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COMENTARIO A LA 5ª META EDUCATIVA 2021 DE LA OEI

Mauricio Langon

Introducción

A inicios de agosto escribí un rápido comentario indignado sobre la 5ª de las Metas Educativas
2021 (OEI, 2008, p. 108-110), en su primera versión. Mi escrito estaba dirigido a Comunidad
Educativa, red virtual de firmantes del Pronunciamiento Latinoamericano por una educación
para todos (2000), en el marco de la preparación del nuevo Pronunciamiento que fue redactado
el 11 de setiembre pasado en Buenos Aires, justo antes del ampuloso evento que se realizó en esa
misma ciudad para la puesta a punto del Documento definitivo de las Metas. Mi intención era
poner de manifiesto, a través del análisis de esa 5ª Meta (a mi juicio la única estrictamente
educativa), elementos que ayudaran a comprender mejor los alcances de las políticas
“educativas” que la OEI implantará en la región.

Ahora que se acerca la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se


celebrará en diciembre en Mar del Plata, que seguramente firmará sin observaciones ese
Documento, hice circular entre algunos amigos mi desencantado comentario de agosto. Los
compañeros de FENAPES me hicieron el honor de pedirme publicarlo en el Boletín, cosa que
acepté, por supuesto.

Pero en el Documento final (mucho más extenso que la primera versión) la 5ª Meta (OEI, 2010,
152-154) presenta cambios que hacen obsoleta la publicación tal cual de mi comentario a la
primera versión. También me parece necesario incluir otros ajustes, por ser los compañeros de
FENAPES los destinatarios principales de este artículo.

Primero explicito el encuadre teórico con que considero este asunto. Después reproduzco la
primera versión del Documento y a continuación mi comentario de agosto, con algunas
modificaciones. Luego indico las novedades que incluye la versión final del documento, e
introduzco comentarios a la misma. Por último incluyo algunas reflexiones de índole general
problematizando la cuestión de la participación (específicamente de los colectivos docentes) en
el proceso referido a las Metas Educativas 2021.

Sobre el control de la educación.

Constituyen un instrumento potente para analizar documentos elaborados por organismos


internacionales metidos a educadores (Soler) algunas ideas de Deleuze, especialmente en
Posdata sobre las sociedades de control y ¿Qué es filosofía? (escrita con Guattari). Al menos yo
las uso para eso.

Estos recursos permiten captar el dominio conceptual que se ejerce utilizando palabras (no
conceptos) que operan como contraseñas (o cifras) de acceso. Quien controla la entrada ejerce un
poder que no necesita disciplinar para ejercerse; quien no maneja la jerga, no puede entrar.

En el caso que nos ocupa, quien crea (de crear) y controla esta jerga específica de las Metas es
determinada institución internacional, la OEI, que, de ese modo, asume el rol de sujeto agente de
la educación en el ámbito geográfico que se ha denominado Iberoamérica. Es decir, ejerciendo
el poder de control, asume la dirección de nuestras educaciones. Claro que sólo puede hacerlo
porque esas atribuciones le han sido otorgadas por los gobiernos, porque gozan del
reconocimiento de hecho de muchas instituciones de la sociedad civil y personas que de un modo
u otro la reconocen o colaboran con ella.
Quien crea (de creer) esas palabras, posiblemente resigna su cualidad de sujeto agente de su
propia educación en favor de esa entidad a la que otorga el poder de controlarla. Y quien, por el
contrario, pretenda sostener su autonomía en el campo educativo, quedará fuera.

Quizás por eso, el documento que presenta las Metas se esfuerza por transmitir que el sujeto que
las creó y las hará realidad, no es la organización interestatal que firma el documento (la OEI),
sino todos los iberoamericanos.

Desde el título, se elide al sujeto deseoso, volitivo y amoroso de “la educación que queremos”, y
al sujeto soñador, proyectivo y agente de las “metas educativas”. Todos creerán que todos
queremos esa educación y que todos nos proponemos esas metas. No existe, no puede existir,
otro sujeto. No existe, no puede existir quien quiera otra educación.

Así me entero de mi propia inexistencia e impotencia, y de la de todos aquellos que dedicamos


nuestras vidas a la educación, que más o menos coincidimos en nuestras perspectivas en
Uruguay, en nuestra América o en el mundo o que discrepamos entre nosotros, pero que
disentimos en todo o en parte, con el deseo y la voluntad que expresan las metas de la OEI. Toda
diversidad, todo conflicto, todo debate educativo, finalizarán con el “documento final”, pues
todos queremos sus 11 “metas generales” (¿“endecálogo”, “endecameta”?), 27 “metas
específicas” y 38 “indicadores” con sus respectivos “niveles de logro”.

Los demás quedaremos fuera, donde es el frío y el crujir de dientes. Pero ¿acaso no lo estábamos
ya ahí?

Meta general quinta, primera versión

“Meta general quinta. Ofrecer un currículo significativo que asegure la adquisición de las
competencias básicas para el desarrollo personal y el ejercicio de la ciudadanía
democrática.

Meta específica 13. Mejorar el nivel de adquisición de las competencias básicas y de los
conocimientos fundamentales por parte de alumnas y alumnos.

Indicador 16. Porcentaje de alumnos con niveles satisfactorios de logro en competencias básicas
en las pruebas nacionales e internacionales.
Nivel de logro. Disminuir entre un 10 y un 20% en los dos niveles bajos de rendimiento en las
pruebas de LLECE 6º grado o en los estudios PISA o de la IEA en los que participen los
diferentes países, y aumentar en la misma proporción los alumnos en los dos niveles altos en
dichas pruebas.

Meta específica 14. Potenciar la educación en valores para una ciudadanía democrática activa,
tanto en el currículo como en la organización y gestión de las escuelas.

Indicador 17. Resultados de los alumnos en los estudios nacionales e internacionales sobre
ciudadanía democrática que se realicen a lo largo de la década.
Nivel de logro. Lograr una mejora en los resultados entre los estudios que se realicen.

Meta específica 15. Ofrecer un currículo que incorpore la lectura y el uso del computador en el
proceso de enseñanza y de aprendizaje, en el que la educación artística tenga un papel relevante
y que estimule el interés por la ciencia entre alumnas y alumnos.

Indicador 18. Tiempo semanal de lectura en las distintas etapas.


Nivel de logro. Dedicar al menos 3 horas de lectura obligatoria en Educación Primaria y 2
horas en Educación Secundaria Básica.

Indicador 19. Frecuencia de uso del computador en la escuela por los alumnos.
Nivel de logro. Conseguir que los profesores y los alumnos utilicen el computador en el proceso
de enseñanza y aprendizaje de forma habitual en 2021.

Indicador 20. Tiempo semanal dedicado a la educación artística en las escuelas.


Nivel de logro. Dedicar al menos 3 horas dedicadas a la Educación Artística en la Educación
Primaria y en la Educación Secundaria Básica.

Indicador 21. Porcentaje de profesores de Educación Artística con la titulación establecida.


Nivel de logro. Conseguir que entre el 30% y el 70% de los profesores de educación artística
tengan en 2015 la titulación establecida y que entre el 60% y el 100% dispongan de ella en
2021.

Indicador 22. Porcentaje de alumnos y alumnas que siguen formación científica o técnica en los
estudios postobligatorios.
Nivel de logro. Aumento de la elección de los estudios científicos y técnicos por los alumnos y
las alumnas.” (OEI, 2008, p. 108-110)

Comentario (indignado e impotente) (de agosto 2010, con algunas


modificaciones)1

La educación pensada en base a Metas (o metitis).

La primera contraseña es pensar la educación en base a metas a lograr. ¿Es eso adecuado? ¿La
educación es algo que puede o debe pensarse sobre el modelo de una carrera (quizás de
obstáculos, quizás de velocidad, quizás de ironman o extreme, quizás a lo largo de toda la vida o
permanente) que hoy propone metas fijas con las que habrá que acordar o acordar y que
congelan la libertad de los futuros? ¿O quizás esas metas no son algo a alcanzar, sino un artificio
móvil y cambiante para tener a la educación siempre corriendo, como galgos tras inalcanzables
liebres mecánicas, o como burros tras zanahorias? ¿O se trata más bien de una carrera de
postas? Pues la experiencia anterior de documentos análogos, elaborados por sesudos y
entusiastas expertos de organismos internacionales que se suceden unos a otros, ya hace decenios
que nos vienen proponiendo objetivos (y otros términos que ya olvidé) que nunca importó que se
cumplieran, lograran o alcanzaran en fechas siempre precisas y siempre postergables: 2000,
2015, 2021...

No se trata de conceptos porque su característica básica es difuminar su comprensión y hacerse


de una extensión infinita que incluye toda una jerga particular (metas generales y específicas,
indicadores, niveles de logro) que se podría aplicar a todo.2 Es indicador de que se trata de meras
contraseñas el hecho de que, para proponer estas metas, no se requiera evaluar qué pasó con
anteriores objetivos; ni emitir, por tanto, ningún juicio crítico sobre sus autores o actores.

1
Mi escrito de agosto era una primera versión, esta es una versión final del artículo que pongo a discusión con los
compañeros de FENAPES. Si la OEI puede hacer eso ¿por qué no podría yo?
2
Por ejemplo yo me di éstas “Metas personales para el autor en 2021”: “Meta general” 1ª: Alcanzar la felicidad
personal; “Meta específica 18”: Mejorar la calidad y cantidad de expresiones de felicidad; “Indicador 29”:
Cantidad de risas a carcajadas; “Nivel de logro”: En 2015 el autor ríe a carcajadas al menos dos veces por día, y
en 2021 no puede parar de reír”
Los términos utilizados quedan fuera de toda crítica y fuera de toda posibilidad de
reformulación de fondo. Se podrá discutir (por ejemplo) si la dedicación de 3 horas semanales de
lectura para primaria y 2 para el ciclo básico secundario3 es el nivel de logro adecuado o si
debería aumentarse o disminuirse el número o la proporción entre ellos. Algo más difícil sería
discutir que el indicador sea semanal (y no diario o quincenal o anual). Se hace ya más difícil
discutir algo que valga la pena: como si es sensato o no medir la “incorporación de la lectura”
mediante el indicador “tiempo semanal de lectura”. Por supuesto, las “metas específicas” son
indiscutibles. Con más razón, las metas generales.

La meta específicamente educativa

Leo la 5ª meta de la OEI, que reproduje más arriba. Ilusoriamente espero que dirá qué es un
“currículo significativo”, qué y cuáles son “las competencias básicas para el desarrollo
personal”, en qué consiste “el ejercicio de la ciudadanía democrática”; por qué y para qué habría
que “ofrecer” eso. Así podría pensar esas cosas, discutirlas. Pero no. No son conceptos son
contraseñas. Son in-discutibles.

Hasta se podría llegar a acordar en que uno de los para qué de la educación fuera “el desarrollo
personal y el ejercicio de la ciudadanía democrática”. Pero, sin definir en qué consisten, ¿se trata
realmente de conceptos sustantivos capaces de orientar la educación o son meras palabras
encantadoras? ¿Se concatenan de algún modo ese desarrollo y ese ejercicio con los logros que se
proponen? ¿O no tienen nada que ver? ¿O los traban?

Lo importante es que, para “asegurar” estos para qués el “medio” indiscutible es “adquirir
competencias básicas”. Tres términos más que discutibles, pero que tampoco se pueden poner en
discusión. La noción de “competencias”, por supuesto; la reducción de éstas a algunas que serían
“básicas”; el hecho de que se las adquiera mediante un currículo “significativo”. Sea lo que sea
éste, es evidente que todo otro currículo es insignificante.

Ahora bien, toda esta discusión palabresca puede ser descartada. No se trata de barajar de otro
modo las palabras o de proponer otras palabras. Se trata de la función de control que se ejerce a
través de esas palabras.

Tomé para analizar esta 5ª meta porque en las demás no tiene peso el contenido educativo. Sólo
muy indirectamente y cuando se habla de “calidad” (en la 2ª y 3ª metas) podría aparecer algo de
eso, pero, en general, todas las otras metas no se refieren a la educación en sí, sino a medidas
no educativas que se espera que redunden en beneficio de la educación (de la que se espera que
otorgue réditos no educativos). De modo que es en esta meta donde se manifiesta con toda su
fuerza el ejercicio de control multinacional sobre la educación. Digamos: la pérdida de la
autonomía de las educaciones nacionales, la pérdida de la autonomía de la educación (donde ella
aún subsiste a duras penas, como en nuestro país) y la pérdida de autonomía profesional de los
docentes (allí donde aún los docentes no han sido todavía reducidos totalmente a meros
funcionarios).

Esta meta, nada más y nada menos, establece el currículo expreso que deberá tener la
educación en los países de Iberoamérica hasta 2021. Currículo que luego habrá que controlar
que cumplan los Estados, las escuelas, cada docente...

3
Me resulta tristemente divertido constatar que, donde la primera versión de las Metas dice: “Dedicar al menos tres
horas dedicadas (sic) a la Educación Artística en la Educación Primaria y en la Educación Secundaria Básica”, la
versión final dice: “Hay establecidas al menos tres horas dedicadas a la educación artística y a la educación física,
y dos horas en la educación secundaria básica”. Supongo que las horas son semanales y que no son horas
compartidas por ambas “educaciones”.
Las competencias básicas son (imposible discutirlo) aquellas que evalúan sistemas
internacionales específicos designados por siglas que se van multiplicando: LLECE, PISA, IEA,
TIMMS, PIRLS... Ya están determinados sus contenidos y, especialmente, su evaluación.
Controlando la evaluación se dominan los currículos. Aunque no se lo diga expresamente, las
instituciones educativas ya construyen currículos y toman medidas para esas evaluaciones.
Todas deberán hacerlo... La evaluación deja de ser del currículo; el currículo pasa a ser en
función de la evaluación. Desaparece toda autonomía curricular. Y metodológica, claro; pues ya
no se trata estrictamente de educar sino de enseñar a aprobar pruebas, de competir en
competencias escolares.4

Interesante preguntarse de dónde sale que el “desarrollo personal” y “el ejercicio de la


ciudadanía democrática” (que cuando eran conceptos discutibles –es decir, dignos de ser
discutidos- estaban íntimamente ligados a la autonomía de las personas y a formas de diálogo)
puedan lograrse por sistemas educativos que dejan de ser autónomos, por currículos impuestos
“de afuera” y por la reducción de los docentes a meros ejecutores o servidores.5

Cuando vamos a los contenidos que deberá imponerse para cumplir esta meta, nos enteramos que
ella se alcanza por la suma de “metas específicas” que imponen:

a) Mejorar resultados de específicas “pruebas” internacionales (Meta 13) Notemos que los
indicadores y niveles, no dicen otra cosa sino que, si logramos mejorar en esas evaluaciones,
habremos mejorado en “desarrollo personal” y “ejercicio de ciudadanía”. De ningún modo se
intenta siquiera (de)mostrar alguna relación entre esta meta específica y la meta general. No
se propone tampoco nada para “medir” el impacto de esas pruebas en el desarrollo personal
ni en el ejercicio de la ciudadanía.
b) Potenciar la “educación en valores” (Meta 14) La asunción de esta meta implica descartar
de plano una formación ética y reducirse a una mera formación moral. Sobre este punto la
OEI viene trabajando desde hace años. No voy a discutirlo aquí. Pero sí quisiera resaltar que
se establece la dependencia de este aspecto respecto a futuros “estudios que se realicen”.
c) El currículo incluye: a) incorporar la lectura; b) y el computador; c) dar papel relevante al
arte; d) estimular el interés por la ciencia. (Meta 15) Currículo interesante por lo que
excluye y por el modo en que incluye. A mis fanáticos ojos salta, claro, que excluye la
filosofía. Más estrictamente, excluye el pensamiento crítico, pues el modo en que se presenta
la ciencia (¿cuál de ellas?), es acrítico y propagandístico, y la inclusión del arte,6 parece más
bien una concesión a algunos sectores o un modo de no dejar flancos demasiado evidentes a
la crítica. Interesante la “incorporación” (¿?) de la lectura. A una lectura maliciosa o pícara
del texto no se le escapará que excluye la escritura, el habla, la escucha, la discusión, la
argumentación. Pero lo más jugoso en este punto es leer cómo se miden estas cosas... en
función de su relación a lo que dice la Meta general nº 5. Espero que alguien me muestre qué
tiene que ver con el desarrollo de la persona y el ejercicio de la ciudadanía, lograr o no, por
ejemplo, el “aumento de la elección de los estudios científicos y técnicos por los alumnos y
las alumnas.”

Nada más propone la meta 5ª.

Entonces, yo la reformularía así:

4
No deja de ser interesante la deformación ya impuesta de la noción de competencias (que inicialmente algunos
definían como la capacidad de aplicar en la vida extraescolar lo aprendido en la escuela) transformándola en su
contrario: la capacidad competitiva de personas, instituciones y países en pruebas exclusivamente escolares.
5
Ver más abajo cambios del documento final en este sentido.
6
Y de la educación física que fue incluida en el Documento final.
“Lograr el control de los currículos de los distintos países de modo que se organicen para
someterse a evaluaciones internacionales. Hecho esto, que es lo central, aceptemos que
incorporen alguna educación moral (no ética), y –para que no se peleen- lectura y computadoras,
arte y ciencia.7 Todo en un lenguaje consabido y ‘técnico’, no sea que les dé por pensarlo y se
den cuenta que lo único que proponemos es educar para la sumisión.”

¿No deberíamos poner en un lugar central las cuestiones éticas, las que tienen que ver con la
autonomía, específicamente, en relación con los contenidos de nuestra educación y su
evaluación?

META GENERAL QUINTA (según el Documento Final)

MEJORAR LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN


Y EL CURRÍCULO ESCOLAR

META ESPECÍFICA 10. Mejorar el nivel de adquisición de las competencias básicas y de los
conocimientos fundamentales por parte de los alumnos.
· INDICADOR 13. Porcentaje de alumnos con niveles satisfactorios de logro en competencias
básicas en las pruebas nacionales e internacionales.
– Nivel de logro: Disminuye en al menos un 20% el número de alumnos situados entre los dos
niveles bajos de rendimiento en las pruebas de LLECE 6.º grado, PISA, TIMMS o PIRLS en las
que participan diferentes países. Aumentan en la misma proporción los alumnos en los dos
niveles altos en dichas pruebas.

META ESPECÍFICA 11. Potenciar la educación en valores para una ciudadanía democrática
activa, tanto en el currículo como en la organización y gestión de las escuelas.
· INDICADOR 14. Actualización de la educación en valores y para la ciudadanía en los
currículos de las diferentes etapas educativas.
– Nivel de logro: En 2015 se han reformulado los currículos de las diferentes etapas educativas y
está reforzada la educación en valores y para la ciudadanía en las distintas áreas y materias.

META ESPECÍFICA 12. Ofrecer un currículo que incorpore la lectura y el uso del
computador en el proceso de enseñanza y aprendizaje, en el que la educación artística y la
educación física tengan un papel relevante, y estimule el interés por la ciencia, el arte y el
deporte entre los alumnos.
· INDICADOR 15. Tiempo semanal de lectura en las distintas etapas.
– Nivel de logro: Hay establecidas al menos tres horas de lectura obligatoria en educación
primaria y dos horas en educación secundaria básica.
· INDICADOR 16. Frecuencia de uso del computador en la escuela por los alumnos para tareas
de aprendizaje.
– Nivel de logro: En 2021, los profesores y los alumnos utilizan el computador de forma habitual
en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
· INDICADOR 17. Tiempo semanal dedicado a la educación artística y a la educación física en
las escuelas.
– Nivel de logro: Hay establecidas al menos tres horas dedicadas a la educación artística y la
educación física en la educación primaria, y dos horas en la educación secundaria básica.
· INDICADOR 18. Porcentaje de alumnos que elige formación científica o técnica en los estudios
postobligatorios.
– Nivel de logro: En 2015 aumentó la elección de los alumnos por los estudios científicos y
técnicos en un 10%, y en un 20% en 2021.

7
¡Ah, sí! Y educación física ¿cómo pudimos olvidarla?
META ESPECÍFICA 13. Mejorar la dotación de bibliotecas y de computadores en las
escuelas.
· INDICADOR 19. Porcentaje de escuelas con bibliotecas.
– Nivel de logro: En 2015, al menos el 40% de las escuelas dispone de bibliotecas escolares, y el
100% cuenta con ellas en 2021.
· INDICADOR 20. Razón de alumnos por computador.
– Nivel de logro: En 2015 la proporción entre computador y alumno es de entre 1/8 y 1/40, y de
entre 1/2 y 1/10 en 2021.

META ESPECÍFICA 14. Ampliar el número de las escuelas de tiempo completo en primaria.
· INDICADOR 21. Porcentaje de escuelas públicas de primaria de tiempo completo.
– Nivel de logro: En 2015, al menos el 10% de las escuelas públicas de educación primaria es de
tiempo completo, y entre el 20% y 50% lo es en 2021.

META ESPECÍFICA 15. Extender la evaluación integral de los centros escolares.


· INDICADOR 22. Porcentaje de escuelas que participan en programas de evaluación.
– Nivel de logro: En 2015, al menos entre el 10% y el 50% de los centros escolares participa en
programas de evaluación, y entre el 40% y el 80% lo hace en 2021.” (OEI, 2010, 152-154)

Algunos comentarios respecto a los cambios de la nueva versión

La versión “final” incluye cambios menores (algunos significativos): cambia la numeración de


metas específicas e indicadores;8 hace modificaciones menores de redacción;9 omite un
indicador;10 elimina la referencia a IEA y agrega “TIMMS o PIRLS”; agrega a “educación
artística”, “educación física” y “deporte”; cambia alguna cuantificación y cuantifica indicadores
que no lo estaban.11

Pero incluye también cambios de enjundia. Agrega tres nuevas metas específicas con sus
“indicadores” y “niveles de logro”. Mejorar la dotación de bibliotecas y de computadoras en las
escuelas (nº 13); Ampliar el número de escuelas de tiempo completo en primaria (nº 14); y
Extender la evaluación integral de los centros escolares (nº 15). Esta última, confirma la
interpretación global que dimos más arriba. Las otras dos no son estrictamente educativas (la
primera es obvia, la segunda asume como indiscutible y generalizable sin más un sistema que
tiene sus dificultades y lo lleva a porcentajes).

La meta referida a “educación en valores” no varía, pero su indicador y nivel de logro (que
prácticamente no estaban redactados en la primera versión) quedan así: “Indicador 14:
Actualización de la educación en valores y para la ciudadanía en los currículos de las diferentes
etapas educativas. Nivel de logro: En 2015 se han reformulado los currículos de las diferentes
etapas educativas y está reforzada la educación en valores y para la ciudadanía en las distintas
áreas y materias”. Se trata de un cambio curricular. En qué consistiría esta actualización y la
consecuente reformulación de los currículos es algo ambiguo. Sin embargo, puesto que se da po
supuesto que los currículos están desactualizados y que en alguna parte hay una actualización en
8
Metas específicas: 13 ahora es 10; 14 ahora es 11; 15 ahora es 12. Indicadores comienzan en 13 en vez de 16 y
excluyen el 20.
9
Por ejemplo: Donde decía “alumnas y alumnos”, ahora dice “alumnos”. (Parece que las modas han cambiado). Los
“niveles de logro” que se expresaban en infinitivo ahora se redactan en presente indicativo (ya no es “conseguir”
que profesores y alumnos utilicen el computador, sino que ellos “usan el computador” en 2021.
10
Nº 21 Porcentaje de profesores de Educación Artística con la titulación establecida
11
Cuantificar es difícil en circunstancias que abarcan países muy disímiles, pero es prestigioso. De modo que no
hay por qué sonrojarse por incluir niveles de logro risibles como éste: “En 2015, al menos entre el 10% y el 50% de
los centros escolares participa en programas de evaluación, y entre el 40% y el 80% lo hace en 2021”. El nivel de
logro del indicador 21 es exclusivamente para las escuelas públicas.
base a la cual se deberán reformular los currículos de los diferentes países en todos los niveles,
queda subrayada la voluntad de uniformización de la educación en el campo moral. Asunto
potencialmente muy peligroso.

Pero el cambio más importante que introduce la versión final y que, como dije antes, hace
obsoletos muchos de mis comentarios anteriores es que, si bien no hay cambios sustanciales en
los medios (metas específicas, indicadores, niveles de logro)... sí lo hay en los fines. Ya no es el
mismo quinto metamiento el que se cumplirá por esos medios sino otro totalmente distinto. Ya
no se trata de ofrecer un currículo significativo, ni de lograr el desarrollo personal y el ejercicio
de la ciudadanía democrática asegurando la adquisición de competencias básicas. Es otra cosa:
“Mejorar la calidad de la educación y el currículo escolar”. Y aquí habría que preguntarse no
sólo que se entiende por “calidad de la educación” (de hecho en las restantes metas hay
considerables referencias a este santo y seña) sino qué es mejorarla y, específicamente, qué es
mejorar el currículo escolar.

Si la primera versión me dio bastante trabajo para poder formular la conclusión de que en
síntesis la propuesta es “Lograr el control de los currículos de los distintos países de modo que
se organicen para someterse a evaluaciones internacionales”, en la versión final está dicho con
todas las letras. Se trata de mejorar el currículo escolar para ese único fin. Los eufemismos de
desarrollo personal y ejercicio de la ciudadanía democrática resultan innecesarios. Ya no hay
que preocuparse por mostrar la relación entre las metas específicas con la meta general, o la
relación entre obtener buenos puntajes en las pruebas internacionales y la felicidad de las
personas y su participación en la vida en común en sociedades democráticas: la meta general
dejó de tener nada que ver con el desarrollo personal y la ciudadanía democrática. La mejora del
currículo y de la calidad es, simplemente, la mejora en los resultados de las pruebas escolares
internacionales estándar.

Consideraciones finales.

En esto participaron, participan y participarán no sólo nuestros gobiernos, sino también muchas
organizaciones y mucha gente del más alto nivel de nuestra América. Diría: muchos de nosotros.
Quizás (quizás no) ANEP y UDELAR, por ejemplo, avalen con su firma el Documento final...

Me parece que la inminencia de la aprobación por nuestro país del Documento final de referencia
configura una situación que nos pone a los docentes como personas y a FENAPES como
colectivo frente al problema, para nada sencillo, de definir líneas de actuación en común en pro
del futuro inmediato de nuestra educación. No es poca responsabilidad. Con más razón cuando
los docentes hemos recuperado cierta participación en la conducción de la educación nacional,
pues hemos votado a integrantes de algunos Consejos. Con más razón cuando contaremos (si las
disposiciones legales se cumplen) con un Congreso Nacional de Educación. Con más razón
cuando el país cuenta con un Plan Nacional de Educación 2010-2030 (aunque su discusión y
aprobación parece haberse trabado)-

Referencias bibliográficas.

OEI (Organización de Estados Iberoamericanos Para la Educación la Ciencia y la Cultura):


Metas educativas 2021; La educación que queremos para la generación de los Bicentenarios;
(Documento para debate, primera versión). Madrid, OEI – Secretaría General Iberoamericana,
Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación, 2008, 151 p.
OEI (Organización de Estados Iberoamericanos Para la Educación la Ciencia y la Cultura):
Metas educativas 2021; La educación que queremos para la generación de los Bicentenarios;
(Documento final). Madrid, OEI – Naciones Unidas, CEPAL – Secretaría General
Iberoamericana, 2010, 282 p.

Soler, M. El Banco Mundial metido a educador.

Deleuze, G. Posdata sobre las sociedades de control.

Deleuze, G. y Guattari, F.: ¿Qué es la filosofía?

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