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EL ÉXODO LOS ÉXODOS, ENTRE MITOS Y REALIDADES

Prof. Manuel Omar Armas


Colegio de Profesores de Historia de Jujuy

Resumen

¿Por qué Éxodo?. ¿Hubo un Bando?. ¿Se quemó Jujuy?. ¿Hubo un solo Éxodo?.
¿Por qué se recuerda el primer Éxodo de 1812?. ¿Hubo un reconocimiento al pueblo de
Jujuy?. ¿Qué queda del Éxodo? Estas son las preguntas de un discutido documental que
trata de restarle importancia al Éxodo Jujeño. Este Documental fílmico titulado “La
Historia de la historia”, emitido por el canal Encuentro dentro de la serie “Éxodo” plantea:

“Durante años, cada 23 de agosto, los jujeños reviven un hecho que marcó
su historia como pueblo: una marcha que dejó detrás de sí fuego, destrucción, tierra
arrasada. Sin embargo, en las crónicas de aquella época, nunca aparece la palabra
Éxodo. Entonces, ¿por qué lo llamamos así?, ¿por qué los jujeños fundan su
identidad en un hecho que no fue tal como lo recuerdan?”. …“La quema de casa es
el momento más esperado en la marcha evocativa, la fiesta en que todo Jujuy revive
el Éxodo. Esta alegoría se hace carne, toma vida en el recuerdo sobre este hecho;
pero los estudios históricos dicen que esto nunca ocurrió”. … “En el relato sobre el
Éxodo, los jujeños hablan de campos arrasados, casas quemadas y sobre el fervor
patriótico de un pueblo convencido que sigue al ejército de Belgrano. Los estudios
históricos hablan de otra cosa”. “Si no hubo campos arrasados ni casas quemadas,
si no fue todo el pueblo el que marchó, sino sólo algunos, y que –lejos de
sacrificarse por la independencia– lo hicieron por temor: ¿qué queda del Éxodo?”.

El Éxodo Jujeño no fue una hazaña más en la historia, ni tampoco la huida


temerosa de la población, fue una gesta singular de trascendencia continental, fue el
compromiso de un pueblo decidido a ser libre o morir.
Introducción

Quiero comenzar este trabajo con un texto y una serie de preguntas de un


discutido documental que trata de restarle importancia al Éxodo Jujeño, para que durante
el desarrollo del mismo se deje en claro lo que fue y significaron EL ÉXODO, nuestros
ÉXODOS:

“Durante años, cada 23 de agosto, los jujeños reviven un hecho que marcó
su historia como pueblo: una marcha que dejó detrás de sí fuego, destrucción, tierra
arrasada. Sin embargo, en las crónicas de aquella época, nunca aparece la palabra
Éxodo. Entonces, ¿por qué lo llamamos así?, ¿por qué los jujeños fundan su
identidad en un hecho que no fue tal como lo recuerdan?”. …“La quema de
casa es el momento más esperado en la marcha evocativa, la fiesta en que todo
Jujuy revive el Éxodo. Esta alegoría se hace carne, toma vida en el recuerdo sobre
este hecho; pero los estudios históricos dicen que esto nunca ocurrió”. … “En el
relato sobre el Éxodo, los jujeños hablan de campos arrasados, casas quemadas y
sobre el fervor patriótico de un pueblo convencido que sigue al ejército de Belgrano.
Los estudios históricos hablan de otra cosa”. “Si no hubo campos arrasados ni
casas quemadas, si no fue todo el pueblo el que marchó, sino sólo algunos, y
que –lejos de sacrificarse por la independencia– lo hicieron por temor: ¿qué
queda del Éxodo?”.1

¿Por qué Éxodo?

En 1877 se publica la obra “JUJUI, APUNTES DE SU HISTORIA CIVIL” (Con


muchos documentos) realizada por Joaquín Carrillo, sobrino de Macedonio Graz de quien
heredo la documentación histórica que empleo en el libro; en la pag. 147, Carrillo
menciona la palabra éxodo (escrita como écsodo), y compara la gesta con el
acontecimiento bíblico al decir: “Como una tribu de la familia de Jacob, aquella sociedad
hizo con dolor i lágrimas los preparativos para aquel écsodo”. Por lo que es Carrillo en

1
Documental fílmico titulado “La Historia de la historia”, emitido por el canal Encuentro dentro de la serie “Éxodo”, dirigido
por Leandro Ipiña, producida por Manuel Forbes, con guion de Gabriel Yeannoteguy, y el asesoramiento históricos de Julia
Rosemberg y Javier Trímboli
1877 quien utiliza por primera vez la palabra Éxodo. En 1812 la Comisión Nacional del
Centenario de la Bandera le encomendó a Ricardo Rojas organizar y catalogar el archivo
capitular de Jujuy, tarea que como explicara el historiador Marcelo Lagos, contribuyó
como nadie “…a asentar la idea de la gloria que le corresponde a Jujuy y su gente en el
proceso de independencia nacional”. Rojas quien Lejos de ser un creador de mitos, fue un
gran escritor, pensador e historiador de la literatura de nuestro país.2 Este destacado
pensador en cuyo honor se festeja el “Día de la Cultura”, toma la denominación de Éxodo
que da Carrillo a la Gesta jujeña, reafirmando su importancia en los festejos del
centenario del 1812.

¿Hubo un Bando?

Siguiendo con las preguntas, el bando de Belgrano está sobradamente


probado, pese a que en algún momento se lo discutió. En el mismo libro de Carrillo en la
página 146 habla del Bando y lo transcribe diciendo que el mismo es “Copia fiel
conservada en el archivo del Dr. D. Teodoro S. de Bustamante por sus hijos3. El ismo
Goyeneche se refiere al Bando calificándolo como impío, y por último el Archivo general
de la Nación nos entrega una copia digital publicada en si sitio de internet con su
correspondiente transcripción. En donde se lee en su encabezado:

“29 de Julio de 1812

Manuel Belgrano, Brigadier de los ejércitos de la Patria, Coronel del


regimiento N° 5, y General en Jefe del Ejército Auxiliar del Perú.

Pueblos de la Provincia de Salta: desde que puse el pie en vuestro suelo


para hacerme cargo de vuestra defensa, en que se halla interesado el
Excelentísimo Gobierno de las Provincias Unidas de la República del Río
de la Plata, os he hablado con verdad… .”4

2
Nacido en Tucumán en 1882. Estudió en Santiago del Estero periodismo y fue profesor de Literatura castellana. Fue
Premio Nacional de Literatura y hombre de ideas liberales y democráticas, que conoció la persecución política, por lo que
tuvo una etapa de confinamiento y fue embajador argentino en Perú en 1955.
3
Joaquín Carrillo JUJUI PROVINCIA FEDERAL ARJENTINA, Apuntes de su historia civil (con muchos documentos) San
Salvador de Jujuy Ed. Universidad Nacional de Jujuy, 1989. Pag 146
4
Copia digital del Bando publicada en si sitio oficial de Facebook en internet del AGN, el 23 de Agosto de 2013. 3-10-4-
Jujuy 29 de Julio de 1812. Copia 5 al gobierno central, 2 folios
En donde se explicita que el bando no solo estaba dirigido a Jujuy, sino que era
para toda la intendencia de Salta del Tucumán, lo que destaca todavía más el sacrificio
del pueblo de Jujuy, el que acompaño al General Belgrano con el Éxodo, mientras que la
población de la ciudad de Salta no estaba dispuesta a sacrificarse según lo expresaba su
gobernador en una carta dirigida a Belgrano en donde se excusaba de obedecer el
bando5, en Salta había adeptos al fidelismo monárquico como los prisioneros políticos
tomados en la batalla de Suipacha y algunos vecinos sindicados como muy adeptos a la
causa monárquica. En Cabeza de Buey se agregaron al Éxodo grupos salteños adeptos a
la revolución, campesinos y contingentes armados que formaban el grupo de los
“decididos de Salta”6.

¿Se quemó Jujuy?

El Profesor Salazar Altamira, narra en una conferencia pronunciada en Buenos


Aires en 1930, un episodio ocurrido durante el Éxodo Jujeño:

“el 23 por la noche, cuando los jinetes encargados de amparar las ultimas
filas de la columna hicieron su última ronda antes de enfilar el camino de la
Punta de Diamante, uno de ellos, soldado en el regimiento de los Decididos,
como casi todos los jóvenes principales de Jujuy, encontró en la calle de los
Zegada, allá por la iglesia de Santa Bárbara, caído al borde de la acequia, un
hombre que exhalaba en sollozos un hilito de vida, apenas perceptibles. Era
un mulato, labrador de La Almona, rezagado del grupo de sus comarcanos y
a quien habían dejado la misión de pegar fuego a los campos. En ancas se
llevó el niño Bautista -de la familia de los Araníbar, dice la crónica salteña de
que me sirvo – a aquel único ser viviente que iba quedando en la ciudad del
Éxodo.”7

5
AGN, 3-10-4, Salta 31 de julio de 1812. Del Gobernador de Salta a Manuel Belgrano.
6
Gregorio Aráoz de La Madrid, Memorias del general Gregorio Aráoz de La Madrid, Buenos Aires, El Elefante Blanco,
2007.p. 36.
7
Conferencia pronunciada por el profesor Salazar Altamira, el 23 de agosto de 1930 en la sala de la Asociación
Wagneriana de Buenos Aires, bajo los auspicios de la Asociación de Residentes Jujeños.
Además de este relato la historiadora Martha Montalvetti nos dice que su
tatarabuelo, Gabriel Cuñado, médico del ejército realista, registró en su diario lo que vio al
llegar a San Salvador de Jujuy con el cuerpo del ejército realista el 26 de agosto de 1812,
en donde habla de que el ambiente de humo todavía era tremendo, en su libreta, él
cuenta que todos los ranchitos de la periferia de la aldea jujeña aún ardían, emitían humo.
De manera que el ambiente era muy sofocante8

De esto podríamos inferir que el campamento del ejército (2000 hombres más o
menos), que eran el equivalente a la población de Jujuy, en donde además tiendas se
habían levantado pequeños ranchos hechos con cañas y ramas, son los que se
destruyeron, quemándolos, para que no pudieran ser empleados por el enemigo. También
debemos destacar que se desmantelo la maestranza (fábrica militar que se instaló en
Jujuy para el arreglo y confección de armamento y todos los utensilios del ejercito) y que
también se destruyeron (quemaron) los 4 hornos de fundición con los que se fabricaron
algunos cañones.

¿Hubo un solo Éxodo?

Desde luego que no, durante los 15 años que duro la guerra de independencia
nos permite suponer que los vaivenes de la guerra obligarían a los pobladores patriotas a
abandonar Jujuy cada vez que se produjera una nueva invasión. En enero de 1814 los
realistas entraron ocupando por segunda vez en la ciudad, lo que provocó un nuevo
éxodo de la población, a pesar de que los realistas controlaban la ciudad no podían salir
en busca de víveres, porque eran constantemente hostigadas por las milicias gauchas.
Por orden de los realistas, las familias patriotas de Jujuy debían dirigirse a Tarija, pero
gracias al de un miembro del Cabildo realista sólo se retiraron hasta Huacalera y luego se
les permitió regresar. Este Éxodo debió ser en su mayor parte femenino, pues los
hombres se habían alejado al sur con el ejército en enero de 1814).

En 1816 llegaron al Perú los ejércitos españoles, que habían comenzado la


reconquista de la América Hispana, al mando del general Morillo. Pezuela, nombrado
Virrey del Perú, encargó la dirección de los ejércitos al general La Serna; la vanguardia

8
Programa Jujuy Profundo, de Fernando Calvetti, emitido por Canal 4 de Jujuy, el 9 de noviembre de 2012 (Calvetti F.,
2012). Montalvetti repite y amplía su testimonio en una entrevista concedida al periódico Notinor (Notinor, 2013)
realista, a las órdenes de Olañeta quien avanzar por la Quebrada desde donde mandó a
Marquiegui a los valles orientales, para cortar las comunicaciones entre Oran y Tarija y
atacar a Jujuy desde el Este; lo que permitió a Olañeta ocupar la ciudad de Jujuy, cuya
población había sido evacuada en un nuevo éxodo. El Cabildo de Jujuy en oficio dirigido
al Congreso en Tucumán el 10 de julio de 1816, pone en su conocimiento: que carece
totalmente de recursos para pagar las dietas de su diputado Teodoro Sánchez de
Bustamante, que "la mayor parte de sus vecinos están emigrados, su comercio
extinguido, sin una tienda, sus calles lóbregas y sin habitantes, todo a medio despoblar, y
con la sentencia del 30 de junio de 1816, dada por el señor gobernador de la Provincia de
su completa despoblación para el caso que el enemigo avance". (Archivo Capitular. Tomo
III).

Según Mitre, a fines de 1816 o principios de 1817 existió otro Éxodo jujeño. La
Serna avanzo hasta Jujuy donde quedó encerrado sin alimentos, con la tropa hambrienta
y enferma, pues la ciudad de Jujuy estaba desierta, "...sólo habían quedado, las mujeres
destinadas a servir de espías, los ancianos que no podían moverse, un párroco, un ciego
y un lego, a quien fue preciso prohibir que tocara las campanas, porque se descubrió que
sus repiques servían de señal a los patriotas que sitiaban la plaza..."9. A pesar de todo
decidió avanzar sobre Salta. Sus tropas fueron constantemente atacadas por los gauchos,
no obstante lograron entrar en Salta el 15 de abril de 1817, La Serna quedó aislado como
en Jujuy ya que Güemes ponían sitio a la ciudad de Salta. La Serna optó por abandonar
Salta y Jujuy en mayo retirándose hasta Yavi perseguido por los gauchos de Pachi Gorriti,
de La Corte, Gavino de la Quintana y del Coronel Manuel Eduardo Arias, por lo que la
población jujeña pudo retornar a sus casas, después de cuatro meses de éxodo,
encontrando en estado desastroso a la ciudad y sus alrededores debido al saqueo que
realizaron las tropas realistas.

En enero de 1818 Olañeta recibió refuerzos de La Serna, para reconquistar Jujuy,


logró llegar a Jujuy el 14 de enero y por tres días, sometió a la ciudad al saqueo, lo que
provocó la reacción de las milicias gauchas de Jujuy, que encerraron nuevamente a
Olañeta en la ciudad obligándolo a regresar a Yavi. De un oficio de Güemes dirigido al

9
Joaquín Carrillo JUJUI PROVINCIA FEDERAL ARJENTINA, Apuntes de su historia civil (con muchos documentos) San
Salvador de Jujuy. Establecimiento Tipográfico del Mercurio Pag. 290 “Solo habían quedado, dice el historiador Mitre, las
mujeres destinadas a servir de espías, los ancianos que no podían moverse, un párroco, un ciego i un lego, a quien fue
preciso prohibir que tocara las campanas, porque se descubrió que sus repiques servían de señal a los patriotas que
sitiaban la plaza” citado de Historia de Belgrano T 2. Memorias del General García Camba para la historia de las armas
españolas en el Perú́ , 1809-[1825]. t. I, p. 820.
Cabildo de Jujuy el 21 de febrero de 1818, se puede detectar un nuevo Éxodo Jujeño
"...luego que llegó a mí, la noticia de que los enemigos desocuparon el pueblo de
Humahuaca, y se retiraran a Yavi, creí llegado el caso de que se restituyeran a sus casas
todos los vecinos de esta Ciudad, que salieron a mérito de la próxima pasada invasión…”
(Transcripto en el tomo IV del Archivo Capitular)

El nuevo Jefe del Estado mayor, el coronel Canterac, propuso a La Serna pacificar
Tarija, para luego lanzarse sobre Jujuy y Salta. En cumplimiento de este plan la
vanguardia realista a las órdenes de Olañeta ocupo la Quebrada y a pesar de los
combates de los gauchos, se apoderó de Jujuy el 26 de marzo de 1819, entregándola al
saqueo y pillaje, después de lo cual regresó a Tupiza. Es indudable que estos avatares
de la guerra provocaron el constante éxodo al menos de la población patriota, cuando
menos abandonando la ciudad para refugiarse en los alrededores para evitar represalias
mayores.

La paz y la tranquilidad no habrían de llegar a Jujuy hasta la muerte de Olañeta


en Tumusla, en abril de 1825, y la entrada del ejército Libertador en Chuquisaca, en
agosto del mismo año.

No sabemos si los éxodos jujeños fueron tres, cinco o más, alguno aseguran que
los éxodos jujeños, parciales o totales, llegaron a ser nueve, no tenemos certeza de esto
por la pérdida de documentación en los mismos éxodos. Pero todos coinciden en
mencionar, el sacrificio y la ruina total de Jujuy en favor de la Patria.

¿Por qué se recuerda el primer Éxodo de 1812?

Más allá de que la respuesta puede parecer obvia, se lo recuerda por que fue el
primero que se realizó y sobre todo por la figura del Gral Belgrano, acompañando al
pueblo, fue quien transformó la historia y ofrendó al pueblo y a las generaciones futuras
la herencia de la libertad y la justicia. El pueblo de Jujuy recuerda año a año esta
celebración desde 1957 por medio de la Marcha Evocativa del éxodo, la cual se ha
transformado en una expresión de devoción y recuerdo popular de los héroes anónimos
que se sacrificaron en esta gesta. Esta marcha es una verdadera Recreación Histórica,
también llamada “historia viva”10, la que se ha puesto tan en boga últimamente y que en
Jujuy se realiza desde hace más de 50 años

En 1955 Emerita Salgado de López, docente y poetiza, casada con Maximiliano


López, propuso que se haga una recreación del Éxodo a través de la marcha evocativa
cada 22 de agosto. Emerita solía frecuentar las reuniones de la entonces ex Federación
Gaucha, hoy Asociación Gaucha Jujeña "Éxodo Jujeño", acompañando a su hijo Enrique
Walter que integraba la comisión directiva que presidía Mario “Mataco” Iturbe. El mismo
Iturbe, cuenta que durante su presidencia, participo junto a otros miembros de la comisión
directiva en una reunión convocada por el intendente de San Salvador Horacio Calvó para
aportar ideas para conmemorar el 23 de agosto11 . según Iturbe “Esta fue la oportunidad
de expresar un gran anhelo: realizar una Marcha Evocativa con autenticidad histórica". Se
buscaron todos los elementos y la ayuda de otras agrupaciones gauchas. Fue
importantísima la colaboración de monseñor Germán Mallagray, quien asesoró sobre
aspectos históricos y monseñor José Gottau quien prestó los hábitos para representar al
canónigo Gorriti.

Las autoridades de la Guarnición Militar de Jujuy y de la Policía de Jujuy


facilitaron los enseres y elementos para la representación de las tropas. La familia
Agostini, pusieron a disposición carruajes, bueyes, mulas y caballos , algunos carros
fueron transformados en carretas, en el rio Chico, allí se mojaban los cueros y las cañas,
provistas por La Mendieta. Sobre los bueyes relatan Misael Soria e Iturbe que se debía
respetar las condiciones de los dueños, que exigían que fueran manejados por sus
boyeros. También cuentan que un grupo de asociados consiguieron convencer a los
burreros que llegaban del Norte con sal y pellones de ovejas y llama para permutarlos por
harina y maíz que acampaban en Los Huaycos de unirse a la marcha, logrando así
“mayor autenticidad".

Se hizo una réplica de la Bandera de Nuestra Libertad Civil, que se conserva la


Asociación Gaucha echa por la señorita Garniers, profesora de pintura, que fue colocada

10
Una recreación histórica no es más que la puesta en «escena» de un acontecimiento histórico, con todo lo que con ello
conlleva; es una especie de gigantesca obra de teatro, pero con marcadas diferencias: la principal entre una recreación y
una actuación dramática del período es el grado de inmersión en la misma, así como la posibilidad de improvisación.
La recreación histórica no solo pretende «contar algo», sino que trata de involucrar al espectador de la historia en el
acontecimiento. No simplemente divulga la historia, sino que trata de revivirla, con el fin de que el público que asiste a ella
«sienta y viva» aquello que se está recreando, en pocas palabras, que se meta en la piel de los que en realidad vivieron el
acontecimiento, ese es el logro de las recreaciones históricas. Jonathan Cabrera Asensio: Las Recreaciones Históricas y
sus fundamentos. (¿Qué Es, Quiénes Somos, Cómo Crearlas?) Universidad de Sevilla- Universidad de Málaga. 2010.
11
Recordemos que a partir de 1922 la provincia de Jujuy dicto una ley declarando como feriado provincial el 23 de agosto
en homenaje a la gesta del Éxodo Jujeño (ley 522/22)
en la carreta Insignia. Fue así que la tarde del 22 de agosto de 1957, en los terrenos
ubicados sobre avenida España y acceso a Ciudad de Nieva, se quemaron
simbólicamente los ranchos que representaban a la Ciudad, de allí partió la caravana
bajando por España, Alvear hasta Senador Pérez y luego por San Martín, frente a la
Intendencia Municipal, en donde el intendente ofreció un brindis. Para destacar todo el
transcurso de la marcha se realizó a oscuras, llevando como iluminación en las carretas
faroles con velas; se siguió luego hasta Casa de Gobierno, donde depositaron una
ofrenda floral en la sala de la Bandera, prosiguieron luego la marcha hasta dar dos vueltas
a la plaza, y desconcentrarse en el canchón de la Policía. Durante la Marcha las
campanas de la Catedral repicaban a vuelo.

¿Hubo un reconocimiento al pueblo de Jujuy?

La entrega de la “Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil”, por parte del Gral.
Belgrano al pueblo de Jujuy, el 25 de mayo de 1813 es el hecho histórico más
trascendente en la construcción de nuestra Nacionalidad. Es una Bandera Ciudadana,
representa los Derechos Civiles, hoy llamados Derechos Humanos.

El 25 de mayo de 1813, concluido él Te Deum, Belgrano presentó una nueva


bandera, que hizo bendecir en nuestra iglesia Matriz, tal como lo hiciera un año antes con
la bandera nacional, el 25 de mayo de 1812 y después la entregó al Cabildo de Jujuy;
quien representaba al pueblo jujeño. Al hacerla bendecir solemnemente, remarco el valor
del símbolo; ante todo el pueblo Jujeño

Miguel Carrilllo Bascary nos indica que esa fue la forma que tuvo el General de
reconocer los esfuerzos realizados por Jujuy en las luchas por la libertad y, en especial el
heroísmo que caracterizó al Éxodo de 181212. El propio Belgrano lo plantea al entregar la
bandera para que:

“conservara el honor y el valor que habían manifestado los dignos hijos de


esta ciudad (Jujuy) y su jurisdicción que habían servido en mi compañía en las
acciones de 24 de septiembre (Tucumán) y 20 de febrero (Salta)” 13

12
Miguel Carrilllo Bascary. Bandera Nacional de la libertad Civil. Jujuy 2012
13
AGN. Oficio de Belgrano al Directorio Jujuy, 26 de mayo de 1813
La enseña que hoy se guarda en el “Salón de la Bandera” de la Casa de Gobierno
de Jujuy, constituye una clara manifestación de del reconocimiento que hiciera Belgrano a
aquellos bravos jujeños de 1812 y 1813, en las jornadas del Éxodo, de Tucumán y Salta,
que se repitiera a lo largo y a lo ancho de nuestro norte hasta 1825.

¿Qué queda del Éxodo?

En el documental que mencionamos al principio se hace la pregunta ¿qué queda


del Éxodo?. La respuesta es mucho más que obvia.

El Éxodo Jujeño de 1812, fue la epopeya heroica de un pueblo que demostró lo


que puede hacer cuando las circunstancias así lo exigen para fortalecer el nacimiento de
la patria. El éxodo jujeño fue un ejemplo de participación popular en el proceso de la lucha
por la libertad. Fue un hecho con un alto grado de compromiso y de identificación con los
ideales que Manuel Belgrano supo hacer carne en el pueblo jujeño.

El Éxodo fue un gran hecho de compromiso, los jujeños se comprometieron a tal


punto con la causa de “libertad” que destruyeron todo lo que no se pueden llevar con tal
de debilitar a los realistas y no dejarles nada que pudieran emplear.

Conclusión

Mito: es una historia imaginaria que altera las verdaderas cualidades de una
persona o de una cosa y les da más valor del que tienen en realidad.

El mito y la leyenda son relatos que se divulgan en forma oral, de una generación
a otra. Son narraciones que nacen espontáneamente como una expresión colectiva de
una raza o pueblo, debido a una necesidad de crear una imagen del mundo y una
necesidad de manifestar una fe. En ellos participan seres y hechos sobrenaturales.

Nadie puede dudar que los acontecimientos que hemos puesto de manifiesto en
este trabajo sean hechos, realidades, que ocurrieron en nuestra historia.

La Historia es dinámica, en cualquier momento puede dar un vuelco y poner al


revés lo que sabíamos de un acontecimiento, cualquier hecho, cualquier sucesión lógica
que creíamos tener controlada, escrita y fijada por los siglos de los siglos. Esto puede
suceder para cualquier momento de la Historia.
Existen distintas corrientes historiográficas que no se ponen de acuerdo en su
apreciación sobre los hechos del pasado. De igual manera los estudiosos y escribientes
de la historia también tienen distintas opiniones sobre qué es lo que realmente pasó, es
más tampoco la gente que vivió en una época, estuvo de acuerdo en lo que creía que
estaba sucediendo. Un mismo documento histórico posee muchas percepciones, distintas
maneras de interpretarse, y la opinión de un historiador que consulte esas y otras fuentes
de información realiza una interpretación de lo ocurrido que no tiene que ser la única, ni
convertirse en una verdad absoluta.

Lo importante de la historia es que debe ser respaldada con fuentes,


documentales o de otro tipo, que permitan respaldar la interpretación de los
acontecimientos analizados.

La historia argentina ha sido porteñocentrista, es decir que siempre centralizo todo


en Buenos Aires. No sólo los hechos y figuras del interior han sido metódicamente
ignorados, olvidados o desvalorizados. El éxodo jujeño es un buen ejemplo de esa
situación no solo desde la interpretación histórica sino también con las decisiones de las
autoridades de Buenos Aires. Rivadavia ordena a Belgrano retroceder hasta Córdoba.
Fue la desobediencia de Belgrano, apoyado en el compromiso de los jujeños, y en la
decisión de resistir de los tucumanos lo que salvó la revolución y preparo el camino a la
independencia. La Reivindicación del Éxodo jujeño es una forma de darle valor a todos
los que participaron de nuestra independencia. Otro ejemplo de esto es que cuando el
éxodo comenzó a cobrar importancia a nivel nacional se cuestionó y se dudó del éxodo
como la gesta de un pueblo por la libertad. Sin el Éxodo no se habría logrado el triunfo
de Tucumán, y sin Tucumán no se habría conseguido el triunfo de Salta, que permitieron
asegurar el norte para que San Martin con la ayuda de Güemes y sus gauchos,
concretara su plan continental.

El Éxodo Jujeño no fue una hazaña más en la historia, ni tampoco la huida


temerosa de la población, fue una gesta singular de trascendencia continental, fue el
compromiso de un pueblo decidido a ser libre o morir.
BIBLIOGRAFIA

ARÁOZ DE LA MADRID, Gregorio: Memorias del general Gregorio Aráoz de La Madrid,


Buenos Aires, El Elefante Blanco, 2007.

BIDONDO, Emilio: El tiempo del Éxodo jujeño. 2ª ed. Buenos Aires, Caja Nacional de
Ahorro y Seguro, 1988.

BIDONDO, Emilio: Historia de Jujuy. Plus Ultra. Buenos Aires. 1980

BIDONDO, Emilio: La guerra de la independencia en el norte argentino. 2a.ed. Eudeba,


1976.

CARRILLLO BASCARY, Miguel. Bandera Nacional de la libertad Civil. Jujuy 2012

CARRILLO, Joaquín: JUJUI PROVINCIA FEDERAL ARJENTINA, Apuntes de su historia


civil (con muchos documentos) San Salvador de Jujuy Ed. Universidad
Nacional de Jujuy, 1989

CONTI, Viviana: “El Éxodo 1812 Jujuy” Ed. Gobierno de la Provincia de Jujuy. Jujuy 2012

LEVENE. Ricardo: Historia de la Nación Argentina: desde sus orígenes hasta la


organización definitiva en 1862. 2ª ed. Buenos Aires El Ateneo, 1939.

MITRE, Bartolomé: Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina.Editorial


Universitaria de Buenos Aires, 1968

PALEARI, Antonio: Jujuy. Diccionario General. Gobierno de la Provincia de Jujuy.


Jujuy.1992.

ROJAS, Ricardo Archivo Capitular de Jujuy, Jujuy, 1944, Volumen IV

TERUEL, Ana A; LAGOS, Marcelo: Jujuy en la historia; de la colonia al siglo XX. San
Salvador de Jujuy. Universidad Nacional de Jujuy, 2006

TREGINI ZERPA, Dora Blanca, El éxodo jujeño. En: Manuel Belgrano. Los ideales de la
patria. Buenos Aires, Instituto Nacional Belgraniano de la República
Argentina, 1995, p. 57. Véase: INSTITUTO NACIONAL BELGRANIANO,
Apuntes biográficos. 2 edición, Buenos Aires, 1995.
ANEXO DE IMAGENES
¿Que fue y significaron EL ÉXODO, nuestros ÉXODOS?

“Durante años, cada 23 de agosto, los jujeños reviven un hecho que marcó su historia
como pueblo: una marcha que dejó detrás de sí fuego, destrucción, tierra arrasada. Sin
embargo, en las crónicas de aquella época, nunca aparece la palabra Éxodo. Entonces,
¿por qué lo llamamos así?, ¿por qué los jujeños fundan su identidad en un hecho que no
fue tal como lo recuerdan?”.
…“La quema de casa es el momento más esperado en la marcha evocativa, la fiesta en que
todo Jujuy revive el Éxodo. Esta alegoría se hace carne, toma vida en el recuerdo sobre
este hecho; pero los estudios históricos dicen que esto nunca ocurrió”. … “En el relato
sobre el Éxodo, los jujeños hablan de campos arrasados, casas quemadas y sobre el fervor
patriótico de un pueblo convencido que sigue al ejército de Belgrano. Los estudios
históricos hablan de otra cosa”.
“Si no hubo campos arrasados ni casas quemadas, si no fue todo el pueblo el que
marchó, sino sólo algunos, y que –lejos de sacrificarse por la independencia– lo hicieron
por temor: ¿qué queda del Éxodo?”. Documental fílmico titulado “La Historia de la
historia”, emitido por el canal Encuentro dentro de la serie “Éxodo”, dirigido por Leandro
Ipiña, producida por Manuel Forbes, con guion de Gabriel Yeannoteguy, y el
asesoramiento históricos de Julia Rosemberg y Javier Trímboli

¿Por qué Éxodo?


En 1877 se publica la obra “JUJUI, APUNTES DE SU HISTORIA CIVIL” (Con muchos
documentos) realizada por Joaquín Carrillo, sobrino de Macedonio Graz de quien heredo
la documentación histórica que empleo en el libro; en la pag. 147, Carrillo menciona la
palabra éxodo (escrita como écsodo), y compara la gesta con el acontecimiento bíblico al
decir: “Como una tribu de la familia de Jacob, aquella sociedad hizo con dolor i lágrimas
los preparativos para aquel écsodo”. Por lo que es Carrillo en 1877 quien utiliza por
primera vez la palabra Éxodo.
¿Hubo un Bando?
Siguiendo con las preguntas, el bando de Belgrano está sobradamente probado, pese a que en
algún momento se lo discutió. En el mismo libro de Carrillo en la página 146 habla del Bando y lo transcribe
diciendo que el mismo es “Copia fiel conservada en el archivo del Dr. D. Teodoro S. de Bustamante por sus
hijos

El mismo Goyeneche se refiere al Bando calificándolo como impío, y por último el Archivo general de la
Nación nos entrega una copia digital publicada en si sitio de internet con su correspondiente transcripción.
En donde se lee en su encabezado: El ismo Goyeneche se refiere al Bando calificándolo como impío, y por
último el Archivo general de la Nación nos entrega una copia digital publicada en si sitio de internet con su
correspondiente transcripción. En donde se lee en su encabezado:

“29 de Julio de 1812


Manuel Belgrano, Brigadier de los ejércitos de la Patria, Coronel del regimiento N° 5, y General en Jefe del
Ejército Auxiliar del Perú.
Pueblos de la Provincia de Salta: desde que puse el pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra
defensa, en que se halla interesado el Excelentísimo Gobierno de las Provincias Unidas de la República del
Río de la Plata, os he hablado con verdad… .”
Copia digital del Bando publicada en si sitio oficial de Facebook en internet del AGN, el 23 de Agosto de
2013. 3-10-4- Jujuy 29 de Julio de 1812. Copia 5 al gobierno central, 2 folios
En donde se explicita que el bando no solo estaba dirigido a Jujuy, sino que era para toda la intendencia de
Salta del Tucumán, lo que destaca todavía más el sacrificio del pueblo de Jujuy, el que acompaño al General
Belgrano con el Éxodo, mientras que la población de la ciudad de Salta no estaba dispuesta a sacrificarse
según lo expresaba su gobernador en una carta dirigida a Belgrano en donde se excusaba de obedecer el
bando, en Salta había adeptos al fidelismo monárquico como los prisioneros políticos tomados en la batalla
de Suipacha y algunos vecinos sindicados como muy adeptos a la causa monárquica. En Cabeza de Buey se
agregaron al Éxodo grupos salteños adeptos a la revolución, campesinos y contingentes armados que
formaban el grupo de los “decididos de Salta”.
AGN, 3-10-4, Salta 31 de julio de 1812. Del Gobernador de Salta a Manuel Belgrano.
Gregorio Aráoz de La Madrid, Memorias del general Gregorio Aráoz de La Madrid, Buenos Aires, El Elefante
Blanco, 2007.p. 36.

¿Se quemó Jujuy?


El Profesor Salazar Altamira, narra en una conferencia pronunciada en Buenos Aires en 1930, un episodio
ocurrido durante el Éxodo Jujeño:
“el 23 por la noche, cuando los jinetes encargados de amparar las ultimas filas de la columna hicieron su
última ronda antes de enfilar el camino de la Punta de Diamante, uno de ellos, soldado en el regimiento de
los Decididos, como casi todos los jóvenes principales de Jujuy, encontró en la calle de los Zegada, allá por la
iglesia de Santa Bárbara, caído al borde de la acequia, un hombre que exhalaba en sollozos un hilito de vida,
apenas perceptibles. Era un mulato, labrador de La Almona, rezagado del grupo de sus comarcanos y a quien
habían dejado la misión de pegar fuego a los campos. En ancas se llevó el niño Bautista -de la familia de los
Araníbar, dice la crónica salteña de que me sirvo – a aquel único ser viviente que iba quedando en la ciudad
del Éxodo.”
Además de este relato la historiadora Martha Montalvetti nos dice que su tatarabuelo, Gabriel Cuñado,
médico del ejército realista, registró en su diario lo que vio al llegar a San Salvador de Jujuy con el cuerpo del
ejército realista el 26 de agosto de 1812, en donde habla de que el ambiente de humo todavía era
tremendo, en su libreta, él cuenta que todos los ranchitos de la periferia de la aldea jujeña aún ardían,
emitían humo. De manera que el ambiente era muy sofocante
De esto podríamos inferir que el campamento del ejército (2000 hombres más o menos), que eran el
equivalente a la población de Jujuy, en donde además tiendas se habían levantado pequeños ranchos
hechos con cañas y ramas, son los que se destruyeron, quemándolos, para que no pudieran ser empleados
por el enemigo. También debemos destacar que se desmantelo la maestranza (fábrica militar que se instaló
en Jujuy para el arreglo y confección de armamento y todos los utensilios del ejercito) y que también se
destruyeron (quemaron) los 4 hornos de fundición con los que se fabricaron algunos cañones.

¿Hubo un solo Éxodo?

Desde luego que no, durante los 15 años que duro la guerra de independencia nos permite suponer que los
vaivenes de la guerra obligarían a los pobladores patriotas a abandonar Jujuy cada vez que se produjera una
nueva invasión.
En enero de 1814 los realistas entraron ocupando por segunda vez en la ciudad, lo que provocó un nuevo
éxodo de la población, a pesar de que los realistas controlaban la ciudad no podían salir en busca de víveres,
porque eran constantemente hostigadas por las milicias gauchas. Por orden de los realistas, las familias
patriotas de Jujuy debían dirigirse a Tarija, pero gracias al de un miembro del Cabildo realista sólo se
retiraron hasta Huacalera y luego se les permitió regresar. Este Éxodo fue en su mayor parte femenino, pues
los hombres se habían alejado al sur con el ejército en enero de 1814).

En 1816 llegaron al Perú los ejércitos españoles, que habían comenzado la reconquista de la América
Hispana, al mando del general Morillo. Pezuela, nombrado Virrey del Perú, encargó la dirección de los
ejércitos al general La Serna; la vanguardia realista, a las órdenes de Olañeta quien avanzar por la Quebrada
desde donde mandó a Marquiegui a los valles orientales, para cortar las comunicaciones entre Oran y Tarija
y atacar a Jujuy desde el Este; lo que permitió a Olañeta ocupar la ciudad de Jujuy, cuya población había sido
evacuada en un nuevo éxodo. El Cabildo de Jujuy en oficio dirigido al Congreso en Tucumán el 10 de julio de
1816, pone en su conocimiento: que carece totalmente de recursos para pagar las dietas de su diputado
Teodoro Sánchez de Bustamante, que "la mayor parte de sus vecinos están emigrados, su comercio
extinguido, sin una tienda, sus calles lóbregas y sin habitantes, todo a medio despoblar, y con la sentencia
del 30 de junio de 1816, dada por el señor gobernador de la Provincia de su completa despoblación para el
caso que el enemigo avance". (Archivo Capitular. Tomo III).
Según Mitre, a fines de 1816 o principios de 1817 existió otro Éxodo jujeño. La Serna avanzo hasta Jujuy
donde quedó encerrado sin alimentos, con la tropa hambrienta y enferma, pues la ciudad de Jujuy estaba
desier¬ta, "...sólo habían quedado, las mujeres destinadas a servir de espías, los an¬cianos que no podían
moverse, un párroco, un ciego y un lego, a quien fue preciso prohibir que tocara las campanas, porque se
descubrió que sus re¬piques servían de señal a los patriotas que sitiaban la plaza..." . A pesar de todo
decidió avanzar sobre Salta. Sus tropas fueron constantemente ataca¬das por los gauchos, no obstante
lograron entrar en Salta el 15 de abril de 1817, La Serna quedó aislado como en Jujuy ya que Güemes ponían
sitio a la ciudad de Salta. La Serna optó por abandonar Salta y Jujuy en mayo retirándose hasta Yavi
perseguido por los gauchos de Pachi Gorriti, de La Corte, Gavino de la Quintana y del Coronel Manuel
Eduardo Arias, por lo que la población jujeña pudo retornar a sus casas, después de cuatro meses de éxodo,
encontrando en estado desastroso a la ciudad y sus alrededores debido al saqueo que realizaron las tropas
realistas.

En enero de 1818 Olañeta recibió refuerzos de La Serna, para reconquistar Jujuy, logró llegar a Jujuy el 14
de enero y por tres días, sometió a la ciudad al saqueo, lo que provocó la reacción de las milicias gauchas de
Jujuy, que encerraron nuevamente a Olañeta en la ciudad obligándolo a regresar a Yavi. De un oficio de
Güemes dirigido al Cabildo de Jujuy el 21 de febrero de 1818, se puede detectar un nuevo Éxodo Jujeño
"...luego que llegó a mí, la noticia de que los enemigos desocuparon el pueblo de Humahuaca, y se retiraran
a Yavi, creí llegado el caso de que se restituyeran a sus casas todos los vecinos de esta Ciudad, que salieron a
mérito de la próxima pasada invasión…” (Transcripto en el tomo IV del Archivo Capitular)
El nuevo Jefe del Estado ma¬yor, el coronel Canterac, propuso a La Serna pacificar Tarija, para luego lanzarse
sobre Jujuy y Salta. En cumplimiento de este plan la vanguardia realista a las órdenes de Olañeta ocupo la
Quebrada y a pesar de los combates de los gauchos, se apoderó de Jujuy el 26 de marzo de 1819,
entregándola al saqueo y pillaje, después de lo cual regresó a Tupiza

. Es indudable que estos avatares de la guerra provocaron el constante éxodo al menos de la población
patriota, cuando menos abandonando la ciudad para refugiarse en los alrededores para evitar represalias
mayores.
La paz y la tranquilidad no habrían de llegar a Jujuy hasta la muerte de Olañeta en Tumusla, en abril de
1825, y la entrada del ejército Libertador en Chuquisaca, en agosto del mismo año.

No sabemos si los éxodos jujeños fueron tres, cinco o más, alguno aseguran que los éxodos jujeños,
parciales o totales, llegaron a ser nueve, no tenemos certeza de esto por la pérdida de documentación en
los mismos éxodos. Pero todos coinciden en mencionar, el sacrificio y la ruina total de Jujuy en favor de la
Patria.

¿Por qué se recuerda el primer Éxodo de 1812?

Más allá de que la respuesta puede parecer obvia, se lo recuerda por que fue el primero que se realizó y
sobre todo por la figura del Gral Belgrano, acompañando al pueblo, fue quien transformó la historia y
ofrendó al pueblo y a las generaciones futuras la herencia de la libertad y la justicia.
El pueblo de Jujuy recuerda año a año esta celebración desde 1957 por medio de la Marcha Evocativa del
éxodo, la cual se ha transformado en una expresión de devoción y recuerdo popular de los héroes anónimos
que se sacrificaron en esta gesta. Esta marcha es una verdadera Recreación Histórica, también llamada
“historia viva” , la que se ha puesto tan en boga últimamente y que en Jujuy se realiza desde hace más de 50
años

Una recreación histórica no es más que la puesta en «escena» de un acontecimiento histórico, con todo lo
que con ello conlleva; es una especie de gigantesca obra de teatro, pero con marcadas diferencias: la
principal entre una recreación y una actuación dramática del período es el grado de inmersión en la misma,
así como la posibilidad de improvisación.
La recreación histórica no solo pretende «contar algo», sino que trata de involucrar al espectador de la
historia en el acontecimiento. No simplemente divulga la historia, sino que trata de revivirla, con el fin de
que el público que asiste a ella «sienta y viva» aquello que se está recreando, en pocas palabras, que se
meta en la piel de los que en realidad vivieron el acontecimiento, ese es el logro de las recreaciones
históricas

En 1955 Emerita Salgado de López, docente y poetiza, casada con Maximiliano López, propuso que se haga
una recreación del Éxodo a través de la marcha evocativa cada 22 de agosto. Emerita solía frecuentar las
reuniones de la entonces ex Federación Gaucha, hoy Asociación Gaucha Jujeña "Éxodo Jujeño",
acompañando a su hijo Enrique Walter que integraba la comisión directiva que presidía Mario “Mataco”
Iturbe
El mismo Iturbe, cuenta que durante su presidencia, participo junto a otros miembros de la comisión
directiva en una reunión convocada por el intendente de San Salvador Horacio Calvó para aportar ideas para
conmemorar el 23 de agosto . según Iturbe “Esta fue la oportunidad de expresar un gran anhelo: realizar
una Marcha Evocativa con autenticidad histórica".
Se buscaron todos los elementos y la ayuda de otras agrupaciones gauchas. Fue importantísima la
colaboración de monseñor Germán Mallagray, quien asesoró sobre aspectos históricos y monseñor José
Gottau quien prestó los hábitos para representar al canónigo Gorriti.

Las autoridades de la Guarnición Militar de Jujuy y de la Policía de Jujuy facilitaron los enseres y elementos
para la representación de las tropas. La familia Agostini, pusieron a disposición carruajes, bueyes, mulas y
caballos, algunos carros fueron transformados en carretas, en el rio Chico, allí se mojaban los cueros y las
cañas, provistas por La Mendieta. Sobre los bueyes relatan Misael Soria e Iturbe que se debía respetar las
condiciones de los dueños, que exigían que fueran manejados por sus boyeros.
Las autoridades de la Guarnición Militar de Jujuy y de la Policía de Jujuy facilitaron los enseres y elementos
para la representación de las tropas. La familia Agostini, pusieron a disposición carruajes, bueyes, mulas y
caballos, algunos carros fueron transformados en carretas, en el rio Chico, allí se mojaban los cueros y las
cañas, provistas por La Mendieta. Sobre los bueyes relatan Misael Soria e Iturbe que se debía respetar las
condiciones de los dueños, que exigían que fueran manejados por sus boyeros.

También cuentan que un grupo de asociados consiguieron convencer a los burreros que llegaban del Norte
con sal y pellones de ovejas y llama para permutarlos por harina y maíz que acampaban en Los Huaycos de
unirse a la marcha, logrando así “mayor autenticidad" también participaron Julio Carlos Burgos y Javier
Cazón, entre otros,
Se hizo una réplica de la Bandera de Nuestra Libertad Civil, que se conserva la Asociación Gaucha echa por
la señorita Garniers, profesora de pintura, que fue colocada en la carreta Insignia.

Fue así que la tarde del 22 de agosto de 1957, en los terrenos ubicados sobre avenida España y acceso a
Ciudad de Nieva, se quemaron simbólicamente los ranchos que representaban a la Ciudad, de allí partió la
caravana bajando por España, Alvear hasta Senador Pérez y luego por San Martín, frente a la Intendencia
Municipal, en donde el intendente ofreció un brindis.
Para destacar todo el transcurso de la marcha se realizó a oscuras, llevando como iluminación en las carretas
faroles con velas;

se siguió luego hasta Casa de Gobierno, donde depositaron una ofrenda floral en la sala de la Bandera,
prosiguieron luego la marcha hasta dar dos vueltas a la plaza, y desconcentrarse en el canchón de la Policía.
Durante la Marcha las campanas de la Catedral repicaban a vuelo.
¿Hubo un reconocimiento al pueblo de Jujuy?

La entrega de la “Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil”, por parte del Gral. Belgrano al pueblo de
Jujuy, el 25 de mayo de 1813 es el hecho histórico más trascendente en la construcción de nuestra
Nacionalidad.

Es una Bandera Ciudadana, representa los Derechos Civiles, hoy llamados Derechos Humanos.
El 25 de mayo de 1813, concluido él Te Deum, Belgrano presentó una nueva bandera, que hizo bendecir en
nuestra iglesia Matriz, tal como lo hiciera un año antes con la bandera nacional, el 25 de mayo de 1812 y
después la entregó al Cabildo de Jujuy; quien representaba al pueblo jujeño. Al hacerla bendecir
solemnemente, remarco el valor del símbolo; ante todo el pueblo

Miguel Carrilllo Bascary nos indica que esa fue la forma que tuvo el General de reconocer los esfuerzos
realizados por Jujuy en las luchas por la libertad y, en especial el heroísmo que caracterizó al Éxodo de 1812
El propio Belgrano lo plantea al entregar la bandera para que:
“conservara el honor y el valor que habían manifestado los dignos hijos de esta ciudad (Jujuy) y su
jurisdicción que habían servido en mi compañía en las acciones de 24 de septiembre (Tucumán) y 20 de
febrero (Salta)”

La enseña que hoy se guarda en el “Salón de la Bandera” de la Casa de Gobierno de Jujuy, constituye una
clara manifestación de del reconocimiento que hiciera Belgrano a sacrificio , valentía y honor de aquellos
bravos jujeños de 1812 y 1813, en las jornadas del Éxodo, de las Piedras, Tucumán y Salta, lo cual que se
repitieria a lo largo y a lo ancho de nuestro norte hasta 1825.
¿Qué queda del Éxodo?

Cuando algunos preguntan ¿qué queda del Éxodo?. La respuesta es mucho más que obvia
El Éxodo Jujeño de 1812, fue la epopeya heroica de un pueblo que demostró lo que puede hacer cuando las
circunstancias así lo exigen para fortalecer el nacimiento de la patria.

El éxodo jujeño fue un ejemplo de participación popular en el proceso de la lucha por la libertad. Fue un
hecho con un alto grado de compromiso y de identificación con los ideales que Manuel Belgrano supo hacer
carne en el pueblo jujeño.
El Éxodo fue un gran hecho de compromiso, los jujeños se comprometieron a tal punto con la causa de
“libertad” que destruyeron todo lo que no se pueden llevar con tal de debilitar a los realistas y no dejarles
nada que pudieran emplear.

Conclusión
Un Mito: es una historia imaginaria que altera las verdaderas cualidades de una persona o de una cosa y les
da más valor del que tienen en realidad. El mito y la leyenda son relatos que se divulgan en forma oral, de
una generación a otra. Son narraciones que nacen espontáneamente como una expresión colectiva de una
raza o pueblo, debido a una necesidad de crear una imagen del mundo y una necesidad de manifestar una
fe. En ellos participan seres y hechos sobrenaturales.
Nadie puede dudar que los acontecimientos que hemos puesto de manifiesto en este trabajo sean hechos,
realidades, que ocurrieron en nuestra historia.
La Historia es dinámica, en cualquier momento puede dar un vuelco y poner al revés lo que sabíamos de un
acontecimiento, cualquier hecho, cualquier sucesión lógica que creíamos tener controlada, escrita y fijada
por los siglos de los siglos. Esto puede suceder para cualquier momento de la Historia. Lo importante de la
historia es que debe ser respaldada con fuentes, documentales o de otro tipo, que permitan respaldar la
interpretación de los acontecimientos analizados.

Existen distintas corrientes historiográficas que no se ponen de acuerdo en su apreciación sobre los hechos
del pasado. De igual manera los estudiosos y escribientes de la historia también tienen distintas opiniones
sobre qué es lo que realmente pasó, es más tampoco la gente que vivió en una época, estuvo de acuerdo en
lo que creía que estaba sucediendo. Un mismo documento histórico posee muchas percepciones, distintas
maneras de interpretarse, y la opinión de un historiador que consulte esas y otras fuentes de información
realiza una interpretación de lo ocurrido que no tiene que ser la única, ni convertirse en una verdad
absoluta.
La historia argentina ha sido porteñocentrista, es decir que siempre centralizo todo en Buenos Aires. No sólo
los hechos y figuras del interior han sido metódicamente ignorados, olvidados o desvalorizados. El éxodo
jujeño es un buen ejemplo de esa situación no solo desde la interpretación histórica sino también con las
decisiones de las autoridades de Buenos Aires. Rivadavia ordena a Belgrano retroceder hasta Córdoba. Fue
la desobediencia de Belgrano, apoyado en el compromiso de los jujeños, y en la decisión de resistir de los
tucumanos lo que salvó la revolución y preparo el camino a la independencia. La Reivindicación del Éxodo
jujeño es una forma de darle valor a todos los que participaron de nuestra independencia. Otro ejemplo de
esto es que cuando el éxodo comenzó a cobrar importancia a nivel nacional se cuestionó y se dudó del
éxodo como la gesta de un pueblo por la libertad. El Éxodo permitió los triunfos de las Piedras y de
Tucumán, y sin Tucumán no se habría conseguido el triunfo de Salta. Estos permitieron asegurar el norte
para que San Martin con la ayuda de Güemes y sus gauchos, concretara su plan continental.
El Éxodo Jujeño no fue una hazaña más en la historia, ni tampoco la huida temerosa de la población, fue una
gesta singular de trascendencia continental, fue el compromiso de un pueblo decidido a ser libre o morir.

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