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OM-33-01

EL HOMBRE

LOS HERMANOS EN CENTRO DE PARIS 1943 TERRENO GIMNASIA

Cuatro conferencias del Maestro

OMRAAM MIKHAËL
AÏVANHOV
10-5-1941 EL PAPEL DEL HOMBRE
3-10-1952 LOS DIVERSOS CUERPOS
16-4-1960 LA CAIDA DEL HOMBRE
23-8-1960 LOS HOMBRES ORDINARIOS, LOS
INICIADOS, LA ENSEÑANZA

Centre
OMRAAM
Institut Solve et Coagula
Reus
www.omraam.es
Conferencia del Maestro
OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
Del 10 de Mayo de 1941

EL PAPEL DEL HOMBRE

Jesús el Christo ha dicho: « El campo es muy grande, pero los


obreros son pocos »
Debéis prepararos. Mucha gente sufre mientras que vosotros
solo os ocupáis de vosotros, de vuestra propia personalidad. En
absoluto os preocupáis cuando los otros no se sienten dichosos. Hay
muy pocos obreros, o sea personas que aceptan hacer el trabajo
necesario y que dejen de lado su personalidad. Mientras sigáis así, las
cuestiones personales no se resolverán nunca, ellas se parecen a una
pelota agujereada.

Eh aquí lo que Christo dijo de los que estaban a su alrededor.


Hoy, después de más de 2.000 años, sigue siendo todo lo mismo.
Christo decía entonces: “Prepararos, el Reino de Dios está cerca” No
obstante el Reino, aunque cerca, no ha llegado todavía a la tierra.
Entonces, es que Jesús nos engañó, o más bien quería decir algo que
no hemos entendido bien? Antes que él, otros predijeron ciertos
hechos que tampoco se han realizado. Y sin embargo Jesucristo decía
la verdad. El Maestro también a proclamado la llegada del Reino de
Dios como estando ya cerca, sin embargo yo pienso que mil, dos mil
años pasaran antes de que llegue. Ahora, esta en el corazón, en el
espíritu de los hombres que debe venir. No vendrá a la tierra hasta que
todos los seres atrasados o inferiores se hayan convertido en ser
capaces de comprender.

Para esto, debemos esperar siglos. En efecto, los seres más


groseros, los más animales, no pueden ser cambiados rápidamente. Es

por eso que cuando el Christo decía: “Prepararos, el Reino de Dios


está cerca” El se dirigía solamente a algunos que lo podían ya recibir
en ellos mismos. “Cerca” no quería decir cerca, en el espacio.
Vosotros no lo alcanzaríais caminando todavía un cierto número de
kilómetros. La manera de hablar de Jesús se parece aquí a la de ciertos
campesinos que os dicen: Este pueblo se encuentra a un buen cuarto
de hora de camino, a una pequeña media hora”. Entonces vosotros
seguís el camino y no llegáis a alcanzar el objetivo, ya que las
personas ignorantes de las distancias, prefieren engañaros a deciros
que no lo saben. Incluso sucede que a las gentes de los pueblos os
indican itinerarios absurdos, con lo que al final es preferible renunciar
a preguntar por el camino.

El Reino de Dios no está cerca, bajo un punto de vista del


tiempo. “Cerca” no significa en cinco o diez años. El Reino de Dios
debe ser entendido como un estado de consciencia. Si lo entendemos
así, fuera del tiempo y del espacio entonces si está verdaderamente
muy cerca de nosotros. Lo podemos incluso sentir inmediatamente. Se
encuentra incluso tan cerca que podemos estimar sus distancia en una
millonésima de milímetro de distancia. El Reino de Dios siendo un
estado de consciencia, no se puede decir que se encuentre encima, o
debajo o alrededor nuestro. El mas bien nos penetra enteramente, pero
sin poderlo tomar, ni captar, como así se pueden captar las ondas de
telefonía, pues el hombre no está preparado. El hombre no posee
todavía en el, los conmutadores sobre los que se pueda apoyar para así
verificar su existencia.

El Reino de Dios no está ni lejos ni cerca, pero cuando se está


preparado para sentir, captar las vibraciones del Reino de Dios, se
transforma inmediatamente en presente. Algunas veces estamos en
comunicación con él durante una millonésima parte de segundo. El
Reino de Dios, no llegara durante siglos, el ha venido, viene o vendrá,

según el estado de consciencia de los individuos. Ha venido ya para


los iniciados; viene para los discípulos; vendrá para los animales, los
seres estúpidos o los brutos. En cuanto tiempo? En algunos, quizás
miles de años sin duda, quizás todavía más. Ha venido para todos los
Maestros, para todos los que viven en el amor y la sabiduría. La
diferencia entre los que han entrado desde hace tiempo en el Reino de
Dios y los que entran ahora, es que estos últimos no pueden ni comer,
ni beber, tanto como los primeros. Se encuentran ya en el Reino, es
verdad, pero su campo de acción es reducido. Ellos no reciben todavía
muchas alegrías, ni admiraciones, ni sensaciones. Ellos comen todavía
como un pequeño pajarito, o una pequeña abeja. A pesar de todo, ellos
se encuentran también en el Reino de Dios.

Ellos, no obstante todavía no están profundamente sumergidos;


para esto es necesario que su estomago crezca a fin de que puedan
comer todavía más. Una abeja bebe algunas gotas, mientras que un
elefante no podría contentarse de la misma cantidad; el necesita sacos
de forraje. El discípulo come muy poco, todo y habiendo ya entrado
en el Reino de Dios. Más tarde, el también se convertirá en un
elefante.

La situación del discípulo en el Reino de Dios se parece a la del


hombre que ha tomado asiento en el anfiteatro de un teatro. Allí está
mal situado, pero aun así, ve también el espectáculo. El no ve ni
fácilmente, ni perfectamente, no oye tampoco muy bien, pero es igual,
el se encuentra ya en el teatro. De la misma manera vosotros os
encontráis en el anfiteatro, esto es cierto, pero ya habéis entrado en el
Reino a pesar de todo. Es mejor esta allí que fuera, es bien cierto,
verdad? Los que se encuentran en la orquesta entienden y ven mejor
que vosotros, gozan de todo, de esto no tengáis ninguna duda; pero ya
es algo el solo hecho de estar allí, aunque no oigáis, ni veáis
demasiado bien.

Imaginad que uno de vosotros se encuentra de repente en su


bolsillo un poco de dinero, el siempre puede ir a ver el acomodador y
solicitarle un sitio mejor, pues ya se encuentra dentro del teatro y así
puede hacerlo. Los hay incluso un poco listos, que lanzan una sonrisa
a la acomodadora o a la cajera y avanzan discretamente hacia la
primera fila a través de este sistema. No digo que no esté bien si sabes
hacerlo, pero es peligroso. Cuando el propietario autentico del asiento
vaya a presentarse, deberéis salir del sitio que habéis ocupado sin
autorización. Dios ha fijado un sitio para cada uno de vosotros y si
queréis tomar un sitio ya asignado para otro, os pondrán al lado,
cuando llegue su momento. Pues cada uno tiene su sitio bien
determinado. Algunos ni tan siquiera lo solicitan a la acomodadora y
tienen toda la audacia de hacerlo de sus propios atrevimientos. Ellos
se colocan en la primera fila, pero su orgullo es rápidamente rebajado,
pues en este caso incluso se les expulsa del teatro. Otros quieran
avanzar hasta la primera fila por la fuerza y sin autorización. En este
caso se va a buscar el agente responsable del servicio y deben
inmediatamente buscar el lugar que les corresponde. Como veis hay
reglas que se deben respetar.

La vida es otro tipo de Reino de los Cielos. Algunos la


consideran bien así y hasta la encuentran excelente pues la misma les
da de comer. Ellos quieren también ocupar el primer sitio. Pero un día
viene donde el destino los atrapa y les dice: “Para atrás, por favor”
Entonces están obligados a volver para atrás después de haber estado
situados en lugares superiores. Sitios millonarios. Para que esto no os
suceda, mejor que esperéis que se os ponga en un sitio mejor más
elevado. Esto se producirá si trabajáis según la sabiduría y el amor. El
amor, o sea el deseo de ver el acontecimiento de este día en donde os
encontréis en mejor disposición, y la sabiduría, el deseo de saberse
conformar a las reglas ya existentes en el Reino.

Sucede lo mismo en la familia. Sobre el plano de los principios,


el marido, debe ser como una cabeza, dar el ejemplo a la mujer y
determinar la dirección hacia donde debe dirigir esta cabeza. Algunas
veces la mujer dice: “La cabeza no me da una buena dirección,
entonces soy yo que daré el ejemplo, las directrices”. Ella empieza
entonces a convertirse en el capitán y a romper los objetos sobre la
cabeza del hombre. El que ha sido situado en la familia para ser la
cabeza, se convierte en su esclavo. El hombre debe dar un ejemplo de
amor y de sabiduría. El debe estar muy atento. A la mujer le gusta ser
considerada como alguien importante. Y así debe ser hasta en las
condiciones minúsculas. El marido está predestinado a llevar algo a la
casa. Es él que da, que trae y es la mujer la que recibe, elabora y cose
y que moldea y transforma lo que el hombre ha traído. En la vida, la
psicología del hombre y de la mujer es así, calcado de lo que precede.
El hombre trae algo a la mujer y la mujer lo transforma. El hombre
aporta el germen y es la mujer que lo transforma dentro de ella. Si
cambiáis este orden de cosas, es igual que si colocarais la cabeza boca
abajo.

Actualmente a menudo es la mujer la que aporta cantidad de


elementos y es el hombre quien los elabora. Esto puede existir, pero
no es lo que ocurre por regla general. El marido debe pensar que hay
un “niño” en la casa que espera sin cesar que se le dé un bombón.
Debe pensar en ello y aportar algo a ese niño: un insecto, una piedra,
un juguete. Debe decirle: “Lo ves, he pensado en ti. Durante el día he
buscado algo para darte y he encontrado esto.” El marido debe aportar
cada día alguna cosa a su mujer, aunque sólo sea una aguja. Pues a la
mujer le gustan los objetos variados, está predestinada a enriquecer y
decorar la casa. Cuando el marido no trae nada, la mujer se crispa y
pone mala cara.

Observad a los niños: si les lleváis algo cien veces seguidas, a la


ciento uno, si no les lleváis nada, están descontentos. Nunca hay que
olvidar traer algo gentil, una mirada amable o cualquier cosa análoga.
Cuando os hablo de insecto, una piedra, es simbólico y debe
comprenderse desde el punto de vista espiritual. No hace falta que el
hombre pase al lado de su mujer sin hacerle una mirada o decirle una
palabra amable. Sin embargo son muchos los que, contrariamente,
lanzan miradas duras y palabras ácidas o malas. Si después de actuar
así llegáis con un algún insecto no tiene sentido.

Quizá encontráis exagerado el tener que llevar sin cesar alguna


cosa a vuestra mujer. Comprended bien que os quiero llevar a
comprender una nueva manera de vivir y a descubrir las grandes
realidades. El marido debe siempre mostrar la dirección y debe ser,
sobretodo, muy amable con su mujer con todo lo que concierne a los
vestidos de ésta. No debe criticarla o darle reprimendas respecto a su
aspecto. Debe, al contrario, decirle: “Qué bonito es tu vestido!” Esta
alegría es para la mujer lo que un plato suculento para el hombre. El
marido no debe decir a su mujer que no tiene ningún sentido de la
estética, ningún sentido de las formas y los colores, pues entonces
quiere decir que no tienen ningún punto en común. Para que haya
armonía entre ellos el hombre debe considerar a la mujer como un ser
muy desarrollado. Naturalmente, a veces las mujeres se visten de
forma ridícula, pero entonces el marido debe actuar con sabiduría para
que ella deje esa costumbre, evitando decirle que es estúpida o
privarla del sentido de la belleza. Se debe contentar con hacerle ver
que ese conjunto no es el adecuado para las circunstancias, que estará
bien para otra ocasión, en otro caso, o alguna cosa semejante.

El hombre debe estar extremadamente atento a no dar a su mujer


un ejemplo de mentira, injusticia, etc. Debe, al contrario, simbolizar
para ella la justicia y la bondad. Entonces, ella lo seguirá hasta el fin

del mundo. Pero si no actúa así, la mujer no le creerá. En el fondo, las


mujeres son como niños. No se educa a los niños con palabras, sino
con el ejemplo. Cuando el padre fuma delante de los niños, estos no
pueden comprender por qué se les quiere prohibir que fumen a su
alrededor. El hombre debe realizar que la mujer y el niño sean la
madre al mismo tiempo. Ella es un niño, quiero decir, que el debe
educar a veces como un niño. Servirle de apoyo, de fuerza, ella adora
enormemente la fuerza y la estabilidad en los hombres, ya que ella no
es estable ella misma, ella no es fuerte en la vida, ella cambia con
facilidad. A ella le gusta mucho encontrar un apoyo poderoso que la
tranquilice, la proteja y la cubra. Si la mujer ve que su marido es mas
débil que ella, que llora, que es indeciso, ella entiendo entonces que el
no puede ser el pilar sólido de la casa y así ella se irá a buscar a otro
en otro fuera de su casa. La debilidad más fuerte de la mujer es el
amor de la fuerza.
El hombre, el no se siente atraído hacia una mujer fuerte y
poderosa que incluso pueda abatirlo, sino mas bien hacia una mujer
tierna, deleitable , fina, llena de afección de amor. Es la ternura que
atrae al hombre, no es la fuerza, ni la ciencia que se encuentra en la
cabeza de la mujer, o sea el orgullo. Es su delicadeza, su dulzura que
hace su atracción, su encanto. Pueden encontrarse en la vida parejas
diferentes, pero yo os estoy hablando de los casos generales. En
general, es la fuerza y el poder que la mujer busca en el hombre, y es
la ternura, la dulzura y la delicadeza que el hombre persigue en la
mujer. Si nos encontramos con tantas bodas que no parecen
acomodarse a estas reglas, esto obedece a los karmas diferentes que
los hombres deben vivir y también a causa de las dificultades de la
existencia que los empuja a tener que escoger una pareja siguiendo
otras consideraciones que las del buen gusto. Pero encontrándonos en
condiciones libres e iguales, la preferencia de los hombres y de las
mujeres esta en el sentido que os he indicado.

El hombre debe considerar la mujer como a un niño que tiene


necesidad de atenciones y de apoyo. Entonces ella se convertirá para
él como una madre que lo mecerá en su cuna, a su vez como si fuera
un niño, en su alma ella le dará su ternura en la cual lo ahogara en un
verdadero océano de amor. En este momento, el hombre constatara
que la mujer posee el sexo más poderoso y el más fuerte; pero esto
solo le aparecerá en esta condiciones, y en esta hora. La mujer puede
dar las inspiraciones más grandes cuando el amor existe. Ella sostiene
a su marido, de la misma manera que él la sostiene. Solo entonces
existe entre, los dos un bienestar real. La mujer es como una madre
que solo desea ocuparse de su niño. Es ella que da a luz al niño, que lo
trae al mundo, que lo alimenta. Evidentemente, el hombre y la mujer
pueden cambiar de papel, pero el hombre da siempre un ejemplo de
justicia a la mujer. Si no lo hace, la mujer lo batirá para enseñarle que
se ha convertido en un abono químico. He aquí porque el hombre debe
estar atento para no engañar a su mujer.
Actualmente, los hombres la engañan cien veces cada día, de
diferentes maneras. Y después, es la mujer que engaña al marido a su
vez para vengarse. Me ha tocado ver mujeres vengarse de sus maridos
y lanzarse en los brazos de sus amantes, cuando ellas no los amaban,
ni los deseaban, sino tan solo por despecho hacia sus maridos infieles.
Cuando un acto así, no se trata con una venganza, pues la mujer a
través de estos actos no hace más que hacerse daño a sí misma. Si la
mujer desea verdaderamente vengarse, ella más bien debe hacer salir a
su marido del estado en que se encuentra haciendo sacrificios, y
sobretodo nunca llorando delante de él, sino más bien resistiendo con
nobleza, y sin hablarle demasiado. Solo entonces sucederá que el
hombre será sensibilizado de tal forma que será el mismo que irá a
solicitarle perdón de todo lo que le haya hecho.

Al hablaros de esta manera, debéis entender que para esto debéis


poseer grandes reservas y para mucho tiempo. Para actuar de esta

manera la mujer necesita poseer grandes energías en ella misma. Las


que no tengan esta resistencia o esta fortaleza de resistencia, es que no
desean salvar a su marido para toda la eternidad, estas serán incapaces
de actuar de esta manera. Sin embargo, si a pesar de todo ellas lo
intentan, ellas lo conseguirán, pues ellas recibirán con el tiempo
energías dadas por el Señor. Pero para eso ellas deben perseverar
utilizando los métodos de nobleza y de la sabiduría que atraerán la
atención de espíritus muy elevados del mundo invisible. Estos darán
bofetadas al marido indigno de poseer una mujer de esta bondad y
constancia, de tal manera que será obligado a transformarse y
cambiare por mucho que sea un marido cruel y malo. Para conseguir
estos resultados, la mujer debe estar unida a entidades superiores.
Con estas armas, toda mujer alcanzara sus objetivos. En cuanto a las
mujeres ordinarias que solo buscan la manera de vengarse y para esto
hacen escenas de celos, todo lo que conseguirán es volver a su marido
más terrible y cruel que antes.

Escuchadme, muchas mujeres me dirán: “Hermano Mikhaël,


Vd. con sus consejos nos está llevando a los tiempos en donde las
mujeres eran esclavas de sus maridos” En absoluto. Yo soy solo del
partido de la paciencia y de la humildad, pero iluminadas, y del
sacrificio basado en los conocimientos espirituales. Yo no soy
partidario de la humildad estúpida que solo consigue aumentar la
maldad del marido. Toda humildad consciente está unida a la
comprensión. Es esta la más aconsejable.

Otras mujeres me dirán: “Nosotras conocemos afortunadamente


otros métodos para actuar en estas circunstancias, podemos separaros,
divorciar” Si, pero con estos métodos la cuestión no ha sido resulta
del todo. Vosotras podéis dejar al marido inmediatamente, pero el
problema sigue siendo el mismo. Quizás habéis tenido en un pasado
lazos de unión con este hombre, o lo habéis rebajado, humillado?
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Quizás tenéis alguna factura que pagar pendiente con él, y no podéis
eludirla.

Vosotras pensáis quizás que existe en otro sitio otro hombre, que
os dará lo que le pedís. Pero durante cuanto tiempo pensáis que
durara? La justicia os obligara a resolver de nuevo tarde o temprano,
el problema olvidado. Cómo?. Justamente allí donde no lo habéis
resuelto. Tenemos el derecho de separarnos, pero solo cuando ya
tenemos la deuda cancelada, no antes. Allí en donde la justicia
todavía no nos ha liberado, no podremos salir sin correr riesgos. La
filosofía ordinaria no sabe resolver estos problemas. Ella no mejora la
vida. Cuando se resuelven bien las cosas, es cuando se pagan sus
deudas de la mejor manera, quiero decir con amor y sabiduría,
entonces nos liberamos de una manera maravillosa. Debéis reflexionar
sobre esta cuestión. Para poderla explicar bien, debería hablaros
durante varias horas. Me pregunto si es el momento de separarnos o
no, y debo continuar.

La cuestión actual es que las cosas de la vida no son tal como


nosotros las vemos, las deseamos o comprendemos. Ellas están
dispuestas de otra manera distinta. Los que desean desprenderse de
pequeñas dificultades buscaran por todos los sitios la vida fácil y la
calma. Y así no aprenderán nada. Al contrario, las dificultades son
medios que el mundo invisible utiliza para hacernos reflexionar y
desarrollar. La nobleza, el carácter, el sacrificio se desarrollan gracias
a ello.

El Reino esta siempre muy lejos de los brutos, siempre cerca de


los discípulos y ya presente de los Iniciados. Intentemos ir al
anfiteatro, ya que al menos así estaremos ya en el teatro, a pesar de
todo. Cuando el espectáculo empezara, ya veremos lo que hacemos
para mejorar el emplazamiento. Si actuamos de manera distinta,
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nosotros nos quedaremos fuera del Reino que se está preparando y


donde habrá alegrías que nosotros no debemos perder de poder vivir.
He aquí porque el Reino de Dios está cerca. Estaba cerca, de la misma
manera, hace ya 2.000 años, para los profetas y los discípulos.
Podemos entrar en él a través de la sabiduría y el amor. Olvidemos los
viejos métodos de la venganza, de la crueldad y la maldad.

Actualmente, los hombres están un día en el Reino de Dios y el


día siguiente, lo dejan porque hay algo que no funciona en sus cabezas
o en su familia. Entramos y salimos sin parar hasta el día en donde
finalmente entraremos en fin para no volver a salir. Pero no
conseguiremos entrar así en el Reino de Dios más que por el amor y la
sabiduría.

Centre
OMRAAM
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Reus
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De difusión de la obra  
Del Maestro OMRAAM  
En lengua Española  
 

 
Conferencia del Maestro
OMRAAM MIKHAEL AIVANHOV
N° 558 del 13 de Enero de 1952

LOS DIVERSOS CUERPOS Y SUS ROLES

Página del Maestro Petar Deunov:

Si los hombres de hoy quieren tener éxito en la vida, deberán


respetar ciertas reglas. Estas reglas son las siguientes: Nunca
rasque sus heridas. Si Ud. tiene alguna herida, no la toque, déjela
cicatrizar libremente. Si Ud. tiene alguna debilidad, esfuércese por
dominarla. El que no puede dominar sus debilidades no puede
llamarse hombre; si él no aspira a dominar sus debilidades el
hombre se degradará fatalmente hasta el estado animal. Tales
reglas se aplican a todos los hombres. Consciente o
inconscientemente cada hombre tiende a volverse miembro del
Gran Organismo Divino para poder crecer y desarrollarse
normalmente. Si no está unida al cuerpo la mano del hombre no
puede crecer ni desarrollarse normalmente. Una vez separada la
mano, cesa de desarrollarse, y se seca. El credo de un hombre sólo
puede desarrollarse cuando el hombre está unido a todos los seres
racionales que sostienen el mismo credo. Me refiero a un credo que
aporta vida, saber y libertad al hombre. Una vez que pierde este
credo, el hombre pierde todo, se vuelve foco de enfermedades
psíquicas que lo llevan a la muerte.

¿Qué significa la muerte? La muerte no es otra cosa que la


separación progresiva de los miembros del organismo general.

 

Muchos son los que piensan que la muerte termina con todo, pero
no es así El hombre sigue viviendo después de la muerte, y esta
nueva vida es mucho mejor si su vida terrestre fue vivida más
consciente.

*****

Ciertos músicos pueden ofrecerles una ejecución perfecta de una


obra magnífica, y sin embargo no llegan a despertar en su ser el lado
divino. En cambio otros, que tocan con imperfecciones, elevan el alma
de sus oyentes. Los críticos no se ocupan de este aspecto, ellos pesan y
miden a los artistas sin tener en cuenta este efecto de la música sobre
los sentimientos, sobre lo psíquico. ¡Es más difícil satisfacer a un crítico
que a un sentimental! No se puede hacer un violín con cualquier
madera, tampoco de cualquier instrumentista, un gran interprete.
Numerosos estudiantes inscritos en facultades de medicina consiguen
diplomas y sin embargo no logran curar a sus enfermos. ¿Por qué? Su
ser no fue modelado, transformado, perfeccionado en el crisol
espiritual, de donde habrían salido como médicos aptos para curar por
su sola presencia, a recibir intuiciones, a encontrar el mejor remedio, a
irradiar, a emanar radiaciones y sustancias que perciben los enfermos.
En cuanto a los músicos, muchos con sus esfuerzos, el estudio, los
ejercicios, logran ejecutar perfectamente todas las obras que se les
piden, pero uno percibe, que no nacieron músicos. Esta observación se
aplica en todos los dominios: poesía, danza, canto, escultura, todas las
artes, hasta en el arte culinario ¡Se sabe preparar una mezcla sabia, pero
que gusto tendrá el plato confeccionado!, Otros escogen y combinan las
cosas, miden, proporcionan los elementos, ajustan la temperatura, y el
resultado es exquisito y maravilloso. En Bulgaria, conocí a una mujer
que de la nada sacaba un plato suculento. Otros, que lo tienen todo a

 

 

su disposición, hacen algo incomestible. Hay que haber nacido


cocinero o asador.

Es una cosa muy profunda. Solo los iniciados pueden ver en un


niño cual será su camino, lo que el será, en lo que se convertirá, a que
trabajos deberá consagrarse. Ellos no se equivocan. Ellos pueden
advertir por ejemplo que tal niño puede volverse un gran criminal.

Para ser un buen músico, hay que poseer una capacidad, la de


encontrar, hasta inconscientemente, gracias a un don de Dios, la
correspondencia que existe entre las notas, los sonidos, y las
sensaciones que despiertan, que provocan. Son raros, los que supieron
combinar, hacer coincidir la música y las sensaciones. ¡Cuántas grandes
piezas musicales, óperas no tienen ninguna relación con las palabras y
los sentimientos que quieren expresar! Es la correspondencia entre la
música y los sentimientos que es mágica.

Los dominios del corazón y del intelecto son diferentes y reclaman


cosas diferentes. Sus exigencias no son las mismas, cada uno tiene su
propio alimento. Los seres de corazón deben ser rodeados, alimentados,
animados con dulzura y bondad. Poetas, artistas, músicos sufren por la
crítica, hasta les mata. El público parisino aplaude generosamente y
anima a los artistas, mientras que en Lyon, dónde reina más bien el
intelecto, les hace añicos, los ponemos bajo la lupa, se cree que es el
medio de reforzarlos, y en realidad los desanimamos, los asfixiamos. La
crítica es buena sólo del lado del intelecto, para el intelecto. Pensadores
filósofos, si no se es nada indulgente con sus obras, se fortalecen
efectivamente; ellos crecen porque el intelecto progresa a través de las
dificultades y de los obstáculos. El corazón puede morir si no encuentra
amor, calor. El intelecto puede volverse extraordinario gracias a las


 

 

críticas. Hay pensadores que han profundizado y meditado durante


meses, años, teniendo a todo el mundo contra ellos, y gracias a esta
reflexión, descubrieron cosas maravillosas, verdades profundas, que
para otros que prefirieron lo fácil, la opulencia, el éxito y los placeres;
siempre quedan como letra muerta.
Las dificultades desarrollan el intelecto. Si se agobian a alguien, su
pensamiento se vuelve poderoso. Pero para desarrollar el corazón, hay
que calentarlo, acariciarlo, ponerlo en buena disposición, darle un poco
del alimento que le gusta, la dulzura, la gentileza. Entonces puede ir
muy lejos. Si no se sabe escoger y utilizar conscientemente uno u otro
de estos dos métodos, provocamos grandes daños. Parientes y
educadores deben saberlo para hacer avanzar a niños y alumnos. Todo
depende del método escogido según el tiempo y la necesidad. Así el
hombre, menos unido al corazón que la mujer, soporta que uno sea un
poco rudo, porque es luchador, a él le gusta la lucha. Con la mujer, hay
que ser más delicado; es el corazón, hay que cuidar de él. Recuerde que
el corazón y el intelecto necesitan, para desarrollarse, métodos
diferentes. A veces hay que animar a alguien que se mueve en el
dominio del sentimiento, si no, no avanzará más. Pero no anime al que
vive en el pensamiento, porque se parará. Los Lyonneses (de Lyon – Ciudad de
Francia) son fríos, a causa de su intelecto. Quieren ponerte a prueba. Es

excelente para la preparación de los exámenes, para el cerebro y el


intelecto. Viviendo en Lyon, tenemos posibilidades de hacernos alguien.
Encontramos allí a pensadores muy profundos que analizarán hasta la
creación del mundo. Evidentemente todos no se encuentran en este
nivel. Para lo que es belleza, delicadeza, sensibilidad, arte, placer, hay
que ir a París.
Las dificultades hacen pensar. Había un pastor con mucha
audiencia. Sus feligreses, encontrándolo flaco y enclenque, empiezan a


 

 

aportarle provisiones. El pastor empezó a engordar y, de pronto, dejó


de predicar. Los gallos que engordan no cantan. ¿Uds. se quejan de estar
con privaciones, sin un duro? (sin dinero) El destino es más sabio que
ustedes. Les puso en esta situación para hacerles pensar y evolucionar.
Si ve que las condiciones se vuelven demasiado duras, envía un poco de
bienestar y abundancia, y lo hace sonreír. Luego cuando el bienestar
manifiesta sus peligros, retira ciertas cosas. Sí, hay unos espíritus
encargados de vigilar la evolución de estos niños que son los humanos.
En la Enseñanza de la Escuela Divina, encontramos todos los métodos,
todas las posibilidades de progresar. Aquí los enfermos se volverán
sanos, los gordos adelgazarán, los flacos engordarán, los calvos verán
sus cabellos crecer, los esposos sin niños los tendrán, los solteros se
casarán, los estúpidos se volverán prudentes y el imberbe tendrá barba.
Cuando usted estudia al hombre, usted ve que su naturaleza es
triple: divina, humana y animal. Su vida depende de esto: ¿a cuál de
estas tres naturalezas dará la preponderancia? Si él mismo exalta el
principio divino, se regocijará con esta vida sensata y maravillosa. Si el
humano domina, su vida será más o menos soportable. Si concede al
principio animal el sitio más grande, será desgraciado. En apariencia,
estas tres palabras: divino, humano, animal, no tienen nada
extraordinario, pero todo el conocimiento esotérico está basado en la
comprensión que se tiene de esto. Los hombres ordinarios ignoran que
el ser humano consta de cuerpos diferentes. Para ellos, solamente hay
un cuerpo físico. Sin embargo todos los clarividentes, todos los profetas,
hindúes, persas, egipcios, todos los que tienen el poder de discernir lo
oculto, todos ellos dicen que antes de esta materia tangible, pesada y
resistente, existe una sustancia etérica tan poderosa y real como ella. Si
sabemos establecer las condiciones favorables para su observación,
podemos medir, fotografiar, comprobar su existencia. Todos los sabios
y los clarividentes reconocieron que el hombre está compuesto por un

 

 

cuerpo portador de la vida, de la vitalidad, de la sensibilidad, llamado


cuerpo etérico, que es aún más importante que el cuerpo físico. Cuando
por algún medio el cuerpo etérico se retira del cuerpo físico, el hombre
no siente nada físicamente. Es una experiencia a la cual algunos de
ustedes tuvieron la oportunidad de asistir, porque se hizo en público.
El cuerpo etérico es más grande que el cuerpo físico, está
coloreado de todos los tonos. Si no está en buen estado, el cuerpo físico
enferma. En tanto el cuerpo etérico está sano, sólido, intacto, resistente,
el cuerpo físico está bien, porque recibe del cuerpo etérico todos los
elementos y los materiales que necesita. La ciencia todavía ignora esto,
es por eso que no puede curar todas las enfermedades. Sería demasiado
largo de explicarles hoy, cómo el cuerpo etérico puede desarrollarse,
cómo puede salir del cuerpo físico, dejarle y llega la muerte. (Leer OM-39
Las Iniciaciones en Egipto y OM-71-Trabajar con las Estrellas) Más allá de este
cuerpo, hay otro principio: el cuerpo astral, portador de los
sentimientos. Es todavía más esencial, más importante, y también es
más lento en su evolución. Este cuerpo mantiene sus contactos con las
estrellas. Es en él que todo es grabado, cuando el niño nace, los rayos
del cielo, el ambiente de las personas presentes, la huella de las
constelaciones, y todo se refleja sobre el cuerpo etérico. Luego el
destino ha decidido, tal como va a desarrollarse. Supongan que la Luna
y Marte estaban en cuadratura a la hora del nacimiento, habrá en el
cuerpo etérico un agujero, un nudo o una huella. Cuando en el curso de
la vida de la persona la Luna y Marte vuelvan a pasar por los mismos
aspectos, inmediatamente se producirán tensiones, accidentes,
movimientos determinados, cuya naturaleza dependerá del signo y las
casas en las cuales se encuentran los planetas. Los astrólogos entre
ustedes, ven esto muy a menudo. Supongan que Venus y Júpiter se
encuentran en conjunción o en trígono o sextil en el momento del
nacimiento, el niño está unido, por las impresiones recibidas, a

 

 

entidades, influencias, sellos muy benéficos y felices. Cuando estos


aspectos se repitan, acontecimientos maravillosos se producirán; será la
riqueza y el éxito, el hombre se volverá magnánimo, noble, caritativo,
verá su salud mejorarse y todo lo conseguirá.
El cuerpo etérico y el cuerpo astral son los más importantes en
cuanto al destino. Hay que saberlo, porque se puede mejorar una
situación observando lo que pasa en el cuerpo etérico antes de que
lleguen los acontecimientos. Cuando un invierno debe ser muy frío,
podemos verlo sobre ciertas plantas, ciertos animales, y hay unos
hombres que saben observarlo. Entonces tomamos precauciones;
preparamos provisiones de combustibles, víveres, hacemos reservas,
con el fin de soportar mejor los rigores del invierno. No nos dejamos
morir de frío. ¡Pues bien! ¡Qué no se deje tampoco abatir por la
desgracia! Ya que se está advertido, actuemos, estudiemos,
desarrollémonos para estar en mejores condiciones y resistir. No
podemos impedir que los acontecimientos se produzcan, porque son
millones de una cadena. Una guerra estalla porque no depende de una
persona ni tampoco de una sociedad, sino de una multitud de factores
ligados unos a otros. Los acontecimientos se preparan a veces con siglos
de antemano. Los consideramos instantáneos; de hecho contienen
numerosos factores políticos, económicos y filosóficos, y los Iniciados
tienen en consideración todos estos elementos cuando piensan en el
futuro y cuando estudian las causas y las consecuencias de las cosas. No
dejan nada de lado.
En un hombre, un Iniciado, observa el corazón, la voluntad, la
inteligencia, los sistemas óseo, circulatorio y nervioso. Estudia su lado
familiar, la época y el lugar de su nacimiento, su país de origen y las
circunstancias de este tiempo. De ello puede deducir lo que ocurrirá con
él: ¿será vencido o victorioso, tendrá éxito en sus empresas? Todos los


 

 

factores que entran en cuenta no pueden saberse de un solo golpe. Es


necesario un largo estudio. La ciencia de los antiguos, sus teorías y sus
prácticas tenían bases muy profundas. Los actuales sabios comienzan a
percibirlo. Antaño nos burlábamos de los astrólogos, a los que
considerábamos charlatanes. Hay que decir que toda actividad que
permite proporcionarse dinero o gloria atrae a los aprovechados que
quieren sacar beneficio de todo, de modo que la astrología ha sido
practicada por personas completamente ordinarias, hasta en las ferias.
No obstante sabios tales como Kepler, Tycho Brahe se sirvieron de la
astrología, y Flammarion hizo mucho para que los sabios acaben por
reconocer lo bien fundada y la seriedad de esta ciencia. Los alquimistas
también han sido motivo de burla y ahora algunos químicos admiten
que tenían razón, por ejemplo Jolivet Castelot. Los físicos atómicos
demostraron que un elemento puede ser transformado en otro elemento,
en helio por ejemplo, se descubre que se puede hacer oro con hierro,
estaño, cobre, plata, y hasta con plomo. Esto pone en evidencia la
veracidad de las teorías alquimistas. Nos burlamos también de los
clarividentes, y sin embargo los sabios aprecian y consultan a videntes.
¿Y qué decir de los políticos? Nos reímos de los brujos y negamos su
poder, y ahora la ciencia debe admitir que es posible hipnotizar,
hechizar, magnetizar a alguien, que se puede transmitir el pensamiento a
distancia. En América y en Rusia se crean sociedades encargadas de
hacer investigaciones en estos dominios. Nos burlábamos de todo, y
ahora uno empieza a creer. La ciencia dio pasos gigantescos, sobre todo
en lo concerniente a la energía nuclear. Esperemos que llegue a penetrar
en el dominio etérico el cual está alcanzando y atravesando los límites.
Descubrirá allí un mundo de energías inauditas que los profetas
conocían y podían manipular. Entrará en el dominio que visitan los
místicos, los soñadores, todos los que aspiran a cambiar la humanidad.


 

 

Existe más allá del cuerpo astral un cuerpo todavía más sutil y más
desarrollado, que en los seres ordinarios está poco desarrollado: es el
cuerpo mental, el cuerpo del pensamiento. Es por el estado del cuerpo
mental, que se descubre si alguien puede tener contacto con los
espíritus luminosos o si esto no es posible para él. Cuando el cuerpo
mental no está desarrollado, la persona es completamente ordinaria.
Tenemos luego otros cuerpos que nos unen paulatinamente a la
divinidad. Según los hindúes, tenemos un cuerpo búdico y un cuerpo
átmico, y otros más que no se conocen. Estos cuerpos están hechos de
materia tan fina, impalpable e imponderable, que no se puede
representarlos. Están hechos de vibraciones extremadamente altas. Aquí
el Maestro Petar Deunov, simplifica las divisiones diciendo: cuerpo
animal, humano y divino. ¿Que entiende por cuerpo animal? ¿De qué
consta este cuerpo? Se trata del cuerpo astral inferior. Poco
evolucionado, este cuerpo lleva en él todos los instintos, las pasiones,
los estados animales que vivimos desde tiempos inmemoriales. Son los
instintos de conservación, el hambre, la sed, el temor, el miedo. Todo
esto está en el plano astral, en el cuerpo astral. Porque este último está
dividido en dos. En su parte superior se encuentran los sentimientos de
belleza, de ternura, de amor, de generosidad, y es más elevado, porque
está unido al plano búdico que es el plano, donde se manifiestan los
sentimientos más puros, más desinteresados y más nobles.
Cuando uno duerme, hay un desplazamiento del cuerpo astral y
del cuerpo etérico. En el vientre una luz se eleva y aumenta, mientras
que en el estado de vigilia se debilita. Al despertar, la luz del plexo solar
desciende, porque toda la actividad vuelve al cerebro. También el plano
mental se divide en dos: el inferior y el superior. Abajo hay
pensamientos humanos, los juicios, los cálculos, la astucia, el fraude, el
egoísmo. Pero todo pensamiento, toda reflexión profunda, elevada,
desinteresada y honrada, plena de abnegación, de luz, pertenece al

 
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cuerpo mental superior. No hay que engañarse. Cuando se dice sobre


alguien muy desarrollado, muy instruido o muy hábil: " ¡qué cerebro!
"Se trata sólo de mental inferior, del intelecto. ¿Cómo distinguir, estos
dos niveles del cuerpo mental? ¿Cómo diferenciarlos? Un intelecto
totalmente desarrollado y capaz, que trabaja sólo para fines egoístas,
personales e interesados se mueve sólo en el mental inferior. El Mental
superior, trabaja para la colectividad, para la humanidad, para el mundo
entero. He aquí lo que caracteriza al hombre grande y noble. ¿Cuántos
son los que, siendo dotados de un intelecto notable, son capaces de
poner, todas sus capacidades, al servicio del lucro o de descubrimientos
destructivos? ¡Posiblemente sean genios, pero no están en la cumbre de
la escala, están lejos de allí! Otros han desarrollado el mental superior.
Sus pensamientos, sus juicios, sus intenciones, sus esfuerzos reflejan la
armonía; todo está orientado para el bien de la humanidad entera. Son
los sabios, los Iniciados.
¿Con qué podemos comparar este conjunto que forman el cuerpo
astral, el cuerpo etérico y el cuerpo físico? Es una estructura presente en
todo hombre. Cada uno tiene estos cuerpos que son de colores diversos
y variables. Esta coloración le permite a un Iniciado ver que hombre
tiene delante de él. Según el color del cuerpo astral, rojo o verde
oscuro, amarillo dorado o azul cielo, ve en seguida sus cualidades o sus
virtudes. El hombre no puede esconder nada, es visto tal como es. Quien
no ve los colores o no siente la vida interior de los diversos cuerpos no
puede saber lo que realmente es un hombre. Se contenta con observar
los rasgos, las dimensiones y la forma de su nariz, de su boca, de su
frente, pero esto no basta, porque el cuerpo físico es sólo la millonésima
parte del hombre. El hombre es una criatura profunda y compleja. Es
todo un universo condensado. Vale la pena pasar un siglo o más para
estudiar al hombre, porque todo el universo se refleja en él.

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Cuando se dice que Dios creó al hombre a su imagen, no se trata,


por cierto, de su cuerpo físico. Y sepan que cuando un animal mira al
hombre, lo que ve no es el cuerpo físico, sino el cuerpo etérico. Yo
puedo darles pruebas, pero esto me alejaría demasiado del tema. Los
naturalistas consideran sólo las alas, las patas, los pelos de las aves y de
otros animales a los que estudian. Pero las aves, los insectos tienen
antenas, tienen una percepción misteriosa. Vean a las palomas
mensajeras que comienzan por girar, luego saben la dirección que hay
que tomar para encontrar su palomar aunque sea a millares de
kilómetros de distancia. Estas son cosas muy interesantes. Pero
quedémonos más bien con los cuerpos etérico, astral y mental. Primero
voy a apartarme un poco del tema para luego aclararlo. ¿Cuándo una
mujer se enamora de un hombre, que le gusta de él? Pregúntele.
Responderá: su bondad, su riqueza o la belleza de sus ojos, su
elocuencia o su nivel social, o más bien su sex-appeal. La inmensa
mayoría de las mujeres y los hombres, ignoran lo que les atrae de su
amado. Ellos son conscientes de su amor, pero inconscientes de lo que
puso de manifiesto este amor. La verdad no se encuentra en ninguna de
las respuestas dadas, está en otro lugar. No es porque un ser es bello,
joven o rico, que es amado. Un sentimiento basado en la belleza, la
riqueza, la juventud, la fuerza, es solamente interés, no es amor.
¿Entonces, cómo se explica el amor? He aquí: dos entidades, dos
energías o dos potencias que se encuentran en el universo; entre ellas se
establecen intercambios fluídicos imponderables, magnéticos y sutiles,
los cuales determinan el amor (y pueden determinar el odio). Cuando el
intercambio es completo, provoca una plenitud de sensaciones y de
vibraciones conmovedoras, porque en este intercambio, cada uno recibe
del otro los elementos que le faltan y que no había encontrado en
ninguna parte hasta aquí. Si un ser no le aporta los elementos que usted
necesita, a pesar de ser fuerte y bello, no produce ningún efecto en
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usted. Este es el fenómeno que explica porque los santos o los genios se
rechazan mutuamente, no necesitan lo que el otro puede aportarles.
Vimos a ciertos santos ser atraídos por una chica, joven, viciosa, claro
está, sin ceder a esta atracción. Una mujer virtuosa puede casarse con un
borracho o un don Juan, a pesar de estar rodeada de hombres serios. Un
hombre superior, un artista, rodeado de mujeres puras y honradas, irá a
unirse con una pelandusca, diciendo: "lo llevo en la sangre", y ningún
raciocinio lo alcanzará, es ella quien lo atrae, no otra. Los extremos se
atraen fuertemente, con más intensidad.
¡El amor es una cosa rara! Es un intercambio entre dos
potenciales, son las energías de dos seres que recíprocamente se
precipitan en ellos, y se maravillan con eso. El amor no es un producto
para el cuerpo físico porque, éste a menudo está sólo en la cola del
proceso, como un complemento. Los cuerpos siguen las decisiones del
rey que los habita. Cuando una mujer dice: "no es su cuerpo lo que me
gusta, sino ciertas vibraciones, ciertos fluidos puros, y condimentados
que salen de él", ella tiene razón. Las mujeres son atraídas por el lado
fluídico de los hombres, aunque éstos crean que primero les gusta su
cuerpo. Numerosas mujeres pueden beneficiarse y ser alimentadas por
las emanaciones luminosas de un hombre. Entonces son sumergidas en
la plenitud, mejor que si físicamente les dieran algo. Sabios, médicos y
psicólogos, pretenden que el cuerpo físico debe ser satisfecho, que
reclama su comida, que hace falta abastecerle cueste lo que cueste. ¿El
cuerpo físico? ¿Pero dos cadáveres colocados uno al lado del otro, se
abrazan acaso? ¿Siguen declarando que no pueden pasarse sin un
abrazo? ¡Pero no! Es la vida en los seres lo que provoca atracción o
repulsión; pues, antes de que los cuerpos sean atraídos para abrazarse,
hubo unas radiaciones, hubo una polaridad que los hizo acercarse; al
final los cuerpos no hicieron más que seguir el movimiento. Por otra
parte, a menudo observamos que mujeres insignificantes o feas tienen
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más éxito con los hombres que las mujeres guapas, son más felices y se
casan más fácilmente. Ciertas mujeres, bellas como estatuas, no
encuentran pretendiente, a causa de su frialdad. En otras hay algo
calido, viviente, animado, flexible, que atrae.
Para ser buscado, ser amado, respetado, hay que ocuparse del lado
interior de su ser; más que de maquillarse, peinarse, de emperifollarse.
Sin tener nada que ver con lo que da la felicidad, con lo que da la
alegría y la paz. Confiar en los institutos de belleza, es mostrar
ignorancia. Lo que cuenta, es el lado interior. Aumente en usted el
elemento que le aportará todo: que es la elevación de las vibraciones de
sus pensamientos y de sus sentimientos. No se ama a lo que está muerto,
apagado, endurecido, cristalizado, cruel, egoísta, tacaño o malo. Uno
ama a lo que está vivo, vibrante, sutil, luminoso, tierno, dulce, gentil,
generoso. Ganaremos mucho más concentrando nuestro pensamiento
en el lado interior que ocupándonos exclusivamente del lado exterior.
Aumenten el lado espiritual, la bondad, la vida, y por todas partes
diremos: " ¡qué perfume difunde!” Incluso feo y negro como Otelo,
diremos sobre usted: "no lo encontraba bello, pero cuanto más lo
conozco, más descubro que brilla e irradia". Cuando alguien irradia,
comenzamos a amarlo. Es por eso que encontramos parejas donde la
mujer es muy bella y el marido ordinario. Sin duda ella vio en este
hombre algo espléndido; tal vez es músico o bien tiene sentimientos
nobles y generosos. No podemos pronunciarnos sin haberlo observado.
Concéntrese en su vida interior, abran las fuentes de su bondad y de su
amor. No dejen que su corazón se enfríe. Entonces los problemas se
resolverán, sus vecinos les verán de otro modo que antes, surgirán
cambios en sus vidas, es seguro, es infalible. Ciertamente, pueden llegar
catástrofes; si una joven se vuelve tan atractiva que todos los jóvenes se
sienten atraídos por ella, o si un hombre tiene este encanto, este fluido
radiante que atrae a las mujeres. Sí, no importa que sea maravilloso, y
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que si usted ofrece a una mujer reemplazar este atractivo que ejerce por
otro poder, lo rechazará, porque ella desea ante todo que se la ame, y
renunciará a todo por esto. La mujer quiere ser bella, e ignora que la
belleza, no es todo. Una mujer puede ser bella y sin embargo no atraer y
no ser amada. Y a las mujeres que no tienen atractivo (belleza interior),
los hombres las utilizan y luego se las sacan de encima. Podemos
inclinarnos delante de la belleza exterior, y sin embargo huir de ella.
Delante de la belleza interior nos inclinamos y nos quedamos.
Volvamos a estas tres naturalezas: animal, humana y divina. La primera,
es el dominio del vientre, del estómago y de los órganos sexuales. La
segunda corresponde a los pulmones y al corazón. La naturaleza divina
está en relación con la cabeza, el cerebro, los ojos, las orejas. Todos
estos órganos son símbolos, tanto los unos como los otros. Vientre,
estómago, instintos, pasiones, plano astral inferior, he aquí el lado
animal. El intelecto inferior, así como los sentimientos ordinarios, es el
lado humano. El pensamiento sublime, los sentimientos desinteresados,
he aquí la naturaleza divina. La cabeza simboliza el plano divino. Los
seres que viven sólo en el estómago, el vientre y el sexo son unos
animales; piensan y sienten sólo cosas muy ordinarias, muy inferiores.
Son brutos para los que no existe sino comer, beber, gozar, divertirse.
En la segunda categoría, los seres comienzan a dominarse, a estudiar,
reflexionar, a trabajar en sí mismos para purificarse y mejorarse. Es el
nivel humano. Los que atravesaron este estadio y vencieron sus instintos
perfeccionando el lado humano adquirieron voluntad, sublimaron su
vida y viven en la parte divina, en el cerebro, mientras que el hombre
ordinario se queda debajo del diafragma. Los discípulos viven en el
torso y los Maestros en la cabeza.
Otra comparación puede esclarecer la diferencia. Considere los
cometas, los planetas y el sol. Los cometas, que no tienen centro
alrededor del cual girar y ajustar sus movimientos, son los hombres
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ordinarios; desordenados, trazan en el espacio líneas irregulares, líneas


quebrantadas, porque son atraídos unas veces por un sol, y otras por
otro. Los planetas, giran alrededor de un sol que les da su luz. Trazan
líneas regulares y ordenadas. Son los discípulos quienes son iluminados
por un Maestro alrededor del cual giran, al lado del cual se instruyen.
Los soles describen un movimiento perfecto, el círculo, la proyección
de la espiral que en realidad siguen en el espacio. Son los Maestros,
quienes tienen su propia luz, y que iluminan a otros. He aquí cómo
cometas, planetas y soles representan las tres categorías de humanos.
Pues los hombres ordinarios no tienen camino determinado, van en su
vida sin ideales, débiles y desordenados. A menudo ellos se esperan en
la oscuridad que alguien los atraiga, se agarran de ellos. Los discípulos
escogieron un centro, giran alrededor de este centro, iluminados por él,
y un día se volverán soles. Los Maestros ya son soles despiertos,
luminosos y generosos. Analicemos estas tres especies de humanos, y
tratemos de comprender por qué el hombre que da la preponderancia al
principio animal forzosamente será desgraciado, por qué el de la
segunda categoría conocerá alternativamente alegrías y sufrimientos,
progresos y caídas, y por qué el de la tercera estará constantemente en la
felicidad, la alegría, la libertad y la paz. Para comprender esto, tomemos
un ejemplo en las plantas. Encontraremos allí las mismas divisiones: la
raíz que vive subterránea, el tronco en el aire, y las flores y las hojas,
esta parte del árbol donde se forman los frutos, las semillas, gracias a las
que empieza de nuevo el ciclo. Instálese por el pensamiento en las
raíces, subterráneas, donde todo es sombrío, duro, pesado, donde se es
limitado, se es desgraciado. Vivir en las raíces del ser, esto significa dar
preponderancia a las pasiones, a los instintos de conservación por
ejemplo, que le oponen siempre a otros seres. Es ahí dónde surgen
siempre luchas, desarmonías, venganzas, accidentes, desgracias. Las
pasiones, la violencia, las palabras destructivas, las malas miradas, son

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la incapacidad, la imposibilidad de encontrar o de aportar la paz. Para


satisfacer las pasiones, la humanidad en su mayor parte es forzada a
hacer uso del robo, la mentira, la astucia, y hasta el homicidio, en suma,
de todo lo que es el mal, y por eso la humanidad vive en los disturbios,
la disimulación, no conoce más ni la calma ni la paz. Perdemos la vida
porque arruinamos a un comerciante o se roba a la mujer del amigo. Los
hombres llevan todo lo que hicieron en el fondo de su ser. ¡Qué
disturbios los habitan! Este mundo de los instintos y de las pasiones es
el más terrible que hay; es el que trae todos los sufrimientos y
desencadena todas las destrucciones, todas degradaciones. Para
satisfacer su estómago, su vientre y su sexo, el hombre debe robar,
violar, y hasta matar, actuar brutalmente, porque los instintos son muy
violentos. El hombre actúa como una bestia. Vimos, a madres comer a
sus niños, en tiempos de hambruna. Sobre la balsa de Medusa, los
náufragos no esperaron dos días para sortear quién de ellos sería
comido. Cuando los seres se sienten en peligro o cuando su lado sexual
juega, se despierta en ellos lo más infernal, que hasta ese momento
estaba dormido.
Suponga ahora que usted vive en el tronco del árbol. Allí, no hay
ninguna libertad. Hay solamente dos corrientes. Una, en la corteza, en la
periferia, sube, y la otra, en la altura, desciende. El primero acarrea la
savia bruta hasta las hojas con el fin de que realicen sus funciones.
Entonces lo que está ya elaborado desciende y alimenta todo el árbol,
hasta las raíces. Para el hombre vivir en el tronco, es vivir en el torso
donde están ambas corrientes arteriales y venosas de la circulación
sanguínea, donde están ambos movimientos de la respiración, la
inspiración y la espiración. Cuando se está allí podemos subir, es decir
seguir el camino de la evolución. Son los discípulos quienes viven en el
torso, el tronco. Alumnos de una enseñanza moral, quieren salir del
infierno de abajo, y para lograrlo se esfuerzan por dominarse, por
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mostrarse más dulces y más tiernos, por adquirir la bondad. En toda


circunstancia evitan actuar como animales, es decir de morder y de
arañar, de abrirse camino sin tener en cuenta a los otros, lo que hacen
los hombres del vientre prestos a todas las crueldades. Los discípulos
ven que no pueden ser felices en la violencia, porque siempre el lobo
que ataca las ovejas es perseguido y rechazado, jamás atrae las caricias
como el pequeño cordero, como el gato o el perro fiel, jamás podrá
extenderse al lado de su Maestro. Los candidatos a una mejor vida
hacen esfuerzos para salir de la animalidad, reflexionan, hacen cálculos.
Evidentemente los más astutos, bajo apariencias dulces y domesticadas,
guardan sus garras y algunos se muestran aún peores que los animales
cuando se echan a saquear ciudades enteras. Aunque pretenden ascender
a este nivel superior, sus uñas quedan escondidas y soldadas.
Entonces hay que ir más alto, elevarse a las hojas y las flores, al
nivel donde se encuentran el calor, la bondad, la belleza el rocío, tan
puro, la luz, donde se goza de bendiciones del cielo. Esto significa que,
saliendo de las pasiones y de las garras, uno puede volverse un ser
divino; no queremos quedarnos en el estado humano; estamos
dispuestos a aceptar renuncias, a practicar disciplinas, aspiramos a
volvernos un santo y un Maestro. Los seres que se elevaron hasta ahí se
hicieron unos cerebros, ojos, orejas, están en la cabeza, es decir que
piensan, ven y oyen. En la cabeza, las flores y los frutos del árbol
cósmico, el dominio del pensamiento, uno tiene más posibilidades de
ver, de oler, de comprender y de expresarse, de hablar. Esto explica
porque los Iniciados son buscados, amados, queridos, felices; se
desbordan de bondad, de luz, de belleza.
He aquí: que uno no viene para inclinarse delante de las raíces,
admirarlas, porque son negras y torcidas. Son necesarias, lo sé, y no
debemos suprimirlas bajo el pretexto de que no son divinas. No

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mataremos a los escritores, los músicos, los artistas porque se quedan en


las regiones infernales. Pero el hombre no debe permitir que el sexo y el
estómago sean los primeros. En la naturaleza el animal no hace
discursos, se contenta con comer. Toda su actividad se concentra en su
vientre. Podemos darle de comer todo el día. La vaca pace sin cesar, y
es simbólico. Hay que saber que es imposible ser feliz quedándose
mucho tiempo en el dominio animal. Los Iniciados hicieron pruebas,
ello saben donde se puede encontrar la alegría y la felicidad. Actuando y
pensando como ellos, adquiriremos la posibilidad de dominarnos y de
ver claro. Únicamente subiendo al cerebro uno comprenderá y
podremos expresarnos. Porque no basta con ser inteligente, hay que
expresarse. ¿Qué es un músico, si es incapaz de tocar un instrumento?
¿Cómo probará que es músico? Pretender ser inteligente o genial, está
bien, pero hay que poder manifestarlo. Si usted hace la cosa de la que
usted se dice capaz, creeremos en usted. Solo se sabe cuando uno puede.
¿Saber teóricamente, para qué? Usted conoce la historia del cangrejo de
río que enseña a su hijo a marchar todo derecho delante de él. Cuando el
hijo le dice: "Muéstrame", marcha, pero andando hacia atrás. Todo el
mundo hace como el cangrejo de río.
Voy a concluir. No se desanimen. Persistan, estudien, con el fin de
saber siempre más. Nuestra Enseñanza colmará todas las lagunas; las
grandes verdades que les aporta resolverán sus problemas. Es difícil de
ajustar todo de una vez, pues hacen falta paciencia, perseverancia. Su
futuro está lleno de esperanzas, desde que dejan en ustedes un lugar
para esta sabiduría interior. Un consejo: traten de no decir nada malo
durante por lo menos una semana, de ser alegres y agradecidos. Esto los
sanará. El reconocimiento es mágico. Actualmente educamos a la gente
para que refunfuñe, se queje, critique, reivindique, pretendiendo con
esta actitud demostrar que somos inteligentes. Sí, pero las
consecuencias son deplorables. Al contrario hay que cultivar el
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reconocimiento, porque tiene el poder de hacerle siempre entusiasta,


siempre maravillado. ¡A Uds. les parece que faltan muchas razones para
maravillarse, pero, que error! Todo está allí, en esta capacidad de
maravillarse, ser bueno, henchido de alegría, lleno de amor hacia los
seres y hasta hacia las cosas y los objetos que le rodean. ¡Usted cree que
los objetos son insensibles, cuando usted los choca o los mueve o los
empuja! Sí, posiblemente, pero haciendo esto, usted se vuelve grosero,
negligente y brusco, y más tarde usted actuará del mismo modo con los
seres vivos, con los hombres y las mujeres, los niños, y todo andará
muy mal para usted.
Es por ellos que es importante educarse a si mismo manejando y
manipulando los objetos con conciencia.
¡Queridos hermanos y hermanas, deseo que ustedes tengan mucha
bondad, amor y esperanza, por lo menos hasta el domingo. (Domingo era el
último día del Congreso de invierno en Izgrev – Centro Fraternal de Paris. Después de este día los hermanos y
hermanas regresaban a sus domicilios)

Traducida por
GINETTE Y ROSA
Del equipo de ICA - PERU

Centre
OMRAAM
Institut Solve et Coagula- Peru

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Conferencia del Maestro
OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
Sèvres, 16 de Abril de 1960

LA CAIDA DEL HOMBRE


Y SU RENACIMIENTO
“LOS ANGELES CAIDOS”

La presencia de la serpiente en el Jardín del Edén presupone la


existencia de criaturas anteriores a Adán y Eva. Estas criaturas tenían ya
toda una existencia, pertenecían a una Jerarquía angélica que había sido
enviada a la tierra con la misión de ejecutar ciertos trabajos. Después de
haberlos realizado, algunas de ellas no quisieron retornar hacia Dios:
habían terminado su trabajo y creyeron que podían existir
independientemente de Él. Tenían la libertad de quedarse o de volver, y
eligieron no regresar. Esta es la falta de aquéllos a quienes se ha llamado
los Ángeles rebeldes: la negativa de reintegrarse a la Fuente divina, la
elección de una existencia apartada de Dios. Es así que, en esta separación,
en este alejamiento, se convirtieron en demonios. Conservaron su ciencia,
sus conocimientos, pero perdieron el contacto con el amor divino y se
convirtieron en criaturas maléficas. Podemos observar que la serpiente no
posee ni pies ni manos. Ahora bien, según el simbolismo universal, los pies
representan la bondad y las manos la justicia.

Esos ángeles rebeldes, formaban un egregor simbolizado por la


serpiente rodeando el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal que,
evidentemente es, él mismo, un símbolo, el de las dos corrientes luminosa y
tenebrosa, una que viene de lo alto, y la otra de abajo; lo "alto" fue después
asimilado al sol, al Cielo, y "abajo" al centro de la tierra, al Infierno.

En el Jardín del Edén, Adán se ocupaba de los animales, pero esos


animales no eran como los vemos hoy día: ellos también, como el hombre,
poseían un cuerpo luminoso, vivían en la misma región que él. Adán es
quien se ocupaba de ellos: había recibido del Creador la misión de darles
un nombre, lo que prueba que poseía una gran ciencia, pues los nombres

son del dominio de la Cábala. Los nombres están constituidos por letras
que corresponden a números. Cada letra, cada número, está en relación con
fuerzas cósmicas, principios universales. Adán, que conocía las vibraciones
de cada criatura y sus correspondencias con las estrellas, con los planetas,
con las corrientes cósmicas, encontraba exactamente el nombre que
correspondía para cada una de ellas.

En cuanto a Eva, se ocupaba de la vegetación de la que estudiaba sus


propiedades. Y como siempre se paseaba entre las plantas, llegó finalmente
hasta un árbol que no conocía. Como era curiosa, comenzó a dar vueltas
alrededor de él; quería saber, quería conocer esa corriente que venía desde
muy abajo, desde las raíces de las cosas. Pero para eso era necesario
descender a las profundidades de la materia, y por consiguiente, dejar el
Paraíso que era una región de encanto, de inspiración, de luz. Y como en
esa corriente vivían las criaturas caídas que se había separado de Dios, Eva
las conoció.

Y conocer significa hacer intercambios. En lugar de continuar


haciendo intercambios con el Cielo, con el Árbol de la Vida que
representaba las corrientes del Cielo, Eva comenzó a hacer intercambios
con la serpiente, con el jefe de esos espíritus caídos que la tradición llama
Samael; entró así en contacto con otros aspectos de la vida, y ese contacto
produjo una sacudida en su cuerpo de luz. Pero Eva no fue invadida de
inmediato por las fuerzas astringentes que iban a endurecer su cuerpo y
separarlo de esa tierra luminosa en la que vivía, y maravillada, se apresuró
a relatar su extraordinaria aventura a Adán. Adán fue, él también, cerca del
árbol en donde se encontró con espíritus hembras, que la Cábala menciona
bajo el nombre de Lilith, e hizo intercambios con ellas.

Adán y Eva cometieron entonces lo que se ha llamado el primer


pecado, aunque se podría hablar mucho sobre si verdaderamente fue un
pecado...

Como todo es simbólico en los Libros sagrados, la historia de Adán y


Eva relatada por Moisés puede ilustrarse también con el Árbol sefirótico.
Adán es el principio masculino, y Eva el principio femenino; éstos, están
situados, Eva en Iesod, la Luna, y Adán en Tipheret, el Sol. Se ve entonces
que Eva se encuentra más cerca de Malkut, la región terrestre. Ahora bien,

por debajo de Malkut habitan los Kliphoth, las fuerzas no organizadas,


simbolizadas en el relato bíblico por la serpiente; son los sefirots negros
que pueden definirse como el Árbol de la Vida invertido. Desde el mundo
subterráneo, la serpiente subió al árbol y consiguió seducir a Eva, la mujer,
de quien dependía el equilibrio del árbol, ya que Iesod es el fundamento, la
base. Permaneciendo unida al principio masculino Adán, Eva habría podido
mantener el equilibrio porque Adán estaba él mismo fijado a Kether, a
Dios. Pero ella se volvió hacia la serpiente, su atención se dirigió pues
hacia abajo, y dejó de sostener el edificio que se desplomó cuando logró
atraer la atención de Adán. Así ambos cayeron y fueron precipitados hacia
la región subterránea y oscura de los Kliphoth.

Esta historia de Adán y Eva se repite en cada hombre y en cada


mujer que cortan el vínculo con Dios. El secreto de la verdadera vida está
en la unión con Dios, es lo que sostiene el edificio. Los principios positivo
y negativo que están dentro de nosotros deben estar consagrados a la Causa
divina para llegar a ser verdaderamente constructivos.

La Iniciación no tiene otro objetivo que el de dar al hombre las


posibilidades de restablecer su cuerpo espiritual, gracias al cual retornará a
esa tierra etérica que se ha llamado el Paraíso. Es pues una cuestión muy
importante. Si os preguntáis «¿Pero por qué hay que estudiar, hacer
esfuerzos, sacrificios?. No es necesario, se puede vivir sobre la tierra sin
eso.» Desde luego, siempre se puede vivir sobre la tierra de cualquier
modo, pero ¿sobre qué tierra? Esto es lo importante. Para regresar a la
tierra etérica de la que fuimos expulsados, debemos restablecer nuestro
cuerpo espiritual. Cuando el hombre vivía en su cuerpo espiritual, la
naturaleza le obedecía, los animales se le acercaban sin temor y no le
hacían ningún daño. Todas las criaturas lo respetaban debido a la luz que
emanaba de él, de su rostro, de todo su cuerpo. Pero cuando perdió esa luz,
perdió también su poder sobre la naturaleza. Todas las religiones, incluso
las más primitivas, conservan esta tradición de la caída del hombre, y luego
de su rehabilitación, de su retorno al seno de Dios.

El hombre, al caer, se acercó a la región ocupada por los espíritus


que se habían rebelado contra la autoridad divina. Por eso es tentado tan a
menudo por esos espíritus, y el contacto con ellos es muy fácil. Mientras
que, cuando quiere recurrir a los amigos celestes, desde luego le resulta

difícil. Porque hay una distancia mayor... no en el espacio, sino en la


conciencia. Eso no quiere decir que sea inútil rezar y acudir a los espíritus
luminosos para ser ayudado, al contrario. Se necesitará un poco más de
tiempo, serán necesarios mayores esfuerzos, pero habrá de todos modos
resultados tangibles y reales. Las dificultades continuarán hasta que la
tierra sea barrida, despejada, purificada, gracias al número cada vez mayor
de hijos de Dios que tomen conciencia de estas verdades y pongan un ideal
divino en su alma, en su corazón, para realizar la voluntad de su Padre
Celestial. Estos hijos de Dios liberarán tales fuerzas, que el mal, esos
venenos que flotan en la atmósfera y que han impregnado las aguas, las
montañas, las rocas, la tierra entera, será absorbido cada vez más por el
centro de la tierra.

Cuando la tierra pertenezca a una mayoría de hijos de Dios, todo


habrá cambiado. Cada vez que alguien desea hacer el mal, encontraran tal
oposición que no lo conseguirá. Será como aquél que quiere efectuar una
explosión con pólvora húmeda: no lo logra debido al agua que contiene.
Quien quiera hacer el mal no encontrará las condiciones para su
realización. Por el contrario, el que quiera actuar divinamente lo conseguirá
al instante.

Para contribuir ahora en ese porvenir glorioso, hay que poseer


conocimientos. Pero la luz será dada, las instrucciones serán dadas a todas
las criaturas, y cada una de ellas será colocada de nuevo ante una elección:
colaborar con la corriente que viene del sol, o permanecer con la que viene
del centro de la tierra. Cada cual elegirá libremente. Cuando se dice en el
Evangelio: «De entre dos personas que trabajen en su campo, una será
llevada, y la otra será abandonada», hay que comprender que en realidad, el
hecho de que sean llevadas o abandonadas depende de una elección que
han hecho ellas mismas. El Cielo no hace una elección arbitraria, injusta. Si
tal hombre es elegido por el Cielo, es porque él mismo ya se determinó
esforzándose en trabajar por el bien. A quien no se haya esforzado, no se lo
podrá encaminar en la misma dirección luminosa y no recibirá las mismas
bendiciones.

Los humanos son sin cesar examinados en su vida interior. ¡Cuántos


son los que trabajan para crear condiciones favorables para los hijos de
Dios? Cuando haya una cantidad suficiente, las fuerzas tenebrosas que, por

el momento, se dan rienda suelta a causa de las ambiciones humanas, serán


maniatadas y absorbidas por el centro de la tierra. Esta idea está
representada en el Apocalipsis por el Arcángel Mikhaël que vence al
dragón. El Arcángel Mikhaël es una entidad real, y es él quien estará a la
cabeza del egregor formado por los Iniciados y los discípulos de la
Fraternidad Blanca Universal. Y cuando digo «discípulos de la
Fraternidad Blanca Universal», me refiero a todos aquellos que
trabajan para la luz, sea cual sea la religión o el movimiento espiritual
al que pertenezcan. Todos aquellos que trabajan por el bien están en la
Fraternidad Blanca Universal. Y ellos serán quienes purificarán la tierra.

Así pues, es verdad, todas las fuerzas tenebrosas simbolizadas por el


dragón, serán absorbidas, mientras que la tierra quedará libre, despejada,
con todas las condiciones favorables para la manifestación de los hijos de
Dios. Y luego, san Juan va aun más lejos, nos presenta otro símbolo: la
Jerusalén celeste. Cuando el dragón haya sido amarrado, la Jerusalén
celeste descenderá del Cielo. Esta ciudad de oro puro tal y como es
presentada por san Juan en el Apocalipsis, con sus doce puertas que son
doce perlas, sus cimientos de piedras preciosas, iluminada no por la
claridad del sol y de la luna, sino por la gloria de Dios, es el símbolo
perfecto de la enseñanza de Cristo.

Se ha dicho que el Cristo vendrá sobre las nubes. Evidentemente


también aquí se trata de un símbolo. Esto significa que el espíritu crístico
penetrará el pensamiento de los humanos, pues las nubes son otra forma del
aire, símbolo del plano mental.

Jesús no dejó la tierra: vive todavía en esa región luminosa que


ocuparon los primeros hombres y, desde esa región que está aquí, que está
en todas partes, trabaja sobre las inteligencias humanas para penetrarlas con
su luz. Pues es ahí, precisamente, en las inteligencias, donde el mal se ha
acumulado por medio de todas las concepciones erróneas, de todas las
filosofías diabólicas que se han propagado en todas partes. El mal se ha
deslizado en el intelecto, ese intelecto al que los humanos han dado ahora
el primer lugar en detrimento del corazón. El intelecto está al servicio de
sus intereses y les proporciona medios muy eficaces para enriquecerse,
volverse poderosos y despojar a los demás. Es un instrumento formidable
para satisfacer a seres que no tienen ni bondad, ni generosidad.

Y precisamente, esos espíritus inferiores que tentaron a los primeros


hombres, eran extremadamente inteligentes pero sin amor. Al atraer a los
hombres hacia sí, los influyeron en el mismo sentido: el desarrollo del
intelecto y, al mismo tiempo, deslizaron en ellos un elemento de orgullo y
de independencia respecto a Dios. Han sido ellos quienes introdujeron esos
elementos que se ven hoy en día manifestarse en todas partes, sobre todo en
los seres que son muy capaces intelectualmente. Limitan sus actividades a
logros materiales: es sobre la tierra que quieren triunfar, tener dinero,
posesiones, el poder, la gloria. Restablecer un vínculo con el Cielo, trabajar
sobre su cuerpo espiritual, esto no les interesa. Tienen exactamente la
misma actitud que los Ángeles rebeldes quienes, llegados para trabajar
sobre la tierra y en las profundidades de la tierra, no quisieron retornar
junto a Dios. Se encontraron muy bien allí donde estaban.

Algunos dirán: « ¿Pero cómo es eso? Eran seres inteligentes, ¿cómo


es posible que olvidaran su estado primordial y perdieran el deseo de
retornar hacia Dios? Para plantear tal pregunta, supone ignorar en qué
medida entrar en la materia conlleva limitaciones y servidumbres. ¡Cuántos
grandes espíritus al venir a encarnarse sobre la tierra olvidaron de qué
región venían!... Hasta el día en el que el encuentro con un Maestro, la
lectura de un libro provoca en ellos una toma de conciencia que les da la
revelación de su origen divino. La mayoría de los humanos son como niños
en andrajos, que juegan en las calles sin saber que son los herederos de un
trono... hasta el día en el que vienen a buscarlos para concienciarles de su
ascendencia real, pero hasta entonces, ¡cuántas tribulaciones!

Cada vez que el espíritu entra en un cuerpo humano, es el misterio de


la muerte del Cristo sobre la cruz que se repite en el universo. La materia es
la cruz sobre la cual el espíritu no cesa de sacrificarse. Sí, la cruz que debe
llevar el espíritu, es la materia. Cuando el espíritu entra en un cuerpo
humano, debe llevar su cruz, la materia, que es la síntesis de los cuatro
elementos. Para los alquimistas, esa cruz está representada por el crisol en
el que efectúan todas sus operaciones. El espíritu trabaja en ese crisol que
es el hombre, con el fin de transformar su materia en oro. Cuando el
alquimista llega a conocer la naturaleza de los metales, las fórmulas de sus
diferentes combinaciones y transmutaciones, se libera, sale de su prisión y
viaja en el espacio. Para liberarse, hay que conocer su cruz, es decir,

conocerse a sí mismo, los diferentes elementos de su propia materia. El


«conócete a ti mismo» es otra versión de «lleva tu cruz».

Debemos estudiar todos los elementos que están en nuestra cruz, es


decir en nuestro ser y, como Dios mismo trabajó con la cruz viviente, el
Verbo, para crear el universo, debemos trabajar con esos elementos,
combinar1os como las letras de un alfabeto para formar palabras, frases,
poemas. Hay que ocuparse de la cruz viviente. No sirve de mucho una cruz
alrededor del cuello o poner cruces en las iglesias y en los cementerios,
mientras no se haya comprendido que el hombre es, él mismo, la cruz. Él es
la cruz y debe trabajar con esta cruz.

Se ha asociado la cruz con la muerte, con la nada, y es un error pues,


en el momento en que el espíritu entra en ella, la cruz es el comienzo de la
vida. Cuando un Iniciado reza, se vuelve sucesivamente hacia cada uno de
los cuatro puntos cardinales del universo; traza así una cruz para indicar
que su espíritu va a emprender un trabajo sobre la materia. Cada uno de
esos puntos está presidido por un Arcángel: al este Mikhaël, al oeste
Gabriel, al norte Uriel y al sur Raphael. Ese rito de volverse hacia los
cuatro puntos cardinales antes de comenzar una plegaria, se ha perpetuado
en la religión cristiana bajo la forma del «signo de la cruz». Cuando,
llevando su mano derecha sucesivamente a la frente, al plexo solar, al
hombro izquierdo y al hombro derecho, dice: «En el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo, amén», el cristiano entra en contacto con los
cuatro puntos del espacio, la materia sobre la cual debe trabajar con su
pensamiento, con su amor.

El símbolo de los Rosa-Cruces es una rosa roja en el centro de una


cruz. Esta rosa representa el corazón, el chakra del corazón perfectamente
desarrollado en el hombre considerado como la cruz sublimada. Este
chakra, el hombre lo desarrolla por el amor, cuyo color y perfume son los
de la rosa. La Rosacruz es, por tanto, el símbolo del Iniciado quien, gracias
al trabajo que ha realizado sobre sí mismo, ha conseguido desarrollar en él
el amor del Cristo, el amor divino, el amor que vivifica y transforma la
materia. Ser un adepto de la Rosa-Cruz significa conocer todos los secretos
vinculados a la cruz, y también todos los de la rosa abierta en el centro de
la cruz. La rosa en la cruz representa al ser perfecto que tiene no sólo el
conocimiento de todos los elementos que lo constituyen y de sus relaciones

con el cosmos, sino que también es capaz de hacer brotar y manar el amor
del Cristo. El que marcha sobre ese camino crístico llega a ser un Rosa-
Cruz, incluso si no está inscrito en los registros de esta sociedad.

La rosa en el centro de la cruz es pues el hombre perfecto que ha


desarrollado el chakra del corazón. Diréis: «SÍ, ¡pero nuestro corazón no
está en el centro!» Es verdad, pero los símbolos no se ocupan de las
deformaciones. En un pasado muy lejano, nuestro corazón estaba en el
centro y luego se desplazó hacia la izquierda, ese desplazamiento está
relacionado con la inclinación del eje de la tierra.

Se puede hacer una comparación entre el símbolo de la rosa-cruz y el


de la copa del Grial, el vaso de esmeralda que contiene la sangre de Cristo.
Sí, la copa que debe llenarse con esa quintaesencia divina, la sangre de
Cristo, es el ser humano que, gracias a su trabajo de purificación, permite a
la sangre de Cristo depositarse en él. Y él es también la cruz, porque la
cruz, como la copa, es siempre el hombre, y es sobre esa cruz que debe
abrirse la rosa: la vida y el amor de Cristo.

Centre
OMRAAM
Institut Solve et Coagula
Reus
www.omraam.es 

Primer Centro 
De difusión de la obra  
Del Maestro OMRAAM  
En lengua Española  
1

CONFERENCIA DEL MAESTRO


OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV
23/08/1960 (en la Roca)
VDL nº89

“LOS HOMBRES ORDINARIOS,


LOS INICIADOS, Y LA ENSEÑANZA.”

Lectura del pensamiento del Maestro Peter Deunov:

“Os lo repito, no hay en el mundo ningún ser vivo al cual Dios no haya
hablado. Para vosotros es importante distinguir cuándo es el Señor quien
os habla y cuándo son los espíritus. Dios os ha hablado varias veces, pero
vosotros habéis puesto más la oreja a las otras voces. Habéis confundido
las voces en vosotros mismos; ¿Por qué las habéis confundido? Porque
vuestra oreja está embotada, no podéis oír la dulce voz de Dios. Los
espíritus son escandalosos, hablan alto para hacerse oír. No es malo oír la
voz de los espíritus. Ellos también vienen de Dios. Tu dices: “Dios me
habla. –Qué te dice?- Que tome el saco de mi amigo y le coja su pan y su
mermelada para mí.” ¡Así el bandolero que mata a la gente también dirá
que Dios se lo ha dicho! Alguien va a la iglesia y dice que Dios le ha
hablado. Y el padre, cuando trae a su casa el pan, la carne, el queso, a él
también le ha hablado Dios. Así pues, Dios nos habla a todos, pero en esta
palabra hay algo particular que no está en la palabra de los hombres
ordinarios. Dios habla al hombre en casos particulares y a propósito.
Cuando nadie puede ayudarlo, Dios le habla dulcemente y va en su ayuda.

Salomón dijo: “Hay un tiempo para cada cosa.” Cristo dijo: “La
verdad ha sido revelada a los niños, pero ha sido escondida a los sabios”
(Mateo XI, 25). Los niños son humildes. Alguien dirá de sí mismo que
forma parte de los niños. Dadle el poder, dadle el dinero, poned sirvientes
a su disposición y veréis lo que hará. Se dice: “Dadle poder al hombre
para ver lo que es.”
---------------------------
2

Estoy muy contento de que el Maestro mencione exactamente lo que yo


os dije hace años respecto a la voz de Dios, explicándoos cómo Dios y los
espíritus nos hablan. Lo aprendí de él mismo, pero han hecho falta años para
que cayéramos en esta página. Os diré algunas palabras al respecto.

¿Cuál es la diferencia entre los hombres ordinarios y los Maestros, los


Iniciados? La diferencia no está en las cualidades intelectuales, ni en que sean
más ricos, más bellos, o mejor situados en la sociedad, más sabios o más
ignorantes. No, la mayor diferencia, es el desinterés de los Iniciados. Os tenéis
que detener ahí, puesto que en esa cuestión tampoco sabéis discernir.

Cuando conocéis a alguien, siempre queréis saber quienes son sus


padres, miráis si es guapo, cuál es su rango en la sociedad, etc. Entonces decís:
“Es un ser fantástico, ha frecuentado a grandes personalidades; nos explica
historias de los condes, los barones, los príncipes y las princesas.” Pero al
final, esta gente os desvalija y os llevan hacia direcciones extrañas. No tienen
la única cualidad que distingue a los seres superiores de los inferiores que es el
desinterés. Para vosotros, esta cualidad no es extraordinaria, pero para el
mundo divino es lo más extraordinario. Que un Iniciado sea guapo o feo, rico
o pobre, sabio o ignorante, para el Cielo son pequeñeces complementarias, no
es lo esencial. Lo esencial es que no os quieran robar, saquear, demoler o
aprovecharse de vosotros, sino cumplir la voluntad de Dios: daros. He aquí lo
que les diferencia: que son desinteresados. Y como esta cualidad no se ve, la
gente se deslumbra, son cautivados por el alboroto, la exageración, las
habladurías de aquellos que no son desinteresados y que llegan de este modo a
embaucar a los demás. He aquí de qué se maravillan!

En el momento en que alguien habla mucho de sí mismo y se hace


propaganda a la moda americana, todos están entusiasmados por esta
publicidad. Se gastan millones para sacar un producto, una modelo, algo que
va a envenenar al mundo. He aquí sobre qué se ha detenido el mundo, sobre
este hallazgo formidable que es la publicidad que lleva al éxito, el prestigio, el
renombre, la opulencia, la abundancia. Sí, da resultados en el mundo físico, el
mundo terrestre de la personalidad humana, no se puede negar. Pero el reverso
3

de la medalla es que después esto aporta ruinas y desgastes, pues todo estaba
basado en las mentiras, las exageraciones, el polvo en los ojos, el camelo, los
trucos, las artimañas. ¡Maravillas!

Cuando uno es millonario, se puede hacer mucha propaganda de sí


mismo o lanzar su maestría. Pero puede que la pobre (la maestría) no esté
preparada, no sea sólida ni luminosa y otros dirigen los ojos en ella y ésta les
sigue. Entonces el millonario que no era psicólogo lamenta sus millones!
Antes de empezar, hubiera habido de pasar por una escuela divina, es decir
poner en sus ojos, su corazón, su voluntad, y su cerebro, en algo sólido. ¿Por
qué andar en este camino de la propaganda, para deslumbrar a la gente, antes
de volverse uno mismo una piedra preciosa?

Supongamos que hacemos publicidad para que todos nos vengan a ver.
La gente que vendrá dirán que estáis preparados o bien que sois como la gente
ordinaria? Corren el riesgo de irse decepcionados. Es por eso que el cielo
todavía no quiere traer al mundo entero para que nos vea porque en la
actualidad trabajamos sobre la estatua, la esculpimos, la modelamos, pero
todavía está escondida tras una cortina pues no está terminada. Cuando la
escultura estará terminada, el escultor quitará la cortina, la pantalla. En ese
momento, es el cielo quien hará propaganda en el mundo entero para que
todos vengan a extasiarse ante esta semilla, esta Fraternidad Blanca Universal.
Vendrán con los bisturís y las pinzas para ver si sois resistentes. Vendrán
incluso con productos químicos o gases lacrimógenos para haceros toser y
llorar, y con sus pinzas, os picarán! Será magnífico!

Cuando se estará preparado, os lo digo, será el mundo invisible quien


hará la propaganda. Ahora empezáis a comprender porque, desde hace años,
no nos hemos servido de los métodos del mundo entero. Cuántas veces se me
ha aconsejado hacer propaganda para ser conocido, lanzado. Y yo sonreía
porque no veían los peligros. Desde hace años trabajamos día y noche sin
parar para perfeccionarnos, por qué llamar a los espíritus que vendrán con sus
armas destructivas? Proyectarán la duda, los gérmenes de la dislocación.
Muchos ya han venido y han querido incluso destruir las familias y les he
tenido que prevenir para que resistieran a esas armas. En vez de ocuparse de lo
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que da el sol, en vez de hacer un trabajo para ser más sólidos y armonizarse,
perderán su tiempo reparando los estragos. No es inteligente.

Esto prueba que la Fraternidad todavía no está a punto; hay débiles que
no saben cómo reaccionar, cómo comportarse, no saben cómo recibir a los
nuevos, hablarles, defenderse contra sus gérmenes de dislocación. Esto es lo
que me inquieta. Habrá miles de personas que vendrán, pero qué ocurrirá? Los
nuevos no vendrán ni puros, ni luminosos, ni etéricos. Vendrán sobrecargados
de sus enfermedades, sus deudas, sus cánceres, su sífilis, y qué se hará para
digerir, sublimar, transformar todo esto si no se tiene un método, si no se es
sólido, si no se tiene suficiente luz? Vosotros no pensáis en ello, pero es mi
labor preocuparme de ello, analizarlo, verificar hasta qué punto esta semilla de
servidores de la luz está preparada. Está claro: yo no voy a emplear los
métodos americanos!

Algunos incluso se han preguntado si era inteligente o si estaba


dormido puesto que no hacía nada para que tuviéramos una gran extensión.
No es muy extraordinario difundir folletos, no es ni honesto, ni noble, ni
inteligente, pues te preparas para tener que afrontar peligros. Yo he escogido
el método más razonable, inteligente y sabio: trabajar sobre uno mismo, y os
he aconsejado que hagáis lo mismo. Después, no os inquietéis, cuando uno se
vuelve una piedra preciosa, nadie puede verla sin detenerse para mirarla y
apreciarla. Pero si se hace tam-tam, publicidad, la gente viene y ve que es un
objeto dorado, pero no es oro. Los verdaderos Iniciados nunca utilizan este
método ya que no es desinteresado. Este método pertenece a los hombres
ordinarios que os quieren engatusar, despojaros, simplemente. Eso es lo que
no se ve.

Se vuelven ocultistas, sabios, y se enriquecen, venden su mercancía,


venden todo lo que es más sagrado, incluso a Dios, para tener dinero. Estos
métodos están tan propagados que todos encuentran que es natural. No, es
Dios quien os recompensará si dais gratuitamente para el bien de la
humanidad. Dios que sabe el valor de cada cosa, os dará miles de veces más
que los humanos que no saben apreciar lo que hacéis. Así pues, si queréis
recibir mucho, no pidáis nada. Si pedís, os darán cincuenta francos, trescientos
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francos por vuestro pensamiento, pero vosotros, habréis gastado algo que valía
millones, la vida que no se compra por trescientos francos; este mercado es
idiota. Si queréis ser pagado, Dios no os dará nada y el Cielo dirá: “Quedaros
con lo que os han dado puesto que no habéis comprendido lo que era más
precioso.” Es mejor no pedir nada porque entonces recibiréis de Dios mismo
que sabe el valor de vuestro trabajo. Por eso Cristo, que conocía estas grandes
leyes, aconsejó a sus discípulos que no cobraran. Les dijo: “Gratuitamente
habéis recibido, daréis gratuitamente.”

Aceptad lo que se os da, si no habéis pedido nada. Dios os pagará, pero


no hay que regatear. Si decís: esto vale tanto, el Señor dirá: habéis sido
pagado, guardad vuestro dinero, pero no tendréis ni salud, ni belleza, ni
felicidad, ni gozo, ni luz.

Ahora, mis queridos hermanos y hermanas, aquél que quiere aprender y


prepararse para volverse un hijo de Dios, aquél que quiere ser un bienhechor
de la humanidad, debe conocer estas cosas, estudiarlas, sino se volverá un ser
ordinario que se hace publicidad, no hablando más que de sí mismo: “Soy
desgraciado, soy esto, soy aquello”, para que los demás se apiaden de él.
Cuenta su vida para ablandar a la gente, y como recompensa, les toma sus
fuerzas y los disgrega.

¿Cómo os puede faltar hasta ese punto el discernimiento? Os he dado


todos los criterios. Os he dicho: cuando encontréis a alguien y queráis saber
quién es, observad en qué estado os sentís después de haberlo visto y haber
hablado con él. Si vuestra inteligencia se ilumina, todo se unifica, veis más
claramente las cosas, si vuestro corazón se empieza a calentar, a vivificarse,
amáis al mundo entero y vuestra voluntad que estaba inerte, paralizada,
empieza a despertar y a crear cosas bellas, entonces, os digan lo que os digan
respecto a ese hombre, es un hijo de Dios. Incluso si el mundo entero le
mancha, le calumnia, tenéis que decir: aporta la luz, el calor y la vida. Si, al
contrario, alguien es apreciado y reconocido por todos y os aporta cosas que
os maravillan, pero ensombrece vuestra inteligencia, e introduce un desorden,
si ya no veis la relación entre las cosas, si vuestro corazón se enfría, vuestra
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voluntad se paraliza, huid, huid os diga lo que os diga. Podréis decir: “Este ser
es maravilloso para vosotros, pero para mí es la catástrofe.”

Cada uno debe entender las cosas según su criterio. Dejad a los demás
como son, pero vosotros, comed el alimento que conviene a vuestro estómago.
Os lo he dicho siempre: cuando se es normal, lo que es divino produce cosas
divinas, y lo que es infernal produce resultados infernales. Pero estos criterios
se olvidan, se les abandona y se paga muy caro. Os tenéis que acordar de lo
que os he dicho. Os he dado cosas preciosas, y las dejáis en los armarios!

Veamos ahora los métodos de un hombre ordinario que es interesado,


egoísta, calculador, y los de un iniciado que trabaja de otra manera. El
desinterés es lo más importante para él, cuando encontráis seres
desinteresados, hay en el mundo, deteneros sobre esta cualidad porque es
justamente ella la que os mostrará si esos seres vienen del cielo o del infierno.
Su riqueza, su rostro, su forma de vestir, incluso su saber terrestre, creedme,
todo eso os puede confundir, son cosas temporales, engañosas. Decís: “Pero
cómo podemos saber si esa persona es desinteresada.” Si nunca habéis sido
robado, estafado, ni engañado por ella durante años, ¿todavía dudáis? No
tenéis pues ningún criterio. Es desinteresado. ¿Qué queréis más? Si no os dais
cuenta de ello, si no veis a los seres que no quieren ni robaros, ni hechizaros,
sino daros, entonces merecéis vuestra suerte.

Existe gente desinteresada y otros que quieren servirse de vuestra


inteligencia para arreglar sus asuntos personales puramente materiales. Un
Iniciado puede tener una luz, un saber formidable, el poder de curar, pero no
es lo esencial, ya que se dice incluso que el mismo diablo puede ser luminoso
para engañar a los demás, y que habla todas las lenguas. Los dones de los
genios, las obras maestras, en el pasado, según la gente de iglesia, eran
llevados por el diablo. Puede que el diablo sea muy fuerte desde el punto de
vista de la voluntad, pero allí donde capitula es en que no es desinteresado. Os
puede mostrar un saber formidable, un poder extraordinario que os puede
anonadar, pero os quiere llevar hacia él, no hacia Dios. Os hace firmar un
pacto de sangre, hace toda clase de promesas, la riqueza, las mujeres (las más
atolondradas, pero no lo dice); y los idiotas les siguen.
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Decís: “Pero esto, sólo se hacía en la Edad Media!” Pensáis eso! Esto se
hace en pleno París, en el siglo XX. Los hombres piensan que Dios es viejo y
está fatigado, mientras que este mundo posee todas las riquezas, es enérgico y
poderoso, y promete mucho. Aquel que, sin cesar, os viene a decir: “Comprad
esto, comprad aquello”, es el que hace propaganda para tener gente inscrita en
sus registros. Y ahora todo está modernizado, organizado, embellecido en
estos métodos; y sólo aquellos que no conocen estos métodos firman y venden
su inteligencia y su voluntad. Decís que no lo podéis creer, que era antaño
cuando la gente vendía su alma al demonio, pero hoy ya no; que hoy la gente
está instruida y no creen en el demonio. Es verdad, pero esto ha tomado otras
formas. Por ejemplo, si el jefe de un partido os invita y dice: “Sois muy
inteligente, un gran químico, un gran físico, ¿queréis trabajar con nosotros? Os
pagaremos lo que pidáis, firmad el contrato.”, ¡se firma! Se ha vendido la
inteligencia por algún dinero. Muy pocos lo rechazarán. Esto se hace sin que
uno se de cuenta. Se habla del mismo modo a los escritores, para que escriban
algunos libros que demolerán la fe, la conciencia de un pueblo, y cuando este
pueblo estará alelado, perdido, débil, lo tendrá en su bolsillo, lo podrá
gobernar! “Por supuesto”, responde el escritor que sólo esperaba esto. Y se
vende al príncipe de este mundo...

Id a verificar si no es así. Os puedo revelar muchas cosas, de qué


manera se llega a dominar a muchas naciones. ¿Quién lo hace? El príncipe de
este mundo que tiene sus agentes, y muchos creen en él y no en el buen Dios,
ya que da para poder comer y vestirse cada día.

El desinterés es la cualidad más esencial de los Iniciados, de los


verdaderos Maestros, de los verdaderos Santos, de los apóstoles, de los
yoguis. Si creéis que todos eran sabios os equivocáis. Vosotros sois más
sabios que ellos. Pero lo poco que sabían, lo sabían bien, creían en ello
firmemente. Y con qué desinterés trabajaban! Vosotros no trabajáis tan
arduamente, tan profundamente como ellos, aunque conozcáis la física, la
química, la astrología, la economía, la política, y muchas otras ciencias, pero
los santos, los profetas, los apóstoles, sabían solamente que Dios es amor, que
se le puede encontrar con el amor. Le amaban, meditaban sobre él y os podían
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decir todo lo que os ocurrió en las encarnaciones precedentes y lo que os


esperaba.

¿Cuál es, pues, la unión con la dulce voz de Dios? En el plano astral, en
el plano infernal, los espíritus son interesados y no os dejan a causa de este
interés. Para llevaros hacia su dirección, continúan hablándoos durante años,
os atraen para convenceros, y no veis que son interesados? La prueba de que
lo son es que insisten. Dios no insiste, sólo habla tres veces. No habla días
enteros, hasta conseguir que os ahorquéis! He aquí el criterio. Aquellos que
insisten demasiado para convenceros, que os caséis con tal persona por
ejemplo, o que rompáis, o que compréis algo, es que tienen un interés, no les
tenéis que escuchar. Chillan demasiado, hacen demasiado ruido y su
insistencia y su ruido son la prueba de que son espíritus interesados. Cuántos
espíritus os soplan: abraza a esa chica, serás feliz. La voz insiste, día y noche,
obedecéis y he aquí la estupidez, estáis colgados...

Mientras que Dios habla muy dulcemente, tan dulcemente que el


hombre que no está acostumbrado a escucharlo, no lo oye. Sin embargo,
después de los acontecimientos, uno se acuerda y se dice: había una voz que
me susurraba que sería desastroso. Qué tonto he sido de no escucharla! Era
justamente la voz de Dios. Pero estamos acostumbrados a escuchar sólo a
aquellos que hacen estruendos! No os pediré si habéis tenido tales
experiencias, pues estoy absolutamente seguro de que sí. Todos, sin
excepción! Es por esta razón que el Maestro dice: “Dios habla a todo el
mundo, pero la gente no lo oye.”

¿Es Dios verdaderamente quien habla? No. Si queréis saber la verdad,


es un representante de Dios, porque si hubiera sido Dios directamente, seríais
pulverizados. Su voz ha pasado de altavoz en altavoz, de región en región,
hasta un representante que está dentro, es la voz interior, es la conciencia, la
supraconsciencia, la intuición, el yo superior, es una estación en nosotros que
recibe y ve. Es el observador silencioso, el testimonio silencioso, “ajna
chakra” que está entre los ojos. Lo ve todo, lo observa todo, es imperturbable
y no os fuerza jamás.
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Hay un pasaje en la Biblia donde dice que Elías el profeta oyó en la


caverna toda clase de ruidos: viento, tormentas, terremotos, voces poderosas.
Y después de todo eso, una voz extremadamente dulce le habló y él la aceptó,
pues sabía que era la voz de Dios. Ahora, el discípulo se debe acostumbrar y
ejercitarse en discernir esta voz, a fin de que no se equivoque nunca. He aquí
el trabajo de un discípulo: escuchar la dulce voz de Dios. Siempre está ahí, no
falta nunca, dirigiros a ella cuando estéis atormentados, en una situación
inexplicable, cuando nadie os viene a ayudar. Haced primero la pregunta y
después esperar. Es como cuando llamamos por teléfono, debemos esperar que
la comunicación se establezca. Me decís que tenéis prisa. No. La respuesta
puede venir algunos minutos más tarde, un día o algunos días más tarde. No
hagáis nada antes de oírla. Os responderá dulcemente, amablemente, y será
corto, conciso, resumido, esto es lo que os probará que es divino.

La voz habla así porque Dios es desinteresado. Cuando ve que no


escucháis, os deja libre. Si no fuera desinteresado, os querría forzar y se
parecería a los espíritus. Ya no sería Dios. Como hacen los vendedores que
entran por la ventana si les cerráis la puerta y si les cerráis la ventana entrarán
por la chimenea, pero siempre están ahí. Y si les escupís, dicen que es el rocío
del cielo! Logran haceros comprar su mercancía y lo lamentáis toda la vida!
No os hablo más que de cosas concretas que habéis vivido y por eso me
comprendéis. Este es mi método pedagógico: que las cosas vividas sean un
punto de partida desde el cual os pueda llevar hacia las cosas que todavía no
habéis vivido y tendréis que vivir. Es toda una nueva pedagogía.

Aquí está lo esencial de esta página: tomar este criterio y servirse de él


cada día; entonces estaréis muy bien en todas las circunstancias y todo
mejorará. Éste esclarece la diferencia esencial entre el hombre ordinario y el
iniciado. Si un iniciado no posee este desinterés, si veis que os quita el dinero,
que os despoja, a pesar de sus conocimientos, su riqueza, su belleza, no debéis
ni creer en él, ni aceptarlo. El desinterés es la única cualidad que merece que
nos detengamos en ella. Pero la gente se queda cautivada por toda clase de
otras cualidades que todo el mundo puede tener.
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El desinterés es la cualidad más difícil de adquirir, hacen falta siglos


para ello. En algunos años, podéis leer libros, hacer estudios y ganar dinero.
Pero para adquirir el desinterés, hacen falta siglos. El desinterés es, pues, una
prueba de que la persona es muy evolucionada y que ha trabajado mucho
tiempo. Es por esta razón que es la cualidad más preciosa, la más rara, puesto
que es la más difícil de obtener. Detrás del desinterés se encuentran el amor, la
abnegación, la generosidad, la impersonalidad, la renuncia y también una
sabiduría oculta, ya que aquél que se ha lanzado al desinterés y ha descuidado
otras cualidades tenía un saber, que no es la inteligencia del mundo sino la
verdadera inteligencia. Son pocos los que se lanzan a ello, por miedo a morir
de hambre, a ser el último de todos. Este saber es un saber divino.

Aquel que escoge, trabaja y desarrolla esta cualidad tiene intuición y no


se equivoca, puesto que son el amor y la sabiduría los que se esconden detrás.
Juntos, producen la verdad. El hombre está en lo cierto ya que es libre y tiene
más poderes para actuar. He aquí cómo las fuerzas y los poderes le son dados.
Pero cuando se está atado, aprisionado en sus propias debilidades, se pierden
las fuerzas y te quedas débil. Es claro y lógico. Es esta verdad la que tenéis
que entender, todas las demás verdades son maravillosas, pero por el
momento, no son tan útiles. Las encontraréis más tarde, cuando trabajaréis
sobre la materia, en el mundo. Por el momento, para la purificación, el avance,
es esta verdad del desinterés que hay que tener y para ello hace falta amor, el
verdadero saber; y los poderes os serán dados. Entonces seréis libres.

Suponed que vuestras piernas están atadas, no podéis viajar, si vuestros


brazos están atados, no podéis hacer ningún trabajo, no podéis ser un creador.
Suponed que las orejas están tapadas, los ojos cerrados, el cerebro bloqueado,
cuando se empiezan a liberar los miembros, se puede viajar y crear cosas
inmortales. Si se os libera la boca, tras la palabra está el verbo que vivifica; se
destapan las orejas y se oye una música; la nariz, se sienten perfumes que
vienen de no se sabe donde. Y es así, para todos los órganos.
Os diré todavía algo, pero sólo a aquellos que no son puritanos,
limitados, que se escandalizan. Que los que estén preparados para entenderlo
lo entiendan: todos los miembros son limitados, atados, o depositados en el
Monte de Piedad por un poco de dinero. ¿Conocéis el Monte de Piedad de
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París? Depositáis una joya o cualquier objeto y se os da una suma de dinero


que está lejos de lo que corresponde a su valor. Un día, si tenéis dinero,
podéis recuperar ese objeto. A veces no se tiene dinero, los años pasan y el
objeto se queda en el Monte de Piedad. Aquel que logra liberar sus piernas,
sus brazos, todavía tiene órganos que están en el Monte de Piedad, es decir en
casa del príncipe de este mundo que lo toma todo por dinero. Ahora
escuchadme bien, porque os voy a decir la verdad más grande. Mucha gente
tiene casas que están hipotecadas pero no lo saben. En realidad, no les
pertenecen, y un buen día aquél que ha pagado puede venir a quitársela. Si
esto existe para las propiedades, por qué no para las cualidades y las virtudes?
Hoy os abro de nuevo una página del Gran Libro de la Vida. Aquí está escrito
que lo mismo existe en la vida interior de los humanos. Muchos, porque han
tenido necesidad de dinero, han firmado un contrato, hipotecado o depositado
sus cualidades en el Monte de Piedad. Si las hipotecas, el Monte de Piedad,
existen, por qué no existirían bajo otra forma, o otra expresión, en otro
terreno?

De esta manera, os llevo a comprender que sólo los iniciados, los


verdaderos, llegan a recuperar todo lo que habían depositado en el Monte de
Piedad, por ignorancia, en un pasado próximo o lejano. La luz ha llegado, han
comprendido los nuevos métodos del amor y la sabiduría, vuelven a encontrar
las cualidades que habían perdido.

Suponed que estos seres tuvieran el talento de escribir, de pintar, de


componer, el don de la clarividencia o de la curación y quieren volver a
encontrarlo, cómo lo hacen? Os lo explico. Si se pueden liberar las piernas, los
pies, los ojos, las orejas, y empezar a vivir una nueva existencia, se deben
olvidar los demás miembros, algunos de los cuales son de una importancia
formidable? Suponed que todos sean liberados, en el verdadero sentido de la
palabra, entonces los iniciados pueden hacer grandes cosas, cosas divinas.
No os daré grandes explicaciones, porque no estáis preparados. Estas
verdades fueron enseñadas en los Templos de Egipto, de Caldea, y en muchos
otros: cómo liberarse, desprenderse. Algunos me dirán: no, nosotros tenemos
nuestros miembros, nuestro cerebro, nuestros ojos y somos nosotros quienes
nos servimos de ellos! Sí, pero a veces otros se sirven de ello porque no os
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pertenecen. Vosotros los habéis depositado! La prueba es que vuestro cerebro


puede crear cosas espantosas y vuestros brazos se ponen a realizar estos
pensamientos incluso cuando queréis pararlos! Es, pues, la prueba, de que
otros se sirven de ellos. Están depositados, hipotecados, y hay que liberarlos.
Cuando Dios y los Ángeles se sirvan de ellos será muy diferente. Que aquellos
que me puedan comprender, me comprendan. Todo es así. Todavía es una
página del Libro de la Naturaleza.

Hay cosas para hacer que ni sospecháis. Andáis tranquilamente, todo


está en orden, cantáis alegremente, pero todavía hay muchas cualidades por
reencontrar que teníais en el pasado. Cuando se recuperan, uno se vuelve hijo
de Dios, bello, sano, inspirado, inteligente, sabio, lleno de amor. Puesto que
no se tienen, es que se han perdido, ya que en el pasado se tenían todas estas
cualidades. ¿Dónde están ahora? Sólo quedan algunas migajas de los talentos
formidables que teníais. ¿Dónde están? En el Monte de Piedad. He aquí de
qué reflexionar, esto abre horizontes. Cada uno debe decir: “Al trabajo, lo he
comprendido!” y triunfar. Parad este tumulto interior y encontrad la paz. Si
sois capaces de ello estaréis inscritos entre los hijos y las hijas de Dios. E
incluso cuando llegaréis a ese punto, no debéis hacer propaganda y decir:
“Sabéis a qué he llegado?” Ya que entonces no sois un iniciado, sino un
ocultista cualquiera.

Prepararos, trabajad, hasta el momento en el que estaréis a punto, ya que


los curiosos vendrán llenos de alfileres, de gérmenes de dislocación, y cuando
verán que sois sólidos como una roca, que sabéis resistir a las tempestades, a
los tornados, a la lluvia, a la granizada, entonces se inclinarán y dirán: “Estoy
obligado a reconocer que sois rico, multimillonario, que sois un hijo de Dios.”
Pero mientras os vean cambiantes, débiles, miserables, os vendrán a decir:
“Por qué seguís esta enseñanza, de dónde viene? No vale nada, no es segura.”
Os diré: “Mis niños, no busquéis ni el origen ni la autenticidad de la
enseñanza, puesto que no conocéis ni tan sólo a los vuestros.” Debo yo, a
causa de eso, no creer más en vosotros, dejar de amaros? ¿Esto es la prueba de
que os tengo que masacrar? Todos actúan así y vosotros sufrís la influencia de
los espíritus que os dicen: Pero, ¿cuál es el origen de esta enseñanza? Para
calmar a esos espíritus ingratos, responderé: ¿Se nos puede clasificar entre los
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Esenios, los Rosa-cruces, los Judíos, los Mahometanos, los Teósofos? Dejad
este origen, no os rompáis la cabeza, está claro, venimos del sol y vamos hacia
el sol. Es simple y auténtico. Nunca os he dicho que nuestra enseñanza venía
de los Bogomilos o de los Cátaros, o que venía de los Tebas, de Cartaña,
Asiría, de Roma o de Memfis. Viene del sol. ¿Por qué del sol? Porque hemos
visto que es inútil seguir ocupándose de cosas extrañas, no filosóficas,
confusas, sino nunca daremos nada claro y sólido a la humanidad, por eso las
hemos dejado de lado y decimos: “Esta enseñanza viene del sol.” Si alguien
no lo cree, que lo verifique. Nuestra filosofía, nuestro ideal, es la luz, el calor
y la vida del sol.

Podéis decir que hay alguna cosa semejante en los discípulos de


Zoroastro o en los sufis o los Mazdaznans, es posible. Pero si los demás se nos
parecen no es culpa mía. Yo, no me parezco a nadie. Me parezco a mí mismo
y a mi Maestro, eso es todo. Yo canto con mi voz. El origen de nuestra
enseñanza es el sol, viene del sol y regresa hacia él. Los que quieren quedarse
tranquilos se pueden quedar con eso. Si quieren perder su tiempo y su paz, que
se ocupen de buscar de dónde viene la enseñanza y de saber si es auténtica o
no. ¿Quizá yo tampoco soy auténtico? ¿Qué piensan los demás? Yo sé que soy
auténtico y lo que piensen los demás me da igual. Si el pan que os distribuyo
os da cólicos, no lo comáis, pero si restablece las cosas en vosotros, señal de
que es bueno, que la panadería es buena, todo es fresco: es el sol.

Si os gustan las cosas polvorientas, no es nuestra enseñanza. Nosotros


nos servimos de la arqueología para explicar las cosas, pero no nos
alimentamos de ella, y no os llevamos a la Atlántida para que os ahoguéis! No,
yo os llevo hacia el sol, el único refugio que está por encima de todo, que no
será destruido. ¿Por qué esta filosofía ha venido del sol? Para que sea segura,
absoluta, y se pueda contar con ella. Todo lo demás son menudencias, cosas
humanas que no han podido resistir a los acontecimientos. Si las formas no
han sobrevivido al tiempo, es que no eran perfectas y debían ser reemplazadas
por otras más resistentes. Pero las formas del sol resisten al tiempo, que nunca
tiene influencia sobre ellas. Ni los cañones, ni los gargajos nunca han podido
alcanzar el sol.
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He aquí por qué os traigo una filosofía que sobrepasa a todas las demás
porque es invulnerable, inmutable, segura, luminosa y eterna como el sol. Si
os queréis romper la cabeza, id a buscar otra filosofía en otra parte. Yo, os doy
lo que sé. Está claro, si dudáis de mis palabras, id a pedirle al sol, pero no a la
gente que os quiere mentir, engañar. El sol nunca ha a mentido ni engañado.
Es claro y luminoso, fiel a sí mismo.

Os hubiera querido hablar de dos clases de amor: a quién y cómo amar.


Me diréis que ya lo sabéis. No, es tan novedoso que os quedaréis atónitos.
Cómo el sol siempre es nuevo, a pesar de parecer el mismo, la fuerza que
emana es siempre nueva. Cómo el lecho del río es siempre el mismo, y su
agua es siempre nueva. El sol es siempre el mismo, pero su luz, sus rayos son
siempre nuevos. Yo también soy siempre el mismo pero lo que os digo
siempre es nuevo.

Si tengo tiempo, os hablaré de dos grados del amor, pero no os prometo


nada, para ser libre. Si se promete se está forzado y se hacen las cosas sin
amor. Y lo importante es hacer las cosas con amor.

Para ser comprendido, invulnerable ante los filósofos, os diré que


siempre hay un interés detrás de nuestros actos. Ser desinteresado es una
manera de hablar, siempre hay un interés en alguna parte. El desinterés es el
interés menos egoísta, el menos personal. Incluso los iniciados tienen un
interés, quieren llevar a la gente hacia Dios, llenarlos. ¿Por qué? Seguramente
para obtener una perfección o para satisfacer a Dios. Así pues, lo que está
detrás no es turbio, es lo menos egoísta, lo más desinteresado. Pero
filosóficamente hablando, es imposible convencer a la gente de que se pueda
actuar sin que haya un interés. Incluso los padres, cuando alimentan a sus
hijos, y hacen sacrificios por ellos, tienen un interés: como mínimo que
alguien se ocupe de ellos cuando sean mayores, o la esperanza de ver a sus
hijos tan bien, para su propia alegría. Es el interés más noble que se puede
recomendar. Incluso los iniciados tienen un interés: quieren estar a la derecha
del Señor.
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Ante mi análisis que es implacable, primero hacia mí mismo, capitulo, y


descubro que yo también tengo un interés. He querido hacer este análisis
primero para conmigo porque de otro modo no se puede avanzar. Hay que ser
implacable como mínimo hacia uno mismo. Cuando estaréis a punto, os
podréis permitir analizar a los demás, pero no hay que ser implacable hacia
ellos antes, ya que puede que os equivoquéis y entonces os volveréis crueles e
injustos. Mientras no habréis logrado hacer análisis absolutamente perfectos,
no tenéis derecho a juzgar a los demás, porque os podéis equivocar mucho.

Los iniciados no se equivocan. Cuando los químicos analizan sus


productos, lo hacen en el plano físico; no tienen la posibilidad de hacerlo en
otras regiones. Mientras que un iniciado verifica primero cómo son las cosas
arriba en el mundo del pensamiento, después desciende al plano causal, al
plano mental, después al plano astral y después busca indicaciones,
advertencias, señales en el plano físico. Si no las encuentra en este plano, pues
quizá no están todavía materializadas, espera, no se pronuncia. Esto quiere
decir que no se ha realizado en los tres mundos. He aquí la táctica de los
iniciados. Dicen: “Mi intuición, mi juicio, mis sensaciones me dicen esto, pero
en el plano físico todavía no hay nada manifestado, ningún hecho. Así pues,
esperemos.” Como en las jefaturas de policía, se tienen intuiciones de que
alguien es criminal, pero se esperan las pruebas materiales para detenerlo. Os
lo digo para que no os apresuréis a juzgar a alguien, sin antes haber verificado
en los tres mundos. Es así cómo yo lo hago, ya lo he dicho en varias
ocasiones. Yo busco una prueba en el lado mental y astral y después busco si
eso también está indicado en los gestos, en el rostro en las expresiones. Si no
hay nada, me quedo atento. Cuántas veces, antes de hablar a alguien sabía lo
que había en él, pero he esperado a veces un año antes de sacudirle. Porque
puede que haya cometido malas acciones en el pasado, pero todavía no les
había dado una salida en el plano de los actos. Así pues, no se le podía
condenar. Estaba comprometido en el mundo del pensamiento donde había
desatado ciertas fuerzas, pero en el plano físico todavía no había resultados.
Cuando se planta una semilla, primero no se ve nada, ni tallo, ni flor, ni fruto.
Así pues, se espera. Pero no toquemos esta cuestión pues es otra página del
gran Libro de la Naturaleza.
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Os hablo con la esperanza de que instruyéndoos así cada día,


mostrándoos cómo todo está unido, como hacía Hermes Trimegisto,
avanzaréis. Ahí está la verdadera ciencia, la de los tres mundos unidos.
Hermes Trimegisto decía: “Mi nombre significa: aquél que conoce los tres
mundos.” No dijo que conocía el plano físico como los sabios. “Trimegisto”
en griego significa “tres veces grande”. Para ser tres veces grande, hay que
viajar en los tres mundos, dominar a las fuerzas de los tres mundos, sino no se
es “grande”. Es decir grande en los tres mundos. Está claro.

Os hablo pacientemente, con constancia y amor para llevaros, a


vosotros también, a descifrar, un día, el gran Libro de la Naturaleza que está
ante nosotros, a nuestro alrededor y en nosotros. Está aquí, sólo hay que
leerlo, no es tan difícil, os daré el secreto y cuando empezaréis a leerlo, la
eternidad no bastará para poder terminar las páginas. Yo no he acabado de
leerlo, os lo digo humildemente, estoy lejos de ello, y mejor, pues si lo hubiera
terminado, sería la desgracia de todas las desgracias; así, siempre habrá algo
para leer. Cuando se leen otros libros, te cansas, tienes dolor de cabeza,
mientras que cuando se lee este libro, después tienes una alegría y admiración
tal, una paz y una luz, un amor…, como cuando os ha gustado mucho una
película y decís a todo el mundo que vaya a verla porque os ha maravillado.
Se quiere compartir la felicidad con todo el mundo. El deseo es bueno y el
desinterés está ahí.

*************

Sigue la Conferencia en la sala antes de la comida;

Bajando de la Roca, me han venido pensamientos tan originales que me


reía solo. Pero ahora todo se ha borrado y no me puedo acordar! No es la falta
de memoria, pero estos pensamientos no han querido dejar trazas!
Ante vosotros presento un trabajo gigantesco y me pregunto, de
continuar así, si quedarán algunos candidatos para ese trabajo. Me pregunto
incluso si, entre los grandes personajes, habrá quien siga la enseñanza.
Algunos no abandonarán jamás su situación, su prestigio, su salario. Se haga
lo que se haga, esta enseñanza no es para todo el mundo.
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Algunos me han escrito: “Esta enseñanza es tan grandiosa que prefiero


abandonarla, no es para mí.” Otros piensan que es una escuela maternal! No
han entendido nada.

Os hablo con imágenes para que incluso los niños lo entiendan. Las
imágenes trabajan en el hombre a sus espaldas. Pero hablar de una manera
abstracta no da grandes resultados, todo se borra, mientras que esta manera
simple, concreta, da grandes resultados cuando el hombre considera
correctamente la cuestión, cuando no está demasiado ocupado en los métodos
modernos de las escuelas actuales. Pero se ocupa de las consideraciones de la
vida actual, no entenderá nada. Si está desnudo, obtendrá grandes resultados.
A menudo encontráis esta enseñanza demasiado simple, pero esta manera
concreta de hablar, clara, precisa, será el lenguaje del futuro. Haremos época,
será la nueva escuela de la claridad. Actualmente, cuando lo que decís es
claro, no gozáis de gran prestigio, y al contrario, si es tenebroso, todos creerán
que sois sabio y profundo! Viendo esto, se escoge esconderse bajo formas
rebuscadas e incluso, a veces, uno no se comprende a sí mismo. Como algunos
contratos que son incomprensibles. ¿Por qué ese lenguaje enredado? Porque es
moda, una moda que dura desde hace varios siglos.

Los herméticos tenían razón de ser oscuros, ya que revelaban secretos, y


por eso dejaron expreso un método oscuro, estúpido, inverosímil. Leed
algunas palabras de la Cábala, del Zohar, hay pasajes inverosímiles, para
rebelarse, y es ahí donde han escondido los más grandes secretos. Sabían que
los que serían pacientes, capaces, los encontrarían. Un hombre encuentra una
nuez, muerde la cáscara y la tira; un segundo se rompe los dientes al intentar
romperla; un tercero la come, pero el cuarto que es el más sabio, la planta y la
conoce. Los demás eran ignorantes.
Muchos de los que han llegado a leer muchos libros de Cábala, de
ciencia teúrgica, se han roto los dientes, otros han comido un poco, pero sólo
la última categoría que ha plantado este saber y ha tenido la paciencia de
esperar para saborear los frutos sabe alguna cosa. ¿Por qué los herméticos han
utilizado estos métodos para esconder algunos conocimientos? Como sabían
los poderes inauditos que este saber daba a los que lo conocían, tuvieron
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miedo de que aquellos que tenían vicios o los que eran ligeros, superficiales,
pudieran utilizarlos; así, sabían que sólo los seres que buscaban
verdaderamente y trabajaban los encontrarían.

Tomad, por ejemplo, lo que dice la cábala acerca del Leviatán que será
desmenuzado, bien salado, y reservado para los Santos que comerán su carne!
Evidentemente, los cristianos vegetarianos se horrorizan de ello! No están
encantados con la perspectiva de comer el Leviatán. Este animal es un
monstruo que vive en los mares, en el plano astral, seguramente lo habréis
encontrado en vuestros paseos nocturnos!

La diferencia entre la manera en que los herméticos han escondido los


secretos y la manera en que los ocultistas modernos se dan importancia de
ellos es inmensa. Los herméticos esparcían voluntariamente las tinieblas para
disimular ciertos conocimientos. ¿Por qué? Estos conocimientos no daban ni
más poder, ni más dinero.

Desde ahora será la claridad, todo será revelado ante los hijos de
Dios. Cada vez más la claridad llega al mundo, la gente cambiará la actitud,
adaptarán la claridad, la simplicidad en todas las cosas y la humanidad
mejorará. Decís: “No creo que esto ocurra, que los hombres actuales lo
deseen.” Es verdad, pues no ven la superioridad de otra situación, pero cuando
se les mostrará las ventajas de un método natural, simple, ideal, que pone la
claridad en los espíritus, todos cambiarán. Por la nueva orientación ya se ha
creado una corriente. La Fraternidad Blanca Universal vendrá al mundo para
orientarlo todo de otra manera, en la religión, el teatro, las artes, la filosofía,
etc., y veréis como todo será claro, incluso en las regiones más oscuras como
la subconciencia, habrá claridad, una luz que los psicoanalistas no han sabido
aportar.
Los mismos psicoanalistas no han comprendido gran cosa, remueven
capas prehistóricas que no conocen. Antes de remover la base, hay que subir a
la supraconsciencia, y allí hacer amigos y con máscaras, escafandras, y
suspendidos con cuerdas, se puede descender al fondo del alma de los seres.
Los psicoanalistas han visto cómo actúan los buzos, pero no lo han
comprendido para sí mismos. Pasa lo mismo con el alma humana. La
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conciencia es la superficie de lo que se manifiesta. Lo que está por debajo de


la superficie, es la subconciencia. Las cosas de la supraconsciencia, el aire y el
éter se reflejan a la superficie como una pantalla. La superficie experimenta
las influencias de arriba y de abajo. Así pues, la conciencia es un espejo de lo
que pasa en el subconsciente y en la supraconsciencia. Cuando veis la
luminosidad y la belleza, es la supraconsciencia que se refleja. Cuando son
cosas tenebrosas, es lo que está en el fondo, el mundo subterráneo o en los
océanos que se manifiesta.

En vuestro establo tenéis ovejas y vosotros estáis en casa o en el campo


trabajando, pero la noche aparece y las rapaces, los zorros, los lobos salen de
su madriguera; otros animales salen del agua para cazar en la tierra, vienen y
se comen a las ovejas y las gallinas. Lo mismo ocurre con nosotros. Los
animales que habitan en nuestro subconsciente tratan de venir a tomar nuestras
buenas ideas, los buenos sentimientos, las buenas intenciones, si no tenéis una
vigilancia y una luz que os protejan contra los ladrones, como en las tiendas, si
no habéis tomado precauciones, estos animales vienen periódicamente y se
llevan las buenas intenciones. Y os decís: “Tenía tal intención y ya no la
tengo.” Habéis perdido vuestro entusiasmo, y es porque no estuvisteis
vigilantes y no tomasteis precauciones. Los animales de vuestro subconsciente
vinieron y disfrutaron.

En las primeras regiones de la supraconsciencia, también hay pájaros,


rapaces que pueden tomar incluso a niños pequeños. Sólo la región etérica de
la supraconsciencia no tiene habitantes que hagan daño, al contrario, vienen
para enriqueceros. Pero lo que viene de abajo lo hace para robaros. He aquí
cómo se explica el psicoanálisis. Por primera vez, es una imagen precisa y
clara. Todo lo que aparece a la superficie es la conciencia. Por eso hay que
prepararse antes de sumergirse en el agua para remover a los habitantes.
Tiburones y otros animales os pueden comer. Se dice que los animales
prehistóricos ya no existen; en su forma física, sí, pero sus ideas están ahí, en
nosotros, y tenemos relaciones con ellos constantemente. ¿Cómo lo podemos
remediar? Hay que ir siempre arriba a aprender y decir: “Tengo regiones
extraordinarias en mi subconsciente donde están acumuladas todas las
generaciones del pasado, todas las épocas, una vida prehistórica. ¿Me podéis
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proveer de una cuerda para poderme sacar si voy?” Os dirigís, pues, primero
arriba antes de descender. Es el método más seguro, pero os olvidáis de crear
vínculos con los seres que nos sobrepasan. No debéis tener confianza en
vosotros mientras no estéis unidos con Dios, con sus servidores, los ángeles.
¿Por qué tener tanta confianza en uno mismo cuando la vida nos muestra que
nos equivocamos, que siempre nos muerden, y estamos cubiertos de
cicatrices?

Hay tantas cosas por hacer en la Enseñanza, cuando uno se libera de


ciertas actividades, no de todas, por supuesto, no de aquellas que conciernen al
trabajo para ganarse la vida, comer, cuidar de los hijos, etc., sino de otras
cosas como coleccionar pipas o mariposas. Hay que ocupar el tiempo pero
liberándose de actividades inútiles y empezar un trabajo esencial para
enriquecerse, dominarse, poner orden en uno mismo. Después, se presentarán
cada día cosas por hacer, actividades que se volverán apasionantes. Cuando
digo “apasionantes”, no es una palabra bien escogida, hay que decir
“animadas”. Y siempre estaremos encantados haciéndolas. Cuando se
escogerán los métodos de la claridad, todo será esclarecido, incluso en el
terreno oscuro del subconsciente.

El terreno de la supraconsciencia es oscuro para nosotros, puesto que es


demasiado luminoso. Ya sabéis que cuando hay demasiada luz se percibe
como la oscuridad, así como el movimiento demasiado rápido parece inmóvil.
La luz demasiado intensa nos sobrepasa tanto que parece oscura. Por eso, los
Iniciados del antiguo Egipto oían decir a los sacerdotes: “Si creéis que Osiris
es un Dios luminoso, os equivocáis, Osiris, es una triple oscuridad.” Los
cabalistas decían lo mismo: Aïn Soph Aur son las tinieblas. El terreno
subconsciente también es oscuridad para nosotros, porque no lo conocemos,
pero en realidad es luminoso, mientras que el subconsciente es
verdaderamente un terreno tenebroso; los animales inferiores prefieren vivir
en las tinieblas, ya que demasiada luz les mata. Ahí, pueden llevar su
existencia y si les queréis iluminar huyen o se mueren.

El día que os revelaré cómo penetrar en las regiones para destruir los
gérmenes que hay allí esperando desde hace mucho tiempo para producir
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estragos, veréis que hay que servirse de los cuatro elementos especiales que
son la tierra filosófica, el agua filosófica, el aire filosófico, y el fuego
filosófico. Son cosas para más tarde y os doy sólo algunas nociones para
mostraros que todavía hay trabajos para ejecutar antes de llegar allí. Os
muestro sólo la inmensidad de este trabajo. No os horroricéis pensando que no
es para vosotros.

En esta escuela, tenemos mucho alimento: métodos, fórmulas, reglas, y


cada uno escogerá las que mejor le convengan. Estoy obligado a dar muchas
cosas, pero esto no quiere decir que todos se las deban comer. No, hay que
escoger lo que es más práctico, lo más fácil, lo más conveniente para vosotros,
dos o tres métodos y llegaréis a obtener resultados. No tenéis tiempo para
hacer todo lo que os explico, pero yo, estoy obligado a esparcir sobre la mesa
muchos platos. No es para que os lo comáis todo, porque os pondríais
enfermos. En Bulgaria, tenemos la costumbre de ponerlo todo encima de la
mesa, pero el invitado no está obligado a comerlo todo, si lo hace, es que no es
educado.

Ahora tratad de hablar claramente y con precisión. Hay personas a las


que hay que ayudar a expresarse ya que no os saben explicar las cosas
claramente. Como creen que todo está claro en su cabeza, se imaginan que
también lo está en la cabeza de los demás. Hay que hacerles preguntas para
hacerles precisar.

Hay que crear la claridad en la sociedad. Estamos bajo el signo del sol,
como los dorios. Los jónicos tenían como emblema la luna, el sentimiento, el
principio femenino y allí también había guerras. Como nosotros estamos bajo
el signo del sol que lo ilumina y lo clarifica todo, también debemos ser claros
y límpidos, mientras que en la filosofía jónica de la luna, todo es superfluo,
crepuscular. No se ve claramente a la luz de la luna, por eso encontramos
muchas ilusiones, errores. Sin eliminar estas cosas necesarias, hay que saber
ponerlas en su lugar. La claridad, la luz, el día, deben predominar. La luna y la
noche tienen su lugar en la vida, pero nosotros debemos andar bajo el signo
del sol, bajo la claridad del sol.
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Algunas personas tienen una mirada, un paso, propósitos vagos,


tenebrosos, se les ve enseguida su porvenir, se sabe sobre qué camino, de la
luna o del sol, van, si en la noche o en el día, lo que han vivido en el pasado y
lo que vivirán, ya que está claro. Pero está claro para los hijos del sol que
viven en la claridad, puesto que lo sienten y previenen todo. Si queréis
adivinar, comprender muchas cosas, andad en el día, bajo los rayos del sol, de
otro modo todo será vago, extraño, tenebroso y nada será seguro. Cuánta gente
vive en una incertidumbre angustiosa por la salud, el mañana, su familia, sus
hijos, porque no andan por el camino de la claridad. De otro modo tendrían la
certeza. Nada es mejor que estar seguro de la dirección que se toma. He
encontrado a mucha gente que tenían grandes posibilidades, pero no tenían
certeza y yo les decía: “Entonces os falta todo”, pues la certeza es formidable,
necesaria.

*****************

Los mejillones
El Bonfin se encuentra en el Midi sobre el mapa, y dentro de unos minutos
será mediodía...(en francés mediodía se escribe también midi) Está el Midi y el
mediodía que hacen dos “midis”! En bulgaria, sabéis que quiere decir “midi”?
Significa mejillón, los mejillones que se comen y “midi” quiere decir muchos
mejillones! Hablaba de esto a los naturalistas que nunca habían observado los
mejillones y los he escandalizado revelándoles lo que representan los
mejillones, cómo la naturaleza hizo ensayos antes de formar ciertas cosas en la
mujer. Si os interesa (pero no os escandalicéis), id a mirar los mejillones,
observarlos y descubriréis muchas cosas extraordinarias, interesantes, y
comprenderéis qué inteligente es la naturaleza... No os diré más porque me
parece que después, ay, ay, ay, perderé a mis discípulos!
(El mejillón se asemeja al sexo de la mujer)
Debéis estar preparados para escucharlo y comprenderlo todo, sino la
naturaleza se sellará para vosotros con siete sellos.

El velo de Isis
23

Mientras tengáis miedo, mientras no tengáis paz y tembléis, no seáis


capaces de levantar el velo de Isis y contemplarla tal y como es, la ciencia no
os pertenecerá jamás. Sí, os lo debo decir, y es así...

Los Iniciados no se detienen ante nada, quieren conocer la naturaleza, la


pureza de la naturaleza, porque Isis es esto justamente, la quintaesencia de la
naturaleza: el principio femenino, la naturaleza de arriba. Y para conocerla, es
necesario conocer el lenguaje de todo lo que refleja ella misma, pues es ella
quien se refleja por todas partes y si no la veis, no la descubriréis jamás,
siempre llevará velos y no la veréis tal y como es... Levantar el velo de Isis es
el misterio más grande y no estáis preparados para que os lo revele. ¿Qué es el
velo de Isis? Venga, buscadlo! Hay que ser muy fuerte y poderoso para poder
quitar este velo, y muy inteligente ya que es muy tenaz y no lo podéis
levantar, ni desgarrarlo, ni quitarlo. Conocer a Isis, os lo puedo decir pero es
demasiado para algunos. Bien, es lo que hacían los verdaderos Iniciados, no se
ocupaban de las mujeres ordinarias sino que su ambición era levantar el velo
de Isis... Lo lograban por una pureza absoluta, un poder absoluto, e Isis se
desvelaba, quiere decir que se mostraba en todo su esplendor, en su desnudez,
es decir en su quinta esencia. Estoy obligado a camuflar las cosas, a hablar un
poco con enigmas, os lo digo con símbolos, pero en mi cabeza está muy claro!
Me comprenderéis cuando meditéis, y entendáis lo que significa este velo,
cómo levantarlo y conocer a Isis... Pero no os debe dar vergüenza estudiar los
mejillones. Muchos saben comerlos, pero no los conocen. Practican y no
saben nada. Los Iniciados no practican nada pero lo saben todo.

Esta charla es muy osada! Sí, pero está dicho: “Saber, querer, osar y
callarse.”! Entonces, he osado y no lo he dicho todo, me he callado, he
cumplido con las reglas!
El templo es quien está en primer lugar. Si se llega a hacer de su
cuerpo, de su corazón, de su cerebro un templo, se es un ser verdaderamente
inteligente, un pintor, un arquitecto. A Dios se le llama el Arquitecto del
Universo y así, siendo arquitecto se imita a Dios.

Me diréis que esto suena a la Francmasonería! Pero la primera


Francmasonería estaba en lo cierto. Salió del origen, pero al principio estaba
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en la verdad, los Iniciados sabían que, al principio, la primera tarea que Dios
ejerció fue la de escultor, porque modeló a los primeros hombres. Sí, sabían
que Dios era escultor, masón, arquitecto al mismo tiempo, y he aquí de dónde
viene la Francmasonería. Después, cambió un poco de opinión, de objetivo,
pero no es cosa mía si salieron de la verdad. Esto lo dejo para aquellos que
hacen búsquedas. Pero yo sé que su verdad se basaba en la cábala.

Esto lo sé, no sólo por los libros sino por una exposición que hicieron
los alemanes quienes, después de haber ocupado París y haberse apoderado de
las logias masónicas, expusieron todos sus signos, los dibujos, los esquemas
cabalísticos, los libros, sus espadas, todos sus rituales y sus manuscritos. Fui a
ver esta exposición en el Petit Palais, y la gente no entendía todas las
inscripciones, todos los esquemas que eran pura cábala hebraica. Incluso entre
ellos, muy pocos saben el sentido de todo ello. No dudo que en la
Francmasonería hay cosas muy profundas. Yo, que conozco todas estas cosas,
estaba maravillado, estaba todo tan bien hecho que fotografié algunos
clandestinamente, pero cuando quise revelar las fotos estaban casi ilegibles.
Era muy difícil fotografiar cosas tan pequeñas con tantos nombres
cabalísticos... Hay que tener aparatos perfeccionados; es una lástima. Miré sus
tableros, sus decoraciones, y se veía que no habían reparado en gastos para
hacer todas esas cosas, para grabarlas, fundirlas...

Cuando os hablo del gran Arquitecto del universo, el Creador, es


porque el hombre también debe convertirse en arquitecto para imitar al
Creador. Esto quiere decir que no debemos esperar que los ángeles hagan el
trabajo, sino que es uno mismo que se debe comprometer y participar. Ser
arquitecto quiere decir dibujar, dar el esquema, las medidas, las proporciones
de lo que se quiere y al mismo tiempo poner la primera piedra, ser albañil. Me
diréis: “Entonces si es así, iremos a inscribirnos a la francmasonería!”
Intentadlo, pero no os recibirán, buscan a personas un poco más elevadas
socialmente que vosotros, y más ricas! Y mejor, puesto que vosotros ya habéis
sido aceptados en otra francmasonería que se llama la Fraternidad Blanca
Universal!
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Tengo el aire de no hablar de cosas profundas pero en realidad, cada


hermano, cada hermana, desde ahora se debe ocupar de poner en su cabeza, en
su corazón, cosas magníficas y procurar tener un buen entorno como yo, ya
que yo estoy rodeado de lo mejor del pueblo francés! Y lo que es maravilloso,
es que vosotros no diréis lo contrario... Cuando estéis tristes, deprimidos,
poned todos los discos interiores que están bien grabados y recordad los
momentos solemnes, divinos que habéis vivido; acordaros, imaginar el lugar,
las circunstancias, las personas, y aparecerán los mismos sentimientos. Si fue
realmente magnífico, lo será de nuevo. No se sabe utilizar esta discoteca, se
ponen siempre los discos dolorosos, negativos, penosos. Siempre se vuelve a
ellos. Se han vivido esos momentos, se han sentido y ya está, no se debe
volver a ellos. No se sabe trabajar. No olvidéis nunca lo que vivís aquí, poned
el disco de nuevo. Cuántas veces estáis descorazonados, a punto de perder la
esperanza. Reponed el disco, la fe, la esperanza, y el amor volverán. Nosotros
trabajamos con el lado positivo porque yo sé lo que representan el lado
negativo y el lado positivo. Siempre os he dado coraje diciéndoos: “Sois los
hijos de Dios. El Templo del Santo Grial está cerca, con su cúpula de oro.” He
aquí el lado mágico. Si termináis siempre en el lado negativo, dais una salida a
las fuerzas negativas y éstas demuelen el lado positivo, son ellas las que
triunfan. Pero si habláis de cosas negativas acabando con el lado positivo,
siempre es el final lo que cuenta, la última palabra... El lado positivo llega a
imponerse y a vencer el lado negativo. Entonces, conociendo la causa, ya veis,
yo lo hago, y vosotros también debéis hacerlo.

Centre
OMRAAM
Institut Solve et Coagula
Reus

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