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LA BOHÈME

Giacomo Puccini
Introducción:
La bohème fue la ópera más popular y querida de Puccini, es un canto a la vida, la amistad y a
la juventud. Retrata la vida de las personas comunes del parís de 1830.
La bohème se basa en la novela Scènes de la vie de bohème, de Henri Murger, una colección
de viñetas que retrata a jóvenes bohemios que viven en el Barrio Latino de París, que afrontan
la pobreza, vicisitudes y tristezas de la vida con amistad, alegría, juventud y amor. Pero cabe
recalcar que Puccini (al igual que Mueger) vivió en carne propia las aventuras de la joven vida
de un artista bohemio de Paris.
Claude Debussy dijo que nadie antes había descrito la vida del París bohemio como lo hace
Puccini en la Bohème
Tomas Alba Edison escribió una carta a Puccini en 1920 donde expresaba “Los hombres
mueren y los gobiernos cambian, pero las canciones de la bohème vivirán para siempre”
El estreno mundial de La bohème tuvo lugar el 1 de febrero de 1896 en el Teatro Regio de
Turín y fue dirigido por el joven Arturo Toscanini. La ópera rápidamente se hizo popular por
toda Italia y pronto se montaron muchas más producciones.
Personajes:

Personajes Tesitura

Rodolfo, un poeta tenor


Mimí, una modista soprano
Marcello, un pintor barítono
Musetta, una cantante soprano
Schaunard, un músico barítono
Colline, un filósofo bajo
Benoît, su casero bajo
Alcindoro, un consejero estatal bajo
Parpignol, un vendedor de juguetes tenor
Un sargento de aduanas bajo
Estudiantes, trabajadoras, (varios)
ciudadanos, dependientes,
vendedores callejeros, soldados,
camareros, niños

Producción del Metropolitan Opera:


EN el año 2008 y bajo la producción de Franco Zeffirelli y con las actuaciones de Angela
Gheorghiu (Mimi), Ramón Vargas (Rodolfo), Ainhoa Arteta (Musetta), Ludovic Tézier
(Marcello), Oren Gradus (Colline), Quinn Kelsey (Schaunard) y Paul Plishka (Benoit y Alcindoro);
y la dirección de Nicola Luisotti, se monta de manera impecable La Bohème.
ACTO I:
Comienza en la Buhardilla que comparten los 4 artistas, en el día de nochebuena de 1830,
mientras Marcello pinta un cuadro y Rodolfo deja fluir sus pensamientos, ambos se lamentan
del frio que hace aquella noche, a tal punto que debaten entre quemar una silla o un libreto de
Rodolfo, y gana el libreto; llega Colline titiritando de frío y se sorprende al ver el fuego pero su
sorpresa se apaga cuando la llama se extingue. Cuando la puerta se abre nuevamente ingresa
Schaunard trayendo leña, pan, vino y monedas, y mientras trata de explicar (sin éxito de ser
tan escuchado) a que se debe tal bendición, el resto prepara la mesa, enciende la estufa y sirve
el vino; en el momento climax de su festejo suena la puerta, es el dueño de casa, Benoit, que
viene a cobrar la renta, sin saber qué hacer (si esconderse o no abrirle) no les queda más
remedio que hacerlo pasar; este entra a reclamar los tres meses de renta que le deben, ante lo
cual lo convencen de que cumplirán su promesa pero antes lo invitan a beber vino, llegando a
emborracharlo, y aprovechándose de su estado, logran sacarlo de la casa, supuestamente
indignados por los comentarios que ha realizado.
Felices con su suspicaz plan, deciden ir al café Momus, a celebrar la dicha que los acompaña en
esa noche, preparados para salir, Rodolfo les dice que se adelanten, que en 5 minutos baja,
que debe terminar un artículo. Entonces alguien llama a la puerta, es la vecina modista Mimi a
quien se le apagó la vela y necesita lumbre con que encenderla; no se ve muy bien de salud y
Rodolfo preocupado le ofrece un poco de vino y le invita a sentarse cerca de la chimenea, ella
ya repuesta agradece la gentileza y se dispone a irse una vez encendida su vela, pero se da
cuenta que a perdido las llaves de su casa; esta es la excusa perfecta para quedarse más
tiempo (pues ambos se han enamorado a primera vista) mientras buscan la llave su
sentimiento crece, y aunque Rodolfo ha encontrado la llave, no se lo comunica, pero si le
declara sus románticas intenciones y a la luz de la luna se cuentan sus ilusiones, ella le confiesa
su historia y que su verdadero nombre es Lucía, él cada vez se enamora más. Atraídos
mutuamente, la pareja sale tomados del brazo hacia el café Momus.

ACTO II:
Estamos en la plaza de la pequeña ciudad, en plena feria el comercio viene y va, Rodolfo le
compra un modesto sombrero a su amada y cuando se encuentra son sus amigos la presenta
como su pareja, ellos al ver la descripción de Rodolfo y la felicidad que desborda la aceptan y
aprueba como parte del grupo. Mientras se sientan piden algo de cenar, se ve como la feria
continúa su marcha y los niños revolotean buscando adquirir bagatelas, mientras us madres
van detrás indicando que es demasiado tarde y debe ir a dormir.
Marcello pregunta, ¿cuál ha sido el presente que Rodolfo ha hecho a Mimi, y ella responde
muy feliz y enamorada que un sombrero que deseaba desde hace mucho le fue regalado por él
y que ha leído los deseos de sus corazón haciendo alusión el amor que sienten mutuamente,
Schaunard y Colline le dan el crédito a Rodolfo, pero Marcello se muestra escéptico ante el
amor y discrepa con Rodolfo y Mimí, a tal punto de llamar veneno al amor; para no entrar en
más discusiones al respecto Colline y Schaunard proponen brindar, ante lo cual ninguno
discrepa y todos están de acuerdo; sin embargo en ese momento se escucha la voz de una
cantante conocida y entra el carruaje de Musetta (la antigua novia de Marcello) quien llega con
su admirador, un anciano ricachón llamado Alcíndoro, los meseros disponen la mejor mesa y
traen rápidamente la carta a la adinerada pareja, sin embargo Ni Marcello ni Musetta pueden
disimular los sentimiento que este encuentro les provoca. Ella aún lo ama y piensa como
llamar su atención, él también la ama pero se muestra duro e inconmovible porque aún tiene
dolor. Alcíndoro no se da cuenta de la situación, simplemente consiente y cubre todas las
excentricidades de Musetta. Entonces Musetta decide cantar una sensual aria dedicada
fingidamente a su nuevo amante (vals de Musetta: Quando m’en vò / “Cuando voy”)
provocando los celos de Marcello y de paso provoca vergüenzas a Alcíndoro; en ese momento
ella finge un dolor en el pie y pide a Alcíndoro que vaya a verle otros zapatos, para así poder
acercarse a Marcello con quien después de toda su actuación se reconcilia dejándose caer en
sus brazos.
La factura del café llega, pero al darse cuenta que no les alcanza para pagar lanzan otra
jugarreta de la cual Musetta forma parte y aprovechando un desfile militar que pasa por el
momento abandonan el café Momus dejando el pago del consumo al pobre ricachón
Alcíndoro. Ahora ya no son 4 sino 6 los bribones que conforman este peculiar pero muy
querido grupo.

ACTO III:
Ha pasado algo de tiempo, nos encontramos en una cantina en las afueras de París, En la
aduana de Enfer, los guardias revisan a todo aquel que entra a la ciudad. Mimi aparece
buscando por todos los lados a Marcello, hasta que por fin lo encuentra y empieza un dialogo
entre los dos en el cual ella le cuenta que Rodolfo se ha vuelto demasiado celoso y que hace
un par de días la ha abandonado diciéndole este es el fin le comenta también que ella se siente
bastante cansada y algo enferma; Marcello le indica que Rodolfo está dentro de la taberna,
mas ella no quiere que el la vea y le suplica a Marcello que le guarde el secreto pero que le
ayude conversando con Rodolfo, él le dice que vaya tranquila a casa.
Mimi se va pero se queda escondida entre los árboles; sale de la cantina Rodolfo y empieza a
comentarle a Marcello la decisión que ha tomado de separarse de Mimi, porque el amor se ha
acabado y aunque Marcello le hace ver sus propios errores Rodolfo no quiere cambiar, pero
entonces Marcello se da cuenta que Rodolfo no está siendo completamente honesto con él, y
Rodolfo viéndose descubierto no tiene más que decir sino la verdad, ama profundamente a
Mimi pero ella está muy enferma, y él no tiene los medios económicos para ayudarla, eso lo
está matando por dentro porque la ama demasiado pero en su pobreza poco puede hacer por
ayudar a Mimí y decidió fingir no amarla más para que ésta se olvide de él y se vaya a vivir con
otro hombre que pueda proporcionarle un modo de vida más confortable.
Marcello trata de callar a Rodolfo pues sabe que Mimi lo está escuchando, pero es imposible,
ella ya lo oyó, sale de su escondite y cae presa de la tos, entonces Rodolfo va a ayudarle,
Marcello los deja para volver a dentro de la casa con Musetta. Rodolfo y Mimi cantan su amor
perdido y planean separarse amistosamente, pero su amor es más fuerte y no pueden, así que
deciden permanecer juntos hasta que llegue la primavera (augurando así la esperanza de que
las cosas mejoren); mientras ellos cantan su reconciliación la otra pareja discute mostrando
una escena de contraste entre ambas relaciones, que resulta romántico y gracioso al mismo
tiempo. El acto termina con un beso entre Rodolfo y Mimí
ACTO IV:
Volvemos al lugar donde todo comenzó, la estrecha buhardilla de los 4 jóvenes artistas, han
pasado algunos meses. La vida sigue, el trabajo también (o eso parece), sin embargo ambos
enamorados, Rodolfo y Marcello se encuentran devastados por la pérdida de sus dos amores.
Schaunard y Colline entran cambiando el ambiente con una escena algo cómica, trayendo un
pan y un arenque, ante lo cual los 4 mosqueteros fingen un banquete, bailan y hasta actúan
una pelea (si hay algo que nunca falta en este grupo es la diversión y la imaginación)
De repente Musetta interrumpe la escena, entrando abruptamente a comunicarles que Mimi
está muy enferma y ha venido a cumplir su último deseo, poder ver a su amado; e encuentra
abajo, no puede subir las escaleras pues está muy débil, Rodolfo corre hacia ella y la sube
consigo, el resto prepara el lecho para que pueda descansar, mientras tanto Musetta comenta
como la encontró. Mientras yace recostada la tos la abruma, aunque ella dice sentirse mejor
pues está junto al abrigo de Rodolfo, como al inicio; se despide de sus amigos de nombre en
nombre y les pide que sonrían para Mimí
Musetta entrega a Marcello sus artes y le pide que los venda para conseguir medicina y un
doctor, salen los dos juntos en busca de lograr su cometido. Colline se saca su preciado viejo
abrigo, del cual nunca se había desprendido y se despide de él pues lo va a vender para ayudar
a Mimi, salen junto a Schaunard dejando a la pareja solos.
Rodolfo y Mimí se abrazan y besan como la primera vez (o aún más fuerte) rememoran sus
primeros días juntos, aquella vela, la llave, la noche fría, el sombrero; la enfermedad la va
desgastando más cada segundo, pero están juntos y eso es más fuerte. Musseta Marcello y
Schaunard regresan trayendo medicina e informando que el doctor está en camino, Musetta
se acerca a Mimí para entregarle un tejido de piel que compraron para que se abrigue, Mimi
está preocupada por el costo, está preocupada porque ve llorar a Rodolfo, trata de calmarlo, él
se retira un momento de su lado pero en ese instante ella exhala su último aliento. Mientras
Musetta reza Shaunard se percate que Mimi ha muerto y le avisa a Marcello; en ese momento
llega Colline y entrega a Musetta la moneda de plata que obtuvo por su abrigo. Rodolfo piensa
que Mimí está dormida pero Musetta también se da cuenta que ha muerto; nadie sabe cómo
decírselo a Rodolfo, solo Marcello alcanza a pronunciar Coraje (se fuerte), en ese momento
Rodolfo se da cuenta que Mimí ha muerto y en llanto desconsolado grita dos veces su nombre.

PALABRAS FINALES:
Él éxito de Puccini con esta ópera se debe a varios aspectos, pero quizás el principal a mi modo
de ver es la sencillez de sus 6 personajes principales, son gente del pueblo no de la aristocracia
ni burguesía de la época, retratan 6 personalidades y realidades distintas, con las que muchos
se han sentido identificados a lo largo de la historia, desde que se estrenó hace 124 años hasta
ahora.
La puesta en escena y la interpretación de cada personaje es impecable, conectan las
emociones que cada uno representan con el espectador.
En pocas palabras me encantó.

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