gran control sobre los dia-
rios, porque si se les retira la publicidad pierden mucho dinero. Es todo
un problema de este tipo. Yo creo que hay una atmósfera de neutraliza-
ción, que en cierto punto considero como un poco fisiológica, porque si
uno te dice: ¿prefieres vivir en una sociedad conflictiva o armónica? Tú di-
ces: prefiero una sociedad amónica. Se trata de la idea de que se puedan
sobrepasar las fases de la violencia internacional a través de unas fases
de lucha puramente económica. A mí, como ciudadano italiano, no me im-
porta nada si algunos bancos italianos son comprados por algunos ban-
cos españoles, porque estas luchas son como de grupos dirigentes, de due-
ños de acciones, que a mí no me afectan. Por eso pensaba que el problema
tenía algo de fisiológico, pero ya no lo pienso.
A.G.: En estos veinte años, existía la impresión, por la caída del Muro de Ber-
lín, de que finalmente una democracia liberal iba a ser capaz de organizar con-
sensualmente la vida,y disolver todos los antagonismos. Y no ha sido así.
Numeroso público atiende a la primera intervención de Vattimo, en forma de diálogo.| Foto: V.M.C.
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(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
A.G.: Esta crisis podría terminar siendo el colofón del ocaso del orden repre-
sentativo iniciado a finales de los años sesenta del siglo pasado. Es un ocaso
que tiene mucho que ver con su quehacer filosófico, que ha ido directo al co-
razón del asunto, al desmoronamiento de los grandes relatos del período mo-
derno. Sin embargo, ahora se ha empeñado en volver a retomar no una, sino
dos de sus anteriores militancias: el cristianismo y el comunismo, sólo que de
III Seminario Atlántico de Pensamiento 029 Llegar a ser lo que se era
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
A.G.: Bueno, pues como usted se ha empeñado en volver a ser lo que era, aun-
que de otra manera, hagamos un fugaz repaso. Lo primero en Vattimo son dos
grandes nombres: Nietzsche y Heidegger. Vayamos al primero, en su dimen-
sión más deconstructiva. En la Genealogía de la Moral Nietzsche dice que “en
la raíz de lo que conocemos y de lo que somos no está ni el ser ni la verdad,
sino la exterioridad del accidente”. La ausencia de fundamentos y la destrucción
del mito del origen. En Aurora añade: “Detrás de las cosas se descubre algo bien
distinto: no su secreto esencial sino el secreto de que no tienen esencia, o de
que esa esencia fue construida pieza a pieza a partir de figuras extrañas a ella”.
Así que lo que hay no son verdades contra mentiras, sino conflictos entre in-
terpretaciones. ¿Cuál es el significado de ese Nietzsche hoy?
G.V.: Sí, esta idea del eterno retorno en Nietzsche es una idea que quie-
re presentarse como una idea física o científica, porque él dice que como
la materia es finita, el tiempo es infinito; y como no se puede imaginar
que las configuraciones materiales no hayan tenido lugar ya una vez, todo
puede retornar. Todo esto a mí me parece incluso cercano a la ciencia con-
temporánea. Si uno piensa en los resultados de la astronomía, de la cos-
mología (después de Einstein) se llega a la idea de una esfera eterna don-
de nada se pierde. Por ejemplo, si inventamos un telescopio muy pode-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 034 Llegar a ser lo que se era
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
roso, que esté a 2000 años luz de aquí, podremos mirar sobre la Tierra, y
veremos probablemente a Jesús en Palestina. Pero la cuestión está en que
hasta la velocidad de la luz tiene sus límites. A mí esto no me repugna,
es sólo que no puedo pensarlo con claridad. La otra interpretación del eter-
no retorno, que es con la que Nietzsche mismo explica su idea, consiste
en la pregunta de cómo de feliz tienes que ser para aceptar que este mo-
mento se repita eternamente, que es como decir que el eterno retorno es
un ideal de coincidencia, de existencia y de esencia de lo que pasa. Esta
idea de plenitud, que se debería tomar como un ideal regulativo, siem-
pre va a estar en el mundo, y por esto Nietzsche me parecía reconcilia-
ble con la actitud de un mártir, de un revolucionario. Nietzsche era un poco
marcusiano, no aceptaba más la idea del desplazamiento al futuro de la
plenitud. La queremos ahora, inmediatamente, y si no, todo ha sido un
engaño de los poderosos, de los poderes eclesiásticos, sociales, etcétera.
Gianni Vattimo, en otro momento de su intervención, en Las Palmas de Gran Canaria. | Foto: V.M.C.
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(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
III Seminario Atlántico de Pensamiento 037 Llegar a ser lo que se era
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
tener razones cuando abandonamos una cierta teoría, porque no las te-
níamos cuando la aceptamos. Está todo bastante ligado a nuestra exis-
tencia, son estructuras fraccionales, que nos permiten cambiar.
verdad objetiva, porque no creo que ésta pueda ser presentada sin que
haya un poder que la recomiende, sin que haya un consenso desde Was-
hington, o cosas por el estilo. Esto me parece discutible, obviamente.
G.V.: Emancipación significa todo aquello que los filósofos han prometido.
Prometían un conocimiento mejor de la realidad, porque después serían
más libres, pudiendo trabajar sobre la realidad. El propio Aristóteles, en
uno de los primeros libros de la metafísica, habla del hecho de que no
se puede conocer todo, lo cual es obvio, pero se puede conocer de todo,
y se puede tomar posesión del todo a través de los principios. Si yo co-
nozco los principios, los arcai,
La única posibilidad de la emancipación
puedo en alguna manera do-
minar la realidad. Emancipa- es para mí la reducción de la violencia,
ción es el sueño tradicional de
que está ya desde el comienzo entre los
la filosofía: te prometo una
mayor felicidad si sigues o hombres, y no la idea de realización de
compartes lo que te enseño.
un modelo originario que se tuviera que
Platón hizo esto, y Aristóteles
también. La emancipación reconstruir. Esto implica un ideal político
¿qué puede ser? La filosofía
pensó en la emancipación como realización de un modelo dado. Es un
modelo que se da desde el origen. Tal y como sucede en el mismo Marx,
con el pensamiento de una sociedad originaria, armónica y no dividi-
da, no conflictiva, etcétera.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 040 Llegar a ser lo que se era
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
III Seminario Atlántico de Pensamiento 041 Llegar a ser lo que se era
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
A.G.: Volvamos a su giro religioso y el interés paralelo por la ontología del pre-
sente, que desemboca en el acto político. En principio, daría la impresión de
que usted sintió en cierto punto el horror vacui ante tanta desfundamenta-
ción, y trató de fijarle un límite a la interpretación, un límite exterior forzo-
so. Para usted el límite es el amor, al que llama caritas, caridad, que es la co-
munidad. Ahí estaría el propio devenir del ser en Vattimo. Se fusionan una re-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 043 Llegar a ser lo que se era
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
A.G.: Sin embargo, eso es una propuesta. Esa actitud para con los demás alu-
de inevitablemente a la toma de conciencia y al acto de voluntad. Pero toda
la experiencia del período moderno demuestra que éstos no tienen mucha fia-
bilidad, en términos operativos, y sobre todo no tienen gran durabilidad.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 044 Llegar a ser lo que se era
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Gianni Vattimo
Tomar este índice como decisivo es terrible, porque nos condena a to-
dos a una reproducción salvaje de la vida de la producción. La economía
financiera que se desarrolló recientemente, es solamente el máximo de
la paradoja. No ya la producción de mercancías a través de otras mercancías,
sino la producción de dinero a través de otro dinero. Es el colmo del irre-
alismo, y mata gente, porque la crisis da lugar al desempleo. Es bastan-
te complicado. Me parece que el “pensamiento débil” propone una re-
ducción de la perentoriedad de los principios, del poder de los poderosos,
una sociedad más amistosa. Alguien ha dicho que los Estados Unidos han
exportado la infelicidad a todo el mundo. Yo no sé si es verdad, pero lo sos-
pecho, porque cuando voy a Estados Unidos y encuentro amigos que emi-
graron, me comentan que sus hijos han comenzado a tomar medica-
mentos, porque lo han aprendido en la escuela. Medicamentos para los
nervios, para resistir a la presión de la competición social. Madre mía. Así
que efectivamente hay razones para imaginar una sociedad que yo lla-
mo comunista, porque retomo la definición originaria de Lenin del co-
munismo, que era “electricidad más soviets”, es decir, desarrollo econó-
mico tecnológico y más poder popular en todas las formas posibles.
nor dimensión hizo surgir fenómenos como las Brigadas Rojas, por ejemplo.
La titulamos: “Pensé que esta crisis traería la protesta social, pero la resigna-
ción es enorme”. ¿Cree usted que ese estado de resignación va a continuar?
G.V.: Cuando discutimos usted y yo este punto era más o menos el comienzo
de la crisis. Ahora, por ejemplo en Italia, Berlusconi y las fuerzas de la de-
recha pretenden hacernos creer que la crisis se terminó. Pero viviendo en
el noroeste de Italia (Piamonte), veo que las industrias siguen cerrando, que
sigue creciendo el desempleo. No me gusta que la crisis sea más grave. Es-
tamos conociendo los efectos de la crisis ahora. La resignación y la paciencia
del pueblo está acabándose, es anormal que la gente tolere sin enfadar-
se tantas miserias, tantas transformaciones negativas de su existencia. La
lucha es entre la normalización neutralizadora y un crecimiento de los con-
flictos sociales. La idea de conflicto social es algo que se rechaza a menu-
do, porque a mí me gusta vivir en una sociedad donde no hay que salir ar-
mado. No sé si finalmente este ideal de sociedad será un ideal mortífero.
En Europa se habla de que garantizar la estabilidad social. Aquí no intere-
sa la estabilidad social. Si uno nace pobre, o feo, no me interesa la estabi-
lidad, quiero la transformación. Es una idea que recojo de Walter Benjamin.
Los poderosos piensan que la historia tiene una racionalidad porque ha lle-
gado a ellos, pero los pobres y los no poderosos no pueden pensar en la ra-
cionalidad de la historia. Quieren solamente transformarla.
Chantal Mouffe durante su intervención en el III Seminario Atlántico, en Las Palmas de Gran Canaria. | Foto: V.M.C.
L crítica que es más adecuado para confrontar la situación en la cual nos en-
contramos ahora. Para aproximarnos a esa cuestión lo primero que tenemos
que hacer necesariamente es decidir qué tipo de crítica es la que vamos a tomar
en consideración. Hay, en efecto, muchas y diferentes formas de comprender la
naturaleza de la crítica, y las gramáticas que corresponden a cada una de ellas son
también muy diversas. ¿Deberíamos afrontar la actividad de la crítica en térmi-
nos de juicio o en términos de práctica? ¿Es, como con frecuencia se afirma, una
actividad autoconsciente ligada a la Ilustración, una característica de la Moder-
nidad? Son preguntas que nos llevan a maneras muy diferentes de tratar el tema.
Más aún, como Michael Foucault señaló correctamente, la crítica no se puede de-
finir separadamente de sus objetos, y por eso está condenada a la dispersión. Si
tuviéramos que restringir el objeto de nuestra investigación a la crítica social, ello
limitaría el campo de significados posibles; pero no evitaría que siguiéramos en-
contrándonos con controversias cruciales. Pensemos por una parte en Jürgen Ha-
bermas, quien argumenta que la crítica social depende de una forma de teoría
III Seminario Atlántico de Pensamiento 054 La política democrática en la
época de la post-política
Chantal Mouffe
El modelo de crítica social y de política radical que proponen Michael Hardt y An-
tonio Negri en Imperio, Multitud y Commonwealth reclama una ruptura total con
la Modernidad y la elaboración de un enfoque posmoderno. Desde su punto de
vista, tal ruptura es necesaria por las transformaciones radicales que han teni-
do lugar en nuestras sociedades desde las últimas décadas del siglo XX. Estos cam-
bios, que son consecuencia del proceso de globalización y de las transformacio-
nes en los procesos de trabajo provocadas por las luchas obreras, se pueden re-
sumir en líneas generales de la siguiente manera:
Para resumir, podríamos decir que, de acuerdo con este modelo, la acti-
vidad de la crítica corresponde a una forma de negación que consiste en retirarse
de las instituciones existentes.
Chantal Mouffe, ante un cartel anunciador del III Seminario Atlántico, en Las Palmas de G. Canaria.| Foto: V.M.C.
De acuerdo con el enfoque por el que abogo, los dos conceptos clave para
enfrentar la cuestión de lo político son "antagonismo" y "hegemonía". Por una par-
te, es necesario reconocer la dimensión de lo político como la posibilidad siempre
presente del antagonismo; y esto requiere, por otra parte, aceptar la inexistencia
en todo orden de un fundamento final, así como la indecidibilidad que lo impreg-
na. Esto significa reconocer la naturaleza hegemónica de todo tipo de orden social,
y concebir la sociedad como el producto de una serie de prácticas cuyo propósito
es establecer un orden en un contexto contingente. Las prácticas de articulación
mediante las cuales un orden determinado se crea, así como el significado de las
instituciones sociales que se fijan, es lo que llamamos "prácticas hegemónicas". Todo
orden es la articulación temporal y precaria de prácticas contingentes. Las cosas siem-
pre podrían haber sido de otra manera, y todo orden se basa en la exclusión de otras
posibilidades. Es siempre la expresión de una estructura particular de relaciones
de poder. Lo que se acepta en un momento dado como "orden natural", junto con
el sentido común que lo acompaña, es resultado de la sedimentación de prácticas
hegemónicas; no es nunca la manifestación de una objetividad más profunda y ex-
terior a las prácticas que lo hacen llegar a ser. Todo orden hegemónico es suscep-
tible de ser cuestionado por prácticas contrahegemónicas que intentan desarticularlo,
con el fin de instalar otra forma de hegemonía.
Resulta claro que, una vez que concebimos la realidad social en términos
de prácticas hegemónicas, el proceso de crítica social característico de la políti-
ca radical ya no puede consistir en retirarse de las instituciones existentes, sino
en comprometerse con ellas, con el fin de desarticular los discursos y prácticas
existentes por medio de los cuales la actual hegemonía se establece y reprodu-
ce, y con el propósito de construir una hegemonía diferente. Quiero enfatizar que
tal proceso no puede consistir meramente en separar los diferentes elementos
cuya articulación discursiva está en el origen de esas prácticas e instituciones. El
segundo momento, el momento de rearticulación, resulta crucial. De otra manera,
nos encontraríamos con una situación caótica de pura diseminación, dejando la
puerta abierta para que penetren otros intentos de rearticulación por parte de
fuerzas no progresivas. Tenemos en efecto muchos ejemplos históricos de si-
tuaciones en las que la crisis del orden dominante conduce a soluciones de de-
recha. Por lo tanto, es importante que el momento de desidentificación se vea
III Seminario Atlántico de Pensamiento 067 La política democrática en la
época de la post-política
Chantal Mouffe
Conclusión
Creo que es importante darnos cuenta de que las diferencias entre los dos en-
foques que he presentado surgen de las diferentes ontologías que sostienen
sus respectivos marcos teóricos. La estrategia del éxodo, basada en una onto-
logía de la inmanencia, supone la posibilidad de un salto redentor hacia una
sociedad que está más allá de la política y la soberanía, en la cual la Multitud
sería capaz de forma inmediata de gobernarse a sí misma y actuar concerta-
damente sin necesitar la ley ni el Estado, y donde el antagonismo habría des-
aparecido. La estrategia hegemónica, en contraste, reconoce que el antagonismo
III Seminario Atlántico de Pensamiento 068 La política democrática en la
época de la post-política
Chantal Mouffe
III Seminario Atlántico de Pensamiento 069 La política democrática en la
época de la post-política
Chantal Mouffe
Joan Busquets, durante su intervención en el III Seminario Atllántico, en Las Palmas de Gran Canaria. | Foto: N.B.O.
stuve en este seminario hace dos años [2008] y en ese momento introduje
vido para gran cosa. Esto lo hemos leído en la prensa, la década perdida.
Yo no lo veo como una década perdida, aunque ha sido una década terrible
por muchas cosas que han sucedido. Muchos cambios culturales, políticos, pér-
dida quizás de algunos modelos que eran referentes. Quizás es una década que
refleja algo que ha venido pasando en las últimas décadas, quizás en los últimos
treinta años. La sociedad occidental se ha movido según los patrones de una de-
finición muy clara después de la Segunda Guerra Mundial. Ha ido funcionando
sin darse cuenta de que había dificultades medioambientales, de recursos, difi-
cultades sobre la manera en la que producimos las ciudades, de cómo habitamos,
de cómo utilizamos el territorio. Esto que Antonio González definía como las dis-
tintas crisis de hoy en día -medioambientales, demográficas, económicas, fi-
nancieras, etcétera- son temas que ya estaban latentes desde antes. Nos hemos
dado cuenta en esta última década, que no ha sido perdida, sino que ha sido un
tanto extraña. Hemos descubierto que las ciudades han ensayado o están en-
sayando otros modelos y organizaciones, y que en este momento todos estamos
de acuerdo en que estamos en presencia de una condición de la globalización muy
importante y que hay teóricos que han asociado la globalización a la vulgariza-
ción, afirmando que en el fondo todas las ciudades serán iguales, todos los te-
rritorios tienden a ser lo mismo, y esto sería un aburrimiento. Yo voy a defender
que los territorios no son iguales, ni van a seguir siendo iguales, sino que a lo que
la globalización nos está llevando es quizás a otras oportunidades, a unos siste-
mas de comunicación y de información mucho más potentes y que quizás estos
no son unos elementos negativos.
Para hacer esto más claro voy a apoyarme en tres bloques. En estos tres
III Seminario Atlántico de Pensamiento 083 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
Foto 1. Escolares mirando a Shenzhen: bella ciudad creada en 20 años, sin imposición de forma predeterminada,
pero capaz de albergar altas densidades y actividades productivas manteniendo el 50% de su territorio verde.
El primer argumento tiene que ver con este fenómeno, que es el de la gran
transformación que está ocurriendo en el este de Asia y que algunos autores han
dicho: esto es fantástico, esto es el futuro; estas ciudades, que crecen y se desarrollan
con una gran facilidad [Foto 1]. Ésta es una hermosa fotografía, en la zona de Hong
III Seminario Atlántico de Pensamiento 084 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
Kong, de una ciudad que se llama Shenzhen. Nuestra mirada es como la de es-
tas escolares, que están admiradas ante este fenómeno tan extraño. Esta ciudad
tiene once millones de habitantes, unas dos veces Madrid. Esto se ha construi-
do en veinte años. Es un fenómeno que nunca había existido, es un proceso tre-
mendo. Observan una ciudad que casi no tiene forma. Hay precedentes en la for-
ma en la que se han hecho estas ciudades, por ejemplo Brasilia, que es una ciu-
dad construida en el mismo periodo de tiempo con el objetivo claro de hacer una
capital. Aquí no se hace una capital sino una ciudad con actividad productiva, con
servicios, con todos los elementos necesarios para producir una ciudad con una
gran dinámica industrial.
FOTO 2. Ideas preconcebidas por Lucio Costa y Óscar Foto 3. Vista aérea de bloques en Brasilia: se puede
Niemeyer que dieron forma a Brasilia. apreciar el formalismo implícito de la propuesta.
Ésta es la imagen con la que se fabricó Brasilia [Fotos 2 y 3]. Hay una épo-
ca, la de la posguerra mundial, en la que los diseñadores imaginaban que, con
ciertas ideas claves, se da una forma y se fabrica una ciudad de varios millones.
Brasilia fue diseñada por Lucio Costa bajo con el famoso arquitecto Óscar Nie-
meyer. Lo curioso de este caso es que la ciudad surge en un territorio donde no
existe absolutamente nada. Se pone una cruz y surge una ciudad en forma de avión,
dijeron los fundadores de Brasilia.
Foto (imagen) 4. Principales ciudades en el delta del río Pearl. United Nations Human Settlements Programme
estima una población de 120 millones habitantes en el 2010-2011 (2,5 veces la población de España). En 1985, el
delta del río Pearl estaba solamente poblado por granjas y pequeños pueblos.
Foto (imagen) 5. Geografía Natural en Shenzhen: Foto (imagen) 6. Geografía Artificial en Shenzhen:
Continuidades regionales en los sistemas de agua, Infraestructuras, puntos de control y zonas de aduana
parques naturales, espacios verdes y montañas. derivan de los accidentes topográficos regionales.
Geografía y topografía como embriones de las nuevas
formas en la ciudad.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 086 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
En estos diagramas los ríos, las montañas son los que dan forma a esta
ciudad millonaria. Podemos ver que la manera en la que estas ciudades de un
ritmo trepidante se están produciendo son ciudades que engloban formas re-
sidenciales, formas de servicio, de actividad industrial, que se producen como
una máquina pero con cierto elemento de control entre ellas. Ya no existe este
formalismo a través del que se concibió Brasilia. Hay un eje a través del que se
concibe todo. Brasilia es una ciudad bastante aburrida porque no se produce
una verdadera ciudad desde un acto tan abstracto y tan independiente. En es-
tas ciudades pueden ver en una manzana viviendas de clase media, muy bue-
nas, y de clases trabajadoras y todo esto funciona dentro de una lógica, que yo
diría pocas veces estas transformaciones han producido unas ciudades como
en este caso donde incluso la gente trabajadora vive en unas condiciones bas-
tante razonables [Foto 7]. Esto me parece que son cuestiones bastante im-
portantes. La idea de la justicia social. Fabricar la ciudad quiere decir que la ur-
banidad puede ser utilizada por la mayoría de personas. La urbanidad no es algo
que sólo pertenece a los que tienen mucho dinero, como la ciudad en Europa
se había hecho a finales del siglo XIX. La ciudad tiene esta dimensión.
Foto (imagen) 7. Proyecto Urbano para una nueva centralidad en Ningbo (Prof. Joan Busquets + BLAU): Se
propone una solución muy abierta, previo entendimiento de los accidentes geográficos. El proceso de
coordinación entre las diferentes partes del diseño, es fundamental para asegurar la calidad urbana del proyecto,
para poder conjugar la diversidad propuesta.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 087 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
Foto (imagen) 8. Tejido urbano al Noreste de Milán: Redes económicas dinámicos que prosperan en zonas
abiertas de territorio.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 089 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
zás nos estamos fijando demasiado en el corazón de la ciudad sólo, en este caso
en Milán, y la verdadera economía la dinámica, la que crece la que se transfor-
ma está apareciendo en otros lugares.
tos lugares obligan a entender que los procesos de fabricación de ciudad atien-
den mucho a cómo se pueden mezclar los usos. Por lo tanto, la ciudad se fabri-
ca de esta manera. Pero la ciudad, como leíamos también en Asia, tiene formas
que tienen claro lo que se consigue en la geografía. Aquí en el proyecto de Nes-
selande [Fotos 9 a 20], la creación de una nueva playa y de un paseo, organiza todo
el territorio. Un elemento paisajístico de primer orden de conexión con el agua,
que hace inmediatamente que los lugares más apetecibles o los servicios sean
disfrutados por los usuarios. En invierno el agua dulce quedará helada y el lago
servirá como gran plaza para patinar. Estamos hablando de formas de ciudad re-
lativamente con pocos criterios de forma arquitectónica. La arquitectura es im-
portante, pero son elementos que entran a jugar en esta lógica, en mi forma de
ver, escenográfica incluso de alteración de la geografía como ahora señalaba.
La primera reflexión para mí llega sobre esta cuestión: Las ciudades son
abiertas, ya sea en ciudades en Asia como en Europa. En este punto insisto en
que Europa está menos dormida de lo que imaginamos. Las necesidades resi-
denciales son fuertes, quizás en España hemos dado más prioridad a fabricar
vivienda que a fabricar ciudad y esto explica mucho acerca de la famosa bur-
buja inmobiliaria. Esto ha sido un fenómeno muy específico de España, respecto
de Europa. Si en lugar de poner tanto énfasis en cuántas miles viviendas cons-
truíamos en cada sector hubiéramos dicho qué trozos de ciudad fabricamos y
dónde lo hacemos, quizás el resultado o la presión que estamos viviendo con
esta crisis hubiera sido menor.
Foto 21. Proyecto para la Exposición Internacional de 1998, en Lisboa. Operación llevada a cabo por agentes
públicos para recuperar una zona industrial abandonada. El triunfo de la intervención radica en el éxito que aún
tiene hoy en día el proyecto, integrado actualmente y conocido por El Parque de las Naciones.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 092 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
La segunda reflexión para mí tiene que ver con las operaciones en la ciu-
dades sobre todo en los proyectos dentro de la ciudad. Estos tienen dos pistas a
mi forma de ver, que tienen que ver con su escala. En Europa en general hay otra
manera de entender que podemos mejorar las ciudades a través de ciertos pro-
yectos de envergadura. Éste es el caso de Lisboa [Foto 21]. En ella se hizo un gran
proyecto en el frente del agua para producir la Expo 98. Es lo que yo le llamo un
big bang, aparece de repente. Es una gran operación pública que produce enor-
me cantidad de suelo que, siendo antes una zona industrial abandonada o con
poco uso, se convierte en un nuevo centro para la ciudad de Lisboa. Las ciudades
necesitan de ciertos proyectos que les den un vuelco, que les den una imagen nue-
va. Eso ha ocurrido en proyectos recientes en Valencia y en Zaragoza. Intentos de
concentrar en algunos proyectos este tipo de actuación. Creo que a veces pue-
den ser necesarios, pero quería llamar la atención también sobre los límites y las
conveniencias de los mismos. Seguramente hay pocos proyectos tan exitosos como
el de Lisboa, que ha sido capaz de arrancar en ese trozo una operación que ha lle-
vado a que la ciudad siga a la Expo. Al lisboeta, donde le gusta estar es en el cas-
co histórico y en la zona de la Expo, que es la parte nueva. La idea es que estos
proyectos permiten darle a estas ciudades una vuelta sobre sí misma. Es un ele-
mento importante y aquí en Las Palmas de Gran Canaria también puede haber
esta necesidad de discusión.
Foto 22. Expectativas ante la presentación de la futura imagen de New York, en los años cincuenta del siglo XX.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 093 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
Foto (imagen) 23. Proyecto para la Foto (imagen) 24. Proyecto para
Exposición Internacional de 2010, en la Exposición Internacional de
Shangai. 2015, en Milán.
mejor uso de los espacios, de los productos que producen. Estas cuestiones van
a poner sobre la mesa estos elementos. Una de las hipótesis en Milán es imagi-
nar que desde este espacio se pueda tejer de nuevo un gran espacio del territo-
rio. La forma del dibujo es una forma casi de la geografía natural reinterpretada
donde las aguas funcionan como los sistemas de verde abiertos existentes, que
pueden empalmar de un lugar a otro. Son estas las cuestiones que quizás el di-
seño a esta escala nos plantea.
Muchas otras veces las ciudades se rehacen desde otra escala. Les voy a
presentar a Dunkerque, que está al norte de Francia [Fotos 25 y 26]. Ustedes la
conocerán, como yo, por las destrucciones, más que por los proyectos. En el siglo
pasado fue barrida dos veces por la guerra. Es una ciudad estratégica entre Fran-
cia e Inglaterra. Por tanto, el paso de los aviones alemanes y el de los aliados hizo
que cayeran muchas bombas sobre esta ciudad. Es una ciudad con una historia
Foto (imagen) 27. Palimpsesto de Dunkerque: sus Foto (IMAGEN) 28. Influencia de los puntos
diferentes murallas, edificios importantes, sistemas de importantes del Palimpsesto en la propuesta
agua. La revelación de la superposición de culturas en un actual de ejes estructurantes para
mismo lugar físico puede dar pistas para enderezar la Dunkerque.
estrategia global que una ciudad debe seguir.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 095 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
Por el contrario, se puede decir que este formato es algo innato en el hombre
[Foto 30], es casi un hecho antropológico.
En el diseño de la ciudad de hoy en día nos debe preocupar menos los ob-
jetos y más los sistemas. Estos sistemas regulares pueden tener formas cuadra-
das, rectangulares, más grandes, más pequeñas, orientadas dependiendo de la
luz, del viento. Hay otras dimensiones. La idea de que la ciudad regular es igual
en todas partes no es verdad. La idea de que la ciudad regular es un invento de
los griegos no es verdad. Incluso la ciudad árabe, que siempre la hemos relacio-
nado con la kasbah, es regular.
Fotos 31 y 32. Frente marítimo de Barcelona en 1985 y 1992. Acercando de nuevo la ciudad al mar, a través de una
estrategia a diferentes escalas basada en la reinterpretación del Plan Cerdá.
Fotos (e imágenes) 33 y 34. Vista aérea situación actual y propuesta para el litoral de Las Palmas. Foto maqueta
del proyecto.
Busquets, en momento previos a su conferencia, junto a dos técnicos de imagen y sonido. | Fotos: V.M.C.
incluso la marea llegara al nivel que estamos ahora y, por lo tanto, que el movi-
miento de la marea se reflejara en la plaza del agua inferior, con sus fuentes, per-
mitiendo que los ciudadanos se dieran cuenta de los movimientos del agua.
Londres era una ciudad que había renunciado al río, pero un proyecto
ha permitido poner al río en marcha y ha convertido a Londres en una ciudad
hermosísima, con espacios públicos
muy interesantes junto al río [Fotos
El proyecto Fresh Kills en Nueva York hace
35 y 36]. Estamos en una fase con del reciclaje un parque en las afueras. La
unos proyectos que buscan la iden-
tidad, el ADN de la ciudad. Si el ADN
ciudad funcional, industrial, residencial
de Barcelona era esta regularidad no funciona. La gente quiere una ciudad
que le ha dado su origen desde el si-
glo XIX y su forma de ser, no es de ex-
en la que cuando pasea pasan cosas. Ahí x
trañar que en Las Palmas uno de los es básico reencontrarse con la geografía x
elementos importantes sea este
contacto con el agua que hace unos años resolvió con la Playa de Las Cante- x
ras. Que la relación con el Atlántico abierto y con el Puerto puedan ser uno de
los elementos más apasionantes de esta ciudad en el futuro.
x
III Seminario Atlántico de Pensamiento 100 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
Foto (imagen) 37. Proyecto urbano-paisajístico para el futuro Parque Fresh Kills, a las afueras de Nueva York:
Operación de reconversión de territorios usados para el reciclaje de residuos en un parque tres veces mayor el
tamaño de Central Park.
Hemos visto escalas distintas y ritmos distintos, por tanto la idea de la globali-
dad no nos está llevando a procesos iguales y similares en todas partes. Quisie-
ra solamente referirme a estas cuestiones que nos aprietan hoy en día y que nos
permiten darle otra orientación a la ciudad. Las cuestiones del reciclaje de la ciu-
dad. Hasta ahora nuestra forma de reciclar la ciudad han sido mandar los resi-
duos fuera de la ciudad y alguien se ocupará. El proyecto Fresh Kills en Nueva York
hace del reciclaje un parque para la ciudad a las afueras [Foto 37]. Es un proyec-
to enorme que permite ver que estas cuestiones nuevas que las crisis nos han plan-
teado, nos obligan a replantear las formas de actuar en la ciudad. Esto quiere de-
cir producir espacios que la gente encuentre interesantes e innovadores. El fu-
turo de la ciudad está en ver si somos capaces de que la innovación esté en la ciu-
dad, o bien reconocer si la innovación está en los espacios más activos econó-
micamente o tecnológicamente, en lo que se llama la industria relacionada con
III Seminario Atlántico de Pensamiento 101 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
Foto (imagen) 38. Estudio para la optimización del programa en un proyecto urbanístico. Establecimiento de
jerarquías entre funciones directas y derivadas. Análisis de actividades auto-contenidas, no especializadas y
aquéllas con capacidad de generar ‘branding’.
Foto (imagen) 39. Interrelación horaria de las funciones directas en un espacio temporal de 24h. Actividades
derivadas aportan consistencia a la distribución propuesta.
Foto (imagen) 40. Estudio sobre los flujos de usuarios y grados de atracción de las actividades propuestas.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 102 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
Finalmente, a la luz del tema que este seminario nos pone sobre la mesa
y a la luz de esta década,0 yo creo que ha sido una década no perdida, pero
que ha sido de ruptura, de cambio. A mí me parece entender que quizás aho-
ra sea un buen momento para tener una actitud algo utópica y ambiciosa para
la ciudad. Utópica no en el sentido de una figura poética sino de una visión
III Seminario Atlántico de Pensamiento 103 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
COLOQUIO
Público: Dos preguntas sobre posibles tendencias. ¿Las ciudades grandes van a se-
guir siendo más grandes en detrimento de las pequeñas o éstas van a ganar pro-
tagonismo? La otra es: ¿Respecto a la oferta comercial, de servicios, la tendencia
es más concentración dentro de una ciudad o más dispersión en pequeños núcleos?
Joan Busquets: Es difícil de responder porque como antes decía hay reali-
dades que toman patrones distintos, pero en cualquier caso lo que está cla-
ro es que todavía va a haber un movimiento grande de personas hacia a las
ciudades. En China en los próximos diez años se espera que 500 millones
de personas pasen a las ciudades. La realidad es brutal. En Europa todavía
hay movimiento hacia las ciudades. El futuro está sobre todo en las ciuda-
des medias, que son aquellas que tienen servicios tipo Las Palmas de Gran
Canaria. Son ciudades que tienen todos los servicios de la ciudad grande, don-
de el nivel de confort es mayor. París y Londres seguirán existiendo, pero se
está comprobando que, con los nuevos sistemas de comunicación, hay mu-
chas empresas que buscan descentralización fuera de estas grandes ciudades
porque son muy antieconómicas, muy difíciles de vivir. Las ciudades del fu-
turo son de 300 mil, 400 mil, 500 mil habitantes, que tienen universidad,
hospitales. Estas ciudades tienen un marco de competencia muy fuerte en-
tre ellas. Cada una tiene que buscar en qué es fuerte. Las ciudades de esta
dimensión en Estados Unidos están compitiendo con grandes ciudades por-
que tienen buenos hospitales, que son más cómodos, más humanos. Las uni-
versidades empiezan a decantarse por determinados campos y esto es im-
portante. Es difícil que una universidad sea buena en todos los campos. Hay
que reforzar en los que uno es excelente. Hay que aprovecharse de las con-
diciones geográficas y convertirlas en puntos de excelencia. Jugar con va-
rios sectores económicos es bueno porque permite ser más fuerte.
ron el gran invento del siglo XX como el coche y otras cosas van a cam-
biar mucho. Eso lo estamos viendo. La independencia individual que la dio
el coche y que ahora la da el móvil y otras muchas cosas. Es una crisis que
nos abre a un futuro muy interesante.
J.B.: Usted ha tocado un tema muy pertinente que es el del confort. El ciu-
dadano del siglo XXI es el del confort. Hace 30 años no nos quejábamos del
ruido. Antes se vivía al lado del tren y era terrible, y nadie se quejaba. Hoy en
día nos quejamos del ruido. En las ciudades medias la solución es más fácil
que en las grandes. La manera de orientar el diseño de las ciudades grandes
y me referiría ahora a Londres es considerar que Londres esta conformada
por entidades menores, que son entidades en las que el nivel de confort, en
que reducir la contaminación se pueden ejecutar. Entonces quedarán dos o
tres como la City donde todo el mundo corre. Esto parece ser el boom mo-
derno. Yo creo que la facilidad de conseguir el confort urbano y, por lo tan-
to, poder andar corresponde con la escala de la ciudad. También tiene que
ver con el tema de la densidad, la ciudad del futuro es relativamente densa.
Si queremos afrontar las cuestiones energéticas y de recursos hemos de afron-
tar cierta densidad. A veces se ha dicho Los Ángeles es la ciudad del futuro
y eso no es verdad. Los Ángeles fue la ciudad del siglo XX basada en el au-
tomóvil. Se ha tomado como modelo en muchas ciudades, sobre todo en La-
tinoamérica. Muchas han copiado sus autopistas y calles sin asfaltar porque
no tienen su dinero. Los Ángeles, aunque está en una crisis financiera bru-
tal, pero es la que más millonarios tiene por hectárea, por lo que no se pue-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 106 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
Dos imágenes de Joan Busquets, durante el coloquio con el público. | Foto: V.M.C.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 107 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
de soñar una ciudad como Los Ángeles. Cuando tomemos seriamente las cues-
tiones energéticas, de polución, una ciudad con poca densidad no puede fun-
cionar con transporte público, con servicios bien distribuidos porque son im-
posibles de pagar. Las formas de densidad intermedia o incluso alta son po-
sibles. Hay proyectos emergentes en algunas ciudades del norte Europa, que
antes habían apostado por la baja densidad y ahora están cambiando a den-
sidades medias y medias altas por factores energéticos. Son factores muy se-
rios que incluso se están tomando en la agenda de gobiernos muy en serio.
J.B.: Usted toca un punto que me parece importante también. Las ciudades
han de fabricar soluciones transitorias, que se convierten en definitivas. Yo
soy poco partidario de soluciones transitorias, como pasó en la fabricación
de viviendas muy pequeñas, que son polígonos de emergencia, que se dio
en España durante un período. Prefiero pensar que la ciudad se puede me-
jorar en el tiempo, se pueden hacer barrios bastante sencillos porque la me-
jora es factible, está en el proceso. Las personas aceptamos vivir en ciertas
condiciones porque vamos a poder mejorar, no pasa nada. Soy muy parti-
dario de pensar en el proceso de la ciudad. Ésta se fabrica, crece y se desarrolla.
que la vivienda nos asegure una cierta posición en la ciudad, unos ciertos
servicios y nos asegure una cierta privacidad. Porque la gente se va a unos
lugares con baja densidad o a una ciudad jardín porque quiere una priva-
cidad, quiere algo independiente de los otros. En otros momentos quiere par-
ticipar con los vecinos. Urbanistas y arquitectos deben hacer barrios pilo-
tos y que la gente pueda ver los dos puntos que usted planteaba. La ciudad
puede mejorar, está asegurado que voy a poder mejorar. La ciudad acaba-
da cuesta mucho dinero, pero la ciudad que voy haciendo según mi bolsi-
llo, la voy haciendo según mi bolsillo. Lo que llamo densidades intermedias
son aquéllas con las se puede adquirir cierta privacidad o un alto nivel de
privacidad, que es lo que las personas queremos. Nos gusta vivir en la ciu-
dad, pero en cierto momento te gusta bajar las persianas y decir que estoy
sólo para hacer lo que nos dé la gana. Este derecho a la privacidad se pro-
duce incluso dentro de la misma familia. La vivienda tiene entidades distintas.
Público: Ha comentado usted que el futuro de las ciudades va hacia las concen-
traciones por ser más económicas y todo lo demás, que la distribución es la ho-
mogénea, entiendo por eso la cuadrícula y que cada ciudad tiene su ADN, que
puede cambiar ese sistema, pero no he oído hablar de la autoventilación de las
ciudades, que eso es higiene urbana, de las escorrentías si es cuesta arriba o cues-
ta abajo. Si vamos a concentraciones homogéneas veo difícil la ventilación de
la ciudad. Sé que vamos a eso porque el capital es el que manda, pero habría que
estudiar esto que acabo de comentar.
Público: En la isla de Gran Canaria está, en el sur, la gran zona turística, la zona
industrial de Arinaga, un aeropuerto intencional de enorme tránsito; y en
el norte la capital, Las Palmas de Gran Canaria, la gran zona comercial con
un puerto, La Luz, que es una de las grandes bases de transbordo de conte-
nedores y flotas pesqueras del Atlántico, y el norte agrícola. ¿Cómo se pue-
de interpretar o prever en cierto modo la interconexión entre núcleos con
personalidades distintas?
III Seminario Atlántico de Pensamiento 110 El diseño y la gestión de la ciudad en las
nuevas dinámicas de la ciudad
Joan Busquets
J.B.: La cuestión siempre está, lo que viene de la historia, que ha sido un mo-
delo que ha ido estando, se está demostrando la fuerza de algunos de es-
tos elementos. Los aeropuertos tienen una fuerza económica muy gran-
de no sólo como tales aeropuertos sino como factor de atracción. A veces
esto no lo hemos tenido muy en cuenta. Es un elemento que tira mucho
en los territorios. Deben ser un elemento de gran fuerza por su colocación.
Lo más importante es entender que esta lógica sea entendida dentro de
otras lógicas dentro de la ciudad y el territorio. Muchas veces hay un cor-
te entre lo que los planes imaginan y planifican, y lo que la realidad em-
puja. Es una situación que suele pasar. Los aeropuertos suelen buscar ac-
tividades muy específicas especializadas ligadas a ellos. Son actividades muy
logísticas, que están bien. Interesa que sea más una ciudad aeroportuaria
y no tanto con unas funciones solo aeroportuarias, porque son unas eco-
nomías muy frágiles. Son ciudades muy frágiles. En Barcelona es una zona
con gran potencial, pero todavía muy incierta. El sector entre el puerto y
el aeropuerto va a acabar cogiendo forma, pero aún es un sector un poco
descontrolado. Son sectores económicos muy cambiantes, en diez años cam-
bian sus estrategias, no les interesa más y quieren una logística más pe-
queña. Hoy en día los sectores de la logística y los más innovadores de la
actividad económica son algo que nosotros hemos de aprender e investi-
gar sus lógicas para ver qué formas espaciales nos piden.
Laclau, durante su intervención inicial, en forma de entrevista, en el III Seminario Atantico de Pensamiento. | Fotos: V.M.C.
A.G.: Tal vez sea pertinente aclarar por lo pronto que en su obra usted decons-
truye de modo muy llamativo la determinación economicista del marxismo clá-
sico. Rechaza que las relaciones de producción determinen todo lo demás y que
el fundamento último de lo social sea la economía. No dice que la economía no
sea central, sino que su centralidad no deriva sólamente de una lógica interna
que fuera imposible de rebasar, ni siquiera aún en el rizoma tardocapitalista.
E.L.: Creo que, respecto a la economía, es preciso hacer una distinción. Que
los procesos económicos son centrales en toda sociedad es algo que na-
die en sus cabales puede negar. Y que ellos afectan profundamente la vida
de la gente, como se ve claramente en la crisis actual, es un hecho igual-
mente obvio. Cuando se critica al economicismo no se pone en duda esta
centralidad. Lo que se critica es la idea de que la economía sea un espa-
cio cerrado y autorregulado, capaz de reproducir la vida material de la so-
ciedad a partir de sus mecanis-
Que la economía es central en cualquier mos endógenos, tal como lo sos-
sociedad nadie en sus cabales niega. Pero tiene el neo liberalismo. Lo que es
necesario es reintroducir la idea
no es un espacio cerrado, que reproduce la de una economía política. Lo que
vida de la sociedad desde elementos es necesario es abandonar re-
sueltamente es toda la ideología
endógenos, como cree el neliberalismo. ligada a la desregulación.
Hay que recuperar la economía política
A.G.: De la misma manera cabe
apuntar que el término populismo en Ernesto Laclau tiene una significación com-
pletamente distinta de lo que se le atribuye generamente. Usted ha hecho una
revisión, una rehabilitación, de un término denostado, del que mucho se huye.
Y lo ha puesto en valor sobre todo en relación con la actualidad política latino-
americana actual. ¿Es correcto?
E.L.: Así es. Yo creo que con el término populismo hay que hacer lo mismo
III Seminario Atlántico de Pensamiento 121 El regreso de los antagonismos
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Ernesto Laclau
En el siglo XIX Saint-Simon decía que había que pasar del gobierno de los
hombres a la administración de las cosas. Y no es casual que esta fórmula
haya sido adoptada por Marx cuando quería hablar de una sociedad co-
munista en la cual la esfera política se habría enteramente extinguido. En
el otro extremo tenemos el populismo, es decir la división, la centralidad del
momento político y la división del espacio social en dos campos. De algu-
na manera todo sistema político tiene que combinar estas dos posiciones
polares. Desde luego que hablar de una polaridad total implica una reduc-
ción al absurdo, ya que, en distintas proporciones siempre va a haber una
combinación entre estos dos principios.
A.G.: Volvamos a la crisis global en curso. En línea con la deconstrución del econo-
micismo señalada, usted igualmente impugna el concepto de clase social y el pa-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 122 El regreso de los antagonismos
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Ernesto Laclau
Una asistente al Seminario lee la biografía de Laclau durante su intervención. | Foto: V.M.C.
pel de la lucha de clases. Y, en la estela de Antonio Gramsci, les niega toda dimen-
sión inmanente. Por lo demás, incide en las determinaciones de lo político sobre la
economía, por ejemplo refiere la clara incidencia en ésta de las normas legales,
que surgen en determinado contexto político. Entonces, brevemente ¿hasta qué
punto para usted la naturaleza de esta crisis global es de orden político?
E.L.: La respuesta me temo que no va a ser tan breve... porque como decía
Shelock Holmes indiscretas no son las preguntas sino las respuestas. Yo em-
pezaría por otro ángulo, porque el problema del determinismo económico
es un asunto que está archivado desde hace mucho tiempo. Nadie hoy en
día defiende un determinismo economicista como el que fue característico
del marxismo clásico. Pero, sin embargo, dentro del marxismo ha habido dos
tipos de interpretaciones, que están las dos presentes en la obra del propio
III Seminario Atlántico de Pensamiento 123 El regreso de los antagonismos
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Ernesto Laclau
Marx. Está, por un lado, la noción de la historia como un proceso que él lla-
ma casi natural, que se puede determinar con la precisión de un proceso na-
tural, éstas son las palabras exactas que emplea, y que está dado por un sus-
trato de la historia que consiste en el desarrollo de las fuerzas productivas
y su adecuación o no con los distintos regímenes de relaciones de produc-
ción. Es decir, que es un proceso dentro del cual los antagonismos sociales
no juegan ningún papel. Marx dice en el prefacio a la Crítica de la Economía
Política, que la forma en que las fuerzas sociales viven sus conflictos es pu-
ramente superestructural, porque dice que de la misma manera que no po-
demos juzgar a un hombre por la idea que él tiene de sí mismo, no podemos
juzgar a toda una etapa histórica por la forma en que los hombres viven sus
conflictos reales. Es decir, que los conflictos reales son reducidos al ámbito
de la representación ideológica y deformada. Por el otro lado, Marx afirma
también que la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases.
Entonces, la lucha de clases, que había sido eliminada de la primera formu-
lación, reaparece con fuerza. Estas dos dimensiones nunca fueron realmente
integradas; y aquí me gustaría hacer un pequeño inciso, para señalar que lo
que ha sido central en nuestro acercamiento a esta cuestión ha sido la de-
terminación de la naturaleza de los antagonismos sociales.
que, mientras que Hegel como filósofo idealista que reducía la realidad al
concepto podía hablar de contradicciones en la realidad, en una filosofía ma-
terialista como el marxismo, que afirma el carácter extralógico de lo real, no
puede afirmarse que hay contradicciones en la realidad. Y el proyecto de los
dellavolpianos era transferir toda la teoría de los antagonismos sociales en
el marxismo del campo de la contradicción lógica o dialéctica al campo de
la oposición real.
lazar la discusión de los sujetos políticos con algo a lo que nos estábamos
refiriendo anteriormente. Supongamos que tenemos un cierto antago-
nismo social, pongamos el ejemplo de una comunidad campesina y los
terratenientes que tratan de expulsarlos de la tierra. Allí, nosotros tene-
mos la perspectiva del campesino, y respecto a él, la presencia del terra-
teniente encarna la negación o interrupción de la propia identidad. Para
el terrateniente ocurre exactamente lo mismo. Y esto significan dos co-
sas: primero, que el momento de choque entre las dos fuerzas como tal
no es representable en un mismo espacio, porque yo no puedo pasar de
una fuerza a la otra a través de ningún tipo de mediación conceptual, dia-
léctica o de otro tipo; de otro lado, sí esto es así, en este caso no hay nin-
gún sujeto unitario de la historia, lo que hay son dos finitudes que se en-
frentan y que constituyen a través de este momento irrepresentable, que
es el antagonismo, el choque inherente al antagonismo, algo que exce-
de en realidad todo espacio de representación. Y ahí hay dos posibilida-
des. O bien nosotros decimos que este momento del choque es puramente
apariencial y hay un tercer hombre, el espíritu absoluto o quien sea, que
puede reducir todo el proceso a una objetividad que trasciende la con-
ciencia de los agentes, o bien esa conciencia finita de los agentes es todo
lo que hay. Y en ese sentido, el antagonismo es constitutivo en el senti-
do trascendental del término, pero se trata de una constutividad que ex-
cluye la posibilidad de las representaciones.
Ésta es una visión de la historia que tiene una larga tradición en el pen-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 129 El regreso de los antagonismos
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Ernesto Laclau
A.G.: Si en las operaciones que tienen lugar en el ámbito social todo está mar-
cado por lo contingente de lo social y de la subjetividad, y lo social es el producto
de antagonismos estructurales en danza, todas las identidades tienen carácter
precario. Pero lo abierto de lo social rompe corsés y abre la posibilidad a nuevas
formas de emancipación: usted ha hablado de Emancipations(s), en plural.
tos debates encierra una ambigüedad que me parece que es necesaria su-
perar. Hay una tendencia, por ejemplo en la obra de Richard Rorty, a iden-
tificar lo contingente con lo accidental, en el sentido aristotélico del térmi-
no. Pero las dos nociones son completamente distintas. La noción de con-
tingencia aparece en De interpretatione, en los escritos lógicos de Aristóteles.
Pero por accidente significamos algo que no pertenece a la esencia de una
entidad, o sea, lo accidental es lo que se opone a lo esencial. Por el contra-
rio, contingente es aquel ente cuya esencia no presupone su existencia, es
decir, supone una finitud radical, y esto se refiere tanto a la esencia como
al accidente. Es decir, que la noción de contingencia hay que entenderla de
una manera radicalmente distinta. Es una noción que se ha ido negocian-
do en el pensamiento contemporáneo de distintas maneras. Yo creo que el
pensamiento del siglo XX comenzó con tres ilusiones de inmediatez, de ac-
ceso inmediato a las cosas. Estas tres ilusiones fueron el referente, el fenó-
meno y el signo. Y esto dio lugar a tres tradiciones intelectuales que fueron
la filosofía analítica, la fenomenología y el estructuralismo. Ahora bien, la
historia de estas tres corrientes intelectuales es remarcablemente parale-
la; en cierto momento la ilusión de la inmediatez se disuelve y tenemos que
pasar a afirmar el carácter constitutivo de una u otra forma de mediación
discursiva. En la filosofía analítica esto es lo que ocurre en la obra del segundo
Wittgenstein, el de las Investigaciones filosóficas. En la fenomenología con
la transición de Husserl a la analítica existencial de Heidegger. Y en el exis-
tencialismo, con el conjunto de la crítica posestructuralista del signo.
A.G.: Bueno, pues cruzándolas con este breve repaso sobre algunos elementos
centrales de su pensamiento político, veamos ciertas cuestiones de la actualidad,
como, por ejemplo la crisis, la primera crisis global. ¿Cómo la significaría usted
en cuanto tal? ¿Cree que estamos ante una crisis de época? Usted ha dicho que
“no sabemos cómo vamos a salir de la crisis, pero sí sabemos cómo entramos, con
la desregulación”, en definitiva, con la pérdida del control de la economía por par-
te de la política, vamos...
E.L.: Cómo entramos en la crisis está bastante claro y es, en efecto, a través de
todo el predominio ideológico de la idea de la desregulación y a través del ne-
oliberalismo, que ha llevado al desastre económico y financiero en el cual vi-
vimos. Está claro hoy día que cualquier recomposición futura, que no sabe-
mos muy bien cómo va a ser, del sistema financiero internacional y de la re-
laciones internacionales finalmente, porque no podemos olvidar que están
surgiendo nuevos actores que van a poner cada vez más en cuestión la cen-
tralidad de la hegemonía americana, toda esta recomposición va a tener que
darse a través de prácticas cada vez más pragmáticas. Es decir, está claro hoy
día, lo está en Latinoamérica pero
también en el contexto nortea- Contigencia radical no significa que todo
mericano y en el contexto global, sea posible, sino que son los contextos los
que no se puede oponer el princi-
pio de una autorregulación del que hacen ciertas cosas posibles o no.
mercado con el principio de una re- Que un sargento austríaco como Hitler
gulación burocrática total por par-
te del Estado. llegase a Canciller en la Alemania de
Guillermo II habría sido imposible
En el futuro vamos a ver la
combinación de formas de mercado con formas estatales y el avance de cual-
quier lucha democrática va a tener que darse en el contexto de estas si-
tuaciones. Ahora, en el mundo globalizado postmoderno, los mencionados
procesos de contingentización de las articulaciones sociales y políticas han
avanzado evidentemente mucho más allá de lo que Gramsci podía perci-
bir. La ontología gramsciana la vemos ahora sencillamente como una eta-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 136 El regreso de los antagonismos
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Ernesto Laclau
A.G.: Esa noción de contingencia significa que nada está determinado, que las si-
tuaciones no se dan por predeterminación histórica sino por fenómenos de cons-
trucción política. En su obra hay una reformulación muy ambiciosa del concep-
to de lo político, a lo que devuelven la primacía en la constitución de lo social,
en los perfiles de una sociedad impedida intrínsecamente de constituirse como
“realidad objetiva”. A partir de la deconstrucción de las bases ontológicas de la
izquierda clásica, sus ideas fijas, sus predicciones impotentes ustedes sitúan lo
que llaman la hegemonía. En su terminología sería básicamente la existencia de
un juego de fuerzas dinámico e impredecible que va a ir organizando lo social.
Pero este concepto cambia mucho las cosas. La hegemonía crea, por otra parte,
una nueva relación no dicotómica entre lo particular y lo universal.
A.G.: ¿En qué marco se produce la crisis? Recalca usted que hay una heterogeneidad
social creciente, la cual sería el caldo de cultivo para nuevos antagonismos y nue-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 138 El regreso de los antagonismos
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Ernesto Laclau
E.L.: Sí, yo creo exactamente eso. Estamos en el proceso de revertir las prio-
ridades relativas de lo social y lo político. Usando la vieja distinción de Hus-
serl, yo diría que el momento de lo social es el momento de la sedimen-
tación, y el momento político es el momento de la reactivación; una re-
activación que sin embargo no lleva a la constitución trascendental del
sujeto en un sentido radical, sino que lleva, por el contrario, al momen-
to de una contingencia radical. Y porque hay contingencia radical en ese
sentido es por lo que la política empieza a tener prioridad. El Siglo XIX fue
toda una época en la cual lo político se trataba de reducir a lo social, a le-
yes inmanentes subyacentes. Hoy día, con este paso a la centralidad de
lo contingente, tenemos que el momento político adquiere una centra-
lidad cada vez mayor.
mento y pasa a ser un horizonte. Y este tipo de horizonte es lo que hace que
la única forma de universalidad compatible con la contingencia radical de
lo social sea una universalidad hegemónica. Esta noción implica que esta-
mos, cuando hablamos de la totalidad, hablando de un objeto que es ne-
cesario, pero al mismo tiempo es imposible. En tanto necesario, tiene que
tener acceso al campo de la representación; en tanto que imposible, es un
objeto cuya representación va a ser necesariamente distorsionada. Es un poco
como el caso del noumeno kantiano, un objeto que se muestra a sí mismo
a través de la imposibilidad de su representación adecuada. Ahora, la no-
ción de “objeto a” en Lacan yo creo que presenta ambos rasgos. Una cierta
particularidad que es investida con la representación de algo que la exce-
de, “la cosa” en el sentido freudiano. Lacan decía que la sublimación es ele-
var un objeto a la dignidad de la cosa; yo creo que toda formación hegemónica
procede exactamente de esta manera.
E.L.: Por un lado, las políticas redistributivas encontraron durante las últi-
mas dos décadas límites estructurales en las políticas neoliberales de ajus-
te; por el otro, sin embargo ha habido una creciente extensión de formas
nuevas de conflictividad social. La crisis actual está generando dos proce-
sos paralelos: la emergencia de nuevos sujetos, puntos de ruptura y anta-
gonismo; por el otro, el descrédito de las recetas neo-liberales, que está abrien-
do el camino a políticas más pragmáticas y redistributivas. Esto se ve con
claridad especialmente en el contexto latinoamericano.
muy distinto cuño. China e India, en claves radicalmente capitalistas. Aunque Chi-
na ha tomado medidas duras para incorporar a las masas campesinas del inte-
rior al proceso de acumulación. Y en La-
En la Italia de 1922 se decía que el
tinoamérica, primero Brasil, tercera vía del
turbocapitalismo periférico. Y luego, otros fascismo había tenido éxito al hacer la
países, desde antiguas potencias regio-
revolución en la que los comunistas
nales como Argentina, Venezuela o Mé-
jico, a países silenciosos como Perú o Bo- fracasaron. En períodos de profunda
livia, que andan en proceso de recupe-
desintegración social la gente quiere
ración de la soberanía sobre sus ingentes
recursos para hacer la redistribución. orden más allá de su contenido concreto
A.G.: Usted indica que una de las tareas de la izquierda política es expandir el cam-
po abierto de lo social porque es el modo de organizar nuevos procesos hege-
mónicos contingentes. Pero al tiempo también señala que no sabe qué forma
tomará esta nueva prioridad de lo político. Ahí entramos en lo que usted llama
significantes flotantes, es decir, en ideas que pueden caer de un lado o del otro
del campo, de las tendencias políticas, según cómo se inscriban en lo social. Por
ejemplo, el populismo de derechas de Berlusconi puede asumir perfectamente
una serie de demandas heterogéneas de carácter social porque de repente las
simboliza por algún procedimiento... Ese campo abierto de lo social lo es total-
mente, con todo lo que tiene de posibilidad y de peligro.
E.L.: Sí, yo creo que no hay ninguna demanda puntual que tenga ya preins-
crita en sí misma las formas de una inscripción necesaria. Toda deman-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 144 El regreso de los antagonismos
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Ernesto Laclau
III Seminario Atlántico de Pensamiento 145 El regreso de los antagonismos
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Ernesto Laclau
El problema era que nadie tenía interés en eso. Los comunistas tenían
una política muy cautelosa de negociación corporativa con otras fuer-
zas y lo último que hubieran querido era tener un populismo de izquierda
en Francia. Y, de otro lado, los gauchistas estaban pensando en otra cosa:
el lema era “la imaginación al poder”, que en los hechos significaba un
poder enteramente imaginario. En definitiva, todo el asunto condujo a
un callejón sin salida y en las elecciones siguientes, masivamente los fran-
ceses apoyaron a De Gaulle. De modo que esto me parece también esen-
cial; en los procesos latinoamericanos esto se está dando, empieza a ha-
ber movimientos en el tope del sistema político y, al mismo tiempo, mo-
vilizaciones autónomas de nuevo tipo.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 148 El regreso de los antagonismos
(Entrevista a cargo de Antonio G. González)
Ernesto Laclau
A.G.: ¿Y no le parece a usted que el peligro de una nueva lógica totalitaria o in-
cluso de una implosión social, además de poder originarse en esta multiplicación
de efectos dislocatorios y antagonismos heterogéneos, puede proceder también
de la lógica técnico-científica, en lo que ésta representa de amordazamiento de
la subjetividad y de cosificación de lo social?
E.L.: Ese peligro siempre está presente, pero hay que entender que su fuen-
te principal es el neo-liberalismo y las tendencias tecnocráticas a él asociadas.
No hay sino que recordar al señor Samuel Huntington. Pero creo que al pre-
sente el proceso avanza más bien en la dirección opuesta.
A.G.: Con todo, regresando a la actualidad, usted ha señalado que no prevé que
la crisis desencadene nuevos radicalismos. Entiende que hay siempre un punto
-nuevamente la dimensión flotante de los significantes- a partir del cual el or-
den se rehace. Un saldo provisional. El saldo histórico. Siempre, pues, la contin-
gente construcción de lo social ante lo irrepresentable de lo social y los sujetos.
E.L.: Me parece que hay que distinguir entre regiones. Como ya he dicho,
respecto a América Latina soy bastante optimista. Lo soy mucho menos
respecto a Europa. En Europa la claudicación de los partidos social-de-
mócratas frente a las ideologías neo-conservadoras ha sido una línea ge-
neralizada y dominante. Recuerdo que Eric Hobsbawm escribió una vez que
Tony Blair era una “Thatcher con pantalones”. La resultante de toda esta
tendencia es que la distancia entre las élites políticas conservadoras y so-
cial-demócratas ha decrecido, y que la gente no se encuentra con oposi-
ciones políticas claras. El resultado ha sido un desencanto generalizado con
el sistema político y eso ha favorecido el surgimiento en numerosos paí-
ses del Continente de una derecha populista radical. Me parece poco pro-
bable que esto conduzca a un giro político como los de los años veinte y
treinta [del siglo XX], pero los signos, en todo caso, son preocupantes.
Paula Sibilia
El eclipse de la
interioridad moderna
y la búsqueda de una
felicidad espectacular
Paula Sibilia
Profesora de Estudios Culturales y Nuevos Medios en la Universidad
Federal Fluminense de Río de Janeiro, donde reside desde 1994, es
una de las antropólogas culturales emergentes en el panorama in-
ternacional de esta disciplina. Estudió Comunicación y Antropología
en la Universidad de Buenos Aires. Es magíster en Comunicación por
la citada universidad brasileña, así como doctora en Salud Colectiva y
también doctora en Comunicación y Cultura por la Universidad del
Estado de Río de Janeiro. Sus principales intereses intelectuales giran
en torno al estatuto del cuerpo y sus imágenes, las nuevas prácticas
corporales y las transformaciones en la subjetividad contemporánea
en un tiempo de crisis, lo que se vincula a la tendencia a la “espectacu-
larización del yo”. Sibilia es autora de dos libros con una relevante re-
percusión. En El hombre postorgánico. Cuerpo, subjetividad y tecnolo-
gías digitales (2002), analiza las bases filosóficas de la tecno-ciencia
contemporánea, descifrando sus articulaciones políticas, sociales y
éticas. En línea con autores como Deleuze y Foucault, desarrolla el
concepto de biopolítica acuñado por este último, en el que Sibilia ins-
cribe la omnipresencia del discurso informático y el aura de la que go-
za el discurso médico. En La intimidad como espectáculo (2008) anali-
za las claves con las que se presenta la actual exhibición de la intimi-
dad a través de Internet y, concretamente, la web 2.0, es decir, los nue-
vos canales de comunicación audiovisuales interactivos, como se co-
noce a espacios como Facebook, My Space, los blogs, fotologs, You Tu-
be, en los que los usuarios exhiben imágenes, intercambian materia-
les y se relacionan. La antropóloga desmenuza a estos efectos las sig-
nificaciones de este fenómeno cultural de primer orden al que con-
duce hoy en día el impulso irrefrenable de hacerse visible.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 153 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
Paula Sibilia, durante su conferencia, en el III Seminario Atlántico, en Las Palmas de Gran Canaria. | Foto: V.M.C.
L sis y de lo que vendrá: considerar a la crisis actual como algo más arraiga-
do en la cultura contemporánea, y no como una mera circunstancia de or-
den financiero. Porque este episodio se ha desencadenado en un contexto cul-
tural y social inédito, en el cual rige una crisis generalizada, que no afecta sólo
a la economía sino que salpica a varias instituciones básicas de la era moder-
na. Desde la familia y la escuela hasta los partidos políticos, así como ciertos ide-
ales y valores que se consideraban universales bajo el signo de la democracia,
tales como el progreso y la igualdad, por ejemplo, que hoy vemos desdibujar-
se en el horizonte de la globalización.
provocan, porque quizás todo esto suponga una transición entre ciertas formas
de vida asociadas a determinados modos de ser, que están quedando anticua-
dos, y otras formas de vida que se van imponiendo porque son compatibles con
los nuevos modos de ser y estar en el mundo. Esas reconfiguraciones son muy
novedosas todavía, por eso cuesta tanto entender de qué se trata: estamos en
plena metamorfosis y nos faltan mapas para cartografiar el nuevo territorio.
No sólo blogs, fotologs y redes sociales, sino también las webcams, esas pequeñas
cámaras filmadoras que transmiten por la red todo tipo de imágenes “priva-
das” en tiempo real y sin interrupción. Esos dispositivos ya vienen incorpora-
dos al ordenador, de modo que ni siquiera hay que tomar la decisión de com-
prarlos aparte. Más allá de Internet, han surgido otros nuevos géneros de ex-
presión y comunicación, como los “reality shows” de la televisión, por ejemplo,
además de toda una serie de fenómenos paralelos como los documentales en
primera persona, el auge de las autobiografías en el mercado editorial y las di-
versas modalidades de “auto-retrato” en las artes contemporáneas.
recerían nuestra atención— parece que la eventual “obra” que cada uno pue-
da producir siempre será accesoria, pues no importa demasiado lo que de he-
cho se hace al mostrarse. Todo eso sólo tendrá valor si contribuye a la celebri-
dad del sujeto que se muestra: la obra sirve y cuenta en la medida en que ador-
na, espectaculariza o aumenta el valor de la imagen personal de quien se ex-
hibe. En suma, no interesa mucho qué, sino quién.
¿Qué significa esto? ¿Por qué sólo importaría lo que cada uno es, o aque-
llo que cada sujeto es capaz de mostrar y aparentar que es? Significa que el foco
apunta al personaje que cada sujeto encarna en su vida real. Y, en ese sentido, es
fundamental la habilidad para exhibir en las pantallas a ese personaje que se es.
Ahora bien, ¿en qué consiste ese ser alguien en el sentido de ser un personaje?
¿De qué tipo de personaje se trata? Si pensamos en los protagonistas de los “re-
ality shows” tipo Gran Hermano, por ejemplo, o bien en los usuarios de Internet
que se exhiben por los nuevos canales interactivos, ¿son personajes ficticios o
personas reales? Esa pregunta parece retomar una diferenciación aparentemente
desgastada y estéril: aquella que delimita realidad y ficción. Vale la pena, entonces,
reformular la cuestión: ¿se trata de artistas que crean obras de arte, ensayando
nuevas modalidades de invención y actualizando la producción ficcional? ¿O son
gente “común”, meros usuarios de Internet que muestran y cuentan la verdad so-
bre sus vidas, como documentos verídicos sobre quiénes son?
Para intentar entender un poco mejor qué significa todo esto, cuál es el senti-
do vital y político de estos nuevos hábitos, qué implican y por qué motivos pros-
peran hoy en día, voy a recurrir a unas reflexiones de Walter Benjamin, extra-
ídas de sus ensayos dedicados a estudiar los impactos del surgimiento del cine
en nuestra cultura. En un texto de los años treinta, el filósofo alemán observó
que los actores del celuloide, aquellos glamurosos astros y estrellas que irra-
diaban su brillo desde la pantalla gigante, no solían representar a un personaje
ante el público. Al contrario de lo que ocurriera tradicionalmente en el teatro,
por ejemplo, una actividad con la cual solía compararse al cine en sus inicios,
los actores del nuevo medio hacían otra cosa. “El actor cinematográfico típico
sólo se representa a sí mismo”, sostiene Benjamin.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 158 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
III Seminario Atlántico de Pensamiento 159 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
“La idea de hacerse reproducir por la cámara ejerce una enorme atracción
sobre el hombre moderno”, escribió Benjamin hace casi un siglo. Está claro que
esto no es ninguna novedad para nosotros, sobre todo a partir de los fenómenos
más recientes que enfocamos aquí, pero en los años treinta del siglo XX debía ser
toda una osadía. El mismo autor reconocía que “la idea de una difusión masiva
de su propia figura y de su propia voz hacen palidecer la gloria del gran artista
teatral”. Según esta perspectiva, entonces, el actor de cine sería muy distinto del
de teatro. No sólo por su alcance cuantitativo –una sola película puede llegar a
mucha más gente que una representación teatral-, sino también en el nivel cua-
litativo: ambos tipos de actores hacen cosas diferentes, al menos si consideramos
a los astros y estrellas como los prototipos del actor de cine.
Dos secuencias del público atendiendo a la exposición de Paula Sibilia. | Fotos: N.B.O.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 164 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
El trayecto recorrido hasta aquí pretendía reformular, una vez más, la pre-
gunta inicial: ¿qué caracteriza a un personaje? ¿Cuál sería la diferencia con res-
pecto a una persona real? A esta altura, me parece evidente que no se trata de
la clásica —y cada vez más problemática— distinción entre realidad y ficción,
o verdad y mentira, o entre la autenticidad desenmascarada y el fingimiento
inherente al uso de disfraces. ¿Cuál sería, entonces, la diferencia que opera aquí
entre persona y personaje? Esa diferencia quizás resida en la soledad. Y, sobre
todo, en la capacidad de estar a solas. O, más precisamente, en la creciente in-
capacidad de estar a solas; porque se trata de una habilidad cada vez más rara
en nuestra cultura, algo que tiene cada vez menos sentido para nosotros.
Pero, ¿qué tiene que ver esto con los personajes? Al contrario de lo que
todavía insiste en ocurrir con lo que llamamos “personas comunes” o “gente
real”, los personajes nunca están solos. Siempre hay alguien que observa todo
lo que hacen, sigue con avidez todos sus actos y gestos, todos sus sentimien-
tos y pensamientos, y conoce hasta sus emociones más minúsculas. Siempre
hay un espectador, un lector, una cámara, una mirada sobre el personaje que
le quita su carácter humano, meramente humano —el de una “persona real”—
y lo convierte en un verdadero personaje. En la vida de gente de carne y hue-
so, en cambio, no siempre hay testigos de nuestros actos: ni de los heroicos ni
de los miserables, ni mucho menos de las trivialidades cotidianas. Con demasiada
frecuencia, quizás, nadie nos mira: no tenemos testigos de lo que somos. El pro-
blema es que si nadie nos mira, en esta sociedad tan orientada hacia la visi-
bilidad, que concede tanto valor a la imagen y al éxito mediático, ¿qué importa
si en algún momento fuimos maravillosamente únicos, o aunque sea tonta-
mente comunes? Si no hay una mirada capaz de festejar nuestra existencia con-
sumiéndola como valiosas imágenes, ¿cómo podríamos garantizar que real-
mente existimos o que somos alguien?
Es cierto que muchas veces los personajes también parecen estar a so-
las: tanto los protagonistas de cuentos y novelas clásicas como los de las pelí-
culas más recientes. Sin embargo, ellos nunca están realmente solos: siempre
están la vista. Si estuvieran solos, no existirían: solamente son cuando alguien
los mira o los lee, bajo esa mirada cobran su fantástica vitalidad. Absolutamente
todo en la vida de los personajes sucede bajo los ojos golosos de sus especta-
dores o lectores, o bien de sus seguidores —como quiere Twitter— o de sus ami-
gos y fans, según el vocabulario de otras redes sociales como Facebook y MySpa-
ce. En la vida de esos seres tan especiales, los personajes, todo ocurre bajo la
mirada ajena. Lo más preciado sería que ese ojo observador fuera una cáma-
ra de Hollywood o de algún poderoso canal de televisión. Pero si no se logra tal
proeza, vale al menos una webcam casera, de aquellas que muestran cons-
tantemente lo que sucede dentro de los hogares interconectados. Lo importante
es estar en el foco de una lente capaz de estampar la propia imagen en una pan-
talla, para convertirse de ese modo en un personaje audiovisual. Uno menor,
quizás, o incluso repentinamente muy famoso aunque dicho estrellato sea efí-
mero; aun así, la estrategia parece válida y deseable.
De modo que el repentino anhelo de visibilidad que hoy se expande por to-
das partes, esa ambición de transformar al yo en un espectáculo audiovisual,
también se podría interpretar como una tentativa más o menos desespera-
da de satisfacer un deseo humano, que tal vez sea demasiado humano: ahu-
yentar los fantasmas de la soledad. El problema es que esa meta se ha vuel-
to especialmente complicada hoy en día, cuando florecen estas subjetivida-
des de nuevo cuño, que podríamos llamar “exteriorizadas”, pues cada vez es-
tán menos ancladas en la interioridad. Esa instancia “interior” se considera-
ba un espacio íntimo y denso, fruto de la confluencia entre las principales ver-
tientes que conforman al sujeto moderno: el racionalismo universalista de raíz
iluminista y el irracionalismo singularizante de los románticos. Ese magma
constituía una base bastante sólida y estable, a pesar de sus abismos y tur-
bulencias, cuyo espesor no sólo podía asfixiar sino también proteger a la sub-
jetividad: anclaba al yo alrededor de su eje y le brindaba toda una base de re-
ferencias que ahora están en crisis o se fragilizan.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 172 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
Paula Sibilia, impartiendo su conferencia. Detrás, el cartel del III Seminario Atlántico. | Foto: N.B.O.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 174 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
der contar con ese cuarto privado, ejercer el derecho activo al cuarto propio. Es
decir: privacidad, soledad y silencio; no sólo para crear novelas, sino también para
escribir diarios íntimos y cartas, y sobre todo para ser alguien.
Ahora, con esa imagen como telón de fondo, propongo pensar la di-
ferencia con respecto a lo que sucede hoy en día, porque me parece eviden-
te que algo cambió también en este sentido, y para eso voy a citar algunas
declaraciones de jóvenes usuarios de internet. Por ejemplo, una adolescen-
te que publica sus fotos eróticas en un blog dice lo siguiente: “No lo hago por
dinero, aparecer me hace feliz. Todavía no puedo creer que los chicos hablen
sobre mí”. Se refiere a los comentarios que recibe de sus visitantes y espec-
tadores en internet, y concluye orgullosa: “es como tener fans”. De nuevo apa-
recen, aquí, los admiradores o los seguidores que hoy se han vuelto funda-
mentales: “es como tener siempre alguien mirándome”, podríamos parafra-
sear, “una mirada que confirma que existo”. Otra chica de trece años de edad
dice lo siguiente: “Estoy todo el día en la computadora de mi cuarto”. Asoma
aquí una peculiar actualización del derecho al cuarto propio reivindicado hace
casi un siglo por Virginia Woolf, porque la declaración continúa así: “en el Mes-
senger tengo 650 contactos y en el Facebook tengo cientos de amigos con los
cuales converso todo el día y además tengo tres blogs personales donde subo
mis fotos y escribo sobre mi vida; así conocí un montón de chicos”. Quisiera
destacar que “un montón” quiere decir realmente muchos, considerando los
cientos de contactos que brillan en su pantalla.
dan ser ciudadanos del siglo XXI, hoy se dice con las mejores intenciones que
hay que democratizar el acceso a ese tipo de herramientas electrónicas y digitales.
Por eso, podemos subrayar esta comparación: ¿qué es ser alguien hoy y qué era
ser alguien hace un siglo?.
Está claro que aquel anticuado cuarto propio con aires decimonónicos
hoy está todo agujereado. La soledad se encuentra inmunizada entre sus pa-
redes, desactivada por cientos o millones de presencias tranquilizadoras que
contaminan el silencio, lo inhiben y lo evitan a toda costa, así como a la sole-
dad. Los otros —cientos, miles, millones de personas más o menos extraños—
tienen acceso a esa habitación supuestamente privada, a pesar de los blinda-
jes y las alarmas, a pesar de los hogares cada vez más acorazados y replegados
ante el creciente miedo a la “inseguridad” del espacio público contemporáneo.
Más que un derecho al cuarto propio para ser alguien en soledad y en silencio,
ahora se impone el derecho a la conexión. Una prerrogativa que no deja de ser,
también, una suave y placentera obligación. De modo que hay cierta “intimi-
dad” o privacidad cada vez más celosamente protegida, aunque la rigidez de
las paredes se deja infiltrar por esas miradas técnicamente mediadas o me-
diatizadas, que se cuelan por los cables, las antenas, las cámaras y las panta-
llas. Las webcams serían un ejemplo perfecto de esa infiltración, pero también
lo son las redes sociales y muchos otros recursos hoy disponibles.
Espectáculo y soledad
Cabría concluir, por tanto, que esa fascinación suscitada por el exhibicionismo
y el deseo de ser famoso, de convertirse en una celebridad visible, afinca sus ra-
íces en una sociedad cada vez más atomizada por un tipo de individualismo con
ribetes narcisistas, que necesita ver su imagen reflejada en la mirada ajena para
poder ser. No se trata más de encerrarse ni mucho menos de ocultarse en la so-
ledad del cuarto propio para desarrollar la interioridad en un diálogo intimis-
ta con las propias profundidades, como ocurría cuando el ideal de la “cultura
letrada” todavía estaba en vigor. En la actual cultura audiovisual y espectacu-
lar, para poder tener el derecho a ser alguien hay que ser visible, contar con ac-
ceso a la visibilidad y construir en ese campo una buena imagen. No más ocul-
tarse y encerrarse, sino mostrarse y proyectarse. Hay que saber manejar los nue-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 176 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
III Seminario Atlántico de Pensamiento 177 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
Todo esto compone un cuadro muy cercano a aquello que Guy Debord
denominó “la sociedad del espectáculo”. Hace más de cuarenta años, ese autor
vislumbró el nacimiento de esta nueva configuración sociocultural, una de cu-
yas definiciones sostiene que “el espectáculo es una relación entre personas me-
diada por imágenes”. Aunque constituya un anacronismo, porque nada de esto
era siquiera imaginable en el lejanísimo 1967, podríamos pensar que lo que hoy
ocurre en internet es la consumación del espectáculo: exactamente eso que De-
bord intuyera. Los canales de la llamada “Web 2.0” son algunas de las herramientas
disponibles para consumar esa ambición tan insistente hoy en día: modelar la
propia subjetividad como una imagen y hacer del yo un espectáculo. O una mar-
ca bien posicionada, capaz de subsistir en el vertiginoso mercado de las imágenes
personales y de las apariencias corporales. En suma, para ser un buen persona-
je audiovisual hay que saber responder con éxito a todas esas demandas, a las
presiones que el mundo contemporáneo ejerce sobre los cuerpos y las subjeti-
vidades actuales: la pertinaz obligación de hacerse visible para existir.
Para concluir, quisiera reforzar la impresión de que todo esto implica tan-
to un pánico a la soledad como una creciente incapacidad de estar a solas. Lo cual
tiene mucho sentido: no se trata de una disfunción o una falla, sino que es per-
fectamente compatible con el proyecto de mundo en el que estamos inmersos.
Es aquí donde quería llegar cuando
Hay que pensar políticamente también afirmé que estas cuestiones tienen
en otras tendencias que apuntan en la alta relevancia política. Porque esa
incapacidad de soledad nos con-
subjetividad actual: la hiperactividad vierte en cuerpos “dóciles y útiles”,
multitarea, estar siempre actualizados, el como diría Michel Foucault, aunque
en un cuadro cada vez más distan-
reciclaje contínuo, la desconcentración y te de las “sociedades disciplinarias”
la apatía, el culto al cuerpo, la ansiedad... que el filósofo francés describió
hace varias décadas. Porque junto
con la capacidad de integrar eficazmente la cadena laboral, aquella sociedad mo-
derna e industrial espoleaba cierta voluntad de estar a solas y en silencio. Si aho-
ra se estimula lo contrario es porque en este momento eso resulta útil.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 179 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
Por último, quisiera resaltar una vez más que se trata de procesos his-
tóricos sumamente complejos, de modo que resulta muy arriesgado captarlos
en su totalidad. Además, aclaro que estoy forzando las diferencias históricas
sin desconocer las evidentes continuidades, aunque todo esté cambiando
muy rápidamente, porque me interesa entender en qué nos estamos convir-
tiendo y qué estamos dejando de ser. Cuando empecé a pensar y escribir
sobre esto no existía Youtube, por ejemplo, todavía no se conocían las redes
sociales como Facebook o Twitter, pero con todas esas novedades que apare-
cieron en el camino se fueron afianzando mis hipótesis y aportando nuevas
ideas. No tengo la menor duda de que en los próximos años van a seguir apa-
reciendo muchas otras herramientas novedosas para la autoconstrucción y
la sociabilidad, y buena parte de las aquí mencionamos van a quedar en el
olvido. Surgirán muchas sorpresas que ni siquiera podemos imaginar, pero
que sin duda llegarán. No obstante, a pesar de la incertidumbre de este cua-
dro y del hecho de estar en plena y veloz mutación, creo que es muy
importante tratar de pensar, a pesar de lo inhóspito del terreno y de que
muchas de sus características parecen conspirar también contra el pensa-
miento, contra la temporalidad y el silencio que demandan la lectura y la
escritura. A pesar de las dificultades, creo que ese esfuerzo vale la pena, por-
que lo importante es poder actuar: decidir lo que podemos y queremos hacer
con todo esto. Creo que la filosofía, el pensamiento, así como el arte, tienen
un papel primordial en esta tarea. Pensar y crear, nada más y nada menos.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 181 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
Sibilia, en el hall del Teatro del CICCA, ante el cartel del III Seminario Atlántico. | Foto: V.M.C.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 182 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
COLOQUIO
Público: Desde el punto de vista más psicoanalista, mi profesión, ¿cuál se-
ría la mirada del otro al que se ofrece esa demostración de toda la vida? ¿Cuál
es el estatuto de ese otro, ya no del sujeto que se exhibe, sino de esa mira-
da que se crea con esa exhibición? Al ser un público cuantitativamente im-
portante y suficiente anónimo nos deja un interrogante sobre ese punto. Se
podía decir que en tiempos antiguos la mirada que estaba siempre presen-
te era la mirada del yo, o en términos psicoanalíticos se podría decir la mi-
rada del súper yo. Algo de eso se parece a la hipótesis que se encarna en ese
tipo de práctica. Con respecto a la soledad, me parece interesante lo que dice
usted; sí, es una manera de crearse un partenaire, un compañero hacia un
lazo social en esta práctica de exhibición, de mostrarse y ser visto. Pero eso
plantea una pregunta bastante seria, que es el retorno de esa mirada. Efec-
tivamente si el ser, como usted dice, en la Modernidad se regulaba en los es-
pacios de silencio, de privacidad, etcétera, en cambio en estas prácticas es
un estar visto constantemente, lo cual hace pensar que eso sólo puede tor-
narse en una forma de angustia forzosa, eso por lo menos dicho desde lo que
nosotros podemos pensar desde el psicoanálisis. Por otra parte, efectivamente
lo que dice usted con respecto a Michel Foucault, que ya no es un sistema
el control disciplinario pero es un panóptico también…….
más abonados a este juego -en España hay unos 75.000 abonados, una cifra
muy importante-, y luego está esta cuestión de que el sujeto deja de tener esta
vida real para pasar a la vida virtual, donde cada vez está más puesto, más in-
miscuido. Mi reflexión es si no será que el sujeto tiene miedo al encuentro real
con el otro para pasarse a esta vida virtual, maravillosa, que todo lo puede,
donde la felicidad estaría garantizada.
P. S.: Second Life sería otra herramienta más en el sentido de las que men-
cioné en mi presentación; con sus peculiaridades, claro está, pero va en
una dirección semejante. Yo no marcaría una oposición tan nítida entre
vida virtual y vida real, porque me parece que lo que se hace en Second
Life y en todos estos espacios de Internet es “real” también. Mi objeto de
investigación en el ensayo que resumí hoy aquí no fue Internet, no me
interesa especialmente lo que pasa en Internet, sino estudiar esos espacios
como locales privilegiados en los cuales estos procesos se ven de un modo
más exaltado, donde quizás todo eso está más espectacularizado y se tor-
na más evidente. Pero las nuevas formas de construirse como sujeto —
que es lo que me interesa— no suceden sólo en Internet sino por todas
partes: esa construcción como personaje visible impregna cada vez más
nuestra vida cotidiana. Por eso, yo no sabría decir si es más virtual o me-
nos real lo que pasa en Second Life que lo que pasa en la cotidianidad de
las relaciones cara a cara. Ciertos cuerpos y subjetividades del lado de acá
de la pantalla; es decir, de la vida que llamamos real, a veces se parecen
demasiado a los avatares de Second Life.
De hecho, los modelos mediáticos de las celebridades, a los que todos su-
puestamente quisiéramos parecernos, son un poco como los avatares de
Second Life. Está claro que lo que ocurre en Internet tiene sus peculiarida-
des, no es lo mismo que hacemos en la calle o en la casa, pero tampoco es
tan distinto y, sobre todo, es real. Pensemos en el culto al cuerpo contem-
poráneo (cirugías plásticas, gimnasia, dieta); ese tipo de cuerpo tan codi-
ficado que hay que copiar y ser, el que mucha gente se muere por imitar,
también de algún modo es plastificado e “irreal”, en el sentido de que de-
sea ser pura imagen. En el momento en que ese cuerpo muestra su espe-
sor, su consistencia carnal y sus viscosidades orgánicas, deja de ser ideal,
deja de ser el cuerpo al que se le rinde culto y al que todos deberíamos as-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 188 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
pirar. Cuando una modelo envejece, por ejemplo, las arrugas o cualquier
otro “defecto” que macule su piel lisa e inorgánica se le borra recurriendo
a software para la edición de imágenes, como el Photoshop. En este sen-
tido, digo, tampoco sería tan distinto: sea en internet o fuera de ella, se tra-
ta de prácticas y herramientas que inventamos porque de algún modo sen-
timos que las necesitamos para vivir en este mundo.
Público: Aunque no voy a contradecir sus tesis, pero voy a dar otras que tam-
bién creo que son correlativas. A mí lo que me ha quedado al final es una vi-
sión un poco catastrofista de lo que es el espectáculo visual, es decir, de las nue-
vas tecnologías. En todo eso que ha dicho estoy de acuerdo, pero también creo
que hay otra lectura que debe hacerse y que coexiste con la otra, por lo menos
es mi experiencia. En primer lugar, el ser humano, con sus soledades, con sus
miedos, con sus culpas, ha existido siempre y sigue existiendo; eso no lo va a
transformar Internet, ni lo va a cambiar. Segundo, el tema de las tecnologías
tal y como usted lo ha planteado. Es decir, todo eso está ahí, pero también es
cierto otra cosa. Es decir, yo por ejemplo tengo hijas que fueron mi primer con-
tacto con esto de Twitter y mis hijas ven que yo leo en mi casa, que me gusta
leer. Ellas continúan leyendo, pero usan esas tecnologías porque están ahí. Yo
también me estoy introduciendo en ellas. El intercambio epistolar se cambió
por el correo electrónico, lo que tiene grandes peligros. Pero voy a hablar de las
virtudes. Más que las virtudes son los medios técnicos que tenemos. Creo que
el principal problema en esta cuestión son los límites. Hay que plantearse lí-
mites, porque evidentemente los peligros de las tecnologías es que pueden su-
poner una adicción. En lo que no puedo estar de acuerdo es en lo que ha dicho
que la vida interior, ese cuarto personal que cada uno tiene, en todos los ca-
sos quede difuminado, no creo que estas tecnologías se opongan siempre a ese
cuarto interior. Por ejemplo, en Facebook tengo mucho contacto con editores
de libros, con gente que está escribiendo continuamente, que transmiten sus
párrafos, sus fragmentos, su vida… Es una manera de contactar con ellas y con
otras muchas que cuelgan vídeos, música, comentarios que me interesan. Son
nuevos canales que se abren y que tienen grandes virtudes, en el sentido que
la comunicación fluye de otra manera. Están ahí, no se pueden negar.
vuelta a las cavernas o siquiera al siglo XIX. Si soné catastrofista, quizás haya
sido fruto de un efecto retórico tendente a dar una visión alternativa a la
triunfal que conocemos muy bien. Las experiencias individuales y colecti-
vas son muy ricas y variadas, y tal vez ahora más que nunca, porque real-
mente existe todo este permiso moral que mencioné y un conjunto inédi-
to de libertades de elección, a pesar de las presiones hegemónicas que nos
incitan a ser y actual de determinada forma. Pero, al menos en teoría, hoy
muchos de nosotros podríamos hacer lo que quisiéramos; es más: se nos dice
que deberíamos hacerlo. Tenemos que ser distintos, felices, únicos, etcéte-
ra. Pero lo que yo quería delinear es que hay ciertas presiones —sociocul-
turales, políticas, económicas— que estimulan la configuración de ciertos
“modos de ser” específicos, históricos, que están volviéndose hegemónicos
en este momento de plena una transición.
Con esto quisiera evitar los esquematismos: está claro que no se trata
de que ahora no tenemos más interioridad y punto, se acabó eso y pasamos
a otra cosa, porque si fuera así, tendría que haberles explicado de una for-
ma mucho más detallada qué era eso que nuestros antepasados llama-
ban “interioridad”. Si pensamos con una perspectiva antropológica, creo
que ustedes concordarán que se trata de algo bastante alocado que se
inventó hace ya un buen tiempo, pues si abrimos a un sujeto moderno
vamos a encontrar tripas y vísceras, nada parecido a la misteriosa enti-
dad de que estamos hablando aquí. Sin embargo, ustedes entendieron
muy bien de qué se trata: todos sabemos qué es la interioridad y la ex-
perimentamos. No obstante, tampoco es difícil para nosotros pensar por
qué algunos autores contemporáneos detectan una transición hacia otras
formas de construir la subjetividad, como si se estuviera desinflando esa
instancia interior y su valor estuviera en descenso, privilegiando otras for-
mas de autoconstruirse que se apoyan en la visibilidad.
De ahí la carrera por las cirugías plásticas, por ejemplo: no es que la gen-
te ahora recurra a las operaciones estéticas simplemente porque existen.
Así como ocurre con las redes sociales: la tecnología está ahí porque nos-
otros la inventamos , y si la inventamos y la usamos es porque nos intere-
sa la función que cumple. De hecho, no hay que obligar a nadie: la gente no
se hace liposucciones (esa operación horrenda que consiste en aspirar gra-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 191 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
Público: Me viene una imagen que vi hoy en televisión en las noticias. Un señor
que vivía en una cueva en unas condiciones infrahumanas y alguien le ofrece su
vivienda. Estas personas tenían una imagen completamente antagónica a la del
señor, eran una familia más o menos acomodada. Y ahí me di cuenta de lo que
es la imagen. Yo me pregunto qué pensaría esa gente de aquel señor, que lo que
estaba buscando era cierto grado de dignidad, mientras que aquella familia lo
interpreta en grado de servidumbre. Esa interpretación de la imagen puede ser
dañina para cualquier ser humano que quiera tener cierto grado de dignidad en
esta sociedad tan estúpida. Ese señor seguramente tenía unos principios, unos
valores internos, totalmente apartados de una sociedad que es una sociedad bes-
tial, que no trabaja, que lo que hace es especular, y quien carga el peso de toda
esa sociedad es el que finalmente paga los platos rotos.
P. S.: Si entendí bien, creo que en este caso la cuestión de la imagen se-
ría lo de menos, porque según su descripción, esa persona no estaría in-
serta en el circuito “luminoso” de las nuevas tecnologías y el marketing
que esta∫mos discutiendo aquí, y sin duda no es la única. No hay que lle-
gar a esos extremos para estar fuera de ese circuito. Si chequeamos la can-
tidad de gente que tiene acceso a Internet, por ejemplo, esas estadísti-
cas en Europa no son tan catastróficas, pero por ejemplo en América La-
tina se trata de una parte insignificante de la población. Sin embargo, lo
curioso es que eso no se nota. Si uno visita ciertos países de América La-
tina y no se desvía, digamos así, hacia esas cuevas que usted mencionó,
puede pensar que allí también todos están conectados y comprando fe-
lices. Porque ése es el discurso que más circula y que hace más ruido: aho-
ra estamos todos conectados, y no hay nada mejor que eso. Aunque sa-
bemos que no es exactamente así. Pero no importan, porque los que sí
III Seminario Atlántico de Pensamiento 195 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
Público: Según lo que usted nos cuenta, puedo interpretar que lo virtual es
real pero no actual.
Público: Parece que el fenómeno adquiere una fuerza creciente, pero ¿se atreve
a hacer algún tipo de prospección de cuál va a ser el desenlace de esta historia?
P. S.: Como dije hace un rato, todo el tiempo aparecen novedades. Cuan-
do yo empecé a pensar en estos asuntos, por ejemplo, hace seis o siete
años, no existían las redes sociales, sólo los blogs, ni siquiera los fotologs.
Me llamó la atención, justamente, que en función de la novedad solían
definirse a los blogs como “diarios íntimos publicados en Internet”. Eso
me hizo un ruido, ¿cómo un diario íntimo puede ser publicado en Inter-
net? Entonces comencé a estudiar qué es la intimidad y cómo pudo ha-
berse transformado tanto para convertirse en algo capaz de permitir que
un diario íntimo se publique en Internet. Y mientras investigaba eso, me
atropellaron los fotologs, los videologs, YouTube, las redes sociales…
Haciendo un poco de futurología, entonces, creo que van a surgir más sis-
temas como éstos, porque no se trata sólo de Internet. De nuevo, insisto: si
inventamos todo esto es porque necesitamos esas herramientas para cons-
truir un tipo de subjetividad espectacularizada. Más allá de eso, y por suer-
te, no sé qué va a pasar en el futuro. La idea es pensar en el presente, porque
creo que pensando a partir de este presente ya estamos construyendo lo que
vendrá. Tal vez eso implique hacer el esfuerzo de pensarnos como sujetos de
la historia, algo que también se ha vuelto cada vez más difícil. Como si el fu-
turo estuviera abierto nada más a los avances tecnológicos, y en todas las
otras esferas el horizonte se hubiera cerró, de ahí la impresión de que no se
puede hacer más nada. En mi contacto con los jóvenes, dando clases, me sor-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 196 El eclipse de la interioridad moderna
y la búsqueda de una felicidad espectacular
Paula Sibilia
prende especialmente esto: el futuro les parece estar cerrado. Para ellos, sólo
puede avanzar la tecnología o pueden ocurrir catástrofes naturales, o de al-
gún modo “exteriores”. Pero pensarse como sujetos de la historia, a ellos les
parece algo de lo más anticuado. Yo que tengo cuarenta y pocos años y viví
la dictadura argentina, por ejemplo, o lo que pasó en las dictaduras de Amé-
rica Latina en general, puedo constatar que tengo mucho más sentido de la
historia en función de esas vivencias, que a varios miembros de las nuevas
generaciones les resultan asombrosamente ajenas. Quizás esto se deba, tam-
bién, al declive de la subjetividad interiorizada, que implica otra relación con
el pasado, y por tanto también con el presente y el futuro.
Javier Tolentino, durante su conferencia en el III Seminario Atlántico de Pensamiento. | Foto: V.M.C.
ay una cierta sensación en la sociedad de hoy que está muy bien ex-
Pero, al margen de los análisis del mercado, de los valores del petróleo,
de las cuotas admisibles de corrupción y obscenidad, al margen del escapa-
rate, dónde situamos la capacidad de intervención y dónde la raya de salida
III Seminario Atlántico de Pensamiento 202 La exhibición del vacío o siempre es inútil
escuchar a la gente que sabe que la miran
Javier Tolentino
del cambio del sujeto, del protagonista de la vida que viene. Habrá que sa-
ber qué se puede hacer con esto, pese a que nada se podrá hacer, ¿verdad?
Y ¿por qué?, ¿por qué pintar, dirigir, escribir…? ¿por qué levantarse cada
mañana? Porque no podemos hacer otra, porque nos lo pide el alma. Uno es-
cribe para dar fe y, sobre todo, para percibir cómo y cuánto se desmiente. Es-
cribo porque pienso, construyo un lenguaje para saber quizá que puedo amar.
Un día, escuchando y viendo un informativo de televisión no podía seguir con
eso, esperaba una llamada que no se produjo y las mariposas revoloteaban
en mis tripas; percibí casi sin darme cuenta que esa emoción, esa sensación
se traducía en todo un desafío, un pulso al locutor del telediario, un tête a tête
al poder establecido que entraba en mi casa por el cable. Y salpicaba con un
lenguaje mecánico, tóxico, previsible y burocrático todas las paredes de la sala.
Alcancé un posit y escribí: Los culpables o responsables de la crisis y de la gri-
pe A no saben-no pueden amar.
- No creas que con trucos de este tipo, Javier, voy a cambiar el horario de
III Seminario Atlántico de Pensamiento 203 La exhibición del vacío o siempre es inútil
escuchar a la gente que sabe que la miran
Javier Tolentino
Pero siempre tuve yo problemas con la fe y con el himno del colegio. Algo
parecido me ocurre con los puntos teóricos de García Márquez y, por supuesto
de Riyszard Kapuscinski: sus cinco sentidos del periodista: estar, ver, oír, com-
partir, pensar…. O repasar el leal decálogo de Albert Camus: Nada de some-
terse al poder, huir del deseo de convertirse en líder de opinión y ese peligro
de mutilar la verdad en aras de la propaganda….
Amar es escribir,
Atom Egoyam, director de cine, au- Quien ha amado una sola vez hace un
tor de Exòtica y otras películas como El
viaje de Felicia o El dulce porvenir, pre- cine distinto, quien ha conocido la
guntado por si su experiencia amorosa derrota de esa ignorancia hace el cine
le ha aportado matices a la hora de sus
narraciones cinematográficas, respon- más duro, más doloroso, el que da fe de
de: “Mi cine sería muy distinto sin el co- su vacío, su abismo. El cine, o es expresión
nocimiento del dolor que únicamente
va adherido al sentimiento amoroso”. de un autor o hablamos de otra cosa...
Nadie hace cine para entretener, nadie hace cine para elevar el nivel in-
telectual de la sociedad.
No importan los contenidos, hay críticos de cine que han anunciado el cine invi-
sible, el cine que no necesita ni siquiera el cine…
Hay disparates tan gruesos en este momento como los momentos de má-
xima audiencia de las televisiones de hoy: y ahí mandan las dos basuras más
viejas del mundo: el circo y el patio. Lo quieren todo y todos los días. Si una no-
che un tiempecito de cine dura unos minutos de más porque un joven direc-
tor al que le acaban de premiar después de hipotecar a su familia, de marear
a medio mundo, saca unas palabras escritas en un papelito y mira a esa cámara
en directo y coloca el micrófono ya todos, aún sin haber comenzado a hablar,
sentimos el frío en el cogote de que un minuto en televisión es muchísimo tiem-
po. Pero no lo es para que lo peor de nuestro patio saque sapos por la boca….
Hay otro cine posible, como hay otro periodismo más potente, como otra te-
levisión de formas radicalmente opuestas a la que nos muestran , como hay un
estilo y un proyecto muy distinto para plantearse la salud de los ciudadanos, las
relaciones humanas, como deberá haber otra forma de entendernos desde la cien-
cia política y no desde la basura política, la educación y, por supuesto, tendría ya
que ser otro el reparto de la riqueza o el reparto del beneficio… ¿Qué es eso de que
haya una crisis y miles de ciudadanos a la pobreza, a la indigencia y los bancos arro-
jan precisamente este año miles y miles de millones de euros de beneficio? Pero,
¿de qué va esto de la democracia?, ¿qué nos inyectan en vena todos los días?, ¿qué
revisión es esta del padre, del amo, del estado o de la GESTAPO?
La verdad, qué quieren que les diga, como profeta soy bastante torpe y les diré
que incluso en los festivales de cine mis aciertos o coincidencias con los miem-
bros del jurado es bastante penoso. Bueno, cuando uno escucha desde ahí aba-
jo, a veces tengo la sensación que desde las ponencias y las conferencias… pues
se dicen muchas obviedades, es posible que todo sea tan obvio que no parece
pensado, reflexionado, investigado…. Pero, fíjense,
III Seminario Atlántico de Pensamiento 212 La exhibición del vacío o siempre es inútil
escuchar a la gente que sabe que la miran
Javier Tolentino
El cine que viene tendrá mucho que ver con el ser humano que viene
y con la vida que viene. No creo que muchos tengan respuestas para lo que
este seminario se plantea; pero, es importante hacernos preguntas, quizá más
importante que las respuestas.
modóvar a Elephant de Gus Van Sant, desde Dogville de Lars Von Trier a Po-
zos de ambición de Paul Thomas Anderson, desde Deseando amar de Wong
Kar Way a Malditos bastardos de Quentin Tarantino, desde Los Muertos de Li-
sandro Alonso a La vendedora de rosas de Víctor Gaviria.
1. Porque del cine los estados no se fían, y esto sí que es una pista: si no
se fían es porque de alguna manera todo no lo tienen bajo control.
que se ponen esos pensadores, poetas, cineastas…con lo fácil que es vivir bien
y no saber. El enemigo te confunde, desorientados, somos presa fácil.
COLOQUIO
Antonio G. González: En su conferencia ha quedado patente que usted ha he-
cho la experiencia del cine, de lo que deriva un saber cinematográfico que va
mucho más allá de ese mero archivar y clasificar prolijo propio de ciertos ex-
pertos. Y, además, como buen periodista, inscribe perfectamente en la épo-
ca el fenómeno cinematográfico, que es la época de la sobresaturación de imá-
genes. Ha puesto el acento en la relación del cine con la verdad, y con el amor,
como una forma de la verdad, precisamente porque el cine ha tenido que ver
con muchas cosas. Es más, dice que si no tiene que ver con la verdad, si el cine
no se vincula cada vez más a la verdad, no tiene futuro. Eso es muy interesante,
la diferencia entre la verdad y el saber objetivo, por decirlo así; la verdad es
la vida, es algo que no siempre puede ser formalizado en un discurso, ¿no?
III Seminario Atlántico de Pensamiento 218 La exhibición del vacío o siempre es inútil
escuchar a la gente que sabe que la miran
Javier Tolentino
Javier Tolentino: Yo creo que sí, que es lo que merece la pena, es que si no
nos estamos falsificando, y al final acabas enfermando. Por eso he hecho
esa relación triple entre el cine, el periodismo y el amor. Si hay algún ele-
mento o factor común es vivirlo con verdad, que eso no significa que no
tengas licencia para traicionarte, sino todo lo contrario, que sepas que te
estás traicionando. En eso sí veo que el mundo está cambiando. Ya lo ve-
mos en los hombres, por ejemplo (bueno no sé si éste es un buen ejem-
plo). ¿Dónde queda el ‘latin lover’ por ejemplo? ¿A qué ya no mola este
tema? Y antes era una cosa importante, un tío que ligaba mucho... Ya no
es un mérito sobre la mesa, o por lo menos no lo es tanto como antes. En-
gañar ya está mal visto y antes era un elemento fundamental. Desde nues-
tra propia literatura picaresca española hasta la propia sociedad de nues-
tro tiempo. Vemos que en eso sí se está quizás tímidamente cambiando.
La gente quiere saber y creo que eso le relaciona con la verdad.
Público: A mí me gustaría hacer una reflexión. Me parece que esta crisis ha ori-
ginado básicamente un caos tremendo. Y tengo la confianza de que este caos
al menos nos llevará a ser más creativos, a investigar más. Soy arquitecto y re-
cuerdo que cuando estudiaba en la Escuela todos teníamos líneas marcadas:
para investigar, seguir, crear. Ahora esto ya no existe, ahora eres más libre en
ese sentido, es decir te lo tienes que trabajar más. Por eso, creo que este caos
en cierta medida puede ser positivo, porque nos ayudará a ser más nosotros.
J.T.: En todo caso es mejor que el caos. El bienestar éste de muchas cosas
es aburrido. Ya verán de lo que les hablo cuando vean, por ejemplo, Lola,
la película , del filipino Brillante Mendoza. Cuando la gente está con mu-
chísimas cosas en la cabeza es cuando hay caos.
A.G.: Usted ha sostenido en tiempos recientes que el cine africano y el cine asiá-
tico independiente estaban entre lo más fresco del mundo y que posiblemente
estarían en condiciones de tomar el liderazgo del cine independiente mundial
en apenas diez o quince años a poco que no lo hagan demasiado mal.
J.T.: Que el cine africano es el futuro, sí; en cambio llevamos diez o doce
años a nivel internacional que el cine asiático ya no nos sorprende, ya no
es futuro. Que la vanguardia del cine internacional viene de Japón, Chi-
na, Tailandia, India ya no es sorpresa. La sorpresa ya la está dando y la
va a dar el cine africano, lo cual a la vez es no decir nada. Del cine afri-
cano como tal no se puede decir nada porque es muy diferente según
los países, Egipto, Etiopía, Sudán, Mozambique o Guinea. Por cierto, Gui-
nea Ecuatorial sería un tema distinto porque es el único país y la única
cultura en toda África que habla español, y los españoles le tenemos casi
hasta asco; y lo digo con este término, porque incluso parece que nos hue-
le mal. Sin embargo, es uno de los lugares más lindos de África y donde
hablan español, es una cultura española y que además defiende la cul-
tura de nuestro pensamiento en un continente que habla francés, por-
tugués, alemán; y nosotros ni caso, como si no existiera. África es un cen-
tenar de lenguas distintas, de sensibilidades distintas, de culturas dis-
tintas, de riquezas diferentes, y todos explorando el cine. La única aso-
ciación que podemos hacer en África es con la música. Cuando empezaron
los movimientos de independencia de los países africanos resulta que
III Seminario Atlántico de Pensamiento 221 La exhibición del vacío o siempre es inútil
escuchar a la gente que sabe que la miran
Javier Tolentino
Jorge Alemán, durante su primera intervención, que consistió en una entrevista en directo, en el III Seminario Atlántico. | Foto: V.M.C.
Jorge Alemán: Efectivamente, en el texto al que usted hace alusión, “El le-
gado de Freud”, intenté reactualizar el escrito El malestar en la cultura por-
que me parecía que podíamos encontrar en él una cierta innovación po-
lítica. Me permití calificarlo como un escrito “impolítico” de Freud; digo im-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 228 El nuevo malestar en la cultura.
Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
Jorge Alemán
político porque allí encontramos esa célebre fórmula de Freud de que go-
bernar, educar y psicoanalizar son tres tareas imposibles. Imposibles en
tanto que en el ámbito mismo de dichas tareas siempre nos encontramos
con un “en más”, con un plus, con un
Cuando Freud hizo referencia a la pulsión
resto heterogéneo que ninguno de los
de muerte, como el elemento irreductible lazos sociales en juego pueden ter-
minar de reabsorber. Dicho de otra ma-
que ninguna “civilización” puede cancelar
nera, gobernar, educar y psicoanalizar
desde el progreso histórico, provocó una constituyen ámbitos irreductibles a los
dispositivos de evaluación que pre-
apertura a un nuevo pensamiento de ese
tenden reducir el vínculo social al par:
“resto heterogéneo” y todos sus impases problema-solución. Cuando Freud hizo
referencia en el Malestar en la cultura
a la pulsión de muerte, como ese elemento irreductible que ninguna “ci-
vilización” puede cancelar a través del progreso histórico, provocó una aper-
tura a un nuevo pensamiento del “resto heterogéneo”, que una y otra vez
vuelve, retorna y con sus impases hace fracasar a los ideales de progreso.
Vamos a decir que es un tiempo histórico vinculado a comienzos de siglo
[XX], donde se van preparando distintos discursos que esperan que sea po-
sible una gran transformación tanto de la vida como del orden colectivo.
Sin embargo, Freud trata de localizar en su texto una manera particular
de constitución del sujeto que no se presta, en principio, a un proyecto de
transformación histórico-dialéctica de progreso.
Es decir, a ese optimismo que había en aquel entonces sobre las posi-
bilidades, a través de distintas prácticas y de distintos procedimientos po-
líticos, de transformar la sociedad, a todo ello Freud responde invocan-
do la existencia de un malestar incurable, estructural y que no es sus-
ceptible de ser transformado, en principio, por las ficciones o los relatos
que están construidos en una lógica de progreso. Esto ha dado lugar a un
pensamiento conservador, en donde cualquier expectativa de transfor-
mación colectiva puede traer aparejada una promoción aún más inten-
sa de la pulsión de muerte y llevar a lo peor. Sin embargo, mi apuesta es,
por el contrario, servirnos de los obstáculos que el psicoanálisis supo mos-
trar a las ideologías del progreso para intentar pensar de otro modo las
lógicas emancipatorias. Dicho de otra forma, desfundamentar el relato
III Seminario Atlántico de Pensamiento 229 El nuevo malestar en la cultura.
Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
Jorge Alemán
utópico del progreso no tiene porqué implicar una dimisión frente al pro-
yecto de transformación política de la sociedad.
Freud siempre fue muy discreto con la filosofía, habla del imperativo ca-
tegórico, habla de la ley, y viene a decir que en la constitución misma del
sujeto participa un encuentro traumático con la ley. La ley se considera-
ba, como lo hacía Kant, el gran regalo del cielo estrellado, el gran tesoro
de la razón, la ley que se nos presenta como autónoma, incondicional, des-
pojada de toda inclinación particular o “patología”. Es decir, entendemos
por ley, tal como lo formuló Kant en La crítica de la razón práctica o en la
Fundamentación metafísica de las costumbres: “Cuando es para todos y, ade-
más, no está adherida a ninguna inclinación particular”; por tanto, hay ley
cuando la inclinación particular ha quedado cancelada. La exigencia de la
ley es que, efectivamente, cumpla con la condición de estar separada de
toda patología, sea absolutamente incondicionada y, por lo tanto, no esté
contaminada con lo que Kant llama heteronomías. Es decir, que se man-
tenga su carácter incondicional, de autonomía.
¿Por qué ocurre esto? Porque frente a esta ley, y la literatura de Kafka me
parece paradigmática al respecto, es una ley que en su insistencia cons-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 230 El nuevo malestar en la cultura.
Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
Jorge Alemán
III Seminario Atlántico de Pensamiento 231 El nuevo malestar en la cultura.
Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
Jorge Alemán
A.G.: ¿Qué implicaciones tuvo para la teoría del sujeto en general y para las cien-
cias sociales el aporte de Freud, tercer nombre de la llamada filosofía de la sos-
pecha, con Marx y Nietzsche? ¿Cómo se ha sedimentado Freud?
J.A.: Se puede decir que, a partir de Lacan, hay una verdadera ruptura con
III Seminario Atlántico de Pensamiento 237 El nuevo malestar en la cultura.
Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
Jorge Alemán
A.G.: Bien. Antes de abordar el tránsito de las sociedades disciplinarias a las pos-
tdisciplinarias hagamos una parada en Heidegger, en la cuestión del ser y de
la técnica. Por lo pronto usted a Heidegger le atribuye el haber dado luz algu-
nas de esas grandes certezas anticipadas acerca de esta época.
A.G.: La segunda parada es algo preciso en la, por otra parte, inabarcable obra
de Jacques Lacan. Igualmente proviene de él, a juicio de usted, otras certezas
anticipadas respecto de la época en curso. ¿Qué explica acerca de esta época
en curso el famoso “Discurso Capitalista” de Lacan?
J.A.: Desde la perspectiva que acabo de formular, a esa relación que des-
cribió Freud con la ley y que la designó pulsión de muerte, Lacan la designó
goce, la traducción española del término “jouissance” en francés. Por ejem-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 239 El nuevo malestar en la cultura.
Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
Jorge Alemán
plo, en los años sesenta y setenta la pobreza era un signo menos, era algo
que se ajustaba a la definición clásica de Marx de la “no satisfacción de
las necesidades materiales”. Hoy en día la pobreza es un exceso, es un ex-
ceso de goce, es decir, la pobreza no está por fuera de los empujes propios
de una instancia superyoica que ordena gozar. En las villas miseria actuales
hay drogas, armas, fabricaciones de marcas falsas, objetos técnicos de to-
das las clases... de tal manera que el propio sujeto que vive en las condi-
ciones más extremas de la miseria está bajo las órdenes del gozar. Se tra-
ta, como diría Judith Butler, de sujetos de los que no cabe incluso pensar
como “llorables”, de los que no cabe a veces hacer duelo alguno cuando
mueren pues, carecen incluso, de una inscripción en el Otro simbólico y,
sin embargo, están bajo el imperativo del goce. Si tuviéramos que definir
en esta perspectiva la miseria desde un punto de vista lacaniano sería es-
tar a solas con la pulsión de muerte sin la posibilidad de ningún tipo de
articulación simbólica; o definiría a la miseria como un goce particular de
cada uno, un resto inerte que hay en cada uno, positivo, no una falta, que
no puede establecer ninguna cadena equivalencial, tal y como lo propo-
ne el profesor Ernesto Laclau cuando habla de que en el conjunto de las
diferencias pueden efectuarse, a través de distintas operaciones equiva-
lenciales, una articulación hegemónica.
Con esto quiero decir que hoy en día hay una metamorfosis de la po-
breza y que la descripción que hace Lacan del llamado “Discurso Capi-
talista” es una descripción completamente conjetural y original a su vez,
porque si en todo lazo social existe una referencia a lo imposible, el “Dis-
curso Capitalista” se caracteriza por intentar borrar la imposibilidad ló-
gica y suturar la brecha ontológica. La definición de lazo social, así como
la de discurso en Jacques Lacan, quiere decir siempre que se trata de una
respuesta a un imposible. La definición de todo vínculo humano es que
es un modo de tratar lo imposible, no puede haber vínculo humano si
de algún modo ese vínculo no se constituye como una suerte de nego-
ciación con respecto a lo que es imposible. Por primera vez Lacan pos-
tula, en cambio, un discurso que se inspira en la matriz que describió Freud
en el Malestar de la cultura. Freud había descrito un movimiento circu-
lar entre el Superyó, la renuncia y la pulsión, y había descubierto una ley
que gozaba de la renuncia misma. El sujeto frente a ese tribunal seve-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 241 El nuevo malestar en la cultura.
Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
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Esa misma matriz circular es la que Lacan propone para “El Discurso Ca-
pitalista”, que se define como un discurso que conecta todos los lugares,
que rechaza la imposibilidad y en donde no es posible localizar el lugar en
donde se pueda efectuar corte alguno, con lo cual se abre un enorme pro-
blema acerca de cuál sería el exterior del capitalismo. Si se nos presenta-
ra de verdad un discurso que ha rechazado la imposibilidad y que conec-
ta todos los lugares y donde no podemos efectuar ningún corte, es ese el
mismo circuito que Freud describió en El malestar de la cultura. Por eso me
permití en mis trabajos homologar lo que Heidegger llamaba Técnica con
este discurso capitalista. Porque finalmente, si tomamos por ejemplo el tex-
to “La época de la imagen del mundo” o el seminario “¿Qué significa pen-
sar?”, Técnica no quiere decir un instrumento técnico, quiere decir “estructura
de emplazamiento”, es decir, que todos nos volvemos disponibles, tal como
lo podemos afirmar de un material a disposición, y especialmente en una
época en donde no hay una ima-
gen del mundo, sino como lo La angustia era la posibilidad en el siglo
señala Heidegger, el mundo mis- XX de que el sujeto se abriera y hallara
mo se ha vuelto imagen.
un nuevo lugar, construyera nuevos lazos
Técnica quiere decir que todo sociales; hoy ésta ha sido sustituída por
salga a la presencia, que todo
venga hacia la imagen y que la el miedo, que significa no hacer nada
imagen pueda ser calculada, porque todo lo que venga puede ser peor
evaluada, distorsionada, mani-
pulada, etcétera. Ahí tendría-
mos un ciframiento de este goce propio del “Discurso capitalista” y un nue-
vo problema político: si ese discurso, que está construido con una orden
de gozar, no tiene un exterior, entonces ¿dónde se podría efectuar lo que
nosotros llamamos un proceso de subjetivación política?
A.G.: Al respecto usted ha señalado que para comprender bien el estado de co-
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Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
Jorge Alemán
III Seminario Atlántico de Pensamiento 243 El nuevo malestar en la cultura.
Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
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sas actual “basta como ejemplo lo que la industria del miedo y la seguridad le
han tratado de imponer a la llamada Sociedad del Bienestar”. Es más, a su en-
tender la política se ha convertido en la gestión del miedo. ¿En qué sentido?
J.A.: Sí, por ejemplo, el pasaje que había previsto Freud para salir de es-
tos circuitos mortíferos que antes he señalado era un pasaje que atra-
vesaba a la angustia. Como saben, en el siglo XX la angustia no tenía un
valor negativo, de hecho, tanto en la
No imagino al comunismo donde todos experiencia heideggeriana de Ser y
sean felices, sino en el que cada uno tiempo, como luego en la experien-
cia sartriana, como luego en el psi-
practique la infelicidad que quiera. Las coanálisis, la angustia era la posibi-
diferencias burguesas, las jerarquías de la lidad de que el sujeto se abriera o en-
contrara un nuevo lugar para lo que
propiedad, son un insulto a la diferencia era su propia constitución como su-
absoluta [la singularidad de cada cual] jeto por fuera de estas exigencias su-
peryoicas. Mientras que hoy estas
particularidades están tratadas por los expertos, por los evaluadores, co-
locan a estas particularidades en determinados órdenes clasificatorios...
todo bajo la modalidad de las sociedades postdisciplinarias, es decir, como
servicio a la comunidad o como extensión de los derechos humanos. Y
así tenemos niños hiperquinécticos, jóvenes desafiantes, trastornos de
personalidad, bipolares, es decir, hay un vastísimo campo en la salud men-
tal que se ha transformado en un campo de archivo y clasificación de ano-
malías en donde se colapsa toda posibilidad de que el sujeto experimente
lo real que lo angustia. Es decir, la angustia ha quedado sustituida y su-
plantada por el ataque de pánico, por la depresión generalizada, por el
estrés, por la bipolaridad... que son maneras de destruir la implicación
del sujeto en la experiencia de lo real.
En este sentido, ¿cuál era la expectativa política de Freud? Que este cir-
cuito, que describí antes como el circuito del malestar de la cultura, pu-
diera ser transformado por los recursos inconscientes del sujeto, por las
disposiciones que el sujeto tenía con respecto al inconsciente, es decir, por
la posibilidad de organizar nuevos lazos sociales. Dicho de otra manera,
el propio Lacan terminó pensando que la ética era siempre tener una re-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 245 El nuevo malestar en la cultura.
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lación con respecto a una instancia que nos supera, que no vamos a po-
der jamás colmar. Hay ética en la medida de que estamos confrontados
a un deber que no vamos a poder agotar; pero todo el esfuerzo de Lacan
era explicar que esa relación ética no tenía que quedar capturada por el
circuito mortífero del Superyó. Creo que las políticas del miedo a las que
usted se ha referido impiden esta operación. El miedo ha sustituido esto
por el miedo a lo que puede llegar, y a que todo lo que pueda venir pue-
de ser peor, mucho más amenazante, más terrible. Es decir, el miedo es lo
contrario de la asunción que estaba presente en los grandes proyectos trans-
formadores del siglo XX, tanto en el psicoanálisis, como en el existencia-
lismo, como en las prácticas políticas. El miedo es todo el tiempo la dis-
posición a clausurarse para evitar lo que puede llegar.
Ahora bien, las decisiones que habría que tomar para que eso que se
supone un espacio homogéneo de ciudadanos pudiera volver a incluir
a toda esa cantidad de sujetos que han quedado por fuera de ese jue-
go de lenguaje no tienen nada que ver ni con la razón “dialógica”, ni con
esta implicación necesaria entre democracia y liberalismo, ni con todo
el cortejo de opiniones que actualmente son el núcleo último de sig-
nificación de los hechos políticos que atraviesan actualmente a la rea-
lidad europea. En última instancia, el miedo, y vuelvo a mi tesis del Su-
peryó en Freud, es volver a dejar contento a un amo que en algún mo-
mento nos va a perdonar. El miedo quiere decir mantener el tiempo in-
definido de la promesa; supone que ahora estamos mal, pero que me-
jor no provoquemos nada porque la promesa continúa. La promesa, ¿de
III Seminario Atlántico de Pensamiento 246 El nuevo malestar en la cultura.
Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
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Y quiero, sobre esto, hacer un hincapié porque tengo que discutir mu-
chas veces esto con mis amigos filósofos: no me interesa la experiencia
III Seminario Atlántico de Pensamiento 248 El nuevo malestar en la cultura.
Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
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Digo esto porque en muchos debates, incluso con los intelectuales pro-
gresistas de corte liberal, cada vez que uno habla de esto, inmediata-
mente le endilgan a uno que está soñando con un proyecto homoge-
neizante en donde se borraran todas las singularidades. Pero como mi
punto de partida ha sido el sujeto, mi manera de entrar al problema po-
lítico es a través del sujeto, a mí me interesaría concebir un proyecto de
emancipación en donde efectivamente lo que Lacan llama la diferen-
cia absoluta y, por tanto, irrepresentable, no lo diferente, como diría Hei-
degger -que ha establecido, en muchos casos, la separación entre lo di-
ferente óntico y la diferencia ontológica-, en fin, anhelo una emanci-
pación en donde la diferencia ontológica, por fin, haga de las suyas. Yo
no imagino al comunismo donde todos estén felices, sino en donde cada
uno practique la infelicidad que quiera, que cada uno practique la in-
felicidad de ser parlante, sexuado y mortal como pueda. Mientras tan-
to, la verdadera diferencia está interrumpida por las jerarquías de la pro-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 249 El nuevo malestar en la cultura.
Políticas para un sujeto dividido
(Entrevista a cargo de Antonio G González)
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J.A.: Tal vez, como ejemplo de esa intelectualidad crítica a la que usted hace
referencia podemos citar a Badiou. Badiou es un pensador francés en don-
de la impronta lacaniana se hace sentir con mucha fuerza y que tiene lec-
turas muy valiosas. Pero observo que, en su teoría, efectivamente hay que
estar siempre a la espera de un acontecimiento por venir que va a irrum-
pir, pero del que no tenemos ninguna forma lógica de reconocimiento.
Badiou le da este carácter disruptivo al acontecimiento, en donde, como
dije antes, en una determinada si-
tuación, que es una situación de Cuando me pregunto por qué aún soy de
saber, el acontecimiento distor- izquierdas, sabiendo que las diferencias
siona todas las condiciones del lu-
gar en donde este acontecimien- son más que la equivalencia, que nunca
to se produce. Esto es una trans- va a haber un gran encuentro colectivo,
posición de la teoría de Lacan de
la oposición verdad-saber, que a la es porque rechazo la idea de eternidad
vez también Heidegger había vis- para el capitalismo, pues es contingente
lumbrado como tal.
lacaniana; porque claro, es muy fácil ser de izquierda pensando que nos
reencontraremos todos, que todos seremos equivalentes y que las di-
ferencias se borrarán. Pero si la diferencia es originariamente más im-
portante que la equivalencia, cómo, sin embargo, podemos inventar la-
zos con nuestras diferencias. Esto es, al menos, lo que me desvela a mí
desde que desde joven mantengo una relación doble con el psicoanáli-
sis y la política: cuando me pregunto por qué soy de izquierda todavía,
es porque sigo obstinadamente pensando que el capitalismo es una re-
alidad histórica contingente. Rechazo la idea de eternidad para el capi-
talismo; le confiero a la palabra eternidad otras dimensiones de la ex-
periencia humana, pero no al capitalismo.
A.G.: Bien pues, desde esta perspectiva, vayamos por último a cierta prospectiva
acerca de las políticas para un sujeto dividido. Obviamente no se trata de que
los pensadores se ocupen de organizar el funcionamiento de los hospitales,
pero si que no agoten el desafío en su propio enunciado y, por el contrario, se
ofrezcan ciertas apreciaciones pertinentes para orientar esas políticas en la
dirección señalada: que se reduzca la miseria verdadera y que lo común no en-
gulla lo singular. En primer término, ¿qué cabe decir hoy acerca del dictamen
freudiano de que educar es una tarea imposible? ¿Qué significa educar?
Por ello, en cada niño que va a aprender hay algo singular que se debe
ajustar al “para todos”. ¿Qué es lo que hay de singular en cada uno y que
se debe ajustar para todos? El encuentro con la lengua. Si hay algo en
Común, y si intentáramos definir lo común en su pregunta más crucial...
III Seminario Atlántico de Pensamiento 257 El nuevo malestar en la cultura.
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¿Qué es lo que ocurre ahora con ese encuentro común con “lalengüa”?
En muchos casos se lo capta como una anomalía privada y se lo entre-
ga a los expertos, a los evaluadores, a los que estudian las imperfecciones
que pueden existir en el aprendizaje, los llamados trastornos del
aprendizaje, etcétera. Aunque siempre deban consideradas estas mo-
dalidades patológicas, las mismas, a su vez, mantienen una discusión
y un saber sobre el modo en que se habita y se es habitado por “lalen-
güa”. Entonces, en este punto quiero establecer una diferencia entre lo
común y lo homogéneo. Lo homogéneo es precisamente lo que está cons-
truido en la lógica del para todos, mientras que lo común pertenece más
bien a la lógica femenina, no fálica, sin límites establecidos a priori y
sólo contorneable por entornos contingentes.
Sin embargo, lo común pertenece a la lógica del no todo, no del para to-
dos, porque en lo común hay un encuentro traumático de cada uno con
“lalengüa” que no es subsumible ni en el universal del para todos, ni en
las excepciones particulares, se trata de un “Singular Común”. Tal vez po-
damos evocar lo que fue para cada uno de nosotros lo que implicó cap-
tar que estábamos habitando una lengua; eso no depende ni de ningún
ejercicio pedagógico, ni de maestría alguna, sino que es un instante que
se nos presenta como una dislocación temporal. Esta manera de habitar
‘lalengüa’ de forma singular es, sin embargo, el único soporte con el que
nos podemos encontrar para pensar
El problema del desempleo no es algo de lo Común fuera de la metafísica que
orden técnico, es una decisión política se realiza a través de un proceso don-
de lo Común gira hacia la totalidad
que fue tomada: el desarrollo ilimitado homogeneizante. Entonces, en este
del capitalismo conlleva la desaparición sentido, para mí y no respondo to-
talmente, la autoayuda esa palabra
del trabajo. Hay que volver a pensar lo horrible, la autoestima, los expertos,
comun, el ciudadano debe reinventarse etcétera, forman parte de toda esta
política del miedo hacia lo común.
A.G.: En segundo lugar, la salud. ¿Qué es esa patologización de los cuerpos? ¿Qué
significan esos programas televisivos de cuidados, todas esas series de hos-
pitales, de médicos….? ¿Qué se juega hoy en el orden de la salud?
III Seminario Atlántico de Pensamiento 261 El nuevo malestar en la cultura.
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J.A.: Tal vez se trata de un nuevo paso en el mundo determinado por lo que
se llama la “biopolítica”. No sólo hacer ingresar a los dispositivos de control
hasta lo más íntimo del cuerpo, sino intentar aislar y presentar como un ob-
jeto de consumo la “sustancia episódica” del goce. ¿Qué buscan las pelícu-
las de forenses, zombis, vampiros, sino mostrar a la vida amarrada a lo que
Lacan llama el plus de gozar, inspirándose en la plusvalía marxista? Criaturas
dominadas por la pulsión sin ningún lazo social que inventar, funcionando
o como hordas o como sociedades secretas, por fuera de la experiencia de
lo “político” como relato imposible de una emancipación.
A.G.: No es casual que acabemos esta entrevista hablando del paro. Es la pregunta
que, por el momento de estallido de la crisis sistémica en el que estamos, he de-
III Seminario Atlántico de Pensamiento 262 El nuevo malestar en la cultura.
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jado en reserva para el final. Existe una enorme cantidad, más de cuatro millo-
nes, de parados ya en España [en marzo de 2010]. ¿Qué condición de posibilidad
le reserva el siglo XXI a la función del trabajo? ¿Qué significación va a tener, a
su juicio, la función del trabajo en los próximos veinte o treinta años?
Al ciudadano habría que inventarlo. Entonces, ahí evoco, con mucho pu-
dor porque estamos en presencia del profesor Vattimo, la idea del “paso
atrás” de Heidegger, es decir, este crecimiento ilimitado del capitalismo
conlleva necesariamente como efecto estructural la desaparición del tra-
bajo. Es decir, no va a haber una rectificación o una reintegración de eso
en el marco del desarrollo del capitalismo con su crecimiento indefinido.
Por esto es necesaria una reformulación de lo común. De este modo, es-
tos problemas que parecen alejados de la política práctica a mí me pa-
recen muy determinantes. Es decir, si se volviera a discutir qué es “el ser
con los otros”, y pienso que hay distintos discursos que deberían renovar
seriamente lo que es un debate acerca de qué es “ser con los otros”, des-
cubriríamos que el problema del desempleo no es un problema de orden
técnico, sino que es una decisión; es una decisión que fue tomada...
ma” de “Pegan a un niño” –es una fantasía famosa que analiza Freud del
masoquismo- como ese tiempo subjetivo en donde el sujeto queda cau-
tivo de un campo de promesas y castigos para obtener su valor para el Otro.
La necesidad del sujeto de ser legitimado por el Otro, la necesidad del su-
jeto de ser reconocido por el Otro... es el gran juego sádico del Superyó; la
idea de que hay un Otro que nos tiene que legitimar.
Sé que esto puede parecer muy alejado, pero hay sociedades latino-
americanas que están empezando a inventar nuevas formas del “ser con
los otros” y que ya no están atrapadas en la teleología marxista de una
historia que progresaba inexorablemente hacia el socialismo, sino que
están tratando de inventar un modo de organizar a las comunidades sin
la presión de unas corporaciones que inevitablemente llevan, en sus pro-
cedimientos de optimización y rentabilización, a esto que usted llama
la gran cantidad de parados.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 266 Libros
Seminarios anteriores
Centro y periferia
en tiempos de aceleración
Libro editado en octubre de 2006 en papel y en
versión digital (www.seminarioatlantico.org)
a partir de los contenidos actualizados del
seminario homónimo celebrado el 12 y 13 de
mayo de 2005 en Las Palmas de Gran Canaria.
Exceso y escasez
en la era global
Libro editado en marzo de 2009 en papel y en
versión digital (www.seminarioatlantico.org)
a partir de los contenidos actualizados del
seminario homónimo celebrado el 12, 13 y 14 de
marzo de 2008 en Las Palmas de Gran Canaria.
III Seminario Atlántico de Pensamiento 267 Libros