Sei sulla pagina 1di 7
LA LEYENDA DORADA DEL BIENAVEWTURADO JACORO De VoRAGINE Estudio del abate J-B. M. Roze, candnigo onorario de la éatedval de Amiens De todes is libros que nos fa legado ta Edaé Media, uno de los mis buscados y de los mejor acogides fue, en opinién de todos, Ja Leyenda dorada (1). Los manuseritos que de elin poscen las bibliotecas piblicas y par- ticulares son innumerables y ejecutados, en su’mayor parte, con un lujo de ernamenta: La palabra Leyenda signifies siempre ob- Jeto.de lectura, hasta el momento en que una ietieia cualquiera ta tradujo por ewento 6 fit: bila‘ Sin embargo, existe wna declaracién que 8 preciso recoger ¥ de que conviene levantar acta, Mablando de Agustin Thierry, 1a Reowe ites Deuce Mondes dice que en las ieyendas de $1 Edad Media sencontraba ol la VERDADE- RA HISTORIA, y tenia razéa, porque la l ‘yenda es Ia tradicién viva, y de cuatro veces, ‘ies es mus cierta‘que la historia, : ign y un cuidado que demuestran indisc Liblemente el mérto de que gozaba 1a obra de Jacobo de Voragine, arzabispo de Geno va, net sigh XU (129198), Las ei nes dadas por Taimprenta en todas Iss len gguas, menos en la espaaola, ¥ bajo todas formas y dimensiones, om mimerosns ¥ po Avia compararse fa Leyenda, por el mimero de sus reimpresiones, con In obras mis e=- timadas, ‘Silos relatos de Jacabo de Voragine no fueran dignos de se leidos, Seria dificil ex- plicarse un Prestigio tan general y tou so bradamente demostrado en todos Ios pases durante varios sigs. Pero se ha operado una terrible revolucién contra este libra, hasta el extremo de que habiendo pasado por ora durante tres cencurias, & partir del Eglo XVI, ug mirado como hlervo 0 como algo mis fnfevior ai. Relogado al fondo de Jas bibliotecas,cantemplibassle como esas monedas apdcrifas falsas, conservades sin que nadie se digne imirasias, en los binotes de los coleccionistas, ignorantes de que tienen preciadisimo eurso, digamos me - jor, curso obligado en gran eantidad de pue Dios. % Se ‘engafiaron los primeros lectores? Est Ja, justia: al lado de Ja eritica’mo- ema} Cua ese valor de a Leyenda do 18 tnyenDa_noeaon —19 Brestudia que acabamos de intentar nos aha hecho digna de ser amada; vamos & tratar de defenderia. Pecariamos de audacia pretendiendo ven: ‘gar al piadoso dominico, al bienaventurado arzobispo de Génava, de los enemigos que su libro le conquisté en filas diametralmente ‘opuestas, ¥ nuestra tarea, sin temor 4 ha- cernos ilsiones, nos parece ficil. No tene- ‘mos mas que exponer el método que emplea, escubrir las fuentes donde bebe y sefalat el fin 4 que se propane llegar. Lejos de nos ctros e1 pensamiento ni el deseo de hacer que vuelva la gente de hay a la lectura de su libro con la confianza y el entusiasma que fexcitd en Ia Edad Media. Existen obras del género de la Leyes, no les falta, para gozar det mismo éxito ‘mis que una sola cualidad: ila ingenuidaa! En eso consiste todo el secreto que explica la avidez con que ha sido devorada la obra el dominico; sabiendo esto, es facil com: prender que haya sido traducida a todos los idiomas y que haya side reproducida y co piada por el miniaturista, por el pintor de vidrieras y por el esmaltador en alto y bajo relieve, ‘ ‘La Leyenila dorada es 1a explicacién de 108 pficios celebrados durante el ao ecle- _Bidstco, y el fin principal del autor. se redu- ‘ce exponer A fos foles los motives de cada 20—jAcouo be vows solemnidad admitida en el, calendario por _aug se gula el mundo exttico. ‘Puesto que cada ceremonia tiene su razon de ser, Vorazine desarrotla sus motivos, atadiendo todas ella algunas tradiciones, extraordinavias narraciones veces, con objeto de grabar mejor el recuerdo en la memoria det lector. ¥ como quieta que en Ja época en que dl vivia eareciase del recur s0 de encontrar la historia de los santos cua fiesta se celebra en Ja Iglesia 4 fecha fija, Jacobo de Voragine concibié la dea de reuniren un solo cuerpo de obra, bajo for ma mis extensa que las teecfones le los breviarios, las teyendas particulates de cada bienaventurado propuesto por la sata Iglesia 4 Ia veneracidn, asf eomo 4 Ta imie tain de sus hijo. En los relatos So mozclan esconas sa tarillosas y 4 veces extrafias: las curacio- nes milagrosas, Ins visiones y las resw rrectiones se suceden unas 4 otras; el dia- Vio representa en ellas importante papel. Se ve que el autor ha querido producir efectos sorprendentes, y cuando la verdad fe falta, aborda, pero siempre advirtiendo 4 lector, tas tradiciones apéerifas, sobre todo euando puede encontrar en ellas algo concerniente personajes notables por sus vicios y sus crimenes, sin otra intencién que hhacerlos horriblemente odiosos como, por ‘ejemplo, Judas, Pilatos, Nerén, Julidn el apéstata ¥ muchos otros. Este es et lado pastico de ta Leyenda, pero el tinico que debe conciliarte las simpatias que nosotros ereconocemos. Encuéntrase también la Le- ‘yenda edificante, que reproduce recuerdos ~ Tespetables sin propésito de fingir ni de agradar, sino con el tinico de decir Ia verdad para inducir 4 la practica del bien. Tiene or base los’ actos auténticos de los santos ¥ de fos mirtires, los relatos recogidos de Su pluma 6 dle su boea, y esto constituye Ia arte mis sélida, al mismo tiempo que la mis sustancial, cayo fin ba sido apreciado ” por el sabio Ozanam en las palabras siguien- tes: +En cualquier momento en que cojamns la Leyenda, encon'ta Ha lina verdad posit'va $ tina verdad semis ‘a; jams veremos en sus paginas lo que se lama mitologia. BI vieio de la mitologia onsiste en ahogar el alma bajo los senti- “dos, elespiritu bajo 1a materi. por eleon- trario:la Leyenda hace reinat aquél sobre ste, a oracion sobre In naturateza, la eter= nidad sobre el tiempo. Encuentra en el mé- rito 6on el demérito el punto de que suspen de Tos destinos humanos», Inducir al bien y hacerlo practicar: tales, fen efecto, el fin que se propisa Jacobo de Voragine, y no pouia ser do otra manera, Era un ferviente religioso de In Orden de oO 22—yncono Be vornaae Santo Domingo, ¥ el humilde hermano pre: icador, promovido mas tarde Ia Sede de Genova, consagrd toda st vida dla salva. ism del projimo. Ahora bien, en et exrso de sus predicaciones olbservs que en tado tiem: po los espiritus estin avilos de lo maravi oso, que la. verdad aleanza a la inteligen ia, pero que penetra mitcho mis adentro cuando se apoya sobre prodigios. La vida @e los santos se oftece «sus ojos como un medio real y eficaz de fortalecer la virtud fn los corazones; toma de los nctos auténti= {603 de los santos martires, de los cones sres ¥ de las virgenes, los rasgos més sale ntes Por sus detalles, los mas extraordinarios en Cconjunto,-y fos propone & la imitacion pi bea. Convierte 4 sus santos en heroes y como heroes Jos hgce hablar y obrar. ¢Qué es ua santo, en efecto, sino wn hombre cayas ac: ciones, cuyo lenguaje estin marcados-por €lscllo de Ja grandeza y de lo maravilloso? Cuando se ha sabido inspirar ta admiracion se esti muy cerca de obtener el entusiasmo, La virtud es el resultado de una lucha dia ria contra el vilo, y Ios santos han sido r- dos Tuchadores, Asi los muestia la Leyenda orada, 2Quign se atreveria 4 decir que se escribis para fomento de la candidez hu: ‘mana? 7 ‘A pesar de todo, ia Leverda dori, des- de hace dos sigs, ha sido objeto de las mis amangas crikieas, Su autor fue persezuide ‘con saiia. Tado en él ha silo ealumnindo, desde el éstila hasta Ia buena fe, desde st cicncia hasta su ingenuidad, desde su juicio hasta suis ereencias. Melchor Cano le ha tra tado com sus numerasos cnemiges. «EL hombre, dice, gue ha eserito ta Leyenda, tenia baca de hierro, corazin de plomo ¥ tun espiritu ciertamente paco exacto ¥ des: provisto de prudencia», Metchor Cano opu- 0 sus califieativos al de Aurea que estenta ia ia Lena, Todos la habian juzgdo de foro; para el es de hierro y de ploino, una obra insensata, Esta apreciacién no es cior- tamente una prucha de ingenio, puesto que al obispo do Canarias Ia copiaba de Luis ‘Vives, el célebre flésofo espanol, que tam- bbign fué parodiado por el Dr. Cl. Despence, ‘cuando éste encuentra que la pretendida Le- ‘vena dorada no era mas que una Leyenda férrea de meutiras, Launoy, Baitlet,étc., se han hecho eco de estas primeras eriticas. Después de jugar el vocablo 4 propésito del libro, se permitieron hacer otro tanto con el nombre del autor, ‘firmando que no ora sino un sumidero qué ‘engullia toda clase de inmundicins (Jacobus a-Voraging) - +. Examinemds sumariamente cada uno.de os pecados de que se ha hecho culpable at hhermand Jacobo de Génova, ‘Su estilo des- garra el ofdo, ultraja 4 1a Gramética? Mu- Ehos cits podian haberse, ahorrado tra- bajo tomindose tan solo In molestia de pa- sar fa vista por el titulo puesto en Ia porta- a del libro; alll leemos: Jucipit profogus ‘super Legendtam sanctoruni. Alias Lombar- ica Historia quam compilavit frater Jaco dues, Se trata, pues, sencillamente, de wna re copilacién, cuyo estilo no es del copista que, halfafulo un relato en un autor, lo reprodue jo, sobre poca mis 6 menos, tal como lo en ontrara. Puede hacerse una comprobacion ¥ con ella se demostrara que, lejos de alte: Tar el texto de Tos autores citados, era, por Cleontrario, el suye cl que habia sido re producido con todos les «efectos propios de tin principiante, ¢Se quiere una prucha? Bo Ta targa tarea & que nos hiemas entreszado para hacer de la Leyenda doraita uns labor Concienzuida, hemos tenido que recutrir & Tas ediciones que ofrecian mayor garant En cuanto al texto debemos decir que & ve ‘ces ercims imposible dar cima si kt empre: ‘cante el eiimulo de sgraves ditieuttades qu nnacian casi de eada frase, Cretamnos estar 4 punto de vencerlas cuando cay en nus tras manos um ejemplar de la elieian pu blicada en Leipzig, copiada de ta edicion princeps Pues bien, 6 ka edicion princepssesta Hens * pero tampoco re “un anv onion —23 Ge editog de 180 Ho sabia Teer eres gens, BLinico ca- un texto on queda era et Jo comprobar maine ae vias obras indicadas por la Le eta era penoso J costosisimo aba)2+ chaimos ante este nuevo Ber tree Jobemos declarar que Jacobo Srey copia casi iteralmente,hacien- 4e Meine una labor de reopllaciéa. ne res emichisimn menos, qe ee si aizayena sea de herr, tampoco Rito ernencidos de que sea de oro. Su sity wants en ser seneilo ¥ HaUora so para ns mst debla cevestr clrta Fesunutdads bajo pena de. perder tao ingscivey que noo compcendieran Traspnete mas tenes son aguelas Que stn ratadns bajo ia rma esclistics Geta tnd Sodin. La ilowotin tenia en ef Sato HUE una tetminologia quntaesene Gia: Bor_muy sul gue pares, Nay qUe seconocerle el nets de haber seevido para (Stabtecer el orden y el encadenamiento fas Ales feo de Vorszine, que poseia tis tow feeurss de aquel esti, 10s er plex extenstmente cual tat de exe Mea as es dH rt en Ta Tes fas sulemnes et Hei, Hay sub ra ton pe aststarso ane ta cieneia que des rol en esta parte para sr popular frentendr ue sus tetores no &ran Mo idecerratas tun texto en cara TI eo in vom pete fos cei us faltas de latnidad, & pesar de algun desc eaeyeli seat dean dt heart ito ogo es dma eae ese Botan conju ee cans ee Eun parca stn ps dete fer ir elle pte in soasreet an enn ee eveyone ten atone oie De ace cea rocian Somme . ren isk 2S i Hale “Ltgted Gateta gach pose eS Spot estos cece ys cont, San Danio etespga; Son Cl sone saree "Si Ses nai de Amoi Soto Sr So 1V-Sen an San Bai, San { n 14 serena ponsoa—27 Juan Criséstomo, Eusehio de Cesarea, Ex ‘wopo, San Atanasio, Paladio, San Ambra slo, Anghiloco de feona, Sedat, San Gre seoria de Nicen Siglo V.—San Agustin, San_Jorénimo, Prospers, Oresio, Casiand, Macrabio, San Gelasio, Prudensio, San Leén, San Paling de Nole, Pelayo, San Severo, Sulpici, 84 crates. ‘Siglo VI.--San Gregorio el Grande, Ca- siodoro, San Pulyencio, las Vidas de tos Padres, San Gregorio de Tours, Dorotea, Boeck Sigto VIE-—San sidcono, Maboma, Siglo VIT.—San Juan Damaseeno, San Germiin de Constantinopla, Pablo, ditcono. Siglo IX.—Walatrido, Estrabon, Hinea- mar, Usuardo, Alcuin, Eginardo, Amalativ, Juan Scot, Herico, Turpin, Siglo X.—Remigio de Auxerre, Notker, ‘San Odon de Cluny Siglo XI—San Gerardo, Fulberto de Charties, San Pedro Damn Siglo XIl.—San Bernardo, Pedro Comes tor, San Anselmo, Pedro de Cluny, Ricardo Ae Sani Vielor, Pedro Lombardo, Hugo de San Victor, Calisto, Papa; Gilberto, Pedro ‘el’ Chantre, Leon de Ostia, Honorio de Au- tua, Graciano Siglo XIT. —Inocente 111, San’ Hugo ilove de Sevilla, Juan, ae Cluny, Godofredo de Viterbo, Vieente ds Venuvais, Entigue de Gante, Scar, Me, Prevost ‘Ouros libros que no fan pouty ser clasi fiéados: “Buangelio de Nicodemo.—Libro de ta I Sfancia—Libro apserifo, atsiduido & San Juan Evangelista. —Melito 6 Melitus de Lan iicea—Los Doctores de Argos.—Libro de as Sibjias. Bt judio Moists—B. Barthele- my.—Timoteo,—Hlumberto dle Bessngon.— Constantino,—San Cosme Vestitor Pedro sdeCompostela, Ricardo, =F. Atbert—His- Torin upserifide Pilatos.—Efistorin de a tioqula.—Hlistoria apécrifa de los griegos. Una historia antigua.—Varias crénicas.— Gestas de los Santos Pout {fees —Glosatios. Libro de Santos Gervasio Protasio. Los hilagras de ta Santisinrs Virger—Libe de los milagros de los Santos—Mlisal an brosiano.—Himnos. Puede juzgarse, pues, sin miedo it come ter ninguna impridencia, favorablemente tun eseritor que ha bebido en tal numero de Volimenes, euya mayor parte reproduce Jos autores mis respetables, Aun antes de 50° meterle & examen, debe inspirar cierta con- fianza. Sin embargo, zesmo se ha jurgaslo Ia obra del laborioso arzobispo de Genova? Ya lo hemos dicho antes: «Bl estilo con que esta escrita es bxirbaras. Como si no’ eseri a biese con deseo de hacerse entender de to- Fase ge tos eultos y de los itetrados; y como” sees altimos han sido siempre mayoriay SHenitiea con frecuencia el estilo del autor fque tiene 4 Ia vist. ‘Ganmarn ha demostead 1a influencia ejes chit sobre ta poesia por Ia Leyenda, ha ins irado earibien A todas lasartes; a pintara y seeeeyinura han encontrado en efla astntos Be caumern, No hay uno sotode nuestros mo- SMtmentos reliaivses y civiles que no repro- Amar pra Tos primeros casi siempre, ¥ coA. fre hard Ios srerondos, ls relatos do Jhon de Vavagine, Antes quel, wm coné chigo de Amiens, quien sin dada inspird al wevispo de Genova el plan de su libro, Jann Beleth, vefiere en st Rneiowat de. Pfcios divinos las parsicslaridades mis se Gentes de tan Vidas de los Santos; pero vl sabio cannigo, po: no “aber desarratsts, Su trabajo, obliga & los eseultores y & tos pintores de videieras 4 buscar sus asuntos ena Leyenda, que, de este modo, viene d ser para ellos un verdadero Nanwal de Teono- geafla y Liturgia.

Potrebbero piacerti anche