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RESUMEN
En este artículo se presenta un análisis general del Sistema de Innovación en México (SNI-
México), con la finalidad de identificar los agentes que participan en este, analizar sus relaciones
y describir sus principales características. Para ello se han utilizado diversos indicadores que
permiten ofrecer un ejemplo que facilite la comprensión de la metodología propuesta y las
posibles fuentes de información a utilizar para realizar un análisis similar, sea de otros países o de
regiones específicas.
La caracterización de un Sistema de Innovación permite establecer políticas y estrategias de I+D
e innovación, tanto por parte de las entidades de gobierno como al interior de cada uno de los
diferentes agentes del sistema que, de una u otra forma, participan en sus actividades. Esta
caracterización debe hacerse, en la medida de lo posible, utilizando indicadores definidos y
obtenidos de acuerdo con normas internacionales, lo que facilita la evaluación periódica y las
comparaciones internacionales.
PALABRAS CLAVE:
Sistema nacional de innovación; crecimiento económico; México.
INTRODUCCIÓN
A partir de este siglo XXI, los impactos de la globalización se han visto reflejados en todo el
mundo, existiendo una fuerte competencia entre las naciones por posicionarse como países
competitivos. Reiteradamente se ha mencionado que la vía para generar competitividad y
crecimiento sostenido en cualquier economía es la innovación (Romer, 1990; Drucker, 1985), por
su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, 2005),
establece que el objetivo final de la investigación científica y de la inversión en tecnología e
innovación, es contribuir a mejorar el desempeño económico y los niveles de vida de la población
de un país, redundando todo ello, nuevos productos, pero principalmente en prosperidad y
competitividad, así como una mejor calidad de vida de los individuos.
Según la OECD (2008), en los países más desarrollados la innovación explica entre dos terceras y
tres cuartas partes de las tasas de crecimiento. Algunos países exitosos que han desarrollado
estrategias integrales para fomentar la innovación, han registrado incrementos importantes en sus
tasas de crecimiento económico (ver Tabla 1).
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Capítulo 10 – Innovación y tecnología
5
Considérese la capacidad de las políticas públicas para actuar sobre los marcos legal, regulatorio, de competencia
y fiscal.
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“La Administración y la Responsabilidad Social Empresarial”
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Capítulo 10 – Innovación y tecnología
En este trabajo se abordará el análisis del Sistema Nacional de Innovación en México (SNI-
México) a manera de estudio de caso, utilizando para ello el modelo desarrollado por Castro y
Fernández de Lucio (1995) mostrado en la Figura 1.
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“La Administración y la Responsabilidad Social Empresarial”
6
La OCDE ha optado por distinguir las innovaciones totales de productos (un producto enteramente nuevo, con una
base tecnológica nueva o con nuevas utilizaciones de la tecnología existente) y las innovaciones de procesos
(adopción de métodos de producción nuevos o sensiblemente mejorados). La innovación implica novedad, pero esta
novedad puede ser en la empresa, a escala nacional o a nivel mundial.
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Capítulo 10 – Innovación y tecnología
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“La Administración y la Responsabilidad Social Empresarial”
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Capítulo 10 – Innovación y tecnología
7
Datos al 2006.
8
Según el Manual de Canberra de la OCDE, es el “[…] subconjunto de la población que ha cubierto
satisfactoriamente la educación de tercer nivel [niveles educativos posteriores al bachillerato] de acuerdo con la
Clasificación Internacional Normalizada de la Educación (ISCED), en un campo de la ciencia y la tecnología; y/o
está empleada en una ocupación de ciencia y tecnología que generalmente requiere estudios de tercer nivel”
(CONACYT, 2008, p. 37).
9
Población núcleo, universo de personas con estudios de licenciatura o posgrado relacionado con las ciencias.
Población extendida, comprende además a las personas con estudios de licenciatura o posgrado en áreas de
humanidades, así como a los técnicos profesionales universitarios con formación en ciencias. Población completa,
que también incluye a las personas con estudios de nivel técnico superior universitario en áreas de humanidades
(Manual de Canberra).
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“La Administración y la Responsabilidad Social Empresarial”
En la Tabla 7 se observa que el área en que más personas se han formado en México es en
ciencias sociales con cerca del 53%, el 51% de ellas están ocupadas en sectores de la CyT,
mientras que el resto en actividades comerciales, de servicios, educativas no relacionadas con
CyT, agrícolas, operativas, etc. En el caso de los educados en ingeniería (23.5%), solamente el
23.5% trabaja en sectores de la CyT, y cerca del 30% en otras actividades, incluidas áreas de
supervisión y producción en el sector manufacturero.
Ocupada en Otras
Área de estudios Total
CyT actividades
Tabla 7. PEA ocupada con estudios de licenciatura o mayor, según área de estudios y sector de ocupación.
(Cifras estimadas al 2008 en miles de personas)
Fuente: (CONACYT 2009a, p. 37).
Según el CONACYT (2009a), existe un elevado potencial de personas con preparación formal en
áreas científicas y tecnológicas que, aunado a los flujos de egreso anual de licenciatura,
permitirían incrementar de manera sustantiva la oferta y calidad del acervo en el mediano plazo,
mediante el acceso a estudios de posgrado.
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Capítulo 10 – Innovación y tecnología
México cuenta con un Sistema Nacional de Investigadores integrado (al 2009) por un total de
15,565: 2,705 candidatos a investigador nacional; 8,567 investigadores Nivel I; 3,058 de Nivel II,
y 1,235 de Nivel III.
El 23% de los investigadores pertenecen a las ciencias médicas, el 18% a ingeniería, el 17% a las
ciencias naturales, 16% ciencias sociales, 15% a humanidades, y 9% ciencias agrícolas, de
acuerdo a la clasificación de la OCDE.
Durante los últimos años ha sido notable el crecimiento de los recursos humanos en las
actividades de I+D en el país. Esto se refleja en el hecho de que el número de investigadores de
tiempo completo creció en un 269% entre 1993 y 2007, al pasar de 14,103 a 37,949
investigadores. Al 2007 se estimaba en 0.86 investigadores por cada 1,000 de PEA, sin embargo
la comparación internacional muestra que México aún está muy por abajo de otros países, cuando
Japón reporta un ratio de 11.02, Suecia 10.6, Estados Unidos 9.72 (al 2006), Corea 9.48 y
Alemania 7.15 por mencionar a algunos de los países con mejores niveles (CONACYT, 2008 y
2009a).
3.2 La Estructura
El entorno científico en el que se soporta el SNI-México, según datos del ciclo escolar 2007-
2008 publicado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), cuenta con un total de 6,625
Instituciones de Educación Superior (3,215 IES ofrecen programas de licenciatura universitaria y
tecnológica y 1,653 de posgrado). Del total 2,668 son del sector público y 3,957 del privado, sin
embargo, la cobertura nacional en educación superior es de solamente el 27.6%, excluyendo el
posgrado.
El 38.8% de la matrícula de educación superior corresponde al sostenimiento autónomo; el
13.8%, al estatal; el sostenimiento federal cubre el 14.3%, y las instituciones particulares cuentan
con el 33.1%. La escasa inversión pública en educación superior (que cubre solamente el 28.1%
de la matrícula) en relación con la creciente demanda, presenta un riesgo eminente (Dutrénit, et
al., 2010) si se considera que una buena parte de las universidades privadas que han surgido en
los últimos años no cuentan con la infraestructura educativa adecuada ni con la calidad en la
enseñanza requerida; por ejemplo, son solamente 159 las IES tanto públicas como privadas que
están afiliadas a la ANUIES, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de
Educación Superior 10.
La matrícula en educación superior se distribuye de la siguiente manera: a) Profesional asociado
o Técnico Superior: 3.4%, b) licenciatura: 89.8% y c) posgrado: 6.8% (SEP 2007-2008).
CONACYT (2009a) ha identificado 180 IES que ofrecen programas de doctorado, y la SEP
(2008) ha identificado 821 programas doctorales (574 en IES del sector público y 247 del sector
privado).
En el Programa Nacional de Posgrados de Calidad 2010 del CONACYT se tienen registrados
1,216 programas, 837 de especialidad y maestría y 379 de doctorado.
México cuenta con 18 Centros Públicos de Investigación SEP-CONACYT que abarcan los
principales campos del conocimiento científico: 10 especializados en ciencias exactas y naturales
y 8 en ciencias sociales y humanidades. También cuenta con el Centro de Análisis e
Investigación Económica y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN;
adicionalmente, están integrados dos fondos, el Fondo de Información y Documentación para la
Industria y el Fondo para el Desarrollo de Recursos Humanos que otorga financiamiento para
estudios de posgrado.
Las principales IES que tienen centros de investigación son seis públicas: la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), el Centro de Investigación y Estudios Avanzados de
IPN (CINVESTAV), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Instituto Politécnico
Nacional (IPN), la Universidad de Guadalajara (UDG) y la Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla. Las primeras cuatro instituciones dan cuenta de aproximadamente 50% de la
producción científica nacional. En lo que se refiere a las IES privadas, la institución con mayor
presencia a nivel nacional es el Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM), según Dutrénit, et
al. (2010).
Por lo que se refiere al entorno tecnológico y de servicios avanzados, México cuenta con 8
Centros Públicos de Investigación SEP-CONACYT especializados en desarrollo e innovación
10
Asociación no gubernamental que agremia a las principales IES del país, cuyo común denominador es su voluntad
para promover su mejoramiento integral en los campos de la docencia, la investigación y la extensión de la
cultura y los servicios (http://www.anuies.mx/).
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Capítulo 10 – Innovación y tecnología
Instituciones y dependencias de la
145 157 8.3%
Administración Pública
11
Mayor información en: http://204.153.24.221/. [Recuperado el 8 de febrero de 2011].
12
El SISTEC está diseñado para proporcionar a estas empresas, información veraz, ágil y oportuna de los servicios
tecnológicos que ofrecen Centros, Institutos, Empresas de Consultoría y Consultores independientes en México.
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Capítulo 10 – Innovación y tecnología
En los resultados de la Encuesta sobre Investigación y Desarrollo Tecnológico (ESIDET, 2006 15)
mostrados en la Tabla 10, se aprecia el escaso porcentaje de las empresas encuestadas que
manifestaron haber introducido alguna innovación de producto o de proceso, y cómo este
porcentaje ha tenido una pequeña disminución del 2001 al 2006, dándose el mayor retroceso en
las empresas de más de 250 empleados, en tanto que las empresas entre 101 y 250 empleados
elevaron su interés por realizar actividades innovadoras.
Tamaño de empresa Encuesta Nacional Encuesta Nacional de Innovación
de Innovación 2001 2006 (Datos del 2004-2005)
(Número de empleados)
15
El CONACYT, por medio del INEGI, realizó la Encuesta sobre Investigación y Desarrollo Tecnológico (ESIDET)
2006, que incluyó un módulo relativo a las actividades de innovación en los sectores Manufacturero y de Servicios,
con base en el marco metodológico del manual OSLO de la OCDE.
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“La Administración y la Responsabilidad Social Empresarial”
riesgo de viabilidad de los proyectos de innovación, así que este entorno se muestra muy débil en
la estructura que da soporte al SNI-México.
El Programa de Modernización Tecnológica del CONACYT apoyó 316 proyectos en 1999, 367
en 2000 y 259 en 2001 (CONACYT, 2002). La inversión para estos 259 proyectos por parte de
CONACYT fue de sólo 74,2 millones de pesos.
En 2009 se constituyó el Fondo Institucional de Fomento Regional (FORDECYT 16), que apoyó
26 proyectos con un monto de 323.8 millones de pesos en su primera convocatoria.
El CONACYT (2009a) cuenta con fideicomisos que promueven la investigación científica, el
desarrollo tecnológico y la innovación en el país, ya sea bajo la modalidad de fondos sectoriales
(se cuenta con 20 fondos de este tipo con diversas entidades y dependencias del Gobierno
Federal), fondos mixtos (son 34 fondos que están vigentes con 32 entidades federativas y dos
municipios) o fondo institucional (administrado directamente y que contempla programas de
fomento a las actividades científicas, tecnológicas y de innovación).
En la convocatoria de Ciencia Básica 2008 CONACYT-SEP se apoyaron 638 proyectos por un
monto de 715.8 millones de pesos.
En 2009 se crearon tres nuevos Programas de Estímulo a la Investigación, Desarrollo
Tecnológico e Innovación: Programa de innovación tecnológica para negocios de alto valor
agregado (INNOVAPYME), Programa de desarrollo e innovación en tecnologías precursoras
(PROINNOVA), y Programa de innovación tecnológica para la competitividad de las empresas
(INNOVATEC). En conjunto se apoyaron 503 proyectos por 1,663.6 millones de pesos (más del
66% de estos proyectos tienen vinculación con IES o Centros de Investigación).
En 2009 el programa AVANCE apoyó 20 proyectos de nuevos negocios con 73.8 millones de
pesos, 12 apoyos por 63.1 millones de pesos de Fondo de Emprendedores CONACYT-NAFIN;
se formalizaron siete proyectos de paquetes tecnológicos por 24.8 millones de pesos; dos
proyectos por 5.3 millones de pesos de fondos de garantía para el otorgamiento de créditos y
ocho proyectos por un monto de 12 millones de pesos de Alianzas Estratégicas y Redes de
Innovación para la Competitividad (AERIS).
A pesar de la disponibilidad de diversas fuentes de financiamiento 17, en la ESIDET 2006 se
identifica que los recursos propios (63%) fueron la principal fuente utilizada por las empresas que
emprendieron proyectos de innovación entre el 2004 y el 2005, independientemente del tamaño
de empresa, seguido por los apoyos gubernamentales (19%) y, posteriormente, por los créditos
bancarios (12%), lo que refleja que los apoyos disponibles son aún insuficientes o las empresas
desconocen cómo aprovecharlos.
3.3 Capacidad de Absorción
Aun cuando la capacidad de absorción del entorno productivo depende en buena medida de la
formación de los recursos humanos, situación que ya se ha comentado con anterioridad, otro
16
Su objetivo es contribuir al desarrollo regional, a la colaboración e integración de las regiones del país y al
fortalecimiento de los sistemas locales de ciencia, tecnología e innovación.
17
En el portal del SISTEC se encuentra información sobre algunas instituciones y fondos que ofrecen apoyo
financiero, tales como NAFIN, BANCOMEXT, FIDETEC, FORCCYTEC, CIMO de la STPS, entre otros
(http://204.153.24.221/financiamiento.html).
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Capítulo 10 – Innovación y tecnología
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18
www.impi.gob.mx/wb/IMPI/ley_de_la_propiedad_industrial
19
www.impi.gob.mx/wb/IMPI/ley_federal_del_derecho_de_autor
20
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/242.pdf. www.siicyt.gob.mx/siicyt/docs/contenido/PECiTI.pdf
21
www.semarnat.gob.mx/leyesynormas/Pages/inicio.aspx
22
Experiencias como las de España en este sentido (más de 70 empresas certificadas, crecimiento gasto I+D,
aumento incentivos fiscales por innovación) está animando a otros países a seguir el mismo camino (Coca, et al,
2007).
23
El ISI procesa la base de datos multidisciplinaria más completa sobre arbitraje de publicaciones científicas, y
registra a las publicaciones con mayor influencia en las diversas disciplinas y áreas del conocimiento. Tiene
almacenadas a cerca de 16,000 revistas, de las cuales el 61% abarca áreas de ciencia y tecnología, el 21% las
ciencias sociales y el restante 18% pertenece a las artes y humanidades.
24
De los países de la OCDE, al 2008 Estados Unidos producía el 29.29% de los artículos mundiales, seguido de
Reino Unido con 7.81%.
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Capítulo 10 – Innovación y tecnología
25
Para la definición de las dimensiones y sub- remitimos al lector al documento base: Nasir et al., 2011.
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SNI de países exitosos, para Dutrénit, et al. (2010) sus acciones e interacciones a diferentes
niveles y con distintas intensidades contribuyen a caracterizar un SNI aún en desarrollo.
Las estructuras de interrelación en México, en su mayoría, se concentran en los entornos
científico y tecnológico, mientras que los entornos productivo y financiero apenas han
intervenido en la generación de unidades de apoyo a la interrelación con otros sectores; esto pone
de manifiesto el escaso interés en los procesos de innovación tecnológica y, como dirían Gómez
y Borja (1996), de la inexistencia de un real SNI, más que de un SNI débil o inmaduro.
El gobierno mexicano no ha podido colocar a la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (CTI) en
correspondencia con la dimensión de su economía. Está siendo necesario un mayor
involucramiento y coordinación de esfuerzos de los distintos niveles de gobierno y de los
distintos agentes que intervienen en desarrollo tecnológico y de la capacidad innovadora del
aparato productivo, ya que son innegables las dificultades para la construcción de vínculos entre
los agentes.
El sector privado es el motor para la innovación. La transformación de los conocimientos y las
nuevas ideas en riqueza -la creación de tecnologías, productos, procesos y servicios- es la
provincia de las empresas, no de los gobiernos o de las universidades, aunque debe reconocerse
que la política nacional y las instituciones públicas y educativas ayudan a crear un entorno que
puede fomentar o disminuir la actividad innovadora de éstas.
En nuestro país está siendo urgente que las políticas de innovación combinen el lado de la
demanda y el de la oferta para incrementar el gasto en I+D y mejorar la competitividad 26, así
como abordar esta con un enfoque sistémico y multifactorial. Para ello se deben asegurar
inversiones sostenidas para contribuir a los procesos de construcción de capacidades
tecnológicas en las empresas y el reforzamiento de áreas de conocimiento especificas en
universidades y centros de investigación (Dutrénit, et al, 2010). Como han identificado
Bazdresch y Romo (2005), existen débiles eslabonamientos y flujos de conocimiento y no se han
logrado entender cabalmente las necesidades del sector productivo.
La actividad de interrelación entre las IES y los CI con el sector productivo es relativamente baja.
Los primeros más preocupados por las publicaciones de carácter científico que por el desarrollo
de patentes o la transferencia de conocimiento al sector productivo. Sin embargo también se
observa que la cultura tecnológica no ha arraigado suficientemente entre las empresas mexicanas,
consecuentemente, la proporción de titulados superiores en los diferentes sectores es
sensiblemente inferior a la de otros países más desarrollados, y la cantidad de empresas que han
integrado un enfoque hacia la innovación es realmente pequeño, reflejándose en los escasos
resultados en términos de innovación sea de producto, de procesos u organizacionales, las escasas
y casi nulas patentes empresariales y, en general, la baja cooperación entre los elementos del SNI.
Se debe fortalecer el papel de los organismos intermedios empresariales con respecto a la tarea de
dinamizar y concientizar al sector productivo en relación con los temas de innovación.
El tema del financiamiento es relevante para el logro de resultados; los fondos y programas de
apoyo financiero disponibles manejan cifras muy pequeñas para el tamaño de la economía
mexicana y para el número total de empresas del país.
26
México ha estado perdiendo gradualmente su nivel de competitividad según el Global Competitiveness Index del
Foro Económico Mundial, pasando del lugar 42 de 79 países en el 2001, al lugar 66 de 139 en el 2010.
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Capítulo 10 – Innovación y tecnología
Aun cuando se reconoce que se están haciendo esfuerzos para recolectar y sistematizar
información referente a los indicadores para medir la capacidad de innovación, todavía la
información está dispersa y es escasa en algunos rubros.
Finalmente, si bien la innovación es una pieza importante para el desarrollo económico uno de
los posibles caminos que puede coadyuvar al crecimiento es la inversión en innovación, esta
puede facilitar la transición hacia una economía del conocimiento y a la generación de empleo.
Para hacer efectiva esta propuesta es necesaria la acción conjunta entre empresas, gobiernos,
instituciones de educación superior incluidos los tecnológicos y centros de investigación.
México tiene una gran tarea para desarrollar su capacidad tecnológica y, posteriormente,
trasladarla para los propósitos del desarrollo sostenible a todos sus ciudadanos (Desai et al.,
2002): a) La difusión de invenciones viejas (teléfonos y electricidad) ha sido lenta. Todavía no
han alcanzado a las comunidades rurales y las familias más pobres. b) El desarrollo de
habilidades humanas es otro bloque fundamental del edificio de capacidad tecnológica. Aquí otra
vez, México puede hacer mucho más, especialmente en la enseñanza de ciencias y matemáticas.
México ha hecho un progreso significativo al mejorar el nivel de escolaridad al lograr 7.2 años de
educación. Sin embargo, la proporción de estudiantes en universidades y otras instituciones de
tercer nivel matriculados en ciencias y matemáticas es sólo 5% del grupo en dicha edad; en
contraste con 10% en Argentina y Chile, y con el promedio de OECD.
El grado alto de México en el TAI requiere de terapias de electrochoque para moverse a una
cultura de desarrollo tecnológico. Así, México necesita hacer importantes esfuerzos con el fin de
integrar ciencia, tecnología e innovación en sus agendas de desarrollo económico y
competitividad. La política de apoyo a los clusters y los sistemas de innovación regional debería
revisarse para dar un mayor énfasis hacia el rumbo de una economía basada en el conocimiento.
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ANEXO
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