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En primer lugar, el foco a tratar será la misma fobia. Ésta es la causante del
sentimiento ansioso y el malestar en general. Para
superar una fobia, el primer paso será identificar los estímulos que la producen y
aprender a controlar nuestras respuestas emocionales. El tratamiento de los
miedos y fobias puede ser bastante complejo, por eso se recomienda acudir a una
terapia psicológica. Lo importante es darse cuenta del miedo irracional y poner
medidas para combatirlo, no pasa nada por consultar a un psicólogo este tipo de
dolencias y liberarnos de estas fobias para ser mas felices.
comunes entre individuos que padecen o han padecido algún tipo de fobia.
Ocurren debido a que el malestar producido por la ansiedad y la misma fobia son
emociones muy desagradables que uno no quiere volver a experimentar, por esa
misma razón, las personas con miedos y fobias pueden llegar a experimentar el
llamado «miedo a tener miedo».
Definimos una fobia como aquel miedo irracional hacia una persona, situación u
objeto. Dicho miedo puede llegar a ser enfermizo y altamente incapacitante, por
lo que las fobias deben tratarse por psicólogos especialistas en este ámbito.
Existen multitud de miedos y fobias específicos para cada tipo de estímulo.
Algunas pueden ser más comunes, como el miedo a las arañas, a los espacios
abiertos, la fobia social... Sin embargo, hay fobias que pueden resultar curiosas e
incluso graciosas para aquellos que no las padecen. Pongamos un ejemplo:
¿sabías que existe un miedo irracional a los ombligos?
Las fobias son un tipo de trastorno de ansiedad y las que las personas que las
padecen suelen evitar aquello que las provoca. Si eso no es posible, pueden sentir
pánico y miedo, taquicardia, sensación de falta de aire, temblores...
Muchas personas creen que el miedo y la fobia son conceptos sinónimos, pero no
es así. Se trata de dos emociones que provocan un malestar, producen
inseguridad y alteran nuestro estado natural pero, pese a estas similitudes, lo
cierto es que existen grandes diferencias. El miedo es una emoción que procede
de un sentimiento interno que puede producir rechazo o desagradado. Sin
embargo, la fobia no es una emoción, sino un trastorno psicológico que aparece
en situaciones determinadas.
En cambio, las fobias no pueden ser controladas por las personas que las padecen
y necesitarán, para poder vencerlas, de un tratamiento psicológico. Además
pueden afectar gravemente a la vida de una persona de forma drástica. La fobia
puede provocar un sentimiento de odio hacia las personas o el entorno haciendo
que el paciente cambie su conducta.