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HORA SANTA POR LOS ENFERMOS

Exposición del Santísimo


Estaciones:
• Acto de Fe
• Acto de esperanza
• Acto de Amor

Monitor:
Señor: Hoy en este día resuenan en mis oídos las palabras que dijiste: “Aunque la madre se olvide
de sus hijos, yo jamás te olvidaré”. Sé que me miras con cariño y me amas con ternura, porque
estoy enfermo.
Estoy debilitado físicamente, estoy preocupado por la enfermedad que se apodero de mí. A veces,
el sufrimiento me hace perder el gusto a la vida.
Evangelio
Lucas 17, 11-19

Lector 1: DE CAMINO HACIA JERUSALEN, JESUS PASABA ENTRE SAMARIA Y GALILEA…


Como sabemos Dios vienen a sanar a todos, tanto blancos como negros, tanto a ricos como
pobres, tanto viejos o niños porque este Dios es nuestro Padre y Padre de Misericordia. Es un
anuncio también de que la Iglesia de Jesucristo manifestará su gloria, cuando todos los pueblos
sean un solo rebaño, dirigidos por un solo pastor.
Esto nos hace descubrir el mundo extenso, casi incontable de todos los que hoy, en una y otra
medida sufren en sus casas y hospitales, solos o acompañados, con la Fe como fuerza, o
debilitados interiormente por la ausencia de Dios.
SILENCIO
Lector 2: VINIERON A SU ENCUENTRO DIEZ LEPROSOS, QUE SE DETUVIERON A DISTANCIA…
LA LEPRA:
La enfermedad.
La enfermedad es un tesoro para el que sabe amar. El hombre, que no ha sufrido, no sabe lo que
es amar de verdad, porque el sufrimiento es el alma del amor y el amor tiene las raíces en forma
de cruz. Cuando más amas, más capacidad tienes para sufrir por la persona que amas. Y yo te
pregunto:
¿Cuánto amas tu a Dios? (unos segundos para meditar)
¿Cuánto eres capaz de sufrir por El? (unos segundos para meditar)
¿Eres capaz de dar tu vida por su amor como los mártires? (unos segundos para meditar)
Hermano enfermo, escúchame, quiero hablarte al corazón, con sinceridad. Una de las penas más
grandes que puedes sufrir es tu soledad. Ya sé que los demás no pueden comprender la
profundidad de tu dolor interior al sentirte inútil y sin ganas de vivir. Pero Jesús, que ha sufrido
más que tú, si puede entenderte. Acude a Él, acércate a Él, no te quedes a distancia y dile que te
abra los ojos del alma para que puedas comprender el sentido de tu vida y de tu dolor. Dios tiene
para ti una misión especial, que no ha encomendado a ningún otro. Quizás sea una misión poco
brillante, quizás sea oculta y oscura a los ojos del mundo, pero no por ello, menos importante. Tú
vales infinitamente para Dios. Jesús murió por ti y te ama infinitamente. No te desanimes, mira a
lo alto, mira a Jesús clavado en la cruz.
SILENCIO
LECTOR 3: JESUS, MAESTRO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS…
Señor, ten piedad; Señor ten piedad; he aquí la oración que no deja de brotar de lo más profundo
de nuestro ser. Levanto mis ojos a los montes, de dónde me vendrá el auxilio
JESUS SANA HOY.
No olvides que Jesús sana a los enfermos. Por eso, cuando haya algún enfermo en tu familia,
aparte de acudir al médico, debes preocuparte de pedir oraciones a todos los que puedas.
Muchos enfermos son sanados y muchos más podrán ser sanados, si sus familiares tuvieran más
Fe y pidieran insistentemente a Dios la curación de sus seres queridos. Nunca pierdas la esperanza
de su curación.
VAYAN Y PRESÉNTENSE A LOS SACERDOTES…
Antiguamente había una ley que aquel que estuviera enfermo de lepra tenía que apartarse del
pueblo y de la gente, porque era considerado un gran pecador. Y si obtenía la curación, debía
presentarse a los sacerdotes para que ellos comprobaran el hecho. Jesucristo vino a cambiar esas
leyes por las leyes del amor, pues la enfermedad no es porque has pecado, sino por voluntad de
Dios que de ese mal sacará grandes bienes.
Hoy, la ley del enfermo es que no por estar enfermo, podemos aprovecharnos de los demás,
debemos ser agradecidos y respetuosos.
Debemos respetar también las leyes fuera y dentro de nuestras casas. Esto es lo que manda
nuestro Dios. Cuando llega la enfermedad no es solo dolorosa para aquel que la padece sino
también para aquellas personas que nos aman.
SILENCIO
Lector 4: …Y MIENTRAS IBAN DE CAMINO QUEDARON LIMPIOS. UNO DE ELLOS, AL VERSE SANO
REGRESÓ ALABANDO A DIOS EN ALTA VOZ…
CONFIANZA, ALABANZA.
Dios te ama, y tu vida está en las manos de Dios, bajo control de tu Padre Dios, que te ama
infinitamente. Confía en El, pase lo que pase, y dale las gracias, porque todo lo permite por tu
bien. Vale la pena confiar en El sin condiciones.
SILENCIO
Lector 5 ¿NO QUEDARON LIMPIOS LOS DIEZ? ¿DONDE ESTAN LOS OTROS NUEVE?...
Nuestro Dios, es un Dios de amor y quiere que el hombre siempre se acerque más y más a Él. Y
una forma de acercarse agradable para Dios es el agradecimiento. Nosotros debemos de apreciar
todo lo que nos ofrece día con día, desde un hermosos amanecer, el piar de los pájaros, como
crecen los lirios del campo, el calor de los rayos del Sol, el sonido suave del agua, el pan que nos
alimenta, el abrazo de un amigo etc.
SILENCIO
Lector 6: LEVANTATE, TU FE TE HA SALVADO…
MISION
LAS MANOS DE DIOS.
Cuando veía a un moribundo es su agonía lleno de dolor, cuando veía a una esposa traicionada y
abandonada o veía niños inocentes, que sufrían sin que nadie les tuviera compasión, me seguía
preguntando: ¿Dónde está Dios?
Un día tuve la osadía de enfrentarme a Dios y decirle: Señor, ¿Por qué permites tanto sufrimiento?
¿Por qué no haces algo para que haya más amor y más consuelo? ¿Dónde están tus manos para
acariciar a tantos que necesitan consuelo y amor, porque nadie los quiere? ¿Por qué no echas
una mano de ternura a los que más te necesitan, especialmente a los que sufren?
Después de un largo silencio, escuché una voz en el fondo de mi alma, que me dejó sin aliento. Él
me dijo: Hijo mío, ¿no te das cuenta de que yo quiero que tú seas mis manos y mis pies, mi corazón
y mi alma, y que, con tu vida y tu amor, lleves alegría y consuelo a los que lo necesitan? Entonces,
comprendí, de un solo golpe, que yo debía ser las MANOS DE DIOS y que, en vez de criticar a Dios,
lo que debía hacer…
SILENCIO
BENDICIÓN DEL SANTÍSIMO

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