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El saber pedagógico desde Eloísa Vasco Montoya

Juan José Gutiérrez M.

Diego Alexander Núñez A.

Darlin Yohana Luna

Karen Daniela Urbano R.

Semestre:

5-2

Saber y discurso pedagógico

William Rodríguez Sánchez

Institución Educativa Escuela Normal Superior Farallones de Cali

Programa de Formación Complementaria

2019-B
El saber pedagógico desde Eloísa Vasco Montoya

El saber pedagógico desde el punto de vista de Eloísa lo plantea o da directamente literal en


el texto, el cual es identificar el saber y el hacer que te conforma como un profesional o
intelectual, el cual fortalece nuestra propia imagen social y esa percepción que tenemos de
esta imagen, en donde nosotros como maestro tenemos de cierta manera que tratar de
construir y volver a encontrar nuestro propio saber y tratar de integrar los elementos de
nuestro quehacer, entonces en definitivas ese es el saber pedagógico desde Eloísa.

En el texto Eloísa propone o da una reflexión acerca de lo que es el saber pedagógico,


empezando desde el quehacer del maestro, el cual depende de la perspectiva en la que se
mire, como dice o da el ejemplo ella, cuando le pregunta a un maestro ¿Qué hace? y el de
cierta manera responde algo tan sencillo como “enseño ciencias naturales” el cual
normalmente se consideraría su saber pedagógico, pero realmente esto no es así.

Para esto entramos en dos aspectos que da a conocer Eloísa los cuales son esas preguntas
que se le hacen al maestro y esas respuestas que ellos dan, también están la condiciones o
restricciones que se presentan a los maestros.

Acerca de las preguntas y respuestas de los profesores que de cierta manera mencionamos
anteriormente con el ejemplo, también se tienen en cuenta varios aspectos como el a quien
enseño y en donde enseño, estos dos aspectos son los que los maestros generalmente tienen
en cuenta, pero ignoran el que enseña y como enseñan o por el contrario, solo se centran en
estos e ignoran los demás, lo cual no debe de pasarse por alto, y ese es el error en el cual
caen muchos maestros, entonces entramos en la descripción de su quehacer en la
enseñanza, en donde el maestro percibe el proceso de transformación como algo necesario,
que es de importancia para los estudiantes de la diferentes edades y los intereses que ellos
tengan, dependiendo de esos intereses, de cierta manera de eso depende el saber que va a
enseñar el maestro, entonces el maestro demuestra que el cumple con varios papeles, pero
desde su saber, no desde las diferentes disciplinas o conocimientos.

Entonces después de ver todo esto entramos en las condiciones y restricciones del quehacer
del maestro en donde se ve la actividad que ejerce el maestro y esa relación que tiene con
diferentes saberes los cuales constituyen su propio saber y dependiendo de la situación él
sabrá cómo utilizar esos saberes, en estas situaciones o circunstancias que se le presenta al
maestro ocurren o se dan de cierta manera una limitaciones o dificultades en su quehacer.

Una de las limitaciones o dificultad que se le presenta al maestro es la crisis de identidad.


“¿Cómo así una crisis de identidad?” pues sí, Eloísa se refiere a esto como a las
inseguridades que se le presentan al maestro sobre ser o no ser maestro y de lo que hace,
¿Por qué? Pues como se decía anteriormente el maestro cumple con tantos papeles o roles
que entraría en una crisis en la cual no se identificaría como maestro si no con un rol el cual
todavía no define por estar atendiendo diversas situaciones desde diferentes disciplinas.

Otra limitación para el maestro es la falta tiempo, más que todo en secundaria o la
universidad, la falta de tiempo afecta al maestro en la forma de enseñar ¿Por qué? Pues esto
hace que el maestro solo transfiera o embuta conocimientos al estudiante en vez de darle
sentido a lo que está enseñando. En esta y todas las limitaciones entra la presión social que
exige que el maestro cumpla con unas cosas la cuales por esa misma presión no logra
cumplir.

Entramos en la última limitación la cual es la rutina; que sucede con la rutina, todo se
vuelve aburrido para el estudiante y por ese motivo surge el desinterés de parte del
estudiante o puede también suceder algo distinto a lo “normal” y el maestro no sabrá cómo
reaccionar a las cosas inesperadas que sucedan, entonces todos los conocimientos se vuelen
mecánicos y no significativos tanto para los estudiante como para el maestro, al momento
de suceder esto el maestro se desvincula de los conocimientos los cuales pertenecen a su
propia práctica, ya que no ofrece nada nuevo, todo sería lo mismo, entonces con la rutina el
maestro logra desvincularse totalmente de su saber.

Al hacer toda esta reflexión logramos entender que es el saber pedagógico, y que sin este
saber la pedagogía de cierta manera no tendría algún sentido u objeto propio, y si no es para
hacerse explícito o para contribuir a ese saber propio, la pedagogía no tendría razón de ser.

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