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¿Qué es la drogadicción?

La drogadicción es una enfermedad crónica que se caracteriza por la búsqueda


y el consumo compulsivo o incontrolable de la droga a pesar de las
consecuencias perjudiciales que acarrea y los cambios que causa en el cerebro,
los cuales pueden ser duraderos. Estos cambios en el cerebro pueden generar
las conductas dañinas que se observan en las personas que se drogan. La
drogadicción es también una enfermedad con recaídas. La recaída ocurre
cuando una persona vuelve a consumir drogas después de haber intentado
dejarlas.

Foto por ©iStock/Evgeny Sergeev/

El camino hacia la drogadicción comienza con el acto voluntario de consumir


drogas. Pero con el tiempo la capacidad de una persona para decidir no
consumir drogas se debilita. La búsqueda y el consumo de la droga se vuelven
compulsivos. Esto se debe mayormente a los efectos que tiene la exposición a
la droga durante largo tiempo en la función cerebral. La adicción afecta las
zonas del cerebro que participan en la motivación y la recompensa, el
aprendizaje, la memoria y el control del comportamiento.

La adicción es una enfermedad que afecta tanto el cerebro como el


comportamiento.

¿Se puede tratar la drogadicción?


Sí, pero no es simple. Como la adicción es una enfermedad crónica, una
persona no puede simplemente dejar de consumir drogas unos pocos días y
curarse. La mayoría de los pacientes necesitan atención a largo plazo o repetida
para poder dejar completamente las drogas y recuperar su vida. El tratamiento
de la adicción puede ayudar a una persona a:
 dejar de consumir drogas

 mantenerse alejada de las drogas

 ser productiva en la familia, el trabajo y la sociedad

Principios de un tratamiento eficaz


De acuerdo con la investigación científica realizada desde mediados de la
década de 1970, todo programa eficaz de tratamiento debería tener como base
los siguientes principios fundamentales:

 La adicción es una enfermedad compleja pero tratable que afecta el


funcionamiento cerebral y el comportamiento.

 No existe un tratamiento único que sirva para todos.

 Las personas necesitan tener acceso rápido al tratamiento.

 El tratamiento eficaz abarca todas las necesidades del paciente, no solo


el consumo de drogas.

 Continuar con el tratamiento durante todo el tiempo que sea necesario


es un factor clave.

 La orientación psicológica y otras terapias conductuales son las formas


más comunes de tratamiento.

 Los medicamentos son a menudo una parte importante del tratamiento,


especialmente cuando se combinan con terapias conductuales.

 Los planes de tratamiento se deben evaluar con frecuencia y se deben


modificar como sea necesario para adaptarlos a las necesidades
cambiantes del paciente.

 El tratamiento debe abordar también otros posibles trastornos mentales.

 La desintoxicación con ayuda clínica es solo la primera etapa del


tratamiento.

 No es necesario que el tratamiento sea voluntario para que sea eficaz.

 El consumo de drogas durante el tratamiento se debe vigilar


constantemente.
 En los programas de tratamiento se hacen pruebas de VIH/sida, hepatitis
B y C, tuberculosis y otras enfermedades infecciosas y los pacientes
aprenden las medidas que pueden tomar para reducir el riesgo de contraer
esas enfermedades.

¿Cuáles son los tratamientos para la


drogadicción?
Son varias las opciones de tratamiento para la drogadicción que han dado
buenos resultados. Entre ellas se cuentan:

 orientación conductual

 medicación

 aplicaciones y dispositivos médicos que se usan para tratar los síntomas


de abstinencia o instruir al paciente sobre el desarrollo de nuevas aptitudes

 evaluación y tratamiento de problemas concurrentes de salud mental,


como la depresión y la ansiedad

 seguimiento a largo plazo para evitar la recaída

Contar con una gama de servicios asistenciales en un programa personalizado


de tratamiento y tener opciones para el seguimiento pueden ser cruciales para
el éxito del programa. El tratamiento debe incluir servicios médicos y de salud
mental como sea necesario.

El seguimiento puede incluir sistemas de apoyo para la rehabilitación basados


en la comunidad o en la familia.

¿Cómo se usan los medicamentos en el


tratamiento de la drogadicción?
Los medicamentos se pueden utilizar para controlar los síntomas de
abstinencia, evitar la recaída y tratar otros trastornos concurrentes.
Abstinencia. Los medicamentos ayudan a suprimir los síntomas de abstinencia
durante la desintoxicación. La desintoxicación no es por sí misma "tratamiento",
es solo el primer paso del proceso. Los pacientes que no reciben ningún
tratamiento después de la desintoxicación por lo general vuelven a consumir
drogas. Un estudio de instituciones dedicadas al tratamiento de la adicción
reveló que en casi el 80% de las desintoxicaciones se utilizaron medicamentos
(SAMHSA, 2014). También se están empleando dispositivos para aliviar los
síntomas de abstinencia. En noviembre del 2017, la Administración de Drogas y
Alimentos de Estados Unidos (U.S. Food and Drug Administration, FDA) agregó
una nueva indicación para un dispositivo de estimulación electrónica, el NSS-2
Bridge, para su uso como elemento de ayuda para atenuar los síntomas de
abstinencia de los opioides. Este dispositivo se coloca detrás de la oreja y envía
pulsos eléctricos para estimular ciertos nervios cerebrales.
Prevención de la recaída. Los pacientes pueden tomar medicamentos para
ayudar a reestablecer la función normal del cerebro y reducir los deseos
intensos de consumir la droga. Existen medicamentos para tratar la adicción a
los opioides (heroína, analgésicos recetados), al tabaco (nicotina) y al alcohol.
Los científicos están desarrollando otros medicamentos para tratar la adicción a
los estimulantes (cocaína, metanfetamina) y al cannabis (marihuana). Quienes
consumen más de una droga—algo muy común—necesitan tratamiento para
todas las sustancias que consumen.
 Opioides: Para tratar la adicción a los opioides se usan la metadona
(Dolophine®, Methadose®), la buprenorfina (Suboxone®, Subutex®,
Probuphine®, Sublocade™) y la naltrexona (Vivitrol®). La metadona y la
buprenorfina actúan en los mismos puntos del cerebro que la heroína y la
morfina; eliminan los síntomas de abstinencia y reducen los deseos
intensos de consumir la droga. La naltrexona bloquea los efectos de los
opioides en los sitios receptores del cerebro y se debe usar solamente en
pacientes que ya han completado la fase de desintoxicación. Todos los
medicamentos ayudan a mitigar las conductas que llevan a buscar la droga
y a cometer delitos, y hacen que los pacientes sean más receptivos a las
terapias conductuales. Un estudio del NIDA reveló que una vez comenzado
el tratamiento, la combinación de buprenorfina y naloxona sumada a una
formulación de naltrexona de liberación prolongada son similarmente
eficaces para tratar la adicción a los opioides. Dado que es necesario
completar la desintoxicación para realizar el tratamiento con naloxona,
comenzar el tratamiento con consumidores activos fue difícil, pero una vez
completada la desintoxicación ambos medicamentos demostraron ser
similarmente eficaces.
 Tabaco: Las terapias de reemplazo de nicotina abarcan varias formas,
entre ellas parches, aerosoles, goma de mascar y pastillas. Estos productos
son de venta libre. La FDA ha aprobado dos medicamentos recetados para
tratar la adicción a la nicotina: el bupropión (Zyban ®) y la vareniclina
(Chantix®). Estos medicamentos actúan de manera diferente en el cerebro,
pero ambos ayudan a evitar las recaídas en las personas que están
tratando de dejar el tabaco. Los medicamentos son más eficaces cuando se
combinan con terapias conductuales tales como la terapia individual y
grupal y las líneas telefónicas de ayuda para dejar el tabaco.
 Alcohol: La FDA aprobó tres medicamentos para el tratamiento del
alcoholismo, y un cuarto (el topiramato) parece dar buenos resultados en
los ensayos clínicos (estudios a gran escala con seres humanos). Los tres
medicamentos aprobados son los siguientes:
 Naltrexona: bloquea los receptores opioides que participan en
los efectos de recompensa generados por el consumo de alcohol y en el
deseo intenso de la bebida. Reduce las recaídas al consumo excesivo y
es sumamente eficaz en algunos pacientes. Las diferencias genéticas
podrían tener un efecto en cuán bien actúa la droga en ciertos
pacientes.
 Acamprosato (Campral®): puede reducir los síntomas de
abstinencia duradera, como el insomnio, la ansiedad, el desasosiego y
la disforia (un estado opuesto a la euforia en el que la persona no se
siente bien ni feliz). Es posible que sea más eficaz en pacientes con
adicción grave.
 Disulfiram (Antabuse®): interfiere con la descomposición del
alcohol. Si el paciente bebe alcohol, se acumula acetaldehído en el
organismo, lo que produce reacciones desagradables que incluyen
sofocos (enrojecimiento y calor en la cara), náuseas y latido irregular
del corazón. La observancia (tomar la droga en la forma indicada)
puede ser un problema, pero el medicamento puede ayudar a los
pacientes que están muy motivados para dejar de beber.
 Trastornos concurrentes: Hay otros medicamentos disponibles para
tratar posibles trastornos de salud mental, como la depresión o la ansiedad,
que podrían estar contribuyendo a la adicción de la persona.

¿Cómo se emplean las terapias


conductuales en el tratamiento de la
drogadicción?
Las terapias conductuales ayudan a los pacientes a:

 modificar su actitud y su comportamiento con respecto al consumo de


drogas

 aumentar sus aptitudes para llevar una vida sana

 continuar con otras formas de tratamiento, como por ejemplo los


medicamentos

Los pacientes pueden recibir tratamiento en muchos sitios diferentes con


enfoques variados.
El tratamiento conductual ambulatorio incluye una variedad de programas
para pacientes que visitan un consejero especialista en salud conductual en
forma regular. La mayoría de los programas incluyen orientación individual o
grupal sobre las drogas, o ambas. Estos programas generalmente brindan
formas de terapia conductual tales como:
 terapia cognitivo conductual, que ayuda a los pacientes a reconocer,
evitar y afrontar las situaciones en las que es más probable que consuman
drogas
 terapia familiar multidimensional, desarrollada para adolescentes con
problemas de abuso de drogas y sus familias. Esta técnica abarca una
variedad de influencias sobre las pautas de consumo de drogas del paciente
y su propósito es mejorar el funcionamiento general de la familia
 entrevistas motivacionales, que aprovechan al máximo la disposición del
paciente para modificar su comportamiento e iniciar el tratamiento
 incentivos motivacionales (control de contingencias), que utilizan el
refuerzo positivo para alentar la abstinencia de las drogas
A veces el tratamiento es intensivo al comienzo, cuando el paciente asiste a
varias sesiones ambulatorias cada semana. Luego de finalizar el tratamiento
intensivo, pasa al tratamiento ambulatorio regular—menos horas por semana y
reuniones menos frecuentes- para ayudarlo a mantener la rehabilitación. En
septiembre del 2017 la FDA autorizó la comercialización de la primera
aplicación móvil, reSET®, para ayudar en el tratamiento de los trastornos por
consumo de drogas. Esta aplicación está pensada para usarse en combinación
con el tratamiento ambulatorio de los trastornos por consumo de alcohol,
cocaína, marihuana y estimulantes. En diciembre de 2018, la FDA
(Administración de Alimentos y Medicamentos) aprobó una aplicación médica
móvil llamada reSET® para ayudar en el tratamiento de los trastornos por
consumo de opioides. Esta aplicación es una terapia cognitivo-conductual que
se obtiene con receta médica y debe utilizarse conjuntamente con un
tratamiento que incluya buprenorfina y aplique el control de contingencias.
Encontrará más información sobre reSET® en este comunicado de prensa de la
FDA.
Tratamiento con internación o residencial: también puede ser muy eficaz,
particularmente para quienes tienen problemas más graves (incluido algún
trastorno concurrente). Los establecimientos residenciales habilitados para
brindar tratamiento ofrecen atención estructurada e intensiva las 24 horas, que
incluye alojamiento protegido y atención médica. Estos establecimientos
residenciales de tratamiento pueden aplicar una variedad de métodos
terapéuticos y generalmente están orientados a ayudar al paciente a adoptar
un estilo de vida sin drogas ni actividad delictiva después del tratamiento. Estos
son ejemplos de algunos tipos de tratamiento residencial:
 Comunidades terapéuticas: son programas sumamente estructurados en
los que los pacientes generalmente permanecen en una residencia por un
período de seis a doce meses. Toda la comunidad, incluido el personal que
brinda tratamiento y quienes están en rehabilitación, actúan como agentes
clave de cambio e influyen en la actitud, el entendimiento y la conducta del
paciente con respecto al consumo de drogas. Infórmese más sobre las
comunidades terapéuticas en el Informe de investigación sobre
comunidades terapéuticas (en inglés).
 Tratamiento residencial a corto plazo:  se enfoca típicamente en la
desintoxicación y brinda orientación intensiva inicial y preparación para el
tratamiento en un entorno comunitario.
 Alojamientos de rehabilitación: brindan a los pacientes alojamiento
supervisado de corta duración y a menudo ofrecen otros tipos de
tratamientos con internación o residenciales. Un alojamiento de
rehabilitación puede ayudar a la persona a realizar la transición hacia una
vida independiente —ayudándola, por ejemplo, a aprender a administrar
sus finanzas o buscar empleo— y conectarla con servicios de apoyo en la
comunidad.
Las dificultades de la reinserción
El abuso de las drogas modifica el funcionamiento cerebral, y son muchas las
cosas que pueden desencadenar un deseo intenso de consumir drogas en el
cerebro. Es crítico que quienes están en tratamiento, particularmente las
personas que están internadas en un centro de rehabilitación o están en la
cárcel, aprendan a reconocer, evitar y manejar los factores desencadenantes
con los que probablemente se enfrentarán después del tratamiento.

¿El tratamiento de las personas


encarceladas es diferente?
La investigación científica desde mediados de la década de 1970 ha demostrado
que el tratamiento del consumo de drogas puede ayudar a muchos delincuentes
a modificar sus actitudes, creencias y conductas relacionadas con el abuso de
drogas, evitar la recaída y alejarse efectivamente de la vida delictiva y el abuso
de las drogas. Muchos de los principios del tratamiento de la drogadicción son
similares para las personas que están en la cárcel y para quienes no lo están.
Sin embargo, una gran cantidad de detenidos no tiene acceso al tipo de
servicios que necesita. Un tratamiento de baja calidad o que no se adapte bien
a las necesidades de la persona puede no ser eficaz para reducir el consumo de
drogas y la conducta delictiva.

Además de los principios generales de tratamiento, algunas consideraciones


específicas para quienes están detenidos incluyen:

 El tratamiento debería incluir el desarrollo de aptitudes cognitivas


específicas para ayudar al recluso a modificar las actitudes y creencias que
llevan al abuso de drogas y al delito, tales como sentirse con derecho a que
las cosas sean a su manera o no comprender las consecuencias de su
conducta. Esto incluye aptitudes relacionadas con el pensamiento, la
comprensión, el aprendizaje y la memoria.

 La planificación del tratamiento debería incluir servicios personalizados


dentro de la institución correccional y también la transición al tratamiento
comunitario una vez que la persona sale de la cárcel.

 Es importante que exista coordinación constante entre quienes brindan


el tratamiento y los tribunales o los agentes que supervisan la libertad
condicional o vigilada para abordar las complejas necesidades de quienes
han salido de la cárcel y vuelven a insertarse en la sociedad.

¿Cuántas personas reciben tratamiento para


la drogadicción?
Según la Encuesta Nacional sobre el Consumo de Drogas y la Salud de
SAMHSA, 22.5 millones de personas (el 8.5% de la población de Estados
Unidos) de 12 años o más necesitaban tratamiento por un problema de
consumo de drogas ilícitas* o alcohol en el 2014. Solo 4.2 millones (el 18.5%
de quienes necesitaban tratamiento) recibieron algún tipo de tratamiento para
el consumo de drogas ese mismo año. De esas personas, alrededor de 2.6
millones recibieron tratamiento en programas de tratamiento especializados
(CBHSQ, 2015).

*El término "ilícito" se refiere al consumo de drogas ilegales, incluida la


marihuana de acuerdo con las leyes federales, y al abuso de medicamentos
recetados.

Puntos para recordar


 La drogadicción se puede tratar, pero no es simple. El tratamiento de la
adicción debe ayudar a que la persona:

o deje de consumir drogas

o se mantenga alejada de las drogas

o sea productiva en la familia, el trabajo y la sociedad

 Un tratamiento exitoso consta de varios pasos:

o desintoxicación

o orientación conductual

o medicación (para la adicción a los opioides, el tabaco o el alcohol)

o evaluación y tratamiento de problemas concurrentes de salud


mental, como la depresión y la ansiedad

o seguimiento a largo plazo para evitar la recaída

 Hay medicamentos y dispositivos que se pueden utilizar para


controlar los síntomas de abstinencia, evitar la recaída y tratar otros
trastornos concurrentes.

 Las terapias conductuales ayudan a que los pacientes:

o modifiquen su actitud y comportamiento con relación al consumo


de drogas

o aumenten sus aptitudes para llevar una vida sana

o continúen con otras formas de tratamiento, como por ejemplo los


medicamentos
 Quienes se encuentran dentro del sistema de justicia penal
podrían necesitar servicios terapéuticos adicionales para tratar eficazmente
los trastornos por consumo de drogas. Sin embargo, muchos de los
detenidos no tienen acceso al tipo de servicios que necesitan.

Infórmese más
 Para obtener más información sobre el tratamiento de la drogadicción,
visite: https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/principios-de-
tratamientos-para-la-drogadiccion/reconocimientos
 Para obtener información sobre el tratamiento de la drogadicción en el
sistema penal, visite: https://www.drugabuse.gov/publications/principles-
drug-abuse-treatment-criminal-justice-populations/principles (en inglés)
 Las personas que piensan que necesitan tratamiento -o que lo necesita
un ser querido- pueden encontrar guías detalladas paso por paso en este
enlace: https://www.drugabuse.gov/es/temas-relacionados/que-hacer-si-
usted-o-un-ser-querido-tiene-un-problema-con-las-drogas
Referencias

Center for Behavioral Health Statistics and Quality (CBSHQ). 2014 National


Survey on Drug Use and Health: Detailed Tables. Rockville, MD: Substance
Abuse and Mental Health Services Administration; 2015.
Substance Abuse and Mental Health Services Administration
(SAMHSA). National Survey of Substance Abuse Treatment Services (N-SSATS):
2013. Data on Substance Abuse Treatment Facilities. Rockville, MD: Substance
Abuse and Mental Health Services Administration; 2014. HHS Publication No.
(SMA) 14-489. BHSIS Series S-73
Esta publicación está disponible para su uso y puede ser reproducida, en su
totalidad, sin pedir autorización al NIDA. Se agradece la citación de la fuente,
de la siguiente manera: Fuente: Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas;
Institutos Nacionales de la Salud; Departamento de Salud y Servicios Humanos
de los Estados Unidos.

¿Qué son los depresores del sistema


nervioso central (SNC) de prescripción
médica?
Los depresores del SNC son fármacos que incluyen sedantes, tranquilizantes y
medicamentos hipnóticos. Entre los sedantes se encuentran principalmente los
barbitúricos (por ejemplo, el fenobarbital), pero también se incluyen
medicamentos hipnóticos sedantes no benzodiacepínicos como Ambien® y
Lunesta®. Los tranquilizantes incluyen las benzodiacepinas, como Valium® y
Xanax®, los relajantes musculares y los medicamentos ansiolíticos. Estas
drogas pueden hacer más lenta la actividad del cerebro, por lo que son útiles
para tratar la ansiedad, el pánico, las reacciones de estrés agudo y los
trastornos del sueño.

Algunos ejemplos de depresores del SNC agrupados según el tipo de fármaco


son:

Benzodiacepinas

 diazepam (Valium®)

 clonazepam (Klonopin®)

 alprazolam (Xanax®)

 triazolam (Halcion®)

 estazolam (Prosom®)

Hipnóticos sedantes no benzodiacepínicos

 zolpidem (Ambien®)

 eszopiclona (Lunesta®)

 zaleplón (Sonata®)

Barbitúricos

 mefobarbital (Mebaral®)

 fenobarbital (Luminal®)

 pentobarbital sódico (Nembutal®)

¿Cómo se usan los depresores del SNC


recetados y cómo se abusa de ellos?
La mayoría de los depresores del SNC se presentan en forma de píldora,
cápsula o líquido que la persona toma por boca. El abuso de los depresores del
SNC ocurre cuando:
 el paciente toma el medicamento en forma diferente o en dosis distintas
a las indicadas

 alguien toma el medicamento recetado para otra persona

 alguien toma el medicamento sólo por el efecto que causa (para


drogarse)

Quien abusa de un depresor del SNC recetado puede hacerlo tragando el


medicamento en su forma original, triturando las píldoras o abriendo las
cápsulas.

¿Qué efectos tienen los depresores del SNC


en el cerebro?
La mayoría de los depresores del SNC actúan aumentando la actividad del ácido
gamma-aminobutírico (GABA), una sustancia química que inhibe la actividad
cerebral. Esto causa los efectos calmantes y de somnolencia que hacen que el
medicamento resulte eficaz para tratar la ansiedad y los trastornos del sueño.
Las personas que comienzan a tomar depresores del SNC por lo general se
sienten somnolientas y faltas de coordinación los primeros días hasta que el
organismo se ajusta a esos efectos secundarios. Otros efectos causados por el
consumo y el abuso de estos medicamentos pueden incluir:

 habla distorsionada

 poca concentración

 confusión

 dolor de cabeza

 vahídos

 mareos

 sequedad en la boca

 problemas motrices y de memoria

 disminución de la presión arterial

 respiración lenta
Si una persona toma depresores del SNC durante mucho tiempo, es posible que
necesite dosis mayores para lograr efectos terapéuticos. El consumo continuo
también puede llevar a la dependencia y a síntomas de abstinencia cuando se
reduce abruptamente la cantidad del medicamento o se deja de tomar por
completo. La interrupción repentina del consumo también puede causar
consecuencias perjudiciales, como convulsiones.

¿Es posible sufrir una sobredosis de


depresores del SNC?
Sí, una persona puede sufrir una sobredosis de depresores del SNC. La
sobredosis ocurre cuando la persona consume suficiente cantidad de alguna
droga como para causar síntomas que ponen en peligro su vida o le ocasionan
la muerte (infórmese más en nuestra página Muertes por sobredosis
intencionales vs. accidentales [en inglés]).
Cuando una persona sufre una sobredosis de depresores del SNC, con
frecuencia su respiración se hace más lenta o se detiene por completo. Esto
puede reducir la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, lo que se conoce
como hipoxia. La hipoxia puede tener efectos cerebrales de corta o larga
duración y efectos sobre el sistema nervioso, los que incluyen el estado de
coma y daño cerebral permanente.

¿Cómo se trata una sobredosis de


depresores del SNC?
Lo más importante es llamar al 911 para que la persona que ha sufrido la
sobredosis pueda recibir atención médica inmediata. El flumazenil (Romazicon ®)
es un medicamento que el personal médico puede administrar para tratar la
sobredosis de benzodiacepina, y también ha resultado eficaz en el tratamiento
de sobredosis de medicamentos para dormir. Es posible que el flumazenil no
revierta completamente la respiración lenta, y podría causar convulsiones en
algunos pacientes que están tomando ciertos antidepresivos. La acción del
flumazenil es de corta duración y el paciente puede necesitar más del fármaco
cada 20 minutos hasta que se recupere. En el caso de los barbitúricos y los
medicamentos no benzodiacepínicos, se debe vigilar la temperatura corporal, el
pulso, la respiración y la presión arterial mientras se espera que la droga se
elimine del organismo.

¿Los depresores del SNC recetados pueden


causar adicción o un trastorno por consumo
de drogas?
Sí, el consumo o el uso indebido de los depresores del SNC recetados pueden
llevar a un trastorno por consumo de drogas, que en casos graves toma la
forma de adicción. El consumo de depresores del SNC recetados durante un
período prolongado — aun cuando se tomen en la forma indicada por el médico
— puede hacer que ciertas personas desarrollen tolerancia, lo cual significa que
necesitan dosis más altas de la droga o tienen que consumirla con mayor
frecuencia para lograr el efecto deseado. Un trastorno por el consumo de
drogas se crea cuando el uso continuado de la droga causa consecuencias
negativas, como problemas de salud o el incumplimiento de las
responsabilidades de la persona en el trabajo, la escuela o el hogar, y a pesar
de ello el consumo de la droga continúa.

Quienes se han vuelto adictos a un depresor del SNC recetado y dejan de tomar
el medicamento en forma abrupta pueden experimentar síntomas de
abstinencia. Estos síntomas, que pueden comenzar apenas unas horas después
de haber consumido el medicamento por última vez, incluyen:

 convulsiones

 temblores

 ansiedad

 agitación

 insomnio

 reflejos hiperactivos

 aumento de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura;


sudoración

 alucinaciones
 deseos intensos del medicamento

Las personas adictas a depresores del SNC no deben tratar de dejar de


tomarlos por su cuenta. Los síntomas de abstinencia de estos fármacos pueden
ser graves y, en el caso de ciertos medicamentos, podrían poner en peligro la
vida.

¿Cómo pueden obtener tratamiento los


adictos a depresores del SNC?

Foto por © NIDA

No se han realizado muchas investigaciones sobre el tratamiento de la adicción


a los depresores del SNC. Sin embargo, las personas adictas a estos
medicamentos deben realizar un proceso de desintoxicación supervisado por un
médico porque la dosis que toman se debe ir reduciendo en forma gradual. La
terapia profesional, ya sea en un programa de internación o ambulatorio, puede
ayudar a las personas en este proceso. Un tipo de terapia llamada terapia
cognitivo conductual se enfoca en modificar la forma de pensar, las
expectativas y el comportamiento de la persona, a la vez que mejora la manera
en que hace frente a las situaciones estresantes de la vida. La terapia cognitivo
conductual ha ayudado a las personas a adaptarse con éxito a dejar de
consumir benzodiacepinas.
A menudo el abuso de los depresores del SNC recetados se da junto con el
consumo de otras drogas, como el alcohol o los opioides. En esos casos, la
persona debe buscar tratamiento para todas las adicciones.

Puntos para recordar


 Los depresores del sistema nervioso central (SNC) recetados son
medicamentos que pueden disminuir la actividad cerebral para tratar la
ansiedad y los trastornos del sueño.

 Los depresores del SNC recetados actúan en el cerebro aumentando la


actividad del GABA, un ácido que inhibe la actividad cerebral.

 Quienes comienzan a tomar depresores del SNC recetados por lo común


se sienten somnolientos y faltos de coordinación al principio. También
pueden tener dificultad para concentrarse, sentirse confundidos, tener la
presión arterial más baja y respirar más lentamente.

 Es posible sufrir una sobredosis de depresores del SNC. El flumazenil


(Romazicon®) se puede usar para tratar las sobredosis de benzodiacepina y
de medicamentos para dormir. Se debe vigilar la temperatura corporal, el
pulso, la respiración y la presión arterial mientras se espera que la droga se
elimine del organismo.
 El abuso o uso indebido de los depresores del SNC recetados puede
llevar a un trastorno por el consumo de sustancias, el que en sus formas
más graves se convierte en adicción —incluso cuando los medicamentos se
toman según las indicaciones del médico—.

 Los síntomas de abstinencia incluyen: convulsiones; temblores;


ansiedad; agitación; insomnio; reflejos hiperactivos; aumento de la
frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura; alucinaciones y
deseos intensos del fármaco.

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