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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

“Universidad del Perú. Decana de América”


FACULTAD DE PSICOLOGÍA

PSICOLOGÍA AMBIENTAL

Programa:

HÁBITOS PROAMBIENTALES EN UN MARCO DE PROMOCIÓN DE LA SALUD

Integrantes
Achiri Ccapa, Miguel Ángel
Cáceres Robles, Rodrigo Jhampier
Castro Vega, Hans Hassler
Cjahua Hunachi, Jaime Elías
Hinostroza Córdova, Yanet

2019-I
Lima, CU

HÁBITOS PROAMBIENTALES EN UN MARCO DE PROMOCIÓN DE LA SALUD


Introducción

El presente programa tiene como objetivo promover hábitos proambientales en


la comunidad universitaria de la UNMSM, inspirado en los objetivos de la
política medioambiental universitaria.
Para ello se basa en un conjunto de actividades agrupadas en sesiones que
buscarán generar conciencia acerca de los problemas amibientales,
específicamente en el área de la salud.

I. Fundamentación (diagnostico situacional)

1.1. Análisis de la situación:

En el Perú, desde el punto de vista legal existe una obligatoriedad para el desarrollo de las
universidades sostenibles que promuevan la conducta ambiental entre sus estudiantes,
personal docente y administrativo. (ley 28044-Ley General de Educación) . Y la promoción
de la Salud, cuyo objetivo es proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar
su salud y ejercer un mayor control sobre la misma, se constituye en una prioridad para el
sector, por su importancia en el desarrollo social y en el mejoramiento de la calidad de vida
de la población, busca promover la salud de los peruanos como un derecho inalienable de la
persona humana y la necesidad de crear una cultura de la salud, que involucra a individuos,
familias, comunidades y sociedad en su conjunto, en un proceso orientado a modificar las
condicionantes o determinantes de la salud. Así también concientizar sobre la cultura
ambiental.

A través de este programa se busca mejorar la calidad de vida de las poblaciones y siendo
necesario complementar acciones dirigidas a la persona en sus diferentes etapas de vida, el
modelo plantea abordar a la población en los escenarios donde la gente vive, juega, trabaja,
estudia, y se interrelacionan como son: la vivienda, la escuela, municipios, centros laborales y
la comunidad en general.
La promoción de la salud es un tema que cobra vigencia en la actualidad, en razón a que se
constituye en una estrategia básica para la adquisición y el desarrollo de aptitudes o
habilidades personales que conlleva a cambios de comportamiento relacionados con la salud
y al fomento de estilos de vida saludables, así contribuye al mejoramiento de la calidad de
vida de las personas que conforman una sociedad y como consecuencia se logra la
disminución en el costo económico del proceso salud-enfermedad dentro de las empresas
prestadoras de servicios de salud.

En la UNMSM se imparten 72 especialidades profesionales, en las cuales se consumen


materiales e insumos y generan desperdicios. También se debe considerar las actividades y
rutinas de estudiantes, docentes y empleados.
Tras realizar una exhaustiva revisión podemos concluir que según los distintos autores, los
jóvenes universitarios en general, no tienen buenos hábitos alimenticios, consumiendo dietas
desequilibradas con alto contenido calórico. Además la práctica del ejercicio físico es nula,
aun sabiendo que una buena alimentación y la realización de ejercicio tienen efectos
beneficiosos sobre la salud. (Sánchez-Ojeda, y De Luna-Bertos, 2015). También debemos
considerar que los estudiantes tampoco tienen hábitos pro ambientales para lograr un estilo de
vida ideal.
Existen algunos estudios sobre estilos de vida en jóvenes universitarios de universidades
norteamericanas, británicas y del Norte de Europa que demuestran un predominio de estilos
de vida poco saludables, relacionados principalmente con el consumo de tabaco y bebidas
alcohólicas, la adopción de dietas poco equilibradas en las que predomina la comida rápida y,
la falta de ejercicio físico.

De lo expuesto anteriormente se puede decir, que haciendo un análisis a la situación actual de


la población universitaria urge la necesidad de dar a conocer de qué manera se puede
promover la conducta ambiental en los estudiantes universitarios, así como arrojar
conocimiento sobre los cuidados y la conservación del medio ambiente, así también dar a
conocer de qué manera influirá positivamente en su salud y de qué manera mejorará su estilo
de vida.

La manera de operativizar este programa es a través de talleres orientados en la promoción de


la salud que son el conjunto de acciones integrales y sostenibles considerando además la
práctica de hábitos proambientales para alcanzar resultados que favorezcan condiciones de
vida saludables en la comunidad universitaria y su entorno.
1.2. Identificación de problemas y necesidades
La UNMSM es una institución que produce gran cantidad de desechos y que hace uso
intensivo de recursos. Según cálculos hechos en un trabajo (Pacheco et, al., 2011), la
universidad produce diariamente cerca de 26 toneladas de basura.
De acuerdo a la información que proporciona la universidad, el consumo de agua en el año
2016 habría sido de 481,307 m³ de agua y el consumo de energía eléctrica, de poco más de 9
millones de kilowatts.
Ante el escenario descrito, se espera la ejecución de conductas pro-ambientales que mitiguen
las consecuencias de los problemas ambientales.
En el 2001, un trabajo (Valz, et.al, 2001) que estudió la calidad ambiental percibida en una
muestra muy amplia de estudiantes de diversas universidades limeñas, entre las que se
encontraba la UNMSM, estableció que en esa época “no existía real conciencia del estado
crítico en que se encuentra el medio ambiente en la ciudad” (p. 111) y recomendaba al mismo
tiempo campañas educativas.
Una de las conclusiones de otro trabajo más reciente (Vergiú, 2013) en el que se discutió la
implementación de un sistema de recolección de residuos fue que la comunidad universitaria
“carecía de una cultura ambiental” (p. 49) .
En la actualidad, es de esperarse que la importante atención mediática que ha sido objeto el
tema en el Perú (como lo hace notar Takahashi y Meisner, 2012), haya causado actitudes más
favorables e interés en conductas pro-ambientales. Sin embargo, hay aún mucho trabajo por
hacer. Por ejemplo, en un trabajo comparativo acerca del compromiso y comportamientos
ecológico entre estudiantes de la UNMSM y otra universidad pública, muestra cómo estas
dos universidades tienen diferencias significativas en las conductas de activismo, ahorro de
energía y reciclaje (García. et. al, 2015), viéndose desfavorecida en mucho grado la
UNMSM.

1.3. Problema a intervenir


De acuerdo a lo antes expuesto, creemos que el problema es la presencia de paradigmas hacia
el ambiente que podrían no propiciar los comportamientos pro-ambientales suficientes para
afrontar los problemas ambientales. Pensamos que esto cambiaría si la gente pasa de tener
una visión antropocentrista del ambiente a tener una visión ecocentrista. La visión
ecocentrista, en su versión más consistente, se caracteriza por ubicar a las personas dentro de
la naturaleza, como un participante, no solo a un nivel biológico sino que psicológico (Steg y
De Groot, 2019)
Una forma de que la gente considere esta visión es que tomen conciencia de cómo, de manera
sistemática, las actividades humanas que alteran los procesos naturales generan importantes
consecuencias en aspectos como la salud.
Además de ofrecer la posibilidad de una mejor comprensión del paradigma ecocentrista, otra
ventaja que ofrece abordar específicamente los problemas de salud que ocasionan los
problemas ambientales es que aquellos problemas tienen una connotación muy negativa, la
cual nos permitiría intervenir en el aspecto emocional que sería necesario en las personas para
emprender conductas pro-ambientales. Según el trabajo de (Durán, et.al, 2015) esto sirve para
complementar modelos de conducta como el de la Teoría de la Conducta Planificada (TCP)
que es el que se abordará en este programa.

III. JUSTIFICACIÓN
La justificación de nuestro programa se apoya en el segundo eje de la política ambiental de la
universidad: En específico, los puntos de Control Integrado de la Contaminación y Calidad de
Vida. Nos basamos en la doctrina que habla de la importancia de modificar nuestros estilos
de vida al integrar el cuidado del medio ambiente, en oposición al enfoque instrumental que
pretende adaptar el medio natural a las necesidades de la sociedad existente. Es decir, el ideal
a alcanzar es un cambio social radical que abarque todo aspecto de nuestra vida diaria. Entre
estos aspectos se encuentran comportamientos que pueden ser saludables o no. Por ejemplo,
en nuestra universidad, la etapa universitaria conlleva a un cambio importante en el
individuo, influyendo en los estilos de vida, los estudiantes universitarios desde el ingreso a
la universidad, se gestiona un cambio en las actitudes y rutinas, que modifican hábitos y
estilos de vida, relacionados con algunos factores académicos y conductuales típicos del
quehacer universitario. Según avanzan en su formación académica van desarrollando
conductas inadecuadas hacia su estilos de vida saludable, si no son atendidos de manera
oportuna puede atentar en su salud, disminuir su capacidad de aprendizaje, padecer algún tipo
de discapacidad y afectar su calidad de vida. Se ha encontrado que muchos estudiantes
universitarios no siguen estilos de vida saludable (Grimaldo, 2015).
Es un hecho indiscutible que al utilizar intensamente los recursos naturales con la ayuda de
los medios técnicos, la humanidad mejoró sus condiciones de vida, por eso con este proyecto
queremos contribuir al mejoramiento de la calidad de vida y la salud ambiental.
Así, en las diferentes facultades de la UNMSM , vamos a promover el adecuado uso de los
servicios del agua, como cuidar el agua en los inodoros, en los caños, en las regaderas etc en
el momento en que los alumnos realizan su aseo personal, queremos crear conciencia
ambiental ya que todos los alumnos no lo tienen, crear conciencia sobre la conservación del
ambiente para mejorar la calidad de vida.
Otro punto que vamos a trabajar es concientizar al alumno sobre la importancia de realizar
actividades físicas, que la ausencia de estas puede generar enfermedades crónicas, vamos
ahondar en el tema de tal forma que con la información obtenida se vea un cambio de actitud
hacia la actividad física, hacia la ingesta necesaria de agua,etc.
Aunque, hablando en términos más generales, el desarrollo de la ciencia, la tecnología, la
industria y el consumismo han dado como consecuencia problemas graves al planeta, entre
ellos: El cambio climático, contaminación, deforestación, degradación del suelo, extinción de
especies, pérdida de la biodiversidad, etc.
Desde 1972 a nivel mundial se realizan esfuerzos para afrontar la contaminación causada por
la revolución industrial, por los peligros y riesgos a la salud y a la calidad de vida de las
personas.
Los problemas ambientales, además de la participación destructiva de la industria, y la
inexperta administración de normas para proteger el ambiente, tenemos las actitudes y
comportamientos de las personas en general.
Muchos de los problemas de salud relacionados con factores ambientales pueden requerir
soluciones que impliquen, directa o indirectamente, cambiar las actitudes y los estilos de vida
de las personas,(Rivera y Rodríguez, 2009)
El ahorro de recursos es la conducta más practicada por los estudiantes, mientras que la
compra ambiental es la de menor frecuencia. La influencia social ejercida por docentes y
compañeros impacta en la norma personal y la autoidentificación ambiental, y sobre la
conducta ambiental. (Alvarez y Chafloque, 2018)
Entonces, es nuestro propósito propiciar, en los miembros de la comunidad universitaria,
hábitos de conducta que favorezcan la atención de la conservación del medio ambiente dentro
el campus universitario.

Antecedentes:
Lingqiong (2018) estudió la relación entre la cosmovisión ecológica, la sensibilidad
ambiental y las normas personales con los comportamientos proambientales en una población
infantil urbana en China. Las encuestas se distribuyeron a 410 niños del sexto grado de ocho
Escuelas Verdes en Shenzhen, China. La muestra fue de 223 (54,3%) niños y 187 (45,6%)
niñas con edades entre los 10 y 13 años. Los resultados mostraron que la sensibilidad
ambiental y las normas personales fueron dos factores críticos al determinar los
comportamientos proambientales de los estudiantes. La influencia de la cosmovisión
ecológica estuvo mediada completamente por las normas personales, mientras que el efecto
de la sensibilidad ambiental estuvo parcialmente mediada por las normas personales y la
cosmovisión ecológica.
Santiago (2018) buscó determinar la influencia de un programa de intervención educativa
para promover el cambio de actitud hacia la actividad física y la mejora del estilo de vida de
los estudiantes de Tecnología Médica de una universidad privada, mediante un estudio
cuantitativo, de tipo cuasi experimental, de corte longitudinal, prospectivo. La muestra de
estudio incluyó a 94 estudiantes, divididos en dos grupos, se midió la actitud hacia la
actividad física, para medir los estilos de vida saludable se aplicó un cuestionario de 30
preguntas cuya confiabilidad fue de 0.95. La Prueba T Student, afirmó que existe diferencia
significativa entre los promedios del pre- test y el post test. Se demostró una influencia
estadísticamente significativa en los cambios de actitud hacia la actividad física y el estilo de
vida estudiantes de Tecnología Médica, es de suma importancia porque permite promover y
proteger la salud de la comunidad universitaria, mejorando su calidad de vida.
I.E. Ramón Castilla y Marquesado Nº 16001 – Jaén (Perú, 2004) “Mejoremos la calidad
educativa cultivando los valores, la democracia y defendiendo el medio ambiente” El
proyecto tiene por finalidad mejorar la gestión pedagógica e institucional de la institución
educativa a través del fortalecimiento de la organización y participación activa de los actores
educativos en el centro escolar y en el uso racional de los recursos naturales de la comunidad.
I.E.T. Trigal – Tumbes (Perú, 2003) “Modelo de gestión para el desarrollo y
aprovechamiento sostenible de los recursos naturales de la comunidad” Este proyecto se
caracteriza por ser pedagógico, productivo y ecológico, cuyo problema principal es la escasa
participación de los miembros del centro educativo en la conservación de los recursos
naturales de la comunidad. La finalidad del proyecto es mejorar las condiciones de vida de las
comunidades que se ubican dentro del área de influencia del centro educativo y la creación de
la conciencia de conservación para el mejor aprovechamiento de sus recursos naturales
locales. Contribuir a la formación de los alumnos como personas y ciudadanos capaces de
contribuir a la democracia, el bienestar y el desarrollo local con su propio proyecto personal
de vida, a través del manejo sostenible de los recursos naturales de la comunidad.

MARCO TEÓRICO
Existen muchos factores individuales y sociales que predicen un comportamiento
proambiental, entre ellos tenemos el autoconcepto, las emociones o afectos, la información, la
motivación, la percepción, las diferencias de género y el acceso al reciclaje. (Chierrito et al,
2019)
A nivel cognitivo tenemos que Corraliza et al. (2014) señalan que la cognición ambiental
permite “definir el conjunto de imágenes y representaciones que tienen como objeto de
atención el medio ambiente”. Se conforma, además, por cuatro dimensiones: afectiva, es el
conjunto de emociones que evidencian creencias y sentimientos en la temática
medioambiental; cognitiva, se refiere al grado de información y conocimiento acerca de las
problemáticas ambientales así como de los organismos responsables en materia ambiental y
de sus actuaciones; conativa, se conforma por las actitudes ambientales que constituyen los
juicios, sentimientos y pautas de conductas favorables o desfavorables que un sujeto
manifiesta hacia un hábitat o ambiente determinado y que condicionan su comportamiento
dirigido a la conservación o degradación del ambiente; y activa, la faceta individual que se
muestra en diversos comportamientos ambientales que son de carácter privado (como el
ahorro de energía eléctrica, el consumo ecológico, el reciclado de diferentes residuos de uso
doméstico) como a la faceta colectiva, la cual se muestra mediante conductas distintas que
generalmente son públicas o de tipo simbólico, concernientes a las variadas expresiones de
apoyo hacia la protección ambiental. (Díaz & Navarro, 2018)

Para Axelrod y Lehman (1993) las conductas proambientales son las acciones que
contribuyen a la protección y/o conservación del medio ambiente.
Stern (2000), integra todas las variables comúnmente identificadas como variables causales
de la conducta ecológica en cuatro tipos de factores.
1. factores actitudinales, pertenecen a este factor: el modelo de la Teoría del Valor-
Creencia-Norma que estudia la predisposición general hacia la conducta
proambiental, b) las actitudes relacionadas con el compromiso personal, y c) las
variables actitudinales que reflejan los costes y beneficios personales de la acción
proambiental.
2. factores contextuales, por un lado, aquellas variables que estudian la influencia
interpersonal y, por otro, las variables de facilitación o inhibición de la conducta
ambiental debidas tanto a la gestión política pública como a las posibilidades y
constricciones tecnológicas.
3. factores personales, que incluye variables sociodemográficas y variables que reflejan
los conocimientos y habilidades para la acción autopercibidos por la persona.
4. conductas de hábito o rutina.

Hábito: Oulette y Wood (1998) definen los hábitos como tendencias a repetir
conductualmente la forma de respuesta dada a una serie de condiciones ambientales estables.
Berenguer (2001) menciona que las conductas de hábito pueden influir directamente a la
conducta futura o indirectamente a través de la intención, y combinada con otros predictores
de la intención (actitudes hacia la conducta, normas subjetivas, control conductual percibido).

Teoría de la acción planificada: Sin embargo, el conocimiento de estos problemas, tener


una actitud favorable al medioambiente y una conducta proambiental no se traducen
necesariamente en un comportamiento ecológico más responsable. (Durán, Alzate, López y
Sabucedo, 2007)
Esta teoría sostiene que la conducta humana es voluntaria y está determinada por la intención
conductual, la cual a su vez se construye a partir de tres procesos principales: actitudes
sociales, que surgen de la interacción entre expectativas conductuales y la valoración hecha
por cada sujeto; norma subjetiva, es el modo en que el sujeto recibe e interpreta lo que dicen
personas que considera relevantes, para acomodarse a estas opiniones; y control conductual
percibido, que vendrían a ser las creencias sobre la capacidad de realizar una conducta
determinada. (Martín, Martínez y Rojas, 2011)
Emoción y conducta: Las emociones se han visto cuestionadas debido a prejuicios que
tienen su origen en la antigua Grecia, donde se interpretaba que las emociones interfieren con
el razonamiento (Izard, 1971). Sin embargo, como menciona Lazarus (1984) en su teoría del
appraisal cognitivo, las emociones surgen de la evaluación del entorno que hace el sujeto y de
como este le afecta. De manera similar Frijda (1988) afirma que la emoción es “un estado
para la acción”.
Entre las emociones que tienen un fuerte impacto en la conducta y que podrían servir para la
acción colectiva se encuentran la ira y el entusiasmo (Sabucedo, Durán, Alzate y Barreto,
2011). Así también las emociones y los sentimientos dirigidos al medioambiente tales como
sentimientos de unidad, seguridad y libertad en contacto con la naturaleza favorecen el
cuidado del medioambiente (Solis, 2010)

Estilo de vida: La OMS (1998) define al estilo de vida como “una forma de vida que se basa
en patrones de comportamiento identificables, determinados por la interacción entre las
características personales, individuales, las interacciones sociales y las condiciones de vida
socioeconómicas y ambientales”.

Salud: Un estado dinámico que desarrolla cada individuo a lo largo de su vida, que depende
de los factores biológicos, psicológicos y socioculturales con los que interactúa y del
equilibrio entre enfermedades (de corta o larga duración) o afectaciones, para que pueda
alcanzar el máximo bienestar a partir de sus recursos y redes de apoyo, potenciando sus
habilidades y capacidades. (Pérez & Rojas, 2007)

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Notas:

1. Programación multianual 2018-2020 de la Oficina General de Servicios Generales, Operaciones y Mantenimiento


(OGRSG) Portal de Transmparencia de la UNMSM
http://www.unmsm.edu.pe/transparencia/archivos/PROGRAMACI%C3%93N%20MULTIANUAL%202018-
2020.pdf

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