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Salsas más espesas

Si hemos elaborado una salsa y ésta nos ha quedado demasiado líquida


tenemos dos opciones: la primera, añadirle una yema de huevo.
Remover bien y no volver a calentar ya que la salsa se cortaría. Y la
segunda, añadir una cucharadita de mantequilla mientras la salsa está
hirviendo. Así conseguimos darle una textura más cremosa.

Naranjas menos amargas


Para evitar que la naranja amargue cuando usamos su cáscara para
algún plato, debemos hervir previamente ésta en un cazo con agua unos
minutos. Escurrimos y ya tenemos lista la cáscara para poder usarla en
cualquier receta.

Carne guisada tierna


Si vamos a preparar carne guisada y no queremos que se nos quede
dura, debemos introducir un corcho bien limpio a la olla en la que
vayamos a cocinar la carne. Así nos garantizaremos que ésta sale bien
tierna y jugosa.

Espesar las lentejas


Si las lentejas te han quedado muy líquida con este sencillo truco
podrás espesarlas un poco sin necesidad de añadirle agua. Retiras un
cucharón de las lentejas y haces con ellas un puré. Lo agregas a la olla y
¡listo!. Tus lentejas estarán más espesas.

Separar los granos de maíz


Para separar los granos de maíz de su mazorca con total facilidad
debemos apoyar la mazorca en una tabla de cortar y, con el cuchillo,
comenzamos a cortar desde donde nace el grano hacia todo el largo de
la mazorca.
Salsas menos espesas
Si has preparado una rica salsa para acompañar a tus carnes o pescados
y te ha quedado muy espesa, añade un poco de leche. Así, conseguirás
que la salsa esté más líquida sin que pierda su sabor, textura ni color.

Limones más duraderos


Si quieres que los limones se mantengan frescos y duren más tiempo en
tu nevera, mételos en una bolsa de plástico y luego en el frigorífico,
así te durarán más y en mejores condiciones.

Verduras fritas más suaves


Si vas a freir verduras, como espárragos o coliflor, puedes suavizar su
sabor a auténticas hierbas si las cueces en agua un par de minutos
antes de ponerlas en aceite para freír.

Bacalao tierno
Si quieres que cuando cocines el bacalao, éste te quede tierno, tan sólo
tienes que añadir al agua una pizca de bicarbonato. Así te quedará un
bacalao más suave y tierno.

Cebollas mejor conservadas


Si quieres que las cebollas enteras te duren más tiempo frescas y sin
estropearse, mantenlas alejadas de las patatas ya que éstas se
descomponen con facilidad.

Claras al punto de nieve


Para con seguir batir unas claras al punto de nieve, los huevos deben
estar a temperatura ambiente. Por ello, es recomendable sacarlos un
rato antes de batirlos. Los utensilios deben estar muy limpios. Para que
nos salga perfecto, podemos ayudarnos con una pizca de bicarbonato.
Conservación de alcachofas
Para conseguir que las alcachofas se mantengan en buen estado varios
días las debes introducir en un recipiente con agua, como si se trataran
de flores.

Huevos fritos perfectos


Si quieres que tus huevos fritos queden mejor y no se partan a la hora
de echarlos en la sartén, sácalos de la nevera un rato antes de ponerte
a freírlos para que alcancen la temperatura ambiente.

Gotas de limón
Si a la hora de cocinar necesitas tan solo unas gotas de limón, no lo
abras entero ysa que se estropearía sin necesidad. Pínchalo con un
tenedor, exprime lo que necesites y vuelve a guardarlo. Se mantednrá
en perfectas condiciones para la próxima vez.

Aves tiernas
Si quieres que las carnes de ave queden más tiernas rocíalas, antes de
cocinarla, con un poco de limón. Déjala que macere un poco y ya
estarán perfectas para tus guisos o asados.

Conservar el queso más tiempo


Si quieres que tu queso permanezca en buenas condiciones durante más
tiempo, envuélvelo en un paño de algodón bien empapado de vino
blanco y cámbialo una vez a la semana.

Patatas fritas muy crujientes


Si quieres que tus patatas fritas queden siempre muy crujientes, aquí te
mostramos cómo hacerlo: Pela y parte las patatas en tiras finas.
Enjuágalas y sálalas al gusto. Mételas en el congelador y espera a que se
congelen. Échalas en el aceite bien caliente sin descongelar y ¡listo:
patatas fritas muy, muy crujientes!
Mantener bien los saleros
Si quieres que la sal de tus saleros no se humedezca o apelotone, lo
único que tienes que hacer es echar dentro de los mismos unos granitos
de arroz.

Aceite de pescado sin sabor


Si no quieres que el aceite donde vas a freír el pescado tome un gusto
demasiado fuerte, añade al aceite, antes de la fritura, una cáscara de
patata.

Legumbres sin gases


Si te encantan las legumbres pero padeces de gases ya tienes la
solución: añade unos cuantos granos de comino al hervir las legumbres y
listo para disfrutar.

Albóndigas redondas
En muchas ocasiones, cuando tenemos que cocinar albóndigas caseras
éstas pierden su forma redondeada a la hora de cocinarlas, quedando
algo deformes.
Para que tus albóndigas caseras no pierdan su forma redondeada a la
hora de freírlas, mételas en el frigorífico durante unos diez minutos
antes de cocinarlas. Verás cómo se mantienen bien redondas!
Espesar purés
Si has preparado un puré y este te ha quedado demasiado ligero,
añádele una patata cocida y tritura con la batidora. Verás cómo espesa
rápidamente.
Tortilla con menos calorías
Si estás a dieta y no quieres dejar de disfrutar de una rica tortilla de
patata, emplea patatas hervidas en lugar de patatas fritas. Con ello
conseguirás reducir considerablemente las calorías de tu tortilla.
Harina apelmazada
Para evitar que la harina se nos quede apelmazada y coja humedad,
coloca una hoja de laurel dentro del paquete o tarro donde la tengas
guardada. La hoja de laurel absorberá la humedad ambiental y
mantendrá la harina fresca y sin apelmazar.

Navajas sin arena


Un truco que no falla a la hora de eliminar la arena que contienen las
navajas consiste en atar éstas en forma de manojo e introducirlas
verticalmente en un recipiente con agua fría y sal marina. Déjalas de
esta manera durante dos horas. Transcurrido este tiempo, lávalas bien
bajo el grifo. No quedará ni rastro de arena!

Lechugas frescas
La mejor manera de conservar las lechugas consiste en guardarlas en el
frigorífico en el interior de una bolsa de plástico bien cerrada.
Si las lechugas que tienes están demasiado mustias, introdúcelas en un
recipiente con agua y hielo. De esta manera se pondrán firmes y
crujientes.
Huevos revueltos
Cuando nos dispongamos a preparar unos revueltos, y para evitar que
éstos se peguen a la sartén, añade un poco de sal y aceite antes de
añadir los huevos batidos.

Mantenimiento de paellas
Para evitar que tus paellas se oxiden tras usarla, cubre la superficie de
esta con papel de estraza bañado en aceite una vez la hayas lavado
bien con agua y jabón.
Pepinos indigestos
El pepino suele “repetirse” debido a la presencia en su piel de unas
sustancias amargas que pueden provocar la irritación de las paredes del
intestino. Por este motivo es recomendable pelarlo total o
parcialmente antes de consumirlo.
A la hora de comprarlos, también será importante escoger los más
frescos. Aquellos pepinos blandos y amarillentos nos indicarán que son
viejos, y lo más probable es que sean indigestos y se repitan.

La mejor cebolla para caramelizar


La cebolla caramelizada es una guarnición muy apropiada para todo tipo
de carnes. Para su elaboración, la variedad más recomendable es la
blanca, ya que es aquella que contiene más azúcar y, por tanto,
caramelizará mejor.

Zumos
Los zumos, ya sean de frutas o de hortalizas, o mixtos, deben ser
consumidos inmediatamente después de ser preparados porque así
aprovechamos todos sus nutrientes y evitamos que se oxiden y pierdan
propiedades.

Conservación del chocolate


Mucha gente piensa que el chocolate se conserva mejor si lo metemos
en la nevera, pero eso no es cierto. Una vez abierta una tableta de
chocolate, la envolveremos bien con papel aluminio o con film y la
guardaremos en un lugar fresco y seco. Siempre debe estar alejado de
los sitios húmedos.

Tomates para salsas


Los mejores tomates para elaborar salsas son los llamados tomates
“pera”, que reciben este nombre por su forma alargada. Se
caracterizan por su dulce sabor, y debes asegurarte de que estén bien
maduros y con la piel lisa.
Limpiar mejillones rápidamente
Para limpiar los mejillones rápidamente existe un truco muy práctico
que consiste en frotar las valvas de éstos con un estropajo de aluminio.
Luego sólo quedará retirar las “barbas” y… a la cazuela!

Ralladura de cítricos
Para tener ralladura de limón o naranja siempre que se necesite, ralla
varias de estas frutas (después de haberlas lavado bien bajo el grifo) y
guarda su ralladura en bolsitas de plástico pequeñas en el congelador.
Se conservará durante un año. Luego se pueden utilizar directamente
sin descongelar en guisos, salsa o repostería.

Conservación de los plátanos


El plátano es una de las frutas más queridas y consumidas por las
familias españolas, pero presenta el inconveniente de que madura muy
deprisa, y tenemos que apresurarnos en consumirlo. Para retrasar la
maduración podéis recurrir a varios trucos:

1- Envolver el plátano en papel de periódico y guardarlo en el


frigorífico.
2- Pelar el plátano y envolverlo en papel aluminio (guardar en frigorífico
también)
3- Quizás el truco que mejor funciona consiste en introducir los plátanos
en una bolsa de plástico (las de congelación van perfectas) junto con
medio limón, en el frigorífico. Aunque quizás el mejor consejo para
evitar que los plátanos maduren tan rápido es comérselos al momento!

Coliflor indigesta
A pesar de que por la composición de la coliflor presenta múltiples
beneficios para la salud, hay que tener en cuenta que para
determinadas personas tiene efectos indeseables. La fibra y los
compuestos de azufre abundantes en su composición son las sustancias
responsables de la flatulencia y la dificultad para su digestión. Para
evitar esto, cuece la coliflor junto con unas granos de cominos.
Abrir centollos
A continuación os revelamos todos los secretos para abrir un centollo
correctamente:

1. Ponemos el centollo boca arriba y le arrancamos la parte del


abdomen. Para esto tenemos que tirar hacia atrás, y a continuación
iremos arrancando las patas del centollo una a una, girándolas hacia
atrás. Para abrir las patas utilizaremos unas tenazas para marisco. las
reservamos.
2. Abriremos el centollo por la parte de atrás. Para esto hay que separar
el caparazón del cuerpo del centollo. Es recomendable retirar los
cartílagos con un tenedor.
3. Procedemos a poner el caparazón encima de las patas. Antes de esto
tenemos que eliminar el estómago: se le da un golpe seco en la parte de
la boca y se tira de ella hasta retirar todo.
4. El cuerpo del centollo (o cacho) se trocea en 6 u 8 trozos, para
facilitar su comida.
5. Se monta un plato o fuente de manera vistosa con las diferentes
partes que hemos preparado.

Quitar amargor a los pepinos


Cuando empleamos pepino crudo en ensaladas, éste suele resultar
amargo. Para restarle este amargor al pepino bastará con ponerlo en
remojo, después de pelarlo, en un poco de leche con azúcar. Hecho
esto ya podremos cortarlo y condimentarlo al gusto.

Reconocer una piña madura


Para saber si una piña se encuentra en su punto óptimo de maduración, tira con
suavidad de las hojas interiores de su plantón. Si éstas se desprenden con
facilidad, entonces la piña se encontrará perfecta para consumirla.

Galletas siempre frescas


Para mantener las galletas bien frescas y crujientes lo ideal es
introducirlas en una lata o recipiente hermético con un trozo de pan
fresco, el cual deberemos sustituir cada día por uno nuevo.
Evitar que las patatas se deshagan al cocerlas
Para evitar que las patatas se nos deshagan al cocerlas, añádeles un
chorrito de vinagre al agua de la cocción.
Además, si las patatas son viejas, añadiremos éstas cuando el agua esté
caliente, y si son nuevas, empezaremos la cocción en frío.
Antes de meterlas al agua, debemos pincharlas, para que no se abran.

Pasta más sabrosa


Para conseguir una pasta más sabrosa, en vez de cocerla en agua, la
podemos cocer en un caldo que hayamos hecho con algunos alimentos
previamente.
Si la vamos a acompañar con pescado, podemos hacer un caldo de
pescado, si es de carne, en un caldo de carne, etc.

Una manera diferente y sana de cocinar la


caballa
Una original forma de cocinar la caballa, y de sacarle el máximo sabor,
consiste en cocinarla a la sal. Para ello, cubre la caballa con sal gruesa
e introduce en el horno durante 12 minutos. Como acompañamiento son
perfectos unos tomates aliñados.

La cocción perfecta de las lentejas


Las lentejas deben cocerse partiendo de agua fría y fuego fuerte. Tras 5
minutos de cocción a fuego vivo, pasamos a una cocción media, sin
dejar de remover de vez en cuando, para terminar a fuego muy lento
durante 20 ó 30 minutos.

Desgranar granadas
Existe una manera muy sencilla de desgranar las granadas, sin manchar
y sobre todo sin hacer grandes esfuerzos.
Tan sólo debemos cortar la granada por la mitad, coger la mitad y poner
un bol debajo de ella. Ponemos la granada boca abajo (parte cortada
mirando al bol) y damos con una cuchara golpes en el fruto hasta que
todos los granos se precipiten en el bol.
Conservación del azúcar glas
El azúcar glas es un producto que, debido a su poco uso, suele
estropearse fácilmente. Para evitarlo, añade al bote que la contiene
una cucharadita de harina de maíz. Con este sencillo gesto evitarás que
se apelmace.

Eliminar gas de refrescos


Si eres un apasionado de las bebidas con gas, pero por el contrario
ingerir el gas no te sienta demasiado bien, te ofrecemos un pequeño
truco para quitar todo el gas en un simple gesto.
Sólo debes abrir la botella o lata e introducir la punta de un papel de
cocina o pañuelo de papel. Este absorberá todo el gas.

Cómo limpiar el rallador


Muchas veces sucede que, después de rallar queso o cáscara de cítricos,
el rallador queda muy sucio y resulta difícil de limpiar. La solución para
dejarlo impecable está en rallar un poco de pan duro.

Maduración rápida de frutas


Si las frutas que acabas de comprar aún están demasiado verdes, tan
solo colócalas en una fuente y ubica entre ellas algunas manzanas. El
gas etileno que despiden estas últimas, acelerará el proceso de
maduración de las demás frutas.

Pelar uvas
Un buen truco para pelar las uvas consiste en escaldarlas previamente.
Para ello, sumérgelas en agua hirviendo durante un par de segundos.
Esto hará que la piel se desprenda con suma facilidad.

Ralladura y virutas de chocolate


Si quieres disponer siempre de virutas de chocolate para decorar tus
postres, haz lo siguiente: Congela una tableta de chocolate de buena
calidad. Una vez congelado, rállalo o saca virutas raspando con la hoja
de un cuchillo bien afilado. Rápidamente guarda las virutas en una bolsa
de plástico y vuelve a introducir en el congelador.
Obtener todo el aroma de la canela
Para conseguir que la canela desprenda todo su aroma, lo mejor es
abrirla. Con ella podemos aromatizar leche, que nos servirá para
multitud de elaboraciones dulces. Si la pones en aceite a baja
temperatura durante unas horas, obtendrás también un estupendo
aceite aromatizado a la canela, que nos servirá para aliñar ensaladas.

Cómo conservar el perejil


Os proponemos dos maneras de conservar el perejil. La primera consiste
en introducirlo en un frasco, sin sus tallos, en la nevera. También se
conserva muy bien si lo envolvemos en papel de cocina ligeramente
humedecido.
Si tienes mucho perejil y no sabes qué hacer con él, tritúralo con aceite
de oliva. De esta manera obtendrás un original aceite de perejil, con el
cual podrás decorar tus platos y aliñar ensaladas.

Cuando nos sobran patatas peladas


A todos nos ha ocurrido que hemos pelado más patatas de la cuenta a la
hora de preparar una tortilla o un guiso. Qué hacemos en estos casos? Si
las guardamos en la nevera sin más, al día siguiente ya se habrán
estropeado. La mejor solución consistirá en introducirlas en un
recipiente con agua fría, en la nevera. Conviene también que tapemos
este recipiente con film transparente para que las patatas no absorban
olores de la nevera. Además, puedes añadirla al agua unas gotitas de
limón para que no se oxiden.

Cómo cocer almejas


Las almejas, al igual que el resto de moluscos, deben cocerse con poca
agua. De esta forma soltarán todo su jugo y se abrirán.
Cuando se hayan abierto, debemos retirarlas para separarlas del jugo y
que no se sigan cociendo. Ya están listas, no hace falta ni más agua ni
más tiempo de cocción.
Sacar más jugo a los cítricos
Para sacar el máximo jugo a los cítricos, primero debemos dejarlos
reposar fuera de la nevera durante media hora. Una vez el cítrico haya
adquirido la temperatura ambiente, procedemos a pincharle con un
tenedor varias veces, por varios sitios diferentes. Ahora introduce la
pieza en el microondas durante 20 segundos para atemperarla, pero no
debemos exponerla al calor más tiempo del mencionado. Así
conseguiremos hasta un 20% más de jugo en los cítricos!

Aprovechar el pan duro


Un buen truco para aprovechar el pan duro de días anteriores consiste
en cortarlo en rebanadas y untarlas con mantequilla y las mermeladas
que más nos gusten. A continuación, bate dos yemas de huevo en un bol
con un poco de leche fría. Una vez obtengamos una mezcla homogénea,
vierte esta sobre las rebanadas e introduce en el horno a 150ºC durante
15-20 minutos. De esta manera conseguiremos un delicioso pudin!

Cómo limpiar níscalos


Cuando compramos níscalos, éstos suelen contener bastante tierra. Para
limpiarlos, al igual que cualquier otra seta, nunca los laves bajo el
grifo, pues son muy delicados y no deben mojarse. Lo más
recomendable es limpiarlos con un trapo de cocina ligeramente
humedecido, retirando los restos de tierra y palitos que encontramos en
el sombrero y el pie de la seta.

Rebajar la acidez de los tomates

Para rebajar la acidez de los tomates en guisos, sofritos, etc., lo mejor


es añadir una pizca de azúcar. Este es un truco muy sencillo y que
siempre funciona. Haced la prueba!
Cómo cocer mejillones al vapor
Para cocer los mejillones apenas necesitaremos agua. Bastará con un
chorreón de limón o vino blanco y una hoja de laurel.
Es importante que limpiemos bien los mejillones antes de cocerlos. Para
ello deberemos eliminar todas las “barbas” e incrustaciones que
contenga la concha.
Una vez la cacerola esté bien caliente, introducimos los mejillones y el
líquido. Acto seguido, colocamos la tapadera para que los vapores se
concentren y hagan que el mejillón se abra. En cuanto estén todos
abiertos, retira la cazuela del fuego y sácalos para evitar que se sigan
cociendo y se deshidraten.
No cuezas demasiados mejillones al mismo tiempo, pues los de arriba
impedirán que los de la base se abran.

Salmón al horno muy jugoso


El salmón es un pescado azul que asado resulta muy jugoso y sabroso,
pero no debemos abusar de un exceso de temperatura ni de un tiempo
prolongado de cocción. Lo ideal es asarlo a 170ºC durante 6 minutos.
Una guarnición estupenda para acompañar el salmón al horno son unas
patatas panaderas con cebolla.

Usos de la calabaza
La calabaza ofrece un sinfín de posibilidades en la cocina, no sólo para
sopas y cremas, sino también para la elaboración de revueltos y
tortillas. Por ejemplo, podemos sustituir la patata que habitualmente
usamos para la tortilla por calabaza pelada, troceada y pochada. El
proceso a seguir será el mismo que el de la tortilla de patata, y de esta
manera obtendremos una tortilla muy colorida y sabrosa.

Purgar navajas
A la hora de purgar las navajas y eliminar así toda la arena que
contienen, se colocarán en un recipiente con agua y sal, y con la parte
oscura hacia abajo. De esta manera, las navajas filtrarán el agua y
expulsarán la arena, que quedará en el fondo del recipiente.
Judías mucho más verdes y crujientes
Para que la judías resulten mucho más verdes y crujientes, introdúcelas
en agua con hielo justo después de cocerlas (no deben quedar muy
cocidas sino “al dente”). Así, además de quedar muy crujientes, se
potenciará su intenso color verde.

Cuidado de sartenes
Las sartenes son unas de las herramientas de trabajo más usadas en la
cocina, y por ello debemos mantenerlas y conservarlas en perfecto
estado. Las de teflón en especial son muy delicadas, ya que el teflón
que las recubre puede levantarse y mezclarse con los alimentos,
pudiendo arruinar un plato.
Las sartenes de hierro se pueden pulir tostando sal en ellas. De esta
forma los alimentos se agarrarán menos.
Siempre que termines de usar una sartén, y una vez limpia, engrásala
con aceite de oliva y coloca un papel de cocina sobre la misma.
Haciendo esto podrás apilarlas sin que se rayen.

Calamares fritos
Para conseguir una buena fritura de calamares, puedes comprar anillas
de calamar congeladas. Una vez descongeladas, introdúcelas en un
recipiente con leche. Luego, escurre bien y sécalas con papel de cocina;
salpiméntalas y pásalas por harina, sacudiendo bien cada una de ellas.
Lo siguiente que haremos será introducirlas en aceite muy caliente. Es
importante que no se frían demasiadas anillas a la vez, pues la
temperatura del aceite descendería bruscamente y el resultado no será
el mismo. Cuando estén bien doradas, escúrrelas bien y deposítalas
sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Y listas para
comer!

Un suave toque de ajo


Si quieres darle a tus platos un ligero sabor a ajo, pero sin que éste se
note demasiado, machaca unos cuantos dientes e introdúcelos en una
aceitera durante unos cuantos días. Luego sólo tendrás que colar el
aceite y usarlo para cocinar. De esta manera conseguiremos darle a
nuestros platos un suave sabor a ajo.
Manzanas asadas
Para conseguir unas manzanas asadas perfectas es fundamental que
vigilemos la temperatura del horno. Lo ideal será tener el horno entre
160ºC y 180ºC. De esta manera las manzanas se asarán suavemente y
quedarán bien tiernas. Además, para que éstas no revienten durante el
horneado, les haremos un corte en su contorno, en forma de cinturón

Chirimoya
Cuando se adquieran no deben presentar imperfecciones en la piel.
Además, para evitar que la chirimoya se pase, conviene comprarla un
poco verde y dejarla madurar a temperatura ambiente en el hogar. Está
madura si el color de la cáscara ha pasado de verde oscuro a verde claro
o verde-amarillento. Otros indicadores incluyen la aparición de un color
cremoso entre segmentos de la cáscara y una mayor suavidad de la
superficie.

Reconocer una caballa fresca


La mejor temporada de la caballa comprende desde el verano hasta el
otoño. Siempre hay que elegir los ejemplares con la piel más brillante y
los que más rayas tengan en el lomo. Se trata de un pescado muy
perecedero y su primer síntoma de poco frescura lo presenta en la piel
y la carne (se apaga el color de la piel y toma un tono pajizo).

Rentabilizar el azafrán
El azafrán es un producto que no resulta nada barato. Por ello, y para
rentabilizarlo y potenciar sabor, lo que podemos hacer es tostarlo
ligeramente en el horno. Luego lo machacaremos en un mortero hasta
obtener un polvo fino, el cual podremos diluir en nuestros caldos y
guisos. Eso sí, hay que poner mucha atención a la hora de tostar el
azafrán en el horno, ya que es muy delicado y puede quemarse con
mucha facilidad.
Aprovechar la piel de la naranja
Cuando peles una naranja no deseches su piel, podrá servirte para
multitud de preparaciones, como escabeches, o para infusionar leche en
elaboraciones de postres. Si se la añades a un cazo con un poco de
agua, una rama de canela, azúcar y gelatina en polvo podrás obtener
además una gelatina con un gran sabor.

Peras en perfecto estado


Cuando manipulamos las peras, pueden aparecer en éstas manchas
pardas. Ello se debe a la oxidación, y puede evitarse introduciéndolas,
una vez peladas o cortadas, en un bol con agua fría, sal y unas gotas de
zumo de limón. Con este remedio conseguiremos que la pera mantenga
su color original.

Sobre la mahonesa
A la hora de preparar una mahonesa, haz la cantidad justa que vayas a
necesitar, y procura consumirla al momento. En el caso de que te haya
sobrado un poco, no debe conservarse en el frigorífico durante más de
un día, ya que correríamos el riesgo de intoxicarnos.
Si se te ha “cortado” al hacerla, añádele un huevo batido, poco a poco,
hasta que comience a montar.

Los boquerones en vinagre


Los boquerones en vinagre son un clásico en todas las bodegas, bares,
restaurantes, chiringuitos y demás locales de copeo y tapeo. En el
siguiente truco os revelamos todos los secretos para conseguir que esta
tapa resulte todo un éxito.
Lo primero que debemos hacer es congelar los boquerones durante un
mínimo de 48 horas. De esta manera conseguiremos evitar el temido
anisaki. Una vez descongelados, mantenlos en agua fría durante al
menos 2 horas. El último paso consistirá en introducir los boquerones en
un aliño elaborado con aceite de oliva, vinagre, ajo picado, perejil y
sal.
Cuando sobra pasta cocida
Si te ha sobrado pasta cocida, no la tires. Puede conservarse en el
frigorífico, en un recipiente de plástico o metal de cierre hermético.
Antes de guardar la pasta se debe engrasar el recipiente para que la
pasta no se reseque. De todas formas, no es recomendable conservar la
pasta cocida durante más de tres días, ya que tanto su sabor como su
textura empeorarán.

Revueltos suaves y jugosos


Si quieres conseguir un revuelto realmente suave y jugoso, añade un
poco de leche a los huevos. Además puedes añadirle un poco de queso
para fundir, que le aportará al revuelto un sabor y una textura muy
agradable. Este tipo de revuelto queda exquisito si lo untas sobre una
tosta de pan gratinada al grill.

Cómo conservar el jamón York


La mejor manera de mantener el jamón de York bien fresco es
envolverlo en film transparente y guardarlo en el frigorífico. También
es recomendable introducirlo en un recipiente hermético de plástico
para así evitar que se reseque.
Si tienes demasiada cantidad de jamón, puedes congelarlo en paquetes
individuales. De esta manera siempre podrás disponer de jamón fresco.

Fondue cortada
Si se te ha “cortado” la fondue de queso, disuelve un par de
cucharadas de maizena en un poco de vino blanco. Añade la mezcla
obtenida y remueve enérgicamente hasta que se ligue por completo.
Si quieres darle un toque diferente a tu fondue, sustituye la nuez
moscada por el curry, u otra especie que se te antoje.
Pelar tomates
Para algunas recetas, como en salsas y cremas, es necesario quitarle la
piel al tomate, ya que ésta es muy fibrosa y podría estropear el plato.
La manera más rápida de quitarle la piel al tomate consiste en
escaldarlo. Para ello, hazle un corte superficial en forma de cruz en su
base. Ahora introdúcelo en agua hirviendo durante unos segundos.
Después pásalo a un recipiente con agua y hielo. De esta manera la piel
del tomate se desprenderá con suma facilidad.

Espinacas en ensaladas
Las espinacas se usan cada vez más en las ensaladas, ya que dan mucho
juego. Para saber si están frescas, las hojas deben estar bien tersas y de
un color verde muy intenso. Las hojas de espinacas son muy delicadas al
contacto con los aceites y vinagre, y cambian rápidamente de color y
textura. Por ello, se recomienda siempre aliñarlas justo antes de
servirlas en la mesa.

Coliflor muy blanca


Cuanto más apretados estén los pedúnculos de la coliflor, más fresca
estará a la hora de cocinarla. Es importante añadir medio vaso de leche
y 20 gr. de sal por litro de agua para que la coliflor resulte más suave y
mantenga un color blanco y atractivo.

Congelar ajos
Los ajos se pueden congelar ya pelados. De esta manera no tendrás que
pelarlos cada vez que te dispongas a preparar una receta. Bastará con
envolverlos en papel de cocina una vez pelados e introducirlos en el
congelador, guardados en una fiambrera. Eso sí, debemos tener en
cuenta que a los dos meses de congelación éstos comenzarán a perder
su aroma y sus propiedades, por lo que lo ideal será consumirlos antes
de dicho periodo de tiempo.
Las acelgas
A la hora de cocer acelgas deberemos separar primero las pencas de las
hojas, ya que tienen tiempos de cocción diferentes. Lo ideal es
introducir las hojas en agua hirviendo hasta que adquieran un color
verde intenso. Llegados a ese punto, las escurriremos y pasaremos a un
recipiente con agua y hielo para frenar su cocción y fijar su color verde.
A esta técnica se le llama “escaldar”.
A las pencas cocidas se les pueden dar muchos usos. Podemos saltearlas
con ajo, rebozarlas, rellanarlas, etc.

Lechuga para eliminar la acidez del aceite


Un truco para aprovechar al máximo la lechuga es usar sus hojas más
feas, las más verdes, para eliminar la acidez de la freidora. Cuando
cambiamos el aceite de la freidora, al principio es muy fuerte, pero si
en ese aceite freímos una hoja de lechuga, ésta eliminará la acidez con
la ayuda de la clorofila.

Cocción de guisantes
Cuando cuezas los guisantes, añade un poco de bicarbonato sódico al
agua de cocción. De esta manera, conservarán mejor su color verde. Si
además añades un poco de azúcar en el agua, éstos quedarán más
tiernos.
Puedes darle también un toque diferente de sabor incorporando unas
hojas de hierbabuena al agua de cocción, que va estupendamente con
esta leguminosa.

Endibias en perfecto estado


Para conservar las endibias y evitar que se pudran, siempre debemos
sacarlas de las bandeja de plástico, ya que es muy fácil que este
material las recueza y adquieran un color marrón. Es conveniente
cubrirlas con un paño húmedo cuando estén enteras. Si las queremos
utilizar de un día para otro, podemos dejarlas en la nevera en un
recipiente con agua fría. El frío endurecerá la hoja, resultando más
crujiente en las ensaladas.
Lombarda en ensaladas
Una manera de hacer una buena ensalada con lombarda y repollo
consiste en cortar las coles en juliana para dejarlas macerar en vinagre,
sal y azúcar durante una hora, removiendo de vez en cuando. Pasado
este tiempo podremos escurrirlas y servirlas como una deliciosa
ensalada de encurtidos.

Eliminar el fuerte olor de la coliflor


Si por algo son conocidas las coliflores es por el fuerte aroma que éstas
desprenden al ser cocidas. Si te desagrada su olor y quieres eliminarlo,
bastará con colocar una servilleta impregnada con vinagre y una hoja de
laurel en el interior de la tapadera de la olla en la cual estamos
cociendo la coliflor. Este truco es infalible!

Cantidades y tiempo de cocción de las espinacas


A la hora de elaborar una receta con espinacas debemos calcular unos
300 gr. de este vegetal por cada persona. Cuando las vayas a cocer,
procura no sobrepasar los 15 minutos, pues esa cantidad se vería
reducida drásticamente.
Si lo que vamos a preparar es una ensalada, bastará con 75 gr. por
persona.

Cómo evitar que se repita el gazpacho


El gazpacho, y en general cualquier sopa fría elaborada a base de
verduras, es una de las bebidas más sanas e hidratantes que podemos
consumir en estos días de calor.
Pero este cóctel de vitaminas presenta un inconveniente: se repite con
facilidad. Para evitar esto, sustituye el ajo por fresones. De esta
manera conseguiremos neutralizar la acidez del vinagre, obteniendo
además un gazpacho muy sabroso y con un color más atractivo.
Algunos trucos para la fondue de queso
Para condimentar la fondue normalmente se emplea nuez moscada. Si
quieres darle un toque diferente, prueba a sustituir ésta por el curry.
También puedes sustituir el kirsch por el brandy o el coñac.
Si se te ha cortado la fondue, un buen truco consistirá en disolver una
cucharada de maicena en un poco de brandy, añadirla y hacer
movimientos de “ochos”, de manera enérgica, hasta que la fondue se
ligue de nuevo.

Trucos con yogur


A continuación vamos a ver algunos trucos que tienen el yogur como
protagonista:

Cuando los pescados ahumados o salados te resulten demasiado


intensos, introdúcelos en yogur durante una hora, verás como se suaviza
su sabor. Si vas a emplear yogur en una preparación caliente, sácalo de
la nevera un par de horas antes. Para que conserve su homogeneidad en
un guiso que se vaya a hacer a temperatura alta, deslía un pellizco de
fécula en un poco de agua y mézclala con el yogur, haciendo que cueza
suavemente y sin dejar de remover. El yogur también tiene sus
aplicaciones en el mundo de la belleza. Un buen ejemplo son las
mascarillas elaboradas a base de yogur y miel, que ayudan a hidratar la
piel.

El perejil
El perejil es uno de los vegetales que mayor contenido de vitamina C
posee. Por esa misma razón, es recomendable añadirlo a los guisos al
final de la cocción, para que no pierda sus propiedades.
Se puede conservar muchos días en la nevera si está recién recolectado.
Para ello, bastará con guardarlo en un Tupper forrado interiormente con
papel absorbente.
También se conserva muy bien en el congelador, picado y guardado en
un Tupper. De esta manera puede aguantar varios meses sin que pierda
ninguna de sus propiedades.
Si te ha sobrado café
Si has hecho café y te ha sobrado, no lo tires. Si lo calientas, siempre
sin que llegue a hervir, no sabrá a recalentado. Si éste llega a hervir,
perderá todo su sabor y aroma primitivos.
También puedes congelarlo para hacer granizado de café, que podrás
usarlo como acompañamiento de tus postres.

La calabaza
A la hora de pelar una calabaza, córtala primero en trozos medianos. De
esta manera será más fácil y menos peligroso quitarle la piel.
Si quieres conservar la calabaza durante mayor tiempo, retírale los
filamentos anaranjados y las pepitas. Éstas últimas, ligeramente
espolvoreadas con sal, quedan muy bien en el horno y en el microondas.

Los brócolis
El brócoli pertenece a la familia de las coles, por lo que también se
caracteriza por su elevado contenido en vitaminas C, E y en
betacarotenos, todos ellos con importantes propiedades antioxidantes.
La mejor manera de cocinarlos es sin añadirles nada, simplemente
colocándolos en un recipiente bien tapado e introduciéndolos en el
microondas. De esta manera van a conservar su bonito color verde.
Sus tallos puedes emplearlos para elaborar sopas y cremas.
También puedes consumirlos crudos en ensaladas, siempre y cuando se
encuentran bien frescos.

Ahumados demasiado salados


Para corregir el pescado ahumado que estuviera excesivamente salado,
ya sea porque era de mala calidad o porque se ha secado en el
frigorífico, ponlo en remojo cubierto con un poco de leche durante unas
horas y siempre en el frigorífico. Recordar que el ahumado de cualquier
tipo de pescado no elimina el Anisakis (caso de que lo tuviera), por lo
que, para prevenir, sería conveniente congelarlo previemante.
Sobre las fresas
Las fresas hay que lavarlas bajo un chorro de agua fría. Una vez lavadas,
se les retira el pedúnculo. Hay que hacerlo en ese orden para que la
fresa no pierda ni su aroma ni su sabor.
Si, una vez lavadas, se les añade un poquito de azúcar y zumo de limón,
se potenciará su sabor. Déjalas que se maceren en el zumo de limón, el
cual, por la acción del ácido, hará que la fresa suelte sus jugos. Una vez
maceradas, podrás emplearlas para multitud de postres. Si las
acompañas con una bola de helado de nata, por ejemplo, obtendrás un
postre de lo más delicioso y elegante. Haz la prueba!

Las zanahorias
Las zanahorias crudas son una excelente fuente de vitaminas A y C, así
como de betacaroteno. Si quieres enriquecerlas con más vitamina C y
que, además, resulten más sabrosas, alíñalas con sal, pimienta blanca y
zumo de limón.
Cuando las cocines, además de la sal, añádeles una pizca de azúcar para
que queden más sabrosas aún.
Si quieres que te aguanten durante mucho tiempo en la nevera,
guárdalas en una fiambrera con su interior forrado en papel absorbente.

Salchichas frescas
Una sana manera de cocinar las salchichas frescas, tanto de cerdo como
de pollo, es en el microondas. Para ello, sólo tendrás que pincharlas
previamente con una aguja y envolverlas en varias capas de papel de
cocina antes de introducirlas en el microondas durante 1 ó 2 minutos.
De esta manera, la grasa que suelten las salchichas durante la cocción
será directamente absorbida por el papel, reduciendo así el contenido
calórico de lasa salchichas, sin perder por ello nada de sabor.
No peles los rabanitos
El color rojo que caracteriza a los rabanitos se debe a la presencia en la
piel de éstos de sustancias antioxidantes, las cuales nos ayudan a
prevenir la formación de radicales libres, responsables de la aparición
de muchas enfermedades degenerativas, como el cáncer. Estas
sustancias tan beneficiosas para la salud se encuentran en todos los
vegetales con colores rojizos o anaranjados, tales como la zanahoria, el
melocotón, el tomate, la calabaza, etc. Por ello, no conviene que peles
los rabanitos, ni ninguno de los alimentos enumerados, pues estaríamos
perdiendo la oportunidad de aprovecharnos de las maravillosas
propiedades antioxidantes que contienen la piel de éstos.
Hay que comprar aquellos rabanitos que presentan una piel tersa y
brillante. Aquellos que tienen la piel arrugada, blanda o presentan
puntitos negros llevarán tiempo recolectados y habrán perdido gran
parte de sus nutrientes, como el calcio y otros minerales.

La salsa holandesa
La salsa holandesa es una especie de “mayonesa caliente”, pero
elaborada a base de yemas, en lugar de huevo entero, y mantequilla en
lugar de aceite.
Esta salsa se elabora al baño María, pues la yema del huevo comienza a
coagular entre los 60 y los 70ºC. Por ello, si se sobrepasa esa
temperatura, la holandesa se nos cortará. Si nos sucede esto,
tendremos que añadir un poco de agua fría y remover con la varilla
hasta que la salsa nos quede bien emulsionada. En el caso de la
mayonesa sucede lo contrario: se elabora en frío y se arregla con agua
caliente.

Las manzanas, con piel


Las manzanas deben comerse con piel. Eso sí, tienen que lavarse muy
bien previamente, incluso con jabón.
La piel de la manzana es muy rica en antioxidantes y fibra vegetal, que
nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal.
Si además se toma a mordiscos, algo muy aconsejable en los niños, nos
ayudará a fortalecer las encías.
Bechamel sin grumos
La bechamel es una salsa muy polivalente, que admite muchas variantes
pero que tiene un par de inconvenientes: los grumos y el sabor a harina
cruda, fáciles de solucionar.
Es importante que la harina quede bien rehogada con la mantequilla. De
hecho, debe coger algo de color. En realidad, lo que estamos haciendo
es cocinar la harina para que no resulte indigesta, y para eliminar ese
sabor a crudo tan desagradable.
Para evitar que nos salgan grumos, lo único que deberemos hacer es
verter la leche hirviendo, de una sola vez, sobre la harina rehogada con
la mantequilla. Al principio saldrán grumos, pero irán desapareciendo a
medida que vamos removiendo.
Aquí tenéis las proporciones de ingredientes para obtener distintas
consistencias de bechamel (siempre manteniendo el litro de leche):
• Bechamel Ligera: 40 gramos de mantequilla y 40 gramos de harina.
• Salsa Bechamel: 60 gramos de mantequilla y 60 gramos de harina.
• Crema Bechamel: 90 gramos de mantequilla y 90 gramos de harina.

Los pepinos
Cuando vayas a comprarlos, asegúrate de que estén duros al tacto y sin
arrugar. Éstos se repiten menos si los consumes bien lavados pero
conservando su piel (haz la prueba a la hora de preparar un gazpacho).
Si los vas a usar para ensalada, escoge los más pequeños y estrechos,
que son los que contendrán menos semillas.

Cómo arreglar natillas cortadas


Las natillas, cuando se cortan, suele deberse a un exceso de
temperatura. Para arreglarlas bastará con añadirles un chorrito de
leche fría y volver a batirlas con energía.
Nos puede suceder lo mismo con las cremas pasteleras, o con cualquier
crema similar a las natillas. La solución será siempre la misma: añadir
un poco de leche o nata frías y batir nuevamente.
Hacer crepes
Si no dispones de “crepera” eléctrica para hacer tus crepes, usa una
sartén antiadherente. Elígela del tamaño que quieras que tengan las
crepes. Puedes usar dos sartenes para ir más deprisa. Es importante
engrasarlas previamente con un poco de mantequilla extendida con un
papel absorbente. La superficie de la sartén sólo debe estar ligeramente
engrasada porque si pones demasiada grasa la crepe puede llegar a
freírse. La primera crepe que se hace suele ser de “prueba”, para ver
qué cantidad de masa verter, y para comprobar la temperatura de la
sartén. Es normal que ésta primera salga fea, e incluso que se rompa.

Guisos quemados
Si se os ha pegado una comida, por exceso de calor o por escasez de
líquido, pasa el contenido de la olla a otra nueva. Pero, ojo, son rasques
el fondo, pues éste sabrá a quemado y no podremos salvar el plato.
Si la cocción no hubiera terminado, y como seguramente se habrá
quedado seco, añade algo de líquido que llevaba la receta primitiva
(agua, caldo, vino, etc.)
En la olla quemada, vierte vinagre corriente, hasta cubrir las costras y
déjalo cocer. El vinagre hará que estos quemados se desprendan y luego
sólo tendremos que usar un estropajo.

Los espárragos verdes


Para conservarlos, envuélvelos con film transparente o en tupper
alargado forrado en su interior con papel de cocina. De esta manera
aguantarán mucho tiempo en la nevera.
No los introduzcas en agua, pues se pudrirían.
Para cocinarlos, sólo tendrás que retirarles el extremo duro. Lo ideal es
cocinarlos al vapor para que no pierdan ninguna de sus propiedades.
Con un par de minutos será suficiente. También puedes cocinarlos en el
microondas, introduciéndolos en un recipiente para microondas con
tapadera. En cinco minutos estarán listos.
Limpiar calabazas
Antes de quitarle toda la corteza espesa y dura que tiene es preferible
cortarla, sobre una tabla de cocina, en trozos medianos a los que se les
va a retirar mejor la piel. A la hora de limpiarla también deberás retirar
las pepitas y los filamentos anaranjados que suelen contener.
Las pepitas puedes aprovecharlas para hacer tus propias pipas de
calabaza. Para ello sólo tendrás que lavarlas, secarlas, espolvorearlas
con sal y asarlas en el horno.

Conservación y tratamiento de hierbas frescas


Las hierbas frescas se conservan estupendamente en el frigorífico,
dentro de una fiambrera forrada en su interior con papel absorbente.
Estas hierbas pueden picarse manualmente (a cuchillo) o con la ayuda
de máquinas diseñadas para tal fin.
También pueden conservarse, una vez picadas, en el congelador. De
esta manera nos aguantarán hasta un año, y sin perder sus propiedades,
siempre que la temperatura del congelador sea muy fría y constante.
Cuando las incorpores a un guiso, no las sofrías nunca porque se
alteraría su sabor. Añádelas sólo al final de la cocción de tus guisos.

Fundir chocolate
Si quieres bañar una tarta o un bizcocho con chocolate, emplea uno
puro llamado de cobertura. Para fundirlo, introdúcelo en el microondas
a 650 W durante 1 ó 2 minutos, dependiendo este tiempo de la cantidad
que deseemos fundir. Es importante que vayas removiendo de vez en
cuando para que el chocolate no se queme.
Un buen chocolate debe contener un mínimo del 50 % de cacao, y para
que brille tras fundirlo, no debe calentarse a más de 30ºC. A esto se le
llama poner el chocolate a punto.
Otra manera de fundir el chocolate es mediante la técnica del baño
María, que consiste en colocar el chocolate en un recipiente metálico
que, a su vez, introduciremos en otro recipiente (también metálico) de
mayor tamaño y que contenga agua, de manera que el recipiente que
contiene el chocolate permanezca flotando mientras se derrite.
Maduración de chirimoyas
Si tienen las muescas de la piel grandes, entonces querrá decir que van
a tener pocas pepitas en su interior.
Si están muy duras, déjalas fuera de la nevera hasta que maduren. Pero
no dejes que maduren demasiado, pues se “pasarían”. Al contrario de lo
que siempre se ha aconsejado, no es necesario que las envuelvas en
papel de periódico, ya que maduran perfectamente a temperatura
ambiente.

Arreglar guisos
Para arreglar guisos demasiado salados, cuece en ellos una patata
grande cortada en trozos grandes. La patata absorberá el exceso de sal.
Si lo que tenéis es un guiso demasiado ligero y queréis espesarlo, podéis
añadirle un poco de maicena, pan rallado, copos de patata
deshidratada, … Si el guiso se ha elaborado con verduras, podéis triturar
éstas para darle también así consistencia.
Pero si no queremos añadir ningún espesante, ni otros sabores, habrá
que reducirlo. Para ello, saca de la olla todos los ingredientes sólidos y
delicados que ya estén en su punto de cocción. Sube el fuego, quita la
tapadera y deja que el líquido del guiso se vaya evaporando y se
concentre, adquiriendo así mayor textura.
Si se os ha pegado un guiso al fondo de la olla, pásalo a otra nueva
procurando no raspar el fondo, que es donde se encuentra la parte del
guiso que se ha quemado y no queremos.
Hamburguesas caseras
Lo bueno de las hamburguesas caseras es que las mismas contendrán
unos valores de grasas realmente bajos, obviamente sin mencionar
todos los conservantes que poseen las hamburguesas que compramos en
los supermercados, lo cual harían muchas más sanas las hamburguesas
caseras. De ser posible, pídele al carnicero que pase la carne dos veces
por la maquina de picar. Así quedará mucho más tierna y jugosa.
Para que se unan mejor, es recomendable utilizar solo las yemas de los
huevos. De esta forma saldrán más compactas. Pica muy bien la
cebolla, debe quedar bien finita o rallada. En sandwich se le pueden
añadir los ingredientes que nos gusten. Una buena opción seria queso,
lechuga, rodajas de tomate y pepinos. Antes de retirarlas del fuego
sumarle un poquito de queso, de manera que se derrita.
Manipulación de guindillas y chiles
Tanto las guindillas como los chiles pertenecen a la familia de los
pimientos. Se cultivaron originariamente en el valle de México, donde
se conocen más de 150 variedades.
Deben manipularse con cuidado, pues contienen capsicina, compuesto
que les confiere su picante sabor. Lo ideal es emplear guantes de latex.
Si vas a usar guindillas secas, córtalas en aros, pues darán más sabor.
Para cortarlas con mayor facilidad, remójalas previamente en agua
durante media hora y luego córtalas con unas tijeras.
Es conveniente lavarse las manos inmediatamente después de manipular
estos alimentos, ya que pueden irritarnos los ojos o incluso las yemas de
los dedos.
Cuanto más tiempo cocinemos las guindillas, más picante será el sabor.
En el caso de freírlas, como sucede en las gambas al ajillo, éstas
proporcionarán sabor y sólo un ligero pique. Sin embargo, en guisos,
donde las cocciones son más prolongadas, el sabor será más intenso.

Conservación de frutos secos


Para conservar los frutos secos en perfectas condiciones, sin peligro de
que se enrancien, envásalos en botes herméticos y guárdalos en la
nevera, o en el congelador si queremos conservarlos durante un tiempo
más prolongado. Al contrario de lo que siempre se ha comentado, no se
van a poner blandos sino que se mantienen crujientes y con todas sus
propiedades intactas.
Si sois de los que soléis consumir frutos secos con bastante asiduidad, os
aconsejamos que los adquieras en tiendas especializadas. Estarán muy
frescos, puesto que suelen vender muchos, y os saldrán más baratos que
si los compráis en pequeñas cantidades.
No abuses de la fruta
Algunas personas tienen la costumbre de cenar sólo fruta. Pero, al
contrario de lo que se suele pensar, esta no es una costumbre tan sana.
Aunque sean magníficas por la enorme cantidad de vitaminas, minerales
y sustancias antioxidantes, no debe abusarse de ellas, ya que a la larga
podría provocar un deterioro y envejecimiento del cerebro y de los
huesos. A la hora de cenar es recomendable comer siempre algo de
proteínas y de hidratos de carbono, que facilitan el sueño
Sobre la calidad de los embutidos
Los de ínfima calidad, aunque pueden resultar riquísimos al paladar,
llevan otras muchos elementos añadidos, como patata y harina. Y para
evitar que este hidrato de carbono fermente, se le añaden varios
aditivos, entre ellos nitritos. Aún así, comprobaréis que el jamón de
York, la mortadela y otros fiambres se ponen “babosos” y blanquecinos
a los pocos días, a pesar de estar en el frigorífico.
Si queréis saber si vuestros fiambres son cien por cien carne, o llevan
almidón añadido en alguna de sus formas, hacer en casa el siguiente
experimento: Adquirir un frasquito de ioduro potásico en vuestra
farmacia. Coloca unas gotitas de esta solución sobre el fiambre que
quieras “analizar” y abre bien los ojos. Si la coloración que resulta es
de color caramelo, marrón clarito, todo va bien. Pero si aparece una
coloración más oscura, entre negruzca y liliácea, significará que el
embutido, además de lo que debe llevar, carne y grasa
fundamentalmente, lleva almidón añadido en mayor o menor cantidad.
Esta información debe ir indicada en su composición. De lo contrario nos
estarán engañando.

Acerca de las endibias


Las endibias deben comprarse sin ninguna mancha pardusca, y para
quitarles amargor puede resulta efectivo cortar como un cono interior
en la parte inferior del tallo, que es donde más cantidad de cinarina
(sustancia responsable del amargor de la endibia) se suele localizar.
Como estos vegetales se desarrollan en cultivos hidropónicos, no están
nunca en contacto con la tierra, ni sufren tratamientos con pesticidas.
Para degustarlas, hay que lavar rápidamente cada cogollo bajo el grifo
y secarlos rápidamente. Si se lavan demasiado, o se conservan fuera de
la nevera, resultarán más amargas.
Pueden comerse tanto crudas como cocidas y son muy ligeras (20
Kcal./100 gr. ), ricas en calcio y ácido fólico. También es uno de los
vegetales con mayor contenido de hierro (2 mg.). Además, gracias a su
riqueza en potasio, son diuréticas e ideales para las dietas de
adelgazamiento.
Muchas personas que no toleran la lechuga por flatulencia pueden
encontrar en las endibias la solución.
Las coles
Las coles son unas verduras excelentes, sanísimas y anticancerígenas
debido a la gran cantidad de vitamina A y C y a la presencia de indoles,
las sustancias responsables del fuerte olor a azufre que despiden cuando
las cocemos.
La col de hoja lisa y color blanco amarillento, así como la col lombarda
e incluso la coliflor, si están bien frescas, se pueden consumir crudas
en ensaladas, con una buena vinagreta, y entonces no producen tantos
gases como hervidas. Si os gustan los sabores fuertes, les podéis añadir
también mostaza de Dijon. Macerarlas antes en el frigorífico durante
una hora para que se ablanden y aromaticen. En este caso, cortar
previamente en cuatro y quitar a cada porción la parte blanca y dura
del tallo o tronco, que nos servirá para elaborar una crema.

Los clavos
El clavo es una especia procedente del árbol del clavo, cuyos capullos
secos sin abrir tienen precisamente esa forma. Tiene un perfumen y un
sabor fuerte muy aromático, y conserva muy bien, como el resto de las
especias, en recipientes herméticos y en un lugar fresco y oscuro.
Siempre tendrá más aroma entero que molido.
Cuando al cocer legumbres queremos proporcionarles este sabor, sin
que los clavos aparezcan sueltos diseminados por el caldo, basta con
pincharlos en una cebolla que luego retiraremos al finalizar la cocción.

Conservación de las claras de huevo


Cuando para una receta has usado sólo las yemas de los huevos y te han
sobrado las claras, guárdalas, recién separadas de sus yemas, en el
congelador. Mételas en un recipiente hermético, te durarán varios
meses. Luego podrás emplearlas para muchas preparaciones, como
tortillas, suflés, etc. Para descongelarlas, introdúcelas en la nevera (en
su mismo recipiente). En la nevera también aguantan vario días,
siempre que la temperatura sea la adecuada, unos 4ºC. Por cierto, para
separarlas de las yemas no hay que usar las cáscaras, ya que no siempre
están limpias y contienen restos de excrementos. Para ello existen unos
artilugios (“separadores de claras”) con los cuales se manipulan muy
poco las cáscaras de los huevos.
Conservación y manipulación del cebollino
El cebollino es una hierba aromática de la misma familia que la cebolla,
el ajo y la chalota. Tiene un sabor muy delicado que recuerda
ligeramente al de la cebolla, pero más suave porque contiene menos
azufre que ésta.
Se conserva muy bien en un tupper bien lleno y forrado interiormente
de papel absorbente, aunque no aguanta tantos días como el perejil,
ya que sus tallitos cilíndricos son muy delicados. Coloca también papel
absorbente antes de colocar la tapadera.
Debe cortarse siempre con un cuchillo bien afilado, ya que si
empleamos uno que no lo está el cebollino acabaría aplastado.
Una vez cortado, puede aguantar varios meses en el congelador.
El cebollino es muy rico en vitaminas A y C, así que añádelo siempre al
final de tus preparaciones para conservar intactas la mayor cantidad
posible de estas vitaminas.

Sobre el carpaccio.
El carpaccio es un plato que consiste en unas lonchas muy finas de
carne cruda, de añojo o vacuno, de primerísimo calidad, que se
maceran con zumo de lima o limón.
Si bien el origen exacto del plato se ignora, es corriente la afirmación
de que data de mediados del siglo XX y que procede de la invención de
Giuseppe Cipriani, en el Harry's Bar de Venecia, donde habría sido
preparado a petición de una cliente, Amalia Nani Mocenigo, a quien su
médico le había prescrito comer carne cruda.
Estas finas lonchas de carne suelen servirse rociadas con aceite de oliva
virgen extra, acompañadas de unas lascas de queso parmesano. Para
conseguir estas virutas de queso, es muy útil el pelaverduras de
cuchilla transversal. Y para obtener las finas láminas de carne con
facilidad, ésta debe estar ligeramente congelada, formando un bloque
casi compacto pero sin que esté duro del todo. Luego, lo ideal es cortar
la carne con un cortafiambres. Si no se dispone de éste, puede
emplearse igualmente un cuchillo de hoja grande y bien afilado.
Cómo limpiar calamares
La manera más rápida de conseguir unos calamares bien limpios es
pedirle al pescadero que nos preste este servicio, pues tiene mucha
práctica. Pero si hay que hacerlo en casa, tira de la cabeza del calamar.
Con ella saldrán todas las vísceras, entre las cuales encontrarás una
bolsa de color plateado que contiene la tinta (resérvala para otras
preparaciones, como el arroz negro). Retira la piel negruzca que
recubre el calamar, la pluma interior y dale la vuelta al cuerpo (como si
de un calcetín se tratara) para lavarlo también por dentro.
Los calamares no deben cocerse demasiado pues, aunque se piense lo
contrario, son muy tiernos y una cocción prolongada los endurecería.

No uses bicarbonato al cocer las verduras


Las hortalizas de color verde, que es lo que llamamos verduras, deben
cocerse siempre al vapor en una buena olla superrápida, dentro de un
cestillo con diez cucharadas de agua debajo y en tan solo 1 ó 2 minutos.
No quedan pardas en absoluto, y no hay ninguna necesidad de
refrescarlas si no se pasa de este tiempo. Cocerlas destapadas, en agua
salada con una cucharada de bicarbonato añadida, algo que todavía se
aconseja, es una aberración nutricional, ya que en el medio alcalino
que se crea se destruyen gran cantidad de vitaminas.

Pelar avellanas
Si tenéis avellanas sin tostar o poco tostadas, y conservan aún su piel
fina, podréis eliminara fácilmente introduciéndolas unos minutos en el
horno precalentado a unos 130ºC ó 140ºC. Colócalas esparcidas en una
bandeja de horno y vigílalas para que no se quemen. No tienen que
coger color sino tan sólo calentarse un poco para que, al sacarlas,
colocarlas en el interior de un paño y frotarlas unas contra otras, se
desprendan las pieles.
Cocinar alimentos en la plancha
Cuando vayas a cocinar alimentos en la plancha, es preferible untar
éstos previamente con un poco de aceite de oliva virgen para evitar
que se resequen, aunque la plancha no necesite ningún tipo de grasa.
Sin nada de grasa, el pescado, la carne o las verduras perderán parte
del agua de su composición, es decir, su jugosidad. Si usamos una
brocha de cocina (las de silicona son las más prácticas) o un spray de
aceite, la cantidad de grasa, y por ende de calorías, que añadimos a los
alimentos será relativamente pequeña y, sin embargo, el resultado será
mucho mejor. Podéis también usar aceites aromatizados para darle un
toque especial a vuestras preparaciones.
Para que los alimentos no se adhieran a estas planchas, a la hora de
cocinarlos, éstas tienen que estar lo suficientemente calientes, y los
alimentos deben salarse después de cocinados, para evitar que se
resequen. Tampoco deben pincharse con un tenedor para darles la
vuelta, sino hacerlo con herramientas de madera o con unas pinzas
largas de cocina.

Almejas, cómo conservarlas vivas


Las almejas son moluscos bivalvos, es decir, con dos conchas o valvas. Si
están muy frescas y las queréis conservar en la nevera uno o dos días,
conservadlas en la malla en la cual nos las suministra el pescadero.
Envuélvelas en un paño húmedo y dentro de una bolsa de plástico sin
cerrar del todo, para que no se mueran. Así evitaréis que la nevera se
manche y que huela toda ella a marisco.

Algunos consejos para conservar la albahaca fresca


La manera ideal de conservar la albahaca en el frigorífico es
introduciéndola en un tupper pequeño, lleno hasta arriba y forrado
interiormente con papel de cocina. La albahaca, a diferencia de otras
hierbas aromáticas, no congela demasiado bien, aunque esté picada.
Sin embargo, el pesto, salsa de origen italiano elaborada a base de esta
hierba, sí que congela perfectamente. Durante los meses que hace
demasiado frío para que crezca la albahaca, los italianos conservan sus
hojas frescas en frascos, salándolas ligeramente y llenándolos de
aceite de oliva. Luego los cierran herméticamente y los guardan en la
nevera.
Las acelgas, cómo cocerlas y conservarlas
Para manipularlas correctamente hay que lavarlas rápidamente, sin
dejarlas en remojo y sin trocear. Lo ideal es cocerlas al vapor en una
olla superrápida.
Como son muy ricas en agua (más de un 70%), no es necesario añadirle
más para cocinarlas. Con la suya propia y la que queda tras el lavado
será suficiente. Por cierto, se cuecen en 2 minutos.
Una vez las hayamos cocido, ya sí podremos trocearlas. Si las
troceamos antes de cocerlas éstas perderán parte de sus propiedades en
el agua de cocción.
Si se trata de acelgas congeladas, cuécelas sin nada de agua en el
microondas, bien tapadas. En 5 minutos estarán lista.
Si has comprado acelgas y no puedes cocinarlas ese mismo día,
envuélvelas en papel de cocina e introduce este paquete en una bolsa
de plástico. Si las metiésemos directamente en la bolsa de plástico, las
acelgas sudarían y, al seguir respirando, se pudrirían en poco tiempo.

Sobre las aceitunas..


Las aceitunas son un fruto muy saludables, pues contienen la vitamina E
más pura que se puede consumir, una elevadísima cantidad de
antioxidantes y, además, sus ácidos grasos son los mismos que los del
aceite de oliva virgen.
Son ricas en fibras y minerales, y poseen una cantidad muy respetable
de calcio, la mitad que la leche.
Muchas personas, sin embargo, las desprecian o suprimen de su dieta
porque no las consideran realmente un alimento o porque piensan que
engordan. Ninguna de esas cosas son ciertas. Por supuesto que aportan
caloría, pero tampoco es necesario tomarse un kilo. Un truco para hacer
que éstas no nos engorden es añadírselas a las ensaladas, en pequeñas
cantidades y disminuyendo la cantidad de sal y aceite.
Si has comprado aceitunas y éstas te resultan demasiado saladas, añade
un poco de agua natural al frasco que las contiene.
Si por el motivo que sea las aceitunas te han quedado con poco caldo,
suple la cantidad de líquido que falta con agua salada hasta cubrirlas.
Por cierto, una vez abiertas, guárdalas siempre en el frigorífico.
Pelar pimientos asados
Te vamos a proponer a continuación dos trucos para perlar los pimientos
asados con suma facilidad. El primero de los trucos consiste en
introducir el pimiento, recién asado, en un recipiente con agua y hielo.
Este cambio tan brusco te temperaturas va a hacer que la piel del
pimiento se separe de la carne, facilitándonos en gran medida la ardua
tarea de pelar los pimientos. El otro truco consiste en envolver el
pimiento asado con papel aluminio. Al hacer esto, los mismos vapores
del pimiento, que permanecen dentro del envoltorio, provocarán que la
piel de éste se desprenda. Tanto un truco como el otro son igualmente
efectivos y nos ahorrarán mucho tiempo... y quemaduras!

Desglasar cacerolas y sartenes


Cuando doramos una pieza de carne, ave o pescado en una cacerola
apropiada o sartén, incluso en una parrilla, siempre se quedan
adheridos en el fondo ciertos jugos del alimento que son una pena
desperdiciar. Para aprovecharlos, basta con añadir un poco de líquido a
esta cacerola o sartén calientes, después de acabar el dorado, y rascar
con una cuchara de madera manteniendo el fuego encendido. Deja
reducir hasta obtener un jugo con cierta consistencia. Este líquido
puede ser desde agua hasta, mucho mejor, vino, jerez seco, brandy, o
lo que cada uno prefiera y vaya mejor con el alimento que estemos
cocinando.

Cómo conservar y cocinar las castañas


Como la mayoría de los frutos secos, se encuentran desde principios de
otoño hasta finales de invierno. La castaña que normalmente se
consume es la castaña europea o castaña común. Existen otras tres
variedades que son la castaña americana, la castaña china y la
japonesa. Se diferencian en la propiedad de hidratos de carbono que
tienen y en su dulzor. La castaña china es la más dulce para el paladar.
Son unos frutos que no tienen mucho aporte calórico, tienen un
contenido de grasas inferior, pero si que tienen gran cantidad de
hidratos de carbono. En la gastronomía española se consumen mucho.
Se pueden cocer cocidas, crudas, asadas, y así podemos hacer purés,
cremas, etc. Cuando se vayan a asar o a cocer, hay que darles un corte
en la piel para que no se abra y no estalle, sobre todo cuando se asan.
Para conservarlas, deben mantenerse en un lugar fresco y seco no se
deben meter en bolsas de plástico porque se pueden humedecer o
enmohecer.

Reconocer almejas en mal estado


La almeja es un producto alimenticio de alto riesgo sanitario, causante
de intoxicaciones alimentarias, ya que es una materia prima que con
frecuencia contiene gérmenes patógenos. Esto, unido a que la
preparación culinaria requiere un cocinado corto en el tiempo, permite
a algunos gérmenes resistir a la cocción.
Puede ocurrir que varias personas consuman este marisco en el mismo
momento y en las mismas condiciones y que sólo algunas presenten
síntomas de intoxicación. Ello se puede deber a que cada almeja es un
ser individual con su propia flora bacteriana, es decir, unas almejas
pueden estar contaminadas y otras no. Por tanto, el que más come más
posibilidades tiene de consumir alguna contaminada.
Para reconocer las almejas en mal estado: Meter en agua con sal y
lavarlas. Las que están en mal estado se abrirán. Si la almeja está
abierta y al presionarla no se mantiene cerrada, habrá que desecharla.

Qué hacer con el agua de cocer los huevos


Cuando hiervas huevos, reserva el agua de la cocción. Ésta se encuentra
repleta de minerales procedentes de la cáscara del huevo, y tus plantas
agradecerán que las riegues con ella. Eso sí, antes de hacerlo debes
esperar a que el agua se enfríe.

Aceite de ajo
Este aceite de ajo viene perfecto para aliñar las ensaladas, sobre todo
las de escarola, que siempre piden un toque de ajo.
Pela una o dos cabezas de ajo e introduce los dientes en un frasco de
cristal con un buen aceite de oliva virgen. De esta forma,
conseguiremos dos cosas: tener ajos pelados a mano y un estupendo y
aromatizado aceite con el que aromatizar nuestros platos. Si te gusta el
picante, puedes añadirle unas cuantas guindillas. También
puedes introducir en el frasco algunas hierba, como romero, tomillo,
laurel... Así obtendremos un aceite aromatizado que nos servirá tanto
para los aliños de nuestras ensaladas como para nuestras pizzas, carnes
y pescados a la plancha,... y para todo lo que se te ocurra!
Champiñones todo el año
Disfrutar de los champiñones en cualquier época del año es muy fácil.
Sólo tienes que seguir este sencillo truco de cocina: Lo primero que
deberemos hacer es cocerlos a fuego lento en una olla con abundante
agua hirviendo y sal. Si lo deseamos, también podemos añadirle unas
gotas de limón para evitar que los champiñones ennegrezcan por la
oxidación. Cuando hayan transcurrido 12 minutos de cocción los
introduciremos en frascos de cristal con el mismo caldo de la
cocción. Ahora pon los tarros al baño María, es decir, introdúcelos en
una cacerola amplia que contenga agua y deja hervir durante 20
minutos. Lo que vamos a conseguir con esto será esterilizar el interior
de la conserva. Con este truco tan sencillo tendremos champiñones
durante todo el año.

Cocinar fruta

Cuando se cuecen frutas en el horno se deben elegir piezas maduras,


pues cuanto menos maduras estén, más taníno producen, lo que le da
sabor acre. A la hora de preparar frutas con aguardiente, hay que
blanquearlas previamente y luego pincharlas con un palillo de diente
para que penetre el alcohol. Si hacemos una ensalada de frutas, el
azúcar se añadirá siempre al final para que no ablande las frutas. Otra
opción sería rociarlas con almíbar.

Carnes asadas
Las carnes pueden asarse a la parrilla, en cazuela o al horno. Para que
éstas queden en su punto, es necesario lograr un buen equilibrio entre
la intensidad del fuego, la cantidad y la calidad de las mismas.
Si quieres que una carne asada te quede bien jugosa, úntala con grasa
(preferiblemente, aceite de oliva) y riégala con caldo de vez en cuando.
La manera de comprobar si una carne está asada es muy sencilla: basta
con pincharla con una aguja larga; si el jugo que sale del interior de la
carne es rojizo, la mantendremos al calor hasta que éste salga
blanquecino. Algunas de las piezas más idóneas para preparar asadas
son la babilla, el solomillo, la pierna de cordero, el redondo y las aves
enteras.
La cocción perfecta del arroz
Os proponemos a continuación una serie de trucos para que tus arroces
tengan una cocción perfecta: No lo cuezas a fuego demasiado intenso,
pues los granos podrían reventar. Cuanto mayor sea la cantidad de
arroz, menor será el tiempo de cocción. Esto es así porque el arroz
retiene el calor y seguirá cociéndose una vez lo retiremos del fuego. Si
comenzamos la cocción con el líquido en frío, el arroz quedará más
meloso. Si lo cocemos con el líquido en caliente éste nos quedará más
suelto. En ocasiones puede sofreírse el arroz en una materia grasa antes
de cocerlo. Esta técnica es la base del risotto, la paella, el arroz a la
griega, etc. La cantidad de agua de cocción puede variar. Si lo cueces
en poca cantidad de líquido, tapa bien el recipiente para que no se
escape el vapor. También puedes poner el arroz en remojo
previamente. Así evitarás que sus granos revienten, resultará menos
pegajoso y ahorrarás agua de cocción.

Bizcochos más sabrosos


Si quieres que tus bizcochos queden más sabrosos y, además, resulten
más nutritivos, sigue este sencillo consejo: Pela una manzana, retírale
el corazón y tritúrala. Ahora sólo tienes que añadírsela a la masa de tu
bizcocho. Además de enriquecer el bizcocho con fibras, vitaminas y
minerales, la manzana aportará un sabor exquisito!

Pescado fresco
Para que el pescado nos brinde todos sus beneficios, éste debe estar
fresco. Esto es fundamental, ya que un pescado que se encuentra en
descomposición puede provocar intoxicaciones. Por ello, es importante
conocer algunos trucos que nos permitirán identificar aquéllos que
están en buen estado de los que no lo están: Observar los ojos del
pescado. Éstos deben ser brillantes, transparentes y un poco
resaltados. No comprar si los ojos están hundidos, vidriosos o de color
gris. Verificar que la carne esté bien adherida a las espinas y que tenga
un aspecto firme y tirante. No comprar si tiene una textura blanda.
Oler el pescado, ya que el fresco desprende un olor agradable a "mar"
mientras que un excesivo "olor a pescado" significa que éste se
encuentra poco fresco o, incluso, que está en estado de
descomposición. Verificar que las escamas estén bien pegadas al cuerpo
y unidas entre si. Acaricia el lomo del pescado en el sentido contrario
al de las escamas, cuantas menos escamas caigan más fresco estará el
pescado. No adquirir pescados que presenten viscosidades en las
escamas. Observar que la piel posea una apariencia lisa y brillante, sin
arrugas ni manchas. Verificar que las agallas tengan un aspecto
limpio, brillante y de color rojo vivo o rosado. No comprar si están
pálidas, amarillentas o lechosas.

Asar patatas rápidamente


Las patatas asadas son una estupenda guarnición para nuestros pescados
y, sobre todo, para las carnes cocinadas a la brasa. Están riquísimas,
pero tardan una eternidad en hacerse. Aquí tenéis algunos consejos
para asar las patatas en menos que canta un gallo! Antes de ponerlas en
el horno a asar o incluso a cocer, pínchalas profundamente con la
punta de un cuchillo. Ayuda mucho a acelerar el asado de una patata
(entera) si se cuece primero antes durante quince minutos, y a
continuación se introducen en el horno, durante una media hora ó 40
minutos. Si son muy grandes es mejor partirlas en dos. Otra alternativa
es asarlas en el microondas: pínchalas con un cuchillo u otro objeto
punzante y dale a la máxima potencia. En menos de 10 minutos
obtendrás unas ricas y tiernas patatas asadas. Por cierto, no les quites
la piel cuando vayas a comértelas… Es lo mejor!

Pelar tomates en un santiamén


Aquí te proponemos un truco para que puedas pelar los tomates en un
santiamén: Hazle un corte de cruz a la base del tomate e introdúcelo en
un cazo con agua hirviendo durante medio minuto. Sácalo del cazo y
mételo en un recipiente con agua y hielo. Esta breve cocción
(escaldado) del tomate, unido al brusco cambio de temperatura al cual
lo sometemos, va a hacer que la piel se desprenda prácticamente por sí
sola.
Arroz siempre suelto
En muchos de nuestros platos nos gusta que el arroz quede suelto y sin
pegarse los granos entre sí. Estos son los trucos que puedes practicar:
El truco más fácil es añadir un chorrito de aceite al arroz (por ejemplo
si hacemos arroz blanco, o para guarniciones, incluso mejorará el
sabor). Si hacemos paellas o arroces regionales el truco para que el
arroz quede suelto, es poner un fuego fuerte durante los primeros 5 - 7
minutos (hasta que empiecen a observarse los granos en el caldo). A
continuación se va bajando el fuego hasta que acabe la cocción.
Utilizar las variedades idóneas de arroz que permiten una cocción con
poco almidón. Estas variedades son: arroz de grano largo, arroz
vaporizado y arroz basmati.
Empanados más sabrosos
Si queremos que nuestros empanados queden más sabrosos y con un
aspecto delicioso, añádele al pan rallado un poco de cebolla picada,
ajo en polvo, nuez moscada y perejil picado también muy fino.
Mézclalo todo muy bien y reboza tus carnes y pescados con esta mezcla.
Es un truco muy sencillo con el cual podremos conseguir unos
empanados muy sabrosos, crujientes y apetecibles.

Ajos en conserva
Si queréis elaborara vuestras propias conservas de ajos, ya sea para
comerlos solos como aperitivo, o para guarniciones y ensaladas, sigue
los consejos que te proponemos a continuación: Lo primero que
deberemos hacer es pelar los dientes de ajo y cocerlos en un cazo con
agua hirviendo durante un minuto. Pasado ese tiempo, los
escurriremos y pasaremos por agua fría. Repetiremos esta operación
hasta un total de cuatro veces, con el fin de que el ajo pierda parte de
su potente sabor y olor. El siguiente paso será introducir nuestros ajos
en un frasco de cristal y cubrirlos con aceite de oliva. También
podemos cubrirlos con una solución de agua y vinagre. Ahora tapamos el
frasco de cristal y lo cocemos al baño María durante 10 minutos
(desde que comience a hervir el agua). Transcurrido ese tiempo,
retiraremos el frasco del agua hirviendo y lo dejaremos enfriar. Y ya
podemos disfrutar de unos ricos ajos en conserva durante todo el año!
Pulpo bien tierno
Seguramente alguna vez te has encontrado con que, al preparar un
pulpo cocido, éste ha resultado con una textura algo dura o correosa.
Te vamos a proponer aquí un par de trucos, para que tú decidas el que
más te gusta y lo lleves a la práctica: Si el pulpo es fresco, podemos
congelarlo hasta el momento de su consumo. Al congelar el pulpo lo
que conseguimos es romper su estructura nerviosa, ablandándose su
carne. Cuando lo descongelemos y lo cozamos nos encontraremos con
una textura bien tierna.

- Otra alternativa sería añadir un poco de harina y aceite de oliva al


agua de cocción. De esta manera, además de lograr el objetivo que
estamos buscando, el pulpo ganará en sabor.

Hojas de lechuga crujientes


Si quieres que tus ensaladas tengan un aspecto inmejorable, pon las
hojas de lechuga en remojo con agua, hielo y un chorrito de limón.
Déjalas así durante 30 minutos. A la hora de elaborar nuestra ensalada,
simplemente tendremos que escurrir bien las hojas. Con este truco
vamos a conseguir unas hojas de lechuga con una textura muy crujiente
y un aspecto muy refrescante. Ya sólo quedaría darle un buen volumen
a nuestra ensalada y añadirle los ingredientes que más nos apetezcan.
Y…Buen provecho!

Salsa rosa con un toque especial


Seguro que todos sabéis preparar una salsa rosa. Haces un poco de
mayonesa, le echas un poquito de tomate ketchup, bates, … Pero si de
verdad queréis darle un toque especial a vuestra salsa rosa, añadidle un
chorrito de vermouth rojo de la marca que más os guste. También le va
muy bien unas gotitas de zumo de naranja y otras de tabasco. Veréis
como lo agradecen las gambas!

Pierna de cordero más sabrosa


Si quieres que, al cocinar una pierna de cordero, ésta te quede bien
jugosa y sabrosa, inyéctale, antes de cocinarla, con una jeringuilla y en
varios puntos, vino blanco o coñac.

Cómo elegir el aguacate perfecto


Muchas veces compramos un aguacate y cuando llegamos a casa no hay
quien se lo coma. Solucionar esto es tan simple como cogerlo en la
mano y, si al apretarlo con un dedo, se hunde un poquito, entonces es
que está en el punto perfecto. Si se hunde demasiado, no nos durará
mucho tiempo, así que deberemos consumirlo cuanto antes (aunque
esto también depende de nuestros gustos), y si no se hunde nada, no
habrá quien se lo coma, ni quien lo deshuese, ni quien lo trocee para
elaborar esas recetas que necesitan de este preciado manjar.Existe otro
truco para saber si el aguacate está en su punto. Consiste en desprender
el tallito que queda adherido a este fruto. Si, al desprenderlo, el
interior se observa verde, entonces el aguacate estará maduro y listo
para consumir.

Evitar la oxidación de las manzanas


Para que las manzanas cortadas no se pongan feas por la oxidación,
mételas en un bol con agua fría y unas gotas de zumo de limón.

Cómo saber si un huevo está caducado


Para saber si un huevo está o no caducado, sumérgelo en un bol con
agua. Si el huevo permanece en el fondo en posición horizontal,
entonces éste estará en condiciones óptimas de consumo. Si, por el
contrario, el huevo flota en posición vertical, esto querrá decir que está
caducado.

Eliminar bacterias de los trapos de cocina


Este es un truco muy sencillo para eliminar la bacteria tipo E-coli y la
salmonela que se encuentran en los trapos de cocina, estropajos y
esponjas, y sin recurrir a la lejía. Simplemente se ponen en el
microondas a la temperatura más alta durante 60 segundos. No sólo
se eliminan las bacterias, también el olor a trapo viejo.
Para que las peras aguanten más tiempo
Si guardas las peras en un frutero hazlo con los rabos colocados hacia
arriba y procurando que no se toquen entre sí, te durarán más tiempo.

Gratinados crujientes
Si quieres que tus platos gratinados queden más crujientes, mezcla el
queso con pan rallado.

Salsas con mostaza


La mostaza siempre se debe añadir al final de la elaboración de una
salsa, pues no soporta la ebullición. A la hora de abrir un bote de
mostaza debes tener en cuenta que ésta se comenzará a deteriorar
rápidamente, ya que se trata de una salsa muy delicada. Por ello, te
aconsejamos que no tardes demasiado en consumirla. De todas formas,
si quieres prolongar su conservación, añádele un buen chorro de
vinagre, que actuará como conservante.

Cómo eliminar el gusto de la mantequilla rancia


Para que se vaya el gusto de la mantequilla rancia inserta en ella una
zanahoria cruda pelada.
Aliñar ensaladas
La lechuga se aliña en el último momento. Se recomienda, en las
ensaladas, echar primero el aceite, remover y luego incorporar el
vinagre, la sal y, si se quiere, pimienta.

Verduras con color


Para que las verduras conserven su color verde basta con añadir una
cucharadita de bicarbonato sódico al agua de cocción. Una vez
escaldadas, sumérgelas en agua con hielo. Siguiendo estos dos pasos
obtendrás unas verduras bien crujientes y coloridas.

Como eliminar el sabor amargo de las berenjenas


Para quitarle ese punto de sabor amargo, corta las berenjenas en
rodajas gruesas, las espolvoreas con sal gorda y, a continuación, vierte
sobre ellas un poco de leche, las dejas reposar unas dos horas, las
escurres y las secas con un papel.

Para evitar que se nos peguen las tortillas


Para que la tortilla no se pegue hay que esperar a que el aceite humee
un poco. Luego, añade la mezcla del huevo y la patata, espera unos
segundos y da rápidamente un giro seco de un cuarto de circunferencia
con el mango de la sartén.

Otro truco para evitar que se nos adhiera la tortilla es añadir unos

granos de sal gruesa sobre la superficie de la sartén.


Tortilla con volumen y muy esponjosa
Para que una tortilla nos salga con un aspecto inmejorable, añade una

pizca de levadura a la mezcla. Verás lo esponjosa que nos sale la

tortilla, además de haber aumentado su volumen.


Arreglar guisos salados
Para arreglar un guiso que nos ha quedado demasiado salado, añade

trozos de patata crudas y deséchalas una vez que hayan cumplido

con su labor. Lo que hace la patata es actuar como una esponja,

absorviendo el exceso de sal presente en el guiso.


Limpieza de batidoras no desmontables
Para limpiar una batidora no desmontable, llena un vaso de agua hasta

la mitad con un poco de lavavajillas. Haz funcionar las aspas unos

segundos, enjuágalas y deja secar.


Improvisar un rodillo
Si necesitas un rodillo para amasar y no tienes uno a mano, puedes usar

una botella de cristal lisa llena de agua para que ejerza presión.

También puedes usar una botella de plástico llena de líquido y envuelta

en una media para evitar que la masa a extender se pegue en el

improvisado rodillo.
Cubitos de hielo transparentes
Para que los cubitos de hielo salgan transparentes, hierve el agua

primero y luego enfríala en la nevera. Cuando congeles los cubitos

saldrán transparentes ya que el agua hervida contiene menos oxígeno y

se solidifica con mayor rapidez.


Ahuyentar hormigas de la cocina
Para que las hormigas no se cuelen en la cocina, pon estratégicamente

clavos de olor en los posibles orificios de entrada de estos insectos. Los

mantendrán alejados mientras desprendan su aroma.


Si nos quedamos sin vino blanco para cocinar
Si nos hemos quedado sin vino blanco para cocinar y no tenemos ganas

de ir a comprarlo, utiliza vinagre con un poco de azúcar. Déjalo cocer

unos minutos. En nuestras comidas, dará el mismo resultado que si

hubiésemos empleado vino blanco.


Pan rallado casero
No tires los restos de pan que te vayan sobrando de días anteriores. Ve
guardándolos para hacer tu propio pan rallado
Aprovechar los frutos secos que nos sobran tras
la Navidad
Al acabar la Navidad siempre nos sobra infinidad de frutos secos.
Introdúcelos en un envase bien hermético. Podrás emplearlos en
multitud de recetas a lo largo del nuevo año.
Cómo conservar cebollas
Las cebollas ya partidas se conservarán mucho mejor si en la zona del
corte las untamos con un poco de aceite de oliva.
Cómo aprovechar las hojas de lechuga más
verdes
Las hojas de lechugas que están un poco feas y no nos sirven para
ensaladas (romanillas, acelgas, canónigos…) podemos juntarlas con
otras verduras para elaborar purés o cremas de verduras ricas y suaves.
Estas hojas más feas suelen ser las exteriores y más verdes, donde
precisamene se concentra una mayor cantidad de vitaminas. Por ello,
este consejo es ideal para aprovechar todas esas vitaminas que suelen
acabar en el cubo de la basura.

Almejas sin arena


En numerosas ocasiones, cuando compramos almejas en la pescadería
éstas vienen con arena. Para evitar la desagradable sensación de
encontrarse arena mientras degustamos las almejas proponemos un
truco infalible: Cuando llegues de la compra, sumerge las almejas en
un recipiente con agua y sal. De esta manera la almeja creerá estar en
el mar e irá expulsando toda la arena que contenga en su interior.

Pelar patatas cocidas


Un excelente y sencillo truco para pelar las patatas cocidas y sacar el
máximo rendimiento de éstas es usar una cuchara a modo de pelador.
De esta manera extraeremos toda la piel con suma facilidad y no
desperdiciaremos a penas patata.

Para que los huevos cocidos no se revienten


Para que los huevos no se revienten al cocerlos, añade al agua de la

cocción una cucharadita de vinagre y otra de sal.


Dosificador de aceite casero
Muchas veces echamos en la sartén más aceite del deseado. Para que

esto no te suceda más veces, en lugar de abrir la botella de aceite

completamente, hazle un pequeño agujero en el tapón. De esta forma

calcularemos mejor y sólo emplearemos la cantidad de aceite que

necesitemos.
Tortillas esponjosas
Si quieres conseguir una tortilla de patatas bien esponjosa, añade una

cucharada sopera de leche por cada dos huevos. Te sorprenderá el

resultado.
Sobras de arroz blanco
Si te ha sobrado arroz blanco, puedes aprovecharlo para elaborar una

rica y refrescante ensalada de arroz. Le puedes añadir atún, maíz,

mayonesa, manzana, unos daditos de qeso fresco…


Cocinar salchichas sin aceite
Para ahorrar en aceite cocinando salchichas frescas, hiérvelas con un
poco de agua; luego se escurren, se pinchan para que salga su propia
grasa. Ahora ya puedes freírlas en esa grasa que han expulsado. Esta
original manera de cocinar las salchichas, nos va a permitir, además de
ahorrar aceite, ingerir menos calorías.

Oxidación de frutas
Para que las frutas no se oxiden y se pongan negras al realizar una

ensalada, por ejemplo, basta con untar la ensaladera con un poco de

limón exprimido. De esta forma permanecerán con un aspecto fresco

hasta el último momento.


Alcachofas negras
Para evitar que se nos oxiden las alcachofas y éstas mantengan todo su

color, verteremos éstas, una vez deshojadas, en un bol con agua y unas

ramas de perejil. Otra alternativa es sustituir el perejil por un limón

cortado, aunque éste le confiere algo de sabor a la alcachofa, siendo,

por tanto, más efectivo el perejil.


Conservación de fresas
La fresa es una fruta muy delicada. Para que éstas nos aguanten

durante más tiempo basta con colocarlas en un colador, dentro del

frigorífico (sin tapar). De este modo, el aire circulará entre ellas y no se

oxidarán ni corromperán
Aprovechamiento de las espinas de pescado
Después de hacer un caldo con la cabeza y las espinas de merluza (u

otro pescado), no tires éstas. Saca la carne cocida y aprovéchala para,


junto con dos huevos, harina, perejil y gaseosa, hacer unos estupendos

buñuelos de pescado.

Conserva y mejora de aceitunas


Para conservar y mejorar el sabor de las aceitunas, bastará con

introducirlas en un frasco de cristal junto con una rama de tomillo y

dos dientes de ajo machacados (sin pelar). Lo cubriremos con aceite

de oliva y reservaremos hasta su próximo uso. También podemos

añadirle unas cortezas de limón, orégano…


Conservar especias
Debemos guardar las especias en un lugar oscuro y fresco, ya que el

calor y la luz las resecan y les restan aroma y propiedades.


Coliflores blancas
Si queremos que la coliflor, una vez cocida, no pierda su color blanco,
bastará con añadir un poco de leche al agua donde las vayamos a
cocer.Por cierto, si pasamos las coliflores por la Thermomix (o la
batidora eléctrica, en cuyo caso luego tendremos que pasar por un
colador chino) con el agua y la leche de la cocción y, además, le
agregamos una nuez de mantequilla y lo salpimentamos, obtendremos
una exquisita y nutritiva crema de coliflor, ideal para acompañar carnes
y pescados.
Conservar el caldo de verduras
Es bueno saber que el caldo de verduras aguanta en el frigorífico dos
días, mientras que a temperatura ambiente, solamente uno. Además,
no es recomendable dejar el caldo, tras su cocción, en la olla. De esta
manera se nos estropearía. Por ello, lo más aconsejable es pasarlo a un
recipiente de cristal tras su elaboración. Una vez se haya templado, el
caldo ya estará listo para taparlo (con film transparente, papel alumnio,
etc.) e introducirlo en el frigorífico.

Ajos siempre frescos


El ajo no debe guardarse en la nevera. Si lo hacemos, éstos se nos
pudrirán en pocos días. Lo ideal es conservarlos en un lugar fresco y
seco.
Frituras perfectas
Si queremos conseguir unas frituras con un buen acabado, crujientes y
nada aceitosas, debemos, una vez fritas, depositarlas sobre papel
absorbente.
Cómo extraer todo el zumo a naranjas y limones
Se trata de un sistema rápido y fácil: Introducimos el limón/naranja en
el microondas. Calentar y, cuando queme, lo sacamos, le hacemos un
agujero en uno de sus extremos y exprimimos suavemente con la mano.
De esta manera saldrá todo el jugo sin esfuerzo, y sin semillas.
Un café excelente
En cuanto el café comience a llenar el contenedor, debemos bajar el
fuego. Cuando el café cubra las ¾ partes del contenedor, volvemos a
subir el fuego. Antes de servirlo, no olvide removerlo bien en la
cafetera.
Esterilizar botes de conserva
Para que las mermeladas, confituras, jaleas, almíbares de frutas, etc.
se conserven bien hay que esterilizar los envases. Esta esterilización
"casera" es muy sencilla:

Esterilización de envases para mermeladas:


Hervir durante un cuarto de hora en una olla grande los envases que
vayamos a utilizar para las mermeladas. Después, los ponemos a
escurrir boca abajo en un paño limpio. Recordar que, si los envases
llevan arandelas de goma, éstas deben ser nuevas y hay que escaldarlas
en agua hirviendo también.

Esterilizar envases para conservas en


general:
Para evitar que se rompan, ponemos dos paños, uno doblado en cuatro
en el fondo, y otro entre los botes para evitar que se golpeen entre sí.
Echar agua saturada de sal hasta tapar el contenido de los botes, pero
sin que llegue a la tapa. Hervir según el tamaño de los botes. Por
ejemplo, 1 hora para botes de 500 gramos, y una hora y media para los
de un kilo.
Desmoldar tartas y bizcochos
Cuando elaboremos tartas o bizcochos, debemos ser pacientes y
esperar a que éstos pierdan algo de temperatura antes de
desmoldarlos. Si desmoldamos el bizcocha al instante de sacarlo del
horno, es muy posible que éste se nos quiebre. Además, debemos
desmoldarlo sobre una rejilla para repostería, o utensilio similar, para
que se enfríe más rápido y no se condense la humedad.
Aves jugosas
Un buen truco para evitar que las aves que cocinemos al horno no nos
queden secas es envolver éstas con unas lonchas de panceta. De esta
manera, las codornices, perdices, etc. nos quedarán bien jugosas y con
un sabor riquísimo.
Arroz blanco
Para que el arroz nos quede bien blanco, añade al agua de cocción
unas gotas de jugo de limón. Este es en realidad un truco doble, ya que
de esta manera también evitaremos que el arroz se nos pegue al
fondo de la olla.
Cómo aromatizar carnes y pescados a la barbacoa
Cuando estés cocinando carnes en la barbacoa, echa unas ramas de
tomillo, romero u otra hierba aromática al fuego. Este simple gesto le
dará a las carnes un aroma y sabor muy agradables.
Albóndigas tiernas y jugosas
Tradicionalmente se ha añadido pan rallado a la masa de las albóndigas.
Para que éstas nos queden más tiernas y jugosas, sólo tenemos que
sustituir el pan rallado por miga de pan mojada en leche.

Malos olores del horno


Si no hemos hecho una limpieza a fondo del horno y éste guarda olores
de usos anteriores, hay un truco para remediarlo y evitar que huela o
absorba el aroma de otros alimentos: introduce en el horno unas
cáscaras de limón mientras se está calentando
Limpiacristales casero
Prepara en casa tus propios limpiacristales:En un bote con pulverizador,
mezcla tres partes iguales de agua, alcohol de quemar y queroseno.
Agita bien, aplica el resultado sobre un trapo limpio y pásalo por los
vidrios y espejos. Quedará una película blanca que se eliminará pasando
otro trapo.
Otro limpiacristales casero podemos obtenerlo preparando una mezcla
de agua con jabón blanco y un poco de vinagre.
Al pasar un trapo impregnado en vinagre por los espejos y vidrios se
evitan que éstos se empañen. Esto es ideal para los espejos del baño,
mesas de vidrios y las ventanas de las cocina.

Frigoríficos limpos y sin malos olores


Cuando limpies el frigorífico, hazlo con agua y bicarbonato. Una vez
limpio, coloca en el interior del mismo un pequeño recipiente con
bicarbonato. Éste absorberá los malos olores del frigorífico.

Acabar con el olor a pescado


Si queremos eliminar el olor a pescado de nuestra vajilla podemos
sumergir ésta en una vasija con té muy cargado, o frotarlos con media
cebolla. El vinagre también es un buen aliado contra los malos olores.Si
lo que deseas es acabar con el olor a pescado que te ha quedado en la
casa tras cocinar, quema café molido en una sartén. Un remedio
preventivo es frotar bien el pescado con limón antes de cocinarlo.
Limpiar esponjas
Para limpiar nuestras esponjas, sumérgelas en una mezcla de sal y
agua durante un par de horas. Transcurrido este tiempo, enjuágalas
bien. Quedarán como nuevas.

Cristales bien relucientes


He aquí tres buenos consejos para que nuestras copas, así como
cualquier objeto de cristal, queden bien relucientes:
1. Mezcla agua con un poco de vinagre blanco y aplica esta solución a
tus cristales. Además de desengrasar, les dará un brillo sorprendente.
2. La limpieza con papel de periódico también da un resultado
sorprendente.
3. Frota con un paño seco, impregnado en ceniza de tabaco. Incluso
puedes utilizar esta técnica para limpiar tus gafas, sin miedo a que se
rayen.

Recuperar chorizos
Cuando nos quedan ristras de chorizo secas, envuélvelas en un paño
húmedo durante unas horas. Volverán a estar como el primer día.

Berenjenas crujientes
Para conseguir que nuestras berenjenas fritas queden bien crujientes,
introdúcelas, una vez cortadas, en cerveza. Una manera muy original de
presentarlas es en bastones, a modo de patatas fritas. Serán una
guarnición perfecta para las carnes

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