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Bacterias que dañan el aparato respiratorio bajo

Estudios realizados en pacientes con infecciones en la vía respiratoria superior han revelado
que el principal patógeno de esta zona es S. pyogenes, mientras que en las infecciones del
tracto respiratorio bajo es más frecuente encontrar S. pneumonaie y H. influenzae.

Las enfermedades respiratorias afectan a las vías respiratorias, incluidas las vías nasales, los
bronquios y los pulmones. Incluyen desde infecciones agudas como la neumonía y la
bronquitis a enfermedades crónicas como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica.

Las vías respiratorias inferiores son vulnerables a infecciones causadas por una amplia
variedad de microorganismos, debido a que es uno de los síntomas organicos que comunica
en forma directa el ambiente interno con el ambiente externo. Practicamente cualquier
microorganismo, si se presentan las circunstancias adecuadas y los factores del huésped lo
permiten, pueden producir infección de las vías respiratorias inferiores. Gran parte de los
microorganismos que producen infecciones de las vías respiratorias inferiores primero
colonizan el epitelio nasal y faríngeo. El microorganismo que reside en estas vías alcanza el
tracto respiratorio inferior cuando los mecanismos normales de defensa se alteran, por lo
general a causa de una infección viral.

Una infección respiratoria de vías bajas es una infección que afecta a las vías respiratorias
bajas o los pulmones. Es una de las principales causas de enfermedad y muerte en niños y
adultos en todo el mundo. La importancia de las infecciones respiratorias de vías bajas
puede subestimarse porque no están bien definidas.

Bronquitis aguda

Patogenia

Durante la infección, la mucosa traqueobronquial se encuentra hiperémica y edematosa, las


secreciones bronquiales son importantes. La destrucción del epitelio respiratorio puede ser
extensa en algunas infecciones como por Influenza y ser mínima en otras, como los resfríos
por Rinovirus.

Cuadro clínico

Se presenta con tos inicialmente seca, luego productiva, con expectoración inicialmente
mucosa que con los días se hace mucopurulenta. Los adultos pueden presentar fiebre en la
BA causada por Influenza, Adenovirus y M. pneumoniae, no es frecuente cuando se asocia
a Coronavirus y Rinovirus.
Diagnóstico

En algunos casos, tu médico podría sugerir las siguientes pruebas:

 Radiografía de tórax. Una radiografía torácica puede ayudar a determinar si tienes


neumonía u otra enfermedad que podría explicar la tos. Esto tiene especial
importancia si actualmente eres fumador o alguna vez lo fuiste.

 Examen de esputo. El esputo es la mucosidad que escupes desde los pulmones al


toser. Se puede analizar para determinar si padeces enfermedades que podrían
tratarse con antibióticos. El esputo también puede analizarse para detectar signos de
alergias.

 Prueba de la función pulmonar. Durante una prueba de la función pulmonar,


soplas en un dispositivo denominado espirómetro, que mide la cantidad de aire que
los pulmones pueden retener y la rapidez con la que puedes expulsar el aire de los
pulmones. Esta prueba detecta signos de asma o enfisema.

Síntomas

Algunos síntomas de la bronquitis aguda son:

 Molestia en el pecho
 Tos que produce flema; puede ser transparente o verde amarillento
 Fatiga
 Fiebre, usualmente baja
 Dificultad respiratoria que empeora con la actividad
 Sibilancias, en personas con asma

Bronquiolitis

Epidemiología y etiología

La bronquiolitis muestra un patrón estacional definido con un aumento anual de casos en


invierno hasta comienzos de la primavera, este patrón refleja la actividad de su agente
principal, el VRS. Es una enfermedad frecuente durante el primer año de vida con una tasa
de ataque entre los 2 y 10 meses de vida. Son factores de riesgo para esta enfermedad la
edad, especialmente en los primeros meses de vida, madre adolecente, hacinamiento, el
número de hermanos. Pereira Rossell los ingresos hospitalarios por bronquiolitis
representan el 34% en los meses de invierno, del 41% que representan en conjunto todas las
IRAB.
En 1999, con la finalidad de mejorar la calidad de la atención hospitalaria de los niños con
IRAB y la eficiencia del uso de los recursos asistenciales, se implementó una estrategia que
se denominó «Plan de invierno».

Fisiopatología

El virus se propaga desde las vías respiratorias superiores a los bronquios de mediano y
pequeño calibre y a los bronquiolos, y provoca necrosis epitelial y desencadena una
respuesta inflamatoria. El edema y la exudación causan obstrucción parcial, que es más
pronunciada durante la espiración e induce atrapamiento aéreo. La obstrucción completa y
la absorción del aire atrapado pueden provocar múltiples zonas de atelectasia, que pueden
ser exacerbadas al respirar altas concentraciones de oxígeno inspirado.

Manifestaciones clínicas

Al inicio tos, rinitis serosa. Prodromo de uno a siete días, es común la fiebre, habitualmente
leve, el compromiso del tracto respiratorio inferior aparece en dos a tres días con polipnea,
irritabilidad, somnolencia, tos sibilante, emetizante, cianosante, aleteo nasal, quejido
inspiratorio (obstrucción). A la auscultación, sibilancias y se observan tirajes.

Diagnóstico

 Evaluación clínica

 Oximetría de pulso

 Radiografía de tórax para los casos más graves

 Prueba de antígeno de RSV en material de lavado o aspirado nasal en niños con


compromiso grave

Tratamiento

 Tratamiento sintomático

 Suplemento de oxígeno según sea necesario

 Hidratación IV según sea necesario

El tratamiento de la bronquiolitis es sintomático, y puede tratarse a la mayoría de los niños


en su domicilio con hidratación y medidas generales.
Neumonía Aguda

Patogenia

En ausencia de enfermedad los mecanismos de defensa pulmonares normales mantienen


estériles las vías aéreas infraglóticas. Para que los microorganismos alcancen el parénquima
pulmonar deben sortear una serie de barreras anatómicas y mecánicas, el sistema inmune
humoral y celular y la actividad fagocitica. La mucosa nasal contiene epitelio cilíndrico
ciliado y células productoras de moco que forman una barrera de defensa. La adherencia de
los gérmenes a las superficies epiteliales de las vías aéreas superiores es un paso esencial en
la colonización y posterior infección.

Los microorganismos poseen mecanismos de adhesión, ya sean virus o bacterias. La tos y


el reflejo epiglótico contribuyen para que la mayor parte de las partículas grandes no
alcancen las vías aéreas centrales. A nivel de tráquea y vías aéreas de conducción los
microorganismos se encuentran con la segunda línea de barrera mucociliar, donde quedan
atrapados. Si superan estos sectores alcanzan las vías aéreas terminales y alvéolos, donde
no hay aparato mucociliar.

Otros mecanismos defensivos son el líquido de revestimiento alveolar que contiene


surfactante, fibronectina, IgG, complemento. Las células fagocíticas están constituidas por
los macrófagos alveolares. Cuando los gérmenes superan estos mecanismos defensivos y la
capacidad de los macrófagos para fagocitarlos, estos se convierten en mediadores de la
respuesta inflamatoria y producen factores quimiotácticos para los neutrófilos en el sitio de
infección. La presencia de IgG específica estimula la activación de la vía clásica del
complemento, fundamental en la respuesta antibacteriana.

La inmunidad mediada por células representa un papel fundamental en las infecciones


intracelulares. Algunos factores interfieren en estos mecanismos y hay que tenerlos en
cuenta para entender la patogenia de esta infección. El humo del cigarrillo altera la función
mucociliar y la actividad macrofágica. Otros factores que alteran los mecanismos de
defensa locales son el edema alveolar en la ICC, hipoxemia, acidosis, desnutrición, uremia,
la edad, alteraciones en la producción de inmunoglobulinas, trastornos subyacentes del
aparato respiratorio, compresiones extrínsecas.

En muchos casos no se logra identificar ninguno de los factores predisponentes


mencionados, pero no olvidemos el rol fundamental de los factores de virulencia de los
distintos microorganismos para agredir al huésped, destacando en particular S. pneumoniae.
Manifestaciones clínicas

Como hemos mencionado, desde el punto de vista clínico se ha diferenciado clásicamente


entre neumonía típica o bacteriana habitual, y atípica. Pese a que en la actualidad se pone
en duda la especificidad global de los signos y síntomas con respecto a la etiología
determinada, se considera útil mantener los citados subgrupos con fines didácticos. La
neumonía típica, causada habitualmente por S. pneumoniae, H. influenzae, bacilos
gramnegativos, S. aureus, se caracteriza por su comienzo brusco, aunque puede estar
precedida de un cuadro catarral. Presenta chuchos de frío, fiebre alta y tos seca inicial, que
luego se hace productiva con expectoración mucopurulenta o herrumbrosa.

Al examen físico se presenta con aspecto tóxico, polipneico, febril, sudoroso y con signos
de condensación parenquimatosa. El término neumonía atípica se utilizó para designar
aquellos cuadros que cursaban con signos clínicos diferentes a las neumonías causadas por
bacterias y que no respondían al tratamiento antibiótico. Inicialmente se pensó que
únicamente obedecían a una etiología viral, pero luego se comprobó que podían ser
causadas por M. pneumoniae y Chlamydia pneumoniae. Fiebre sin chuchos de frío, dolor
torácico retroesternal que aumenta con la tos.

Una mención especial merece la neumonía en ancianos, es tres a cinco veces más frecuente
y de mayor mortalidad, siendo la primer causa infecciosa de mortalidad en este grupo
etario. Los agentes implicados con mayor frecuencia son S. pneumoniae, H. influenzae,
Klebsiella pneumoniae, S. aureus, virus Influenza A y B, y en los últimos años se ha
reconocido al VRS como un agente de importancia creciente en este grupo etario. En
ocasiones se presentan con una taquicardia inexplicable y trastornos en el nivel de vigilia
sin fiebre. La curación y la resolución radiológica son más lentas, el pronóstico dependerá
del retardo en el inicio del tratamiento, de la etiología y la presencia de comorbilidades.

Diagnóstico

Si existe una sospecha de neumonía, el médico puede recomendarte los siguientes


exámenes:

 Análisis de sangre. Los análisis de sangre se usan para confirmar una infección e


intentar identificar el tipo de organismo que está causando la infección. Sin
embargo, la identificación precisa no siempre es posible.

 Radiografía torácica. Esta ayuda al médico a diagnosticar la neumonía y a


determinar la extensión y la ubicación de la infección. No obstante, tu médico no
puede saber por medio de una radiografía qué tipo de germen está causando la
neumonía.
 Pulsioximetría. En esta prueba, se mide el nivel de oxígeno de la sangre. La
neumonía puede hacer que los pulmones no sean capaces de pasar una suficiente
cantidad de oxígeno al torrente sanguíneo.

 Prueba de esputo. Se toma una muestra de líquido de los pulmones (esputo) que se


obtiene haciendo toser profundamente al paciente; luego, se analiza la muestra para
ayudar a identificar la causa de la infección.

Síndromes

El síndrome de Guillian-Barré es una enfermedad aguda del sistema nervioso que amenaza
la vida al generar alteraciones sensoriales y paralisis flácida aguda. Un grupo de
investigadores, liderados por la universidad de Zurich, en Suiza, ha demostrado ahora que
las bacterias que a menudo causan neumonia pueden desencadenar la enfermedad
autoinmune de GBS.

Síntomas

Los síntomas más comunes de neumonía son:

 Tos (con algunas neumonías usted puede expectorar una mucosidad amarillenta o
verdosa o incluso moco con sangre)
 Fiebre que puede ser baja o alta
 Escalofríos con temblores
 Dificultad para respirar (puede únicamente ocurrir cuando sube escaleras o se
esfuerza)

Otros síntomas incluyen:

 Confusión, especialmente en las personas de mayor edad


 Sudoración excesiva y piel pegajosa
 Dolor de cabeza
 Falta de apetito, baja energía y fatiga
 Malestar (no sentirse bien)
 Dolor torácico agudo o punzante que empeora cuando usted respira profundamente
o tose
 Síndrome de la uña blanca o leuconiquia
Las infecciones del tracto respiratorio inferior son uno de los tipos de infecciones más
frecuentes a nivel de atención primaria. En la bronquitis aguda, dado que su origen es vírico
en el 95% de los casos, no suele ser preciso instaurar un tratamiento antibiótico En la
neumonía adquirida en la comunidad, cuando el tratamiento antibiótico esté indicado, la
elección del mismo se suele realizar de forma empírica en función de los factores de riesgo
de cada paciente y según sus características. En todos los casos es importante seguir las
recomendaciones existentes tanto en la elección del antibiótico como en la duración del
tratamiento.

Bibliografías:

 Macedo, M. and Mateos, S. (2020). Infecciones Respiratorias.Recuperado de:


Higiene.edu.uy. Available at:
http://www.higiene.edu.uy/cefa/2008/Infeccionesrespiratorias.pdf
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