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EL PRINCIPIO DE LAS PRIMICIAS

(Las primicias) En varias ocasiones el Señor Jesús llevó a los


escribas y fariseos a mirar las Escrituras más allá de la letra, a leerlas
por el Espíritu, el Espíritu que las inspiró: el Espíritu Santo, pues
dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir, a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto (maduro) preparado para toda buena obra” (2 Tim.
3:16-17). Hoy abordaremos la Palabra desde ésta perspectiva con el
tema: el principio de las primicias…

“Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de


Jehová tu Dios”, Éx. 23:19.

I. DEFINICIÓN DE PRIMICIAS:

A. En el hebreo del Antiguo Testamento:


1. Bikkurim, que traduce: primicia, primeros frutos de la cosecha
(Éx. 22:29-30; 23:19).
2. Reshít, que traduce: primicia, parte principal, lo mejor (Núm.
18:12)
Nota: El hebreo salía a su campo de trabajo, y al ver los primeros
frutos o las primeras crías, los señalaba y cuidaba, para presentarlos
luego al Señor en los días de las fiestas de Jehová.
B. En el griego del Nuevo Testamento: aparque, que traduce:
primera parte, ofrenda de los primeros frutos, primero de una
serie (1 Cor. 15:23).

II. LAS PRIMICIAS ANUNCIAN LA COSECHA QUE


VENDRÁ:
A. El Señor Jesús resucitó como primicias de los hijos de Dios,
1 Cor. 15:20.

Nota: Cristo se convierte en las primicias de la resurrección,


recordemos que primicias también significa “el primero de una
serie”, así pues, Cristo es el primero de una gran cosecha… Cristo
fue crucificado en el día de la Pascua (14 de Nisán) y resucitó tres
días después, justo el 17 de Nisán el día de la fiesta de las
primicias…

B. El Espíritu Santo fue enviado como primicia del Reino


venidero, Rom. 8:23.
Nota: Es decir la presencia y obra del Espíritu Santo en y con
nosotros, es sólo una muestra de la gloria venidera. La unción, el
fruto, los dones y la obra del Espíritu Santo en medio de nosotros
hoy, es una evidencia primera de la vida en el cielo que nos espera.

III. LAS PRIMICIAS OFRECIDAS POR ISRAEL


OBEDECÍAN A VARIAS RAZONES:
A. Reconocer a Dios como dueño, Señor y soberano de todo,
Lev. 23:10-11.
Nota: Observemos que Dios dice: “cuando entren en la tierra que yo
les doy”, toda la creación (visible e invisible) le pertenece a Dios.
Por ser un pueblo agrícola, con el fruto de su tierra, reconocían que
todo es de Dios.

B. Agradecer a Dios por sus bendiciones, Deut. 26:1-3.


Nota: Dios ordenó al pueblo que se presentará tres veces al año en
Jerusalén:
1. Para la fiesta de la Pascua (tiempo de la cosecha de la cebada)
2. Para la fiesta de Pentecostés (tiempo de la cosecha del trigo)
3. Para la fiesta de los Tabernáculos (tiempo de la cosecha de las
frutas). Y en las tres fiestas traían sus primicias al templo.

C. Activar la ley de la siembra y la cosecha, 2 Crón. 31:1-5, 20-


21.
Nota: Es interesante que del rey Ezequías la biblia dice: “Ezequías
tuvo riquezas y gloria, muchas en gran manera, porque Dios le había
dado, y fue prosperado en todo lo que hizo”, y observamos en éste
texto que su corazón caminaba en la ley de Dios y en los principios
financieros del reino. Dios fue propicio a la fidelidad del rey
Ezequías y fue prosperado. La ley de la siembra y la cosecha es real,
dinámica e integral.

D. Honrar a Dios integralmente, Prov. 3:9-10.


Nota: Dios es bueno, por naturaleza tiene cuidado de su creación, es
quine nos da la vida y capacidad de trabajar. ¿Qué es honrar a Dios
con nuestros bienes? La palabra honrar del hebreo kabed, traduce,
además: dignidad, distinción de honor, reconocimiento de la
importancia y grandeza, dar gloria. Implica admirar y respetar.

Conclusión: Hay muchas maneras de adorar a Dios, de darle honra,


sin duda nuestra obediencia es nuestra mejor adoración, obedecerlo
en todo, honrarlo en todo, incluso en nuestras finanzas. Dios tiene
cuidado de nosotros, cómo no agradecerle.

El Señor ha establecido diferentes principios para bendecir a cada


uno de sus hijos, y uno de estos es dar con amor y alegría. La
primicia es una de las formas, según la Escritura nos enseña, de
honrar al Señor y procurar la extensión de su reino. La primicia es
una expresión mediante la cual expresamos que al Señor le damos el
primer lugar.

La Escritura nos enseña también que la prosperidad de Dios para sus


hijos es integral: “amado yo deseo que seas prosperado en todo, así
como prospera tu alma”. El deseo del Señor de bendecir también
nuestras finanzas es manifiesto a lo largo de la Biblia.
LA CELEBRACIÓN DE LAS PRIMICIAS
1) LAS FIESTAS DE JEHOVÁ, Éxodo 23:14-19.
a) Las tres fiestas anuales de Israel:
Comentario: El pueblo de Israel por mandamiento del Señor
celebraba tres fiestas cada año y venían de toda la nación a
Jerusalén, estas fiestas eran:

La Pascua, que era en la cosecha de la cebada.


El Pentecostés, que era en la cosecha del trigo.
Los Tabernáculos, que era en la cosecha de las uvas.

Estas fiestas en Israel coincidían con las cosechas, por eso eran una
oportunidad para agradecer al Señor por la provisión.

b) El significado hebreo del término: fiesta.


Comentario: el vocablo fiesta desde el hebreo traduce: marchar en
procesión sagrada, hacer fiesta solemne, tiempo señalado. Entonces
tiene un sentido cultual, subían a la ciudad de Jerusalén en medio de
alabanzas y con gozo entraban a los atrios del templo de Dios.

2) LA BIBLIA ENSEÑA QUE LAS PRIMICIAS SON


BENDICIÓN PARA TU CASA, Ezequiel 44:30-31.
a) Dios quiere bendecir tu familia.
Comentario: Hallamos que algunas versiones bíblicas nos ayudan a
comprender un poco más: Biblia Latinoamericana 95: “Gracias a eso
vendrá la bendición sobre la casa de Israel”, la N.V.I. “Así mi
bendición reposará sobre los hogares de ustedes”. La palabra
“reposar” traduce: descansar, establecerse, quedarse, dejar caer,
colocar. Así pues, el Señor no sólo te bendecirá a ti, sino a toda tu
familia.

b) El Señor desea darte la mejor cosecha, por eso espera una


semilla correspondiente con la naturaleza divina.
Comentario: el Señor no quería de su pueblo sacrificios en
descomposición, o despedazados por fieras. El Señor en ciertos
sacrificios aceptaba palomas en lugar de carneros, según la situación
económica del oferente. Debemos caminar en los principios de Dios
con gozo, alegría y libertad espiritual, pues el objetivo es dar gloria
al Señor.

3) DIOS ENVÍA PROTECCIÓN Y MULTIPLICACIÓN,


Proverbios 3:9-10.
a) La palabra honrar traduce: distinguir, estimar, glorificar,
venerar, dar. Honrar es dar honor, dar gloria, reconocerle como
Señor, Dios y dueño de todo.
Comentario: En este caso el Señor nos invita a adorarle a través de
nuestros bienes y primicias de nuestras labores, las primicias eran lo
mejor y lo primero de las cosechas y de los ganados. Veamos un
comentario judío respecto a este tema:

“Sucedía que cuando el judío iba a su campo o viñedo, y veía por


primera vez un higo maduro, o un racimo de uvas maduro, o una
fruta madura, la envolvía con un junquillo y expresaba: "Estos son
los Primeros Frutos".
Imaginen qué tentación era para el campesino el arrancar el primer
higo maduro y llevarlo a la boca. Pero no se entregaba a la tentación,
sino que lo designaba como ofrenda a Dios por la buena cosecha.

Recogía todos los Primeros Frutos, y agregaba más, entre los


mejores, el agricultor se dirigía a la ciudad más próxima y desde allí,
junto con sus colegas, se dirigía a la principal ciudad. Los
campesinos que vivían cerca de Jerusalén traían los frutos frescos,
pero aquellos que vivían lejos traían higos secos y pasas de uvas,
para que la fruta no se dañara en el camino a la ciudad”.

b) El Señor promete abundancia y multiplicación para su


pueblo.
Comentario: En aquellos tiempos había diferentes tipos de graneros:
debajo del piso, en cuartos o construcciones que tenían una puerta
arriba (subían por una escalera) y una abajo, y por ésta última
sacaban lo que habían depositado por arriba. El lagar era el lugar
donde se depositaban las uvas y allí eran pisadas y se obtenía el
jugo, mientras esto se hacía habían cantos de alegría por la cosecha
y bendición del Señor.
Reflexión final: El Señor nos ha bendecido, nos ha rodeado con su
presencia, no podemos negarlo, nos ha guardado con su poder y no
nos ha faltado con su provisión. Gracias a Dios por su fidelidad.

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