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Como podemos ayudar a que estos factores dejen de afectar de una manera tan negativa,
podemos empezar con no recoger vida silvestre para recuerdos (conchas, restos de coral y
plantas); ser conscientes de lo que llevamos con nosotros (botellas de agua reusables, una mochila
para la basura en caso de que no exista un lugar cercano para el depósito apropiado de nuestros
residuos; tomar el bus en lugar de ir en coche; y, de ser posible, investigar un poco sobre los
hoteles u hostales en los que nos quedaremos). Muchos hoteles costeros arrojan sus aguas grises
(aguas residuales de la lavandería, cocina y procesos domésticos no sanitarios) en el océano,
contribuyendo a la sedimentación y contaminación de los ecosistemas de arrecife de coral. Todos
debemos ser conscientes que muchas actividades que realizamos en tierra pueden dañar
directamente el ecosistema marino. Por eso debemos ser turistas amigables con el ambiente no
tiene que ver con ser perfecto, pero las acciones que realizamos por nuestra cuenta, aunque
parezcan pequeñas, pueden tener realmente un gran impacto.
Conocer e identificar cuáles son las principales
interacciones que afectan al Coral en el Parque
nacional Tayrona.
Las interacciones o encuentros se definen como un contacto directo entre una colonia de coral y un
alga vecina (Tanner, 1995). Para conocer el efecto de las interacciones entre las algas y los
corales se hicieron muestreos en Playa Blanca y Neguanje. Para esto se tuvieron en cuenta: los
tipos de interacciones y el tipo de especie.
Los tipos de interacciones entre algas y corales fueron identificados a partir de las siguientes
categorías: (adaptado de De Ruyter van Steveninck et al., 1998; Aerts y van Soest, 1997).
a. Cubrimiento (CU): Invasión o crecimiento algal mayor de 5 mm sobre el tejido vivo del
coral.
b. Contacto Directo (CD): Establecimiento del alga en la periferia o margen del tejido vivo del
coral, la distancia entre el alga el coral es de 0.0 mm.
c. Contacto Indirecto (CI): Crecimiento algal cerca al margen del área viva del coral, la
distancia entre el alga y coral es menor a 30 mm.
d. No Contacto (NC): Crecimiento algal entre 30 y 60 mm de distancia del margen del área
viva del coral.
La identificación de los organismos se realizo en situ para evitar la extracción innecesaria de los
ejemplares.
Los signos de deterioro que se observaron sobre el tejido coralino asociado en la interacción
fueron: Oscurecimiento, palidecimiento y blanqueamiento.
Mas de la mitad de las interacciones por Contacto Directo se encontraron relacionadas con todos
los signos de deterioro. Los eventos de Cubrimiento produjeron más lesiones en el tejido coralino
de tipo palidecimiento. Las interacciones por Contacto Indirecto estuvieron asociadas a todos los
síntomas de deterioro, aunque en bajos porcentajes. Al tanto que los No Contacto solo se
encontraron asociados y en muy bajo porcentaje a los síntomas de Oscurecimiento y
Palidecimiento.
Las interacciones por algas frondosas se observaron en mayor proporción asociadas con
palidecimiento y retracción de pólipos, mientras que en porcentajes mas bajos con la muerte del
tejido, oscurecimiento y blanqueamiento. Contrario a esto las algas costrosas presentaron muy
pocas interacciones asociadas con algún síntoma de deterioro del tejido coralino, en la mayoría de
los casos que se presentó se relacionó con la muerte del tejido y nunca se presentaron con la
predacion o el blanqueamiento.
La monopolización del sustrato coralino por parte de macroalgas, observada en las últimas
décadas ha sido tema de amplio estudio (McCook et al., 2001). Este fenómeno se adjudica
generalmente a una alta concentración de nutrientes o a la sobrepesca de herbívoros, como
también a las altas tasas de sedimentación y al estado de deterioro actual de los arrecifes
coralinos, propiciado por las actividades humanas en las costas (Szmant, 2002). Todo lo anterior
ha resultado en que la mayoría de estos estudios se haya concentrado en entender el papel de
estos factores, extrínsecos a las interacciones, y poco se haya hecho en el contexto de los factores
intrínsecos, es decir, los que conciernen a los organismos involucrados en las interacciones
(Nugues et al., 2004; McCook et al., 2001). Este estudio revela que los factores intrínsecos juegan
también un papel dentro de este fenómeno, considerando la dependencia significativa entre las
proporciones de las categorías de interacción con y de las combinaciones corales-macroalgas.