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LA CONVIVENCIA ESCOLAR
APRENDER CON OTROS
Diseño de cubierta, armado y producción gráfica
G&A PUBLICIDAD / DIVISIÓN PUBLISHING
Adrián Ares / adrianares@creativewebs.com.ar
ISBN 978-987-1589-32-6
LA CONVIVENCIA ESCOLAR
APRENDER CON OTROS
FORMACIÓN DOCENTE
BUENOS AIRES - ARGENTINA
~ 4 ~
Del Torto , Guillermo Daniel
La convivencia escolar : aprender con otros . - 1a ed. - Buenos Aires :
Formación Docente, 2014.
160 p. ; 20x27 cm.
ISBN 978-987-1589-32-6
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Introducción
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Hablemos
sobre la
idea de
convivencia
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Esbozo etimológico del concepto como la propia experiencia de lo vivido. De
convivencia este modo, la vivencia es un hecho de expe-
riencia que, con participación consciente o
Por Buatu Batubenge Omer, Adriana inconsciente del sujeto o del grupo, se incor-
Mancilla Margalli y Benjamín Panduro pora a su personalidad. Se trata de lo que de-
Muñoz. Extraido de http://www.cecies.org fine al sujeto o al grupo en interacción; es una
experiencia que forma su personalidad y per-
El término de nuestro examen consta eti- mite distinguirlo de otros sujetos o grupos.
mológicamente de dos partes importantes: el Por lo anterior, la vivencia es un conjun-
prefijo “con” y la raíz “vivencia”. El prefijo to de acciones, comportamientos, pensamien-
“con” de origen latín (cum) es una preposi- tos y sentimientos de un sujeto o de un grupo
ción y sirve para marcar una variedad de rela- que permiten distinguirlo de los demás, es
ciones entre diferentes individuos o situacio- decir, identificarlo. Así, por ejemplo, un suje-
nes. Por consiguiente, “con” no se usa en un to es comunitario o solitario cuando el con-
contexto de singularidad porque su propósito junto de sus comportamientos, pensamientos
es establecer una relación con alguien. Debe o sentimientos tienden a la constitución de
haber al menos dos personas para que “con” una comunidad o a evitar a los demás. De esta
tenga sentido. Así, la preposición tiene su sen- manera, la vivencia supone varias experien-
tido en la medida en que sirve para unir y no cias de lo vivido según la multiplicidad de los
para separar los elementos diferentes. sujetos o de los grupos. Y dado que cada vi-
En una de sus acepciones españolas, vencia es peculiar en su género, podemos en-
“con” como preposición introduce la idea de contrar varios modos de vida positivos o ne-
conjunto, de compañía, amistad u hostilidad. gativos según nuestra escala de valores. Esta
De allí tenemos la idea ciceroniana de hacer la diferencia es la fuente de tensiones y fracturas
guerra contra o con alguien. Pero “con” es so- en la vida en común.
bre todo el núcleo del complemento preposi- En efecto, para vivir juntos e interac-
cional muy rígido para muchos verbos y sus- tuar, cada uno trae su manera de vivir, es
tantivos que implican comparación. Así, los decir, de pensar, de actuar y de sentir que
verbos como confundir, comparar, conmover, está en congruencia con las metas de la co-
tienen sentido sólo cuando relacionan al menos munidad a la cual pertenece. Si las metas son
dos cosas. La confusión por ejemplo supone contradictorias, se manifestarán fisuras en la
dos ideas semejantes en contenido o en forma. composición de la vida comunitaria. Si bien
Por eso, en la palabra convivencia el pre- estas fisuras pueden considerarse elementos
fijo “con” introduce la idea de una plurali- negativos en la conformación de la vida jun-
dad y al mismo tiempo la de una relación to a y con los demás, revelan sin embargo
complementaria dentro de esta pluralidad. que cada vivencia, esto es experiencia de
Justamente, esta pluralidad está constituida vida, es una tensión hacia las demás, es una
por el contenido de la raíz “vivencia”. relación con las demás vivencias. Esta ten-
La segunda parte de la palabra conviven- sión permanente es la que define la plurali-
cia es “vivencia”. El término latín “vivere” dad que tiende a establecer el prefijo “con”
significa tener vida o existir. En este orden de del concepto convivencia. Resulta de esta
ideas, vivencia alude a la experiencia de vida, tensión un conflicto inevitable debido a la
al modo de vivir. Husserl definía a la vivencia diferencia de metas que persigue cada grupo
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social o cada individuo. Por eso mismo, el sito de perseguir metas comunes. La comuni-
estudio de la convivencia se entiende mejor dad se forma y se armoniza a partir de la
en un enfoque conflictual de los procesos creación, la asimilación y la integración de
sociales. nuevos quehaceres, sentimientos y convic-
Y desde este punto de vista, las diferen- ciones que fundamentan la unidad a partir
cias en los modos de vida no son exclusivas ni de diferentes puntos de vista, diferentes
repulsivas sin ninguna posibilidad de entendi- maneras de vivir. Este movimiento de asi-
miento. La pluralidad es muy benéfica para la milación, de aprendizaje, de interacción y
comunidad en el sentido de que permite a las de intercambio de valores, comportamien-
particularidades hacer retoques necesarios en tos y quehaceres de orígenes diferentes
su identidad que deja de ser muy poderosa y constituye y define la dinámica grupal o
rígida: esto es lo que Gellner llama “modula- comunitaria entendida como convivencia.
ridad”. Son estos retoques los que van a con- Así, etimológicamente, podemos definir
figurar la vida en común, la formación de las a la convivencia como un conjunto de expe-
comunidades de vida a partir de las metas que riencias, armónicas o no, que definen la rela-
los sujetos se dan en un espacio de discusión, ción entre los individuos y entre los diferentes
de negociación, de aprendizaje y de redistri- grupos a los que pertenecen. Sin embargo,
bución de opiniones. esta definición etimológica no agota toda la
Se perfila así la constitución de la comu- importancia de la convivencia que encuentra
nidad como el resultado del intercambio entre su profundo significado en la simbólica de la
diferentes experiencias de vida con el propó- comida y de la mesa que presupone.
ACTIVIDAD 1
Realice la lectura del siguiente artículo periodístico del Diario Clarín
del 14/11/12 y luego analice las siguientes ideas:
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2. Intente explicar los modos en que se presenta la responsabilidad de
la FAMILIA, la ESCUELA, el propio ALUMNADO.
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Bromas en el colegio, ¿sinceridad o crueldad?
POR BÁRBARA REINHOLD
Durante los años que dura la escuela primaria las cargadas o bromas son moneda corriente. Algunos
adultos dicen: “Es que los chicos son tan crueles”. Por un lado, es cierto que a esa edad aún se están
construyendo los filtros de lo que es socialmente correcto y lo que no. Por el otro, hay que
diferenciar la sinceridad, que está relacionada con la falta de sentido moral, de la crueldad, que tiene
que ver con el hostigamiento.
Mariana Martínez Paret es maestra en la Escuela 12 del barrio porteño de Núñez y cuenta: “A medida
que van creciendo, van metiendo esos filtros. Nuestra tarea es enseñar a que se adecuen a esos
contextos. Acá trabajamos mucho sobre valores, es un área transversal. En general a principio de año
escribimos normas de convivencia junto a los chicos. Pero después hay situaciones que emergen y
entonces se llama a la reflexión, a ponerse en el lugar del otro para hacerles ver que una palabra tiene
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el mismo peso que un golpe”. Para Martínez Paret las cargadas más usuales tienen que ver con lo
físico, la gordura, con la estética en el caso de las nenas y también con la nacionalidad: “Acá no
tenemos muchos chicos extranjeros, hay uno solo y hemos tenido que trabajar fuerte en eso”, señala.
Según si las bromas que se sufrieron durante la primaria fueron producto del hostigamiento o por
falta de filtros, van a depender las consecuencias en la edad adulta. Pastore explica: “Va a tener que
ver con cómo haya ido creciendo y se haya formado cada uno, con la fortaleza o fragilidad que tiene
el psiquismo del chico. Hay casos en los que vimos consecuencias terribles como el de Carmen de
Patagones -cuando hace ocho años Rafael “Junior” Solich, en ese entonces de 15, mató a balazos
a tres compañeros en el colegio e hirió a otros- u otros similares, en donde ya había una cuestión
deficitaria en cuanto a la forma de establecer vínculos. En otros casos va a generar impacto pero va
a ser mayor o menor de acuerdo a la fortaleza o fragilidad de cada uno”.
La sinceridad de los chicos es algo que van modificando a medida que aprenden y tienen noción del
daño y de lo que está bien o mal. El bullying en cambio, no tiene nada que ver con la falta de filtros,
sino que está relacionado con el acoso y el hostigamiento por el hecho de hacer sufrir al otro. En
ambos casos la contención y los límites de los padres hacia sus hijos, como la capacidad de
respuestas de los colegios, es fundamental: “Se aprende desde muy chicos, cuando pueden empezar
a tener noción de que el otro sufre. Pero esto tiene que ver con los modelos familiares; si en cada
familia lo tienen en cuenta, los chicos desde muy temprano lo incorporan”, dice Pastore.
Enseñar a los chicos a respetar al otro por su condición de ser humano y a aprender a convivir entre
todos, es una tarea fundamental por parte de las escuelas y, sobre todo, de cada familia.
Luego de realizar la actividad, continue- pares y con los demás integrantes del en-
mos con el abordaje de los contenidos. torno escolar.
Podemos señalar que las normas de con- Los alumnos poseen parámetros de refe-
vivencia son un conjunto de reglas comu- rencia, aquellos que asimilan de sus familias:
nes, que se plantean para que los estudiantes Lo correcto y lo incorrecto. Es un “bagaje
comprendan la importancia del respeto, la to- moral” instalado dentro de cada individuo y
lerancia y la vida en común. cuya utilidad e importancia se va percibiendo
más claramente a medida que se madura.
Ahora, cuando hablamos de la construc-
ción de acuerdos que los alumnos, con la Estos límites pueden extenderse, retro-
guía del docente establecen, para tener traerse o desdibujarse de acuerdo a la educa-
una relación armoniosa con su grupo de ción familiar y escolar, las épocas, el entorno
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social. Están presentes en las diversas situa- alumnos y las que aprenden en la escuela ya
ciones porque implican que no se puede reali- que a veces los códigos de los alumnos para
zar cualquier acción que se nos ocurra si ésta manejarse en la sociedad acordada en la casa
termina perjudicando al otro, a nosotros mis- son diferentes a los de la institución escolar.
mos o a ambos. En otras ocasiones no siguen las reglas ya que
estas no están definidas claramente. Por ello,
La convivencia puede considerarse ya un lograrlo no es fácil. Debe existir correcta in-
sólido constructo teórico-práctico claramente terpretación, articulación, coherencia y defi-
reconocible por los y las protagonistas de la nición en el conjunto de reglas comunes.
vida conjunta en el escenario escolar que di-
cho concepto implica. Sin embargo, también Muchos alumnos buscan la contención y
es muy probable que cada grupo de protago- los límites que no encuentran en su familia o
nistas de la convivencia tenga su propia mira- lo hacen como un desafío, en el ámbito esco-
da e interpretación sobre la naturaleza de ésta, lar. Es que, justamente, los límites están estre-
su dinámica, sus riesgos y sus problemas.2 chamente vinculados con la protección, el ca-
riño. En el ámbito escolar como institución, se
La mayor parte de los modos de entendi- requiere cierta organización para trabajar en
miento (códigos) compartidos por un determi- un clima de armonía y tranquilidad.
nado grupo son de adaptación al entorno y se
mantienen como respuesta a desafíos del me- Si determinamos los límites dentro de un
dio natural y social. Las diferentes zonas geo- marco de coherencia pedagógico, estamos re-
gráficas en las que están las escuelas, su asen- firiéndonos a un espacio de contención que
tamiento en zona rural o urbana, el nivel so- unido al familiar contribuye al cuidado de uno
cio-económico, la religión, hacen que los ni- mismo y de los demás, a un equilibrio que
ños tengan un entorno social determinado y permite actuar con soltura y seguridad, como
también códigos en su entorno familiar dife- una brújula interior que nos orienta ante situa-
rentes. ciones confusas o poco claras y que permite,
en definitiva, el bienestar físico y mental.
También tienen distintos códigos las co-
munidades de otros países, que residen en “La escuela puede promover entre el
nuestro país y ellos se adaptan paulatinamente alumnado la reflexión sobre la necesidad de
a nuestra cultura. Esto es vislumbrado en el normas, sobre el tipo de normas de las que
desempeño y las actitudes diarias de los edu- necesita dotarse; puede animar a concretar y
candos. enunciar las que considere principales, y pue-
de fomentar la evaluación del impacto de su
La adaptación a las reglas comunes de incumplimiento y promover medidas para su
una sociedad debe ser paulatina y estar sus- mejor cumplimiento. Y si este proceso se lle-
tentada por los distintos ámbitos sociales. En va a cabo de forma participativa, se estará
muchas oportunidades surgen distorsiones en- desarrollando en la comunidad educativa un
tre las reglas aplicadas en los hogares de los excelente trabajo de formación en ciudadanía;
ayudando al alumno a mejorar su madurez
moral y potenciando la autorregulación colec-
2
Op.Cit. tiva e individual de todos sus miembros. Las
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escuelas que aprovechan la necesidad de un también fue recogida por los autores de nues-
marco normativo para hacer de éste una fuen- tra Constitución. Este enfoque contractualista
te de aprendizaje en la socialización de sus devuelve a los ciudadanos el poder social. Los
alumnos obtienen mejores resultados en la ciudadanos, el pueblo, ceden temporariamen-
calidad de su clima de convivencia.” te, y sólo en algunos aspectos, el poder a sus
(Juan de Vicente Abad, 7 ideas clave. representantes. Y este poder retorna periódi-
Escuelas sostenibles en convivencia. Editorial camente a sus manos expresándose en el su-
GRAO, 1ª edición: septiembre 2010.Pág.60.) fragio. La democracia nace de una voluntad
actual, por lo tanto está siempre necesitada de
La idea de acuerdos de convivencia di- renovación. Democracia supone, entonces,
recciona la construcción de la cultura demo- decisión y conciencia democráticas. Con este
crática en la escuela. Así lo sostiene un docu- enfoque podemos decir que lo que harán las
mento del Ministerio de Educación, Programa escuelas será una recontratación de sus nor-
Nacional de Convivencia Escolar del año mas. Es así como la producción de un nuevo
2006. Analicemos el siguiente apartado: AEC se conecta con la visión de la democra-
cia y favorece que los alumnos desarrollen
competencias como ciudadanos.
La construcción de una cultura
democrática Mencionamos algunas:
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co estimula la expresión de las dife- mimeticen con los jóvenes, ni les deleguen
rencias en el modo de pensar, creen- responsabilidades que los excedan en su peso
cias religiosas, selección de valores. y alcance. Esto no equivale a una defensa del
autoritarismo, ni a reforzar una organización
piramidal condenando a los alumnos a un pa-
Cultura democrática y rol adulto pel pasivo; menos aún a justificar los abusos o
el atropello a los derechos de los que son su-
No se puede decir con propiedad que la jetos. Cuidar no es aminorar al otro y conver-
escuela sea una democracia en sentido estric- tirlo en objeto inerte de nuestra protección. El
to. (…). No son iguales los roles y las respon- desarrollo de una cultura democrática en la
sabilidades que le corresponden a cada seg- escuela no es la instalación de una anarquía;
mento generacional. Se espera, por ejemplo, sí nos exige que las decisiones se sometan a
que los adultos sean los que guíen el proceso consulta, que haya una delegación adecuada
educativo y se hagan cargo del cuidado de los de responsabilidades, que se legitimen las di-
alumnos/as. Necesitamos adultos que no te- ferencias y se favorezca la toma de iniciativa
man serlo, que asuman su rol y que no se de todos los actores escolares.
ACTIVIDAD 2
Explique las diferencias entre “establecer normas de convivencia” y
“plantear espacio para establecer acuerdos para convivir” en el marco
de la cultura democrática en la escuela.
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La pregunta por
los valores en
la sociedad actual
La sociedad actual tiene una trama com- tamientos para rejuvenecer pensando que con
pleja que exige entender su funcionamiento ello lograrán todos sus ideales y, en definitiva,
mediante un análisis profundo y exhaustivo. la felicidad.
Los valores éticos están dentro de la forma-
ción. Cada uno se interrelaciona con los otros. La globalización, que se caracteriza por
La libertad por ejemplo, es un valor funda- la profundización de actividad industrial y el
mental, presente en la Constitución Nacional, proceso para construir un mercado mundial
indispensable para el convivir humano. único, ha provocado un desarrollo económico
de los países completamente heterogéneo pro-
Muchas veces oímos decir “actualmente duciendo mayor distancia entre los países que
hay una crisis de valores”. Un discurso que producen productos y lo manufacturan y
refiere principalmente a tres contravalores: el aquellos que poseen la materia prima, pero no
individualismo, el egoísmo y el hedonismo. han alcanzado a desarrollar otras instancias
del proceso productivo.
La actual globalización y el postmoder-
nismo tienen un gran impacto en la sociedad. La evolución del sistema económico lle-
Se busca la satisfacción individual, que una va a la producción de objetos que son prescin-
vez alcanzada deja de resultar interesante. El dibles y superfluos.
tiempo es hoy, lo que produce vínculos efí-
meros. Este contexto económico, socio-político
y cultural afecta a la familia de los alumnos y
Se idealiza la imagen de jóvenes con físi- en consecuencia a ellos, quienes son vulnera-
cos perfectos. Algunos adultos recurren a tra- bles y están muy expuestos.
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“Cada sociedad, en un momento determinado ciones y sus formas de vida –marcadas por su
de su historia, selecciona del sistema general uniformidad– cuanto más complejas y plura-
de valores aquellos que considera más ade- les son las sociedades, como acontece en las
cuados para satisfacer las necesidades socia- sociedades democráticas actuales, tanto más
les, siendo la escuela la institución encargada necesaria se hace la tarea de una educación
de su transmisión y desarrollo, por medio de en valores para el mantenimiento de la cohe-
la actividad educativa que se desarrolla en su sión social.”
seno. La educación es, por tanto, aquella ac- (La Educación en valores y su práctica en el
tividad cultural que se lleva a cabo en un con- aula. José María PARRA ORTIZ, Universidad
texto intencionalmente organizado para la Complutense de Madrid)
transmisión de los conocimientos, las habili-
dades y los valores que son demandados por Los niños y adolescentes construyen mo-
el grupo social. Así, pues, todo proceso edu- delos en base a lo que reciben de la cultura y
cativo está relacionado con los valores. Por la sociedad, constituyéndose centrales aque-
medio de la educación, todo grupo humano llos objetos de moda que no sólo implican ex-
tiende a perpetuarse, siendo los valores el pectativas sino también la asociación a perso-
medio que da cohesión al grupo al proporcio- nalidades o formas de vida con las cuales de-
narles unos determinados estándares de vida. sean sentirse representados.
En todo tiempo y lugar, la escuela ha contri-
buido, de forma decisiva, al proceso de socia- Aunque desde una perspectiva global se
lización de las jóvenes generaciones en los note una crisis, desde la comunidad, los valo-
valores comunes, compartidos por el grupo res se pueden notar en acciones ejemplares de
social, con el fin de garantizar el orden en la individuos o grupos. En ciertas ocasiones no
vida social y su continuidad. Si la transmisión son trasmitidas con énfasis por los medios y
de unos valores considerados como funda- otras veces las personas que hacen obras co-
mentales, era indispensable en las sociedades munitarias desean pasar desapercibidas y pre-
tradicionales con el fin de preservar sus tradi- fieren realizarlo en forma anónima.
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ACTIVIDAD 3
Diríjase al anexo bibliográfico y realice la lectura de los fragmentos
seleccionados del artículo “La Educación en valores y su práctica en el
aula” José María PARRA ORTIZ. Universidad Complutense de Ma-
drid. Luego reflexione acerca de:
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- La llamada crisis de valores y los valores democráticos que delinean
las políticas educativas.
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Luego escriba en no más de diez renglones una síntesis de lo analizado.
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lores, con valores y desde valores. Educar en a esa persona supuestamente superior a uno.
valores implica colocarlos como tema en el Pero... ¿Por qué habría de ser así? Somos
aula, en clases de filosofía, educación cívica o iguales refiriéndonos a la condición de perso-
ciencias sociales: enriquecer la reflexión so- na en su sentido más amplio y a la vez más
bre valores que orientan la acción, traer a abstracto.
discusión situaciones que plantean dilemas
éticos que interpelan a los alumnos, enseñar El sentir respeto por los demás, es justa-
contenidos básicos de axiología y ética. Edu- mente algo inherente, condición indispensa-
car con valores implica trasmitir, en la acción ble para nuestro proceder correcto. Al crecer y
pedagógica y la relación entre sujetos dentro vincularnos sanamente con nuestros familia-
de la escuela, modelos de relación inspirados res, asimilamos ese sentimiento de manera
en el respeto, la reciprocidad en derechos, la espontánea, a través de los modelos que ve-
aceptación de la diferencia, la justicia y la mos e incorporamos de ellos, de los límites
meritocracia, entre otros. Implica trato justo que encontramos justos por seguir un código
entre maestros y alumnos, reglas de compor- coherente y que son eficaces para relacionar-
tamiento que armonicen conflictos y permitan nos con nuestro entorno cercano el cual paula-
dialogar diferencias, y sistemas de sanciones tinamente se va ampliando al ser integrantes
y reconocimientos que orienten constructiva- de una sociedad tan compleja. Desde niños
mente los fundamentos de las relaciones co- incorporamos la noción de lo que es justo y
munidad-escuela. Educar desde valores impli- por ello aprendemos que si queremos que los
ca contextualizar los contenidos educativos demás tengan en cuenta nuestras opiniones
en una perspectiva donde la pregunta por nosotros también debemos escuchar la de los
deber, virtud, bien común, y otros, este pre- otros.
sente o subyacente, imprimiendo dirección y
sentido a los diversos contenidos y materias El respeto es algo recíproco. Es un valor
en clases.”1 que sólo se aprende sintiéndolo estrechamen-
te. Está vinculado con el amor y la equidad.
Debe haber un marco de referencia en la
educación, el sistema social, legal y político.
El respeto es primordial. Respetar a los demás
es respetarse a sí mismo. Pero no siempre
empleamos la palabra “respeto”, cuando des-
cribimos situaciones. Es mucho más frecuente
decir: “Le faltó o le falta el respeto” a una
persona o una institución.
1
Martin Hopenhayn “La educación en la actual in- Al respetarnos nos sentimos bien como
flexión epocal: Una perspectiva latinoamericana.” Re-
vista N° 2 PRELAC. Educación para todos. Los senti- personas. Sentimos que podemos tener nues-
dos de la Educación. UNESCO. Año 2006. Pág. 24. tro propio espacio, pero a la vez compartir
~ 23 ~
parte de él con los demás sin sentirnos amena- Compromiso es la autoexigencia positiva
zados o invadidos. Nos podemos desenvolver que induce a cumplir con algo que se ha deci-
correctamente asumiendo nuestras fortalezas dido hacer por el otro. No es una imposición
y debilidades. Sabemos que las demás perso- externa sino una obligación que surge de no-
nas pueden opinar distinto pero no nos van a sotros mismos ante algo que sentimos y es
obligar a realizar algo arbitrariamente ni no- nuestra responsabilidad llevarlo a cabo. Com-
sotros a ellos. Que nuestro trato va a ser cor- prometerse con un proyecto, una meta, una
dial, aunque no obligatoriamente amistoso. profesión, significa “jugarse”. Es tener valen-
tía y coraje para hacer lo que es mejor, aunque
No sobrepasar los límites es una de las debamos persistir ante los desafíos para lo-
condiciones, que implica no hacer algo que grarlo.
dañe al otro ni en forma física ni psicológica.
El compromiso del docente es exigirse a
Es una tarea ardua para ciertos padres sí mismo, desarrollando la labor con profesio-
poner límites sin contradecirse ni abusar de nalismo y es también exigir del alumno, orien-
los mismos, ser equitativo y demostrar una tándolo y estimulándolo para lograr de esta
conducta recta propia de su proceder cotidia- manera que obtenga lo mejor de sí mismo.
no. Pero cada uno debe poner empeño en esa
labor. Sólo de esa forma el niño será respetuo- El espíritu crítico es la capacidad para
so luego con sus compañeros y docentes. analizar conceptos, situaciones, hechos, ac-
También entonces lo será en su adultez tanto ciones, comportamientos, en base a juicios de
con las personas que lo manden o supervisen valor. Se basa en el razonamiento y es funda-
como con quienes sean colegas o tenga a su mental la reflexión. Se forma a partir de su
cargo, estableciéndose un clima acorde con ejercicio en una sociedad democrática,
las reglas que brinde armonía. pluralista y participativa.
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Un poco de humor…
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La tolerancia es aceptar las diferencias En la Declaración de Principios sobre
con el otro, estar abierto al diálogo, tanto en la Tolerancia de la UNESCO se explicita su
emitir el pensamiento como en la escucha. significado en el artículo 1.
1.3 La tolerancia es la responsabilidad que sustenta los derechos humanos, el pluralismo (com-
prendido el pluralismo cultural), la democracia y el Estado de derecho. Supone el rechazo del
dogmatismo y del absolutismo y afirma las normas establecidas por los instrumentos internacionales
relativos a los derechos humanos.
1.4 Conforme al respeto de los derechos humanos, practicar la tolerancia no significa tolerar la
injusticia social ni renunciar a las convicciones personales o atemperarlas. Significa que toda perso-
na es libre de adherirse a sus propias convicciones y acepta que los demás se adhieran a las suyas.
Significa aceptar el hecho de que los seres humanos, naturalmente caracterizados por la diversidad
de su aspecto, su situación, su forma de expresarse, su comportamiento y sus valores, tienen
derecho a vivir en paz y a ser como son. También significa que uno no ha de imponer sus opiniones
a los demás.”
En la escuela este valor indispensable ayuda y colaboración con los que lo necesitan,
se debe practicar y fomentar, al igual que hablamos de solidaridad. Es un valor que tie-
los otros, diariamente, en todas las activida- ne que ver con la motivación por lograr el
des, entre los alumnos, entre el alumno y el bien de los demás.
docente y en la comunidad escolar (padres,
docentes, alumnos) en su relación con la Implica realizar acciones provechosas
sociedad. para personas, instituciones y grupos, con
metas de alcance regional, nacional, y/o in-
Cuando las personas colaboran para con- ternacional. Mediante acciones solidarias se
seguir un fin común que implique ideales de han logrando resultados altamente beneficio-
~ 26 ~
sos para la sociedad en las diferentes épocas de conformidad con la Carta de las Nacio-
y entornos políticos, económicos y socio- nes Unidas y el derecho internacional;
culturales. Trasciende las fronteras de las
provincias, regiones y países permitiendo c) El respeto pleno y la promoción de todos
que importantes proyectos se lleven a cabo los derechos humanos y las libertades
aun en circunstancias difíciles. Debemos fo- fundamentales;
mentarla en todos los ámbitos ya que permite
que tanto quienes la realizan como quienes d) El compromiso con el arreglo pacífico de
reciben sus resultados sientan satisfacción y los conflictos;
bienestar.
e) Los esfuerzos para satisfacer las necesi-
La UNESCO se refiere a una cultura de dades de desarrollo y protección del me-
Paz en la Res. 53/243. “Declaración y Progra- dio ambiente de las generaciones presen-
ma de Acción sobre una Cultura de Paz” te y futuras;
~ 27 ~
ACTIVIDAD 4
Relacione las siguientes palabras de Mafalda con las de Marchesi, A.,
en el texto seleccionado.
~ 28 ~
Lea el siguiente fragmento extraído del texto del anexo bibliográfico,
analizado en la actividad anterior y busque relaciones con Mafalda y
Marchesi:
~ 29 ~
Escuchemos a la sabia Mafalda…
2
Alvaro Marchesi, “El valor de educar a todos en un mundo diverso y desigual” Revista PRELAC proyecto
regional de educación para América Latina y el Caribe educación para todos N° 2. UNESCO Año 2006. Pág. 63.
~ 30 ~
~ 31 ~
ANEXO BIBLIOGRAFICO
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~ 33 ~
La Educación en valores y
su práctica en el aula
José María PARRA ORTIZ
RESUMEN
La educación en valores suscita un gran interés social y educativo hasta el punto de estar
presente como un contenido específico en los currículos escolares de todos los niveles
educativos.
En el presente artículo, se analizan las causas principales que han determinado la crisis del
sistema de valores en la sociedad actual, las diferentes posturas ideológicas que se han
adoptado sobre la selección de los valores, las estrategias y técnicas de enseñanza que se
han utilizado para su transmisión y desarrollo y las condiciones básicas que se han de dar
en el aula para una educación en valores.
ABSTRACT
The education in valours provokes a big social and educative interest untill being present
as a specific part in curriculum scholastic in all educative levels.
In the present article are analysed the principal causes that determine the crisis in the
system of valours in nowadays society, the different ideologic positions that have been
adopted for the valours selection, the teaching strategy and technics that have been used
for its transmission and developpment, as well as the basic.conditions that have to be
given in the classes for an education in valours.
~ 34 ~
INTRODUCCIÓN
Dicho debate axiológico aparece centrado en dos cuestiones principales: ¿Qué factores
determinan los conflictos en los sistemas de valores? ¿Qué pueden hacer la escuela y los
educadores al respecto?
Los conflictos en los sistemas de valores se producen al intentar adaptar los principios de
la moral tradicional a la sociedad actual, ignorando que un modelo social cambiante y de gran
heterogeneidad cultural como el presente, exige la creación de un esquema de valores propio.
La elaboración de un proyecto personal de vida con base en los valores no podrá ser
asumido por la escuela al margen del contexto sociocultural en que actúa. La educación de los
valores requiere de un amplio debate social para definir los valores que han de regir la conducta
colectiva y un empeño de todos los agentes sociales y educativos para hacerlos efectivos.
La educación es, por tanto, aquella actividad cultural que se lleva acabo en un contexto
intencionalmente organizado para la transmisión de los conocimientos, las habilidades y los
valores que son demandados por el grupo social. Así, pues, todo proceso educativo está relacio-
nado con los valores.
Por medio de la educación, todo grupo humano tiende a perpetuarse, siendo los valores el
medio que da cohesión al grupo al proporcionarles unos determinados estándares de vida.
~ 35 ~
Si la transmisión de unos valores considerados como fundamentales, era indispensable en
las sociedades tradicionales con el fin de preservar sus tradiciones y sus formas de vida-
marcadas por su uniformidad- cuanto más complejas y plurales son las sociedades, como acon-
tece en las sociedades democráticas actuales, tanto más necesaria se hace la tarea de una
educación en valores para el mantenimiento de la cohesión social.
Analizado el tema desde una perspectiva estrictamente pedagógica, los valores aparecen
formulados de forma prescriptiva en los currículos oficiales, reformulados en los proyectos
educativos y en los idearios de cada centro educativo, dónde se acomodan a la cosmovisión de
cada comunidad educativa, y se concretan y materializan en el proceso de intervención educa-
tiva que emprende cada profesor en el aula.
La construcción del currículum está, por tanto, sujeta a una opción por determinados
valores, a su jerarquización, y a su sistematización y estructuración de los mismos. En cuanto
praxis educativa deberá posibilitar la recreación y creación de valores, y la propia
jerarquización por parte del educando (Llopis y Ballester, 2001).
Se trata, pues, en última instancia, y como fase terminal de un proceso educativo que se
inicia con las formulaciones de las metas establecidas para la educación obligatoria, de procu-
rar que el educando vaya adquiriendo los valores adecuados y los interiorice y traduzca luego
en un proyecto personal de vida que guíe sus obras como individuo y como ciudadano de una
colectividad.
Aceptada, pues, la necesidad de una educación en valores de forma específica, dos son los
problemas que el educador ha de asumir: qué valores y actitudes pueden y deben ser contenidos
de la educación y por medio de qué técnicas y estrategias se pretenden transmitir.
~ 36 ~
han jugado un importante papel en la crisis de los esquemas de valores y de los sistemas de
creencias de la sociedad actual.
Coombs (1985), sostiene que la crisis actual del sistema de valores tiene su origen en la
transformación social que se produjo en la civilización occidental, a partir del siglo XIX. Las
sociedades de Europa y de América del Norte, hasta ese momento mayoritariamente rurales,
cambiaron sus formas de vida como consecuencia de la industrialización y el desarrollo de la
urbanización que siguió a aquel periodo. El férreo control moral ejercido mancomunadamente
por la familia, la escuela y la iglesia sobre la infancia y la juventud empezó a relajarse sin que
ningún otros agente o institución social las reemplazara.
En los años treinta, surgieron nuevas actitudes de carácter ideológico que contribuyeron a
esa despreocupación por las cuestiones de tipo axiológico. La educación moral -confundida
generalmente con la educación religiosa- era considerada como anacrónica por los ideólogos
más destacados de la educación; sobre todo, en las sociedades cada día más pluralistas en las
que la escuela pública deseaba dejar muy patente la separación entre educación y religión. Por
otra parte, el avance científico desarrolló un optimismo desmesurado en la capacidad del pen-
samiento científico para resolver todos los problemas de la humanidad.
~ 37 ~
La crisis del sistema de valores caló de forma profunda en todos los agentes y fuerzas
sociales, pero donde se planteó de forma más dramática fue en la escuela por efecto de la
contradicción y del conflicto de valores que se vivió en su seno. A la fe en los valores cristiano-
demócratas del desprendimiento, de la generosidad, de la caridad, del amor al prójimo, de la
honestidad, de la sinceridad, etc., se oponía de forma radical un sistema socioeconómico que
premiaba y magnificaba la avaricia, el disimulo, el fraude, la corrupción, la envidia, el afán de
poder. (Lauwerys, 1978).
El detonante de la crisis tiene lugar en los años setenta, fecha en que el panorama social
sufrió una gran convulsión como consecuencia de la contestación juvenil yestudiantil en los
campus universitarios de Europa y de Estados Unidos. Los vientos de revolución del «Mayo
francés» con toda su carga de subversión de la sociedad y de los valores que la sustentaban,
produjeron una profunda inquietud en los líderes políticos ‘de Occidente, en los padres y en los
educadores.
La opinión pública estimó que la causa primera de esta preocupante desintegración social
era el fracaso de la escuela para imponer pautas de comportamiento elevadas y para conseguir
que los jóvenes aprecien los valores morales tradicionales. La solución parecía obvia. Había
que introducir la educación moral en las escuelas junto con los otros temas culturales básicos.
La crisis del sistema de valores llevó a los países más avanzados del mundo occidental a
plantearse la necesidad de un programa específico de educación en valores. A la hora de
plantearse el contenido específico de dicho programa cada país lo abordó teniendo en cuenta las
circunstancias políticas, socio-históricas y culturales del momento.
Concebida para ser aplicada con un criterio de interdisciplinariedad en las áreas funda-
mentales del currículo, será, sin embargo, en el programa de estudios sociales dónde alcanza
una mayor implantación con contenidos temáticos del tipo: educación ambiental, educación del
consumidor, orientación vocacional, educación multicultural/multiétnica, educación global e
internacional, educación jurídica, educación contra las drogas, educación familiar, que tanto
nos recuerdan en su formulación a los Temas Transversales españoles.
~ 38 ~
Por la misma fecha, Alemania vive un proceso similar de renovación educativa centrada en
valores, con objeto de frenar la conflictividad y la confusión reinante causada por los nuevos
fenómenos sociales que se dan en el país (drogadicción, terrorismo, protesta estudiantil, indi-
vidualismo, descuido de los deberes personales y colectivos, etc.).
Los Temas Transversales, llamados así porque cortan el currículum escolar en sus diferen-
tes ámbitos de conocimiento, se configuran en forma de contenidos temáticos de carácter
interdisciplinar de gran significación social y cuyo aprendizaje se considera imprescindible
para la formación integral de los ciudadanos. Son la educación moral y cioica, la educación
para la paz, la educación para la salud, la educación para la igualdad entre los sexos, la
educación ambiental, la educación sexual, la educación del consumidor y la educación vial.
En estas nuevas propuestas de educación en valores se observa una tendencia muy gene-
ralizada a prescindir de los grandes valores antropológicos y espirituales y considerar tan sólo
aquellos valores que garantizan una convivencia democrática, tales como la libertad, la toleran-
cia, el respeto mutuo, la solidaridad y la participación responsable en las actividades e instan-
cias sociales.
Junto a estos valores sociales, la escuela debe incluir en sus enseñanzas los distintos
valores que existen no sólo en la sociedad española; sino en el mundo y que forman parte del
patrimonio común de la humanidad, y exponer y someter a debate con los alumnos las conse-
cuencias sociales e individuales que tiene la elección de unos valores determinados (Quintana
Cabanas, 1998).
~ 39 ~
Tal es el propósito de algunas propuestas de organismos internacionales preocupadas por
dar una dimensión universal a la educación en valores. Así, por ejemplo, la UNESCO, por
medio del Informe Delors (1996, 28), formula un ideal social de la educación para el futuro
dónde se afirma con rotundidad que estaremos al servicio de la paz y de la compresión mutuas
entre los hombres si valoramos la educación como espíritu de concordia, surgido de la voluntad
de vivir juntos como miembros activos de nuestra aldea global, que piensan y se organizan por
el bien de las generaciones futuras, contribuyendo así a una cultura de la paz. El mismo sentido
tiene la propuesta de una nueva ética global, sugerida por la Comisión Mundial sobre Cultura
y Desarrollo (Pérez de Cuellar, 1997, 35-44), Ycuyos principios fundamentales son estos:
Una de las cuestiones principales que en este momento centra el debate axiológico, a nivel
mundial, es el siguiente: ¿Cuáles son los valores fundamentales a los que deben someterse los
ciudadanos para no desorientarse ante el rápido y fuerte cambio de valores que afecta a la
sociedad actual? La respuesta dependerá de la postura ideológica que se adopte.
Para los tradicionalistas, de orientación objetivista en relación con los valores, la forma-
ción de la personalidad humana ha de fundamentarse sobre la base de los «valores absolutos»,
universalmente aceptados: los valores éticos, estéticos y religiosos, tales como, la verdad, el
valor, la justicia, la equidad, la libertad, la belleza, la bondad o la compasión por el prójimo.
Son valores predicados desde todos los contextos sociales y fomentados desde todas las instan-
cias educativas: la familia, la escuela, la iglesia o el estado, aunque no siempre practicados. Se
~ 40 ~
trata de una propuesta atemporal, abstracta, escasamente operativa y con dificultades para
llevarse a la práctica.
Los modernistas pensaban que el hombre moderno ha de liberarse de los viejos valores
tradicionales de orientación marcadamente religiosa, al igual que del espíritu de la cultura
tradicional, que el hombre debe medirse totalmente con arreglo a las categorías objetivas de la
acción eficiente, basada en la conquista de los éxitos materiales. Se trata de un enfoque racio-
nalista, secularizado, empírico y pragmático donde predominan los valores racionales y tecno-
lógicos de la eficacia y del rendimiento, estrechamente conectados con la productividad y las
demandas del mercado de trabajo.
La» preparación para la vida «que subyace entre los partidarios de esta segunda tendencia,
requiere de una definición histórica de los valores que habrá de adaptarse en cada momento a
las demandas del contexto social y productivo.
Tampoco es muy acertado el criterio según el cual la actividad educacional debe limitarse
estrictamente a una «preparación para la vida» entendida como la adaptación del hombre a las
circunstancias del momento, pues la tarea de educar a los hombres es mucho más ambiciosa, ya
que se trata de prepararlos para que sean capaces de asumir una actividad social valiosa y
fecunda a través del desarrollo integral de su personalidad.
Para los subjetivistas, los valores se derivan de las experiencias de cada persona; no hay,
por tanto, valores objetivos y universales. Si no hay valores objetivos el proceso de valoración
es propio de cada persona.
~ 41 ~
Así perfilado, el conflicto no podía desembocar en una solución fructífera, puesto que
obligaba a la elección de una sola postura. El conflicto no puede resolverse, sin más, con la
conservación de los valores tradicionales ni por su destrucción y su sustitución por otros
valores situacionales sino que debe resolverse a través de la reconstrucción de los valores
mediante la actividad directa de los hombres encaminada a fraguar una civilización a la medida
de la espiritualidad humana y, a la vez, un hombre armoniosamente integrado en su civilización
y profundamente comprometido con los problemas de su tiempo.
Se abre así una tercera vía a la hora de afrontar el tema de la selección de los valores que
pasa inevitablemente por el hecho de que cada persona adquiera con su esfuerzo su propio
esquema de valores, de los que la sociedad le ofrece en cada momento histórico, teniendo
siempre como referente los valores espirituales.
Los valores que realmente influyen en la vida, de una manera consistente y duradera son
aquellos que cada persona es capaz de construir por sí mismo, mediante un proceso de interac-
ción y de confrontación crítica con las fuerzas dinamizadoras del mundo y de la cultura.
Llopis y Ballester (2001,62), nos ofrecen una visión de la relación entre los valores y la
historicidad de los mismos que permite conciliar la teoría objetivista, la teoría historicista y la
teoría subjetivista.
Es clásica la escala de valores absolutos de Max Scheler (1941) con su clasificación dual
en valores sensibles y espirituales:
~ 42 ~
Valores sensibles
1. Valores hedónicos
2.Valores vitales
Valores espirituales
1.Valores estéticos
2.Valores morales
3.Valores lógicos
4.Valores religiosos
De mayor interés, desde un punto de vista didáctico, por su proyección sobre el currículum
escolar de las instituciones educativas son los esquemas de valores que nos ofrecen
].M.Quintana Cabanas y R. Marín Ibáñez.
R. Marín Ibáñez (1976) establece las siguientes categorías de valores a partir de las dimen-
siones del hombre, que vincula a las diferentes áreas curriculares:
1) Dimensión de la supervivencia:
a) Valores técnicos, o instrumentos a través de los cuales el hombre prolonpa y fortalece
su acción para transformar el mundo en beneficio propio (Area tecnológica)
2) Dimensión cultural:
a) Valores estéticos ,es decir, aquellos en los que se manifiestan primordialmente la
armonía y la sublimación de la realidad ( Expresión Plástica, Musical y Literaria)
b) Valores intelectuales, o aquellos que buscan la estructura de los objetos y la penetra-
ción de los mismos, a partir de la realidad objetiva (Lenguaje, Matemáticas, Área de
Ciencias Naturales, Área sociocultural)
e) Valores éticos, aquellos que dirigen al hombre como ser individual y social ante el
deber ser (Ética, Educación cívica).
~ 43 ~
3).Dimensión trascendental:
Según puede apreciarse, la solución al problema de la selección de los valores nos viene
dada por la Pedagogía axiológica y a través de las propuestas integradoras como las aportadas
por los autores anteriores.
La solución, por tanto, no puede venir dada por la exclusión de las aportaciones debidas
a los objetivistas, historicistas o subjetivistas sino de la síntesis integradora de todas ellas.
En efecto, es legítimo y necesario que junto a los valores antropológicos y espirituales que
dan sentido a la existencia humana y al destino personal del hombre y que son comunes a todos
los educandos, la escuela transmita, asimismo, los valores democráticos que son exigidos por
cada comunidad en respuesta a las necesidades propias de cada momento histórico, y promueva
y desarrolle los valores diferenciales propios de cada educando que nacen de sus intereses y
preferencias específicas.
A partir de las diferentes interpretaciones que de la conducta humana y de las causas que
la determinan han aportado la teoría conductista, la teoría de la comunicación o la teoría
cognitiva se han estructurado un conjunto de estrategias y de técnicas con el propósito de
orientar la educación en valores en el aula. Tomando como referencia dichas corrientes de
pensamiento psicológico las hemos clasificado en enfoque tradicional y enfoque innovador
Enfoque tradicional
~ 44 ~
Desde un punto de vista pedagógico, el enfoque tradicional parte del supuesto de que
existen unos valores objetivos, aceptados por todos, los cuales pueden transmitirse mediante la
enseñanza y ser adquiridos por el alumno por medio de la ejercitación y la habituación.
Los dogmas religiosos fueron otros de los medios utilizados para adoctrinar las concien-
cias de los más jóvenes en todo tiempo y lugar, siendo presentados como principios
incuestionables que había que creer y poner en práctica para asegurarse la salvación del alma
como bien supremo.
En la mayoría de los casos se apelaba a la conciencia personal, a la voz interior que anida
en el corazón de todos los hombres con el fin de despertar sentimientos de culpabilidad o
remordimientos, si la conciencia de uno no actuaba de forma «correcta».
2. Los reforzadores positivos o negativos. Los refuerzos positivos, como los premios y
alabanzas son utilizados con la intención de que se produzca la respuesta deseada, es decir,
promuevan dicha conducta. Los refuerzos negativos, como los castigos y la censura pretenden
disminuir la frecuencia de la conducta no deseada.
La familia y la escuela han utilizado con profusión este tipo de refuerzo social con el fin
de asegurar el respeto de las normas establecidas por la sociedad. Los reforzadores se consti-
tuyen, así, en un método habitual para generar actitudes o cambiarlas.
En opinión de Ortega (1986,54) «Este modo constante y sutil de socialización de los hijos
es uno de los medios más eficaces de aprendizaje o formación de actitudes».
~ 45 ~
individuos a reproducir las acciones, actitudes o respuestas emocionales que presentan distin-
tos modelos reales o simbólicos (Sarabia, 1992, 159).
A través del proceso de socialización el hombre aprende por imitación muchos comporta-
mientos y actitudes de los modelos que se le presentan y que son significativos para él, entre
ellos cabe destacar el modelo «padres», el modelo «maestro» y los líderes de todo tipo y, sobre
todo, y a partir de una determinada edad, los iguales, sin querer reducir sólo a ellos el apren-
dizaje por imitación (Llopis y Ballester, 2001, 138).
Son de señalar por su fuerza, también, los modelos televisivos. La televisión influye en los
procesos de aprendizaje social a través del aprendizaje vicario, y tiene sobre el espectador
efectos configurativos de carácter cognitivo, emocional y comportamental (Martínez y otros,
1996).
Las actitudes están ligadas, pues, a las creencias u opiniones que se forma el sujeto sobre
la realidad, de tal manera que el cambio de opinión, debida a nuevas informaciones recibidas
por comunicación persuasiva, hace cambiar las creencias y las actitudes (Llopis y Ballester,
2001,143).
1) situación de sugestión, en la que el mensaje se repite sin argumentos de por qué o para
qué;
2) situación de presión a la conformidad ante figuras de autoridad;
3) discusiones de grupo;
4) mensajes persuasivos;
5) adoctrinamiento intensivo.
~ 46 ~
De las cinco situaciones analizadas sólo las discusiones de grupo y los mensajes persua-
sivos pueden considerarse educativas.
La crítica del enfoque tradicional ha sido formulada desde el ámbito del enfoque innova-
dor, en general, y muy particularmente por el método de clarificación de valores.
Su decidida apuesta por la inculcación de unos valore universales y absolutos, que olvida
la determinación social e histórica del sistema de valores y su dimensión subjetiva. Lo que hace
que un sistema de valores sea funcional para cada persona es su capacidad para ayudar a los
alumnos a enfrentarse mejor con las complejidades de la vida moderna.
Enfoque innovador
Las estrategias que se agrupan bajo esta perspectiva se presentan como una alternativa a
los modelos tradicionales. Su característica común es compartir una misma concepción
constructivista del aprendizaje escolar y de la intervención educativa.
Entre los métodos que han alcanzado una mayor difusión destacamos los siguientes:
~ 47 ~
L El enfoque de la clarificación de valores de Raths y colaboradores (1967) constituye, sin
duda alguna, el modelo de educación en valores más practicado en su país de origen, Estados
Unidos, y el que mayor divulgación ha alcanzado entre los países occidentales.
El propósito de este modelo es ayudar a los alumnos a identificar sus propios valores y a
cobrar conciencia de ellos, compartirlos con los demás y actuar de acuerdo con sus propias
elecciones.
Según los autores de esta teoría, en una sociedad democrática caracterizada por una plu-
ralidad de opciones axiológicas no es ético inculcar a los alumnos un sistema predeterminado
y rígido de valores, siendo más apropiado clarificar sus preferencias personales, ayudarles a
reflexionar sobre ellas, asumir la responsabilidad de sus propias elecciones y enseñarles a
actuar de acuerdo con los valores elegidos.
Selección
1) hecha con libertad,
2) entre varias alternativas,
3) tras considerar las consecuencias de cada alternativa.
Estimación
4) apreciar la selección y ser feliz con ella,
5) estar dispuesto a afirmarla públicamente.
Actuación
6) actuar de acuerdo con nuestra selección,
7) aplicarla repetidamente en nuestra vida.
a) La respuesta clarificativa consiste en que «se contesta al alumno en una forma que lo
hace meditar sobre lo que ha elegido, lo que aprecia y lo que está haciendo. Lo
estimula a aclarar su modo de pensar y su conducta y, de este modo, a clarificar sus
valores» (Ibid, pág. 55)
b) La hoja de valores consiste en una serie de preguntas que se formulan al alumno por
escrito sobre situaciones o temas de interés para que reflexionen sobre ellas. Estas
son contestadas individualmente por cada alumno y posteriormente se contrastan las
opiniones con el resto de clase.
~ 48 ~
Otras estrategias que pueden adoptarse son la discusión para esclarecer valores, la inter-
pretación de papeles, el incidentepreparado, la lección en zigzag, el abogado del diablo, las
hojas de pensamientos personales, oraciones inconclusas, una clave para analizar lo que escri-
ben los alumnos, el cuestionario autobiográfico, la entrevista pública, la entrevista para tomar
decisiones, trabajos de los alumnos, proyectos puestos en acción, etc.
El desarrollo del juicio moral tiene lugar a través de la interacción dinámica entre el
organismo y el contexto sociocultural en el que vive la persona, favoreciéndose un proceso que
lleva al sujeto desde la heteronomía a la autonomía moral.
Nivel 1 Preconvencional
Etapa 1: Moralidad heterónoma (Obediencia a las normas y reglas impuestas por los
adultos)
Etapa 2: Individualismo (Orientación hacia la satisfacción de las necesidades principales
del sí mismo)
Nivel 2 Convencional
Etapa 4: Aceptación del sistema social y conciencia de ello (Orientación hacia la «ley y el
orden» y hacia las reglas fijas establecidas por la autoridad)
Nivel 3 Postconvencional
Etapa 6: Interiorización de los principios éticos universales (Orientacióri hacia los valores
como la justicia, la igualdad de los derechos humanos, respeto por la dignidad del
individuo)
~ 49 ~
Según la teoría de Kohlberg, el desarrollo del juicio moral de un individuo sigue siempre
la misma secuencia, que es fija, universal e invariante para todos los hombres, con independen-
cia de cual pueda ser su cultura, y su sucesión de un estadio al siguiente es progresiva, variando
tan sólo el ritmo individual con que tiene lugar el paso de un estadio al siguiente.
La técnica intenta proporcionar a los alumnos oportunidades de acción para que puedan
experienciar sus propios valores a nivel personal y social. Para ello sitúa al educando frente a
situaciones concretas en las que ha de tomar decisiones de acción según los valores.
El modelo de aprendizaje activo se presenta como una estrategia circular formada por seis
etapas:
Etapa 3: Decidir si se debe actuar o no. Aclarar nuestros propios valores y tomar decisio-
nes respecto a la participación personal.
Etapa 5: Implantar las estrategias y tomar medidas por sí mismo o con un grupo.
Etapa 6: Reflexionar sobre las acciones que se pueden emprender considerando las si-
guientes etapas.
4. El enfoque de análisis de valores propuesto por J. Fraenkel (1973) M.P. Hunt y L.E.
Metcalf (1998), entre otros autores, tiene por objeto ayudar a los alumnos a hacer uso del
~ 50 ~
pensamiento lógico y de la investigación científica para decidir sobre cuestiones referentes a
los valores.
El enfoque de análisis de valores se centra más en los problemas y temas sobre valores
sociales que en los problemas de carácter personal.
Es un modelo que cuenta con una gran aceptación en el campo de las Ciencias Sociales
donde es utilizado para tratar temas como los problemas raciales, la contaminación ambiental,
la discriminación en función del sexo, las tensiones raciales, la desestructuración familiar, la
inmigración etc.
Hace uso de una amplia variedad de técnicas como son los estudios de casos, el debate, la
investigación cooperativa y las pequeñas discusiones. Independientemente del medio que se
aplique para estimular a los alumnos, el propósito es siempre exigir que los estudiantes den
motivos y evidencia de sus posiciones.
Como teoría pedagógica, su fallo principal reside en el vacío axiológico propio de esta
concepción. Se trata no de formar valores en el niño, sino de hacer que este active un proceso
de valoración subjetivo, lo que lleva a educar en valores pero sin los valores. Una educación en
valores de tipo puramente «formal» es cosa que, en el fondo, no tiene posibilidad ni sentido.
está bien como un método inicial para el análisis de los valores, pero no es suficiente (J.
Vilar, 1991, 37).
~ 51 ~
principal de la educación moral su aspecto formal prescindiendo de los contenidos objetivos de
los valores ( S. Uhl, 1996, 79).
Una propuesta metodológica integradora capaz de superar las limitaciones de los enfo-
ques anteriores, debería, según Quintana Cabanas (1998, 313) tener en cuenta los principios
siguientes:
Con demasiada frecuencia se olvida que los valores no pueden ser enseñados como se
enseñan los contenidos disciplinares y la consecuencia inmediata es una «intelectualización»
de los valores, al no caer en la cuenta de que junto al componente cognitivo (conocimiento y
creencias) es indispensable considerar, asimismo, y de forma interrelacionada el componente
afectivo (sentimientos y preferencias) y el componente conductual o conativo (acciones mani-
fiestas y declaraciones de intenciones).
Los valores se perciben en las actuaciones de los otros, en la relación de cada uno con el
resto; cada persona, debe construir su propio esquema de valores y la función de los educadores
es colaborar en el proceso, permitiendo y desarrollando situaciones en el entorno de los alum-
nos para que los vivan y experimenten, y así, ser interiorizados por ellos.
~ 52 ~
Para que en un aula se perciban los valores y se sienta su necesidad, es condición que
ocurran ciertos requisitos que posibiliten y alienten su desarrollo; entre los más significativos
destacamos los siguientes:
3. En relación con la actitud del profesor hacia la educación de los valores ha de conocer
los valores, estimarlos, sentirlos, practicarlos, deseo de transmitirlos y fuerza para hacerlo. Si
a ello añadimos conocimiento de los métodos y habilidad en aplicarlos, tendremos al educador
en valores perfecto. Cualidades especiales que no están al alcance de todo el mundo. Porque si
bien es cierto que el conocimiento de los valores y de los métodos para educar en ellos puede
conseguirlo fácilmente cualquier educador mediante el estudio correspondiente, otra cosa bien
distinta es que esté dispuesto a ponerlos en práctica.
Varias son las circunstancias que pueden llevar al profesor a una actitud de descuido o de
inhibición con respecto a la práctica de los valores, siendo las más frecuentes: una sobrecarga
de obligaciones docentes y de gestión académica y un compromiso prioritario con la enseñanza
de los contenidos disciplinares del currículo; el tiempo que requiere la puesta en práctica de las
estrategias conducentes al desarrollo de los valores; la consideración de que la valoración de su
actuación docente va a venir determinada más por el nivel de conocimientos y de habilidades
alcanzados por los alumnos que por los valores, actitudes y normas, de más difícil comproba-
ción y reconocimiento profesional; la creencia muy generalizada en un gran sector del profeso-
~ 53 ~
rado de que la educación en valores debe ser asumida por la familia y por otros agentes y
fuerzas educativas.
4. En relación con las variables de espacio y tiempo más adecuados para la práctica de los
valores ha de aprovecharse cualquier circunstancia existencial que viva el educando. Nada hay
más contrario al espíritu de la educación en valores que su «institucionalización académica»,
reservándose para ello un tiempo determinado en el calendario escolar, como está ocurriendo
con el tratamiento dado en muchos centros a los Temas Transversales. «La Educación para la
Paz», por ejemplo, queda limitada en el programa escolar a una semana de carácter conmemo-
rativo, en la que participa toda la comunidad educativa. Con tal motivo, se elaboran murales y
slogans alusivos a la paz con una intención concientizadora para el alumnado, se invita a alguna
ONG comprometida con la ayuda a países en guerra, se aportan testimonios directos de perso-
nas que han sido víctimas de algún tipo de atentado, pero, paradójicamente, no se aprovechan
las situaciones de conflictividad escolar para desarrollar en los alumnos actitudes no violentas.
En contra de lo que comúnmente se cree los valores y las materias de estudio pueden
interrelacionarse. Así, por ejemplo, se puede emplear un problema de valores para introducir
cierto tema de estudio, y puede usarse también un problema de valores para hacer culminar el
estudio de un tema. Por ejemplo, un estudio sobre la salud puede terminar con un examen del
problema de la pobreza en la comunidad local y, especialmente, sobre cuáles son los valores de
cada alumno en relación con dicho problema. y la clarificación de los valores puede, también,
penetrar en un tema, como cuando el estudio de la inmigración incluye el meditar sobre que
piensa cada alumno acerca de arrancar las raíces del país donde uno nació y realizar cambios
importantes en lo que considera que es su responsabilidad, si tal es su actitud, hacia los
inmigrantes recientes.
BIBLIOGRÁFÍA
~ 54 ~
Coombs, Ph.H.(1985)La crisis mundial de la educación. Perspectivas actuales. Madrid:
Santillana.
~ 55 ~
Sarabia,B.(1992)»El aprendizaje y la enseñanza de las actitudes». En Coll, C.; Pozo, J.I.;
Sarabia, B.y Valls, E. Los contenidos de la Reforma .Madrid: Santillana, pp. 133-197.
~ 56 ~
~ 57 ~
Recordando
marcos teóricos
acerca del
desarrollo moral
~ 58 ~
desarrolla capacidades emocionales y conduc- de su esfuerzos personales sino que coopera
tuales”. 1 regularmente con sus semejantes, lo que
refuerza el rendimiento de cada uno. Ense-
“La teoría sociológica de Durkheim parte guida y sobre todo, porque los esfuerzos de
de un supuesto fundamental: La sociedad, que una generación no se pierden para la que si-
él considera una verdadera ‘personalidad mo- gue.” 3
ral’, tiene preeminencia absoluta sobre el indi-
viduo.2 Realice la lectura del artículo TEORÍA
DE LA EDUCACIÓN MORAL de Revista
“Si ha podido sobrepasar el estado en Educación en Valores que encontrará en el
que se detuvieron los animales, es, en primer anexo bibliográfico. Luego desarrolle la si-
lugar, porque no está reducido al solo fruto guiente actividad.
ACTIVIDAD 5
Según su opinión, ¿por qué le parece que en el proceso de construcción
subjetiva y de lo moral influye el contexto social?
1
Juan de Vicente Abad, 7 ideas clave. Escuelas sostenibles en convivencia. Editorial GRAO, de IRIF, S.L 1ª
edición: septiembre 2010 Pág. 63.
2
Ana María Brigido, “Sociología de la Educación. Temas y perspectivas fundamentales” 1° Edición. Editorial
Brujas, 2006.Pág. 25.
3
DURKHEIM, 1974 pág. 22. Extraido dicho fragmento de una cita, con dicha referencia, en el libro de Ana
Maria Brigido ”Sociología de la Educación.Temas y perspectivas fundamentales” 1° Edición. Editorial Brujas,
2006. Página 25.
~ 59 ~
¿Cuál es la relación que plantea el artículo entre Moral y Tiempo?
~ 60 ~
Explique las fases que según Puig deben considerarse para lograr la
reconstrucción de la personalidad moral.
~ 61 ~
• Estadío 4: El comportamiento del Este modelo de desarrollo moral se ca-
adolescente está orientado por los sis- racteriza, según Kohlberg, por:
temas sociales y el mantenimiento de
la conciencia. Aparece la conciencia La integración jerárquica de los estadíos:
del deber, sostenida ahora por las los sujetos solo comprenden el razonamiento
consecuencias catastróficas que se moral del propio estadío y de los estadíos in-
derivarían si nadie cumpliera sus feriores. La jerarquía de los estadíos se expli-
obligaciones. ca porque son seis estructuras que emergen de
la interacción del sujeto con su entorno social.
NIVEL TRANSICIONAL: (aportación Los sucesivos estadíos muestran un influjo
tardía de Kohlberg: se trata de un nivel progresivamente decreciente de la presión del
que ya es posconvencional, pero el su- medio sobre el sujeto, desde la compulsión
jeto ético todavía no posee principios). externa que domina el estadío 1, el sistema de
• Estadío 4 o del relativismo crítico. El intercambios y satisfacción de necesidades
sujeto ético se caracteriza por un es- del estadío 2, el mantenimiento de expectati-
cepticismo-relativismo ético extremo vas legitimas de los estadíos 3 y 4, hasta los
y por un egocentrismo moral. ideales o principios éticos generales que do-
. minan los estadíos 5 y 6. Todo sugiere que son
NIVEL POSCONVENCIONAL o de los sujetos quienes organizan y elaboran de
Principios (a partir de 20 años): las modo cada vez más personal y autónomo el
decisiones morales se generan a partir universo sociocultural.
de derechos, valores y principios con-
siderados universalmente aceptables a La invariabilidad de la secuencia evoluti-
causa de los beneficios sociales y la va, de ahí que considere probada su universa-
equidad que reportan. Este nivel tiene lidad e irreversibilidad.
un marcado sesgo filosófico. El esta-
dío 5 está construido sobre la base del Ahora bien, los estadíos no forman un
contractualismo y el estadío 6 sobre el modelo acumulativo, sino que se limitan a ser
normativismo; ambos pertenecientes a un modelo secuencial. Es más preciso, pues,
la tradición jurídico-moral del pensa- hablar de “estadío dominante”, que cubre al
miento occidental. menos el 50% de los juicios emitidos, repar-
• Estadío 5: Se orienta hacia la búsque- tiéndose el resto por los estadíos antecedentes
da de un contrato social, tiene en cuen- y subsiguientes.
ta los derechos prioritarios y la utili-
dad general. Kohlberg concibe la maduración del
• Estadío 6: El comportamiento del su- juicio moral como el resultado de dos facto-
jeto ético está orientado por princi- res combinados: el desarrollo de las capaci-
pios éticos universales (principios de dades cognitivas y la adopción de papeles
justicia).” sociales.
~ 62 ~
ACTIVIDAD 6
¿Cómo se presentan estas etapas del desarrollo moral en el Nivel Edu-
cativo que usted se desempeña y de acuerdo a las edades de sus alum-
nos? Coincidente, contradictoria, parcial, etc. Justifique.
~ 63 ~
Y entonces… el valor de educar buena educación y por buen alumno; esta-
blecer cuáles son los objetivos que se plan-
Dice Marchesi, A. en “El valor de educar tea la institución escolar y cuáles son los
a todos en un mundo diverso y desigual”: medios de que se dota para conseguirlo;
definir, en consecuencia, qué deben hacer
“Nos encontramos, por tanto, en una diná- los profesores y si han de recibir la colabora-
mica de complejas interacciones en las que ción activa de otros sectores y agentes so-
el mundo social y el mundo educativo se ciales (la familia, los medios de comunica-
entrecruzan y en donde la historia personal y ción) y con qué grado de responsabilidad
educativa del alumno va adquiriendo a lo lar- cada uno de ellos; plantearse, en síntesis,
go de su vida una creciente importancia en para qué y cómo educar y para qué y cómo
la determinación de sus posibilidades de hacerlo en la institución escolar.” 5
aprendizaje. No es posible, desgraciadamen-
te, determinar con precisión cuál es la in- Marchesi habla de la educación moral y
fluencia relativa de cada uno de los niveles y su puesta en práctica a partir del proceso de
factores implicados en el proceso de ense- enseñanza y aprendizaje en la escuela, impli-
ñanza y aprendizaje. El problema al que se cando que:
enfrenta el cambio educativo, sin embargo,
no procede solamente de la necesidad de
entender cómo funciona el sistema educati- 5
Alvaro Marchesi, “El valor de educar a todos en un
vo, sino que existen otras preguntas incluso mundo diverso y desigual” Revista PRELAC proyec-
más nucleares que deben obtener alguna to regional de educación para América Latina y el
Caribe educación para todos N°2. UNESCO Año
respuesta: determinar qué se entiende por 2006. Pág. 64.
~ 64 ~
• Fortalezca las relaciones con los otros. Por otro lado sostiene que la educación
• Oriente la acción, el afecto, la empa- transmite a cada sujeto dos ideas. La primera
tía, la reflexión. que no somos únicos y que en sociedad apren-
• Propicie la experiencia vital y autobio- demos de los demás. Que muchos hombres y
gráfica resaltando la dimensión cogni- mujeres en la historia hicieron grandes descu-
tiva. brimientos y que resulta conveniente tenerlas
• Favorezca el desarrollo de la toleran- en cuenta para mantener y renovar el orden de
cia, el respeto, la convivencia. las cosas.
La segunda idea, reside en tomar con-
“La educación en valores de los alumnos ciencia que no somos los iniciadores del tiem-
debe tener su concreción en el propio funcio- po y que hay un linaje de símbolos y normas
namiento de la escuela; es decir, debe im- que nos anteceden que nos ubican en el com-
pregnar y transformar el significado y la ac- promiso de actuar en un tiempo histórico
ción educativa global de los centros docentes. compartido.
Es preciso crear comunidades educativas
comprometidas moralmente, en las que la Señala en un momento que habría que
participación, el respeto mutuo, la tolerancia profundizar los contenidos sobre la autoesti-
y la solidaridad con los más débiles sea una ma desde lo curricular. Reconocer lo humano
guía que oriente la adopción de decisiones y es vital para la maduración personal y es ne-
las iniciativas del centro. (…) La escuela tiene cesario confrontarlo con un ideal. No puede
variadas oportunidades para llevar a cabo negociarse, dice Savater, la autoestimación
proyectos que desarrollen los valores socia- en otros círculos, el lugar es la escuela para
les, muchos vinculados con la comunidad, que todos los ciudadanos tengan la oportuni-
como recaudar útiles para ayudar a una es- dad de proyectar su ser en relación a los
cuela de una región carenciada y comunicán- otros sujetos con los que comparte este tiem-
dose por email, o pintar la fachada del cole- po histórico.
gio, entre alumnos y padres.”6
Profundicemos estas ideas a partir de la
Fernando Savater en su libro “El Valor lectura del Capítulo 2 de El valor de Educar
de Educar” sostiene la educación está direc- del filósofo español, Fernando Savater. (El
cionada a la formación del alma y al cultivo texto se encuentra en el anexo bibliográfico).
respetuoso de los valores morales y patrióti-
cos, relacionados a destrezas, técnicas o teo- Luego de la lectura intente tomarse un
rías científicas. tiempo para reflexionar sobre lo analizado.
6
Op. Cit.
~ 65 ~
ANEXO BIBLIOGRAFICO
~ 66 ~
~ 67 ~
REVISTA LITERARIA KATHARSIS
El valor de educar
Fernando Savater
CAPÍTULO 2
Lo primero que la educación transmite a cada uno de los seres pensantes es que no somos
únicos, que nuestra condición implica el intercambio significativo con otros parientes simbóli-
cos que confirman y posibilitan nuestra condición. Lo segundo, ciertamente no menos relevan-
te, es que no somos los iniciadores de nuestro linaje, que aparecemos en un mundo donde ya
~ 68 ~
está vigente la huella humana de mil modos y existe una tradición de técnicas, mitos y ritos de
la que vamos a formar parte y en la que vamos también a formarnos. Para el ser humano, éstos
son los dos descubrimientos originarios que le abren a su vida propia: la sociedad y el tiempo.
En el medio social sus capacidades y aptitudes biológicas cuajarán en humanidad efectiva, que
sólo puede venirnos de los semejantes; pero también aprenderá que esos semejantes no están
todos de hecho presentes, que muchos ya murieron y que sin embargo sus descubrimientos o sus
luchas siguen contando para él como lecciones vitales, lo mismo que otros aún no han nacido
aunque ya le corresponde a él tenerlos en cuenta para mantener o renovar el orden de las cosas.
El tiempo es nuestro invento más característico, más determinante y también más intimi-
datorio: que todos los modelos simbólicos según los cuales organizan su vida los hombres en
cualquier cultura sean indefectiblemente temporales, que no haya comunidad que no sepa del
pasado y que no se proyecte hacia el futuro es quizá el rasgo menos animalesco que hay en
nosotros. Un filósofo español exiliado en México, José Gaos, escribió un libro titulado Dos
exclusivas del hombre: la mano y el tiempo. La función de la mano, pese a toda su capacidad
técnica liberada por el abandono de la marcha cuadrúpeda, me parece menos relevante que la
del tiempo. La panorámica temporal es el contrapeso nuestra conciencia de la muerte inexora-
ble, que nos aísla aterradoramente entre todos los seres vivos. Los animales no necesitan el
tiempo, porque no saben que van a morir; nosotros a través del tiempo ampliamos los márgenes
de una existencia que conocemos efímera y precedemos nuestro presente de mitos que lo
hipotecan o enfatizan y de un más allá .terreno o ultraterreno, tanto da. que nos consuela.
Por vía de la educación no nacemos al mundo sino al tiempo: nos vemos cargados de
símbolos y famas pretéritas, de amenazas y esperanzas venideras siempre populosas, entre las
que se escurrirá apenas el agobiado presente personal. Es tentador pero inexacto decir que los
objetos inanimados o los animales permanecen en un eterno presente. Quien no tiene tiempo
tampoco puede tener presente. Por eso algunos adversarios del tiempo, que han intentado
zafarse retóricamente de él .de otro modo es imposible. considerándolo no la compensación
sino la cifra misma de la muerte, rechazan también la obligación del presente:
¿Qué es el presente?
Es algo relativo al pasado y al futuro.
Es una cosa que existe en virtud de que existen otras cosas.
Yo quiero sólo la realidad, las cosas sin presente.
No quiero incluir el tiempo en mi haber.
No quiero pensar en las cosas como presentes;
quiero pensar en ellas como cosas,
no quiero separarlas de sí mismas,
tratándolas de presentes.
Sin embargo, pese a estas rebeliones poéticas, el tiempo es nuestro campo de juego. Como
~ 69 ~
establece un estudioso de temas educativos, Juan Delval, «el manejo del tiempo es la fuente de
nuestra grandeza y el origen de nuestras miserias, y es un componente esencial de nuestros
modelos mentales». La enseñanza está ligada intrínsecamente al tiempo, como transfusión
deliberada y socialmente necesaria de una memoria colectivamente elaborada, de una imagina-
ción creadora compartida. No hay aprendizaje que no implique conciencia temporal y que no
responda directa o indirectamente a ella, aunque los perfiles culturales de esa conciencia .cícli-
ca, lineal, trascendente o inmanente, de máximo o mínimo alcance cronológico.... sean enorme-
mente variados.
Y el tiempo también confiere la calificación más necesaria a los educadores, como seña-
lamos en el capítulo anterior: lo primero para educar a otros es haber vivido antes que ellos, es
decir, no el simple haber vivido en general .es posible y frecuente que un joven enseñe cosas
a alguien de mayor edad., sino haber vivido antes el conocimiento que desea transmitirse. Por
lo común los adultos y los viejos poseen este requisito frente a los muy pequeños, sobre todo
en las sociedades más apoyadas en la memoria oral que en la escritura, pero la sabiduría tiene
su propia forma de temporalidad y la experiencia crea un pasado de descubrimientos que
siempre podemos transmitir a quien no lo comparte, aunque sea alguien en la cronología
biológica anterior a nosotros. De aquí que todos los hombres seamos capaces de enseñar algo
a nuestros semejantes e incluso que sea inevitable que antes o después, aunque de mínimo
rango, todos hayamos sido maestros en alguna ocasión.
Se enseñan los niños entre sí, los jóvenes adiestran en la actualidad a sus padres en el uso
de sofisticados aparatos, los ancianos inician a sus menores en el secreto de artesanías que la
prisa moderna va olvidando pero también aprenden a su vez de sus nietos hábitos y destrezas
insospechadas que pueden hacer más cómodas sus vidas. En el terreno erótico, el experimen-
tado magisterio de la mujer madura ha sido decisivo en nuestra cultura .sobre todo en los siglos
XVIII y XIX. para la formación amatoria de los jóvenes varones; a este respecto, las mujeres
casi siempre fueron generosamente pedagógicas en su disposición a corregir la torpeza técnica
e inmadurez sentimental de los neófitos, mientras que en similares circunstancias los hombres
se aprovechan de tales deficiencias y a veces las perpetúan para consolidar su placer o su
dominio. Aún hay mucho más: podemos hablar de la educación indirecta que nos llega a todos
permanentemente, jóvenes y mayores, a través de las obras y los ejemplos con que influyen en
~ 70 ~
nuestra cotidianidad urbanistas, arquitectos, artistas, economistas, políticos, periodistas y crea-
dores audiovisuales, etc. La condición humana nos da a todos la posibilidad de ser al menos en
alguna ocasión maestros de algo para alguien. De mi paso nada glorioso (ni gozoso) por el
servicio militar guardo una lección provechosa: el capitán me enseñó cómo se cumplimenta un
cheque bancario, minúscula tarea que nunca hasta entonces había realizado. Si incluso en el
servicio militar puede uno aprender algo útil, ello prueba más allá de toda duda que nadie puede
librarse de instruir ni de ser instruido, sean cuales fueren las circunstancias...
Siendo así las cosas y el mutuo aprendizaje algo generalizado y obligatorio en toda comu-
nidad humana, parecería a primera vista innecesario que se instituya la enseñanza como dedi-
cación profesional de unos cuantos. En efecto, gran parte de los grupos humanos primitivos
carecieron de instituciones educativas específicas: los más experimentados enseñaban a los
inexpertos, sin constituir para ello un gremio de especialistas en la docencia. Y todavía muchas
enseñanzas se transmiten así en nuestros días, aun en las sociedades más desarrolladas: por
ejemplo en el seno de la familia, de padres a hijos. Así aprendemos el lenguaje, el más primor-
dial de todos los saberes y la llave para cualquier otro. Pero aquellas sociedades primitivas sólo
poseían unos conocimientos empíricos limitados y una forma de vida prácticamente única para
todos los hombres y todas las mujeres; en cuanto a los padres, pueden enseñar a los hijos su
propio oficio o su propia manera de preparar las confituras, pero no otras profesiones, otras
especialidades gastronómicas y sobre todo ciencias de alta complejidad. Y es que el hecho de
que cualquiera sea capaz de enseñar algo (incluso que inevitablemente enseñe algo a alguien en
su vida) no quiere decir que cualquiera sea capaz de enseñar cualquier cosa. La institución
educativa aparece cuando lo que ha de enseñarse es un saber científico, no meramente empírico
y tradicional, como las matemáticas superiores, la astronomía o la gramática. Según las comu-
nidades van evolucionando culturalmente, los conocimientos se van haciendo más abstractos y
complejos, por lo que es difícil o imposible que cualquier miembro del grupo los posea de
modo suficiente para enseñarlos. Simultáneamente aumenta el número de opciones profesiona-
les especializadas que no pueden ser aprendidas en el hogar familiar. De ahí que aparezcan
instituciones docentes específicas que nunca podrán monopolizar la función educativa .aunque
a veces la vanidad profesional de sus ejercientes así lo pretenda. sino que conviven con las otras
formas menos formalizadas y más difusas de aprendizaje social, tan imprescindibles como
ellas. No todo puede aprenderse en casa o en la calle, como creen algunos espontaneístas
despistados que sueñan con simplicidades neolíticas, pero tampoco Oxford o Salamanca tienen
unos efectos mágicos radicalmente distintos a los de la niña que enseña a otra en el parque a
saltar a la comba.
Bien, se enseña en todas partes y por parte de todos, a veces de modo espontáneo y otras
con mayor formalidad, pero ¿qué es lo que puede enseñarse y debe aprenderse? Antes dijimos
que la enseñanza nos revela por principio nuestra filiación simbólica con otros semejantes sin
los que nuestra humanidad no llega a realizarse plenamente y la condición temporal en la que
debemos vivir, como parte de una tradición cognoscitiva que no empieza con cada uno de
nosotros y que ha de sobrevivimos. Sin embargo, ahora parece llegado el momento de intentar
detallar algo más. Ya señalamos que toda educación humana es deliberada y coactiva, no mera
~ 71 ~
mimesis: parece indicado por tanto precisar y sopesar los objetivos concretos que tal educación
ha de proponerse.
Si afrontamos esta tarea con esa amplitud insaciable que es propia del pensamiento filo-
sófico, el empeño resulta abrumador. Como dice con razón Juan Delval, «una reflexión sobre
los fines de la educación es una reflexión sobre el destino del hombre, sobre el puesto que
ocupa en la naturaleza, sobre las relaciones entre los seres humanos». Me apresuro a reconocer
mi ineptitud y desgana para tratar aquí suficientemente tales cuestiones, salvo tangencialmente.
Por otra parte, sería una presunción inaguantable intentar resolverlas de un plumazo desde una
perspectiva egotista. Nuestras sociedades actuales son axiológicamente muy complejas y están
en muchos aspectos desconcertadas, pero comparten también principios que a veces su propia
aceptación implícita hace pasar por alto. Quizá podamos dar ciertas cosas por supuestas a estas
alturas históricas de la modernidad, aunque no sea más que para seguir explorando a partir de
ellas. Recordando siempre, desde luego, que la pregunta que pone incluso lo mejor asentado en
entredicho también forma parte irrevocable de nuestra herencia cultural.
Como nunca resulta infructuoso en estos casos que nos comprometen con lo esencial,
volvamos a los griegos. Aunque a lo largo de su historia se dieron distintos modos de paideia
(ideal educativo griego), según las ciudades-Estado o polis y las épocas, se les puede atribuir
en el momento tardío del helenismo la inauguración de una distinción binaria de funciones que
en cierto modo colea todavía entre nosotros: la que separa la educación propiamente dicha por
un lado y la instrucción por otro. Cada una de las dos era ejercida por una figura docente
específica, la del pedagogo y la del maestro. El pedagogo era un fámulo que pertenecía al
ámbito interno del hogar y que convivía con los niños o adolescentes, instruyéndoles en los
valores de la ciudad, formando su carácter y velando por el desarrollo de su integridad moral.
En cambio el maestro era un colaborador externo a la familia y se encargaba de enseñar a los
niños una serie de conocimientos instrumentales, como la lectura, la escritura y la aritmética.
El pedagogo era un educador y su tarea se consideraba de primordial interés, mientras que el
maestro era un simple instructor y su papel estaba valorado como secundario. Y es que los
griegos distinguían la vida activa, que era la que llevaban los ciudadanos libres en la polis
cuando se dedicaban a la legislación y al debate político, de la vida productiva, propia de
labriegos, artesanos y otros siervos: la educación brindada por el pedagogo era imprescindible
para destacar en la primera, mientras que las instrucciones del maestro se orientaban más bien
a facilitar o dirigir la segunda.
~ 72 ~
época valoraban el espíritu de geometría como el talento intelectual más agudo, más razonable
y más independiente de prejuicios. A partir de entonces se empieza a considerar que los cono-
cimientos que brinda la instrucción son imprescindibles para fundar una educación igualitaria
y tolerante, capaz de progresar críticamente más allá de los tópicos edificantes aportados por la
tradición religiosa o localista. Más tarde, la proporción de estima se invierte y los conocimien-
tos técnicos, cuanto más especializados y listos para un rendimiento laboral inmediato mejor,
han llegado a ser tasados por encima de una formación cívica y ética sujeta a incansables
controversias. El modelo científico del saber es más bien unitario, mientras que las propuestas
morales y políticas se enfrentan con multiplicidad cacofónica: por lo tanto, algunos llegan a
recomendar que la enseñanza institucional se atenga a lo seguro y práctico .lo que tiene una
aplicabilidad laboral directa., dejando a las familias y otras instancias ideológicas el encargo de
las formas de socialización más controvertidas. En el próximo capítulo volveremos más exten-
samente sobre tales planteamientos.
Dejemos de lado por el momento la dicotomía falsa entre educación e instrucción. Puede
haber otras intelectualmente más sugestivas, como por ejemplo la que John Passmore establece
entre capacidades abiertas y cerradas. La enseñanza nos adiestra en ciertas capacidades que
podemos denominar «cerradas», algunas estrictamente funcionales .como andar, vestirse o
lavarse. y otras más sofisticadas, como leer, escribir, realizar cálculos matemáticos o manejar
un ordenador. Lo característico de estas habilidades sumamente útiles y en muchos casos
imprescindibles para la vida diaria es que pueden llegar a dominarse por completo de modo
perfecto. Habrá quien se dé más maña en llevarlas a cabo o sea más rápido en su ejecución, pero
una vez que se ha aprendido su secreto, que se les ha cogido el truco, ya no se puede ir de modo
significativo más allá. Cuando alguien llega a saber ponerlas en práctica, conoce cuanto hay
que saber respecto ellas y no cabe más progreso o virtuosismo importante en su ejercicio
posterior: una vez que se aprende a leer, contar o lavarse los dientes, se puede ya leer, contar
o lavarse los dientes del todo.
~ 73 ~
Las capacidades «abiertas», en cambio, son de dominio gradual y en cierto modo infinito.
Algunas son elementales y universales, como hablar o razonar, y otras sin duda optativas, como
escribir poesía, pintar o componer música. En los comienzos de su aprendizaje, las capacidades
abiertas se apoyan también sobre «trucos», como las cerradas, y ocasionalmente incluso parten
de competencias cerradas (v. gr.: antes de escribir poesía, hay que saber leer y escribir). Pero
su característica es que nunca pueden ser dominadas de forma perfecta, que su pleno dominio
jamás se alcanza, que cada individuo desarrolla interminablemente su conocimiento de ellas sin
que nunca pueda decirse que ya no puede ir de modo relevante más allá. Otra diferencia: el
ejercicio repetido y rutinario de las capacidades cerradas las hace más fáciles, más seguras,
disuelve o resuelve los problemas que al comienzo planteaban al neófito; en cambio, cuanto
más se avanza en las capacidades abiertas más opciones divergentes se ofrecen y surgen proble-
mas de mayor alcance. Una vez dominadas, las capacidades cerradas pierden interés en sí
mismas aunque siguen conservando toda su validez instrumental; por el contrario, las capaci-
dades abiertas se van haciendo más sugestivas aunque también más inciertas a medida que se
progresa en su estudio. El éxito del aprendizaje de capacidades cerradas es ejercerlas olvidando
que las sabemos; en las capacidades abiertas, implica ser cada vez más conscientes de lo que
aún nos queda por saber.
Pues bien, sin duda la propia habilidad de aprender es una muy distinguida capacidad
abierta, la más necesaria y humana quizá de todas ellas. Y cualquier plan de enseñanza bien
diseñado ha de considerar prioritario este saber que nunca acaba y que posibilita todos los
demás, cerrados o abiertos, sean los inmediatamente útiles a corto plazo o sean los buscadores
de una excelencia que nunca se da por satisfecha. La capacidad de aprender está hecha de
muchas preguntas y de algunas respuestas; de búsquedas personales y no de hallazgos institu-
cionalmente decretados; de crítica y puesta en cuestión en lugar de obediencia satisfecha con
lo comúnmente establecido. En una palabra, de actividad permanente del alumno y nunca de
aceptación pasiva de los conocimientos ya deglutidos por el maestro que éste deposita en la
cabeza obsecuente. De modo que, como ya tantas veces se ha dicho, lo importante es enseñar
a aprender. Según el conocido dictamen de Jaime Balmes, el arte de enseñar a aprender consiste
en formar fábricas y no almacenes. Por supuesto, dichas fábricas funcionarán en el vacío si no
cuentan con provisiones almacenadas a partir de las cuales elaborar nuevos productos, pero son
algo más que una perfecta colección de conocimientos ajenos. El cruel Ambrose Bierce, en su
Diccionario del diablo, definió la erudición como «el polvo que cae de las estanterías en los
cerebros vacíos». Es una boutade injusta porque cierta erudición es imprescindible para desper-
tar y alimentar la capacidad cerebral, pero acierta como dicterio contra la tentación escolar de
convertir la enseñanza en mera memorización de datos, autoridades y gestos rutinarios de
reverencia intelectual ante lo respetado.
~ 74 ~
suelen suponer que hoy sólo la segunda cuenta para asegurarse una posición rentable en la
sociedad, mientras que la primera corresponde a ociosas preocupaciones ideológicas, muy
bonitas pero que no sirven para nada. Es rotundamente falso y precisamente ahora más falso
que nunca, cuando la flexibilización de las actividades laborales y lo constantemente innovador
de las técnicas exige una educación abierta tanto o más que una instrucción especializada para
lograr un acomodo ventajoso en el mundo de la producción.
Coinciden en tal apreciación los principales expertos en pedagogía que venimos consul-
tando. Según opinión de Juan Delval, «una persona capaz de pensar, de tomar decisiones, de
buscar la información relevante que necesita, de relacionarse positivamente con los demás y
cooperar con ellos, es mucho más polivalente y tiene más posibilidades de adaptación que el
que sólo pose una formación específica». Y aún con mayor énfasis en la sociología actual
remacha este punto de vista Juan Carlos Tedesco: «La capacidad de abstracción, la creatividad,
la capacidad de pensar de forma sistémica y de comprender problemas complejos, la capacidad
de asociarse, de negociar, de concertar y de emprender proyectos colectivos son capacidades
que pueden ejercerse en la vida política, en la vida cultural y en la actividad en general. [...] El
cambio más importante que abren las nuevas demandas de la educación es que ella deberá
incorporar en forma sistemática la tarea de formación de la personalidad. El desempeño pro-
ductivo y el desempeño ciudadano requieren el desarrollo de una serie de capacidades... que no
se forman ni espontáneamente, ni a través de la mera adquisición de informaciones o conoci-
mientos. La escuela .o, para ser más prudentes, las formas institucionalizadas de educación.
debe, en síntesis, formar no sólo el núcleo básico del desarrollo cognitivo, sino también el
núcleo básico de la personalidad» Ni siquiera el más estrecho utilitarismo autoriza hoy .ni
probablemente autorizó nunca. a menospreciar la formación social e inquisitiva del carácter
frente al aprendizaje de datos o procedimientos técnicos. Tendremos sin duda ocasión de volver
en los capítulos sucesivos sobre estas cuestiones fundamentales.
~ 75 ~
que aún no tienen para recibirlo de los demás a su vez, el reconocimiento de lo humano por lo
humano es un imperativo en la vía de maduración personal de cada uno de los individuos. El
niño necesita ser reconocido en su cualidad irrepetible por los demás para aspirar a confirmarse
a sí mismo sin angustia ni desequilibrio en el ejercicio intersubjetivo de la humanidad. Pero ese
reconocimiento implica siempre una valoración, una apreciación en más o en menos, un modelo
de excelencia que sirve de baremo para calibrar lo reconocido. El reconocimiento de lo humano
por lo humano no es la simple constatación de un hecho sino la confrontación con un ideal.
Entrar en cualquier comunidad exige internarse en una espesura de ponderaciones simbólicas:
algunos sociólogos, destacadamente Pierre Bourdieu, han estudiado la compleja búsqueda de la
distinción que preside el intercambio social y que orienta significativamente también las for-
mas educativas. Una de las principales tareas de la enseñanza siempre ha sido por tanto promo-
ver modelos de excelencia y pautas de reconocimiento que sirvan de apoyo a la autoestima de
los individuos.
Tales modelos pueden estar comúnmente basados en criterios detestables, como los apun-
tados por Russell (la riqueza, el sexo, la pertenencia a determinada nación o a cierta profesión
de fe religiosa, la raza, la preeminencia en los círculos mundanos, la sintonía con las altas
esferas del gobierno, la obediencia ciega o la rebelión sectaria, etc.), pero también pueden
estarlo en otros dirigidos a reforzar la autonomía personal, el conocimiento veraz y la genero-
sidad o el coraje. Lo único seguro es que si por una timorata dimisión de sus funciones la
escuela renuncia a este designio .justificándose con autoengaños como la supuesta necesidad de
«neutralidad» o el relativismo axiológico., los niños y adolescentes negociarán su autoestima
en otros mercados porque humanamente nadie puede pasarse sin ella. Como indica Jerome
Bruner, «la escuela, en mayor grado de lo que solemos constatar, compite con miríadas de
«antiescuelas» en la provisión de distinción, identidad y autoestima... está en competición con
otras partes de la sociedad que ofrecen también tales valores, quizá con deplorables consecuen-
cias para la sociedad». Los modelos brindados por los edificantemente nada edificantes medios
audiovisuales, las bandas callejeras, las sectas integristas o los movimientos políticamente
violentos y tantas otras ofertas ominosas sustituirán a la educación en un terreno que no puede
abandonar sin negarse a sí misma. De la renuncia o fracaso de la escuela en este terreno
provienen la mayoría de los trastornos juveniles que tanto alarman a las personas
bienpensantes, es decir, a las que suelen alarmarse más y pensar menos. Y precisamente a
menudo los clamores de esta alarma refuerzan los modelos pedagógicos más contraproducen-
tes. En el capítulo sexto de este libro retomaremos la discusión del asunto.
~ 76 ~
~ 77 ~
TEORÍA DE LA EDUCACIÓN MORAL
Autora: Prof. Eogracia Guzmán M.*
eogracia@hotmail.com
Escuela de Bioanálisis
Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad de Carabobo
Valencia - Edo. Carabobo, Venezuela
RESUMEN
~ 78 ~
THEORY OF MORAL EDUCATION
ABSTRACT
This proposal of investigation visualizes moral education an coming time como a learning
of the serious, learning of the tragic, learning of the resistance, and a learning of the view,
this way, expresses that moral development of the individual must be seen from the
reconstruction of the moral personality, which is founded in the reaching of autonomy by
the moral person, understanding that individual is developed in interaction with others and
with the other, which are fundamental factors in the consolidation of the human being as
a person and his happiness. Therefore, it points that the theory of moral education, is
founded in the autonomy, citizenship and professional work, not forgetting the educative
force of the media and its influence on the individual. Key Words: Moral education.
Theories. Methods.
Los humanos estamos instalados en el tiempo, por eso nuestra condición es finita, contin-
gente e histórica. Pero también vivimos en el espacio. Cada espacio puede estar atravesado de
tiempo, de tiempos distintos cuya vivencia confiere a cada uno de aquellos, una habitabilidad
moral y existencial específica. Y los espacios, a diferencia de los territorios, no tienen fronte-
ras: son lo abierto. Desde este punto de vista, no es deseable, aunque fuese posible, plantear una
“educación moral” al margen de estas coordenadas: el tiempo (vivido) y el espacio (habitado),
un cierto “ahora” y un determinado “aquí” o “dónde”. Esto vuelve difícil, pero al mismo tiempo
atractiva, la reflexión sobre la educación moral. ¿Cuál es el tiempo de la educación moral, y
cuál su porvenir? ¿Cuál es su espacio y su “apertura”?
~ 79 ~
acabado o de una ciencia, sino de una experiencia del sujeto, de una experiencia, que cada uno
hace desde la existencia, donde existir es exponerse, arriesgarse y “estar expuestos”. Para ello,
se ha de poder hablar y decir la educación moral como un acontecimiento de la experiencia.
Por todo ello, se reflexionará sobre la educación moral no como lo destinado a normalizar
nuestras conductas, sino como lo que nos empuja a autogobernarnos, a aprender a cuidar de
nosotros mismos, a ocuparnos del mundo y a acoger lo otro que no somos y pone en cuestión
la pretensión de construirnos una idea fija e inamovible. Frente a quienes creen que la expre-
sión genuinamente humana adopta una única modalidad, tanto en el orden del pensamiento
como en el orden de la acción moral, la educación es una iniciación en la habilidad y la
participación de una conversación con los otros y dentro de cada uno de nosotros, en la que
aprendemos a reconocer las voces a distinguir las ocasiones apropiadas para la expresión, y
donde adquirimos los hábitos intelectuales y morales apropiados para la conversación.
Se pregunta si, en ese tiempo por-venir del que se ha hablado, una educación moral
debería seguir siendo pensada y concebida marginando lo discontinuo y asimétrico del dolor de
los humillados, de las experiencias límites, a cuya luz, todos nuestros códigos morales y con-
ceptos quedan pulverizados.
Desde este punto de vista, una educación moral en un tiempo por-venir es un aprendizaje
de lo serio, o lo que es igual, el aprendizaje de lo que se creía ya sabido bajo una dimensión
inédita a la luz de los imprevistos acontecimientos que hacen pensar en un mundo que es el
propio. Es, también, el aprendizaje de lo trágico, es decir, de las lecciones éticas que en el
pasado reciente traen como responsabilidad y como dolor, y el aprendizaje, también, de la
afirmación de la vida, en vez de la muerte, en ausencia de un sentido único acerca de la vida y
~ 80 ~
del mundo; el aprendizaje en suma, del nacimiento. Se trata, entonces, del aprendizaje de la
resistencia, ética y crítica, frente a todo intento de dominación y deshumanización, de una
crítica de lo inhumano en nuestra actualidad. Se trata, en fin, de un aprendizaje de la mirada,
que a decir de Bárcena (2002), es un aprender a ver el mundo como por primera vez, bajo el
registro del recuerdo de la infancia del hombre, de ese tiempo, anterior a la palabra conquista-
da, en el que se podía fracturar la realidad a través del sentido.
Resulta evidente que todo ser humano debe desarrollar su propia personalidad, todas y
cada una de sus capacidades, pero de forma especial, debe decidir cómo quiere ser y el modo
cómo quiere vivir. Estas decisiones vitales se asientan, de forma explícita o implícita, en la
concepción que se tenga sobre el hombre y la sociedad. El sentido que posee el ser humano y
la comunidad y la relación entre ambos, entre otras, serán los condicionantes del proyecto de
vida de cada persona. Lógicamente, lo que todos pretendemos es asegurarnos de la creación de
formas de vida viables, personalmente deseables y colectivamente justas y libres, pero para ello
necesitamos la intervención, de forma directa e indirecta, de diversos agentes que nos muestren
esas formas de vida deseables, esos valores, habilidades, que nos ayuden, como lo refiere Puig
(1996), en el desarrollo de nuestra personalidad moral. Ésta es la tarea de la educación moral.
Ahora bien, hablar de educación moral es de alguna manera una redundancia, algo como
decir “educación educativa”, porque la educación en sí es algo que implica lo moral. La edu-
cación se refiere siempre a la estructura moral del ser humano. Como personas tenemos una
condición física, una condición psicológica, una condición social…..y una condición moral.
Estas dimensiones no son realidades separadas, sino que forman una unidad. Así, el origen de
la condición moral puede situarse en la desespecialización psicobiológica del ser humano, el
cual no está atado a los estímulos del entorno. Nuestra respuesta a esos estímulos no es auto-
mática. Tenemos que dar desde nosotros mismos, respuesta a cada situación, por lo que en
cierta manera no nos queda más remedio que ser libres y en consecuencia, responsables: sujetos
que deben dar respuestas.
Pero al decidir entre las distintas posibilidades que se nos ofrecen, no sólo estamos dicien-
do una forma de comportamiento, sino que a la vez nos vamos autodefiniendo,
autodeterminándonos a nosotros mismos. Y, por tanto, al dar respuesta a cada situación, los
seres humanos vamos configurando nuestro modo de ser, nuestra personalidad moral: vamos
~ 81 ~
pasando de una estructura moral indiferenciada (que es simple posibilidad de ser) a una estruc-
tura moral diferenciada (una forma de ser concreta). Toda educación es una actividad moral ya
que se trata de ayudar al educando a ir configurando esa personalidad moral, consolidando una
forma de situarse y responder a la realidad.
Ahora bien, si se aceptamos que una persona moralmente educada tiene que conocer lo
que debe hacer, querer hacerlo y ponerlo en práctica, como asegura Escámez (1998), estamos
reconociendo que ese individuo necesita una formación dirigida hacia el desarrollo de los
contenidos, capacidades, destrezas, actitudes y valores que le ayuden a desarrollar la volun-
tad y la afectividad, que dirijan su conducta. Además, resulta evidente, que no existe un único
modo de entender la educación, por lo que también podemos afirmar que aunque toda educa-
ción es moral, hay diversas maneras de atenderla, de orientar de forma específica la acción
educativa hacia este objetivo. Esta aproximación teórica pretende entender y guiar una edu-
cación moral específica, a tenor de las circunstancias y los modos de pensar predominantes,
influida por las teorías filosóficas, políticas y sociales que prevalecen en este momento
histórico.
Asimismo, es necesario entender que los problemas morales son colectivos, pero sólo se
escucha, al menos en teoría, la voz de cada sujeto moral. Por otra parte, esta voz no sirve para
dialogar no tiene con quien hacerlo, sino únicamente para elegir el valor que considere más
~ 82 ~
idóneo. Pero esa idoneidad es aquí sólo deseabilidad personal; no hay, cuanto menos explícita-
mente, ningún otro criterio de orientación moral. Reconocer ese momento eminentemente per-
sonal que deben tener los procesos de reflexión y reconstrucción moral, no significa quedarse
anclados en él. La educación moral no puede olvidar sus elementos históricos, culturales y
sociales, ni tampoco puede pasar por alto la tarea constructiva que deben llevar a cabo todos los
afectados por los problemas o controversias morales.
Por otro lado, es necesario entender, que en la educación moral debe existir claridad
cuando se tratan problemas morales contextualizados y concretos. Además, debe ubicar correc-
tamente las adquisiciones morales de las anteriores generaciones, lo cual es lógico conservar y
transmitir, así como también, debe tratar de manera cómoda, elementos de la personalidad
como los sentimientos y las emociones e incluso ante la necesidad de explicar la misma conduc-
ta moral.
En consecuencia, la educación moral tiene ahora una gran responsabilidad, a la vez que un
enorme panorama, pues la misma, mediante el diálogo, la reflexión, la empatía y la autorregu-
lación, quiere ser capaz de facilitar la reconstrucción de unos principios que sean universal-
mente aceptables, y que permitan, no sólo regular la propia conducta, sino también construir
autónomamente las formas de vida concretas que en cada situación se consideren, además de
justas, mejores y más apropiadas.
Por otro lado, en sociedades plurales, en donde conviven proyectos de vida distintos, los
hábitos virtuosos, no deben estar prefijados, sino que deben reconstruirse en relación a las
propias expectativas personales, a las situaciones de la vida con las que cada cual se encuentra,
y en función de la gama de problemas que cada sujeto debe solucionar.
~ 83 ~
La educación moral supone una tarea reconstructiva. En la medida que la moral no sea una
imposición heterónoma, una deducción lógica realizada desde posiciones teóricas establecidas,
un hallazgo más o menos azaroso, o una decisión casi toda espontánea, podemos decir que sólo
hay una alternativa: entenderla como una tarea de reconstrucción personal y colectiva de for-
mas morales valiosas. La moral ni está dada de antemano, si se descubre o elige casualmente;
la moral exige un trabajo de elaboración personal, social y cultural.
Por último, la educación moral como reconstrucción tampoco se puede centrar en la adqui-
sición de valores. No contextualizar ni trabajar los conceptos de valor en situaciones concretas,
puede hacernos caer en una educación verbalista e idealista que no deseamos. Sin duda la
educación moral como reconstrucción, debe considerar los valores y las formas morales valio-
sas, pero debe hacerlo en el seno de un proceso de trabajo moral más completo.
De igual manera, pretende trabajar con los pequeños y grandes problemas morales que nos
plantea la experiencia, y quiere hacerlo entrando en ellos mediante los procedimientos de
deliberación y dirección moral que cada individuo va adquiriendo a lo largo de su desarrollo.
Pero entrar en ellos orientados por guías de valor que ayudan a considerar los conflictos,
aunque no aporten soluciones acabadas. Analizar personal y colectivamente los problemas
morales nos ayuda a entenderlos mejor, y a veces a controlarlos o resolverlos. Pero, además, ese
mismo trabajo es el que forma los procedimientos de deliberación y dirección moral, y recons-
truye para cada individuo y cada comunidad el sentido de los valores. Puig (1996), considera
~ 84 ~
que para lograr la reconstrucción de esta personalidad moral deberán considerarse las siguien-
tes fases:
Todas estas fases se resumen en una coordinación constante de dos ideas directrices, la
autonomía de todo individuo y la razón dialógica, cuya articulación hace que siempre deba
prevalecer la razón y el diálogo para la solución de posibles conflictos. Esta propuesta va a
suponer, así, que en la educación se trabaje el desarrollo intelectual, las capacidades para saber
valorar las perspectivas del otro, el desarrollo de la autoconciencia y del autoconcepto, el
desarrollo del juicio moral formal y contextual, las capacidades para la argumentación y el
diálogo, las habilidades relativas a la percepción de los intereses y motivos propios y ajenos, la
adquisición de información, el desarrollo de competencias autorreguladoras, la aptitud para la
acción, para las relaciones interpersonales.
~ 85 ~
ción Universal de los Derechos Humanos (1948), referida por Marín Castán (1998), en la que
se recoge una serie de valores esenciales mínimos que pretenden ser extensibles a todo grupo
humano, más allá de los contextos culturales y que se demuestra como un buen documento
gracias al cual podemos plantear unos valores mínimos válidos para todos. ¿Cómo se pretende
la formación de personas moralmente autónomas? Básicamente mediante la práctica de los
siguientes aspectos:
• El desarrollo del juicio moral, es decir, formación de las capacidades cognitivas de tal
modo que sean capaces de reflexionar sobre cada situación y resolver de manera autó-
noma los posibles conflictos de valores que se den en ellas.
~ 86 ~
de responsabilidad, de actuaciones directas, de configuración de un entorno específico. Habla-
mos de las instituciones de Educación Superior como institución educadora, pero cumplirá
únicamente este papel, si las personas que intervienen en su planificación y ejecución preten-
den realmente unos efectos educativos. Es decir, si se han propuesto unos fines educativos y
todos los elementos que intervienen en esa organización, se han diseñado para el logro de esas
metas. Por ello, más que examinar en estas líneas la función de las instituciones de Educación
Superior, su sentido…será necesario analizar la actuación de los diferentes profesionales que
intervienen en ellas y su complementariedad con las actuaciones educativas de la familia.
Además en las instituciones de Educación Superior debe pretenderse: promover los ele-
mentos básicos para desarrollar las capacidades específicas de cada uno de sus alumnos, a la
vez que integrarles en la comunidad en la que viven; aportar la cultura que le va a dar las
coordenadas básicas para desarrollar y afianzar su identidad, para interactuar y convivir con los
demás, a la vez que les transmite el bagaje necesario para afrontar su vida a lo largo de las
diferentes etapas vitales; y otorgar el marco de referencia básico, gracias al cual sabemos
interpretar la realidad y, de este modo, actuar en nuestro contexto.
Pero el problema con el que se enfrentan hoy en día las instituciones de Educación
Superior, es que parte de estas funciones siempre las ha compartido con otros actores educa-
dores, especialmente con la familia, cuestión que en la actualidad no sucede así, aparte de
que ha pasado de ser una entidad socialmente valorada y respetada, a ser objeto de crítica,
cuestionando su autoridad. A la vez, el déficit socializador con el que hoy acceden los
~ 87 ~
alumnos a los centro educativos, es significativo, lo que conlleva que ésta se vea forzada a
replantearse de nuevo sus funciones, no porque le añadan roles nuevos, sino porque debe
establecer cómo llevar a cabo muchos de los contenidos básicos de formación, cuando a lo
largo de décadas los ha compartido.
Por otro lado, los medios de comunicación social, las tecnologías de la información y la
comunicación… se han consolidado como auténticos rivales en el ámbito educativo, ya que
están planteando contenidos y canales de comunicación mucho más atractivos. Estamos ante
una auténtica socialización divergente, cuyo desarrollo extremo podría poner en peligro la
mínima cohesión social, ya que vivimos en una sociedad pluralista, en la que los distintos
grupos sociales, con potentes medios de comunicación a su servicio, defienden modelos contra-
puestos de educación, en los que se da prioridad a valores distintos, cuando no contradictorios.
En la actualidad, esta contraposición entre espacios educativos es uno de los aspectos más
difíciles de solucionar, por lo que las instituciones de Educación Superior se han convertido en
el escenario de actitudes, de expectativas, de disposiciones políticas, sociales personales, de
prácticas, de conductas y de demandas tan encontradas y tan dispares, que cada uno de los
pasos del proceso general de la enseñanza, se ha transformado en una encrucijada de solución
difícil y casi siempre conflictiva, mientras que otros espacios educativos no son atendidos con
estos mismos criterios y exigencias.
Al mismo tiempo, aunque las organizaciones educativas aún no han asumido de modo
pleno el reto de acceso de todos a una educación superior, la conmoción que ha supuesto esta
extensión de la enseñanza a todos en este nivel, está todavía afectando al modo de plantear y
enfrentarse con los problemas que se dan en ella. La situación actual carece de precedentes
históricos, supone el fin de un sistema basado en la exclusión, y configura una nueva concep-
ción de nuestro sistema de enseñanza que aún no somos capaces de valorar en su justa medida,
porque todos nosotros hemos sido educados en el anterior sistema educativo, y al carecer de
otras referencias, tendemos inevitablemente a comparar los problemas actuales con situaciones
anteriores, sin entender, que la generalización de la enseñanza al cien por ciento de la pobla-
ción, supone un cambio cualitativo que modifica los objetivos, las formas de trabajo y la
esencia misma del sistema.
Esto nos exige que el primer paso a dar estribe, a decir de Gimeno Sacristán (2001), en que
la Educación Superior recupere la confianza en sí misma, su puesto en la sociedad actual, su
peso en el desarrollo de cada individuo, sin suplantar ni reemplazar funciones de otros actores
educadores. Es muy probable que el problema de la Educación Superior sea que aún vive en el
pasado, porque el presente en el que se desenvuelve, es ya profundamente diferente de la
realidad, en respuesta a la cual ha sido concebida. Entonces ¿Qué se debe hacer? ¿Cómo
debemos plantear en la actualidad el papel de toda institución de Educación Superior? En esta
línea, defendemos que en las instituciones de Educación Superior se debe formar básicamente
en tres ámbitos, que deben desarrollarse de forma estrechamente interrelacionada, como se
puede visualizar a continuación:
~ 88 ~
Autonomía personal
Cada uno de ellos comprenderá una serie de contenidos, de destrezas y de actitudes fun-
damentales que le ayudarán, tanto en el logro de su madurez, como en la interacción con los
demás, y en su participación como ciudadano, facilitándole marcos compartidos de compren-
sión de lo que significa la sociedad, junto con determinadas habilidades sociales y valores.
Todo ello va a implicar que cada individuo adquiera unas capacidades mínimas en cada uno de
los ámbitos que acabamos de mencionar:
Autodesarrollo en Capacidad de
interacción con Capacidad de elaborar juicios
los otros expresar morales Transformación
sentimientos, de la información
emociones, en conocimientos
valores
Autoconocimiento
y autoaceptación Alfabetización
cultural, a nivel
oral numérico,
Autonomía personal escrito, e icónico
Conocimientos digital
básicos de
ámbito Trabajo
profesional
profesional Ciudadanía Alfabetización
cívica y política
Destrezas
Competencias
básicas Deontología
Capacidad cívicas
específicas de su profesional
para el trabajo Destrezas y
profesión
en equipo valores que
sustentan la
convivencia
democrática
Gráfico 4. Aproximación teórica sobre educación moral en las instituciones de Educación Superior Guzmán, 2005.
Estos tres ejes, Autonomía personal, Ciudadanía y Trabajo profesional, serán los factores
sobre los que deberá girar todo el proceso de enseñanza y de aprendizaje que se imparta en estas
instituciones, y que después seguirá desarrollándose a lo largo de toda la vida en todo espacio
de aprendizaje, ya que si a la educación –proyecto reflexivamente dirigido– no la pensamos
~ 89 ~
como un instrumento para construir los pilares de la humanización, la estamos apartando de sus
funciones antropológicas fundamentales.
Las nuevas propuestas curriculares deben ir en esta línea. La fuerte carga instructiva que
durante siglos ha asumido esta institución, debe ser sustituida por una enseñanza dirigida
fundamentalmente hacia el desarrollo global de destrezas, competencias, valores y actitudes
básicas, que ayuden a cada individuo a desarrollar sus propias capacidades y su propia identi-
dad, a la vez que le doten de las herramientas necesarias para afrontar el cambio cada vez más
vertiginoso de nuestra sociedad. Esto no quiere decir que no se valoren los conocimientos, sin
duda, esenciales, y que son contenidos fundamentales en la configuración de la identidad de
cada persona, de cada grupo, sino que a la vez, debe diseñar su acción educativa tomando en
cuenta e incluyendo los otros espacios donde viven y conviven los alumnos. Todos aquellos
entornos donde también está sucediendo educación y previendo que la educación es una tarea
permanente que nos acompañará a lo largo de toda la vida.
Ahora bien, las instituciones de Educación Superior no son las únicas responsables de la
formación de las personas. Debe cooperar con los otros educadores, colaboración que implica,
saber defender cuál es el rol específico de otros actores e instancias y debe ser asumido por
ellos. Sin duda, la educación es una tarea compartida, pero el gran problema que hoy en día
estamos percibiendo es el abandono de responsabilidades por parte de los educadores, lo que
conlleva a un urgente análisis y adjudicación de tareas, profundizando en el contenido de cada
una de estas competencias.
Por ello, uno de sus deberes es defender sus propias funciones de toda intromisión, así
como reclamar la actuación comprometida de otros actores cuando se trate de competencias
compartidas. Contribuir a la clarificación de la actuación de cada institución, ayudando a que
cada uno asuma, de la mejor manera, la suya propia, y enseñando, si fuera necesario, a abordar-
la. También tiene la responsabilidad de hacerse oír cuando la sociedad, a través de cualquiera
de sus instancias y medios de actuación, no lleva a cabo acciones educadoras, cuando entra en
contradicción con lo que pretende que la sociedad sea o está reclamando.
Las instituciones de Educación Superior nunca deben perder de vista que son un eslabón
más de una cadena educativa, fundamental, por cierto, ya que los alumnos que acceden a ella
están en la etapa evolutiva en que se condiciona gran parte de sus posibilidades posteriores y
en la que se aportan los fundamentos de la formación de la persona. Está poniendo los cimien-
tos del proceso formativo de cada uno, clave para su desarrollo posterior, aportando la educa-
ción necesaria para una mejor calidad de vida y para continuar el aprendizaje durante toda la
~ 90 ~
vida en un mundo cada vez más complejo. Cuando se alude a una mejor educación básica para
el siglo XXI - destaca la UNESCO -, referida por Delors (1998), no basta con querer “hacer lo
mismo durante más tiempo”, sino que es urgente pensar en otra educación que no sea una
variante de la heredada de otras épocas, buscar modelos nuevos en los que todas las instancias
educadoras colaboren en la línea coherente de actuación.
Las instituciones de Educación Superior no deben olvidar que su deber es responder a las
necesidades de cada alumno, y a las exigencias de la sociedad en la que están enclavados. De
ahí que hoy en día, la dinámica de cada una de estas instituciones deba ser diferente, sencilla-
mente porque el grupo de alumnos que acuden a ella son diferentes y porque tienen la respon-
sabilidad de proponer y desarrollar un proyecto educativo, en el que convergen profesores,
alumnos, y todo aquel profesional que trabaje en esa institución. Cada centro educativo debe
crear su propia identidad y desde ella educar. Deberá tener en cuenta la diversidad del alumna-
do, la interculturalidad de esta sociedad globalizada, la irrupción de las tecnologías de la
información y de la comunicación, es decir, deberá plantear su proyecto educativo y su proyec-
to curricular de tal modo, que logre que cada alumno que pase por sus aulas, tenga la formación
necesaria y suficiente para integrarse en la sociedad, ofertándole las condiciones necesarias
para madurar. O, al menos, se haya hecho todo lo posible para que cada uno, con sus diferen-
cias, con sus problemas, tenga opción. Guzmán (2005).
Por otro lado, toda institución educativa debe tener muy claro cuáles son sus responsabi-
lidades, saber exigir la intervención de otros actores educativos, respetar, a la vez que ayudar,
la necesaria actuación de otros, defender los campos específicos de la institución y dinamizar
aquellos en los que deben integrar la actividad de varios agentes. Esto ayudaría, sin duda, a
volver a creer en la universidad, volver a recuperar el peso de la tarea de los profesores,
recobrar la confianza de su labor. En resumen: educar para la convivencia democrática es
responsabilidad y tarea de todos, porque requiere sustentarse sobre sólidas bases sociales y
nutrirse en una profunda fundamentación moral, en vez de limitarse a un simple adiestramiento.
Cortina (2003).
Con relación a este aspecto, no somos ajenos a la gran influencia que algunos agentes
sociales están ejerciendo en toda la población. Los medios de comunicación social, las tecno-
logías telemáticas, son ejemplos del poder que ejercen en la difusión de modelos, en la creación
de nuevas estructuras culturales, de nuevos hábitos, de creencias, de modas, entre otras; todos
ellos, son claros representantes de la educación informal. Aunque poseen también –no lo olvi-
demos– unas posibilidades imponentes para poner en contacto culturas, para difundir conoci-
mientos, ideas, valores…, que cooperen en la consolidación de la cohesión social.
~ 91 ~
es una responsabilidad de la sociedad en su conjunto que va más allá del rol que le compete en
la actualidad a la escuela, además no podemos perder de vista que el principal problema no es
de carácter informativo, sino fundamentalmente actitudinal y conductual. Es necesario cons-
truir un nuevo espacio social en el que todos tengamos reconocido el derecho y el deber de
participar como sujetos actores, en el cual todos nos consideremos acogidos, reconocidos y
respetados, y atender que este cambio, es la verdadera revolución que deben acometer las
instituciones de educación superior.
Por otro lado, también debemos tener en cuenta cómo está influyendo en la formación de
cada uno, el propio centro educativo, a partir de su propia organización, de los fines que
persigue, el clima que propicia, las normas que establece, etc. Tan importante son los documen-
tos institucionales en los que se plasman todos estos elementos, como el análisis de las prácti-
cas cotidianas. Cómo se vivan en el centro todas estas interacciones, nos dará la clave para
conocer cómo se está formando a los alumnos, ya que lo decisivo en todas las instituciones de
Educación Superior a la hora de abordar la educación de forma coherente, estriba en la elabo-
ración del Proyecto de dicha institución, el cual va a determinar tanto el clima, el ethos de esa
institución, como la actuación coordinada de todos los educadores que trabajan en él. Lo
realmente importante y lo que va a ir incidiendo en la formación de cada uno de los alumnos,
es lo que viva en el aula, en los pasillos o en cualquier espacio de la institución, la experiencia
que tenga de su convivencia con los compañeros, con los profesores y con el resto de los
profesionales con los que trate.
~ 92 ~
para su evaluación en cada uno de los ámbitos de actuación, cómo se va a evaluar el clima de
la institución de tal modo que se persiga realmente un proceso de enseñanza y de aprendizaje
coherente. En este sentido, resulta esencial valorar el curriculum oculto, para integrar lo que
haya de positivo en el curriculum manifiesto e intentar mejorar, cambiar, aquellos elementos
negativos o contrarios del Proyecto de la institución de Educación Superior.
Por otro lado, no debemos olvidar la actuación de cada profesor en el aula. No cabe
duda que los profesores influyen en cómo aprenden los jóvenes a mirar y a tratar a otras
personas, con sus distintos intereses, preocupaciones y proyectos, y esta influencia moral
y cívica se produce en la mayoría de las ocasiones de modo indirecto e inconsciente, en la
interacción cotidiana entre profesores y alumnos, tanto en las aulas como fuera de ellas. No
hay duda que los profesores están formando más a través de su conducta que a través de lo
que dicen, de sus explicaciones. Recordamos acciones, reacciones…no tanto las explica-
ciones que nos dieron ante un hecho. Nos marca la conducta diaria de un educador, posi-
tivamente cuando se detecta coherencia en esa persona, y de forma negativa cuando descu-
brimos la incoherencia.
~ 93 ~
este tipo de aprendizajes. La interacción con otros grupos de iguales compartiendo intereses,
conociendo sus culturas, cooperando en proyectos… posibilitan experiencias de indudable
valor.
Por ello, resulta esencial que todo docente asuma la responsabilidad de su acción edu-
cativa, considerando también, la fuerza educadora del entorno, porque ambos son responsa-
bles de la educación moral de los alumnos, la cual debe ir orientada hacia el fomento de la
lógica diversidad, manteniendo la convergencia de sus actuaciones, para impulsar el progreso
social y el desarrollo personal, permitiendo que todo ser humano llegue a ser el que desea ser,
sin olvidar lo que debe llegar a ser, se trata de aprender a ser y a convivir en el mundo al que
pertenece y del que es responsable; y éste es el objetivo de la educación moral.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Delors, J. (1998). Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI. Visión y
Acción. Caracas. Venezuela. Publicaciones No. 482.
Gimeno Sacristán, J. (2001). Educar y convivir en la cultura global. Madrid, España: Morata.
~ 94 ~
Marín Castán, M. (1998). La Declaración Universal de Derechos Humanos, de 10 de diciembre
de1948. ¿Nuevo derecho natural de la humanidad? En Balado, M. y García Regueiro, J.A.
(dirs). La Declaración Universal de los Derechos Humanos en su 50 aniversario. Barcelo-
na. España: Bosch.
Puig, J.M. y Martínez,M. (1998). Educación moral y democracia. Barcelona, España: Alertes.
~ 95 ~
La convivencia
como eje central
de enseñanza
~ 96 ~
estructura escolar están condenados inevi- gramas, proyectos e iniciativas sobre convi-
tablemente a la marginalidad social. vencia escolar (García Raga, 2007). El citado
Al mismo tiempo que educa, la escuela tras- trabajo consistió en realizar un análisis des-
mite de manera latente un conjunto de nor- criptivo de una muestra de programas a partir
mas, actitudes y valores que hacen del indivi- de una investigación documental para –pos-
duo una persona social más compleja y lo teriormente– analizar el contenido de dichos
1
preparan para adaptarse a la vida social” programas a través de la concreción de una
serie de descriptores: la educación en valo-
“La convivencia escolar permite el desarrollo res, la participación, la formación en habilida-
integral de los niños y jóvenes en su proceso des sociales, entre otros, se presentaban
de integración a la vida social, en la participa- como instrumentos adecuados para la crea-
ción responsable en la vida ciudadana y en el ción de un clima de convivencia favorable en
desarrollo de su propio proyecto de vida. Abor- el aula.
dar la conveniencia en la escuela como parte Competencias para convivir democrática-
de la formación de los sujetos que enseñan- mente:
aprenden, posibilita el desarrollo de compe- 1- Saber participar
tencias personales y sociales, para aprender a 2- Saber cooperar
ser y a convivir juntos que se transfieren y 3- Ser responsables
generalizan a otros contextos de educación y 4- Ser tolerantes
de desarrollo humano. La coexistencia de los 5- Disponer de habilidades sociales
seres humanos ya está dada socialmente, pero 6- Ser solidarios
la convivencia hay que construirla y compren- 7- Aprender a gestionar pacíficamente los
de entre otros muchos factores un proceso de conflictos interpersonales”3
enseñanza-aprendizaje. Como señala Jiménez
Romero (2005) la convivencia es un arte que
involucra aprendizaje. Para este mismo autor Referencias históricas de la
la convivencia implica a dos o más personas pedagogía de la convivencia
que son diferentes en su relación, en la que
siempre intervienen otros y que además está Realice la lectura del siguiente fragmen-
sujeta a cambios incesantes.2 to de Revista Iberoamericana de Educación
Formación integral: educar para la conviven-
“…pasamos a identificar cuáles son las com- cia y la paz. 4:
petencias específicas necesarias para el
aprendizaje de la convivencia, según un ex- El primer legado que fundamenta la Edu-
haustivo estudio de todo un conjunto de pro- cación para la Paz, tanto desde el punto de
1 3
Ana María Brigido “Sociología de la Educación. Revista de Educación, 356. Septiembre-diciembre
Temas y perspectivas fundamentales” 1° Edición. 2011, pp. 531-555. Convivir en la escuela. Una pro-
Editorial Brujas, 2006. Pág. 110. puesta para su aprendizaje por competencias. Laura
2
REVISTA CIENTÍFICA ELECTRÓNICA DE PSI- García Raga. Ramón López Martín. Universidad de
COLOGÍA. ICSa-UAEH No.7 – 159. CONVIVEN- Valencia. Facultad de Filosofía y Ciencias de la Edu-
CIA ESCOLAR Y HABILIDADES SOCIALES. cación. Valencia, España.
4
Mtra. María Juana Berra Bortolotti, Mtro. Rafael Inmaculada Aznar Díaz, María Pilar Cáceres Reche
Dueñas Fernández y Francisco Javier Hinojo Lucena:
~ 97 ~
vista teórico como práctico se produce a co- transmitan un espíritu de cooperación
mienzos de siglo, de la mano de los movi- entre los pueblos.
mientos de renovación pedagógica y en parti- • Enseñanza del “Esperanto” para fo-
cular de la Escuela Nueva. En 1927, la Ofici- mentar sentimientos de solidaridad y
na Internacional de Educación con sede en comprensión internacional.
Ginebra, celebró en Praga una importante • Correspondencia escolar internacio-
conferencia internacional bajo el título de: nal.
“La paz por la Escuela”. La reunión de Praga • Intercambios escolares entre diversos
y todo el movimiento de esos años no podrían países.
entenderse sin una doble constatación: • Difusión en las escuelas de los fines y
principios de la Sociedad de Naciones
a) La Escuela Nueva nace como contes- con la posibilidad de dedicar un día
tación a las prácticas pedagógicas tra- Internacional para la Paz.
dicionales, y propone un enfoque ba- • Estudios comparativos de diferentes
sado en el niño y una revisión meto- civilizaciones.
dológica. • Intercambios de objetos, mensajes,
juegos, propuestas didácticas entre es-
b) El impacto de la primera Guerra Mun- cuelas de diferentes países.
dial (1914-1918) alienta la revisión
curricular y los fines de la educación El segundo hito generador de la Educa-
para hacer de ésta un instrumento de ción para la Paz nace como consecuencia de la
paz. Se vive una sobrevaloración de la segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la
posibilidad transformadora de la edu- posterior creación de un organismo especiali-
cación. zado en la sede de las Naciones Unidas, la
UNESCO. Ésta, en cuanto a la Educación para
Las dos ideas fundamentales de este ambi- la Paz, prosigue con los planteamientos de la
cioso movimiento educativo son las de evitar la educación para la comprensión internacional,
guerra y su fuerte dimensión internacionalista. a la que añade nuevos componentes como son
María Montessori, casi frenéticamente compro- la educación para los derechos humanos y,
metida con la lucha por la Paz en los años trein- posteriormente, la educación para el desarme.
ta, expresa un optimismo intimista, surgido de la El tercer hito, mucho menos identificable en
importancia de la guerra, en su célebre libro: el tiempo que los anteriores, así como más
“Educazione e Pace”. Al igual que ella, John diverso en sus formulaciones, es el que nos
Dewey o Pere Rosselló, abogan por la concep- proporciona el legado de la no violencia. Sus
ción positivista de la educación para la paz: no características fundamentales podemos sinte-
basta con mostrar los horrores de la guerra; lo tizarlas en las siguientes: la búsqueda de la
fundamental es estimular el espíritu de coopera- verdad; el desarrollo de la autonomía y afir-
ción y la comprensión. En cuanto a las propues- mación personal, como primer paso para con-
tas metodológicas y actividades sugeridas, sor- seguir la libertad; la íntima comunión entre
prende la actualidad de muchas de ellas: los fines perseguidos y los medios empleados,
y el afrontamiento de los conflictos de forma
• Análisis de los libros de texto para de- no violenta. Afrontamiento que puede llevar
nunciar su militarismo y proponer que consigo la desobediencia ante aquellas situa-
~ 98 ~
ciones que engendren injusticia (desde esta La concepción de paz dominante en el
perspectiva se postula la necesidad de la edu- mundo continúa siendo la occidental, hereda-
cación para la desobediencia). da del concepto de pax romana: ausencia de
Finalmente, el cuarto hito de la Educa- conflictos bélicos entre estados. Concepto
ción para la Paz es el que nos proporciona el pobre, insuficiente y políticamente interesa-
nacimiento de la denominada Investigación do. Desde el nacimiento de la investigación
para la Paz, en los años 60. Sus repercusiones para la paz, el concepto de paz adquiere un
son, en el plano conceptual, la revisión y nuevo significado al asociarla no como sínte-
reformulación del concepto de paz y el desa- sis de la guerra, sino al de violencia (la guerra
rrollo de la teoría gandhiana del conflicto, y, es un tipo de violencia organizada). Como se-
en el plano pedagógico, la integración de los ñala Galtung, existe violencia cuando los se-
análisis y planteamientos de Paulo Freire, vin- res humanos están influenciados de tal forma
culando a la educación para la paz un nuevo que sus relaciones afectivas, somáticas y men-
componente: la educación para el desarrollo. tales están por debajo de sus realizaciones
(…) potenciales.
ACTIVIDAD 7
¿Qué aspectos desarrollados por Savater puede vincular a los fragmen-
tos recién analizados?
~ 99 ~
Un modelo de escuela para la diante el juego logran la interacción, definida
convivencia democrática como “influencia recíproca” que les permite
madurar en los diferentes aspectos socio-cul-
Los individuos demuestran mediante ex- turales y afectivos.
presiones, gestos, y acciones, los juicios for-
mados y reflejan entonces su agrado o repul- En la presentación de Carolina Hirmas y
sión hacia el otro. Gloria Carranza “Matriz de Indicadores so-
bre Convivencia Democrática y Cultura de
La discriminación está vinculada con el Paz en la Escuela” (OREALC/UNESCO San-
prejuicio, con la actitud de opinar desfavora- tiago;2008), se pueden distinguir los siguien-
blemente de otra persona, antes de conocerla tes indicadores del modelo de escuela demo-
o establecer un contacto social y trae como crática:
consecuencia la exclusión de un individuo o
varios del grupo. • Desarrollo de habilidades y la cons-
trucción y apropiación de saberes y va-
Los alumnos en la escuela disfrutan al lores orientados a aprender a convivir
estar con sus pares y ninguno de ellos quisiera y aprender a ser, tomando en conside-
aprender por su cuenta en su hogar. Aunque ración los ciclos de desarrollo socio-
esto se pusiera en práctica el niño aprendería afectivo y ético.
los contenidos conceptuales, pero aislado, sin
una situación de intercambio y comunicación. • Inclusión educativa, dirigida a atender
la diversidad de todo el alumnado, y a
La escuela tiene una función socializado- incrementar su participación, redu-
ra, es decir que permite que los alumnos ciendo la exclusión.
aprendan no sólo los contenidos conceptuales
y psicomotrices básicos, sino que les brinda la • Prevención de factores de riesgo y ac-
oportunidad valiosa y enriquecedora de ciones de protección de la violencia
aprender dentro de un grupo. Allí deben res- escolar. Esto implica el desarrollo de
petar las diferencias y aceptarlas, implemen- programas de resolución de conflictos
tando mecanismos de ajuste dentro de la hete- y mediación escolar.
rogeneidad, como parte de un proceso gradual
• Consolidación de un clima de relacio-
La escuela, al fomentar la tolerancia, la nes enmarcadas en una mirada positiva
paz y demás valores interrelacionados, logra y de confianza en el otro, facilitado
que los alumnos respeten los diferentes aspec- por acuerdos de bien común, que per-
tos como la edad, sexo, religión, raza, estilos miten la creación colaborativa de nor-
de vida, a través de la puesta en marcha de mas de convivencia y una gestión
proyectos que resulten significativos, inclu- formativa de la disciplina escolar.
yendo situaciones lúdicas en los más peque-
ños. Los alumnos se vinculan entre sí y al ser • Construcción de comunidades de cur-
una situación de intercambio espontánea, les so y de comunidades educativas, con
permite implementar variados mecanismos en valores y proyectos compartidos. Se
sus aptitudes, actitudes y habilidades. Me- trata, a su vez, de comunidades abier-
~ 100 ~
tas a buscar los apoyos y propiciar in- necesitamos aprender a convivir de la mane-
tercambios con la comunidad local. ra más creativa y enriquecedora entre perso-
nas y grupos diferentes. La educación inter-
cultural se opone a integración entendida
Interculturalidad y Curriculum: como asimilación; no es una educación
Una propuesta para la transversalidad compensatoria para igualar. La educación
intercultural se opone, por supuesto, a la
La educación intercultural tiene como fi- educación antiracista.
nalidad política y educativa propiciar una
educación común para todos. Dicha perspecti- Por eso es una nueva tendencia educativa.
va genera el reconocimiento de lo singular de Entendida, así, la educación intercultural se
todos los sujetos que asisten a la escuela a fin opone al multicuralismo simple y se basa en
de poder favorecer un sentimiento de perte- principios que pretenden la formación de todo
nencia, reconociendo la igualdad en el con- ciudadano:
texto de la diversidad. • en el conocimiento, la comprensión y el
respeto de las diversas culturas de la socie-
Una igualdad que no significa lo mismo dad actual;
para todos sino la consideración de la diferen- • en el aumento de la capacidad de comuni-
cia como punto de partida pedagógico. Sin cación y de interacción con personas de las
dudas vivimos en diversos modelos sociales y diversas culturas;
cada contexto cultural enmarca una forma de • en la creación de actitudes favorables a la
vivir y de sentir la vida. diversidad de culturas.
(Merino y Muñoz Sedano, 1995).
Pensar sobre educación intercultural es re-
flexionar sobre la educación, sobre la cultu- Las metas de la educación intercultural pue-
ra, sobre la diversidad, sobre la integración. den concretarse en:
Al hablar de Tendencias actuales en la edu- • promover la idea de que la diversidad cul-
cación intercultural es necesario detenerse y tural es un elemento positivo para todos
responder a la pregunta, ¿qué es educación los ciudadanos;
intercultural? Porque no todos entendemos • favorecer a cada grupo cultural con las ca-
lo mismo. Educación intercultural no es un racterísticas culturales de los otros grupos.;
simple ideal pedagógico humanista. No con- • ayudar a los alumnos a interesarse por los
siste en una “buena idea pedagógica”. No se estilos de vida de otros pueblos;
dirige “a los alumnos culturalmente minori- • iniciar en actitudes y destrezas intelectua-
tarios”. No es un cultivo romántico de las les, sociales y emocionales que permitan al
diferencias culturales. La educación intercul- estudiante situarse adecuadamente en una
tural es la educación centrada en la diferen- sociedad multicultural.
cia y pluralidad cultural más que una educa-
ción para los que son culturalmente diferen- (Margarita Bartolomé, 1997, p. 54).
tes. Los hombres y las mujeres de otras cul- (Tendencias actuales de la educación inter-
turas son seres humanos, personas con las cultural. Publicado en Aula Intercultural
que construiremos una sociedad distinta y http://www.aulaintercultural.org/)
nueva. En la aldea global en que vivimos hoy
~ 101 ~
Dice Aguado (1998) que “la educación Las identidades y diferencias son representa-
intercultural es “un enfoque educativo basado ciones simbólicas socialmente construidas, y
en el respeto y valoración de la diversidad no legados pasivamente heredados. El traba-
cultural, dirigido a todos y cada uno de los jo de crear cultura es una actividad perma-
miembros de la sociedad en su conjunto, que nente y relativamente inconsciente de toda la
propone un modelo de intervención, formal e sociedad, la cual resulta conflictiva debido a
informal, holístico, integrado, configurador que diversos actores sociales compiten por
de todas las dimensiones del proceso educati- imponer sus propias representaciones simbó-
vo en orden a lograr la igualdad de oportuni- licas, las que constituyen procesos de produc-
dades/resultados, la superación del racismo ción de significados sociales a través de los
en sus diversas manifestaciones, la comunica- diferentes discursos. Los significados creados
ción y competencia interculturales”. y que estructuran los diferentes discursos,
expresan las formas particulares en que el
En que en estos contextos resulta impor- mundo social es representado y conocido. Los
tante que se promueva la interculturalidad de significados no son creados y colocados en
una perspectiva política, social y educativa circulación de forma individual y desinteresa-
intercultural a fin de reconocer que toda situa- da, ellos son producidos y puestos en circula-
ción de enseñanza requiere un mirada sobre ción a través de relaciones sociales de poder,
los estudiantes. Una mirada sobre aquello que en tanto las sociedades, más que “mosaicos
inscribe a cada uno en un género, etnia, cultu- de distintas culturas”, constituyen “constela-
ra, etc., que transforma la idea de mismidad ciones de diferentes grupos de poder”.5
por la de unicidad, en tanto sujeto único e
irrepetible que demanda el respeto por sus (Provincia de Buenos Aires. Dirección General
ideas particulares y de pertenencia a determi- de Cultura y Educación.
nados grupos. De lo homogéneo a lo heterogé- Documento: INTERCULTURALIDAD COMO
neo, de lo universal a lo requerido por cada PERSPECTIVA POLÍTICA, SOCIAL Y EDUCATI-
sujeto y su contexto. VA Mayo 2007)
5
CREHAN, K. (2004). Gramsci, Cultura y Antropología. Edicions Bellaterra. Barcelona
~ 102 ~
ACTIVIDAD 8
Realice la lectura en el anexo bibliográfico del texto Tendencias actua-
les de la educación intercultural de Rafael Sáez Alonso y responda:
¿Por qué interculturalidad y curriculum?
~ 103 ~
En base a la dimensión del artículo sobre interculturalidad y profeso-
rado ¿Cómo definiría su posición y qué aspectos considera que debería
seguir profundizando en su práctica escolar?
~ 104 ~
~ 105 ~
ANEXO BIBLIOGRAFICO
~ 106 ~
~ 107 ~
Publicado en Aula Intercultural
http://www.aulaintercultural.org/spip.php?article37
El Informe Unesco: «La educación encierra un tesoro», también llamado Informe Delors,
presentó los cuatro pilares de la educación para el siglo XXI: . Aprender a conocer . Aprender
a hacer . Aprender a vivir juntos . Aprender a ser.
Aprender a conocer significa adquirir el dominio de los instrumentos mismos del saber
para descubrir, conocer y comprender el mundo que nos rodea. Aprender a hacer es privilegiar
la competencia personal e incrementar niveles de calidad. Aprender a vivir juntos es habilitar
al individuo para vivir en contexto de igualdad tomando consciencia de las semejanzas y de la
interdependencia entre los seres humanos. Aprender a ser concibe el desarrollo global de la
persona.
Aprender a vivir juntos es entre otros, uno de los cuatro pilares en los que debe sustentarse
la educación para el nuevo siglo. El informe Delors presenta los retos de la sociedad del siglo
XXI en forma de tensiones que va a sufrir la persona. Estas tensiones incidirán en su identidad.
Los cuatro constituyen un todo. Y aunque los cuatro constituyen un todo y tienen la misma
consideración, nos detenemos especialmente en Aprender a ser y Aprender a vivir juntos. Sin
*Rafael Sáez Alonso Profesor Titular de la Facultad de Educación Universidad Complutense de Madrid
~ 108 ~
duda, se refieren al desarrollo personal, al conocimiento de los otros, a la relación empática con
los demás. Podemos traducirlo y afirmar que se refieren a la educación intercultural.
Las tendencias actuales en la educación intercultural sobre las que hay que reflexionar en
profundidad son: la definición de educación intercultural; y en el ámbito del aula: el curriculum
y la figura del profesor
Por eso es una nueva tendencia educativa. Entendida, así, la educación intercultural se
opone al multicuralismo simple y se basa en principios que pretenden la formación de todo
ciudadano: . en el conocimiento, la comprensión y el respeto de las diversas culturas de la
sociedad actual; . en el aumento de la capacidad de comunicación y de interacción con personas
de las diversas culturas; . en la creación de actitudes favorables a la diversidad de culturas (
Merino y Muñoz Sedano, 1995).
Las metas de la educación intercultural pueden concretarse en: .» promover la idea de que
la diversidad cultural es un elemento positivo para todos los ciudadanos. . favorecer a cada
grupo cultural con las características culturales de los otros grupos. . ayudar a los alumnos a
interesarse por los estilos de vida de otros pueblos. . iniciar en actitudes y destrezas intelectua-
~ 109 ~
les, sociales y emocionales que permitan al estudiante situarse adecuadamente en una sociedad
multicultural ( Margarita Bartolomé, 1997, p. 54).
Una definición que abarca toda la riqueza de lo que puede llegar a ser la educación
intercultural la encontramos en Aguado (1998). La educación intercultural es «un enfoque
educativo basado en el respeto y valoración de la diversidad cultural, dirigido a todos y cada
uno de los miembros de la sociedad en su conjunto, que propone un modelo de intervención,
formal e informal, holístico, integrado, configurador de todas las dimensiones del proceso
educativo en orden a lograr la igualdad de oportunidades/resultados, la superación del racismo
en sus diversas manifestaciones, la comunicación y competencia interculturales» (p. 40).
La educación intercultural y sus acciones hay que verlas como lo que son: «un enrique-
cimiento del horizonte cultural de los profesores y de los alumnos, nativos y foráneos; un reto
para el ejercicio de la tolerancia, la comprensión y la solidaridad; un cauce de relaciones
pacíficas y relajadas» (ibid. p. 10).
La educación se encuentra de manera natural con la diversidad entre los sujetos y entre los
grupos sociales. La diversidad existe. La educación se topa con la diversidad como un dato de
la realidad. «Lo intercultural implica un intercambio entre las partes, una comunicación com-
prensiva entre identidades que se reconocen como diversas entre sí, desembocando en un mutuo
enriquecimiento y valoración» (Arco Bravo, 1998, p. 197). La interculturalidad o convivencia
entre personas de diferentes orígenes culturales es un reto que tenemos que afrontar tanto
~ 110 ~
nosotros como los inmigrantes. Nosotros, porque abre nuestro universo cultural y social a
nuevas presencias cercanas y cotidianas; ellos, porque les requiere un esfuerzo de comprensión
y adaptación a un nuevo conjunto social aparentemente coherente.
Y este intercambio entre las partes, esta comunicación es todo lo grande que ofrece la
cultura propia y la cultura del otro. Y entendemos por cultura «todo lo que se le ocurre a la
inteligencia para humanizar la realidad. Es el conjunto de nuestros inventos materiales, menta-
les, simbólicos, económicos. Las costumbres, los modos de hacer el amor, de convivir o pelear-
se, de armar conflictos o de solventarlos, son partes tan importantes de la cultura como la
pintura, la literatura, la ciencia o el deporte.( J. A. Marina, El Semanal, nº 689, 2001).
El curriculum que se ofrezca en un centro debe tener en cuenta los criterios epistemológi-
cos, sociológicos y pedagógicos actuales fruto de una reflexión previa, según la oportunidad y
el principio de calidad sobre la cantidad y no fruto de intuiciones o posibilidades azarosas (
Jordán, 1996, p. 37).
Será el enfoque de transformación y el enfoque de acción social sobre los que haya que
insistir más a través del Proyecto Curricular de Centro. Un poema de R. Kipling dice más o
menos así: «seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé. Sus nombres son: CÓMO,
DÓNDE,CUÁNDO, QUÉ, QUIÉN y POR QUÉ». Si aplicamos esto al documento de naturaleza
técnico-didáctica donde pueden plantearse las alternativas diversas en los distintos elementos
que constituyen el curriculum: objetivos generales, áreas curriculares, contenidos, criterios de
evaluación y metodología y somos capaces de responder a estas preguntas, podremos acercar-
nos a entender la segunda tendencia actual en la relación de la educación intercultural y el
curriculum.
~ 111 ~
El éxito de la educación intercultural dependerá de la actuación sobre el curriculum a
desarrollar en el proceso educativo. «No se trata de buscar el mejor modelo individual para las
personas diferentes, sino que toda la cultura de la escuela se ha de preñar de diversidad. No es
cuestión de buscar adaptaciones curriculares, sino otro curriculum que comprenda la diversi-
dad. (López Melero, 1998, p. ).
Dentro de esta línea Zabalza (1992) concreta y define los aspectos de este Curriculum: .
definir un curriculum que desarrolle una actitud positiva hacia la diversidad, un espíritu inter-
nacionalista e interculturalista. . implicación de los diversos agentes sociales y de toda la
comunidad educativa en la definición de programas de Educación Intercultural. . vinculación
del tema intercultural con los restantes áreas de aprendizaje: interdisciplinariedad y
transversalidad (p. 198).
~ 112 ~
3.- Educación intercultural y profesorado
La tercera tendencia y un parámetro clave sobre el que hay que actuar para asegurar el
éxito de una educación intercultural es el profesor, «cuya formación, actitudes, conocimientos,
compromiso pedagógico, etc. son variables a tener en cuenta para poder plantear con las sufi-
cientes garantías la educación intercultural ( Arco Bravo, 1998, p. 199).
Los fenómenos culturales no pueden ser abordados como si fueran fenómenos fijos o
cerrados o tecnológicos. No son un motor o un ordenador. Son fenómenos que son y suceden
en las personas. Ni las escuelas, ni los profesores son lugares neutrales ni pueden adoptar
posturas neutrales. No existe el profesional aséptico y menos en el ámbito educativo. Trabajar
con una pedagogía o con otra puede tener consecuencias decisivas a favor o en contra de las
personas y de la práctica intercultural.
También, los profesores pueden favorecer la integración escolar del alumno culturalmente
distinto a través de la pedagogía del reconocimiento y de la pedagogía de la profesionalidad
(Jordán, 2000).
~ 113 ~
La práctica de la pedagogía del reconocimiento versa sobre el reconocimiento de la perso-
na y de la cultura de cada uno de los alumnos. «La escuela ha de integrar a estos niños en la
cultura en que viven ahora, y debe enseñársela; pero sin olvidar que tienen una cultura propia
y que no ha de ser anulada. Cuando alguien siente rechazo hacia lo propio difícilmente se puede
integrar en lo ajeno» ( p. 74). ¿Cómo un profesor manifiesta Reconocimiento? Cuando no cae
en un trato igualitario simple; cuando no etiqueta. La pedagogía del Reconocimiento requiere
una nueva mirada sobre cada alumno, sobre sus posibilidades y capacidades personales, econó-
micas, sociales.
Ser demócrata es admitir que, más allá de todas las diferencias de raza, de cultura, de
profesión, de sexo o de edad, todos los hombres participan igualmente de la humanidad, de la
naturaleza humana y hacia ellos hay que acercarse con fraternidad. Es un texto de Jean Lacroix,
(1992). Igualmente podemos recordar el verso de Rimbaud «Yo es Otro». Y a Holderlin, «Nadie
sin alas puede conocer al Más Próximo». (Ver Sáez Alonso, 1992, p. 280).
Los alumnos inmigrantes, a la vez que aprenden matemáticas o geografía, se dan cuenta
de la valoración/indiferencia que se les tiene, la aceptación o rechazo, y la equidad e injus-
ticia con que se les trata en el aula y en la vida diaria. También los alumnos autóctonos se dan
cuenta de la calidad de las relaciones del profesor con los alumnos, con todos los alumnos y
de la autenticidad del profesor. «La integración o la segregación de los alumnos minoritarios
dependen en gran parte -en una gran parte- de que el profesorado tome conciencia de la
magnitud de su influencia en su alumnado, como persona y como profesional, con sus valores
y sus actitudes, con su serio compromiso en la educación de los alumnos minoritarios» (
Jordán, 2000, p. 81).
~ 114 ~
valores comunes, hacen posible la convivencia intercultural. Y la escuela ocupa un lugar pre-
ferente, apostando por la centralidad de cada ser humano; la aceptación de las diferencias como
factor de maduración y el cultivo metodológico del diálogo.
Fuente: Intercultur@net
~ 115 ~
Propuestas
para el abordaje
de la convivencia
escolar
Un punto de partida: los adultos en práctica diversos medios que permitan pre-
como modelos de convivencia venir situaciones de violencia, de conflicto,
etc., para que a partir del diálogo, de la pala-
Comencemos a desarrollar algunas con- bra, de la consideración del otro, puedan en-
sideraciones pedagógicas y didácticas que nos contrarse soluciones.
permitan construir herramientas para abordar
la convivencia en la escuela. Si existe un espacio de participación
para todos los actores institucionales se
Hemos desarrollado aspectos conceptua- pueden lograr los objetivos sobre una con-
les que constituyen la base sobre la cual apo- vivencia para todos. La construcción demo-
yar prácticas institucionales y áulicas tendien- crática y la participación se vuelven centra-
tes a promover una convivencia entre los acto- les en el marco de la construcción ciudada-
res que asisten a la escuela. na. De alguna manera el hecho de que los
adultos actúen democrática y colectivamen-
En este sentido, los docentes tienen una te en las decisiones, instala un modelo de
función esencial como adultos en su responsa- acción para los niños y los jóvenes de la
bilidad generacional respecto de los niños, sociedad actual.
adolescentes y jóvenes que hoy son educados
hacia el interior de las escuelas. Educar en la ciudadanía implica dejar
pasar en la escuela la reflexión sobre la justi-
Por otro lado resulta importante avanzar cia, la igualdad, la tolerancia, la colaboración,
en una toma de conciencia por parte de la co- la cooperación, etc. Y éstas se vuelven sólo
munidad educativa que lleve a diseñar y poner palabras si no generamos situaciones didácti-
~ 116 ~
cas que se reflejen en hechos concretos y co- fica para los adultos dar cuenta de que es po-
tidianos hacia el interior de la escuela. No sible convivir amónicamente. Una afirmación
basta con un cartel, con una cartelera, con un difícil en una sociedad donde lo cotidiano es
slogan si esos discursos no se vuelven reali- la violencia, la inseguridad respecto del otro,
dad en las prácticas escolares. el miedo…
Hoy, sin dudas, trabajar para la convi- escuela toda esta realidad social compleja.
vencia y la no violencia pone a los adultos en Dejarla entrar para verla, analizarla, reflexio-
la situación de tener que dejar entrar en la narla y así poder empezar –por algún lado- a
~ 117 ~
entender que el cambio sólo será posible a El punto de partida es no ejercer violen-
partir de la decisión y participación de todos cia con las actitudes entre adultos para mos-
los actores sociales. trar que es posible vivir desde otros paráme-
tros la relación con los otros.
Los niños y los jóvenes son aquellos que
tienen en sus manos la posibilidad de que el Y esto no significa no dar lugar al con-
futuro sea diferente… flicto. No, porque el conflicto es propio de la
situación humana. Sino poder dar cuenta que
ante el conflicto la respuesta no es la violen-
Empezar por no ejercer violencia cia, sino la palabra, el acuerdo, el respeto.
hacia el interior de la escuela
Pensemos algunas claves pedagógicas
Muchas son las situaciones escolares que que permitan diseñar situaciones didácticas
–históricamente– se han vuelto prácticas cu- para el aula y para la escuela:
rriculares ocultas:
~ 118 ~
Normas que no permiten más que hacer ¿Por qué? Porque hay veces que no es
caso sumiso sin posibilidad de discutir o po- posible “trabajar en silencio”, cuando los
ner a dialogar una pauta para convivir. estudiantes no son monjes de clausura. Son
niños, adolescentes o jóvenes que en su vida
Un conjunto de normas para convivir hablan, se comunican, se relacionan perma-
deber ser el resultado de un diálogo participa- nentemente. Entonces la pauta aquí tiene
tivo que promueva el análisis y la reflexión que plantearse desde otra posición. La es-
sobre la importancia de actuar de una manera, cuela no es un Monasterio para estar ha-
convenientemente sobre otra. ciendo silencio. Así también hay otras situa-
ciones en que es difícil controlarse para
Así, HABLAR SIN GRITAR o TRABA- “hablar sin gritar”, cuando tal vez hay una
JAR EN SILENCIO o ACATAR LAS ORDE- discusión sobre algún tema y alumnos con
NES DE LA PROFESORA, como puede leer- personalidades más dinámicas se apasionen
se en los carteles anteriores no dan cuenta de con algún debate…
un reglamento de disciplina que de un acuerdo
de “convivencia”. Veamos lo que sostiene el Cuadernillo II
“Normas de Convivencia” Renovación del
Sin dudas Mafalda ante tantas ordenes Acuerdo normativo sobre convivencia Escolar
diría en un grito… BASTA!! del Ministerio de Educación de la Nación:
~ 119 ~
Cuadernillo II
NORMAS DE CONVIVENCIA
Un ejemplo;
Reglamento de disciplina
“En esta escuela no se aceptarán los insultos o cualquier otra forma de falta de respeto entre
compañeros y/o con los docentes y autoridades escolares. (Límite)”
Para poder formular un AEC necesitamos, en consecuencia, ponernos de acuerdo entre todos sobre
los valores que deseamos aprender juntos. Es decir, volver a debatir cuál es la finalidad de la
escuela. Un AEC suele comenzar con una formulación de valores y fines educativos. Puede ser que
ya estén expresados en nuestro PEI; pero, ¿los hemos sometido a debate y consenso? De todos
modos, es muy conveniente que el AEC haga referencia al Proyecto Institucional si es que contamos
con él.
Un ejemplo:
Reglamento de Disciplina
Artículo 17:“Los alumnos varones concurrirán a la escuela con el pelo cortado a dos centímetros del
cuello de la camisa. Los que usen pelo largo deberán recogérselo prolijamente.”
Acuerdo de Convivencia
Artículo 17: “Con nuestra vestimenta y nuestros modales ayudamos a que la escuela se constituya
en un lugar diferente que tiene una finalidad propia: enseñar y aprender. Se evitarán, por tanto, las
formas de vestir y los modales que dificulten la concentración en la tarea. Si fuera
necesario las autoridades escolares comunicarán orientaciones más precisas sobre la vestimenta
escolar en el marco de las normas provinciales en vigencia.”
~ 120 ~
Entonces el desarrollo de acuerdos de cuatro o cinco comportamientos que entorpe-
convivencia no es lo mismo que la imposición cen de modo sustancial el logro de las metas
de un reglamento de disciplina a cumplir… colectivas. Como hemos afirmado antes, el
centro ya dispone de un marco normativo
“Cualquier grupo social crea reglas de com- amplio al que se puede recurrir en cualquier
portamiento para favorecer el logro de sus momento. El esfuerzo de la clase debe cen-
metas más distintivas. En la familia, en una trarse en las cuatro o cinco circunstancias
empresa, en un hospital, en cualquier grupo más perturbadoras para el grupo. Por otro
existen normas que tienen como objetivo lado, una vez que se ha llegado a un acuerdo
afianzar la cohesión del grupo y favorecer el y se han identificado los comportamientos
logro de sus metas. Esas reglas compartidas inadecuados, se establecen de manera clara y
ayudan a predecir y anticipar lo que cada sencilla las normas que los van a regular. Al
miembro del grupo espera de los demás y, explicitarlas no caben ambigüedades. Cual-
aunque tiende a considerarse como un recur- quier norma que pueda ser interpretada de
so punitivo, pueden ser más un recurso de diferentes maneras será una causa potencial
cohesión que de exclusión. Si los individuos de conflicto. También es importante que se
de un colectivo son protagonistas de su desa- establezcan en positivo, que especifiquen el
rrollo, las normas pueden fortalecer sus vín- comportamiento deseable que todos debe-
culos y su identificación con el propio grupo. mos esperar de los demás. Desde una pers-
Además, como hemos afirmado antes, aun- pectiva psicológica y comportamental no es
que no previenen de manera absoluta los equivalente estipular, por ejemplo, que no se
conflictos, sí pueden ayudar a aliviarlos. Hay puede hablar cuando otro compañero o com-
que desarrollar actividades que ayuden a pre- pañera y cuando el profesor o la profesora
cisar los problemas concretos y cotidianos del tienen la palabra que afirmar que debemos
grupo. El colectivo detecta y anota las cir- estar atentos a lo que dicen. La prohibición
cunstancias conflictivas habituales y se dota de hablar no garantiza que se vaya a prestar
de normas específicas para abordarlas de atención.”1
manera eficaz y positiva. Generalmente, las
situaciones que generan desencuentros están Antes de continuar abordando situacio-
relacionadas, por ejemplo, con la higiene y la nes didácticas enmarquemos la cuestión de las
salud, la realización de las tareas académicas, normas en los conceptos de aprendizaje co-
las intervenciones durante las clases y el operativo…
aprovechamiento de las explicaciones, el
modo en que nos dirigimos a los demás, etc. Diríjase al anexo bibliográfico y realice
El objetivo de estas actividades no es hacer la lectura de los textos seleccionados sobre la
un inventario inabordable de problemas o temática del Aprendizaje Cooperativo. Luego
comportamientos inadecuados sino aliviar los lleve a cabo las siguientes actividades…
1
Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Dirección General de Participación y Solidaridad en la
Educación. Material para la mejora de la convivencia escolar.
~ 121 ~
ACTIVIDAD 9
Enumere cinco características que debe reunir un equipo de trabajo
para considerarse cooperativo.
~ 122 ~
Hacia la construcción de un plan • Concientizar a todos los actores de la
de convivencia escolar comunidad educativa acerca del valor
de la convivencia escolar y de la cons-
Siguiendo con el desarrollo que venía- trucción colectiva de procedimientos
mos realizando, vamos a plantear algunos pa- para lograrla.
sos para el diseño de un plan de convencía
escolar. • Propiciar instrumentos y recursos para
el promover acciones solidarias que
En principio resultara importante que la respeten el diálogo y la comprensión
intencionalidad de la enseñanza centrada en la como puntos de partida.
convivencia se constituya un aspecto del Pro-
yecto Institucional de cada escuela. Aspecto • Promover la detección y el seguimien-
que permitirá que no sea una cuestión de po- tos de situaciones conflictivas en pos a
cos o algunos, sino de todos… resolver las problemáticas en torno a
la convivencia escolar.
Un acuerdo institucional de convivencia
es un documento que da cuenta de los modos • Favorecer actitudes de apertura ante la
en que una institución acuerda para interac- diferencia y la diversidad que eviten
tuar y vincularse frente a diversas situaciones situaciones de discriminación de las
o conflictos. personas.
Podríamos ejemplificar citando posibles Entre los aspectos que deben considerar-
objetivos: se, destacamos:
~ 123 ~
• El diagnóstico de estado actual de la Mediación y conflicto
convivencia escolar.
El conflicto es algo inevitable en cual-
• Las normas prescriptas a nivel juris- quier ámbito en el que se relacionan personas,
diccional, esto es, deberes, derechos y y mucho más en un centro educativo. “La vida
obligaciones de los estudiantes, los está llena de conflictos. En cierta manera, la
docentes y las familias. vida es conflicto. Una buena empresa no es una
empresa sin conflictos y una buena casa no es
• La organización de una comisión para una casa sin conflictos, sino que son la empre-
la construcción de acuerdos desde la sa o la casa donde se resuelven bien los con-
representación de todos los actores. flictos” (SEGURA 2005). El conflicto no es
algo que se pueda erradicar. Tenemos que habi-
• El desarrollo de herramientas y estra- tuarnos a su presencia y transformarlo en un
tegias que conformen los procedimien- elemento educativo más. El conflicto puede ser
tos para abordar las situaciones que se una ocasión para aprender, para madurar, para
presenten. crecer como personas. “Maduramos resolvien-
do bien los conflictos y nos amargamos resol-
• La forma en que se socializaran los viéndolos mal” (SEGURA 2005). En la media-
acuerdos a todos los actores. ción los conflictos se consideran oportunidades
de transformación, de tal forma que el proceso
• La modalidad de registro de las accio- puesto en marcha al abordarlos suponga una
nes desarrolladas para un buen segui- posibilidad de maduración y progreso de las
miento de los resultados. partes a la vez que una mejora en la conviven-
cia del centro. Habituados a la dinámica de
• Los tiempos de evaluación del acuerdo ganadores y perdedores ante un conflicto, la
para su mejora y ajuste, etc. mediación brinda la oportunidad de que ambas
partes se sientan ganadoras al ofrecerles la
Una cuestión que es necesaria destacar oportunidad de buscar en común un acuerdo
es la vinculación entre las prácticas y decisio- que satisfaga a las dos partes. Frente a la forma
nes institucionales y su correlato con los suce- habitual de abordar los conflictos, a partir casi
sos hacia el interior de las aulas. exclusivamente de las posturas de las dos par-
tes contendientes, en la mediación se van a te-
La coherencia pedagógica entre lo insti- ner muy en cuenta los intereses y las necesida-
tucional y lo áulico también instala un modelo des y van a jugar un papel primordial los valo-
de acción respecto a la participación, lo colec- res, principios y sentimientos. La empatía, el
tivo, lo democrático. ponerse en el lugar del otro, facilita un acerca-
miento en el que ambas partes van a descubrir
Analicemos a continuación la importan- aspectos de su forma de actuar hasta ahora des-
cia de la mediación para la resolución de con- conocidos, lo que va a facilitar la búsqueda de
flictos: una solución consensuada, estable y eficiente.
La forma en que se comunican las partes es
también un dato muy importante en el proceso
de tratamiento del conflicto. En realidad, todo
~ 124 ~
el esfuerzo de los mediadores va a centrase en alguna. Es difícil que en un centro educativo
conseguir que las partes se comuniquen ade- se produzca la iniciativa de que dos alumnos
cuadamente, es decir, se escuchen, respeten el se encuentren para dialogar sobre su conflicto
turno de palabra, no se ataquen, en definitiva, y que puedan comprenderse, se disculpen, se
conseguir que practiquen las habilidades del perdonen, y se comprometan con una solución
buen comunicador: la escucha activa y los que los integre. En el modelo integrado trata
mensajes en primera persona. de combinar las ventajas de las dos modalida-
des anteriores, corrigiendo sus limitaciones.
Es integrado en un triple sentido:
Modelos de resolución de conflictos
• Integrado en la medida en que supera
Ante los conflictos de convivencia que se las debilidades y limitaciones de los
producen en los centros educativos existen tres dos anteriores.
modelos de intervención: el punitivo, el
relacional y el integrado. Se entiende por mo- • Integrado en las actividades de ense-
delo de gestión de la convivencia “el conjunto ñanza-aprendizaje: aprender a convi-
de planteamientos educativos que tratan de vir no implica sólo la gestión de la
guiar las actuaciones concretas que se adoptan convivencia, significa adoptar decisio-
desde una perspectiva de centro”. (TORREGO, nes de carácter preventivo en el núcleo
2003). Nunca se dan modelos en estilo puro. de los procesos de enseñanza para que
En la mayoría de las situaciones coexisten en estos sean más significativos y permi-
los centros elementos de los tres modelos. De tan mayores cotas de éxito para todos.
una manera muy esquemática podríamos carac-
terizar a los tres modelos de la forma siguiente: • Integrado en la cultura organizativa
Modelo punitivo: ante una falta se impone del centro.
una sanción de acuerdo con las normas del cen-
tro. Se basa en la hipótesis de que la sanción El modelo integrado actúa en tres pla-
disuada al infractor y a los otros, evitando la nos: la inserción del equipo de mediación y
repetición futura de la falta. Responde a un tratamiento de conflictos en la estructura del
concepto retributivo de la justicia, la persona centro; la elaboración democrática de las
repara el daño a través del castigo. El poder de normas y la creación en el centro de un “mar-
resolución se asigna a un tercero, a quien co- co protector” que supone: 1) cambios en el
rresponde establecer la sanción: consejo esco- currículo escolar; 2) la colaboración de las
lar, director, etc. Se trata, posiblemente, del familias ; 3) revisión del clima y de las inte-
modelo más utilizado en los centros. racciones del aula; 4) el diseño y desarrollo
Modelo relacional: Se centra en la reso- de medidas organizativas directamente rela-
lución del conflicto a través de la relación di- cionadas con la mejora de convivencia y 4)
recta entre las partes involucradas en el mis- la adopción de medidas que afronten la in-
mo. Consiste en la búsqueda de una solución a fluencia del contexto social cercano del
través del diálogo por propia iniciativa entre alumnado. Las ventajas del modelo integrado
las partes. Son las propias personas implica- radican en que hay una auténtica reparación
das en el conflicto los agentes de su resolu- de los daños en la medida en que favorece
ción, sin que al centro corresponda función una reparación directa a la víctima y una li-
~ 125 ~
beración de la culpa al agresor. La víctima das se cierran, las relaciones se sanean y
recibe la atención del profesor, de sus com- mejora la convivencia. Y todo ello ocurre
pañeros, de los alumnos ayudantes y del pro- bajo la autoridad democrática del centro edu-
pio grupo. Por otra parte, el encuentro y el cativo que interviene en el proceso. Además
diálogo facilitan la reconciliación entre los se favorece una moral autónoma en la medi-
protagonistas. Dedica una atención especial da en que las partes son protagonistas en la
a la mejora de la relación. Y por último, la regulación de sus relaciones.
resolución se propicia porque el conflicto es
abordado en profundidad. Los conflictos MEDIACIÓN Y RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS:
subyacentes pueden ser resueltos (de intere- EL MODELO INTEGRADO
ses, necesidades, valores o de relación). Se Lola Caramés, Lucía Caramés, Manuela Vera y Juan
José Ordóñez.
tratan las causas y no los síntomas. Las heri- En http://eoepsabi.educa.aragon.es/
ACTIVIDAD 10
Realice la lectura (en el anexo bibliográfico) de la entrevista a la espe-
cialista Ángeles Luengo en la revista CUADERNOS DE PEDAGO-
GÍA. Nº 402 JUNIO 2010 y responda:
a) ¿Qué importancia tiene la prevención en la búsqueda de resolución
de conflictos?
~ 126 ~
b) ¿Qué referencia hace Luengo a los Planes de convivencia?
~ 127 ~
A continuación presentamos una guía de recursos web con herramientas didácticas para
ser utilizadas en su práctica docente. Visite cada uno de estos links para poder seleccionar y
pensar en qué situaciones escolares podría aplicarlas:
a) Convivencia y Respeto
http://www.youtube.com/watch?v=LqrbwNd8bAo
http://www.youtube.com/watch?v=u5651tdwyXo
c) Equipos de trabajo
http://www.youtube.com/watch?v=dhvv88Z7SaMd
f) Mediación escolar
http://www.youtube.com/watch?v=QYALALwvnTo
http://www.youtube.com/watch?v=jXMmTaH6xUI
g) Discriminación
http://www.youtube.com/watch?v=2J3QWNN3Wq4
h) Embarazo adolescente
http://www.youtube.com/watch?v=TpOhyAE5T00
~ 128 ~
Pagina web sobre dinámicas grupales
www.ctv.es/USERS/avicent/Juegos_paz/
Juegos de presentación - Juegos de conocimiento
Juegos de afirmación - Juegos de confianza
Juegos de comunicación - Juegos de cooperación
Juegos de resolución de conflictos - Juegos de distensión
Juegos de paracaídas
https://pazuela.files.wordpress.com/2012/04/12-02-dinc3a1micas-generales-para-la-
regulacic3b3n-dee280a6.pdf
Dinámicas para niños y adolescentes de 2 a 14 años
https://pazuela.files.wordpress.com/2012/04/12-16-actividades-de-autoestima.pdf
Para trabajar la autoestima
http://www.infancia-misionera.com/dinamicas.htm
Dinámicas de presentación - Dinámicas formativas
Dinámicas para aprender jugando - Dinámicas recreativas
Dinámicas infantiles - Dinámicas de animación
Dinámicas variadas
Dinámicas de memorización y fluidez verbal
Juegos para niños - Dinámicas teatrales
Dinámicas de reflexión - Dinámicas de conocimiento
Acoso escolar
http://convivencia.wordpress.com/category/2-protocolos/p-acoso-maltrato/
~ 129 ~
Material para tutores
http://convivencia.files.wordpress.com/2012/02/tutoria_personal_iesportadaalta-13p.pdf
http://www.edualter.org/index.htm
ACTIVIDAD 11
Selecciones dos recursos por cada categoría y explicite ante qué situa-
ciones escolares podría utilizarlos didácticamente.
~ 130 ~
~ 131 ~
ANEXO BIBLIOGRAFICO
~ 132 ~
~ 133 ~
Aprendizaje cooperativo
En este apartado intentaremos responder a una serie de cuestiones que pueden ayudar a
comprender mejor la importancia del aprendizaje cooperativo. Para hacerlo nos basaremos en
reflexiones realizadas a partir de investigaciones sobre el aprendizaje cooperativo que han
tenido lugar fundamentalmente en la década de los ochenta y que, últimamente, han aumentado
de forma vertiginosa. Intentaremos hacer una descripción sencilla de las conclusiones de dichas
investigaciones que aclare los fundamentos en los que se inscribe este tipo de aprendizaje.
Conclusiones que en alguna medida, puesto que están elaboradas siguiendo experiencias de
aula, pueden darnos mayor luz sobre el particular..
Aprender con otros cooperando, pero ¿realmente aprendemos mejor? o, planteado de otro
modo, ¿la estructura del aprendizaje cooperativo ayuda y favorece el aprendizaje?
¿Basta poner juntos a un grupo de alumnos/as o hay que hacer algo más?, entonces ¿qué
condiciones debe tener el aprendizaje para que sea cooperativo?
Dentro del grupo, la diversidad de intereses, conocimientos, procedencias, etc. ¿es una reali-
dad que soportar o un elemento necesario para el progreso de todos?, y al final... ¿qué
aprenden los alumnos/as cooperando?
~ 134 ~
2.1. Estructura de las actividades
Empecemos por la primera pregunta. Cuando entramos al aula podemos adoptar (expuesto
de forma esquemática) tres formas de organizar a los alumnos para realizar las actividades o
experiencias programadas. A estas formas de organizarlos llamaremos estructura de la activi-
dad, a saber:
Los tres tipos de estructura de aprendizaje descritos son modelos que ejemplifican formas
de organizar las actividades de enseñanza/aprendizaje en el aula. Pero, no todas las actividades
responden a una sola estructura, ni lo hacen de forma tan clara como la que se ha explicado.
Ello no quita para que puedan valorarse según el modelo (competitivo, individualizado o co-
operativo) que prioritariamente desarrollan. Todas ellas están pensadas para posibilitar un
mejor aprendizaje en los alumnos y alumnas. Son estructuras que adoptan las actividadades de
enseñanza/ aprendizaje para que los alumnos/as aprendan más y mejor.
Ello nos lleva a recordar brevemente la forma en que se aprende. Como sabemos, aprender
implica relacionar aquello que se conoce con aquello que se desconoce. Lo que se desconoce
no se puede desconocer completamente, «lo nuevo » no puede ser totalmente nuevo tiene que
haber «algo» en el sujeto, o mejor, en la estructura cognoscitiva del sujeto, que lo reconozca en
parte pero que, en otra parte, no esté de acuerdo o entre en colisión para que movilice al sujeto
~ 135 ~
en la búsqueda del equilibrio, en el aprender. Se tiene que dar un conflicto entre «lo que se
sabe» y lo que se propone «como nuevo». Es lo que se llama conflicto cognitivo y está consi-
derado como condición sin la cual no se produce verdadero aprendizaje, «no se construyen
nuevos conocimientos». Se puede aprender de forma mecánica o memorística pero, en este
caso, más que aprender estaríamos hablando de reproducir. Para poder reproducir sin aprender
la práctica pedagógica más efectiva sería la repetición: a mayor número de veces que se repita,
mayor probabilidad de recordarlo, pero si se deja de repetir, de practicar la repetición, el
recuerdo se extingue, se olvida ese contenido.
De acuerdo a esa importancia del conflicto cognitivo para construir aprendizajes podre-
mos entender mejor la estructura del aprendizaje cooperativo. El organizar las actividades de
forma que los alumnos/as cooperen para solucionar la tarea posibilita el que esos procesos
descritos en el párrafo anterior (esa colisión entre lo que se sabe, los conocimientos previos que
se tienen y lo nuevo) se compartan en el seno del grupo cuando sus componentes explican o
defienden sus puntos de vista, propuestas de solución, hipótesis, etc.
El conflicto socio-cognitivo
Se puede explicar el proceso como sigue: Se propone una tarea para resolver en grupo.
Ante la información manejada se produce un contraste con esa parte de información que tiene
cada sujeto (lo que sabe) y aquello que le falta (lo que desconoce) provocándose el conflicto
aludido.
Todos estos conflictos cognitivos se ponen en evidencia en el grupo y también las propues-
tas o tentativas de solución (en las experiencias presentadas en la segunda fase, esta suma de
conflictos se evidencia claramente) pasando de ser un conflicto cognitivo –individual— a ser
un conflicto socio-cognitivo –grupal–.
Pero para que exista conflicto en el grupo debe darse un nivel de competencia diferente,
debe darse un nivel de heterogeneidad, diversidad o como queramos llamarle, ya que de lo
contrario, si es un grupo muy homogéneo en relación a la tarea probablemente tampoco se
darán propuestas diferentes, de un nivel de elaboración distinto para que exijan a los que las
proponen justificarlas ante sus compañeros. Estamos respondiendo a una de las preguntas que
nos planteábamos al principio, si no hay competencias diferentes ese conflicto, con todo lo que
supone de uso posterior de estrategias para resolverlo, no aparecerá.
Por otra parte todo esto posibilita que se desarrollen habilidades comunicativas (respeto de
turnos, escuchar, entender, preguntar...) para hacer posible el trabajo en grupo.
~ 136 ~
SÍNTESIS
Para ello
• Planifica la actividad. • Sabe cual es su pun- • Donde tiene lugar el • Resuelve la tarea.
to de partida. aprendizaje coopera-
• Interviene según lo tivo. • Condiciona el éxito
que observa. • Es consciente de su individual al éxito del
progreso. • Proporciona tareas grupo.
• Propone actividades, para cooperar.
experiencias o tareas • Identifica la ayuda • Facilita el aprendizaje
abiertas. del grupo en su me- • Muestra los resulta- de todos sus miem-
jora. dos de la coopera- bros.
• Garantiza un trabajo ción.
individual previo al
trabajo en grupo.
~ 137 ~
INTRODUCCIÓN AL APRENENDIZAJE
COOPERATIVO
Pere Pujolàs Maset*
Septiembre de 2009
(...)
Después forman equipos de cuatro o cinco, ponen en común las ventajas que cada uno
había encontrado y añaden a su lista inicial alguna ventaja que ha dicho algún otro compañero
o compañera y que ellos no habían considerado.
A continuación, los distintos equipos ponen en común las ventajas que han encontrado
entre todo el equipo, y aún pueden añadir a su lista alguna ventaja que un equipo ha encontrado
y el suyo no.
Si comparan la primera lista con la tercera, verán que entre todos han sido capaces de
encontrar más ventajas que no habían encontrado individualmente. Y si no la habían apuntado
antes, pueden añadir esta última ventaja: el trabajo en equipo genera más ideas que el trabajo
individual...
~ 138 ~
3.5 Actividades para preparar y sensibilizar al alumnado para trabajar de forma
cooperativa
Mundo de colores14
Seguidamente, ya pueden abrir los ojos y se les dice que tienen dos minutos para agrupar-
se, sin decir nada.
El tutor, o alguno de los participantes, observa cómo lo hacen, y qué pasa con el que lleva
la pegatina diferente...
Después hablan sobre lo que ha pasado, cómo lo han hecho, cómo se han sentido...
Generalmente los equipos de aprendizaje cooperativo están formados por cuatro alumnos,
máximo cinco. La composición de los equipos debe ser heterogénea (en género, etnia, intereses,
capacidades, motivación, rendimiento...). En cierto modo, cada equipo debe reproducir las
características del grupo clase. En cuanto a la capacidad y rendimiento, se procura que un
alumno tenga un rendimiento-capacidad alto, dos alumnos, un rendimiento mediano, y otro
alumno, un rendimiento más bajo.
Para asegurar la necesaria heterogeneidad, lo más habitual es que sea el profesor el que
distribuya a los alumnos en los diferentes equipos, teniendo en cuenta, por supuesto, sus
preferencias y sus posibles incompatibilidades. Para ello puede ser útil la información obtenida
a través de un test sociométrico. Una fórmula más simple que el sociograma es preguntar a los
alumnos con qué tres compañeros les gustaría trabajar en la clase, con lo cual es posible
identificar a los alumnos menos escogidos o a los que nadie ha elegido. En este caso, hay que
pensar muy bien en qué equipo los ponemos, procurando que sea en alguno con alguien a quien
él haya escogido y que esté dispuesto –debidamente orientado por el maestro o la maestra– a
echarle una mano y ayudarlo a integrarse dentro del equipo.
14
Adaptada de http://www.edualter.org/material/euskadi/diversos.htm
~ 139 ~
Una manera habitual de proceder para formar los equipos de base es la siguiente: se
distribuyen los alumnos del grupo clase en tres columnas. En la columna de un extremo se
coloca una cuarta parte de los alumnos (tantos como equipos de cuatro alumnos queremos
formar, es decir, la cantidad que resulta de dividir por cuatro el número total de alumnos),
procurando colocar en esta columna los alumnos más capaces en todos sentidos (no solo los que
tengan un rendimiento más alto, sino también los más motivados, los más capaces de ilusionar
y animar a los demás, de «estirar» al equipo...). En la columna del otro extremo se coloca la
cuarta parte de alumnos más «necesitados» de ayuda. En la columna del centro se colocan las
dos cuartas partes restantes (la otra mitad del grupo clase). Cada equipo se forma con un
alumno de la primera columna, dos de la columna del centro y uno de la tercera columna,
procurando, además, que se dé un equilibrio en las demás variables: género, etnia, etc.
Como hemos dicho, hay que utilizar, de una manera cuanto más frecuente mejor, el apren-
dizaje cooperativo como un recurso didáctico para que los alumnos aprendan más y mejor los
contenidos escolares. Para ello debemos disponer de distintas «estructuras de la actividad
cooperativas». Recordemos lo que hemos dicho antes: una estructura de la actividad coopera-
tiva lleva a los alumnos a contar unos con otros, a colaborar, a ayudarse mutuamente a lo largo
del desarrollo de la actividad. En cambio, una estructura de la actividad competitiva, por el
contrario, conduce a que los alumnos rivalicen entre ellos por ser el primero que acaba la tarea,
o el que sabe mejor lo que el profesor les enseña, y, por lo tanto, a no ayudarse unos a otros sino
todo lo contrario, a ocultarse información, a guardar celosamente la respuesta correcta de una
cuestión, o las soluciones de un problema o la forma de resolverlo.
Las estructuras cooperativas pueden ser más simples o más complejas. Las estructuras
simples se pueden llevar a cabo a lo largo de una sesión de clase, son fáciles de aprender y de
aplicar («Apréndela hoy, aplícala mañana y utilízala toda la vida» es el eslogan utilizado por
Spencer Kagan, refiriéndose a estas estructuras). En cambio, las estructuras más complejas –
conocidas también como técnicas cooperativas– se han de aplicar en varias sesiones de clase.
Las estructuras cooperativas –tanto las simples como las complejas– en sí mismas no
~ 140 ~
tienen contenido; como su nombre indica, son solo la estructura que se aplica para trabajar unos
determinados contenidos, de cualquier área del currículo, de forma que generan la necesidad de
colaborar y ayudarse en aquellos que participan en el proceso de enseñanza y aprendizaje: una
estructura cooperativa simple, aplicada con relación a un contenido de aprendizaje de un área
determinada, constituye una actividad de aprendizaje de corta duración (se puede llevar a cabo
a lo largo de una sesión de clase): cualquiera de las que se describen en el apartado siguiente,
aplicada para trabajar unos contenidos de matemáticas, se convierte en una actividad de mate-
máticas; aplicada para trabajar unos contenidos de lengua, constituye una actividad de lengua,
etc. Asimismo, una estructura cooperativa compleja, o técnica, aplicada con relación a unos
contenidos de aprendizaje de un área determinada, constituye una macro-actividad de aprendi-
zaje que se lleva a cabo a lo largo de dos o más sesiones de clase: la técnica GI (Grupos de
Investigación) –que, en nuestro entorno, se conoce como Método de Proyectos (véase una breve
descripción de la misma más adelante, en este mismo documento)– utilizada para trabajar
contenidos de ciencias sociales, da lugar a una macro-actividad –un proyecto– del área cono-
cimiento del medio social; la misma técnica, si se aplica a contenidos de ciencias naturales, se
convierte en un proyecto de conocimiento del medio natural, etc.
1. Lectura compartida 15
En el momento de leer un texto –por ejemplo, la introducción de una unidad didáctica del
libro de texto– se puede hacer de forma compartida, en equipo. Un miembro del equipo lee el
primer párrafo. Los demás deben estar muy atentos, puesto que el que viene a continuación
(siguiendo, por ejemplo, el sentido de las agujas del reloj), después de que su compañero haya
leído el primer párrafo, deberá explicar lo que este acaba de leer, o deberá hacer un resumen,
y los otros dos deben decir si es correcto o no, si están o no de acuerdo con lo que ha dicho el
segundo. El estudiante que viene a continuación (el segundo) –el que ha hecho el resumen del
primer párrafo– leerá seguidamente el segundo párrafo, y el siguiente (el tercero) deberá hacer
un resumen del mismo, mientras que los otros dos (el cuarto y el primero) deberán decir si el
resumen es correcto o no. Y así sucesivamente, hasta que se haya leído todo el texto.
15
Estructura ideada por María Jesús Alonso, del Colegio Público Comarcal «Los Ángeles», de Miranda de Ebro
(Burgos). (M. J. Alonso y Y. Ortiz, 2005, pág. 63).
~ 141 ~
Si en el texto aparece una expresión o una palabra que nadie del equipo sabe qué significa,
ni tan solo después de haber consultado el diccionario, el portavoz del equipo lo comunica al
profesor o a la profesora y este pide a los demás equipos –que también están leyendo el mismo
texto– si hay alguien que lo sepa y les puede ayudar. Si es así, lo explica en voz alta y revela,
además, cómo han descubierto el sentido de aquella palabra o expresión.
16
2. 1-2-4
El maestro plantea una pregunta o una cuestión a toda la clase, por ejemplo, para compro-
bar hasta qué punto han entendido la explicación que acaba de hacerles. Dentro de un equipo
de base, primero cada uno (1) piensa cuál es la respuesta correcta a la pregunta que ha plantea-
do el maestro o la maestra. En segundo lugar, se ponen de dos en dos (2), intercambian sus
respuestas y las comentan, y de dos hacen una. En tercer lugar, todo el equipo (4), después de
haberse enseñado las respuestas dadas por las dos «parejas» del equipo, han de componer entre
todos la respuesta más adecuada a la pregunta que se les ha planteado.
17
3. Parada de tres minutos
18
4. Lápices al centro
El profesor o la profesora da a cada equipo una hoja con tantas preguntas o ejercicios
sobre el tema que trabajan en la clase como miembros tiene el equipo de base (generalmente
cuatro). Cada estudiante debe hacerse cargo de una pregunta o ejercicio (debe leerlo en voz
alta, debe asegurarse de que todos sus compañeros aportan información y expresan su opinión,
y comprobar que todos saben y entienden la respuesta consensuada).
16
Adaptada de www.cooperative.learning
17
Adaptada de www.cooperative.learning
18
Estructura ideada por Nadia Aguiar Baixauli, del C. R. A. «Río Aragón», de Bailo (Huesca) y María Jesús
Tallón Medrano, del CEIP «Puente Sardas», de Sabiñánigo (Huesca).
~ 142 ~
Se determina el orden de los ejercicios. Cuando un estudiante lee en voz alta «su» pregunta
o ejercicio y entre todos hablan de cómo se hace y deciden cuál es la respuesta correcta, los
lápices de todos se colocan en el centro de la mesa para indicar que en aquellos momentos solo
se puede hablar y escuchar y no se puede escribir. Cuando todos tienen claro lo que hay que
hacer o responder en aquel ejercicio, cada uno coge su lápiz y escribe o hace en su cuaderno el
ejercicio en cuestión. En este momento, no se puede hablar, solo escribir.
Esta estructura puede combinarse con la que lleva por título El Número o bien Números
iguales juntos: un alumno, cuyo número ha sido escogido al azar, debe salir delante de todos a
realizar uno de los ejercicios.
19
5. El número
El profesor o la profesora pone una tarea (responder unas preguntas, resolver unos proble-
mas, etc.) a toda la clase. Los alumnos, en su equipo de base, deben hacer la tarea, asegurándose
que todos sus miembros saben hacerla correctamente. Cada estudiante de la clase tiene un
número (por ejemplo, el que le corresponda por orden alfabético). Una vez agotado el tiempo
destinado a resolver la tarea, el profesor o la profesora extrae un número al azar de una bolsa
en la que hay tantos números como alumnos. El alumno que tiene el número que ha salido, debe
explicar delante de toda la clase la tarea que han realizado. Si lo hace correctamente, su equipo
de base obtiene una recompensa (una «estrella», un punto, etc.) que más adelante se puede
intercambiar por algún premio. En este caso, solo a un estudiante de un solo equipo puede que
le toque salir delante de todos. Si hay más tiempo, se puede escoger otro número, para que salga
otro estudiante (siempre que forme parte de otro equipo de base).
No debe confundirse, en este caso, la recompensa que se ofrece a los alumnos que se han
esforzado en realizar bien su trabajo con los premios ofrecidos en el aprendizaje competitivo.
El premio lo pueden conseguir todos los alumnos porque este no depende de que un alumno lo
haga mejor que los demás, si no de que todos aprendan a hacerlo bien, y es por ello, por su
esfuerzo, por lo que se les premia.
20
6. Números iguales juntos
El maestro asigna una tarea a los equipos y los miembros de cada equipo deciden (como
en la estructura «Lápices al centro») cómo hay que hacerla, la hacen y deben asegurarse de que
19
Estructura ideada por María Jesús Alonso, del Colegio Público Comarcal «Los Ángeles», de Miranda de Ebro
(Burgos). (M. J. Alonso y Y. Ortiz, 2005, pág. 63).
20
Adaptada de Spencer Kagan. En la página web http://www.kaganonline.com/ se encuentran una gran cantidad
de recursos para organizar la clase de forma cooperativa.
~ 143 ~
todos saben hacerla. Transcurrido el tiempo previsto, el maestro escoge al azar un número del
1 al 4 entre los cuatro miembros de un equipo de base. Los que tienen este número en cada
equipo deben salir ante los demás y realizar la tarea (hacer el problema, responder la pregunta,
resolver la cuestión, etc.). Los que lo hacen bien reciben algún tipo de recompensa (un elogio
por parte del maestro, el aplauso de todos, un «punto» para su equipo…).
En este caso (a diferencia de la estructura «El número»), un miembro de cada uno de los
equipos de base (que están formados por cuatro estudiantes) debe salir delante de todos, y todos
los equipos, por consiguiente, tienen la oportunidad de obtener una recompensa.
El profesor recoge, al azar, una libreta o cuaderno de ejercicios de un miembro del equipo,
lo corrige, y la calificación obtenida es la misma para todos los miembros del equipo (evalúa
la producción de uno (un alumno) para todos (el conjunto del equipo). Se fija en el contenido
de las respuestas (no en la forma como han sido presentadas en el cuaderno que ha utilizado
para evaluar al grupo).
El maestro asigna una tarea a los equipos de base (una lista de palabras, la redacción de un
cuento, las cosas que saben de un determinado tema para conocer sus ideas previas, una frase
que resuma una idea fundamental del texto que han leído o del tema que han estado estudiando,
etc.) y un miembro del equipo empieza a escribir su parte o su aportación en un folio «girato-
rio» y, a continuación, lo pasa al compañero de al lado siguiendo la dirección de las agujas del
reloj para que escriba su parte de la tarea en el folio, y así sucesivamente hasta que todos los
miembros del equipo han participado en la resolución de la tarea. Mientras uno escribe, los
demás miembros del equipo deben estar pendientes de ello y fijarse si lo hace bien y corregirle
si es necesario. Todo el equipo –no cada uno sólo de su parte– es responsable de lo que se ha
escrito en el “folio giratorio”.
Cada alumno puede escribir su parte con un rotulador de un determinado color (el mismo
que ha utilizado para escribir en la parte superior del folio su nombre) y así, a simple vista,
puede verse la aportación de cada uno.
Dentro de un equipo, por parejas, inician la actividad en un “folio giratorio” (una redac-
ción que la otra pareja deberá continuar, pensar un problema o plantear una pregunta que la otra
21
Adaptada de Spencer Kagan (Véase la nota anterior).
22
Aportada por el CEIP Santa Maria, de Avià (Barcelona) 23 Estructura ideada por Conchita Calvo, profesora
del IES Puig i Cadafalch, de Mataró (Barcelona).
~ 144 ~
pareja deberá resolver o responder…). Después de un tiempo determinado (por ejemplo, cinco
minutos, depende de la naturaleza de la actividad y de la edad de los niños) las dos parejas se
intercambian el “folio giratorio” y cada una debe continuar la actividad (seguir la redacción,
resolver el problema o responder la pregunta…), después de corregir formalmente (ortografía,
sintaxis…) la parte del folio escrita por la otra pareja. Y así sucesivamente el folio va “girando”
de una pareja a otra dentro de un mismo equipo.
Las parejas se van turnando a la hora de escribir en el “folio giratorio”, y mientras uno
escribe el otro está atento a cómo lo hace para asegurarse que lo hace correctamente.
11.10. La sustancia 23
Se trata de una estructura apropiada para determinar las ideas principales –lo que es
sustancial– de un texto o de un tema. El profesor o la profesora invita a cada estudiante de un
equipo de base a escribir una frase sobre una idea principal de un texto o del tema trabajado en
clase. Una vez la ha escrito, la enseña a sus compañeros de equipo y entre todos discuten si está
bien, o no, la corrigen o la matizan, etc. Si no es correcta o consideran que no se corresponde
con ninguna de las ideas principales, la descartan. Lo mismo hacen con el resto de frases-
resumen escritas por cada uno de los miembros del equipo. Se hacen tantas «rondas» como sea
necesario hasta expresar todas las ideas que ellos consideran que son más relevantes o sustan-
ciales.
Al final ordenan las frases que han confeccionado entre todos de una forma lógica y, a
partir de ahí, cada uno las copia en su cuaderno. De esta manera tienen un resumen de las
principales ideas de un texto o del tema trabajado. De todas formas, en el momento de hacer
este resumen final, cada uno en su libreta, no han de limitarse, si así lo prefieren, a copiar
literalmente las frases elaboradas previamente entre todos, sino que pueden introducir los
cambios o las frases que cada uno considere más correctas.
23
Estructura ideada por Conchita Calvo, profesora del IES Puig i Cadafalch, de Mataró (Barcelona).
24
Adaptada de Spencer Kagan (1999)
~ 145 ~
Las palabras-clave pueden ser las mismas para todos los equipos, o cada equipo de base
puede tener una lista de palabras-clave distinta. Las frases o las ideas construidas con las
palabras-clave de cada equipo, que se ponen en común, representan una síntesis de todo el tema
trabajado.
Al acabar un tema, como síntesis final cada equipo puede elaborar un mapa conceptual o
un esquema que resuma todo lo que se ha trabajado en clase sobre el tema en cuestión. El
profesor o la profesora guiará a los estudiantes a la hora de decidir entre todos qué apartados
deberán incluirse en el mapa o esquema. Dentro de cada equipo de base se repartirán las
distintas partes del mapa o esquema entre los componentes del equipo, de modo que cada
estudiante deberá traer pensado de su casa (o hará en clase de forma individual o por parejas)
la parte que le ha tocado. Después pondrán en común la parte que ha preparado cada uno,
repasarán la coherencia del mapa o del esquema que resulte y, si es necesario, lo retocarán antes
de darlo por bueno y hacer una copia para cada uno, que le servirá como material de estudio.
Si el tema lo permite, cada equipo puede hacer un resumen –en forma de mapa conceptual
o de esquema– de una parte del tema que se ha trabajado en clase. Dentro de cada equipo, se
repartirán luego la parte que les ha tocado a ellos haciendo (cada uno, o por parejas) una
subparte de la parte del tema que deben hacer en equipo. Más tarde, cada equipo de base expone
al resto de la clase “su” mapa conceptual. La suma de los mapas conceptuales de todos los
equipos de base representa una síntesis final de todo el tema estudiado.
Cada alumno del equipo escribe en un tercio de folio (con su nombre y el nombre de su
equipo) una duda que le haya surgido en el estudio de un tema determinado. A continuación,
pasados unos minutos para que todos hayan tenido tiempo de escribir su duda, la expone al
resto del su equipo, para que, si alguien puede responder su duda, lo haga. Si alguien sabe
responderla, el alumno que la tenía anota la respuesta en su cuaderno. Si nadie del equipo sabe
responder su duda, la entregan al profesor o a la profesora, el cual la coloca dentro del “saco
de dudas” del grupo clase.
En la segunda parte de la sesión, el profesor o la profesora sacan una duda del “saco de
dudas” y pide si alguien de otro equipo sabe resolverla. Si no hay nadie que lo sepa, resuelve
la duda el profesor o la profesora.
25
Adaptada de Spencer Kagan (1999) 26 Aportado por el Colegio Arrels II, de Solsona (Lleida).
26
Aportado por el Colegio Arrels II, de Solsona (Lleida).
~ 146 ~
27
14. Cadena de preguntas
Se trata de una estructura apta para repasar el tema o los temas trabajados hasta el momen-
to y preparar el examen.
Durante tres minutos aproximadamente cada equipo piensa una pregunta sobre el tema
o los temas estudiados hasta el momento, que planteará al equipo que se encuentra a su lado,
siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Se trata de preguntas sobre cuestiones funda-
mentales (que consideren que podrían salir en un examen) sobre cuestiones trabajadas en la
clase, pensadas para ayudar al resto de equipos. Pasados los tres minutos, el portavoz de un
equipo plantea la pregunta al equipo siguiente, el cual la responde, y, seguidamente, el
portavoz de este equipo hace la pregunta al equipo que viene a continuación, y así sucesiva-
mente hasta que el último equipo hace la pregunta al primer equipo que ha intervenido, al que
ha empezado la “cadena de preguntas”. Cada equipo tiene dos portavoces: uno para hacer la
pregunta que han pensado entre todos y otro para dar la respuesta que han pensado entre
todos.
Acabada la primera ronda, se dejan tres minutos más para pensar nuevas preguntas, pasa-
dos los cuales se iniciará una nueva cadena, pero en dirección contraria: cada equipo hace la
pregunta al equipo que en la primera ronda les había hecho la pregunta a ellos.
1. Rompecabezas 28
Esta técnica es especialmente útil para las áreas de conocimiento en las que los contenidos
son susceptibles de ser “fragmentados” en diferentes partes. Por ejemplo: en el área de lengua
y literatura, el estudio de cuatro autores; en el área de ciencias naturales: el estudio de cuatro
especies de animales (mamíferos, reptiles, aves, peces)…
27
Aportada por el CEIP Santa Maria, de Avià (Barcelona)
28
A. Parrilla (1992), pág. 126; G. Echeita y E. Martín (1990), págs. 63-64; A. Ovejero (1990), pág. 169; J.M.
Serrano y M.T. Calvo (1994), págs. 37-39.
~ 147 ~
• Dividimos la clase en equipos heterogéneos de 4 o 5 miembros cada uno.
• Cada miembro del equipo prepara su parte a partir de la información que le facilita el
profesor o la que él ha podido buscar.
• Después, con los integrantes de los otros equipos que han estudiado el mismo subtema,
forma un «grupo de expertos», donde intercambian la información, ahondan en los
conceptos clave, construyen esquemas y mapas conceptuales, clarifican las dudas plan-
teadas, etc.; podríamos decir que llegan a ser expertos de su sección.
Así pues, todos los alumnos se necesitan unos a otros y se ven «obligados» a cooperar,
porque cada uno de ellos dispone sólo de una pieza del rompecabezas y sus compañeros de
equipo tienen las otras, imprescindibles para culminar con éxito la tarea propuesta: el dominio
global de un tema objeto de estudio previamente fragmentado.
Es una técnica parecida a la anterior, pero más compleja. Tal como la describen Gerardo
Echeita y Elena Martín (1990), es muy parecida a la que en nuestro entorno educativo se conoce
también con el método de proyectos o trabajo por proyectos30.
Esta técnica consta de tres fases (Fase 1: búsqueda de información sobre el tema; Fase 2:
Análisis y síntesis de la información recibida; Fase 3: Presentación del tema al resto de la clase)
e implica, en su conjunto, los siguientes pasos:
• Elección y distribución de subtemas: los alumnos eligen, según sus aptitudes o intere-
ses, subtemas específicos dentro de un tema o problema general, normalmente plantea-
do por el profesor en función de la programación.
29
G. Echeita y E. Martín (1990), págs. 64-65. A. Ovejero (1990), pág. 173; A. Parrilla (1992), pág. 126; J.M.
Serrano y M.T. Calvo (1994), págs. 44-46.
30
Sobre el trabajo por proyectos puede verse Hernández y Ventura (1992).
~ 148 ~
• Planificación del estudio del subtema: los estudiantes de cada equipo y el profesor
planifican los objetivos concretos que se proponen y los procedimientos que utilizarán
para alcanzarlos, al tiempo que distribuyen las tareas a realizar (encontrar la informa-
ción, sistematizarla, resumirla, esquematizarla, etc.)
• Desarrollo del plan: los alumnos desarrollan el plan descrito. El profesor sigue el pro-
greso de cada equipo y les ofrece su ayuda.
• Presentación del trabajo: Cada equipo presenta el trabajo realizado y, una vez expuesto,
se plantean preguntas y se responde a las posibles cuestiones, dudas o ampliaciones que
puedan surgir.
La estructura de esta técnica facilita que “cada componente del grupo pueda participar y
desarrollar aquello para lo que está mejor preparado o que más le interesa” (Echeita y Martín:
1990, p. 65).
caso ha habido más trabajo individual (cada uno no sólo ha escrito una frase, sino que la
ha construido), pero tampoco es del todo cooperativa porque no ha habido interacción entre
ellos a la hora de construirla. En cambio, la estructura es mucho más cooperativa si, en cada
equipo, cada uno escribe una frase a partir de una de las palabras claves, y a continuación cada
uno presenta “su” frase a los demás miembros del equipo y entre todos la discuten, la corrigen,
la amplían, la modifican… hasta “hacérsela suya” (de todo el equipo) y después el que la había
escrito inicialmente la pasa en limpio… En este caso ha habido mucha más responsabilidad
individual (cada uno es responsable de hacer su frase y de asegurarse de que las frases de los
demás son lo más correctas posible) y ha habido también una considerable interacción entre
todos los componentes de un mismo equipo, a la hora de “discutir” cada frase hasta “hacérsela
suya”.
Cuando un maestro o una maestra ha acumulado una serie de experiencias en las que sus
alumnos y sus alumnas han realizado distintas actividades aplicando algunas de estas estructu-
ras, lo ideal es que organice de forma continuada sus unidades didácticas “encadenando”
distintas estructuras, en los distintos “momentos” de la unidad didáctica: al inicio de la misma,
durante y al final. Si se llega a esta situación, se ha transformado la estructura general de
aprendizaje en el aula: ha dejado de ser individualista o competitiva –o cada vez lo es menos–
para ser, cada vez más, una estructura cooperativa. A modo de ejemplo, proponemos en este
~ 149 ~
último apartado del documento, una propuesta de Unidad Didáctica estándar estructurada de
forma cooperativa.
Podemos convenir que la secuencia a seguir en una Unidad Didáctica estándar podría ser
la siguiente:
Veamos, a modo de ejemplo, cómo se pueden llevar a cabo estas distintas secuencias si la
actividad de la clase está organizada de forma individual o de forma cooperativa.
1. Actividad para conocer las ideas previas de los alumnos y las alumnas
Primera sesión
~ 150 ~
• En una estructura de la actividad cooperativa: Además de la participación de los alum-
nos y las alumnas se asegura la interacción entre iguales, cara a cara, aplicando la
estructura cooperativa “Lectura compartida”.
En este caso, la acción del profesor explicando los contenidos a los alumnos sería idéntica
tanto si la clase tiene una estructura de la actividad individualista, como si tiene una estructura
de la actividad cooperativa: La participación de los alumnos y las alumnas es más pasiva
(atienden lo mejor posible al profesor o a la profesora) y no hay interacción entre iguales.
Segunda sesión
• En una estructura de la actividad individualista: Los alumnos y las alumnas realizan los
ejercicios individualmente, cada uno en su mesa, e interaccionan sólo con el profesor
cuando tienen alguna duda. No hay interacción entre iguales. Para asegurarse la parti-
cipación de todos, debe salir, de forma aleatoria, algún alumno o alguna alumna a la
pizarra para realizar un ejercicio y corregirlo.
~ 151 ~
Tercera sesión
Cuarta sesión
En este caso, lógicamente, la actividad (por ejemplo, una prueba escrita para comprobar el
logro de los objetivos por parte de los estudiantes) es idéntica tanto si la clase tiene una
estructura de la actividad individualista, como si tienen una estructura de la actividad coopera-
tiva. La participación es obligatoria (todos deben hacer la prueba) y no hay interacción entre
iguales (puesto que se trata de averiguar qué ha aprendido cada estudiante).
Sin embargo, para conseguir que –antes de la evaluación final propiamente dicha– los
alumnos y las alumnas, dentro de los equipos de aprendizaje cooperativo, interactúen y se
ayuden mutuamente a aprender los contenidos que serán objeto de evaluación, puede utilizarse
alguna estructura cooperativa, como por ejemplo “El saco de dudas” o “Cadena de preguntas”,
o bien la técnica conocida con las siglas TGT.
En resumen: de las 8 secuencias que constituyen esta Unidad Didáctica estándar, con una
estructura de la actividad individualista, en ninguna se ha potenciado ni asegurado
mínimamente la interacción entre iguales cara a cara y la participación de todos los alumnos y
las alumnas es dudosa en muchas de ellas. En cambio, en una estructura de la actividad coope-
rativa, en 6 de las 8 secuencias se ha conseguido potenciar y asegurar en un grado considerable
tanto la participación de todos los alumnos y alumnas, como la interacción cara a cara entre
iguales: sólo en una parte de la segunda sesión –en la secuencia de la explicación del profesor
o de la profesora– los alumnos y las alumnas han tenido, lógicamente, una participación más
pasiva y no ha habido, mientras el profesor explicaba, también lógicamente, interacción entre
iguales, como tampoco la ha habido en la sesión de la evaluación final, ya que se trata de una
actividad individual. Así pues, si estamos convencidos –como por otra parte se afirma desde la
psicología de la educación– de la importancia de la interacción entre iguales para el aprendizaje
~ 152 ~
de los alumnos y las alumnas, deberemos potenciar la cantidad de trabajo en equipo, usando
tanto como podamos el trabajo en equipo con la utilización de estructuras y técnicas coopera-
tivas, y deberemos asegurar, tanto como nos sea posible, la calidad del trabajo en equipo
cuando usamos estas técnicas y estructuras.
~ 153 ~
María de los Ángeles Luengo Martín
“Vivimos en una sociedad que piensa más en castigar que en prevenir”
En los últimos tiempos los medios se han hecho eco de delitos graves cometidos por adolescentes.
Ello ha provocado encendidos debates que alcanzan a la propia Ley del Menor. Esta catedrática de
Psicología Clínica no cree que las cosas mejoren endureciendo la normativa. Su intensa e innovadora
experiencia en un centro de menores, y los muchos años dedicados a la investigación, la convierten
en voz autorizada. Según ella, los hechos más deleznables cometidos por menores deberían llevar-
nos a reforzar el trabajo de prevención. Es preciso intensificar una educación que prime la conviven-
cia y alcance a la familia y a la escuela.
GENA BORRAJO
Pedagoga
Su tesis sobre la reinserción choca con un sector de la sociedad que desconfía de que estos chicos
puedan reconducir sus vidas.
Es verdad que en los últimos tiempos el ambiente se ha enrarecido, pero yo sigo apostando por la
prevención porque creo que el problema hay que abordarlo desde sus inicios, incluso antes de que
se manifieste. En estos momentos existen conocimientos suficientes para saber cómo adelantarnos
a los trastornos de conducta.
~ 154 ~
En los últimos tiempos, el caso Rafita ha hecho tambalear ese optimismo del que habla.
¿Sirve la Ley del Menor o hay que cambiarla?
Lo mejor que se puede hacer con esta ley es velar por su cumplimiento, puesto que regula las
infracciones teniendo en cuenta, como principio fundamental, el interés del menor. Es una norma
progresista, que acentúa la necesidad de evaluación y tratamiento con medidas en la comunidad,
tan necesarias para reorientar a los jóvenes delincuentes. Estos son los pilares básicos en los que
se debe asentar la legislación, e insisto, todo ello ya está contemplado.
También hay que entender que los ánimos se enciendan, cuando los delitos son tan
graves.
Sí, es comprensible que así sea, pero también es verdad que vivimos en una sociedad que piensa
más en castigar que en prevenir. Como he dicho, hoy sabemos cómo actuar, por lo tanto hay que
centrar los esfuerzos en aplicar las medidas necesarias y acompañarlas de recursos suficientes. Se
trata de agotar las vías posibles antes de recurrir al ingreso en centros, pues llegado ese momento
los chicos suelen estar muy deteriorados y es más difícil su adaptación. Prevenir antes que lamentar
deber ser la idea que guíe nuestras acciones.
¿Lo que quiere decir es que no se aplican de manera adecuada las medidas disponibles?
Las cifran hablan por sí solas. Del número de jóvenes internados en centros, un 48,2% cuenta con
expedientes anteriores en el servicio de protección y tutela de menores y un 69,2 ha estado
sometido a otras medidas judiciales por la comisión de otros delitos. Luego, no parece que se haya
intervenido de manera muy eficaz en estos casos. Creo que es necesario realizar una mejor evalua-
ción de necesidades y diseñar tratamientos adecuados. Esta idea es la que ha llevado al grupo
UDIPRE (Unidad de Investigación en Prevención de Problemas de Conducta) a formalizar un conve-
nio de colaboración con la Asociación Camiña Social para elaborar un protocolo de recogida siste-
mática de información, que permite identificar a los menores con mayor riesgo, y que puede ser
utilizado, tanto para planificar el tratamiento, como para valorar periódicamente su eficacia.
Usted puso mucho empeño en rehabilitar al Jaro, cuya vida fue llevada al cine en la
película Navajeros. Aun así, con este chico la cosa no acabó muy bien.
El joven Jaro estaba envuelto en enormes dificultades por una inadaptación acumulada durante
quince años. Cuando lo acogimos, salía de la cárcel de jóvenes de Zamora y venía a un medio abierto
en el que conseguimos que permaneciera algo más de un mes.
Esto puede considerarse un éxito, si tenemos en cuenta que en los centros de menores de Madrid
nunca había resistido más de un día. Luego volvió por segunda vez, pero estuvo poco tiempo. Su
pasado fue un lastre que no fuimos capaces de modificar. Aun así, de no haber fallecido a edad tan
temprana, probablemente habría logrado cambiar e insertarse en la sociedad, donde vivió una
infancia y adolescencia marginal y desadaptada.
~ 155 ~
Desde luego muchas menos que en los centros cerrados. A veces incluso teníamos problemas con
las visitas a las familias, pues algunos preferían permanecer en el colegio que ir a sus casas.
Esto ocurría en la década de los setenta. ¿En qué han cambiado estos lugares?
Pienso que hoy tienen que hacer frente a situaciones aún más difíciles que las que afrontábamos
nosotros. Pero también es verdad que cuentan con más recursos que hace 40 años. Actualmente
tienen mucho personal educativo. En nuestros tiempos cinco educadores atendíamos a 60 menores.
Ahora son 36 para 35 chicos. En cualquier caso, si queremos que estos centros sean eficaces, han
de permanecer dentro el menor tiempo posible, porque para integrarse no pueden estar separados
de la sociedad.
Es muy conocida su buena mano con estos jóvenes. ¿Cómo consigue dar el primer paso?
Con algunos es difícil conectar, pero en general todos reaccionan bien cuando se sienten respetados
y reconocidos como personas; cuando experimentan el afecto que la vida les ha negado demasiadas
veces, y se les da protagonismo en las tareas educativas.
Esto es lo que hizo usted con otro chico de la banda del Jaro. Incluso vivió un tiempo en
su casa…
En efecto, con ese joven tuvimos paciencia y tiempo para cambiar sus modos de vida marginal. Fue
realmente un éxito. A día de hoy vive en el contexto de una familia normal, afrontando los proble-
mas propios de cualquier ciudadano.
Volvamos a la prevención. ¿Cuáles son los mínimos que debe reunir un programa para
que sea realmente preventivo, y cuándo empezar?
La prevención debe extenderse a lo largo de todo el proceso educativo y reforzarse en los periodos
especialmente críticos, con programas destinados a favorecer la comunicación y la adquisición de
habilidades para afrontar los problemas. Por otro lado, hay que desarrollar la autoconfianza y el
control emocional, promover el pensamiento crítico y la toma de decisiones de forma libre y respon-
sable, aprender estrategias no violentas en el manejo y resolución de conflictos y educar en la
tolerancia y la solidaridad.
~ 156 ~
Cuando las conductas antisociales se cuelan en Lograr el enganche
los centros ordinarios, el profesorado se queja de afectivo
lo difícil que les resulta reconducirlas ¿Falta una Es lo que busca esta catedrática de Psicología de
mayor coordinación interdisciplinar? la Universidad de Santiago de Compostela cuan-
do trabaja con jóvenes delincuentes. Recuperar
Sí, no cabe duda. Hay que trabajar más para lograr una
a los chicos de la marginalidad ha sido su causa
mejor coordinación de los recursos y ayudar al profeso-
a lo largo de más de 30 años. Nacida en
rado a prestar atención a los alumnos especialmente Salamanca, llega a Galicia en 1977. Su marido,
problemáticos. Parece necesario crear equipos de apoyo profesor de Secundaria, acababa de ser nombra-
externos a los centros, que tengan en cuenta los cono- do director del Centro Tutelado de Menores San-
cimientos aportados por la investigación y, quizás en to Anxo de Rábade, en Lugo. Allí ambos cambia-
rán la disciplina del castigo por un sistema en el
colaboración con la universidad, pongan en marcha y
que los internos aprenden a gestionar su liber-
evalúen programas específicos para estos casos.
tad y a asumir responsabilidades. La institución
alcanza tal fama que pronto se convierte en lu-
Los trastornos de conducta afloran a edades cada gar de destino para los casos más difíciles, llega-
vez más tempranas. ¿Qué está fallando? dos incluso desde Madrid.
Fallan los padres y a veces también la escuela, que pre- Uno de ellos fue el Jaro, un delincuente con todo
un historial de fugas, que encontrará en ese lu-
fiere castigar y expulsar en lugar de tratar el conflicto de
gar una calidez hasta entonces desconocida.
manera educativa. También falla el sistema, que presenta
Pero el embarazo de su novia lo devuelve a la
la enseñanza demasiado teórica, muy basada en los pro- calle, cae de nuevo en las drogas y poco más
gramas y apartada de la formación integral del estudiante tarde muere en un atraco, con tan sólo quince
como persona que ha de vivir en una sociedad concreta. años. “Una lástima. Con este chico me faltó
Los proyectos de prevención apenas llegan a los colegios, tiempo” –diría entonces su gran apoyo–. Hubo
más suerte con otro miembro de la misma ban-
y cuando lo hacen suele ser de manera desorganizada y
da. Éste se escapa del centro tutelado cuando
como algo testimonial y poco serio.
Ángeles y su marido cambian de destino para
vivir en Santiago. Vuelve a robar y acaba en la
¿Es posible que los grandes cambios experimen- cárcel, pero el matrimonio paga la fianza y se lo
tados por la sociedad nos hayan cogido con el lleva a casa, donde será uno más de la familia.
paso cambiado? Tiene entonces 17 años y vivirá con ellos hasta
los 23, en un ambiente de horarios, responsabi-
No creo que ese sea el problema. Hoy existen muy bue-
lidades y respeto. Así comienza a labrarse su
nos profesionales en colegios e institutos y también
futuro: consigue el Graduado Escolar y estudia
mayor conocimiento sobre estos temas. Pero es verdad mecanografía. “Cuando nos íbamos a trabajar lo
que necesitamos, más que nunca, actualizar nuestros dejábamos levantado, con deberes y algunas ta-
conocimientos y estar preparados ante los conflictos reas de la casa. También me lo llevaba con cierta
que se nos plantean cada día. frecuencia a la facultad, donde colaboraba en la
biblioteca”.
Dos experiencias, de entre las muchas vividas,
¿Los planes de convivencia pueden contribuir a
que marcarán para siempre la trayectoria profe-
mejorar la situación? sional de una profesora de universidad que un
Depende de como se lleven a cabo. Algunos centros día decidió tomar el mundo de la delincuencia
trabajan de manera coordinada, mientras que otros los juvenil y de las drogas como punto de mira en
conciben como un mero formulismo. Para que sean real- sus investigaciones. Iniciaba así una lucha con-
tra reloj que tiene como objetivo evitar el sufri-
mente eficaces se necesita mayor formación y centrar-
miento de unos jóvenes desorientados y faltos
los en la prevención de conflictos y en atender los pro-
de lo necesario. Y “para lograrlo –dice– es im-
blemas de convivencia con medidas educativas. prescindible el enganche afectivo”.
~ 157 ~
¿No cree que deberían sustentarse en una buena educación en valores?
Por supuesto. Las acciones que se lleven a cabo deben estar conectadas con la nueva materia de
Educación para la ciudadanía y abordar contenidos apoyados en los valores, los derechos humanos
y la convivencia.
Es muy frecuente que la delincuencia comparta escenario con las drogas. Hoy éstas ya
no son preocupación exclusiva de las familias, sino también de la escuela.
El tema de las drogas es muy complejo, pero también la investigación ha avanzado en este campo y
en la actualidad existen programas destinados a los alumnos y a los padres; a los centros de enseñan-
za y a las familias. Todos ellos enseñan a prevenir y afrontar la cuestión de manera adecuada.
¿No hay cierta tendencia a considerar que esta cuestión sólo la pueden resolver las
familias?
No cabe duda de que el problema afecta más a la familia que a la escuela, pero la prevención es una
tarea educativa y, por lo tanto, debe comprometer a ambas. Los datos recopilados hasta la fecha
indican que el componente escolar es eficaz en la reducción del inicio, frecuencia y progresión del
consumo de tabaco y alcohol. También tiene efectos preventivos sobre los comportamientos antiso-
ciales, y positivos sobre variables vinculadas al riesgo del consumo de drogas. Por otro lado,
nuestros trabajos nos permiten aseverar que la implicación del profesorado logra una mejor acogida
por parte de las familias participantes, y que las actitudes y conductas manifestadas por los padres
y madres muestran una tendencia al cambio positivo.
Con respecto al alcohol estamos asistiendo a un nuevo fenómeno entre los jóvenes. Me refiero al
botellón. ¿Cómo lo ve? ¿Cómo un espacio de relación o cómo una excusa para consumir?
El botellón se ha convertido en un fenómeno social. Es indudable que afecta a la conducta de un
colectivo de gente joven de nuestra sociedad. Pero aquí confluyen muchas causas. Falta información
y educación ciudadana acerca del consumo responsable de alcohol y de la aproximación a determi-
nados valores, como respeto a los demás, responsabilidad y vida sana.
~ 158 ~
Usted ha estudiado la relación entre la autoestima y el consumo de drogas en la juven-
tud. ¿Cree que habría que trabajar mejor la educación emocional en los centros educa-
tivos?
Sin duda se debería trabajar mejor la educación emocional en nuestros menores y en nuestra
juventud.
Las familias disponen cada vez de menos tiempo para estar cerca de los hijos. ¿Cree que
esta realidad influye en el aumento de conductas no deseadas en la adolescencia?
Existe una relación directa entre las conductas problemáticas y el ambiente familiar. Normalmente
un estudiante conflictivo deriva de una familia que no cumple adecuadamente con sus obligaciones
educativas.
¿Quiere lanzar un mensaje de esperanza a todas las personas interesadas en este tema?
Creo que se puede mejorar la situación actual, pero ello requiere que nos formemos cada vez mejor,
no sólo como profesionales de la educación, sino también como padres. En la medida en que todos
seamos más responsables en la formación de nuestros menores podrá existir una sociedad más
pacífica y democrática. Por lo tanto, todos debemos arrimar el hombro: instituciones políticas,
centros de enseñanza, familias y ONG…
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Algunas publicaciones
Ángeles Luengo ha publicado numerosos artículos en revistas científicas. Todos ellos en colaboración
con otros profesionales de su equipo de investigación. Éstos son algunos de los títulos:
> (1999): La prevención del consumo de drogas y la conducta antisocial en la escuela: análisis
y evaluación de un programa. Madrid: Plan Nacional sobre Drogas.
> (2002): “Prevención del consumo de drogas en la escuela: cuatro años de seguimiento de un
programa”, en Psicothema, Vol. 14, nº 4, pp. 685-692.
> (2008): “El botellón y el consumo de alcohol y otras drogas en la juventud”, en Psicothema,
Vol. 20, nº 2, pp. 211-217.
> (2009): “EmPeCemos: un programa multicomponente para la prevención indicada de los pro-
blemas de conducta y el abuso de drogas”, en Revista Española de Drogodependencias, Vol.
34, nº 4, pp.420-447.
~ 160 ~
Índice
Introducción ........................................................................................................................................................ 5
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