Una mujer extraordinaria

Lectura Biblica: Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se
entregó a sí mismo por mí”.

Cuando Jesús escogió a sus doce discípulos, hombres comunes con grandes personalidades para
llevar el más grande e importante mensaje del evangelio a toda creatura. El Dios de Abraham,
Isaac y Jacob es también el Dios de grandes mujeres que realizaron acontecimientos
extraordinarios con fidelidad y tuvieron personalidades influyentes para hacer la voluntad de Dios
(1 Corintios 1:27-29).

En la actualidad y con gran gozo podemos decir que es también el Dios de cada creyente en Cristo
que fielmente hace la voluntad de Él y siempre está preparado para ser utilizado como
instrumento en su obra.

Tanto los hombres como las mujeres en la Escritura fueron hechos a la imagen de Dios (Génesis
1:27) y cada uno adquirió funciones y deberes en un orden desde la creación (1 Pedro 3:7). La
Biblia describe a mujeres extraordinarias que tuvieron valor y fueron honradas por Dios.

La mujer creyente que vive bajo la voluntad y señorío de Dios tiene cualidades morales y
espirituales que sólo provienen internamente del corazón (1 Timoteo 2:9-10). La belleza, fruto de
la santidad es de gran estima a los ojos de Dios (1 Pedro 3:3-5).

En ocasiones hemos escuchado algunos ejemplos de liderazgo a seguir de hombres y mujeres del
mundo actual, sin embargo, Dios nos ha dejado un legado de historias reales con efectos eternos
en la Palabra de Dios que pusieron su esperanza, valor y fidelidad en Dios y que en consecuencia
han trascendido generación tras generación y tenemos el privilegio de conocerlas como enseñanza
y ejemplo para conducirnos como creyentes hoy en día.

Mencionemos a continuación algunos ejemplos de mujeres extraordinarias que marcaron la

historia en las Escrituras y que podemos ver cómo fueron usadas para propósitos de Dios:

Ester (Romanos 8:28) Fe, valentía, obediente, convicciones firmes, fidelidad

Sara (Hebreos 11:11) Fe, firmeza y esperanza

Rahab (Mateo 1:5-6), (Salmo 111:10) Fe, temor de Jehová, corazón entregado a Jehová

Rut (Rut 1:16-17) Fe, determinación, diligente, fidelidad, redimida

Ana (1 Samuel 2:1)

Fe, esperanza, perseverancia, perspectiva centrada en Cristo, mujer de oración

Mujeres extraordinarias que tuvieron un corazón dispuesto a escuchar la voz de Dios y fieles para
hacer Su voluntad. Las historias que leemos en la biblia, podemos aprender en gran manera cómo
Dios iba obrando en la decisión que ellas iban tomando, así como conocer la fe que tenían puesta
en los propósitos de Dios.

Su honestidad, el fervor de sus oraciones y la esperanza que tenían para glorificar al Señor.
Ninguna de ellas quiso desobedecer a Dios, sino que fueron obedientes, tomaron consejo y fueron
guiadas en cumplir su propósito.

Sus acciones de valentía y determinación son testimonio verdadero de cómo las mujeres creyentes
hoy en día pueden ser lumbreras para la gloria de Dios y ser de ejemplo a las nuevas generaciones.

Busquemos ejemplos que nos transformen nuestra vida, mujeres que tuvieron un corazón
dispuesto a ser guiadas por el Señor y que tuvieron una vida de oración tan ferviente que cuando
sus oraciones eran contestadas, daban la honra y gloria a Dios (Salmo 34:1), (1 Samuel 2:1).

Tengamos ese encuentro con Dios cada mañana, busquemos su guía y pidamos sabiduría que ser
formadas como Él formó a las mujeres extraordinarias de la Biblia. La Escritura es el mejor manual
que nos educa, enseña, guía y al que podemos recurrir para transformar nuestra vida, a través de
ella encontramos lecciones espirituales de personas que seguían y adoraban a Jesús.

Si decidimos tener un encuentro con Dios y buscamos su dirección, ciertamente viviremos

situaciones donde sólo con el poder de Dios tendremos victoria al cumplir con el llamado para el
cual fuimos escogidos.

Si deseamos que Dios nos transforme de mujeres ordinarias a mujeres extraordinarias, busquemos
la dirección de Dios a través del hermoso legado que encontramos en la Biblia, recordemos que
sólo aquel que dispone su corazón para servir a Jesús, tiene la oportunidad de experimentar el
poder de Dios de una manera extraordinaria (Juan 5:30), (Juan 8:29).