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Ensayo de aspectos conceptuales de la Revisoría Fiscal

Estudiante:

Edda Yurany Ruiz Perez

Docente:

Luis Abel Sepúlveda Sánchez

Revisoría Fiscal

Corporación Universitaria Minuto De Dios

Facultad de las ciencias empresariales

Contaduría Pública

Lérida, Tolima

2019
La Revisoría Fiscal desempeña un papel de especial importancia en la vida del país, a tal
punto que una labor eficaz, independiente y objetiva, brinda confianza para la inversión, el
ahorro, el crédito y en general contribuye al dinamismo y al desarrollo económico. Como
órgano privado de fiscalización, la revisoría está estructurada con el ánimo de dar confianza
a los propietarios de las empresas sobre el sometimiento de la administración a las normas
legales y estatutarias, el aseguramiento de la información financiera, así como acerca de la
salvaguarda y conservación de los activos sociales, amén de la conducta que ha de observar
en procura de la razonabilidad de los estados financieros.

Las funciones del Revisor Fiscal debidamente ejercidas, por lo demás, protegen a los
terceros que encuentran en el patrimonio del ente económico la prenda general de sus
créditos, de manera que debe dar confianza sobre el manejo de los recursos del ahorro, de la
inversión y en general del manejo justo y equitativo del aparato productivo del país.

La vinculación del revisor fiscal por expreso de la ley en el artículo 204 de comercio
evidencia que la elección de revisor fiscal se hará por la mayoría absoluta de la asamblea de
la junta de los socios; el revisor fiscal reunirá las calidades y requisitos que la ley exige
para ejercitar estas funciones. En el régimen de propiedad horizontal la ley 675 de 2001 en
su artículo 38 anuncia referente a la asamblea que esta tendrá la función de remover y elegir
a los miembros del consejo de administración y cuando exista al revisor fiscal y a su
suplente, para los periodos establecidos en el reglamento de propiedad horizontal.

Por norma general, la elección del revisor fiscal se hará por la mayoría absoluta (la mitad
más una) de las acciones presentes con derecho a deliberatorio para la toma de decisiones,
por lo tanto, su elecciones debe realizar mediante el sistema de voto, con participación
pluralista de los presentes en la reunión o asamblea.

El periodo por el cual se elige a un revisor fiscal debe ser definido en los estatutos. Si la
elección es potestativa o se encuentra el periodo definido, será la asamblea quien defina su
periodo por el cual se elige, siempre que no exista junta directiva en la sociedad. Si existe
junta directiva, articulo 206 del código de comercio ordena que en las sociedades donde
funcione junta directiva el periodo del revisor fiscal será igual al de aquella, pero en todo
caso podrá ser removido en cualquier tiempo, con el voto de la mitad más uno de las
acciones presentes en la reunión.

De igual forma la fijación de la remuneración de este órgano, es facultad propia de


indelegable de la asamblea, por obvias razones similares a su forma de vinculación y
remoción, así lo estatuto claramente el artículo 187 del código de comercio. El periodo del
revisor fiscal es a término definido o fijo, y no definid, independiente a su ejercicio se
pague por honorarios profesionales o por salarios, caso en el cual tendría derecho a recibir
también las prestaciones sociales de la ley como cualquier otro trabajador. Competiría en
este caso a la administración (representante legal) ordenar el pago que hubiere aprobado la
asamblea y en la forma como lo hubiere determinado (horarios o salarios). Para la remoción
se aplica el principio jurídico de que en derecho las cosas se deshacen como se hace, es
decir que se requiere la mayoría absoluta para removerlo, lo que conlleva que para
cambiarlo, moverlo del cardo o despido basta solamente la voluntad de la asamblea, que es
el único órgano competente para ello.

En el artículo 23 de la ley 222 de 1995 define quienes son administradores. “Los


administradores el representante legal, el liquidador, los miembros de la junta o consejos
directivos y quienes, de acurdo con los estatutos, ejerzan o detenten esas funciones”.

En el artículo 23 de la ley 222 de 1995 muestra cuales son los deberes de los
administradores, ratifican en su actuación de buena fe, la lealtad y diligencia que
corresponde como buen hombre de negocios. Reafirma que sus actuaciones deben
cumplirlas en beneficio de la sociedad y siempre considerando el interés de sus asociados.

En este mismo artículo se identifica que en el cumplimiento de su funciones los


administradores deberán; realizar los esfuerzos conducentes al adecuado desarrollo del
objeto social, velar por el estricto cumplimiento de las disposiciones legales o estatutarias,
velar porque se permita la adecuada realización de las funciones encomendadas a la
revisoría fiscal, guardad y proteger la reserva comercial e industrial de la sociedad o en
actos respecto de los cuales exista conflicto de interés, salvo autorización expresa de la
junta de socios o asamblea general de accionistas. En estos casos, el administrador
suministrara al órgano social correspondiente toda la información que sea relevante para
tomar decisiones.

La responsabilidad de los administradores se incluye la entrega oportuna de la información


que solicite para evaluar o examinar todo lo atinente al ente económico. Tan exigente es
esta norma, que de no cumplirse presume la responsabilidad administrativa, por violación
de las normas; se constituye una responsabilidad solidaria e ilimitada de los
administradores, por sus actuaciones, para con la sociedad, socios y otros no vinculados al
ente económico. Solo excluye de la culpabilidad a quienes no hayan estado de acuerdo con
la posible violación, que manifestación y no presten su concurso para que se realice.

El art 24 de ley 222 de 1995 modifico el art. 200 del código de comercio señala que los
administradores responderán solidariamente e ilimitadamente de los prejuicios que por dolo
o culpa ocasiones a la sociedad, a los socios a terceros. No estarán sujetos a dicha
responsabilidad, quienes no hayan tenido conocimiento de la acción u omisión o hayan
votado en contra, siempre y cuando no la ejecuten. En los casos de incumplimiento o
extralimitación de sus funciones, violación de la ley o de los estatutos, se presumirá la
culpa del administrador. De igual manera se presumirá la culpa cuando los administradores
hayan propuesto o ejecutado la decisión sobre la distribución de utilidades en contravención
a lo prescrito ene le artículo 151 del código de comercio y las demás normas sobre la
materia. En estos casos el administrador responderá por las sumas dejadas de repartir o
distribuir en exceso y por los perjuicios a que haya lugar. Si el administrador es una
persona jurídica, la responsabilidad respectiva será de ella y de quien actué como
representante legal.

En el código civil hace referencia a los niveles de culpabilidad de los administradores; a


quienes no se les acepta en su función la negligencia como falta de diligencia en el artículo
63: la ley distingue tres especies de culpa y descuido: culpa grave, negligencia grave, culpa
lata, es la que consiste en no manejar los negocios ajenos con aquel cuidado que aun la
personas negligentes o de poca prudencia suelen emplear en sus negocios propios. Esta
culpa en materias civiles equivalente al dolo.

Culpa leve, descuido leve, descuido ligero, es la falta de aquella diligencia y cuidado que
los hombres emplean ordinariamente en sus negocios propios. Culpa o descuido, sin otra
calificación, significa culpa o descuido leve, esta especie de culpa se opone a diligencia o
cuidado ordinario o mediano; el que debe administrar un negocio como buen padre de
familia, es responsable de esta especie de culpa. La ley obliga a los administradores a tener
un mayor cuidado en su actuar, en sus decisiones, en sus medios de control y a tener un ojo
visor sobre el oportuno y correcto cumplimiento normativo.

La responsabilidad por la existencia del control interno también se encuentra determina


legalmente para los administradores, en el artículo 209 del código de comercio; cuando le
ordena al revisor fiscal informar a la asamblea si la sociedad tiene, y son adecuadas, las
medidas de control interno para la protección de los bienes propios y de terceros. Se deriva
entonces de normas claras sobre la implementación e implantación de un adecuado sistema
de control interno en el sector privado, a cargo de los administradores.

Los estados financieros, en su preparación y en su difusión, es una función propia de los


administradores, a quienes le corresponde rendir cuenta comprobada de su gestión y
responde por las consecuencias de las mismas. Función que en ningún momento se le puede
endilgar al revisor fiscal. La ley ha querido separar de manera precisa las responsabilidades
de unos y otros para obligar a los administradores a que se mantengan informados
oportuna y constantemente sobre la situación del ente económico que se les a encargado
administrar, para que sus decisiones en desarrollo del objeto social estén acordes con el
devenir social y económico.

La ley de 222 de 1995, artículo 45 señala, los administradores deberán rendir cuentas
comprobadas de su gestión al final de cada ejercicio, dentro del mes siguiente a la fecha en
la cual se retiren de su cargo y cuando se las exija el órgano competente para ello. Para tal
efecto presentaran los estados financieros que fueren pertinentes, junto con un informe de
su gestión. La aprobación de las cuentas no exonerara de responsabilidades a los
administradores, representantes legales, contadores públicos, empleados o asesores o
revisores fiscales.

Existen tres casos donde los administradores deben rendir cuentas, no solo al final del
ejercicio social o periodo contable ( periodo que debe estar definido en los estatutos, y al
menos como consecuencia de los cortes contables a 31 de diciembre de cada año);
normalmente se observe que el deber de rendir cuentas que tiene los representantes legales
y las juntas directivas cuando se retiran del cargo, por renuncia o remoción no se cumple
pues no resumen su actuar entre las fechas de la última redición de cuentas y la fecha de
retiro; de esa forma están incumpliendo con este beber. Generalmente los revisores no
aluden a tal violación en sus informes a las asambleas, y previamente al órgano competente
según sea el removido. Con esto faltan a su deber cuando manifiestan a que los
administradores han cumplido con las disposiciones legales y estatuarias, si verificar el
cumplimiento del informe de gestión. Se concluye que el deber de presentar los estados
financieros es de los administradores, siendo esencial de la rendición de cuentas.

El representante legal y el contador público bajo cuya responsabilidad se hubiesen


preparado los estados financieros deberán certificar aquellos que se pongan a disposición de
los asociados o terceros. La ley práctica, derogo el artículo 33 del decreto 2649 de 1993,
suprimiendo de la certificación al revisor fiscal, a quien le clarifico y mantuvo la obligación
de dictaminar los estados financieros, cambia la certificación a través de la firma, y se
establece mediante la declaración de que tales estados se han tomado fielmente de los libros
de contabilidad y de que se a verificado previamente las afirmaciones contenidas en ellos,
conforme al reglamento.

El contador público, en el ejercicio de las funciones de revisor fiscal y/o auditor externo, no
es responsable de los actos administrativos de las empresas p personas a las cuales presta
sus servicios.
Bibliografía
Bermúdez, J. M. (2011). Revisoría fiscal: una garantía para la empresa, la sociedad y el
Estado (2a. ed.). En J. M. Bermúdez, Revisoría fiscal: una garantía para la
empresa, la sociedad y el Estado (2a. ed.) (págs. 67 - 94). Bogota: Ecoediciones .

Perdomo, J. M. (2015). Introduccion Al Estudio De La Revisoria Fiscal. En J. M. Perdomo,


La revisoría fiscal en Colombia: del hacer al deber ser (págs. 13 - 38). Cali:
Programa Editorial Universidad del Valle.

Republica, C. D. (s.f.). Codigo De Comercio. Obtenido de


http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/codigo_comercio_pr006.html#
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