Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Estos tres factores se encuentran lejos de construir una representación o modelo adecuado del
proceso de política exterior, ya que para actuar como modelo ésta es demasiado simple. Es
necesario especificar mejor los elementos. Además, no nos hace visible el patrón de
interacciones entre los elementos del proceso de política exterior.
En su texto, Hughes, propone averiguar en qué medida los elementos del medio ambiente
interno contribuyen a moldear la política exterior. De esta manera, menciona diferentes
teorías del funcionamiento del proceso de la política exterior y la interior.
“La teoría clásica de la democracia”: según ella, se supone que los funcionarios son elegidos
del pueblo y por el pueblo, los cuales trabajan para el pueblo, es decir, que los funcionarios se
convierten en “delegados instruidos” del pueblo que los elige. En esta teoría la relación entre
el medio ambiente interno y el nivel de toma de decisiones va en una sola dirección; del
pueblo al gobierno. El pueblo elige a los funcionarios mediante los mecanismos electorales.
Los funcionarios elegidos interactúan con las instituciones del sistema político norteamericano.
Dicho modelo quiere evitar que el poder se reduzca a pocas personas y de esta forma se
frustre la voluntad o bienestar del pueblo.
Existen dos modelos de política exterior que empiezan con la presunción de que las personas
encargadas de tomar las decisiones son dominantes y además plantean dos preguntas:
¿Quiénes son los que toman las decisiones? Y ¿Cuál es el proceso por el cual determinan la
política exterior? Estos dos modelos son el de elite de poder y el pluralista. Según el primero,
un número pequeño de individuos domina el proceso de toma de decisiones. Estas personas
forman un grupo con las mismas opiniones constituyendo una elite, la cual se organiza en
estratos socioeconómicos. Las diferentes versiones de este modelo varían según la relación
entre el público y la elite. Sin embargo, muchos rechazan este modelo y sus observaciones los
conducen a uno más complejo, el pluralista. Quienes lo proponen argumentan que en cada
área existen especialistas pero que en el proceso de elaboración de políticas hay muchos
grupos diferentes y que éstos se encuentran en conflicto constante. En este modelo, las
instituciones y funcionarios están considerados como factores que interactúan en la toma de
decisiones. En cuanto a la política exterior, los asesores desempeñan papeles menos definidos,
lo que permite que las preferencias individuales se hagan más visibles. Los pluralistas perciben
a los funcionarios como representantes de grupos dentro del público.
Bacchus: “El contexto de la elaboración de política exterior”:
La definición de política más común se la vincula con las metas y los resultados deseados. Es
vista como la línea de acción gubernamental, plan o principio con el objetivo de lograr tales
metas. Para los especialistas, una política particular puede ser determinada teniendo en
cuenta una serie de decisiones y acciones las cuales definen el modo en que una nación aborda
los asuntos dentro de un área determinada. De esta manera, la política es considerada como
resultado de la acción tomada por los individuos y organizaciones.
La toma de decisiones, difiere de los últimos dos conceptos. Las decisiones tienen un papel
tanto en la elaboración de política como en la resolución de problemas. Así, la toma de
decisiones puede distinguirse de la resolución de problemas: “la toma de decisiones es aquel
pensamiento que resulta de la selección entre cursos posibles de acción, la resolución de
problemas es aquel pensamiento que conduce a la solución de los problemas”.
Primero, este proceso es colectivo, ya que involucra tanto funcionarios de muchas agencias y
departamentos, como personas ajenas a éstos. Tiene como propósito resolver problemas
actuales o proporcionar antecedentes y relaciones personales que podrían ser usados más
adelante.
Cuarto, lo que consigue precipitar la acción es la insatisfacción creada por presiones que
aumentan hasta que se percibe que el problema existe y hay que considerar alguna acción. Los
esfuerzos por reducir tensiones y llegar a una solución constituyen el proceso de resolución de
problemas y elaboración de políticas.
Quinto, existe una constante interacción entre organización e individuo o entre factores
burocráticos y personales. La autoridad jerárquica y las prerrogativas determinan los
resultados y predominan las relaciones personales y la capacidad, talento y poder individuales.
Esta complejidad resulta en una fuerte tensión, ya que hace necesaria la presencia de expertos
que sean capaces de analizar los problemas y de funcionarios con una visión más amplia para
así acomodar los análisis y haces los ajustes necesarios para producir una acción.
Séptimo, el proceso reacciona ante los problemas percibidos. Se encuentra más a tono con los
hechos, circunstancias o percepciones que con las metas. Esto mismo sostenía Vital al decir
que “es el acontecimiento externo quien tiene que dominar el pensamiento, más que la meta
o el propósito que el gobierno quiere perseguir”.
La conducta gubernamental puede ser entendida por medio de los actos inteligentes y
coordinados de los seres humanos. Los analistas se basan en los intereses y metas de una
nación, en los cursos alternativos de acción y en los costos y beneficios de cada alternativa.
Los analistas tratan la interacción entre naciones como si fuera el resultado de una
competencia entre dos propósitos individuales. Las acciones de cada nación son consideradas
como un intento de influir en la otra por medio de la alteración de sus cálculos estratégicos. La
conducta de cada nación, entonces, se explica como una reacción hacia la conducta de la otra.
El modelo de política burocrática es quien sugiere una respuesta a esa pregunta. La explicación
se centra en los procesos internos de cada nación. Las acciones de una nación son resultado de
un estira y afloja entre los individuos que cuentan con diferentes percepciones e intereses.
Surgen de ideas respecto al interés de seguridad nacional, de intereses internos,
organizacionales y personas divergentes.
Según Morgenthau el valor de dicho modelo se basa en que “posibilita disciplina racional de
acción y crea una continuidad en la política exterior”.
Rosenau, suministra un bosquejo de una selección de trabajos, donde sostiene que “la mayoría
de los observadores suponen un modelo de estado que toman las decisiones para analizar a
los actores comprendidos en el sistema internacional. La acción en dicho sistema es atribuida a
los Estados”.
Los conceptos básicos de este modelo de acción racional son los siguientes:
Este modelo visto como un paradigma incluye a la unidad básica de análisis, los conceptos
organizadores y el patrón de inferencia dominante.
Modelo II: Proceso Organizacional: Este modelo puede explicar la conducta gubernamental,
ya no tanto como un conjunto de elecciones deliberadas, sino como los outputs (respuestas)
de grandes organizaciones que funcionan de acuerdo a los patrones estandarizados de
conducta. Donde para responder a los problemas, los gobiernos deben formar grandes
organizaciones, en las cuales se dividen la responsabilidad primaria respecto a tareas en
particular. Cada organización se ocupa de un conjunto especial de problemas y actúa sobre
ellos. En consecuencia, la conducta gubernamental refleja el output de varias organizaciones,
coordinadas por los conductores gubernamentales.
Para encontrar las claves del problema , el análisis del Modelo II examina los intereses, las
demandas y las acciones independientes, que provienen de distintas organizaciones, dan lugar
a patrones divergentes.
El aparato de cada gobierno constituye un área compleja, es allí donde se despliega el juego
intra-nacional. Los líderes políticos que se encuentran en la cima se le suman los hombres que
ocupan posiciones altas en las principales organizaciones, conformando así, un circulo de
jugadores centrales.