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LECCION N° 1

DERECHO DE OBLIGACIONES

Introducción al Derecho de Obligaciones

Al iniciar el presente estudio, formularemos una afirmación que de por sí resulta más
que suficiente para destacar el enorme interés práctico que reviste la materia de
Derecho de Obligaciones, todas las relaciones que se presentan entre los seres
humanos constituyen relaciones de obligación.

Todos los días, en todo momento, los hombres crean relaciones obligatorias, por
ejemplo los actos más comunes como la compra de víveres, transporte de pasajeros,
constituyen contratos que producen como efecto el nacimiento de obligaciones, que
admite el hombre en una sociedad regida por las normas vigentes de un determinado
país, ninguna persona puede abstraerse de esta red económica que se genera dentro
del campo del Derecho de las Obligaciones, aun cuando la persona se dedique a la
mendicidad ya irrumpe dentro del campo del derecho bajo la forma de donación, al
respecto Ascoli señala con respecto al Derecho de Obligaciones: “Es el derecho del
cotidiano comercio de la vida...”, tomando al vocablo comercio en su sentido de
intercambio de servicios y valores.

Por lo tanto, señalamos que las relaciones obligacionales adquieren importancia tanto
en lo social como en lo económico, garantizando su cumplimiento con los bienes del
deudor ya que es un principio universal aquel de que “los bienes del deudor
constituyen garantía común de los acreedores.

Por lo señalado podemos afirmar que la materia de Derecho de Obligaciones es


bastante amplia, por cuanto las obligaciones no solo emergen en el Derecho privado,
sino en el derecho en su totalidad, por ejemplo en el derecho económico, tributario,
laboral, penal familiar, derecho internacional, etc; ya que se aplican bases del
derecho de obligaciones, a diferentes materias adaptándose a intereses diversos.

Diferentes acepciones del Derecho de la Obligación

La materia ha recibido diferentes denominaciones, por ejemplo para algunos autores


derecho creditorio, para otros derechos personales y por último derecho de
Obligaciones; cada una de las cuales ha merecido la correspondiente crítica, con
relación al primero manifestar que tiene el inconveniente de circunscribirse al lado
activo, con referencia al segundo se confunde con los derechos inherentes a la
persona, la más empleada por los estudiosos del derecho es la tercera denominación
porque abarca con más precisión el fenómeno jurídico al que se refiere.

Con referencia a la terminología de derecho de obligaciones, esta también ha sufrido


ciertas modificaciones a lo largo del tiempo como ser: “Derecho de las
Obligaciones”, “Obligaciones”, “Derecho de Obligación”, etc.

Terminología

En el ámbito filosófico y en el ético, la obligación se llama deber: mientras esta


confinada al fuero interno de la persona obligada; no hay relación de obligación
jurídica tratándose de la obligación natural, que, aunque nace casi de la misma
manera que las obligaciones civiles, no tienen como ésta su sanción establecida por
el ordenamiento jurídico vigente, sino exclusivamente en el orden de los deberes
éticos. Por lo manifestado, las obligaciones jurídicas son llamadas deudas, para
diferenciarlas de las obligaciones morales: deberes y de las obligaciones sociales:
deberes sociales (Rojina Villegas). Esta diferenciación tiene importancia real y
práctica de acuerdo a lo señalado en el artículo 964 del Código Civil actual que hace
referencia a los deberes morales o sociales que corresponden a la llamada obligación
natural

Concepto

El Código Civil actual no define la obligación. Su precedente confundió en la


definición el contrato y la obligación artículo 692. El Anteproyecto de Ossorio y el
Proyecto de Toro, consignan sus definiciones.

Sin embargo, algunas legislaciones las dan como reglas de aplicación práctica por
ejemplo el Código alemán (artículo 241): “derecho o facultad jurídica de exigir una
prestación jurídica (dar, hacer) o abstención (no hacer)” (Loewenwarter),
corresponde aclarar que el derecho del acreedor a exigir del deudor una prestación
puede, también, consistir en una omisión.

Enneccerus la concibe como: “derecho de crédito que compete a una persona,


llamada acreedor, contra otra persona determinada, llamada deudor, para la
satisfacción de un interés digno de protección que tiene el primero”. Esta noción
presenta dos aspectos: el lado activo denominado crédito y el pasivo, llamado deuda.
La Instituta (cit. Mazeaud) define la obligación como el vínculo de derecho que
fuerza a una persona a una prestación para con otro. Pothier, combinando la
definición de la Instituta y la de Paulo, propuso la siguiente definición: “Vínculo de
derecho que reata una persona a otra para dar, hacer o no hacer alguna cosa”.

El concepto moderno, considera el término vínculo (unión o atadura), demasiado


estricto y enérgico y prefiere el de relación jurídica entre dos personas, en virtud de
la cual una de ellas, llamada acreedor, tiene derecho de exigir cierto hecho de otra
que se llama deudor.

Pothier señala: “La obligación es un lazo de derecho que nos restringe a dar a otro
alguna cosa, o bien, a hacer o no hacer tal o cual cosa”. 1

Los Hermanos Mazeaud la definen como: “Es un vínculo de derecho entre personas,
en virtud del cual una, el acreedor, tiene derecho a una prestación valorable en dinero
efectuada por el otro, que está obligado a ellas”.2

En el lenguaje corriente la obligación puede tener diversos significados: Se puede


referir a los diferentes deberes de las personas, también se puede utilizar esa palabra
como sinónimo de crédito provocado por entidades del Estado como municipios.

La obligación, en un sentido amplio, es la necesidad jurídica de cumplir


voluntariamente una prestación de carácter patrimonial, a favor de un sujeto que
eventualmente puede llegar a existir, o a favor de un sujeto que ya existe.

Desde el punto de vista estrictamente jurídico la palabra obligación tiene un


significado propio: “La obligación es la relación jurídica, existente entre dos o más
personas, en virtud del cual una persona denominada acreedor puede obligar a otra
denominada deudor el cumplimiento de una determinada prestación que puede ser
positiva o negativa valuable en dinero, esta noción sobre el derecho presenta dos
aspectos: el lado activo denominado crédito y el lado pasivo denominado deuda”.

Al respecto el artículo 291, de nuestro Código Civil establece: (Deber de prestación


y derecho del acreedor). I. El deudor tiene el deber de proporcionar el cumplimiento
exacto de la prestación debida. II. El acreedor, en caso de incumplimiento, puede
exigir que se haga efectiva la prestación por los medios que la ley establece. Del

1
R.J. Pothier. Tratado de las Obligaciones. Ed. Hiliasta S.R.L. Buenos Aires, p.206
2 Jorge Joaquín. Tratado de Derecho Civil. Tomo 1. Ed. Perrot. Buenos Aires, 1983. p.206
análisis efectuado a su texto concluimos que se establece que nuestro Código Civil
vigente promulgado el 6 de agosto de 1975, vigente desde el 2 de abril de 1976, se
abstiene de dar una definición, conforme lo establecido por Freitas, el cual señala:
“Las definiciones son impropias de un código porque no son textos de doctrina, sino
de reglas”.

El Derecho Romano y la Teoría de las Obligaciones

El término de Obligación deriva de las voces latinas ob-ligare que significa atar
anudar, nexum o vinculum. Justiniano dio una definición en sus Institutas, señalando
que obligación: “Es el vínculo por el cual somos constreñidos a la necesidad de pagar
alguna cosa”.

Evolución del Concepto de la Obligación

De las ramas del Derecho, la que mayor influencia ha recibido del Derecho Romano
es la Teoría de las Obligaciones, porque han elaborado una teoría de tal magnitud
que hoy llama la atención por la capacidad de análisis, su carácter principista, ya que
establecen principios de carácter general que pueden ser aplicados en cualquier
tiempo, circunstancia y lugar; por ello se afirma que el Derecho de las Obligaciones
es un derecho común de todos los países.

Asimismo, señalamos que el Derecho Romano ha influenciado en materia de


obligaciones al Código Civil Francés, y éste se ha considerado fuente principal de
nuestro Código Civil Santa Cruz, de 1831.

Por los aspectos señalados, el Derecho Romano tiene mucha importancia, sin
embargo la doctrina vertida, no se ha mantenido inmutable, estática hasta nuestros
días, este derecho ha evolucionado pero de manera más lenta que las demás ramas
del derecho.

Con referencia a la evolución del Derecho Romano, podemos manifestar que en los
primeros tiempos se tiene al instituto del nexum (significa anudar, atar).
Originariamente no se distinguía entre la responsabilidad penal y la civil. Tanto el
ladrón como el que había pedido prestada una suma de dinero estaban obligados con
su propia persona y reducidos a la condición servil; el deudor comprometía su propio
cuerpo y éste era, dice BONFANTE, el objeto de la obligación (ver nota 10). El
acreedor podía apoderarse de él, azotarlo, y aun venderlo como esclavo. Esta
solución tan dura fue atenuándose con el transcurso del tiempo3.

En esta primera época se considera a la relación obligacional no como una atadura


de carácter jurídico, sino ante todo una atadura de carácter material. En el presente
caso el deudor está unido a la persona del acreedor y responde frente a este no
solamente con sus bienes sino con su persona; en otras palabras, el acreedor se
convierte en propietario de su deudor, en caso que el deudor no cumpla con su
obligación, el acreedor tiene amplias facultades sobre la persona de su deudor,
cuando el deudor no cumplía la prestación debida, era pasible del procedimiento de
la manus injectio, por la cual el acreedor era autorizado por el pretor para poner la
mano sobre aquel con el fin de hacer efectiva su prenda, la “piqnoris capio”.
Convertido el deudor en cosa del acreedor, podía ser privado de su libertad y podía
hacerle trabajar a su favor y aún venderlo del otro lado del Tíber. Aún este esquema,
persistía en la Ley de las XII Tablas que permitía cuando varios acreedores ejerciesen
simultáneamente sus derechos, que se distribuyeran el cuerpo del deudor, “in partis
secanto”.
Como no podía perdurar este rigor tan inhumano el año 428, aparece la Ley Paetelia
Papiria, que impidió se esclavizara al deudor en caso de que éste incumpliera con la
prestación, por lo que Tito Livio, la llama "aurora de una nueva libertad para los
plebeyos". Desde entonces el acreedor sólo pudo requerir del deudor la prestación de
servicios para imputarlos al pago de la deuda. Por tanto, el derecho del acreedor se
traducía en una agresión patrimonial: eran los bienes del deudor y no su cuerpo, lo
que respaldaba el pago de la deuda.4

En el Derecho Romano clásico de la institución del nexum se pasa a la institución de


la obligación, en el presente caso ya no se considera la obligación como una atadura
de carácter material, sino ante todo es una relación eminentemente subjetiva entre el
deudor y acreedor. En esta época tiene mucha importancia quien debía y a quien se
debía, es un vínculo exclusivamente subjetivo, de tal manera que no se podía admitir
la representación en materia de obligaciones; quien debía obligarse era
necesariamente el propio deudor y quien debía constituirse en acreedor era
necesariamente el propio acreedor; este tipo de concepción no admitía la
transferencia del derecho de crédito, tampoco que éste fuese cedido o transferido.

3 Guillermo A. Borda. Tratado de Derecho Civil. Obligaciones. TOMO I. Editorial Abeledo Perrot. P. 13

4
E. Alberto Luna Yañez. Obligaciones. Ed. Juventud. La Paz. P.11
Con posterioridad se admitió la sucesión hereditaria incluso de esta materia, en dicha
época la obligación no era un elemento del patrimonio, era tan solo un vínculo de
parentesco espiritual de persona a persona.

En el derecho moderno la concepción subjetivista del Derecho Romano cambia por


una concepción objetiva, donde cobra relevancia el objeto de la relación, en la
actualidad no importa mucho quién debe ni a quien se debe, sino lo que interesa es
que se debe, esa prestación es considerada como un elemento de carácter patrimonial
susceptible de transmisión, ejemplo: entregar un inmueble que a sido transferido,
ejecutar un trabajo, otorgar una escritura pública, etc.

En la presente época no existe obstáculo para que una persona pueda asumir una
obligación a través de un representante, salvo en el caso de contratos celebrados
intuitu personae (es decir en virtud a las cualidades de esa persona), pudiendo
transmitir ese derecho de crédito a cualquier título, ya sea oneroso o gratuito; de tal
manera que la obligación viene a resultar un elemento de carácter patrimonial, es
decir un elemento positivo en el patrimonio del acreedor y un elemento negativo para
el deudor.

Elementos constitutivos de la obligación

De las definiciones anteriormente intervienen los sujetos, el objeto y el vínculo.

Sujetos

Toda obligación, como toda relación jurídica necesariamente se forma entre dos o
más personas, estos se constituyen en los sujetos de la relación obligatoria, pudiendo
ser de dos clases: uno activo y otro pasivo, a los que denominaremos acreedor y
deudor, es decir una persona titular de los beneficios y una persona afectada por la
necesidad de cumplir una determinada prestación a favor de la otra.

A su vez estos sujetos pueden ser singulares o plurales.

Los requisitos que deben reunir son:

- tener capacidad jurídica, es decir la aptitud o idoneidad legal para ser titular
de derechos y de obligaciones y ejercitarlos, y en especial se requiere
capacidad de obrar, aptitud o idoneidad legal para ejecutar por sí mismo y
en forma válida todos los actos de la vida civil
- ser distintos, es decir, nadie puede ser acreedor y deudor al mismo tiempo, en
caso de que tal situación sucediera se extingue la obligación por confusión.
- ser determinados o determinables, “Los sujetos deben ser determinados o
determinables, una obligación en la cual no pudiera determinarse quién es
acreedor y quién debe, deja de ser obligación. Pero nada se opone a una
indeterminación provisoria del sujeto, tal como ocurre en las ofertas al público,
las promesas de recompensas, los títulos al portador, etcétera”5.

Por lo señalado la doctrina se inclina a establecer que el sujeto debe ser determinado
ya que toda obligación debe encontrarse a cargo de alguien que debe cumplir con la
prestación, por lo tanto ese alguien debe ser definido, pero pueden presentarse
situaciones en que la determinación del sujeto pasivo se de con posterioridad al
nacimiento de una obligación o deuda por ejemplo: un testador constituye a cargo de
un heredero un legado que puede consistir en pagar una suma de dinero, o aquellas
obligaciones que nacen por hecho ilícito, cuando por ejemplo varias personas se
vieron involucradas en la comisión de un hecho ilícito y no se determina la
responsabilidad de ellas.

También puede presentarse la indeterminación de sujetos en relación a las personas


por nacer, quienes pueden recibir bienes por donación o por herencia

En todo caso conviene aclarar que, si bien el sujeto pasivo o el activo pueden ser
indeterminados, pero deben determinarse en el momento que la obligación se torne
exigible, pero lo ideal es que se conozca con anticipación quien es el acreedor y quien
el deudor.

El sujeto activo

En virtud de una relación obligatoria se encuentra en la situación jurídica de poder


exigir al sujeto pasivo el cumplimiento de una prestación cualquiera, este sujeto
recibe la denominación de acreedor.

El sujeto pasivo

Es aquella persona que exige el cumplimiento de una determinada obligación a favor


del sujeto activo.

5 Guillermo A. Borda. Tratado de Derecho Civil. Obligaciones. TOMO I. Editorial Abeledo Perrot. P. 13
Los sujetos pueden ser mixtos, cuando el sujeto activo es a la vez sujeto pasivo y
viceversa, por ejemplo, en la relación de tipo bilateral como es la compra venta.

El sujeto, tanto activo como pasivo, puede ser individual o plural; o ambos a la vez,
o netamente plurales, no es preciso que las dos personas sean colectivas o las dos
sean individuales para el nacimiento de la obligación.

Cuando la relación obligatoria comprende en su análisis únicamente al sujeto activo


hablamos de crédito, cuando la relación obligatoria hace referencia al sujeto pasivo
nos referimos a la obligación.

Reiteramos que la doctrina se inclina en afirmar que este siempre debe ser
determinado, porque toda obligación debe estar a cargo de alguien y ese alguien
necesariamente debe ser definido en el momento en que se exija el cumplimiento de
la prestación

El objeto de la relación jurídica

No es una cosa, como en los derechos patrimoniales de propiedad, sino una


prestación o abstención, un servicio positivo o negativo que el sujeto pasivo debe
observar en favor del sujeto activo, a su vez, el objeto de la obligación requiere
ciertos caracteres de idoneidad:

- ser posibles, jurídica y materialmente en el momento de formarse la


obligación, ya que de lo contrario la obligación es inexistente;
- lícitos, no debe ser contrario al ordenamiento jurídico vigente, buenas
costumbres y orden público;
- ser útiles para el acreedor;
- que no dependan directamente del arbitrio del deudor;
- que sean determinados es decir que deben ser individualizados a tiempo que
nazca la obligación o determinable cuando sea factible su individualización
a futuro;
- que sean valuables en dinero, tal cual señala el artículo 292 del Código Civil,
que indica: “(Patrimonio de la prestación). La prestación debe ser susceptible
de evaluación económica y corresponder a un interés, aún cuando éste no sea
patrimonial, del acreedor”.

Por lo señalado la prestación debe ser siempre susceptible de valoración económica


porque de lo contrario no sería posible la ejecución del patrimonio del deudor.
Con referencia a la prestación, esta no es otra cosa que la conducta humana del
deudor exigible por parte del acreedor, esta puede ser positiva o negativa; si es
positiva es de prestación ej.: entregar la cosa, obligar a un sujeto a cancelar una
obligación; y si es negativa es de abstención ej: no edificar una pared, no revelar
secretos profesionales.

Vínculo

Es el estado de dependencia o sujeción en el que se encuentra el deudor frente al


acreedor, el deudor se ve en la necesidad de obrar de una manera determinada, lo
señalado conlleva la noción coercitiva del derecho. El deudor puede no cumplir su
obligación, pero no puede eludir el fallo condenatorio que hace forzoso, a pesar suyo,
el cumplimiento o el resarcimiento de daños, al respecto el artículo 291establece: “II.
El acreedor, en caso de incumplimiento, puede exigir que se haga efectiva la
prestación por los medios que la ley establece”, concordante el artículo 1465, señala:
“(Principio). El acreedor puede ocurrir ante la autoridad judicial para que disponga
la ejecución forzosa de la obligación por el deudor, ya mediante el cumplimiento de
la prestación misma o ya por equivalente con el embargo y venta forzosa de los
bienes”.

Por lo citado supra, podemos establecer que la libertad de acción del deudor se
encuentra limitada por la voluntad del acreedor, el cual tiene la posibilidad de vencer
la resistencia del deudor al cumplimiento de la obligación por medio de la coacción
legal, incluso contra la de este último.

Hay casos en los que el deudor no cuenta con medios legales para su cumplimiento,
es el caso de las obligaciones morales, pese a ello existe un deber de parte del
deudor.Quiere esto decir, que toda obligación, para que sea considerada
jurídicamente tal, ha de ser exigible. Estar obligado jurídicamente, es hallarse en
condiciones de dependencia de otra persona, dependiendo unas veces de la
imposición de la ley; otras del contrato celebrado por la persona obligada; otras de
ciertos actos realizados por ella o de ciertos hechos que le afectan y de los cuales
deriva la necesidad de la reparación.

Características de la obligación

1. El derecho de crédito solamente puede ser ejercido por el acreedor respecto o


frente al deudor, por ello se denomina derecho personal.
2. La relación obligatoria supone la existencia de un interés privado por parte del
acreedor, para la satisfacción de dicho interés.

3. Existe una limitación de libertad individual del deudor con relación al acreedor,
un estado de dependencia y sujeción por parte del deudor frente al acreedor, quien
puede emplear la coacción del Estado para obligar el deudor al cumplimiento de
la obligación que ha asumido.

Clases de obligaciones

Obligaciones de dar y obligaciones de hacer y no hacer

La primera (dare), establece que el obligado debe efectuar una dación; es la


transferencia que el deudor debe cumplir a favor del acreedor del derecho de
propiedad en la constitución de un derecho real cualquiera, por ej. Entregar un
inmueble que ha transferido.

La segunda (hacer) consiste en un hecho activo, que el deudor debe cumplir a favor
del acreedor puede consistir en un hecho material como el de construir una casa; o
puede constituir un hecho jurídico como el planteamiento de un demanda por un
abogado, la entrega por parte de una costurera de 200 camisas.

La tercera (no hacer) consiste en una abstención, es decir el deudor se encuentra


impedido de realizar ciertos actos ej. no instalar por cierto tiempo y en determinada
zona un comercio similar al enajenado, una persona se ha obligado ante su vecino en
virtud a la suscripción de un contrato a no elevar a mayor altura la pared de su
inmueble.

Obligaciones positivas y negativas

Las de dar y hacer, constituyen obligaciones positivas; en cambio la de no hacer, es


considerada una obligación negativa.

Obligaciones ordinarias

Aquellas por las cuales el deudor responde con todo su patrimonio al acreedor.
Obligaciones reales

Son aquellas que no comprometen más allá de la cosa a la que está ligada, ej.
hipoteca, antícresis.

Obligaciones patrimoniales

Son aquellas a las cuales hace referencia el artículo 292 del Código Civil, estas tienen
un contenido económico, por cuya virtud la prestación que supone la obligación debe
ser susceptible de valoración pecuniaria, para que exista la posibilidad de ejecución
forzosa del patrimonio del deudor.

Obligaciones extrapatrimoniales

Suponen derechos o deberes que no tienen un contenido patrimonial, como los


derechos personales, ej. La dignidad, el honor, la intimidad, etc.

Obligaciones morales y obligaciones jurídicas

A los simples deberes de conciencia, correspondiente a las obligaciones morales el


derecho no las sitúa en el rango obligacional por ej. la persona que, por cumplir un
deber moral, practica la caridad, no cumple con ninguna obligación en el ámbito del
derecho; la persona no se halla obligada a realizar caridad; no es deudora; en cambio
la obligación jurídica implica una coacción, la persona se constituye en deudora y al
cumplir un pago esta se libera de la obligación.

Con relación a las obligaciones jurídicas o civiles, se distinguen de las obligaciones


naturales, tanto unas como otras constituyen verdaderas obligaciones y en
consecuencia, su cumplimiento se traduce en un pago.

Pero las primeras denominadas también perfectas o legítimas en el fondo y en la


forma, son susceptibles de medidas coactivas y de ejecución forzosa, dan derecho a
exigir su cumplimiento que se resumen en ejecución del patrimonio del deudor; las
segundas no llevan consigo sino un cumplimiento voluntario por parte del deudor,
cumplidas éste carece de derecho para repetir lo que hubiera pagado, sin que pueda
ser ejercida contra él coacción alguna en caso de incumplimiento.
Obligaciones unilaterales

Estas establecen la obligación de cumplir la prestación a una sola de las partes, es


decir una parte es plenamente acreedora y la otra plenamente deudora, ej. donación,
préstamo, depósito gratuito.

Obligaciones sinalagmáticas

Establecen tanto deberes y derechos recíprocos a cada una de las partes. Ej. compra
venta, permuta, donación con carga, etc.

Por la pluralidad de objetos:

Aquella obligación que está constituida por una pluralidad de prestaciones.

- Conjuntivas: cuando el deudor tiene que cumplir con todas las obligaciones
asumidas.
- Alternativas: cuando el deudor asumió varias obligaciones y debe cumplir con
una de las obligaciones
- Sustitutivas: el deudor debe cumplir con una sola prestación y se libera
ejecutando esa prestación debida o cumpliendo otra prestación determinada de
antemano por las partes.

Por la pluralidad de sujetos:

Aquellas obligaciones que están constituida por varios sujetos:

- Mancomunadas: la mancomunidad se presenta cuando en la obligación hay


pluralidad de acreedores o de deudores y una sola prestación, por lo tanto cada
acreedor sólo puede exigir su parte y cada deudor debe cumplir con la parte que
le corresponde en la obligación; por lo descrito concluimos que la obligación es
fraccionable.
- Obligaciones mancomunadas solidarias, estas a su vez se subdividen en
mancomunidad solidaria activa y pasiva:
- Mancomunidad solidaria activa, se presenta cuando hay varios acreedores y
un deudor pudiendo exigir, cada uno de ellos, al deudor, el cumplimiento total
de la prestación, esta última es única.
- Mancomunidad solidaria pasiva, se presenta cuando hay varios deudores y
un acreedor pudiendo exigir este último exigir a uno a algunos o a todos los
deudores el cumplimiento total de la prestación, esta última también es única.

Por su independencia:

En cuanto a la prestación

Principal: la obligación tiene existencia propia, no depende de otra relación


obligacional, para existir.

Accesoria: cuando su existencia depende de una principal, en el este caso lo


accesorio sigue la suerte de lo principal

Obligaciones de medios o de resultado:

De resultado: cuando el deudor se compromete a cumplir una prestación


determinada, obligándose frente al acreedor a un resultado determinado, la
obligación se cumple si el resultado se obtiene, por ej. el entregar una casa al
comprador.

De medios o de actividad: “cuando el deudor se compromete a realizar todas las


actividades necesarias por medio del cual obtendrá un resultado esperado por el
acreedor. El resultado es aleatorio, no es seguro ni garantizado por el deudor, la
obligación se cumple cuando se realiza la actividad” 6.

La obligación en el Código Civil Boliviano

El Código Civil abrogado de 1831, cometió el grave error de reunir a los contratos
con las obligaciones, lo mismo pasó con la legislación romana, en consecuencia se
llegó a confundir ambos términos, este error se ha venido arrastrando desde las
Institutas de Justiniano

Actualmente dicho error se ha enmendado, considerándose en el actual Código Civil


a los contratos como la causa y a las obligaciones como los efectos.

6 Raúl Romero Sandoval. Derecho de Obligaciones.

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