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Informe de lectura: Pasquino, G. (2011). “Nuevo curso de ciencia política”.

Fondo
de cultura económica. 14738 México, D. F.
Profesora: Gaby Castro Estudiantes: Eduardo Silva y Nicolás Maraboly
Curso Introducción a la ciencia política
Abstract: Descifrar y comprender la historia de una disciplina como la ciencia política ha
sido difícil y complejo, ya que está entrelazada con otras disciplinas sobretodo con las que
impliquen o que tengan un indole politico; es por esto que se hace difícil ver de forma
integral la evolución de la misma, además de considerar que esta ciencia está en un
constante cambio ya sea porque esta misma replantea sus metodologías de legitimación así
como también considerando que el objeto de estudio principal de la ciencia política es el
poder siendo este considerado como algo no estático y por ende se hace necesario que la
ciencia se vaya actualizando para no dejar así un análisis deficiente del mismo.

Informe de lectura: Es necesario considerar en primer lugar que el objeto de estudio de la


ciencia política en un principio fue el poder, y la forma en la que este se presentaba o
distribuía en los diferentes ámbitos, aun así cabe destacar que en cuanto objeto central del
análisis político, a menudo ha sido sustituido por el de Estado, es por esto que se plantea
como punto intermedio por varios autores el estudio de los sistemas políticos, que de alguna
forma considera que abarca ambos ámbitos. A pesar de esto, la Ciencia Política ya se
encuentra frente a una problemática, el cual es la metodología que utiliza esta para auto
legitimarse, ya que, este necesita ser dotado de una autonomía , considerando que las
ciencias sociales y la ciencia política se encontraban en una circunstancia en donde la
revolución científica ponía en jaque a estas ciencias, aún más si se toma en cuenta que el
fascismo y el nazismo no dejaba oportunidad a crear cualquier reflexión política surgente,
generando que aumentará aún más la dificultad de autonomía de la ciencia política del resto
de disciplinas.
Por su parte David Easton apoyado del conductismo político el cual a través de una
metodología la cual se basa en necesidad de observar y analizar los comportamientos
concretos de los actores políticos, llegó a determinar que la política no se puede expresar
sólo como poder, ya que este considera que hay diferentes formas de entender y concebir
el poder, por ende no puede buscarse sólo en el análisis del Estado, además de entender
que la política es algo que trasciende a la existencia de un estado, y que esta se podría
seguir encontrando aun cuando no exista uno.
Seguido de esto encontramos a los politólogos Almond y Powell quienes no estaban de
acuerdo hasta ese entonces con la idea que se tenía de entender la Ciencia Política
(provincialismo, descriptivismo y formalismo), considerando que estas formas eran
insuficientes para entender la política, es por esto que dichos autores proponen más bien
analizarla desde una denominada política comparada y desde el desarrollo político. Ya que
estos consideraban que la mejor forma de entender el creciente campo de la política es
mediante la comparación de los sistemas políticos y el análisis en profundidad de estos,
como también consideraban importante que existiera un discurso que planteara la
rigurosidad y necesidad de un desarrollo político constante. Es partiendo de esta base que
la Ciencia Política se fue modernizando, siendo la politica comparada , el desarrollo social y
la modernización la base para el futuro de la Ciencia Política.
Es desde aquí que tanto la ciencia política y el trabajo social pueden presentar muchos
ámbitos entre los cuales se relacionan, una de estos se puede dar desde uno de los
principales focos de análisis de la ciencia politica, osea la problemática sobre el “poder”,
idea que desde el trabajo social también posiciona una temática fundamental para
comprender y complejizar ya sean sus investigaciones, como los problemas o fenómenos
presentes en la sociedad. Por un lado la ciencia política intenta observar y comprender el
poder dentro de los procesos políticos, y por el otro está la disciplina del trabajo social, la
que dentro de sus procesos de intervención ha tenido tradicionalmente la facultad de ejercer
poder sobre quienes intervienen, como menciona Falla es quien puede determinar acorde a
sus criterios los problemas presentados, los métodos de solución y posible evaluación,
posicionando a la persona intervenida a un grado subordinado o donde acate lo que el/la
profesional le diga, generando así un mecanismo de control sobre este (2015).
Dentro de esta misma lógica, se puede realizar otra relación que implica a estas dos
disciplinas, la que tiene que ver con las personas, desde la parte de la ciencia política se
presenta a estas como una “comunidad política”, ósea a todas quienes son expuestas a los
procedimientos, normas, instituciones y al régimen del sistema político y, por cierto estas la
base por donde se posiciona la ciencia política; y por otra parte el trabajo social posiciona(o
debería) a las personas dentro de las intervenciones como participantes activos de estas,
aquí es donde se produce un conflicto dentro desde las políticas públicas y sociales hasta
las intervenciones diarias y directas, esto se evidencia en el grado de participación que las
personas adquieren al momento de las procesos interventivos. Dentro de este punto
aparecen fallos de un poder concentrado o personas invisibilizadas y excluidas de toda
institucionalidad como consecuencia de diversas falencias políticas. Pastor plantea como
uno de los objetivos centrales de la disciplina del trabajo social centrarnos en las personas,
su autodeterminación así como en su participación y potencialidades que puedan
desarrollar por sí mismas (2009).
Bibliografía
-Pastor. E. (2009). “EL TRABAJO SOCIAL EN LA DIMENSIÓN DE LAS POLÍTICAS
PÚBLICAS DE PROXIMIDAD: RESPONSABILIDAD Y COMPROMISO SOCIAL”. Extraído
de: https://buleria.unileon.es/bitstream/handle/10612/1500/Hum8_art3.pdf?sequence=1

-Falla. U. (2015). “La intervención como forma de poder en el trabajo social”. Universidad
Colegio Mayor de Cundinamarca, Colombia. Tabula Rasa. Bogotá - Colombia, No.24: 349-
368,

-Pasquino, G. (2011). Nuevo curso de ciencia política. México: FCE.

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