Sei sulla pagina 1di 13

Documento de apoyo para el docente

2do año medio


Unidad n4

“porque escribí porque escribí estoy vivo”.

Enrique Lihn
Lo Divino y lo Humano (Género Lírico)

I. Poesía del siglo de oro.

El siglo XVII fue para España un período de grave crisis política, militar,
económica y social que terminó por convertir el Imperio Español en una potencia de
segundo rango dentro de Europa. España sufrió una grave crisis demográfica,
consecuencia de la expulsión de casi 300.000 moriscos y de la mortalidad provocada
por las continuas guerras, el hambre y la peste. La sociedad española del siglo XVII
era una sociedad escindida: la nobleza y el clero conservaron tierras y privilegios,
mientras que los campesinos sufrieron en todo su rigor la crisis económica. Por otra
parte, la jerarquización y el conservadurismo social dificultaban el paso de un
estamento a otro y sólo algunos burgueses lograron acceder a la nobleza. La única
posibilidad que se ofrecía al estado llano para obtener los beneficios que la sociedad estamental concedía a los
estamentos privilegiados era pasar a engrosar las filas del clero. Este hecho, unido al clima de fervor religioso, trajo
como consecuencia que durante el siglo XVII se duplicara el número de eclesiásticos en España.

Las corrientes principales de la poesía del siglo XVII se pueden enmarcar en el culteranismo y el
conceptismo. Ambas surgen de la necesidad de algunos poetas por innovar y renovar el lenguaje poético culto del
Renacimiento. Esta renovación se dio por dos vías que, en principio, parecen opuestas, y que causó
enfrentamiento entre ellas. Mientras que el culteranismo se fijaba y concedía mayor importancia a la forma, el
conceptismo se preocupaba más por el contenido.

Culteranismo y conceptismo

Ambos estilos parten de un intento común de superar las formas renacentistas aunque separan sus estilos
y siguen caminos estilísticos distintos. El culteranismo sigue la vía de la forma poética, y el conceptismo se
encamina hacia el juego semántico y de conceptos.

El culteranismo: Góngora fue polémico en esa renovación, pues pretendió crear un lenguaje específico y
alejado de la lengua clara y corriente, para incorporar a su poesía diversos recursos lingüísticos tomados del latín,
y transformar otros nacidos durante el Renacimiento. Este nuevo estilo de expresión de Góngora fue llamado

1
poesía culterana o culteranismo, y resultó duramente atacado por otros poetas de renombre, como Lope de Vega y
Quevedo. Algunos recursos lingüísticos utilizados fueron:

 Vocabulario: se manifestó una renovación del léxico poético mediante la introducción de numerosos
latinismos.
 Sintaxis: se produjo una auténtica revolución, pues se pretendía una aproximación de la sintaxis castellana
al orden de la frase latina (utilización de hipérbatos, por ej.)
 Figuras y recursos estilísticos: La metáfora, tan utilizada durante el Renacimiento, es renovada
extrayéndole posibilidades inexploradas; por ejemplo, estableciendo relaciones ocultas entre los objetos
comparados (la comparación de los objetos es la base de la metáfora), pero en este caso no existe una
identificación inmediata entre ellos.
 Motivos: el culteranismo recurre también con insistencia a motivos que ya eran utilizados con profusión
durante el Renacimiento, como son los de tipo mitológico.

El conceptismo encaminó sus pasos hacia la modificación del contenido poético, o sea, la alteración del
mensaje literario por diversos métodos. Partiendo del ingenio, se realizaba una progresión mental que se
manifestaba en la agudeza y concluía en la expresión del concepto. Los conceptistas concebían que el juego de
los conceptos constituía la creación poética y literaria en general.

Quevedo también pretendía una renovación, pero no a través del juego de las formas, como hacía Góngora,
sino del contenido, es decir, jugando con los conceptos. A esta otra orientación se le llamó poesía conceptista o
conceptismo. Por lo general, ambos términos se han entendido como opuestos, a pesar de que participan de
elementos comunes.

La orientación conceptista conseguía sus objetivos mediante recursos como la deformación de la realidad de
forma humorística, ejemplo de la caricatura o el absurdo; el uso de equívocos léxicos y dobles sentidos, ideas o
frases, hipérboles, antítesis de palabras, símbolos y alegorías...; o también la utilización de figuras de construcción,
como los zeugmas.

II. Tópicos literarios del Siglo de oro

 Ubi sunt? (¿Dónde están?, ¿qué se hicieron?). Lamenta la desaparición de las grandes glorias pasadas a
través de la ruina de sus monumentos o el olvido de sus grandes hombres y hazañas. Jorge Manrique en
las Coplas a la muerte de su padre toca este tópico, formulando una serie de preguntas retóricas sobre el
destino de caballeros, damas, galas, amores, músicas, bailes: todo desaparece. Este "ubi sunt" se
convertirá en uno de los tópicos más célebres. Los versos a los que aludimos son:
"¿Qué se ficieron las damas,
sus tocados, sus vestidos,
sus olores?
¿Qué se hicieron las llamas

2
de los fuegos encendidos
de amadores?"

 Descriptio puellae (descripción de la dama): la descripción de la amada como si fuera un objeto o cosa
preciosa compuesto de materias hermosas o lujosas. Su cabello es oro, sus mejillas ruborizadas son
rosas, cristal su frente, coral sus encías, perlas sus dientes, etc. Responde a una fórmula muy conocida
de la poesía de la Edad de Oro. El rostro es el centro de esta belleza, se habla de su cabello -rubio-, de su
tez, del color blanco, de su frente, de sus cejas, de sus ojos, de su boca, de su cuello, de sus dientes...

 Vita-somnium (la vida es sueño). Carácter onírico de la vida humana, entendida como un sueño irreal, una
ficción pasajera. Es el famoso tópico que recoge Calderón en su obra La vida es sueño en donde la vida
puede entenderse como un sueño del cual despiertas con la muerte.

 Omnia mors aequat (La muerte igualadora). Carácter igualitario de la muerte que, en su poder, no
discrimina a sus víctimas ni respeta jerarquías. En la Edad Media, sobre todo en las danzas de la muerte,
se veía a ésta como la gran niveladora de las diferencias sociales en vida insalvables, pues hacía tabla
rasa "desde el Papa hasta el que no tiene capa".

III. El soneto.

Un soneto es la estructura clásica de la poesía culta, compuesta por catorce versos de once sílabas y
dividida a su vez en cuatro estrofas; la primera y la segunda formada por cuatro versos (cuartetos) y las últimas
dos por tres versos
(tercetos); y provista además
de rima consonante de tipo
ABBA ABBA CDE CDE,
aunque la de los tercetos es
variable.

3
 La sinalefa: denominamos sinalefa a la agrupación en una sílaba métrica de dos o más vocales
pertenecientes a palabras distintas. Cuando una palabra termina en vocal y la palabra siguiente comienza
con vocal, generalmente, las vocales se unen por razones fónico-rítmicas en una sílaba métrica. Puede
haber sinalefa incluso cuando las palabras están separadas por un signo de puntuación. En el siguiente
verso octosílabo de Espronceda hay dos casos de sinalefa: Vien-to en po-pa, a to-da ve-la

 El hiato: el hiato consiste en la pronunciación en dos sílabas diferentes la vocal final de una palabra y la
vocal inicial de la palabra siguiente. El hiato es frecuente cuando la vocal inicial de palabra lleva acento de
intensidad rítmico, especialmente en el caso de la penúltima sílaba del verso. Así en el siguiente verso
endecasílabo de Vicente Gaos: No sa-be que es a-mor quien no te a-ma.

IV. Actitudes líricas.

El hablante lírico utiliza tres formas para expresarse a través de un poema, según sea la relación entre el
hablante y su objeto. En la mayor parte de los poemas, las actitudes líricas suelen imbricarse a lo largo de las
estrofas.

Enunciativa: el hablante lírico narra una situación, describe un De la canción (carmínica): es la más lírica de
lugar o a una persona, etc., como parte de lo que desea todas y la encontramos en las obras poéticas
expresar. llamadas canciones. El hablante lírico se
refiere preferentemente a su propia
Todos los barcos perdidos interioridad.
tocaban negras sirenas
cuando Alfonsina se erguía, “Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
sola, entre el mar y la tierra. del cielo se abre como una boca de muerto.
(Óscar Castro) Tiene mi corazón un llanto de princesa
olvidada en el fondo de un palacio desierto”.
Apostrófica: es aquella en que el hablante se dirige a un “tú” al (Gabriela Mistral)
que interpela, al objeto que provoca su canto. Generalmente se
usa en los himnos, las odas y los salmos.

“Señor, tú sabes cómo, con encendido brío,


por los seres extraños mi palabra te invoca”.
(Gabriela Mistral)

V. Lenguaje figurado

1. Metáfora: consiste en dar el nombre de una cosa a otra que se le semeja.

4
“Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar
que es el morir”.
(Jorge Manrique)

2. Antítesis: expresa el contraste que resulta de dos ideas opuestas.

"Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.


Es tan corto el amor y tan largo el olvido".
(Pablo Neruda)

3. Comparación: establece la semejanza entre dos cosas y utiliza los términos comparativos como, tal como, igual
a.…, parecen, etc.

"Apegada a mis brazos como una enredadera,


las hojas recogían tu voz lenta y en calma".
(Pablo Neruda)
4. Hipérbole: es la exageración de lo que se indica.

"Érase un hombre a una nariz pegado


érase una nariz superlativa
érase una nariz sayón y escriba
érase un pez de espada muy barbado"
(Francisco de Quevedo)

5. Personificación: se le atribuyen cualidades humanas a aquello que no las tiene.

"El viento hace a mi casa su ronda de sollozos


y de alarido..."
(Gabriela Mistral)

6. Aliteración: Es una repetición de dos o más sonidos iguales o parecidos en varias palabras consecutivas de un
mismo verso, estrofa o frase.

“El ruido con que rueda la


ronca tempestad...”
(Leopoldo Lugones)

5
7. Ironía: consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice.

“Con muchísimo respeto


os he de ahorcar, juro a Dios”.
(Calderón de la Barca)

8. Anáfora: consiste en repetir una palabra o una frase al comienzo de los versos de un poema.

"Hora de ocaso y de discreto beso;


hora crepuscular y de retiro;
hora de madrigal y de embeleso…"
(Rubén Darío)

9. Onomatopeya: reproduce sonidos con referentes reales a través de las palabras utilizadas en los versos.

“Kikirikí,
estoy aquí,
decía el gallo
Colibrí”.
(Gloria Fuertes)

10. Oxímoron: Presenta dos conceptos opuestos en una sola expresión, generalmente un sustantivo y un adjetivo,
formando así un tercer concepto. El sentido literal de un oxímoron es ‘absurdo’, por tanto, se fuerza al lector a
buscar un sentido metafórico

“Y la caja y la alcoba, en fecundas blasfemias,


por turno nos ofrecen, como buenas hermanas,
placeres espantosos y dulzuras horrendas”.
(Charles Baudelaire)

11. Sinestesia: consiste en adjudicar a un sustantivo una cualidad (adjetivo) perceptible por un sentido diferente al
que le corresponde al objeto al que designa el sustantivo.
“Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos,
y escucho con mis ojos a los muertos”.
(Francisco de Quevedo)
VI. Poesía popular y poesía tradicional

6
La poesía popular es un acerbo rico de las tradiciones de cada pueblo, pues a través de ella, no sólo se
transmite la cultura, sino además es una fuente de creación inagotable para las nuevas generaciones, por lo que, a
diferencia de los movimientos o corrientes literarias, la poesía popular tiene un gran potencial de convertirse en
una atemporal fuente de arte y tradición.

En general suele definirse lo popular en oposición a lo tradicional, esto es, la poesía popular sería aquella
que se alimenta de la cultura oral, mientras que la tradicional corresponde a la tradición letrada y culta (toda
aquella poesía escrita por los escritores pertenecientes a la literatura universal como Shakespeare, Neruda,
Goethe, Borges, entre otros). No obstante, esta denominación no es exacta puesto que la poesía popular es por
esencia tradicional tanto o más que la poesía culta. Sí sería pertinente asociarla a la cultura oral, ya que es esa la
forma de transmisión más propia de lo popular en tanto la oralidad ofrece instrumentos de memorización como los
versos con un número de sílabas específico que permiten a través de un ritmo constante la memorización.
Asimismo, la poesía popular está relacionada con el canto y no tanto con lo escrito, ya que es la canción la que
permite también guardar en la memoria colectiva sin la necesidad de escribir.

Podríamos decir que desde que los seres humanos viven en comunidad existe la poesía popular. Los
griegos, por ejemplo, recogían en relatos organizados en versos y cantados los mitos que fundaban su religión los
cuales eran cantados por los rapsodas quienes eran un homólogo de los poetas populares.

En nuestro continente la poesía popular se vincula principalmente con la cultura


campesina. Se piensa que uno de los orígenes posibles tiene relación con la transmisión de la
doctrina cristiana por parte de los jesuitas a través de cantos que permitían una más rápida
apropiación de las enseñanzas religiosas. Sin embargo, se sabe que las culturas precolombinas
habían desarrollado expresiones poéticas cantadas, por lo que más bien se trataría de un
fenómeno de sincretismo cultural, es decir, de una combinación de elementos culturales
indígenas (sus formas poéticas cantadas, su concepción religiosa ligada a la tierra) con elementos europeos
occidentales (doctrina cristiana, tradición poética occidental), de esta combinación o sincretismo habría surgido las
expresiones poéticas populares representadas en el cantor popular también conocido como payador o poeta.

El canto a lo humano y el canto a lo divino

Dentro de la tradición de la poesía popular chilena los poetas distinguen dos vertientes fundamentales que
todo cantor debe manejar: el canto a lo humano y el canto a lo divino. El primero trata materias más bien
mundanas, ligadas a las fiestas, a las relaciones entre hombres y mujeres del pueblo, historias jocosas o chistosas
y disputas entre poetas populares también conocidos como desafíos. Esta poesía popular que canta a lo humano
se presentaba especialmente en fiestas y ambientes de celebración y fiesta. En cambio, el canto a lo divino
poetisa temas religiosos y solía cantarse en festividades religiosas como los funerales, entre los que destaca los
funerales para los niños o angelitos muy típicos del campo chileno. Además, suelen cantarse también versos
inspirados en la biblia y en cada uno de los momentos de la vida de Cristo. En ambas corrientes los versos se
cantan en décimas, esto es, cada verso posee diez sílabas.

7
Este tipo de tonada está formada por estrofas de 10 versos que riman entre sí. La cantidad de estrofas es
libre:

De un puño de tierra hizo De la tierra fue formado


Dios al hombre a su medida Adán con su esposa Eva
y le dio un soplo de vida Siendo ella la primera
en el momento preciso. que comió del fruto vedado.
Lo puso en el paraíso Más tarde cayó en pecado
a gozar de su dulzura y fue grande su dolor
después le dijo procura decía en su corazón
a tu Dios obedecer he perdido el paraíso
y piensa que serás rey de los seres que Dios hizo
de todas las criaturas. es el hombre superior.

8
Liceo Bicentenario Padre Alberto Hurtado Cruchaga
Departamento de Lenguaje y Comunicación

1
Liceo Bicentenario Padre Alberto Hurtado Cruchaga
Departamento de Lenguaje y Comunicación

2
Liceo Bicentenario Padre Alberto Hurtado Cruchaga
Departamento de Lenguaje y Comunicación

Potrebbero piacerti anche