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La formación en un currículo como trayecto

fenomenológico.
Un enfoque sociocrítico*
Henry Portela Guarín**

Resumen
Recibido: 4 de enero de 2012
Evaluado: 29 de febrero de 2012 El currículo como trayecto fenomenológico se asume como “do-
Aceptado: 27 de marzo de 2012
cumento de identidad y trayecto de formación humana”, en un
promisorio descentramiento de cartografías logocéntricas situa-
das en una concepción curricular eminentemente escolarizada,
que arrincona otros itinerarios curriculares de la formación hu-
mana. Se recurre a expresiones lingüísticas metafóricas, para
alcanzar la comprensión de los enfoques curriculares clásicos:
técnico, deliberativo y sociocrítico; desde la distinción de hue-
llas de la pedagogía y la didáctica, hasta el sentido de formación
humana que se endilga en dichas concepciones.

Palabras clave
Enfoques curriculares, currículo fenomenológico, formación
humana.

* Artículo de revisión. Este texto se desarrolló en el marco del Posdoctorado en Narrativa y Ciencia de la Universidad Santo Tomás, Bogotá, en convenio
con la Universidad de Córdoba, Argentina.

** Ph.D. en Ciencias de la Educación, Área de Currículo. Grupo Colciencias: Maestros y Contexto. Profesor titular de la Universidad de Caldas, Maniza-
les. Correo electrónico: henryportela@ucaldas.edu.co

HALLAZGOS / Año 9, No. 18 / Bogotá, D.C. / Universidad Santo Tomás / pp. 79-96 79
Education in a Curriculum as a Phenomenological Path.
A Sociocritical Approach
Henry Portela Guarín

Abstract
The curriculum as a phenomenological path is understood as
Recibido: 4 de enero de 2012
an “identity and human educational journey document” as Evaluado: 29 de febrero de 2012
Aceptado: 27 de marzo de 2012
well as part of a promising decentralization process for logo-
centric cartographies. These have been designed from a formal
schooling conception of the curriculum and neglect other cu-
rricular itineraries of human education. Metaphorical expres-
sions are used to understand some classical curricular approa-
ches such as the technical, deliberative and socio-critical. This
is done based on the distinction between the traces of pedago-
gy and didactics as well as the meaning of human education
implied by them.

Keywords
Curricular approaches, phenomenological curriculum, human
formation.

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Henry Portela Guarín

Las huellas curriculares viven en universidades latinoamericanas


(1991 y 1993). De manera contemporánea, el
En la literatura educativa emergen incon- currículo se lee con: Jhon Dewey, en Demo-
mensurables concepciones curriculares que cracy and eduacation (1916), William H. Kil-
indican el itinerario con el cual se determi- patrick en The project method (1918), Franklin
na el destino de los seres humanos, ceñido Bobbitt en How to make a curriculum (1924),
a un escenario formativo eminentemente George S. Counts en Dare the school builds
“institucionalizado” de contrastes epis- a new social order (1932), Ralph W. Tyler en
temológicos, ontológicos y sociológicos; Basic principles of curriculum and instruction
existen tradiciones anglosajonas, urgidas (1949), Robert Havighurst en Developmental
de interpelación, a partir de disposiciones tasks and education (1950), Benjamin Bloom
culturales inspiradas en disentires de carác- en Taxonomy of educational objectives: Cogni-
ter sociocrítico. Estas huellas curriculares se tive domain (1956), Jerome S. Bruner en The
instituyen, manan y sobrevienen; se proble- process of education (1960)1.
matizan, interpelan, conquistan significado
y sentido de mundo; afectan espacios-tiem- Ese mundo del lenguaje y los conceptos es
pos contingentes, pluralidad de subjetivida- un mundo apalabrado que instituye un ar-
des y contextos abstraídos en laberintos en- bitraje del currículo para modelar, calcar,
marañados entre acertijos epistemológicos. mimetizar, desfasar, confundir o forjar sen-
tidos. Urdimbre tejida de racionalidades de
Los rastros indelebles del currículo, su den- ciencias y disciplinas que asumen solucio-
sa significación se remonta a la propuesta nes universales como paradigmas perdura-
de clase o curso de estudio realizado por las bles sin revolucionar el espectro de la aca-
Universidades de Leiden (1582) y Glasgow demia, a pesar de la cultura, la diversidad,
(1633). El tutelaje del trivium y cuadrivium la aldea global-local, y nuevos conceptos
expuesto por las universidades medievales. humanistas que propenden por la visibili-
Los programas de gimnasia, danza, música zación del sujeto.
y poesía inspirados en Platón. El método de
diálogo, discusión y duda de Sócrates, Pla- Advertir toda esta trama curricular con-
tón y Aristóteles. El trabajo colaborativo de voca a comprender tres metáforas2: mapa
San Agustín. La lectio, trabajo investigativo como lenguaje heredado del empiricismo.
previo, y la collatío, conversación alumno- Mapa como discurso que incursiona en el
maestro, cohabitado en la Edad Media (Ha- posestructuralismo con nuevos conceptos:
milton, 1991, 1993). símbolo, imagen, narrativa, retórica, y tex-
to, implicados en redescubrir la libertad de
Las universidades alemanas de Halle, Go- maniobra retórica del cartógrafo (Harley,
tinga y Berlín del siglo XVII, proponen
maestros que investiguen para enseñar.
1 Shane (1980) ubica estos escritos como los más significativos que
Comenio instaura la Pansofía mediada por han influido en el concepto, definición y el desarrollo del currículum
criterios ético-religiosos, enseñar a través de en el siglo XX.
todas las cosas. La comunidad jesuita pre- 2 La metáfora la asumo con Lizcano (1998), que propone una herme-
néutica sociológica de las metáforas como expresiones del lenguaje
senta la Ratio Studiorum con sus conceptos corriente o como conceptos técnicos o científicos. Parte de dos com-
de “disciplina” y “syllabus” que aún con- ponentes básicos: todo concepto es un concepto metafórico y toda
metáfora, en tanto concepto, es una institución social.

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1988). Mapa como territorio, corolario de El contexto político en beneficio del poder
una configuración, fruto de lugares que de elites sociales, crea e impone realidades
guardan la memoria, acontecimientos, sitios espaciales:
significativos e insólitos, territorio habitado
Los mapas se usaron para legitimar
por personas que conocen las palabras y las
la realidad de la conquista y el im-
historias (Landaburu y Zalamea, 2000). perio […] la lucha por África, en que
los poderes europeos fragmentaron la
El currículo: un mapa identidad de la organización territorial
empiricista indígena, se ha vuelto casi texto ejem-
plar de estos efectos (Harley, 1988, pp.
El mapa empiricista3 es natural y objetivo, 85-87).
representación gráfica, coordenada, punto
El contenido evidencia el poder, manipula
topográfico, producto neutral y discipli-
de manera deliberada símbolos de repre-
nar; con la apariencia de la imagen encarna
sentación cartográfica como propaganda,
ideologías culturales como herramientas de
censura y control; el contenido tiene marcas
dominación social y territorial del Estado
sociales propias del productor del mapa,
moderno, traslapadas en intereses cultu-
observables en reglas y estructuras ocultas
rales: el contexto político, el contenido y el
de los mapas4. Ese poder se expresa en la
poder simbólico. Por eso:
enseñanza:
Lejos de fungir como una simple ima-
gen de la naturaleza que puede ser ver- La enseñanza es una industria de “tra-
dadera o falsa, los mapas redescriben bajo intensivo”, que utiliza grandes
el mundo, al igual que cualquier otro cantidades de mano de obra de alto
documento, en términos de relaciones nivel y alto costo. Al competir con in-
y prácticas de poder, preferencias y dustrias de menor trabajo intensivo
prioridades culturales […] Los mapas cuya eficiencia y productividad de tra-
pueden caer también en la categoría de bajo están aumentando firmemente, la
lo que Foucault ha definido como actos enseñanza continuará perdiendo su ca-
de vigilancia, especialmente los rela- rrera paulatinamente, hasta que haga
cionados con la guerra, la propaganda más para mejorar su propia eficiencia
política, la definición de la fronteras y la productividad de los talentos hu-
o la preservación de la ley y el orden manos que emplee […] Los hombres
(Harley, 2005, pp. 61-82). de Estado y sus asesores luchan te-
nazmente, en la actualidad, para crear
mercados comunes regionales a través
de los cuales las mercancías económi-
cas puedan circular en mayor abun-
dancia. Los sistemas educativos, sin
embargo, ya tienen su propio mercado
3 En este escrito haré alusión al término empiricista de Brian Harley, común y lo han tenido durante mucho
un reconocido líder de los estudios de historia de la cartografía de tiempo. Es un mercado mundial, y su
finales del siglo XX en el mundo anglosajón. Edney (2005) dice que el
empiricismo se asumía desde un paradigma evolucionista que posi-
cionaba la cartografía moderna, que tras la idea de progreso preten- 4 Harley (1988) presenta: I. Las geometrías subliminales, como por
día la perfección de sus técnicas, prácticas y herramientas. Primaba ejemplo la proyección Mercator “y su contribución al sentido europeo
entre los cartógrafos académicos en los años sesenta, la idea de que de superioridad”; II. Las tendencias jerárquicas de la representación
los mapas eran una forma de lenguaje, y que la cartografía, como cartográfica que reflejan las ideologías sociales predominantes y son
ciencia, debía descubrir y perfeccionar la gramática y la sintaxis de acordes con las jerarquías sociales establecidas; y III. Los silencios
comunicación de los mapas en un modelo de comunicación carto- en los contenidos, que no son residuales sino por el contrario “acti-
gráfica (p. 113). vos” en la producción de conocimiento.

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“volumen de negocio” ha alcanzado Se despliega con prácticas planeadas de en-


gran auge en los últimos veinte años en señanza administradas por la escuela para
medida, variedad y extensión geográ-
alcanzar objetivos educativos de resultados
fica. A pesar de ello, poco provecho se
ha sacado de sus beneficios potenciales acumulativos evaluables. Su pedagogía tra-
[...] Virtualmente todos los sistemas dicional-transmisionista de datos y hechos
de educación forman parte integral de devenidos de la técnica centrada en obje-
un sistema mundial de educación, y lo tivos y planes de estudios acríticos. Su di-
mismo puede decirse de la “comuni-
dad intelectual” de cada país (Coombs, dáctica conductista-instruccionista7, en una
1971, pp. 213- 214). visión reduccionista delineada en atender
intenciones del Estado. Su postura es ateó-
El poder simbólico refuerza su actuación rica y acrítica:
con mediciones exactas convertidas en el
talismán de la autoridad cartográfica (Har- El desarrollo del currículum es una ta-
rea práctica, no un problema teórico,
ley, 1988, p. 107). Los cartógrafos conside- cuya pretensión es diseñar un sistema
ran que sus mapas son manifestaciones es- para conseguir una finalidad educati-
critas concretas en el lenguaje matemático, va y no dirigida a lograr la explicación
no obstante, son metáforas o símbolos del de un fenómeno existencial. El sistema
debe ser diseñado para que opere de
mundo (Sancho, 1990, p. 63).
forma efectiva en una sociedad donde
existen numerosas demandas y con
El currículo técnico (Escudero, 1999) se
unos seres humanos que tienen inten-
compara con esa racionalidad carto-
cionalidades, preferencias (Tyler, 1981,
gráfica, porque sus características de
p. 18).
certeza, asepsia y significado se rotulan
como racionalidad empírica, positivis-
ta, instrumental, burocrática y cienti- Se da preeminencia al saber disciplinar
fista (1920-50)5. Emisor de un lenguaje que ignora otros saberes, incluso los de
descriptivo, informativo, reproductivo, los profesores, todo por el reduccionismo
e instructivo, como modelo de realidad epistemológico de prácticas absorbidas por
referido al contexto político y al poder
simbólico. Dispuesto en la eficacia, efi- experticias inamovibles e intencionadas a
ciencia y control, su racionalidad es la apropiación formal de significados disci-
la enseñanza, los objetivos escolares, plinares abstractos. Reciprocidad mecánica
las secuencias técnicas y los métodos en el aula, entre teoría y acción profesional,
normativos. Su sentido es formar capi-
repetición de contenidos evasivos a concep-
tal humano y desarrollar capacidades
para el progreso económico, con el tos de las ciencias de la educación, adopta-
propósito de ocupar distintos trabajos dos por los profesores y que riñen con esa
requeridos por el sistema económico6. postura mimética (Porlán y Rivero, 1998,
pp. 29, 30).
5 Este periodo se registra desde dos obras pioneras del currículo: El
currículum de Franklin Bobbit (1918) y Principios del currículum de
Ralph Tyler Winfred (1949), su modelo es denominado lineal. Su expresión curricular en la práctica do-
6 Estas propuestas fueron asimiladas posteriormente al modelo de cente adopta la mímesis como imitación de
objetivos conductuales o instruccionistas, de boga en los años se-
senta (Benjamin Samuel Bloom, 1956, con su modelo de enseñanza
por objetivos y Robert Mills Gagné, 1965 y 1977, con su modelo de 7 Este proceso tiene cuatro fases: Desarrollo, verificación e integración
procesamiento de información de instrucción programada, al con- de actividades instruccionales y medios tecnológicos. Evaluación.
ductismo y al análisis de tareas de la psicología industrial aplicada al Implantación. Manejo instruccional (management). La instrucción
entrenamiento militar, y a un modelo técnico gerencial de desarrollo tiene que ver con cómo se va a enseñar y currículo tiene que ver con
curricular. qué es lo que se va a enseñar.

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modos de transmitir información “prescrita Ante esta cultura libresca, lánguida en re-
y construida” para ser aprendida; sus méto- presentaciones teóricas sin reivindicación
dos eficientistas y cuantitativos condicionan del saber contextual, sofisma discursivo
la evaluación; representación de un mapa bastante convincente en instrucciones retó-
de gestión empresarial con programas pres- ricas de respuestas preestablecidas para en-
criptivos, imperativos y cerrados; escritura señar-aprender saberes sociales clasificados
psicológica industrial de designios operati- y ordenados, se requiere reconocer las vo-
vos, observables, medibles y cuantificables: ces de los sujetos en sus propios escenarios
de actuación, enseñar para la autonomía, lo
En la práctica docente, la idea más ex-
cual supone una educación autocrítica, in-
tendida es la de programación didácti-
ca, a partir de las prescripciones de la conforme con reglas de acción racional con
administración, interpretada de mane- respecto a fines que personifican habilida-
ra más o menos fidedigna y adecuada, des, internalización de normas y disciplinas
y pasada por el tamiz de los libros de de comportamiento, estructuras de la per-
texto. En este sentido, es difícil encon-
sonalidad, habilidades para resolver pro-
trar centros o profesores con un senti-
do global de diseño y desarrollo de la blemas y motivaciones que admiten la con-
enseñanza, que vaya más allá de la pro- formidad con las normas (Habermas, 1996).
gramación por áreas o por asignaturas
(Sancho, 1990, p. 53). Estas explicaciones y comprensiones sobre
las normas, acciones y fines del mapa curri-
En ese sentido el currículum considera la
cular empiricista, alejado de la vida cotidia-
sociedad y la cultura como una “trama”
na del aula, desconocedor del saber prác-
externa a la escuela (Kemmis, 1998). Así, el
tico, creativo y propositivo del maestro, se
programa mapea vías con rumbos ajenos,
sustentan en los rastros de la reproducción8
desconoce emociones y motivaciones; se
y sus reformas curriculares9.
sustrae de la aventura, la incertidumbre y el
caos; carece de preguntas por el sujeto. “Se La reproducción mantiene las relaciones de
trata de ir desde el territorio a establecer el producción social y económica a través de
mapa y no al revés” (Calvo, 2006) porque la institución educativa en tanto aparato
hay lugar para el desacuerdo, lo extraño, lo ideológico del Estado con sus lineamientos
enigmático, lo racional, lo emocional y lo religiosos, escolares, familiares, jurídicos,
particular: políticos y culturales, de tal forma que se

Creemos que la escuela comenzó tra-


zando un mapa para guiarse por el 8 La historia de la utilización del paradigma de la reproducción en edu-
cación, pasa necesariamente por tres trabajos centrales: Ideología
territorio cultural; posteriormente lo
y aparatos ideológicos del Estado (Althusser, 1970); La reproduc-
abandonó, para transitar con seguri-
ción (Bourdieu y Passeron, 1970); La instrucción escolar en América
dad y asepsia por las vías señaladas capitalista (Bowles y Gintis, 1976); obras respectivas de un filosofo,
en el mapa, sin ambigüedades, dudas un par de sociólogos y un par de economistas (Da Silva, 1995, pp.
ni tropiezos. Finalmente, ha optado 44-45).
por elaborar un mapa complejo y auto- 9 En este apartado me apoyo en la experiencia de la reforma curricular
justificable, que desconoce el territorio estudiada en mi tesis doctoral: “La formación de educadores en la
como el lugar original. La escuela se ha Universidad de Caldas a partir de la Reforma Curricular de 1998:
convertido en una simuladora, que fin- Trayectos y Sentidos”. Todo este referente se contrasta con otras
ge tener lo que no tiene (Calvo, 2006). reformas curriculares desarrolladas dentro y fuera del país, que no
son extrañas a las reflexiones encontradas en mi contexto educativo
próximo.

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perpetúa el dominio capitalista comenzan- traslapan arquetipos de poder en currículos


do con las tensiones del poder, manipula- que prescriben el conocimiento oficial del
ción y olvido por lo humano; con esta pers- Estado en ordenamiento social (Bernstein,
pectiva, la escuela evidencia una tendencia 1985). Así, la política, el contenido y el po-
reproduccionista de los modelos de produc- der simbólico del mapa empiricista, regula-
ción, desde una interpretación política mar- do y reproducido en un sistema educativo,
xista (Althusser, 1988). se ajusta al disciplinamiento predetermi-
nado y a las estratagemas de los mercados
Recurre al orden cronológico escolar para económicos (Tiramonti, 1998, pp. 76-77).
mantener ideales religiosos, familiares, ju-
rídicos, políticos y culturales, en ausencia Las reformas curriculares no evidencian
de conflictos y resistencias. Este calco frag- transformaciones de fondo, dado el pre-
menta lo espontáneo y creativo, perpetúa la determinismo finalista de supervivencia
violencia simbólica del sistema socioeconó- de programas que minimizan las acciones
mico básico10 pleno en hegemonías ideoló- supremamente críticas y conscientes (Da
gicas, imposición de códigos y compendios Silva, 1995, p. 62). Formas funcionalistas
teóricos disciplinarios: de carácter sistémico, cotejo de funciones
de forma positiva, dada su contribución a
Los estudiantes, al igual que los traba-
un adecuado funcionamiento global; afán
jadores con respecto a su trabajo, ejer-
cen poco control sobre el currículo. La de vigencia, reflejo de competitividad de
educación es contemplada como un programas académicos fluidos de forma
medio, más que como un fin en sí mis- periódica, aunque en los lineamientos de
ma. La división del trabajo, que confie- algunas reformas se presenten oposiciones
re a cada persona una estrecha gama
y resistencias como lugares de apelación y
de tareas y que engendra la desunión
entre los trabajadores, se repite en la de lucha.
especialización y compartimentación
del conocimiento y en la competencia Reformas reflejos del currículo técnico, que
entre los estudiantes. Los distintos ni- por su estructura de racionalidad y bajo
veles educativos se corresponden con,
preceptos de eficacia y eficiencia en sus in-
y preparan para, los diferentes niveles
de la estructura ocupacional. De este tereses de desarrollo económico y control
modo los empleos a que dan acceso social, evidencia la brecha entre planifica-
las credenciales de primaria son re- ción y ejecución curricular: la planificación
petitivos y claramente subordinados
como asunto de expertos académicos y la
(Bowles y Gintis, 1981, p. 177).
ejecución, como tarea de los docentes, lo
Esta réplica de relaciones jerárquicas de cual extravía teoría y práctica, pensamiento
administradores, maestros y estudiantes y acción (Martínez Bonafé, 1991).

Reformas mecanicistas, reduccionistas-eco-


10 Los autores Bowles y Gintis (1981) asumen la reproducción desde nomicistas, funcionalistas, productoras de
las teorías de la correspondencia, tratan de sustantivar estos puntos
centrándose en varias investigaciones que muestran que en la edu-
la apócrifa pasividad de los sujetos sociales,
cación y en el trabajo se recompensan los mismos tipos de rasgos neófitas al conflicto, las contradicciones y
de personalidad. De este modo, la creatividad y la independencia se resistencias, porque “las teorías de la repro-
penalizan en las escuelas y se desaprueban en el trabajo; mientras
que la perseverancia, la dependencia, la identificación con la orga- ducción suponen que los intereses de una
nización, la puntualidad se aprueban y recompensan. ideología de la clase dominante se impone

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sobre la clase dominada, casi sin ninguna docentes representantes del sentido
oposición o resistencia por parte de esta úl- construido desde políticas curriculares
de Estado, sino que puedan contribuir
tima” (Da Silva, 1995, pp. 65-66). Se descri-
con sus prácticas a la reconstrucción de
ben como: sentido, para jugar un papel activo ge-
nerador del cambio curricular12.
• Ahistóricas e imperiosas de una reali-
dad cultural contemplada sin reflexión Estas reformas se implementan como una
y asombro desde el predominio de lo representación determinada de difundir y
objetivo ante lo subjetivo; de esta mane- reproducir saber, con lógicas de la compe-
ra desconocen desarrollos y alcances de titividad económica, con un ceñido margen
otras reformas, por eso “las teorías de la para la pedagogía, porque la epistemología
reproducción al basarse en un esquema se rotula en el utilitarismo. Los criterios
altamente abstracto, tienden a congelar de competitividad, eficiencia y eficacia se
e ignorar la historia, focalizando y ais- subordinan a políticas internacionales de
lando un momento específico de su ince- economía trasnacional fortalecida en el dis-
sante flujo” (Da Silva, 1995, p. 67). ciplinamiento y la homogeneidad social,
en tanto reducen la relación educación-so-
• Teorizaciones inadecuadas a posibles ciedad a un solo factor: la economía como
transformaciones sociales, reflejo de políticas neoliberales (Miñana,
2006).
porque las teorías de reproducción
social al enfatizar sus funciones re-
productivas, estarían minimizando su Esa racionalidad supeditada al contexto
papel en el proceso de transformación económico, desarrolla la teoría del capital
y cambio social […] la dinámica educa- humano que fortalece una mirada economi-
cional puede contraponerse, en ciertas cista-funcional aferrada a la tradición utilita-
circunstancias, a la dinámica repro-
ductiva, contribuyendo así a una cierta rista liberal de la educación, argumentando
transformación de la sociedad (Da Sil- vínculos directos entre sistema educativo y
va, 1995, pp. 68-69). económico, en términos de producto y res-
cate de inversión. Adam Smith aduce pri-
Discursos técnicos y teleológicos11
macías económicas de individuos con más
contingentes, simplistas, pesimistas,
derrotistas, enajenados a transforma- conocimientos útiles, Mincer (1958), Schütz
ciones sociales que realmente ocurren (1963) y Becker (1964) aportan estudios em-
(Da Silva, 1995, pp. 58-70). Prácticas de píricos centrados en el análisis de tasas de
enseñanza medidas por su impacto, retorno, con los que pretenden exponer que
porque cambian diseños curriculares,
pero las acciones didácticas discurren la educación formal es una inversión para
incólumes a obtener resultados me- los individuos y la sociedad con beneficios
dibles y eficaces; y no se trata solo de

11 La acción teleológica es el engranaje de cálculos egocéntricos de 12 En un estudio comparado sobre las dinámicas de formación de do-
utilidad, son decisiones, propósitos, acciones, hacia otras deseadas; centes desarrolladas actualmente en América Latina realizado por
hace que se produzca el estado de cosas deseadas. Se interpreta Inés Dussel, se plantea que el “principio de isomorfismo” largamente
como utilitarista, calculadora, desde el punto de vista de maximi- utilizado en la formación de profesores latinoamericanos, provocó
zación de utilidad (se utiliza en economía, sociología y psicología algunas consecuencias negativas, como la rigidez en el trabajo y
social) se concibe como un concepto de racionalidad con arreglo desempeño de los profesores, la fragmentación del currículo en
a fines; presupone relaciones entre un actor y un mundo de cosas asignaturas fijas y el empobrecimiento de la formación de docentes
existentes (Habermas, 1998). (Dussel, 2001).

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cuantificables, sean estos financieros o no ca externa, que plantea la formación


(Von Hayek, 1997, p. 450)13. como preparatoria a la actividad pro-
fesional (o para la introducción de nue-
vas prácticas), es decir, anterior a ella y
Por eso cuando se explora en reformas y
que se ajusta a requisitos presupuestos.
programas, los procesos de indagación Es una práctica predeterminada, preo-
solo describen la globalidad de acciones cupada por los contenidos, inspirada
realizadas por seres humanos a partir de la en el conductismo y la pedagogía por
objetivos, en los cuales la preevalua-
observación y enumeración de todos los do-
ción, la actividad de aprendizaje y la
cumentos dispuestos en forma lineal, crono- post-evaluación son recurrentes (Ferry,
lógica, por tanto, sin comprensión, relación 1991, p. 70).
y conexión entre los hechos de la política, la
economía, la sociedad y las manifestaciones Huella indeleble de una formación maniata-
culturales. da por la instrumentalización del ser huma-
no, por tanto, institucionalizada, decretada,
Este mapa lineal empequeñece el sentido de controlada, vigilada y evaluada. Inquieta
la formación humana porque se ensombre- además, ¿qué tan lejos están los sistemas
ce el autorrespeto y co-respeto, hay imposi- formadores de maestros de Herbart o Ga-
ción, coacción y regulación de capacidades damer, por ejemplo?, ¿cómo asume el carác-
humanas, instauración de relaciones de ter moral y ético del ser humano, el mapa
poder; quien conoce compite, quien igno- curricular empiricista?, ¿por qué el currícu-
ra es incompetente, el uno es eficiente, el lo es elaborado desde el ritual normativo14
otro no. Las reformas curriculares alrede- de paquetes dogmáticos propios de retórica
dor del mundo cambian hacia la educación oficial, con sus principios de legitimidad y
en competencias, currículos integrados en membrecía, con lineamientos mapeados al
forma de espiral, contenidos curriculares amparo de la modernización y sus políticas
flexibles con cursos centrales y electivos y de racionalización?, ¿qué sujetos se reco-
estrategias centradas en el estudiante, pero nocen?, ¿se escucha el otro?, ¿se atiende la
que en la práctica no asumen sus promesas. pluralidad discursiva?, ¿se convierte la ac-
Son currículos circunscritos a un modelo ción cotidiana en fuente de reflexión y de
que distorsiona y pervierte el sentido de la conocimiento?
formación por estar centrados en las adqui-
siciones en las cuales la conducta útil: La formación es algo “más elevado y más
interior, el modo de percibir que procede
Reduce la formación a solo aprendi- del conocimiento y del sentimiento de toda
zajes en su acepción más estricta [...]
y la didáctica racional a progresiones,
vida espiritual y ética”; lo fundamental del
adiestramientos sistemáticos y contro- ser humano es su devenir con la vida y sus
les en cada etapa. Se ajusta a una lógi- saberes: “uno se apropia por entero, de

13 Friedrich Von Hayek (1899-1992), filósofo y economista de la Univer- 14 A comienzos de la década del noventa, el país emprendió una serie
sidad de Chicago compendia el pensamiento de Smith; escribe “The de transformaciones institucionales modernizadoras y racionalizado-
Constitution of Liberty” en 1960, en que trata el tema de la Instrucción ras que se desprendieron de la Reforma Constitucional de 1991; la
pública y la investigación científica en el capítulo VI y XXIV. Publica- Ley General de Educación (Ley 115 de 1994) planteó grandes cam-
do en 1960 por la Universidad de Chicago, y traducida como “Los bios orientados a definir los términos de la prestación del servicio,
fundamentos de la libertad” en los años setenta por Unión Editorial descentralizar su administración, incrementar el financiamiento, me-
en Madrid, y reeditada en dos volúmenes por Folio, Barcelona (1997, jorar la distribución territorial de los recursos nacionales y fomentar
pp. 449-450). el desarrollo de la autonomía escolar.

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aquello en lo cual y a través de lo cual uno se territorio de trayectos, sensibilidades y


forma” (Gadamer, 1984, p. 39). La pedago- fragilidades.
gía como formación en un sentido histórico,
se le puede asumir como presente, pasado y El currículo un mapa texto:
futuro, no acabada, porque la formación es un territorio de trayectos,
conciencia histórica, conjunto de momentos sensibilidades y fragilidades
de un mismo horizonte de temporalidad e
historicidad que se desplaza con los sujetos Los trayectos son itinerarios, experiencias
en el transcurso de la historia. del mundo de la vida, caracterizados por
ser dinámicos y transformativos, parten
De ahí que cuando nuestra conciencia de los fenómenos dados a la conciencia, de
histórica se desplaza hacia horizontes manera que descubren estructuras internas
históricos, esto no quiere decir que se
inmersas en la vida cotidiana como saberes
traslade a mundos extraños, a los que
nada vincula con el nuestro; por el explícitos, autocríticos e interpretativos.
contrario, todos ellos juntos forman El currículo tiene intuiciones, reflexiones,
ese gran horizonte que se mueve por problemas, satisfacciones, rupturas y per-
sí mismo y que rodea la profundidad meabilidades, da cuenta de trayectos perso-
histórica de nuestra autoconciencia
más allá de las fronteras del presente nales al igual que de los trayectos comparti-
(Gadamer, 1984). dos y ajenos hacia propuestas de formación
como posibilidades y ensoñaciones.
El itinerario abordado permite comprender
estructuras, sistemas arborescentes, racio- Hablar del trayecto fenomenológico es in-
nales, centralizados, jerarquizados que ad- crepar ante el totalitarismo ideológico de la
vierten centros de significancias y de sub- racionalidad científico-técnica en la vida so-
jetivación, en los que un elemento recibe cial contemporánea, liderar acciones ideoló-
información de una unidad superior; estos gicas, culturales y políticas, posibilitar pro-
sistemas arborescentes han dominado el yectos curriculares y solucionar problemas.
pensamiento occidental y en particular, el Esta correlación del texto, trayecto y terri-
pensamiento curricular. Ahora el rizoma15 torio, se inicia en los enfoques deliberativo-
contrapone a lo anterior, sistemas acentra- práctico16 y sociocrítico17, contestatarios a
dos, abiertos, de producción inconsciente,
no jerarquizados, sin memoria organizado- 16 Aparece en los años setenta, ante la racionalidad medios-fines, sur-
ge la racionalidad deliberativa, como proceso continuo de delibera-
ra central; llena espacios vacíos, crece entre ción. Inspirada en el pragmatismo filosófico de Dewey, en la episte-
y en medio de otras cosas; es una manera mología genética de Piaget, en la psicología aplicada a la educación
de comprender el currículo: mapa texto, y en la teoría del desarrollo moral de Kohlberg (Moreno Olmedilla
1999). Además de Schwab y Stenhouse, son representativos de esta
línea Eisner, Eliot, Reid, Walker, Atkins, Gimeno y Zabalza.
17 Lo que denominamos en la actualidad como la perspectiva socio-
15 Esta reflexión se inspira en Deleuze y Guattari (1994), quienes plan- crítica del currículum constituye el movimiento que agrupó y con-
tan el rizoma como principio de conexión y de heterogeneidad en el tinúa agrupando a un mayor número de adeptos. Nombres como:
que cualquier punto del rizoma puede ser conectado con cualquier Henry Giroux, Michael W. Apple, Shirley Grundy, Madam Sarup, Cleo
otro. El rizoma, propio de las ciencias naturales, permite leer y com- H. Cherryholmes, Stephen Kemmis, Rob Walker, John Elliot, Ivor F.
prender otras ciencias, se transfiere a la epistemología, gnoseología, Goodson, Ulf F. Lundgren, Tomas Englund, Thomas S. Popkewitz,
ontología, metafísica, gracias a la constante indagación crítica, a Geoff Whitty, Michael Young, Paul Willis, Angela Mcrobbie, Paulo
la aproximación del conocimiento a la realidad entre procesos, sis- Freire, Philip Wexler, José Gimeno Sacristán, Ángel Pérez Gómez,
temas complejos, tiempos, pasado y futuro como posibles en esa entre otros, son fácilmente reconocidos como representantes de esta
andadura. perspectiva de investigación y desarrollo curricular.

88
Henry Portela Guarín

disposiciones técnicas: mapa empiricista, entre razonamiento técnico y práctico,


instrumento-documento, estructura-sistema, porque no transfiere la práctica a la praxis
dispositivo-campo de estudio, plan previo- transformadora19 a pesar de adjudicarse
racionalidad, medios-fines, técnicas de con- ideales humanos, conceptos morales y bus-
trol, pedagogía por objetivos y didáctica car logros intelectuales y culturales media-
instruccionista. dos por argumentos (Kemmis, 1988, pp.
129-130).
• El enfoque deliberativo reclama una fusión
del discurso técnico-práctico para solu- • El enfoque sociocrítico imprime su esencia
ciones educativas consensuadas, juicios en la teoría crítica20, urge para transfor-
reflexivos, prácticas investigativas, en- mar el problema social del contexto en
foques interpretativos y proyectos inter- escenario de debate co-participativo,
disciplinarios18 centrados en los concep- reflexivo y crítico; exalta la construcción
tos simbióticos de plan y experiencia: cultural, simbólica y axiológica para
construir y describir mundo; sus con-
Nos hallamos, al parecer, ante dos
ceptos de dialéctica, escuela-entorno,
puntos de vista diferentes acerca del
currículum. Por una parte, es conside- emancipación, pragmatismo crítico, de-
rado como una intención, un plan, o construcción, texto discursivo, pedago-
una prescripción, una idea acerca de lo gía crítica y didáctica crítica, se interio-
que desearíamos que sucediese en las rizan en su práctica curricular:
escuelas. Por otra parte, se le concep-
túa como el estado de cosas existentes Como un proceso de representación,
en ellas, lo que de hecho sucede en las formación y transformación de la vida
mismas. Y ya que ni las intenciones social en la sociedad, que contribuya a
ni los acontecimientos pueden descu- la resolución de su tensión esencial: ver
brirse a no ser que sean descritos o co- la escuela y la formación del estudian-
municados de algún modo, el estudio te como un todo, de forma sintética y
del currículum se basa en la forma que comprensiva, más que a través de las
tenemos de hablar o de escribir acerca estrechas perspectivas de especiali-
de estas dos ideas relativas al mismo dades de las disciplinas particulares
(Stenhouse, 1984, p. 27). (Kemmis. 1992, p. 14).

En ese recorrido reflexivo, J. Schwab (1969)


plantea que el campo del currículum está
moribundo por su ineptitud para presentar
19 En 1969, Joseph Schwab publica su artículo: “The practical: a len-
métodos y principios propios para conti- guaje for curriculum”, al cual hace alusión Kemmis en 1993.
nuar su trabajo, por su excesiva confianza 20 La teoría surgió de la Escuela de Frankfurt, como se denominó el
en la teoría; ante este panorama sugiere grupo de filósofos alemanes, componentes del Instituto para la In-
como alternativa para avivar el currículo, vestigación Social; el Instituto, fundado en 1922, pretendía orientarse
hacia estudios marxistas, pero bajo la dirección de Max Horkheimer,
trasladar las energías teóricas a las prácti- que sustituyó en 1931 al primer director, programó metódicamente
cas, a lo casi práctico y a lo ecléctico (Kem- investigaciones interdisciplinares de filósofos, sociólogos, econo-
mis, 1993, p. 67). Sin embargo, este enfoque mistas, historiadores y psicólogos, con predominio de la filosofía. El
grupo primitivo, estaba constituido fundamentalmente por Horkhei-
se desvanece en la distinción aristotélica mer, Löwenthal, Adorno y Marcuse. De ellos surgió la llamada “teoría
crítica”, núcleo filosófico de la Escuela. Tras la muerte de Adorno, en
18 Sugiero revisar la página 24 del documento Interdisciplinariedad y 1969 —la de Horkheimer ocurre en 1973— acaba la primera época
currículo: Un estado del arte. Carlos Miñana Blasco. Universidad Na- de la Escuela de Fráncfort; Jürgen Habermas es el principal repre-
cional de Colombia. sentante de la segunda.

HALLAZGOS / Año 9, No. 18 / Bogotá, D.C. / Universidad Santo Tomás / pp. 79-96 89
La formación en un currículo como trayecto fenomenológico. Un enfoque sociocrítico

La teoría crítica21 aborda la subjetividad, discursivo y territorializado22, no insinúa un


confronta el detrimento de la tradición ser infalible, es divergente con los significa-
sociocultural, la fragmentación del pen- dos de un humano incólume inculcado en
samiento, el carácter instrumental de la la reproducción, instrucción y producción23
racionalidad de Occidente, racionalidad de lógicas antropocéntricas, teleológicas e
científico-técnica. Se instituye en intención identitarias de realidades únicas:
colectiva de ir más allá de los límites de la
El currículum tiene significados que
formalización y abstracción de la razón im-
van mucho más allá de aquellos a los
puesta por la teoría tradicional identificada que las teorías tradicionales nos confi-
con una realidad a ultranza desde procesos naron. El currículum es lugar, espacio,
descriptivos y evaluativos, en perspectiva territorio, relación de poder […] tra-
fáctica, totalitaria, autoritaria, promulgada yectoria, viaje, recorrido, autobiogra-
fía, propia vida, forja de identidad, tex-
desde propuestas políticas de esa extirpe. to, discurso, documento. El currículum
De hecho: es documento de identidad (Da Silva,
2001).
La profesión del crítico es la lucha a la
que pertenece su pensamiento, y no el El currículo, pensado en este horizonte de
pensamiento como algo independien-
te o que se puede separar de la lucha formación humana, es un documento de
[...] Lo que la teoría tradicional puede identidad, es territorio y trayecto fenome-
admitir sin más como existente; todas nológico; se ajusta en la interpretación de la
estas exigencias, por las que la propia experiencia vivida, devela tramas profun-
ciencia no se suele preocupar, quedan
das del ser del lenguaje posibles a la expe-
puestas en cuestión por el pensamiento
crítico (Horkheimer, 2000, p. 51). riencia hermenéutica en tanto giro ontológi-
co, puente entre texto e intérprete, portador
El enfoque sociocrítico propone un currí- de tradición en experiencia insostenible sin
culo contextualizado y deliberado en las palabras, porque hablar-pensar, palabra-
comunidades educativas, con principios cosa, constituyen unidad indisoluble24.
y acciones para emancipar; se instaura en
la pedagogía crítica a partir de un docente
como intelectual crítico, transformador, tra- 22 Esta perspectiva curricular permite fusionar dos metáforas enuncia-
das anteriormente: mapa como texto-discurso y como territorio.
ductor del aula en escenario de discusión,
23 Gimeno (1983, p. 191) agrupa las diversas concep­ciones del cu-
análisis y propuesta; su didáctica crítica,
rrículo en cinco grupos, que tienen una relativa homogeneidad in-
problematiza y estimula pensamiento di- terna a la hora de afrontar los fenómenos y problemas del mismo.
vergente. Este enfoque reivindica el mapa El currículo como estructura organizada de conocimien­tos (es con-
cebido como un curso de estudio, como un cuerpo organizado de
conocimientos que se transmiten sistemá­ticamente en la escuela). El
21 La racionalidad critica se aborda bajo diferentes nombres: la razón currículo como sistema tecnológico de producción (la base de este
instrumental Max Horkheimer 1895-1973; la razón unidimensional modelo es conductual, se entiende como conjunto de unidades y
Herbert Marcuse (1898–1980) y la razón identificante, Teodoro Ador- contenidos estructura­dos en una secuencia jerárquica). El currículo
no (1903-1969); ellos fueron tres judíos alemanes que emigraron de como plan de instrucción (plan de instrucción que incluye con preci­
Alemania en 1933; su maestro, Walter Benjamin, perseguido por la sión y detalle objetivos, contenidos, actividades y estrate­gias de
SS (Gestapo), se suicida cuando intentaba huir hacia España en evaluación. El currículo como conjunto de experiencias de aprendi­
1940. Se desarrolla la teoría crítica a partir del dolor físico al que es- zaje (planificadas y no planifi­cadas). El currículo como solución de
tán expuestos los individuos ante la irracionalidad y el in-humanismo, problemas (se trata de la corriente con más vigencia en la actualidad
la “Nueva Barbarie” que llegó a su clímax en los campos de concen- (Stenhouse, Eisner, Tanner, Coll).
tración de Auschwitz. La teoría crítica está alentada en evitar que 24 Como puntos principales de su ontología hermenéutica insiste en el
dicho episodio nazista se repita. papel del lenguaje como ontologicidad y universalidad del fenómeno

90
Henry Portela Guarín

El currículo. Un trayecto conocimiento no son absolutos y obje-


tivos; se trata, por el contrario, de cons-
fenomenológico tructos sociohistóricos forjados por los
seres humanos activos creadores y que
La fenomenología del currículo encarna no se limitan a existir en el mundo (Gi-
una ruptura radical con la epistemología roux, 1997, p. 67).
tradicional, su perspectiva crítica riñe con
los estilos de comprensión técnica y científi- El currículo como trayecto fenomenológico
ca implicados en la organización y estructu- se forja sobre sus esencias vividas en inter-
ración en torno a disciplinas y asignaturas. locución, en el territorio como escenario
En perspectiva fenomenológica con su énfa- práctico del mundo de la vida25, en mundos
sis en la experiencia del mundo de la vida, simbólicos, míticos y rituales26. Es devenir
los significados subjetivos e intersubjetivos, del saber especializado, históricamente for-
poco sentido le dan a formas de compren- jado y armonizado con saberes contextuales
sión técnica y científica implicadas en la or- fluidos entre sentidos evidentes, recónditos,
ganización y estructuración del currículo. El obstruidos y accesibles. Además el currícu-
currículo es visto como experiencia, como lo texto-territorio-trayecto es:
lugar de interrogación y cuestionamiento
de la experiencia (Da Silva, 2001, pp. 39-41). • Ontología de la comprensión27 y mun-
do inteligible abierto a lo posible en la
Se desentraña el contexto como experien- consolidación de un proyecto que deve-
cia, desde la pregunta fenomenológica por le experiencias, actuaciones, aptitudes,
lo humano, se fortalece en los relatos del intenciones y significados humanos. “Se
encuentro intersubjetivo formativo, y en trata de un interés por la autonomía y
discernir interrogantes sobre ¿qué interac- la libertad racional, que redima de ideas
ciones formativas queremos forjar?, ¿qué
sociedad queremos construir?, ¿qué viven- 25 En Habermas (1998), mundo de la vida como contexto de los pro-
cias, proyectos y sueños se dialogan? Se cesos de entendimiento y de posibilidades de un comportamiento
racional en la vida o de un modo racional de vida, lo que significa
trata de develar experiencias formativas
racionalidad comunicativa. Mundo de la vida es considerado una red
disimuladas por fenómenos como las nor- de sistemas culturales de interpretación o imágenes del mundo que
mas, contenidos, evaluaciones y lógicas de reflejan el saber de fondo de los grupos sociales y que garantizan la
coherencia en la diversidad de sus orientaciones de acción.
planeación racional.
26 En Mélich (1988), el mundo de la vida es un mundo simbólico, mítico
y ritual. El mito no puede definirse de ningún modo, porque su modo
La fenomenología se acentúa en el suje-
de ser es siempre una reinterpretación. En la ciencia, el mito carece
to y no en la estructura, por tanto se pre-
de valor, en la vida cotidiana significa ficción, error, un relato falso,
ocupa por la interacciones suscitadas una idea que no corresponde a la realidad. Todo rito se caracteriza
en el aula, así el significado presupone por la repetición de un gesto arquetípico que tuvo lugar en el origen
un modelo de socialización producto de la historia; es la repetición del mito.
de la interacción. Es decir, el significa- 27 Dice Heidegger que es necesario, entonces, salir deliberadamente
do viene dado por las situaciones, pero del círculo encantado de la problemática del sujeto y del objeto, e
también es creado por los estudiantes interrogarse por el ser, por eso alude a la ontología de la comprensión,
en sus interacciones dentro del aula [...] en lugar de una epistemología de la interpretación (p. 12). Esta dis-
los principios que gobiernan la organi- tinción hay que reconocerla en el segundo Husserl, porque el primer
zación, distribución y evaluación del Husserl, “no hizo más que reconstruir un nuevo idealismo, próximo al
neokantismo que él mismo combatía: la reducción de la tesis del mun-
do es, en efecto, una reducción de pregunta por el ser a la pregunta
hermenéutico, en correspondencia pensamiento-realidad y sujeto- del sentido del ser, que, a su vez, es reducido a un simple correlato de
objeto (Gadamer, 1984, pp. 461-526). los modos subjetivos de intención” (Ricoeur, 2008, p. 14).

HALLAZGOS / Año 9, No. 18 / Bogotá, D.C. / Universidad Santo Tomás / pp. 79-96 91
La formación en un currículo como trayecto fenomenológico. Un enfoque sociocrítico

falsas, de las formas de comunicación comprensión ontológica hermenéutica


distorsionadas y de las formas coerciti- de nuevos saberes, ciencias y preguntas
vas de relación social que constriñen la renuentes a relegitimar información pe-
acción humana y social” (Kemmis, 1993, trificada en el tiempo:
p. 87).
El mundo de mi vida cotidiana no es en
modo alguno mi mundo privado, sino
• Fusión de experiencias y compromi-
desde el comienzo un mundo intersub-
sos humanos adquiridos en contexto jetivo, compartido con mis semejan-
simultáneo articulado por un lenguaje tes, experimentado e interpretado por
continuo e itinerante ante la diversidad otros; en síntesis, es un mundo común
de roles, léxicos, circulaciones de saber, a todos nosotros. La situación biográfi-
ca única en la cual me encuentro den-
hábitos lingüísticos construidos en y tro del mundo en cualquier momento
para un entorno social. Bajtín, inclusive, de mi existencia solo es en muy peque-
llegará a decir que la palabra es siempre ña medida producto de mi propia crea-
palabra ajena (Serna, 2002). ción. Me encuentro siempre dentro de
un mundo históricamente dado que,
como mundo de la naturaleza y como
• Mundo de distinciones cualitativas reco-
mundo sociocultural, existió antes de
nocidas en el diario vivir, por la cultura mi nacimiento y continúa existiendo
de estudiantes, profesores, también por después de mi muerte. Esto significa
el tiempo, la tradición, los estilos cogni- que este mundo no es solo mi ambiente
sino también el de mis semejantes; ade-
tivos, los patrones de crianza y la familia
más estos semejantes son elementos de
en que se nace. “Es el interés por conocer mi propia situación, como yo lo soy de
cómo las personas experimentan e inter- la de ellos (Schütz, 2003, p. 280).
pretan el mundo social construido en la
interacción propia de un campo acadé- • Programas y proyectos curriculares in-
mico en el cual son relatores de sus pro- terdisciplinares y transversales, surgi-
pias experiencias” (Latorre; Del Rincón dos en culturas locales, intercontextos
y Arnal, 1996, p. 221). sociales, políticos y económicos en que
el sentido formativo se centre en la pre-
• Dialéctica formación-instrucción como gunta por los aconteceres humanos, sus
interpretación intersubjetiva del mun- distinciones de mundo a partir de la no
do de las cosas y con ellas, interacciones neutralidad de palabras, sentidos y sig-
que se viven en la academia. Sentidos y nificados; “ver la escuela y la formación
significados construido por nosotros en del estudiante como un todo, de forma
el presente y por otros en el pasado28; sintética y comprensiva, más que a tra-
vés de las estrechas perspectivas de es-
28 La fenomenología social de Alfred Schütz como actitud de reflexi-
vidad del investigador nos introduce al concepto de “realidades pecialidades de las disciplinas particula-
múltiples” y a la posibilidad que tienen los sujetos de construirlas, res” (Kemmis, 1992, p. 14).
significando de manera particular el mundo del cual forman parte. Se
trata de una ciencia de la sociedad inspirada en la tradición filosófica
Pensar entonces en el mapa que no desco-
de la fenomenología cuyo problema esencial es la cuestión de la
sociabilidad como forma superior de intersubjetividad; preocupación nozca el territorio, que no finja lo que no
que parte de varias ideas importantes: el estudio de la vida social no tiene, es desentrañar el currículo sociocrí-
puede excluir al sujeto, este está implicado en la construcción de la
realidad objetiva que estudia la ciencia social, el elemento central es
tico-fenomenológico, revelar la cara oculta
entonces el fenómeno-sujeto. de la educación, la trama de otros lengua-

92
Henry Portela Guarín

jes en un mundo apalabrado intrasubjetivo humanidad y cultura como autopoiesis30, es


e intersubjetivo que no constriña la acción la re-significación de lo cercano en nuevas
humana y su intencionalidad social. Los maneras de vivir, soñar marcar territorio y
mapas intentan enmarcar su mensaje en el replantear el reduccionismo positivista del
contexto de un público, porque sus inten- currículo. La formación31 se afirma en la na-
ciones y aplicaciones representan propósi- turaleza, la sociedad y la cultura para esti-
tos subjetivos no relacionados con el fun- pular una construcción educativa cualitativa
cionamiento de alguna ley fundamental de que da paso a la comprensión de maestros
generalización cartográfica (Harley, 1988). y estudiantes capaces de orientar constructi-
Decir territorio es vamente sus propios proyectos de vida.

abrir un entramado vivo, inagotable En este proyecto, la ironía32 declara redes


en sus posibilidades de juego, donde
culturales de interpretación del mundo,
la tarea es entonces ir encontrando las
conexiones precisas para hacer visibles saber de los grupos sociales coherentes y
ciertos trayectos apoyados en la sensi- diversos en sus orientaciones de acción;
bilidad y la fragilidad: las copias, los mundo de la vida que desborde la sola es-
calcos, los esbozos, las notas, los dia- tructura de la conciencia, porque dicha ra-
gramas, los bocetos de composición
son mínimas huellas luminosas, testi- cionalidad propia de la lógica y la semánti-
monios de una labor cotidiana que no
solo tiene en cuenta los conocimientos
30 Una de las palabras que inventa Maturana para explicar que todo
ya probados, sino que incluye también lo que pasa a los seres vivos tiene que ver con ellos y no con otras
nuevos ensayos e incluso experimen- cosas: autopoiesis proviene de dos raíces griegas: autos, que quiere
tos infructuosos. Sin ninguna preten- decir sí mismos, y poiein, que significa producir (2002, p. 30). La au-
sión de intemporalidad, aparentemen- topoiesis es la actividad propia del sistema, es la operación median-
te insignificante, la letra pequeña, el te la cual crea sus unidades, sus elementos y su estructura; un siste-
vocabulario del dibujo, puede escribir ma auto-poietico es un sistema autorreferente; el sistema educativo
también el más hondo sentido (Zala- no es la excepción, está en constante movimiento, es gnoseología,
mea, 1981). es constructivismo.
31 Enriquez, citado en Ferry, argumenta cómo “la formación se ha car-
gado de tantos equívocos y aparece de tal manera pervertida por la
Así, la relación currículo formación adquie- utilización que se hace de ella desde la extensión de la formación per-
re plasticidad semántica, no se dilucida lite- manente, convertida en una vasta empresa distribuidora de saberes
ralmente como discurso teórico convencio- etiquetados y de pequeñas seguridades”. Propone abandonar el tér-
mino: “Formación hacia la efervescencia de lo imaginario, la apertura
nal, tampoco homogeniza políticas, porque a lo inesperado, la satisfacción de la aventura” (1991, p. 52).
estas se des-configuran y re-configuran en 32 En Rorty la ironía es contraria a la metafísica: El “irónico” duda que su
la cotidianidad de los territorios, dadas sus vocabulario tenga el poder de describir el mundo, él sabe esto por
particulares condiciones. El currículo se leer muchos libros y por hablar con gente que tiene vocabularios di-
ferentes (pero viven en el mismo mundo). El metafísico no duda de su
torna ontológico e intuye la complejidad29, propio vocabulario, pensando que su vocabulario es suficiente para
descripciones. El “irónico” sabe que no puede argumentar a favor de
su propio vocabulario porque no puede salir de este para analizarse
a sí mismo (y sabe que la lógica tampoco tiene poder argumentativo
porque esta es solamente la abstracción del lenguaje). El metafísico
29 “Complejo” deviene de complexus que significa lo que está tejido no duda de que su vocabulario es suficiente para la argumentación,
en conjunto, pensamiento que busca unir sin desconocer singulari- y muchas veces regresa a su propio vocabulario para “autodefender-
dades y particularidades. Se podría decir que articula certezas con lo” (para Rorty este es un tipo de “argumento viciado”). El “irónico”
incertidumbres, lo próximo y lo lejano. Lo mío y lo otro, el orden y sabe que no hay vocabularios finales, y, por eso, no piensa que su
el desorden. “No se trata de oponer un holismo global y vacío a un vocabulario valga más que los vocabularios de otras personas. La
reduccionismo sistemático; se trata de incorporar lo concreto de las metafísica no duda de que su vocabulario haga mella y de que sea
partes a la totalidad” (Morín, citado en González, 1997, p. 21). posible que haya gente cuyos vocabularios no tengan razón.

HALLAZGOS / Año 9, No. 18 / Bogotá, D.C. / Universidad Santo Tomás / pp. 79-96 93
La formación en un currículo como trayecto fenomenológico. Un enfoque sociocrítico

ca debe ir hacia una racionalidad en que las gicas que sean no racistas, no sexistas,
imágenes dependan de categorías dispues- no homofóbicas y que estén dirigidas
ha­cia la transformación del orden so-
tas por los individuos en el mundo social,
cial general en interés de una mayor
en el mundo subjetivo y en su relación con jus­ticia racial, de género y económica
el mundo objetivo33. (McLaren, 1997, p. 27).

Las encrucijadas y laberintos se tradu- Así, el currículo fenomenológico se mani-


cen en oportunidades a las que el sistema fiesta en una racionalidad que sospecha al
educativo debe apuntar con identificación igual de los silencios y los bullicios, de lo
y desarrollo cultural34, con planeación ins- diurno y nocturno, lo formal e informal,
titucional sólida en procesos articulatorios en tanto posibilidad de desentrañar lo apa-
de realidades locales, con maestros y estu- rentemente encubierto en las normas, las
diantes que inspiren sus discursos al reco- historias, los discursos; es el encuentro de
nocimiento de sus imaginarios, sueños, mo- profesores que actúan, dialogan, indagan,
tivaciones en construcciones recíprocas con proponen y transforman desde una con-
una pedagogía crítica dispuesta a analizar cepción múltiple de la realidad y mundo;
y transformar la relación entre experiencia, actitud solitaria de muchos educadores que
conocimiento y orden social: inducen a la confrontación de contextos
diversos a través de otras respuestas con-
Todo el proyecto de la pedagogía crí-
tra hegemónicas en el escenario educativo
tica está diri­gido a invitar a los estu-
diantes y a los profesores a analizar la como espacio de debate y reconstrucción
relación entre sus propias experiencias cultural alternativo.
cotidianas, sus prácticas pedagógicas
de aula, los conocimientos que produ- Currículo como toma de conciencia, pro-
cen, y las disposiciones sociales, cultu­
ceso de participación y concertación para
rales y económicas del orden social
en general [...] La pedagogía crítica reconocer propósitos, compartir ajustes y
se ocupa de ayudar a los estudiantes cambios en nuevas convicciones e inten-
a cuestio­nar la formación de sus sub- ciones. Por la no neutralidad del lenguaje,
jetividades en el contexto de las avan- por la pregunta por el ser, por los mundos
zadas for­maciones capitalistas con la
cotidianos, por los diversos significados y
intención de generar prácticas pedagó-
sentidos de una formación como territorio
vital del currículo.
33 El mundo subjetivo lo plantea Habermas (1988) en contraposición
con el mundo objetivo y con el mundo social; el mundo objetivo
referencia los supuestos en común, la totalidad de los hechos y el Referencias
significado verdadero, el mundo social hace alusión a las relaciones
interpersonales y el mundo subjetivo referencia la totalidad de las Althusser, L. (1988). Ideología y aparatos ideo-
vivencias, hace de espejo, en el que lo normativo, lo objetivo y sub-
jetivo del otro se reflejen mutuamente, cuantas veces se quisiera, en lógicos del Estado. Buenos Aires: Nueva
un recíproco reflejo de subjetividades. Visión.
34 Teóricos críticos de la educación abordan las problemáticas de Bernstein, B. (1985). Clasificación y enmarca-
los contenidos culturales para reconocer la cultura local que debe
educar la escuela; no obstante, al visualizar todos los contenidos ción del conocimiento educativo. Madrid:
existentes en la sociedad en que se encuentra inmersa la escuela, y Akal.
cómo estos deben representarse, se encuentran opiniones bastan-
tes dispersas aún. Leer Giroux (1988, 1992, 1994 y 1996). Bernstein Bobbitt, F. (1918). The curriculum. Boston:
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