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LA CONTRALORIA GENERAL DE LA REPUBLICA Y EL ESTADO DE DERECHO ST Teas Le eS Re Cee COMO Y CON QUIEN CONTRATA LA ADMINISTRACION Ivan Aréstica Maldonado* Parcelado en un sinfin de normativas especiales, el sobrelleva las ausentes péginas de un texto central, que compile los pincipios rectores aplicables a toda la actividad convencional de la Administracidn'. Hablarfamos de una condicién indigente de nuestra legislacién, de laincapacidad Gel Legislador para promulgar tales postulados bésicos, referentes al orden bilateral adminitrativo, Si no fuera por la existencia de algunos muy vitales cuerpos normativos de alcance general, GRE permiten salvar esa omisi6n?. Un modelo es el art. 8 bis dela ley N° 18.575, Orgénica {Constitucional sobre Bases Generales de la AdministraciOn del Estado, incorporado a ella pot ia ley N° 19.653 (14.12.1999), asaz significativamente, en el contexto de uns nuevas reglas atinentes a la “probidad administrative La norma ~que hoy dia figura como art. 9 de dicha ley bésica’-, es imperativa ¥ dice asf: “Los contratos administrativos se celebrarén previa propuesta pablica, en ‘conformidad a la ley. “El procedimiento concursal se regiré por los principiog de libre concurrencia de {os oferentes al amado administrativo y de igualdad ante las bases que rigen el contrato, “La licitacion privada procederé, en su caso, previa resolucién fundada que as{ lo dispongs, salvo que por Ia naturaleza de la negociaci6n corresponda acudir al tite directo™. Por las novedosas perspectivas que oftece, creo que convene traer aqut algunas de sus ideas matrices. + Profesr de Derecho Adnissratve, Universidad dl Desoto. Reciéa en ctbre de 1999, Gozo enviéal Congreso un proyecto de Ley de Bases sobre CotatosAdmiisaivos de Suni y Prestacion de Services, 2 Latzralmene,rcudrdese que la Contos Genera! de lt Replica ba seslado que por la natualeraexpeciat que 1 ekg Sit tater epee een tm sonia eos 1 Codigo Civil nameroson precepos que consituyen “prncpios generals del Derecho" iss s¢ Splene ce ter, ‘plete: Dictimeoes N's 78.328 de 1968; 20.165, de 1969, 32.762 de 197; 4.154, de 1980 18.985, de 1982, 17318, de 1983; 24.848, 29.401 y 30815, de 1984; ne vain. 3 ELDFL N° 1/19.653 (M. Secretaria General de la Presidenca) de 2000 (17.11.2001) aprob et texto refundido, ‘soon y sistematzads dela ley N° 18.575, ‘4 Lahisora fdedigaa del ctublecimiento dela ey N” 19.53, puede vero en Boetn 1510-07 (171.1998) dela Cémara Dips. loin dean 8 bis tans, se nctena cel lvoe (291957) del Consivn do Consnci, ‘Lepilacién, Justicia y Reglmeato del Senado (2"trimite costincona), sprobado por knanieidad (es. Peradader, Hamilton, Otero y Sule). Para ras detalles, nos remitimos al wabajo del prot. Jorge Reyes Riveres, Comentarog respcio de la norma consagrada en el ar. 8 bis de ta Ley 18.575, Orgdnioa Contiuclonal de Bases Generales de 4a Adnistracion del Estado, en Actaldad Juric (U. del Desurolo) 3 (2001) 319-334, Tuita pasts st il Contratacion adminisrating ngresesy gasiogpablicos en la Ley 81983, e revista Agupacion de Abogado dela ‘Contalora General de a Repiblca (Bd, expeil 2001, pp. £9.93 304 La Conreaconta Gevenas ve 1a Rerdauica v2 Esravo ve Desc 1. LOS PROCEDIMIENTOS DE SELECCION No es extrafio encontrar, en los contratos administrativos, algunas facetas que no se presentan en los contratos inter-privatos, como es el hecho que ~en ciertos aspectos- la Administracion se halla en una situacién menos ventajosa que la que tiene un particular con especto a otro, en un acuerdo regido por el derecho comiin, Es el caso, precisamente, de lo Concemiente ala eleceién del co-contratante: la Administracién no es libre o soberana, ya que en az6n de los intereses pablicos comprometidos y por imperativo del art. 7 inciso 1° de la Carta Fundamental, ha de escogerio “en la forma que prescriba la ley”, esto es, con sujeci6n estricta al procedimiento reglado previamente por el legislador. Entonces, retengamos de partida que, acorde con el principio de legalidad, fos acuerdos de voluntad en que sea parte la autoridad, s6lo pueden estimarse vélides en la inedide aye sean consecvencia o resultado de un procedimiento administativo regularmente tramitado’, 1. Y, en este sentido, cl at. 9 de la ley N° 18.575 cobra su primera importancia, al sefialar las tnicas tres formas que puede adoptar la Administracién para dirimir con quién va a ‘contratar: Ia propuesta piibica, la licitacién privada, y el trato directo, ‘Una precisién inmediata, sin embargo, cuadra apuntar acé. Cual es que, por ser este un enunciado general, debe entenderse que estas tres modalidades estén abiertas como en abanico y pueden tener lugar s6io cuando la ley espectfica de que se trate también las contemple expresamente. Ast, cl DFL N° 850 (MOP), de 1997 (25.2.1998), que contiene el texto refundino, coordinado y sistematizado de la ley N° 15.840, orgénica del Ministerio de Obras Pablicas, 9 del DFL N° 206, de 1960, sobre construccién y conservacién de caminos, al prevenir que las obras piblicas se ejecutarén mediante contrato adjudicado por “propuestas pblicas”,e indicar, enseguida, las circunstancias especiales on que pueden ejecutarse por “trato directo” 0 por Contrato adjudicado mediante “cotizacién privada” (at. 86)% Otro ejemplo lo provee la ley N° 18.695, Orgénica Constitucional de Municipalidades, al tratar los casos en que los entes comunales pueden celebrar contratos y Enueggntconcesiones previa “lcitaciOn pdbica”, Iamando a una simple “propuesta privada”, 04 través de una “contratacién directa” (art. 8)’. Andloga es la ley N° 19.175, Organica Constitucional sobre Gobiemo y Administracién Regional, at reglar las concesiones que pueden otorgar os ‘gobiemos regionales (art. 70 letra e). ¥ Ia misma gradacién de procedimientos consulta el DL. N° 1.939 de 197, para la adjudicacién de concesiones sobre bienes fscales (art. 58). ‘Siendo esa Ia afirmacién, su reversa 0 negacién es esta otra: sila ley especial no Consulta los procedimientos de lcitacin privada y/o trato directo como alternativas de selecciGn, estos mecanismos ya no pueden recibir aplicaci6n, Ello, porque la norma general contenida en 5 Algo de esto hemos escrito en Licitacién publica y derechos de los oferentes.Diterecionaided o arbtrartedad Gals dicecton de un conrato adminitratvo de concesion, Informe Constivea 1798 (2871998) 1.800 (237.1988), Exreglamento sobre contatos de consruccén de obras pdblias, fue aprobado por decieto N¢ 15 (MOP) de 1992 (641992), lates cn hcual se alec los proceso de euar ccs prs inSain, Canopy ‘prvi ens coutruncions y adquisiones qu te efectien" (art 66 cae txto waadany 8 testorefuaido de bey N* 19.175 fe sanciondo por dectetoN* 291 (Intro) de 1993 203.190). 300 cay (Como v cow ouitn conresra tA ADMINISTRACION 305 Sha Se italizado, no twvo por objeto modificar (amplia) aquellas leyes especiales que, con gpteroridad, hacfan exigible un dnico y determinado procedimiento de adjudicacin, espesto de ciertos contratos administrativos®. De este modo, por poner un caso, conserva pleno vigor Ia ley N° 18,803 GRS.1OEP) Gus feculta ls servicios pablicos regis por el iulo It dela ley N° 18.575 para Encomendar,aentidades privadas, todas las acciones complementarias 0 de apoyo a sus funcicnes, ordenando que los contatos pertnentes nicamente pueden celebrarse previa @ privada” (art. 2)". Ni tampoco se han alterado aquellos mandatos en que el Legislador ha sito (MOP) de 1991, merced a cul los contrtos de concesi¢n de obras piblica sdlo pueden acordene ‘previa “licitacién pablica nacional o internacional” (art. 3 letra b)*. Por lo mismo, nada impide que, a futuro, el Legislador pueda imponer iguales restricciones, respecto de determinados contratos administrativos. 2. Convengamos enseguida que las leyes no son simples declaraciones omamentales o descriptivas, para decit que el verdadero propésito del art. 9 se revele al Cbservar que allf el legislador orgénico constitucional, lejos de amagar una enumeracion de {fndole meramente descriptiva, no se limit6 s6lo a mencionar estas tres formas de contreing, administrativa, sino que discurri sobre a base de una evidente pelacién y que, en esa secuencin antepuso y prvilegi6 el sistema de propuesta pablic {Le consagracién expresa de la propuesta publica, como el procedimiento que, Por regla general, ha de observar la AdministraciGn en materia de contrataciones, 10 revele ci hecho “no menor que dicha disposicién haya quedado ubicada dentro del titulo I “nerinas ‘generales” de la ley N° 18.575, comoquiera que es la que sienta mejor -sin hiato- con los brineipios de “probidad, transparencia y publicidad”, plasmados por la propia ley N° 19.653 en el art. 3 inc. 2° de ese cuerpo legal. Un dato de su biografia Jo corrobora: es cierto que, con geasién del 2° informe de la Comisién de Constitucién, Legislacién, Justicia y Reglamento del ‘Senado, se rechazé una indicacin reiterativa formalada por Ia sra. Fei, en punto a subrayar que {1 propuesia privada y el trato directo s6lo proceden en circunstancias de excepciGn; pero porque Se estimé innecesaria, ya que del tenor del art. 8 bis que se estaba discutiendo en ese momento (hoy art 9), fluye inequfvocamente el deseo del Legislador, de considerar a la propuesta publica como regla general en la materia? ence a ain oan eae ep ati fe iy etl ppc eae tos iednens N's M8 e190, 065, de 1978 2429s te 1906 dea Conrlra Gens el chese rans ora Cae Supe en ei fl de 61200, a RDI 97 20033 1-18 10 ELteganeno sobre etx conenios de extemal ousoung © coniee en el dcr 1 (Haiend) de 13902421980), 11 Elton, otondo tata deena ley de otis de chaps. fe spot por DLN 500 (OP) 1996 (121996), 9 surements por dere N 956 (MOP de 191 (2099), 12 Exess intact, dos snares Dery Laat) exon por sop ita nxn, Oo dos anion isn Galina nents us pps bass ca ee tn eon cont pec, alo demande manera one lor atc, e sera ads eeeoteh dacesominent el poceimiee segue (Cepaue soa sis sds cand quel sear Aba wu tr Sinan, pe 0 po compare $8 sapien poet ech qe coe voducin cel wre exspemmlnane™ epee Proedencia dea popes pica y lta etc imei por Sv. LA Conteatonta Genenae De tx RevOsuica ¥ eu Esravo vt Derecno Explicase por esto el notable bienvenido cambio experimentado, recientemente, Por Ia jurisprudencia de la Contralor‘a General de Ia RepGblica. Porque si alguna vez afirmé, ¢xtrafiamente, que la convocatoria a una previa propuesta pablica Gnicamente era exigible cuando las leyes especiales, relativas a ciertos contratos en particular, requerfan esta formalidad!, ‘enturosamente, a partir de su Dictamen N° 46.532, de 2000, declara que el sistema de propuestas Pblicas es la forma de contratacién general en nuestro régimen jutidico. ‘Se podrfan acumular otros argumentos adicionales. Digamos que esta solucién sf guarda paridad con esa regla consttucional que impone al Estado el deber de “asegurar el derecho de las lad de oportunidades en la vida nacional” (art. 1 ine. 5° de Ia Carta de 1980). Digamos que es 1a misma opcién preferente por la que se inclinan la enorme mayorfa de los textos especiales Supra sitados; que asimismo lo intuyeron algunos precedentes jurisprudenciales anteriores ala ley N° 19.65. jc a Convencidn Interamericana contra la Corrupcién, cuyo articulo 3 sefala que “(los Estados Partes convienen en considerar Ia aplicabilidad de medidas, dentro de sus propios sistemas institucionales, destinados a crear, mantener y fortalecer: N*’S: Sistemas para la contratacion de funcionarios pablicos y para la adquisicién de bienes y servicios por parte del Estado que aseguren la publicidad, equidad y eficiencia de tales sistemas”. En suma, al decir que “Los contratos administrativos se celebrarén previa ropuesta pablica, en conformidad a la ley” (inc, 1°), la disposiciGn es terminante,en el sentido ‘que este trimite debe operar, impostergablemente, cada vez que la ley lo requiera expresamente incluso, en ausencia de ley, esto es cada vez que se otorguen competencias a un organismo de la Administracién para concurrir aun acuerdo administrativo, pero sin que la norma del caso indique un procedimiento espectfico de contratacién' 2, LAS PREMISAS DE TODA PROPUESTA PUBLICA La fal accidental, l razonable olvido de no definir en qué consiste el trémite de propuesta pablica, no desfavorece el acierto sustancial del art. 9 de'la ley N° 18.575. Si nos resolvemos a olvidar esa omisién acaso venial, salvada ~en todo caso— por el ene Sepa ee tee sez en eal ee ed Sn cr 2S ene os ne ee en a lace Rowe Joe Pk Panos Pee Seacladie rcta a rie ln esp ng te ee ie io de alae seeps Gama ip es SB a ei me re et Cnr manna eee nchacete aaa Bee Fee chp ce -ot ore cintsa cone Sonica ane apucie inp a tacts Sep trmatvos cage a pricgacion Se lo menos tes como Ia scoata de ceralaién,oel dese spr N33 (Vicada de WES eee de obras de edificacién y urbanizacia, “ 1 1 t a s s no e oo-Pan Ja, ‘Como ¥ cow quien comreata ta ADuuisresciéH 307 “El procedimiento concursal se regiré por los principios de libre concurrencia de Jos oferentes al llamado administrativo y de igualdad ante las bases que rigen el contrato™, (0 sea, Ia forma no desdice el fondo. Es destino de Ia norma copiada abrimos a la idea que 1a propuesta piblica ~como todo procedimiento administrtivo no es un conjunto de vanas ritualidades burocrétcas, sino que vale por constituir una garantfa de racionalidad y Justicia en el actuar de la AdministraciGn (acorde con el art. 19 N* 3 inciso 5° de la Ley Suprema) Y que, para ello, ¢s prioritario respetar estos dos derechos con que se abre nuestra Constitucién (art. I inciso 19} I libertad e igualdad, 2 Ahora, quizd no huelgue advertir que lo estatuido por Ia ley N° 18.575 se Perjudica, si no se lee en funcién de la contrapartida que proyecta, de la obligacién correlativa {que pesa sobre la Administracién, en orden a respetar y promover efectivamente esos derechos durante todo el curso de la licitacién, hasta que ésta quede afinada con la adjudicaciGn y posterior celebracién del correspondiente contrato”, 1. Concatenado ~como esté~ a la “probidad administrativa”, la cual supone que 10s procedimientos administrativos sean tan transparentes y ecuénimes, que excluyan toda idea de favoritismo o parcialidad, fluye claro que aquel derecho a la libre concurrencia implica el deber de Ia autoridad de allanar los obstécalos para posiblitar Ia participacién del maximo nimero de oponentes, de permitir el acceso a todos los postulantes que logren satisfacer los requisitos generales previstos en las bases. Ni més ni menos, porque el objetivo final de toda licitacién ablica es que la Administracién recabe miltiples alternativas dé eleccidn, haga luego una amplia ‘comparacién entre ellas, para escoger en definitiva la “mejor oferta”. 1.1) Pero no la mejor oferta de las pocas que quedaron, luego que la ‘Administracién climiné les més que pudo, por razones formales de segundo orden (por un apego ‘excesivo ~detallista— a las solemnidades, a los rigorismos inconsistentes), ya que la idea central 8 contratar en condiciones de precio y calidad comparables con las del mercado™. Dicho en Palabras de nuestra Corte Suprema, puestas en el caso Resiter (1991): el interés piiblico “exige que en cada propuesta intervenga cl mayor nimero de concursantes, porque esa pluralidad permite elegir mejor la oferta més conveniente”, interés que es “de mayor relevancia para luna éptima eleccién de la propuesta que la satisfaccién de los perfeccionismos en la forma de presentarse la misma”#, 19. Enel rato dco, Adminsrcio poe, did nego sn ms riits,con quien desea const x tin temina et deber aan su xige do reenio pore at ine 7” de Contain: El jericiode a osu elit ents chon cca as ea hee ee Mieoues maknr for Clty goss mscacs ene Escenas case peeeeeeaet 20 Sige ycopo a Agustin God: “El interés gene «gu debe servi clacion pblia es eaconta y secinar itnaee sil lo qu cmt a mel enol mca cn gee on avo eso tps et ia open ec a x Deora Ee, Fandcia de Drcho Milo Buenos Ai) ed 199%) ap. VI-Ehmforeaizna y mcoscaren canes ica" ig. 14 Téa x su Trade de Derecho Admire (val Ts aes dl auarin) del edmond) Ronis (Bs Aves) 304 (050 cpl Ca Catan paery 16 ‘Arpt dee prs, qu hemos seid ox as en ust lies (a ees on elas caged en eto ele penis, are S Cr "escent a taco oe cdo os keane ‘itn, seoteaencatogicumente ic enous movi cocar era easel nar ens a Entra hn at ota oe Steg ak 21 Pa clad eno 1 ona = and, Deo re aac gy N* 1855 9 30 ro yoo ‘fri nea ecstasy ed pre eis Se Mee Sees oe i asf arm coupe les cme ge Sinden els tla doe poner seein ce cae = eo een Seca tate ocr pes ncaa ps an te nah os as sn aa Soy te as ach cee 308 ‘14 Conreazonta Geneeat 06 ua Revosuica v eu Ests00 oe Derecuo Pensar que la AdministraciOn, al elaborar las bases del certamen, el plicgo de condiciones, estéfacultads para hacer exigenciasinnecesaras al objeto del eontrato, deamedidss, a veces absudas e imposbles (jeuntas veces lo aberenn ara as{ poder pretextar exclusiones } gneausar la adjudicacién en beneficio de un favorito ya elegido, a prior, en la sntimidadt), importa tergiversar autométicamente el carécter “pablico” del lamado, ademés de transgredy fomerariamente el derecho de que se trata, reconocido por la Constitucién (art. 1 inciso 1°) ¥ por la ley N° 18.575 (art. 9). 1.2) Se puede ir més lejos con esto de la libre concurencie. Conjeturo que allf¢l [auislador,aparte de eatimalar una asistencia amplia de oferentes libertad para la particpci6n, también quio signifiar que se ha de promover una concurencia activa de los mismos, para que Puedan desarroarcreativameate el objeto del requerimiento estatl, demarcado -en lo eevee por las bases de la convocatoria (libertad para la creacin), Bien se comprenderé que se estimula una competencia real y que la licitaci6n pase oats un verdadero concurso, en pos de la eleccién de la mejor oferta, Cuando te deja de Concebir a los proponentes cual meros ejecutores pasivos de la voluntad de la AdminisretGn, como si el solo hecho de entenderse con ésta coartara sus capacidades innovadoras, O sex siempre que los organismos piblicos no alcancen a vislumbrar todas las vartables téonic, financiers o comerciales que enciera Ia ejecucin de un contrat, esultaré mds idGneo sus lat bases s¢ compriman a delinear lo medular de él, Gnicamente sus aspects bésicos, dando pase ie ue.dems” a una colaboracign iti, auna real negovicién, que aproveche el conocimiento y 1a iniciativa propios del sector privado. Sime obligaran a cifar la idea en pocas palabras, ésas serfan, estoy seguro: bieavenidos quienes planteen las alternativas més cteadoras y eficientes para lo consonenicg 2. Pasemos a la “igualdad ante las bases que rigen el contrato”, donde ~se sabe~ 575 asimila deliberadamente la norma contenida en. art. 19 N"?2 inciso 2° de nuesiaa {gue acentia la igualdad de todas las personas con este renglén prohibitive: “Ni le ley ni autoridad alguna podrén establecer diferencias arbitrarias”, Nos deja entender ~o declara— Ia igualdad ante la Administraciny, de alt, que ‘ste derecho se refleje caudalosamente en el campo de la contratacidn pablica, de varias crane, iene aplicacién, por de pronto, en todo lo concerniente a Ia ejecucién misma del conta, a e008 relacign de conmutatividad o igualdad de equivalencia que debe operar ents {as Prestaciones ree{procas del Estado y del contratista.Y, antes que eso Ta thateria gos Poop ee eGt desteie o aplica también en esa relaciGn de distribucidn a que da origen el Fropio procedimiento de scleccién del co-contratante, ya en el trdmite de licitaciGn, ya on el acto de adjudicecién. 2.1) Por Jo que respecta al timite de licitaciGn, ello importa que no deben jptrolucitse diferencias de trato que alteren la igualdad entre los interesados. Mis concietumenee, 4o que garantiza una actuacién imparcial de la AdministraciGn frente a todos ellen een ent GRE te bases 0 pliegos de condiciones estipulen requisitos generales e impersonales, aceaiee con Ia finalidad del contrato®, 72 Cao dx tres gue teen confi elm Eduard Sto Klos, La conratcin pic, n RDI (1976) * Baars eteto. 35-75,y Fan Caras Casagae, La igual onl concn amido eo tl Deo Ceti Argentina) tomo 100 N°'5.593 (26.10.1982) 12. 73 Ne Panto eufcenemeate afuzado por a Contralra Gener, cna au jrspradenciaamiistaive: Dictzencs Mes ie a2 ROIS, de 1968; 36.253, de 1982; 30815 de 1984: 1432, de 1987, 3199, de 19888 18h de loot 128.924, de 199; 24282, de 1993; 53.253, de 1984, 245, de 1995, he Bar (Como v cow quit conraath ta ADuantsreAciON 309 Por légica consecuencia, cualquier especificacién (aunque enc ca ituminos “generales") drigida a proporcionar un privilegio o ventaja indebida a algunos {andidatos, en desmedro de otros, no resulta admisible, por contrariar severamente este derecho g a igualdad, y por desvirtuar absolutamente todo el proceso de licitaci6n, 2.2) Tocante al acto de adjudicacién, el tema cobra relevancia cuando la AAdministracion no esté obligada a seguir pardmetros autométicos de selecciGn, estrictameate sietivos eto es cuando las bass le reservan Ia posibilidad de optar ~diserecionelmente~ por la oferta mas conveniente”. Puesto que, a reclamar los oferentes preteridos, por haberse deceshnac sus Propuestas “sin expresién de causa", sin un andlisis comparativo racional, o invocands Ip ‘auloridad el solo “interés general” o las siempre socorridas “necesidades del servicio", caat Tgpabee Sus impugnaciones terminan siendo rechazadas, porque la Contraloria General y 10s tribunales del Poder Judicial han crefdo que la revisién de ese acto, implicaria imeriecdinee eyispectos de, mérito © conveniencia”, cuya ponderacién incumbirfa privativamente a le Administraci6n™, Refuta esta inmunidad, sin embargo, la citada prohibici6n constitucional, que al impedir al Estado formular “diferencias arbitratias”, acd se aplica asf: cuando la Administstcion no debe cefirse a estindares objetivos de idoneidad, y en la disyuntiva de tener que “difercnciar”™ {nite alterativas distintas presentadas por candidaios diversos, siempre su eleccién definitiva {endré que apoyarse en un motivo o razén valida sufciente, que marque o revele esa diferens Fompgauigra que un acto “arbtrario” se configura precisamente cuando carece de justificaciOn legftima?®, Nos que por esto- los postulantes, cuya ofertas fueron desestimadas, queden hubiltados para hacer, de una mera diserepancia de opiniones con la autoridad adminishenta, tuna controversia jurdica. Se trata que las razones q i6n, no queden ocultas 2 la intimidad de la burocracia y sean expuestas en el expediente de reclamo, come tnica seneea Ge verificar que en I adjudicacin no se consideraron aspectosajenos ala cuesién, que ne oe pso,en Ia balanza ningin factor extralo a la naturaleza del contato y que no este ligado al interés general que debe inspirar las decisiones de la autoridad, Reconforta encontrar alguna nueva Ifnea jurisprudencial, en este sentido”, 26 Semplos nator de eta dolencin en aes Bad de Derch: Dicties N's 16.452, de 1959 63.788, de 1975; FZ.733 de 1983; 5.168, de 1984; 17.622, de 1985; 16.672 y 18.314, de 1991, 26.282. de 1999 saa see "sta tampoco es corsa en al smbio judicial v. casos Corpore en RDI #1 (LOB) es iranda 9 Abalos Pils ce Mes 338 (987) 994.995: Soc. tener y Consrucioner Lada. en Gi 133 (1999) 6.8) Se ho J Saute Lada, en FM 427 (1994) 314-319; Servinar Lida. en RDI 91 (1994) 25, 64-1; Urote hileg cr a a, ‘Constcionl 1390 (1996), Repito ag lo sstenido ca Adjudeacone, Et Mercurio (Sign) 411.1995 cuerpo A pé,2 {a wrafca ol caso Nico Paisjismo S.A. en RDI 95 (1908) 25, 156-163. La Cote de Rancagua, ago de taer a ‘elcic las nocioncs de bien comin, de igualdad de oportunidades, de tansprcaca en el near pbc, cone os Fincipos de rzonamiesto lipo y de juco prude, povenienizs dela Consitaciéa y deny N° 18599 exe 107, lanza este memorable verdict. "Que si be cierto qu el Mumicpio (anor de a adja otetads), lens [na wablecen Ins propia bases dela propucsia, no et obliga a dar explicaions als itrsadoe tre to pscen ae ‘Tanbie ea Conralri Generals han ido samundopronunciamiets, nord a quel postilidad de incinars po 1a “mejor oferta", no Hea ala atria del deer de fandar su elecie. Sendo ese deber el qu pion, tian, ‘ovate, en na convoaina, “sin exprsién de cans”. Dickens N'r 3.09, de 1995 41.99, 1955, 8900 $30.96, de 1996, 1.50), de 1997; 36:68 de 1998 310 1A Conreatonta Gevenat v& 14 Rerouica ¥ 21 Estavo oe Dexecio CONCLUSION En el orden bilateral administrativo, la ley N° 18.575 (art. 9) no ha sido desteal con la Constitucién (art. 1 inc. 4°) al prolongar ~con pareja intensidad- ese deber del Estado de tender hacia el bien comin, pero con pleno respeto a los derechos fundamentales. La onerosa coincidencia reside en percibir que el interés general y los derechos de las personas no te Contraponen, que no hay discordia entre ellos, sino que se complementan como la cerradura y la ave. Que ambos estén Hamados a potenciarse sabiamente en su mutua disparidad. El Legislador buse6 encausar a la Administraci6n, en demanda del mejor

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