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Filosofía de Marx.

“Los filósofos se han dedicado hasta ahora a interpretar la realidad; hora es


ya de cambiarla”. Esta frase de Marx encierra la intención de su filosofía.
Sabedor de las precarias situaciones laborales y económicas de los trabajadores,
Marx quiso que su sistema filosófico tuviera un evidente corte práctico,
aplicable, desde su misma concepción intelectual, a la sociedad imperante. Su
ánimo es que la filosofía sirva, no sólo para comprender el mundo, sino para
transformarlo en uno mejor que el actual.

Infraestructura y superestructura.

Para Marx la liberación del hombre, su emancipación definitiva y la


erradicación de las distintas alienaciones que le atenazan son sólo posibles,
como ya se ha dicho, si remodelamos las circunstancias sociales y económicas
en las que vive. Modificando dichas situaciones podrá emerger un hombre
nuevo, pero para ello cabe transformar de raíz la estructura que conforma a la
misma sociedad. Ésta, a ojos de Marx, se divide en dos grandes apartados: la
infraestructura y la superestructura.

A) INFRAESTRUCTURA

Corresponde a la estructura económica de la sociedad, esto es, la manera en


cómo se ordenan los distintos medios para satisfacer la vida material de los
individuos. Está determinada por:

-Fuerzas productivas: aquellos elementos que se precisan para


procuraproductos de una sociedad en una época específica. Son obvias fuerzas
productivas los recursos naturales a los que se tiene acceso (y que, en distintos
Tiempos, son diferentes, debido a nuevas técnicas para obtenerlos [p. ej.:
carbón, petróleo]), así como todos los instrumentos, maquinaria, el saber
acumulado, las técnicas, la mano de obra etc.

- Relaciones de producción: las que se configuran entre los distintos individuos


con arreglo a la posición jerárquica de cada uno dentro del sistema de
producción. Pueden dar lugar a relaciones de subordinación o dominación, por
ejemplo, y atañe a los responsables de los medios de producción (empresarios,
mandatarios, directores, etc.) y a los que prestan su fuerza productiva
(proletariado).

Basándonos en cómo se armonizan estos dos elementos de la infraestructura de


todo sistema productivo podemos observar la creación de diferentes tipos de
sociedad, que cambia a lo largo del tiempo. Hasta Marx eran tres tipos,
principalmente (“esclavista”, “feudal” y “capitalista”, a los que se sumaría el
comunismo

B) SUPERESTRUCTURA

Por su parte, la superestructura designa, dentro del marxismo, el conjunto de


instituciones y sistemas de organización social, jurídica y política, así como las
formas de conciencia (sean religiosas, artísticas o filosóficas) específicas de cada
sistema productivo y que se hallan condicionadas por él. Examinémoslas.

- Superestructura ideológica: la conforman el cúmulo de creencias, modos de


pensamiento e ideas propias de cada sociedad. Son las expresiones religiosas,
científicas, filosóficas y artísticas.

- Superestructura social: corresponde a la clásica “división de clases”, un


sistema de organización social cuyas facciones están en relación con el lugar que
ocupan en el sistema productivo que, como ya sabemos, se seccionan en
dominantes y dominadas (o propietarios y fuerzas productivas).

- Superestructura jurídica y política: es el modo en cómo se organiza el poder


político y
se dispone la legislación de una sociedad. Como vimos, Marx creía, no que cada
tipo de sociedad generaba un poder político y legislativo específico, sino que
eran éstos elementos los que determinaban la aparición de una forma de
sociedad, todo lo cual derivaba finalmente en una estructura económica
singular, acomodada precisamente con aquel poder político y legislativo. En
otras palabras, que éstos se hallan, desde siempre, bajo las riendas de las clases
dominantes (propietarios, empresarios, etc.), los cuales acaban encauzando y
amoldando todo el sistema de leyes y políticas para su propia protección y
expansión.

Menciono, a continuación, un texto de Jordi Cortés Morató (“Diccionario de


filosofía Herder”) en referencia a la relación entre infraestructura y
superestructura: “En la medida en que la superestructura es dependiente de la
base económica real, es decir, de las relaciones productivas, la
superestructura se constituye como la ideología dominante, es decir, como la
ideología de la clase dominante en el modo de producción que la engendra.
Este término es usado por Marx en la “Contribución a la crítica de la economía
política”, en el contexto de una formulación general y abreviada de su
concepción del materialismo histórico. Por tanto, debe entenderse también
como una formulación general y abreviada, de ahí que las polémicas que se
han suscitado relativas a si la base económica determina por completo, o sólo
«en última instancia», a la superestructura, o hasta qué punto cambios en la
superestructura pueden condicionar cambios en la estructura económica,
deben relativizarse, y se debe considerar la teoría marxista en su conjunto. No
obstante, Engels afirma que «en última instancia» debe explicarse todo el
conjunto de instituciones jurídicas y políticas, y las representaciones
religiosas, filosóficas e ideológicas propias de cada época, a partir de la
infraestructura. Pero en una carta a J.Bloch, Engels mismo matiza esta
determinación «en última instancia», que no es un mero determinismo
economicista, y señala el aspecto de acción recíproca entre ambas instancias:
la infraestructura y la superestructura”.

Pero Marx es más taxativo: “el modelo de producción de la vida material


determina el carácter general de los procesos de la vida social, política y
espiritual”. Parece, pues, que aunque tanto la infraestructura como la
superestructura puedan oponerse dialécticamente, para así llegar a una nueva
situación de cambio social (esto es lo que el mismo Marx admite), la dirección a
seguir siempre parte del mismo punto (el sistema económico) y se dirige a la
misma meta (el sistema ideológico, social y político). Sin un cambio en aquel,
pues, es imposible concebir una trasformación radical de éstos.
Marx sostenía que la revolución social acaba siendo una realidad e
imponiéndose cuando se producen conflictos, inherentes al mismo sistema
capitalista, entre las fuerzas de producción, es decir, la masa trabajadora, y las
relaciones de producción (la relación entre trabajadores y propietarios). Dada la
desigualdad que estas relaciones provocan, se genera un trastorno en la
infraestructura, al existir una disparidad económica profunda entre ambas
facciones, lo que con el tiempo determinará a su vez modificaciones en la
superestructura y sus elementos constitutivos (sistema ideológico, político y
social).

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