República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Universidad de Falcón

Cátedra: Economía de empresas

Cambios en el comportamiento del

consumidor venezolano actual

Autor(es):

Ribullén Génesis

Punto Fijo, 14 de febrero de 2018.

Índice de confianza del consumidor

“El índice del consumidor está en 23,5%. “Es el más bajo que hemos reportado
desde 2008” (León, 2015)
Este índice que mide el grado de optimismo que los consumidores sienten sobre el
estado general de la economía y sobre su situación financiera personal disminuye
en gran proporción porque actualmente existe un desequilibrio económico tan
grande que no pueden asegurar que la semana siguiente nisiquiera al siguiente
día podrán comprar lo que necesita el consumidor al mismo precio.

Índice de escasez alimentos

“57,4% promedio de escasez reporta Datanálisis en lo que va de año. La cifra

varía dependiendo del establecimiento de compra. El desabastecimiento es mayor
en la red Mercal y el menor índice de escasez está en el comercio informal.

En Mercal llega a 78,7%; en Pdval 54,2%; en abastos y bodegas es de 77,4%; en

supermercados independientes se ubica en 55,8%; en supermercados de cadena
57,9% y en el comercio informal es de 37,8%.”(León, 2015)

Aunque los establecimientos públicos poseen muchos de los productos de primera

necesidad ya no se dan abasto porque la masa de personas comprando es
exagerada, el consumo crece cada vez de manera exorbitante.

Aumenta la frecuencia de las compras

“En promedio se compra cada 4, 8 días, la mitad del plazo que se tomaba el año
pasado. En promedio se visitan 4 locales por semana. El 49,1% de los
consumidores pasa entre 2 y 5 horas en cola a la semana.” (León, 2015)

El consumidor se ve en un estado de desesperación porque la escasez lo lleva a

eso por lo tanto se realizan las populares colas y las compras compulsivas,
mientras más tengas acaparado mejor.

Usan más las tarjetas de crédito

“El uso de la tarjeta de crédito creció 45,1% entre diciembre de 2013 y diciembre
de 2014. “La tarjeta de crédito es el sostén del consumo. Eso tiene un riesgo: si
estás cubriendo el hueco fiscal de la casa estás construyendo tu hoyo, estás
viviendo artificialmente”, afirmó el presidente de Datanálisis.” (León, 2015)

Aunque en algunos casos consideramos que es de mucha ayuda esto realmente

nos trae como consecuencia deudas con el banco y en realidad nos descapitaliza
porque cada vez la deuda se va acrecentando.

Perfil del consumidor

“De los 30.620.404 habitantes del país, el 50,1% son hombres y el 49,9% son
mujeres. La edad promedio de ese consumidor es 30,3 años.
El 92% de la población está trabajando, pero 41,2% se desempeña en el mercado
informal. “Es probable que esa tasa aumente este año”, advirtió el presidente de
Datanálisis.” (León, 2015)

Basados en que el sueldo mínimo actual en Venezuela no alcanza para

sustentarse, el consumidor está adoptando el mercado informal ya que este les
produce más dinero y en estos momentos de necesidad es necesario.

Toman decisiones para gastar sus recursos disponibles

“Invierten tiempo, dinero y esfuerzo en artículos relacionados con el consumo. Eso

incluye lo que compran, porque lo compran, cuando lo compran, donde lo
compran, con qué frecuencia lo compran, cuan a menudo lo usan, como lo
evalúan después y cuál es la influencia de tal evaluación en compras futuras, y
como lo desechan.” (Schiffman y Kanuk, 2010)

El consumidor se hace todos estos cuestionamientos porque sencillamente no

pueden darse el lujo de comprar a la ligera, necesita evaluar qué es lo que
realmente tiene relevancia.

Disminuye la calidad de vida

“Alguien que se preocupa por estar en buena salud mental y física, tiene
posibilidades económicas altas lo que le permite accesibilidad a productos de alta
calidad, sin verse tan afectado por la inflación. Sin embargo aún la calidad de vida
que lleva no es excelente, debido a la escasez y las fallas de los servicios
públicos.” (Revista P&M, 2006)

Aunque algunos estén mejor posicionados la situación país nos afecta a todos, a
algunos más que otros pero nadie está exento.

Cambio significativo en sus rutinas diarias

“La búsqueda diaria de alimentos se convierte en una de las principales

actividades que se realiza en el día a día adicional a trabajar, llevar y buscar a los
hijos al colegio entre las más relevantes. Sienten que pudieran invertir ese tiempo
en actividades más placenteras y/o lucrativas. Dedican gran parte de su tiempo en
pensar en la preocupación de no encontrar lo que necesitan y no tener el dinero
para comprarlo.” (Elizabeth Martín, 2017)

Las personas ya no dedican tiempo a otras actividades y si lo hacen tiene un

tiempo muy limitado porque deben dedicarse a buscar el alimento en repetidos
días de la semana.

El compartir familiar se ve afectado

“La comida en familia también se ve afectada. Antes una de las formar de
manifestar afecto era a través de la comida algo que se ha visto afectado y que
genera frustración en el compartir familiar.” (Elizabeth Martín, 2017)

El venezolano de por sí es muy familiar, pero con esta situación ¿cómo puede
hacer una reunión con la familia? Es complicado porque no se da abasto para
tanto.

Estado de ánimo negativo ante las situaciones diarias

“Las personas reportan rabia como la principal emoción que le generan

situaciones de su cotidianidad y que se vinculan con la interacción que establecen
dichas personas con las marcas. Además, son emociones que parecieran inhibir la
acción (a excepción de la rabia) y que se asocian con la falta de control sobre las
cosas que suceden a su alrededor. Esto genera un cambio en la forma de pensar
y actuar que impacta en los diferentes roles del ser humano (familia, empleado,
individuo en la sociedad, grupos) y por lo tanto representa un tema a entender
para las empresas (bien sea por sus consumidores como por sus colaboradores).”
(Elizabeth Martín, 2017)

Aunque nuestra cultura es ser muy social las personas salen a la calle y estos
sentimientos de frustración, las preocupaciones, entre otras cosas, las hacen salir
de casa con mala actitud.