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CURSO DE MARKETING DIGITAL

MODULO 3
(1/6) La presencia online que tú quieres

En esta lección veremos distintas opciones que te permitirán desarrollar tu presencia online,
desde sitios web y redes sociales, hasta directorios de empresas locales y sitios de opiniones.

Para López Linares, el tener presencia en Internet, ha sido clave para su negocio, tal y como
nos cuenta María.

[La dueña de una pequeña empresa real habla sobre cómo establecieron sus objetivos online
para reflejar los objetivos de su negocio y cómo les ayudó priorizar varios aspectos de los
medios digitales que utilizaban.]

Seguro que has oído más veces lo importante que es estar online, así que pongámonos
manos a la obra. La manera que todos conocemos para empezar en el mundo digital es
mediante un sitio web. Las primeras webs eran poco más que folletos online con información
sobre qué, quién y dónde.

Los sitios web actuales ofrecen mucho más: tu sitio web puede ayudar a los usuarios a
encontrar información, hablar con expertos, leer opiniones de clientes, ver vídeos, comprar
productos, hacer un seguimiento de los pedidos y muchísimas cosas más. Si decides que lo
que necesitas es un sitio web, lo más importante es pensar en las características que debe
cumplir para ayudarte a materializar los objetivos de tu negocio.

Contamos con una lección entera donde trataremos este tema en detalle pero, por ahora, no
te preocupes de todo lo que ofrece la maravillosa tecnología hoy en día, si esta no te va
ayudar a alcanzar tus metas.

Tu negocio puede estar presente en Internet sin una web. Si, por ejemplo, tienes una
pastelería, te interesará que los clientes puedan encontrarte, independientemente de que
tengas o no una web.

Piensa en la última vez que se te antojó una tarta de chocolate. Seguramente buscaste algo
parecido a "pastelería cerca de mí" y luego sopesaste las opciones que se te presentaron.

Puede que encontrases la web de una pastelería local o bien descubrieras una buena opción
en los directorios locales.

Algunas empresas utilizan estos directorios para crear su presencia online mediante productos
como Google My Business y Bing Places para empresas. Los directorios locales permiten a
las empresas publicar información como descripciones, reseñas, mapas e imágenes.

Suelen ser gratuitos y son una buena forma de ayudar a tu negocio a aparecer en páginas de
resultados de búsquedas.
Además de los directorios locales, puede haber webs de opiniones relacionados con tu tipo de
negocio, donde los usuarios pueden dejar comentarios, y tú puedes responder. Los
comentarios favorables te aportarán una ventaja competitiva.

También puedes utilizar las redes sociales para tener presencia en Internet. Usuarios de todo
el mundo utilizan las páginas de Facebook, Twitter y Google+ para complementar, o en
algunos casos sustituir, a un sitio web.

Otra forma de llegar a los clientes en Internet es a través de sus móviles. Con toda
probabilidad te habrás descargado aplicaciones o juegos en tu teléfono móvil, por lo que tú
también puedes crear y ofrecer estas aplicaciones a los clientes.

Las aplicaciones aprovechan las funcionalidades únicas de los dispositivos móviles, como
GPS, mapas u opciones de llamada, para contactar con los usuarios.

Si un cliente se instala tu aplicación en su teléfono móvil, esta puede enviarle una oferta
especial la próxima vez que se encuentre cerca de tu tienda, gracias a la función de GPS.

Incluso puede permitirle realizar un pedido, de manera que cuando vaya a tu establecimiento
se ahorre la cola, recoja su pedido y pague pasando su móvil por caja. A menudo, las
aplicaciones móviles se utilizan como herramientas de fidelización, para animar a los clientes
habituales a volver e incluso para ofrecerles un café gratis con esa tarta de chocolate.

Resumiendo: independientemente de que utilices un sitio web, directorios de empresas


locales, redes sociales, aplicaciones móviles o todo a la vez, lo fundamental es decidir qué
quieres que los clientes hagan, y después desarrollar una presencia online que cumpla con
dichos objetivos. En su conjunto, todos estos elementos funcionan como un escaparate digital:
tu espacio en Internet para interactuar con los clientes.

Contamos con lecciones que abarcan todos estos aspectos pero, por ahora, nos centraremos
en las páginas web: aprenderás algunos principios básicos de su funcionamiento, cómo elegir
y registrar un nombre de dominio adecuado y cómo hacer que aquello que decidas hacer en
Internet sea cercano para tus usuarios, a la vez que te ayude a cumplir con tus objetivos de
negocio. Si sigues nuestros tutoriales, trataremos todo esto y más.

2. Cómo funcionan los sitios web

Bienvenido a nuestra lección sobre cómo funcionan las páginas web. Explicaremos los
conceptos básicos (sin entrar en demasiados tecnicismos, ¡prometido!) sobre servidores web y
nombres de dominio, qué es lo que hacen por ti y dónde encontrar lo necesario para empezar.

Una página web es la sede de tu negocio en Internet, donde los clientes potenciales pueden
acudir para familiarizarse con tu empresa y lo que les ofrece.

Supongamos que decides abrir una panadería en tu barrio. En primer lugar, tendrás que
alquilar un local, ¿verdad? Pues un con una página web pasa lo mismo, salvo que en lugar de
alquilar un local en una calle concurrida, alquilas un espacio en un servidor.
Hay muchos servicios disponibles que se ocupan de esto de forma automática. A continuación
te ofrecemos una visión general para que te hagas una idea de lo que sucede entre
bastidores. Vayamos entonces con algunas cuestiones un poco más técnicas.

Un servidor es un ordenador conectado a Internet, con software que le permite almacenar o


"alojar" las partes de tu página: código, imágenes, vídeos y todo aquello de lo que se compone
tu web.

Se denomina servidor porque "sirve" el contenido adecuado cuando se le solicita, esto es,
cuando alguien desea ver cualquier apartado de tu página.

Hay muchas empresas y servicios que te alquilarán un espacio en un servidor para alojar tu
sitio web. Al igual que pasa con una tienda física, pagas una cuota de alojamiento (algo similar
al pago de un alquiler) que cubre los aspectos técnicos relacionados con la gestión de un
servidor para que tú no tengas que hacerlo.

Todos los servidores en el mundo tienen su propia dirección. Esta se denomina dirección IP,
que es la abreviatura de "protocolo de Internet". Lo único que debes saber es que se trata de
una larga cadena de números que permite que cualquier dispositivo conectado a la red pueda
comunicarse con el servidor y localizarlo.

Afortunadamente, no es necesario que entiendas los detalles de esta comunicación, tan solo
debes elegir un nombre con más gancho para hacer alusión a esa dirección de IP numérica.
Esto nos lleva a la segunda parte de esta sesión: la dirección web o "nombre de dominio".

Tu nombre de dominio es la denominación por la que te encontrarán los clientes potenciales,


del mismo modo que la gente encontraría nuestra panadería en el mundo real: gracias al
cartel colgado encima de la puerta.

Se trata de lo que escribes en la ventana del navegador para acceder a cualquier página web.
Un ejemplo sería www.google.es o www.tunombredeempresavaaqui.com. Vamos a verlo por
partes.

Todo lo que va después de "WWW punto" es lo que se conoce como el nombre de dominio.
Es la parte que permite encontrar tu página web, por lo que es muy importante. Cualquier
dispositivo que busque esta dirección (un tablet, un smartphone, un ordenador portátil, etc.) se
estará comunicando con el servidor. Una vez establecida la comunicación, el servidor enviará
a dicho dispositivo todo lo que necesita para visualizar la página web (elementos como
imágenes y código), de manera que quien se encuentre al otro lado del dispositivo pueda ver
el contenido de tu web.

Cuando alguien escribe tu dirección web en el navegador, básicamente ocurre lo siguiente:

 En primer lugar, el navegador determina qué servidor aloja el contenido y se dirige a


ese servidor.
 A continuación el navegador dice: "Eh, ¿te importaría proporcionarme todos los
elementos que necesito para mostrar esta página web a una persona?"
 El servidor responde: "Claro, te envío cinco imágenes, dos textos y unos archivos
adicionales".
 El navegador junta todos los elementos y esta persona ve tu página web.
Básicamente esta es la idea, solo que en realidad la comunicación se realizaría en un
lenguaje algo complejo de bits y bytes, no en español. Pero para nosotros no tendría ningún
sentido, así que...

En resumen, decidir crear una página web para tu negocio empieza por entender cómo
funciona todo en su conjunto: un servidor "aloja" tu página y un nombre de dominio permite
encontrarla.

3. Componentes principales de un sitio web


En esta lección repasaremos algunas decisiones importantes que deberás tomar sobre tu sitio
sitio web, cómo elegir su nombre y planificar su estructura. El objetivo es hacer que sea fácil
para los clientes orientarse y conseguir lo que buscan. Porque un cliente satisfecho equivale a
un negocio más próspero, ¿verdad?

¿Estás listo para empezar?

Lo primero es tu nombre de dominio, ya que es lo que escribirá la gente en un navegador para


localizarte.

Cuando elijas un nombre de dominio, primero debes comprobar si está disponible. Por
ejemplo, solo puede haber una “PanaderiaDelicias.com” en Internet y si alguien ha solicitado
ese nombre, no podrás utilizarlo.

Entonces, ¿cómo puedes saber si el nombre que quieres no está libre? Simplemente busca
"registro de dominios" y haz clic en uno de los resultados. Debería haber una herramienta en
el sitio web que te permita consultar si hay alguien que está utilizando el nombre que quieres,
y de ser así, puede sugerirte otros nombres similares que estén disponibles.

Un buen nombre de dominio es aquel que es fácil de recordar; procura que sea corto,
significativo y lo más directo posible.

También puedes crear una variante del nombre que quieres eligiendo una extensión distinta,
esto es, cambiando el segmento de la parte final. Probablemente estás familiarizado con las
extensiones ".com" o ".es", pero también puedes encontrar otras que estén disponibles o que
sean una mejor opción. Por ejemplo, las organizaciones sin ánimo de lucro a menudo utilizan
".org".

Lo que queremos decir con esto es que, si bien "PanaderiaDelicias.com" puede no estar
disponible, "PanaderiaDelicias.net" todavía puede estarlo.

Muy bien, pues ya hemos terminado con el nombre. Veamos algunas otras partes comunes de
los sitios web como la "página de inicio". Se trata de la primera página que ve alguien al
encontrar tu nombre de dominio y acceder a tu web.

La página de inicio es tu escaparate, donde invitas a entrar a los usuarios y les explicas qué
es lo que ofreces. Una página de inicio también dirige a las visitas a otras páginas de tu sitio
web a través de lo que se denomina "navegación". La cabecera de navegación puede
mostrarse en la parte superior de una página o en el lateral. En cualquier caso, se trata de un
menú que permite a las visitas desplazarse de una parte a otra de la web.

La forma de organizar tu sitio es muy importante, por lo que te recomendamos que pienses en
las webs que visitas a menudo. Pregúntate, ¿cómo están organizadas?

Ahora, decide qué tipo de contenido quieres ofrecer y agrúpalo de manera que tenga sentido.

Dicho sea de paso, muchas herramientas de creación de sitios web ofrecen plantillas para
empresas que puedes utilizar para empezar a desarrollar tu web.

¿Quieres una recomendación fácil para empezar? Podrías comenzar con las páginas y
secciones que aparecen en la mayoría de las webs, como las páginas "Acerca de" y
"Contacto".

La página Contacto de tu sitio web podría incluir tu dirección, número de teléfono, correo
electrónico y un mapa con indicaciones.

La página Acerca te podría explicar la historia de tu negocio e incluir fotos de algunos de tus
mejores trabajos.

No existe una forma correcta o incorrecta de organizar una web, pero siempre es conveniente
ponerse en el lugar de tus visitantes: ¿Qué buscan? ¿Qué quieren conseguir en tu web?

Ahora, querrás configurar tu sitio de manera que a los visitantes les resulte facilísimo
encontrar la información que necesitan, como el horario de la panadería, o cumplir con su
objetivo, como realizar un pedido online.

Veamos lo que podrías encontrar en estas páginas:

En primer lugar, observarás indicadores de navegación (hacia adelante o atrás), que son igual
de importantes que los apartados de Acerca de y Contacto. Estos indicadores aparecen en
todas las páginas de tu web para que la gente siempre pueda llegar a donde quiere ir o volver
a donde ha estado.

Evidentemente, también habrá palabras o texto: titulares, párrafos, listados, etc., y también
puedes incluir otros elementos como imágenes y vídeos.

Puedes configurar el texto y las imágenes para que enlacen a otras páginas de Internet al
hacer clic en ellos, lo que se conoce como enlaces o accesos directos a otras páginas de tu
web o cualquier parte de la red.

Muchas webs también invitan a los clientes a interactuar, con formularios para enviar
consultas, mapas con indicaciones detalladas para llegar a tu establecimiento o cestas de la
compra para adquirir productos directamente.

Tu sitio web, es decir, tu tienda digital, es una excelente oportunidad para contactar con
clientes, por lo que elegir el nombre de dominio adecuado, organizar el sitio de forma lógica e
incluir funciones prácticas puede ayudar a los visitantes a encontrar exactamente lo que
buscan.
4. Sitios web y objetivos de negocio
Ha llegado el momento de encontrar el punto intermedio entre tus clientes y tú, es decir, de
qué manera tu sitio web puede cumplir a la vez con los deseos de los visitantes y las
necesidades de tu negocio.

Esto es algo que siempre han tenido muy en cuenta en Planeta Huerto.

[El dueño de una pequeña empresa real habla sobre cómo establecieron sus objetivos online
para reflejar los objetivos de su negocio y cómo les ayudó priorizar varios aspectos de los
medios digitales que utilizaban.]

Ahora que has empezado a diseñar tu web, ten presentes tus objetivos, pero piensa también
en lo que buscan tus visitantes. Unir lo que tú quieres que hagan tus visitas en tu sitio web con
lo que ellos quieren hacer es la clave del éxito.

Veamos un ejemplo. Piensa en la última vez que accediste a una web en busca de un número
de teléfono. Tal vez querías llamar a la tienda para hacer una consulta u obtener indicaciones.
¿Pudiste localizar el número fácilmente?

Si eres una empresa, asegúrate de poner tu número de teléfono en un lugar visible o quizás
incluso resaltarlo en todas las páginas de tu sitio web. Incluso podrías plantearte la posibilidad
de añadir algún texto que anime a las visitas a "llamar ahora", y hacer que tu página de
Contacto sea fácil de encontrar, en caso de que sea su primer objetivo.

También es una buena idea permitir a los usuarios de móviles que acceden a tu web que
puedan llamarte con solo un clic.

Bien, volvamos a tu panadería de barrio. Imaginemos que quieres que más gente de la zona
visite la tienda, y que tus clientes desean saber cómo localizarte cuando quieran comprar el
pan del día. Incluir mapas en tu sitio web junto con indicaciones específicas puede ser
beneficioso para tus clientes y para ti.

Entonces, ¿qué otras cosas podrían buscar los usuarios en tu web? ¿Precios? ¿Ofertas
especiales? ¿Certificados que avalen que estás cualificado para prestar un servicio?

Asegurándote de que toda esta información es fácilmente accesible, alinearás tus objetivos
comerciales con las necesidades de las visitas.

Y, si estás interesado en aprender cómo medir lo que los usuarios hacen en tu página web
con herramientas de analítica, consulta también nuestras lecciones sobre ese tema.

Hablemos ahora del contenido, o de las palabras que incluyes en tus páginas.

Las palabras que utilices deberían ser mucho más que un mero reclamo comercial. En la
mayoría de los casos, es preferible no utilizar tecnicismos ni presumir de lo bueno que eres.

En su lugar puedes explicar cómo puedes satisfacer las necesidades del cliente o resolver un
problema que tenga. Enfocándolo en términos de lo que puedes hacer para ayudar a los
usuarios, tu contenido será mucho más atractivo, además de útil.
Para lograrlo, escribe en un tono que transmita confianza, pero que no sea intimidante, y salvo
que tu audiencia esté formada por astrofísicos, explica los conceptos en un lenguaje claro y
sencillo.

Cuenta una historia que ayude a conectar con quien visita tu web. Contenidos como
testimonios o vídeos en los que aparezcan clientes satisfechos a los que has ayudado a
resolver un problema, o el hecho de permitir a las visitas escribir comentarios sobre tus
productos y servicios directamente en tu sitio web, puede ser de gran ayuda.

Recuerda que cada segundo cuenta: los usuarios no pasarán mucho tiempo en tu web, y es
posible que lean por encima el texto o incluso que no lo lean en absoluto. Pero las imágenes,
los encabezados y una navegación clara pueden ayudarles a encontrar exactamente lo que
buscan antes de pasar a buscar en otras webs.

Diseña y crea tu sitio web teniendo presentes tus objetivos empresariales y, también, los
objetivos de tus visitas, así tendrás muchas más posibilidades de éxito.

5. Creación de sitios web fáciles de usar y navegar

¡Hola! Bienvenido a nuestra lección sobre "usabilidad" de los sitios web. Es lo que
en terminología digital significa la facilidad de uso para las visitas a la hora de
encontrar lo que buscan en tu web y llevar a cabo su cometido. Analizaremos las
mejores formas de optimizar la usabilidad, desde cómo ofrecer una navegación
fácil y clara hasta la importancia de un diseño coherente. También explicaremos
cómo la redacción de tus contenidos puede mejorar la eficacia de tu sitio.

¿A que suena bien?

En primer lugar, echemos un vistazo a la navegación: lo que guía a las visitas que
navegan por tu web.

Una buena navegación significa organizar tu sitio de forma que tenga sentido para
los usuarios.

Si dispones de un establecimiento físico, como una panadería, piensa en cómo


están organizados tus productos: los artículos grandes, como pasteles y tartas,
pueden estar en una zona, y las pastas y bollería, como cruasanes y magdalenas,
en otra.

En tu sitio, puedes organizar las cosas del mismo modo y hacer que el menú de
navegación principal indique a los usuarios qué encontrarán en cada sección,
como los carteles en tu tienda.

Pese a tus esfuerzos, tu web puede no guardar una estructura lógica para todo el
mundo, por lo que incluir un cuadro de búsqueda puede ser una buena idea,
especialmente si tu sitio tiene muchas páginas o productos. Coloca el cuadro de
búsqueda en el mismo lugar de cada página de tu sitio web para que sea fácil de
localizar, de forma que las visitas con prisa siempre podrán encontrar el cuadro y
aquello que estén buscando.

Una última cosa que debes tener en cuenta acerca de la navegación: cuando los
usuarios visitan cualquier sitio en Internet, esperan que las cosas funcionen de un
cierto modo.

Pongamos que estás echando un vistazo a una web y deseas volver a la página
de inicio, ¿qué haces? Hacer clic en el logo.

Es algo que esperan tus visitas, y es común en prácticamente todos los sitios web,
así que asegúrate de que tu logo se muestre claramente en cada página y que
hacer clic en él te lleve a la página de inicio.

Esto es un ejemplo de fácil navegación. Hablemos ahora del estilo y de cómo se


ve y se percibe tu web. Todo el mundo tiene sus propios gustos, pero hay algunas
pautas generales que conviene seguir.

En primer lugar, el diseño de las páginas debe ser coherente con el resto del sitio
en lo que respecta a fuentes, imágenes y otros elementos de diseño similares.

Con respecto al color, podrías optar por lo atrevido para llamar la atención, aunque
en Internet, la mayoría de los usuarios están acostumbrados a leer texto oscuro
sobre un fondo claro. Si has trabajado duro para crear tu contenido, debes
asegurarte de que tus visitas no pierdan la vista intentando leerlo.

También debes ser consciente de dónde termina el contenido en tu página. No


hagas que la gente tenga que desplazarse excesivamente hacia abajo para ver los
contenidos importantes, sino que puedes utilizar los encabezados y listas para
ayudarles a explorar tus páginas con agilidad y decidir si merece la pena
quedarse.

Escribe para tu audiencia. ¿Se trata de un público muy especializado? Entonces,


puedes utilizar jerga adecuada. De lo contrario, escribe para todo tipo de
personas.

¿Otro consejo? Invita a los usuarios a realizar alguna acción cuando visiten tu sitio
web. Es lo que se denomina "llamada a la acción" y puede ayudarles a entender
qué hacer después.

¿Quieres que cojan el teléfono? Entonces, invítalos a "Llama ahora". ¿Esperas


que te visiten? Dirígelos a "Obtén indicaciones para llegar a nuestra tienda". O
anímales a realizar una compra con un "¡Compra ahora!".

Recapitulemos. Cuando crees un sitio web, trata por todos los medios que sea
fácil de utilizar. Ofrece a los visitantes un itinerario claro de las páginas de tu sitio,
mantén un diseño coherente en toda tu web, escribe contenidos en su mismo
idioma y proporciónales la experiencia que buscan.

6. Recomendaciones para el diseño de tu sitio web

¿A que has escuchado alguna vez la siguiente frase? "Solo tienes una oportunidad para
causar una buena primera impresión".

Pues bien, también vale para Internet.

Esta lección puede ayudarte a evitar errores comunes en el diseño de tu sitio web que pueden
ahuyentar a las visitas.

Hablaremos sobre cómo asegurarte de que tus páginas se carguen rápido de manera que tu
sitio sea apto para dispositivos móviles, sobre la accesibilidad general y sobre la calidad de tu
contenido.

En primer lugar, necesitas velocidad. Los internautas no son famosos por su paciencia, y si
tus páginas tardan demasiado en cargarse, se irán.

Hay muchas cuestiones técnicas que tú o la persona que cree tu sitio web podéis barajar para
agilizar las cosas, como elegir el tipo de tecnología y las soluciones de alojamiento
adecuadas. Pero también hay algunos ajustes simples que puedes hacer.

Si tienes imágenes en tus páginas, utiliza las más pequeñas que necesites, es decir, no uses
archivos grandes con una resolución elevada si estas solo van a aparecer como imágenes en
miniatura. Muchos programas de software pueden ajustar el tamaño de las imágenes o
comprimirlas para hacerlas más pequeñas, y esto se traduce en tiempos de carga más
rápidos.

Simplifica tu diseño. Por norma general, cuanto más limites lo que los navegadores de los
visitantes tienen que descargar y reutilizar, más rápido se cargarán las páginas.

Por ejemplo, puedes utilizar la misma imagen de fondo en varias páginas y pedirle a la
persona que desarrolle tu web que sea eficiente con el código y los textos.

Si quieres saber qué tal va tu web, intenta abrirla desde tu teléfono móvil (mediante una
conexión de datos, no Wi-Fi) y comprueba la rapidez con la que se carga.

Es importante que te asegures de que sea fácil de utilizar en un móvil. Cada vez más
personas utilizan sus smartphones como dispositivo principal para navegar por Internet, y si tu
sitio web es difícil de utilizar en estos dispositivos, perderás clientes potenciales.

La forma más fácil de tener una web apta para móviles es diseñándola de esa forma desde el
principio, con un enfoque de "diseño adaptable" o "responsive design", que automáticamente
detecte el tipo de pantalla que se está utilizando y se adapten el texto y las imágenes según
corresponda.
Si quieres saber si tu web es apta para móviles, prueba la herramienta Mobile-Friendly Test de
Google.

Ten en cuenta también cuestiones como tocar o deslizar, que son específicas de las pantallas
táctiles, y asegúrate de que los elementos de tu sitio web respondan correctamente a este tipo
de "acciones".

Utilizar iconos ampliamente reconocidos y crear contenidos claros y bien organizados ayudará
a los usuarios que utilizan pantallas más pequeñas a encontrar lo que necesitan.

Haz también que sea fácil encontrar tu dirección y número de teléfono. Muchos dispositivos
están provistos de funciones de GPS y de localización en mapas, que pueden ayudar a los
visitas a tu web desde dispositivos móviles. Y naturalmente, para todas estas visitas desde
móviles, debería ser fácil llamarte.

También debes recordar que los usuarios visualizarán tu sitio desde distintos navegadores,
como Chrome o Firefox, y distintas plataformas, como Windows o Mac.

Realiza una prueba desde tantos ordenadores, dispositivos y navegadores como te sea
posible y pregúntate si tu web se ve bien en todos los casos. ¿Te pide descargarte plugins?
Este es otro paso adicional que puede ahuyentar a las visitas.

Por último, recuerda que tu sitio web no es solo para vender, es para resolver.

Imagina que eres un visitante en tu web y pregúntate, ¿por qué estoy aquí?, ¿qué estoy
intentando hacer?, ¿qué problema estoy intentando solucionar?

Por ejemplo, si tienes una panadería que hace pasteles personalizados, es probable que
alguien esté visitando tu sitio web porque necesita uno.

Podrías escribir páginas sobre tu estilo de decoración e inspiraciones, aunque un testimonio y


fotos de un cliente real serían una mejor opción.

Estos son algunos errores comunes de los que pecan muchos sitios web. Para evitarlos,
asegúrate de que tus páginas se carguen rápido, se visualicen y se comporten correctamente,
independientemente del dispositivo o navegador que utilice cada visita.

Y piensa en tus clientes cuando crees contenidos: responder a sus necesidades es la mejor
manera de captarlos.
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