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PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

Magistrada Ponente

AP818-2020
Radicación N° 55834
Aprobado acta No. 55

Bogotá, D.C., cuatro (4) de marzo de dos mil veinte


(2020).

1. V I S T O S

Se decide el recurso de apelación que interpuso la


delegada de la Fiscalía en contra del auto proferido por el
Tribunal Superior de Bogotá el 16 de julio de 2019,
mediante el cual denegó la solicitud de preclusión de la
indagación seguida contra GILDA MARÍA PEDRAZA ÁVILA
por el delito de concusión.
Segunda instancia. Rad. 55834
Gilda María Pedraza Ávila

2. A N T E C E D E N T E S

2.1 El 18 de octubre de 2017, un apoderado de María


Liliana García Bautista formuló denuncia por el delito de
concusión contra GILDA MARÍA PEDRAZA ÁVILA, Juez 27
Penal Municipal de Bogotá con función de conocimiento.

2.2 Según la denuncia, durante un receso de la sesión


de juicio oral celebrada el 4 de octubre de 2017 en el
proceso seguido contra María Liliana García Bautista por el
delito de violencia intrafamiliar, la juez de conocimiento
ingresó a un baño en el que se encontraba la referida
acusada y, luego de pedirle a dos familiares de esta, su
hermana Yohana Esperanza García Bautista y su hija
Daniela María Forero García, que se retiraran del lugar, la
invitó a que tuvieran una conversación por fuera de las
oficinas judiciales, propuesta que fue aceptada.

Alrededor de las 5:00 p.m., continúa, la funcionaria


llamó a la entonces procesada desde el teléfono número
3183544932, indicándole que la esperaba de inmediato en
la panadería «Hornitos» ubicada en el barrio Quinta
Paredes, a la cual concurrió la última después de las 5:30
p.m. Dicho encuentro se prolongó hasta las 7:30 p.m.
aproximadamente y durante el mismo la juez preguntó a su
interlocutora: «bueno y usted cómo cree que nos podemos
ayudar» y, a continuación, le manifestó que, con mucha

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probabilidad, decidiría condenarla, «eso es como se vaya


dando».
2.3 La denuncia fue conocida por la Fiscal 58 delegada
ante el Tribunal Superior de Bogotá, la que realizó varios
actos de investigación, entre los cuales se destacan:

- Entrevista de María Liliana García Bautista, quien


ratificó los hechos denunciados que antes se reseñaron
(evidencia 2).

- Entrevista de Yohana Esperanza García Bautista


(evidencia 6) y Daniela María Forero García (evidencia 7),
quienes relataron lo que presenciaron del episodio ocurrido
en una unidad sanitaria, así como el momento en que su
pariente común recibió la llamada que dijo provenía de la
indiciada.

- Interrogatorio a la indiciada (evidencia 24), quien


reconoció los encuentros que tuvo con María Liliana García
Bautista en un lavabo de la sede judicial y, en horas de la
tarde, en la panadería «Hornitos», el mismo día en que se
celebró una sesión del juicio oral en el proceso seguido
contra aquélla (4 de octubre de 2017). Sin embargo, realizó
las siguientes aclaraciones: primero, que ningún diálogo se
dio en el baño; segundo, que nunca la invitó ni la llamó al
teléfono para concertar una reunión; tercero, que ingresó al
establecimiento en mención porque acostumbraba a
comprar pan; y, cuarto, que encontrándose allí fue
abordada por la entonces acusada, quien llorando le pidió
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que hablaran. En suma, negó haber realizado la propuesta


y/o exigencia ilícita.

- Recolección de documentos, tales como la copia del


video de las cámaras de la panadería «Hornitos» del 4 de
octubre de 2017, entre las 5:00 y las 8:00 p.m. (evidencia
8), en los que no se observa a las mujeres reunidas; así
como los que acreditan la condición de Juez 27 Penal
Municipal de Bogotá de la indiciada (evidencias 3-5 y 15).

- Análisis link telefónicos (evidencias 18, 28, 31, 34 y


35), con base en la información allegada por las empresas
de telefonía móvil, mediante los cuales se pudo establecer
que el 4 de octubre de 2017, a las 16:55:32 horas, al
teléfono 3108075074 de María Liliana García Bautista,
entró una llamada que finalizó a las 16:56:44 proveniente
del abonado 3183544932. Esos mismos elementos
probatorios permitieron establecer que el titular de la
última línea es Proyectos Constructores S.A.S. (evidencia
14), cuya sede es Jamundí-Valle, y que la comunicación se
generó en Cali.

- Con la denuncia (evidencia 1) se aportó: (i) copia de


la factura Q12-1233466 de «Los hornitos pastelería y
panadería S.A.S.» emitida el 4 de octubre de 2017 a las
7:34, por valor de $8.400 correspondiente a 1 «tinto
americano» y 2 «aromática tierra»; y (ii) copia del pantallazo
de un chat de whats app con «Lilo García» de las 5:06 del 4

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de octubre, cuyo texto es «Av. La Esperanza # 43A-90 cerca


a la embajada».

2.4 El 12 de junio de 2019, la Fiscalía 58 delegada


ante el Tribunal Superior de Bogotá, radicó ante esta
corporación una solicitud de preclusión de la indagación.
2.5 El 4 de julio siguiente, la Sala Penal del referido
Tribunal inició la audiencia respectiva, durante la cual se
sustentó la petición con base en la causal consistente en la
«imposibilidad de desvirtuar la presunción de inocencia».
continuándola el día 16 siguiente. En esta última
oportunidad, decidió «rechazar la preclusión solicitada».

2.6 En la misma diligencia, la delegada de la Fiscalía


interpuso y sustentó el recurso de apelación, el cual fue
concedido por el Tribunal en el efecto suspensivo.

3. E L RECURSO

3.1 Decisión impugnada.

El Tribunal concluyó que no se configura el supuesto


de la causal sexta de preclusión por 3 razones básicas: (i)
que el lugar de origen de la llamada telefónica recibida por
María Liliana García Bautista el 4 de octubre de 2017 a las
5:00 p.m. haya sido la ciudad de Cali, no descarta que la
juez investigada la haya realizado a través de un tercero; (ii)

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que se ha omitido, a más de recaudar la entrevista de Jaime


Baquero Puentes, indagar qué persona realizó la susodicha
llamada y así determinar si esta o la sociedad titular de la
línea - Proyectos Constructores S.A.S. - tienen algún
vínculo con la destinataria de aquélla o con la citada
funcionaria; y (iii) que la versión de la denunciante no
contraría la sana crítica, pues es muy probable que el
encuentro que sostuvo con la juez haya sido concertado.

3.2 Recurrente.

La delegada de la Fiscalía se opone a la decisión


anterior porque realizó una investigación exhaustiva en la
que pudo determinar que:

(i) GILDA MARIA PEDRAZA ÁVILA no hizo la llamada


telefónica que le atribuye María Liliana García Bautista (oct.
4/ 2017, 04:52:32 p.m.), porque esta se originó en Cali, no
en Bogotá donde la primera se encontraba, y, además, el
abonado telefónico 3183544932 pertenece a una empresa
ubicada en Jamundí – Valle del Cauca.

(ii) La entrevista de Jaime Baquero Puentes arrojaría


una «prueba circunstancial», pues este se ubicó alrededor
del sitio donde se reunieron la indiciada y su denunciante.
Sin embargo, la primera explicó que ese día interrumpió el
recorrido hacia su casa para comprar algunos artículos en
la panadería «Hornitos», como era su costumbre.
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(iii) No se tiene prueba, ni forma de obtenerla, que


otorgara «verdad» o «certeza» de la conversación sostenida
entre las referidas mujeres. No existe un testigo «presencial»
de la misma, pues Baquero Puentes no estuvo allí ni
escuchó la llamada, y los registros audiovisuales obtenidos
en la panadería sólo permiten observar un «grupo o muchas
personas que llegan» a ese lugar.

(iv) La versión de la denunciante no solo es


inconsistente porque la juez investigada no le hizo llamada
alguna, sino porque informó que había ido sola al
encuentro con aquélla; sin embargo, el análisis link
demostró que en los alrededores de la panadería se
encontraba Jaime Baquero Puentes.

Por lo anterior, solicitó la revocatoria de la negativa a


precluir la indagación.

3.3 No recurrentes.

3.3.1 El representante de la víctima se muestra


conforme con el análisis y la decisión del Tribunal, en
primer lugar, porque la investigación no ha tenido en
cuenta que los avances tecnológicos permiten que en una
comunicación telefónica intervenga un tercero que está
ubicado en un lugar diferente al del remitente.

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En segundo lugar, ratifica que la declaración de Jaime


Baquero Puentes es importante porque este, al momento de
los hechos, no se encontraba en el sector de la panadería
«Hornitos», lo que descarta que estuviese acechando a la
juez. Además, el mismo abogado se considera testigo de 2
hechos «importantes»: (i) de todo lo ocurrido en el juicio
celebrado el 4 de octubre, incluido que la jueza le mandó a
decir que solicitara la suspensión de la audiencia; y (ii) del
comportamiento hostil de aquélla en audiencias posteriores.

Y, en tercer lugar, asegura que la presencia casual de


la indiciada en la panadería es desvirtuada porque no es
creíble que suspendiera una audiencia para irse a comprar
pan, mucho menos que lo hiciera en un establecimiento que
es distante de su residencia. Por su parte, la denunciante
se trasladó hasta allá desde el apartamento de su madre en
el barrio El Nogal, inclusive su hermana le envió un
mensaje de whats app con la dirección para que pudiera
llegar, todo lo cual descarta que hubiese seguido a la
funcionaria.

3.3.2 El defensor, por su parte, coadyuva el recurso


de apelación y anuncia que presentará unos argumentos
complementarios, no sin antes leer unos fragmentos del
auto AP6363-2015 (rad. 42949), referidos a las exigencias
de la causal 6ª de preclusión.

- Sobre la llamada realizada desde el número


3183544932 en Cali, asegura que la hipótesis propuesta
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por su antecesor es muy subjetiva, porque ni siquiera la


denunciante la afirmó en sus declaraciones.

- Se pregunta por qué si el dicho de Jaime Baquero


Puentes es importante, la presunta víctima no lo mencionó
en sus declaraciones, más allá de indicar que le pidió que
fuera a buscar otros registros videográficos a la panadería.
- Sobre el mensaje de whats app, manifiesta que es
contrario a las reglas de la sana crítica que una persona
solicite y aborde un taxi sin tener clara la dirección a la que
se dirige.

- Advierte que el hecho de que la indiciada no viviera


cerca de la panadería «Hornitos», no descarta que tuviera la
costumbre de parar allí a comprar. Agrega que, de existir
un propósito criminal en aquélla habría comunicado el sitio
de la reunión a María Liliana desde que coincidieron en un
baño.

- El análisis link acredita que el día de los hechos se


produjeron 4 comunicaciones entre el teléfono de la
denunciante y el de Jaime Baquero, de las cuales 3 se
encuentran en el rango de hora y 2 en el de
georreferenciación, a partir de lo cual concluye que ambos
se encontraban en el sector de la panadería «Hornitos».

- Es falso que la jueza suspendiera la audiencia por


irse a comprar panes y/o reunirse con la entonces
procesada, porque se demostró que la misma salió del
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parqueadero de Paloquemao a las 4:43 p.m. e ingresó a


«Hornitos» a las 5:16 p.m.

- En ninguna de las entrevistas, la testigo aseguró que


la jueza le pidió «una sola moneda», sólo le habría
preguntado: «¿cómo nos ayudamos?»; además, aquella
reconoció que la funcionaria salió enojada del lugar, actitud
que no se corresponde con un acto de corrupción.

Por todo lo anterior, concluye, lo que se buscó fue


generar una escena comprometedora para la entonces juez
del proceso y, por esa vía, separarla de su conocimiento.

4. C O N S I D E R A C I O N E S

4.1 Según el artículo 32-3 del C.P.P., la Sala de


Casación Penal conoce de los recursos de apelación contra
los autos que profieran en primera instancia los tribunales
superiores. En consecuencia, se abordará el estudio del que
interpuso la delegada de la Fiscalía contra la decisión del
Tribunal Superior de Bogotá consistente en denegar la
solicitud de preclusión de la indagación seguida contra
GILDA MARÍA PEDRAZA ÁVILA por el delito de concusión.

4.2 De acuerdo a la reseña de los antecedentes, el


problema jurídico a resolver consiste en establecer si, en el
estado actual de la indagación, resulta imposible desvirtuar
la presunción de inocencia que cobija a GILDA MARÍA
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PEDRAZA ÁVILA, como lo sostiene la Fiscalía –apelante-


coadyuvada por la Defensa. O si, por el contrario, existen
actos de investigación pendientes que permitirían
determinar la viabilidad de su procesamiento a través de la
formulación de imputación, que es la posición –impugnada-
del Tribunal avalada por el representante de la víctima.
4.3 El artículo 250 de la Constitución Política,
modificado por el Acto Legislativo 003 de 2002, prevé que la
Fiscalía General de la Nación tiene la obligación de
adelantar el ejercicio de la acción penal y realizar la
investigación de los hechos que revistan las características
de un delito. Sin embargo, el mismo artículo superior en su
numeral 5, faculta a dicho órgano para solicitar ante el juez
de conocimiento la preclusión de la investigación cuando,
según lo dispuesto en la ley, no hubiese mérito para acusar.
Esa misma facultad aparece reiterada en el artículo 331 del
C.P.P. y, según lo dispuesto en la sentencia C-591/2005,
puede ejercitarse en cualquier momento, es decir, aun con
anterioridad a la formulación de la imputación.

4.4 Una de las causales de preclusión contempladas


en el artículo 332 del C.P.P. es la «Imposibilidad de
desvirtuar la presunción de inocencia» (num. 6), respecto de
la cual, en el auto AP2431-2019, jun. 18, rad. 50082, se
explicó:

…, el ente acusador probará que realizó una investigación


profunda y, a pesar de ello, no fue posible reunir los elementos
demostrativos sobre la materialidad o la autoría y
responsabilidad del investigado, prevaleciendo la garantía
fundamental de la presunción de inocencia y el in dubio pro reo.
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Ahora bien, en materia de preclusión, hay que determinar si la


investigación adelantada por la Fiscalía alcanzó el estándar
probatorio exigido normativamente, conforme el principio de
progresividad del proceso penal. Significa lo anterior que, en
etapa de indagación, la imposibilidad de desvirtuar la
presunción de inocencia estará atada a que, de los elementos
materiales de prueba, evidencia física e información lícitamente
obtenida, se infiera razonablemente que el implicado es autor o
partícipe del delito que se investiga, nivel de conocimiento
imperioso para imputar [art. 287].

Si, evaluada la indagación, no se logra el grado demostrativo


forzoso para que la Fiscalía acceda al siguiente estadio procesal,
procederá la preclusión por el 6° motivo, dado que es
constitucionalmente inadmisible mantener a una persona
vinculada a una actuación penal que no tenga forma de
resolverse para imputar o para precluir por una causal diversa a
la imposibilidad de desvirtuar la presunción de inocencia.

4.5 En el caso bajo examen, cierto es que la Fiscalía


General de la Nación desplegó una actividad investigativa
importante que alcanzó a generar algunas dudas sobre la
comisión de un delito por parte de la juez GILDA MARÍA
PEDRAZA ÁVILA; pero, también lo es que algunos de los
hechos que le atribuye María Liliana García Bautista, en
principio típicos de concusión, fueron corroborados, y otros
parecen susceptibles de mayor aclaración. Esta labor
probatoria es más necesaria aún porque la eventual
falsedad de los señalamientos contra la funcionaria judicial,
puede derivar en la investigación de otras conductas
punibles como falsa denuncia contra persona determinada o
falso testimonio.

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Con la información que obtuvieron los investigadores de


las empresas de telefonía móvil y el análisis link que de la
misma realizaron, efectivamente, se estableció: (i) que el
titular del abonado 3183544932 es una sociedad de
constructores con sede en Jamundí-Valle del Cauca, y (ii)
que la llamada que desde el mismo se realizó el 4 de
octubre de 2017 a las 16:55:32, se originó en la capital de
dicho departamento.

Esos datos dejarían en entredicho la afirmación de


María Liliana García Bautista consistente en que la referida
línea telefónica fue utilizada por la denunciada para
indicarle el sitio de la reunión que sostendrían; no obstante,
en primer lugar, confirman la declaración de aquélla en
cuanto a que recibió una llamada a la hora que indicó, y, en
segundo lugar, no implican la necesaria falsedad de esa
versión porque otras hipótesis delictivas compatibles con la
responsabilidad de la indagada pueden explicar la aparente
inconsistencia, como sería, por ejemplo, que una mujer
ubicada en Cali haya suplantado a la juez, previo acuerdo
con esta, buscando así la impunidad de la concusión.

En tal sentido, le asiste razón al apoderado de la


víctima, pero también al Tribunal cuando reclamó el
despliegue de actividades investigativas que permitan
establecer la identidad de la persona que, normalmente,
utiliza el teléfono número 3183544932 y de la que, en
concreto, efectuó la llamada del 4 de octubre de 2017, a las
16:55:32, con destino al 3108075074, cuya titular y
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usuaria efectiva es la denunciante; con el fin de establecer –


o desvirtuar- una eventual relación con GILDA MARÍA
PEDRAZA ÁVILA o, por el contrario, con aquélla. Esa labor,
en principio, no reviste dificultad alguna porque la línea
pertenece a una empresa; por lo que, en esta puede
averiguarse a qué empleado o socio la tiene asignada.
De otra parte, también acierta el Tribunal cuando
señala la omisión de escuchar la declaración de Jaime
Baquero Puentes, quién se enteró de los hechos
investigados por boca de la denunciante, al parecer su
pareja sentimental, pero habría participado, de manera
directa, en la búsqueda del video de la panadería «Hornitos»
que corroboraría la versión de aquélla. Es más, los análisis
link, según lo sostenido por la delegada de la Fiscalía y el
Defensor, indicarían que, mientras se desarrollaba la
pluricitada reunión, Baquero Puentes se mantuvo en los
alrededores del sitio donde se efectuaba, proximidad que
pudo implicar mayores conocimientos del hecho, inclusive
con mayor razón si, como lo asegura la hipótesis defensiva,
todo hacía parte de una trama contra la funcionaria.

La apelante considera que la versión de Jaime Baquero


Puentes constituiría una «prueba circunstancial», expresión
que ratifica, primero, su condición de medio de
conocimiento y, segundo, la pertinencia del mismo porque
podría hacer «más o menos probable uno de los hechos o
circunstancias» relativos a la comisión de la conducta
investigada (art. 375). Además, los cuestionamientos a la
admisibilidad de esa declaración como prueba, por sus
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eventuales contenidos de referencia, es un debate impropio


en la indagación, pues sólo tendrá lugar en la audiencia
preparatoria, si es que a la misma se llegara.

En el mismo sentido, la Fiscalía deberá evaluar si el


abogado Jesús Antonio Marín Ramírez, apoderado de la
víctima, como él lo asegura, es conocedor de circunstancias
previas y posteriores al hecho denunciado, que sean
relevantes para corroborar o desvirtuar una hipótesis
delictiva; con el objeto de que escuche la declaración que el
mismo solicita.

En otro aparte, consideró el Tribunal que la versión


incriminatoria es razonable, apreciación que comparte la
Sala porque el encuentro (i) ocurrido entre la Juez Penal y
la mujer a la que procesaba por violencia intrafamiliar, (ii) el
mismo día en que habían coincidido en una sesión del
juicio oral, (iii) en un establecimiento comercial ubicado por
fuera del entorno de la sede judicial y, sobre todo, (iv) que
se prolongó por unas 2 horas (de 5:30 a 7:30 aprox.); con
mucha probabilidad pudo obedecer a una concertación
previa que, de confirmarse, sería indicativa de una
actuación irregular de la funcionaria. Súmese a lo anterior,
que el mismo día por la mañana, iguales protagonistas
habían coincidido a solas, por unos minutos, en uno de los
baños de los juzgados de Paloquemao.

Ese doble encuentro que, se recuerda, fue reconocido


por la misma funcionaria y ratificado, en alguna medida,
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por Yohana Esperanza García Bautista y Daniela María


Forero García; corroboraría, por lo menos, las
circunstancias espacial y temporal del hecho investigado,
tal y como fueron relatadas por la denunciante. Por ende, la
conclusión de la primera instancia sobre la razonabilidad de
la declaración incriminatoria, en principio, se advierte
acertada.
Por último, sostuvo la apelante que es imposible
obtener prueba que otorgue «verdad» o «certeza» del
contenido del diálogo sostenido entre la denunciante y la
indiciada, porque ningún testigo «presencial» existe. Ese
argumento es impreciso y, en todo caso, resulta
impertinente para sustentar una pretensión preclusiva:

Lo primero, porque las declaraciones de María María


Liliana García Bautista (en denuncia y entrevista)
constituyen medio cognoscitivo con innegable vocación
probatoria: fue testigo de la conversación, contrario a lo que
afirma la recurrente, porque la percibió directamente, así
como también la indiciada por supuesto. Cuestión distinta
es el valor que merezcan las versiones en sí mismas y en
conjunto con los demás elementos probatorios. En todo
caso, recuérdese que en el procedimiento penal colombiano
rige el principio de libertad probatoria (art. 373) y el mismo
excluye cualquier forma de tarifa legal en favor de la prueba
testimonial, como la que parece defender la impugnación.

Y, lo segundo, porque el grado de eficacia que pretende


obtener la Fiscalía con relación al eventual requerimiento
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ilícito de la funcionaria judicial, que puede traducirse en la


aspiración de un conocimiento más allá de duda razonable,
es el exigido para dictar una sentencia condenatoria (art.
381.1), no para analizar la procedencia de una imputación
que, como se sabe, depende de una «inferencia razonable»
de autoría o participación delictiva (art. 287). Es más, ni
siquiera ese nivel cognoscitivo es el exigido en una
acusación, para cuya formulación basta una «probabilidad
de verdad» respecto de la existencia de la conducta delictiva
y de su autoría –o participación- (art. 336).

4.6 Por las razones expuestas, como se anunció desde


un inicio, a pesar del significativo despliegue de actos de
investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación;
no se configuran los presupuestos de la causal de
preclusión consistente en la «Imposibilidad de desvirtuar la
presunción de inocencia», pues subsisten labores
probatorias por ejecutar, como lo consideró el Tribunal. En
consecuencia, se confirmará la decisión impugnada.

En mérito a lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Penal,

5. R E S U E L V E

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Confirmar la decisión de negar la solicitud de


preclusión de la indagación adelantada contra GILDA
MARÍA PEDRAZA ÁVILA por el delito de concusión.

Contra esta decisión no proceden recursos.

Cópiese, comuníquese y cúmplase.

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

JAIME HUMBERTO MORENO ACERO

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Gilda María Pedraza Ávila

EYDER PATIÑO CABRERA

Nubia Yolanda Nova García


Secretaria

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