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Desarrollo psicosocial en la adultez tardía


Capitulo #18

Presentado por: Adriana María Mora


Marleiby Sepúlveda Perdomo
Natalia Ramírez Mórea

Tutor
Lina Marcela Murcia

Corporación universitaria Minuto Dios(uniminuto)


Programa: psicología
Neiva
2020
Para hablar sobre el desarrollo psicosocial de la adultez tardía analizamos que en la edad
tardía podemos encontrar un crecimiento en la vejez donde se experimentan etapas de vida
de manera positiva, según Erik Erikson en este ciclo de vida se encuentra la octava y última
etapa, esta es Integridad del yo frente a la desesperanza, donde la persona logra un
sentido de integridad del sí mismo al aceptar la vida que ha vivido y aceptar la muerte, o
ceden a la desesperanza ante la imposibilidad de cambiar hechos de subida pasada

Los adultos mayores pueden envejecer de manera exitosa y feliz esto debido a que en la
actualidad cuentan con calidad de vida, que los hacen saludables y activos, al envejecer
cuentan con apoyo social emocional, y material, lo cual favorece la salud mental asiendo
que se sientan activos y productivos y de esta manera no se sientan viejos.

Se considera que anteriormente los adultos mayores por lo general trabajaban a gusto y no
encontraban que fuera estresante lo que hacían, hoy en día el clima económico cambiante
ha significado que muchos empleados de edad avanzada se vean obligados a trabajar no
porque lo deseen si no porque la situación financiera y el escalamiento de los costos
médicos lo ameritan, es importante recalcar que los trabajadores de edad avanzada son más
productivos que los jóvenes, aunque tal vez trabajen de manera más lenta, un factor clave
es la experiencia con la que cuentan, de igual manera cuando se habla de habilidades
verbales la resolución de problemas la productividad de un adulto puede ser igual o mayor
a la de un joven.

El tema de la jubilación en la edad tardía, es una toma de decisiones que afecta de manera
financiera y emocional a un adulto, ya que el trabajo es una fuente conveniente de contacto
social, por tal motivo en el momento de la jubilación se debe generar apoyo financiero,
salud y vivienda para una persona mayor, de igual forma estas deben seguir con sus
relaciones sociales y el apoyo de su pareja, amigos para sobrellevar su jubilación. Para
hacer de esta etapa algo llevadero y de fácil asimilación yaqué muchos entran en estados
depresivos se establecen por medio del estado ayudas que proporcionen actividades para
estas personas y así se sientan útiles y algunos logren desarrollar nuevos conocimientos, el
mantener a un adulto mayor ocupado hace que su actividad mental, y su ánimo no
decaigan, y ayudan a las relaciones interpersonales.
Para algunos adultos sus estilos de vida cambian de manera significativa pues aparte del
retiro deben pasar a vivir con sus hijos o nietos ya que sus parejas han fallecido, y sin ellos
querer hacerlo es una triste realidad. Para otros deben aptar por ingresar a un hogar de paso,
allí pueden adaptasen rápidamente, y compartir su vida con otras personas que las
entiendan quizás un poco más, los adultos cuentan con distintos servicios de apoyo que
mantiene sus mentes activas, y los hacen sentir mejor.

Algunas personas pensamos que la vejez es una época de soledad y aislamiento, pero no es
así ya que al envejecer los adultos mantiene un nivel de apoyo social, que hace que a
medida que los amigos del trabajo se alejan ellos sigan contando con un círculo interno
estable de personas tales como los familiares y amigos más cercanos en los cuales pueden
confiar, estas son las caravanas sociales quienes les manifiestan continuamente su apoyo,
estos hacen que sea más llevadero la etapa de la vejez, algunos ancianos aprenden a
manejar las redes sociales esta es una ventaja para que tengan contacto con otros adultos, y
porque no que recuerden sus experiencias en la adolescencia o niñez, de esta manera
ayudan a mantener una agudeza de su mente y su memoria, es muy importante que se
mantenga una buena relación social ya que a si seamos jóvenes o ya estemos en la edad de
la vejez el círculo social ayuda mucho pues todo ser humano necesita de amor, de escucha,
atención, y una serie de factores que aportan grandes dosis de estabilidad un ser. Si un
adulto mayor es aislado esto afecta directamente su salud psicológica y física, ya que la
soledad puede generar de manera acelerada el deterioro físico y cognoscitivo de la persona,
pero todo tipo de relación social debe ser beneficiosa, si al contario es negativa esta genera
grandes estresores para el adulto, la interacción social se asocia con la buena salud.

La vida de la mayor parte de las personas de edad avanzada se enriquece por la presencia
de las personas que comparten su día a día o la mayor parte de sus momentos con ellos. La
gran mayoría de las veces ese hueco lo ocupa la familia, que es nuestra fuente primaria de
apoyo emocional y juega un papel fundamental, proporcionando sentimientos de arraigo,
seguridad, capacidad, autoestima, confianza y apoyo social.

El “sentirse necesario” es uno de los predictores de longevidad. Por ejemplo, tareas como el
cuidado de los nietos favorecen la vinculación familiar, ya que este momento de nuestras
vidas, asumiremos en muchos casos un nuevo rol de abuelo, que nos otorgará una función
social y una utilidad familiar nueva. Esto será positivo siempre y cuando no perdamos
bienestar por ello. Cualquier ayuda que podamos brindar al resto de la familia debe estar
dentro de nuestras posibilidades, sin excedernos.

En la mayor parte de estudios realizados, las personas mayores que se sienten necesitadas
por los suyos suelen vivir más y con mayor calidad de vida. Mantener nuestras relaciones
familiares de manera satisfactoria es un objetivo muy importante para obtener un
envejecimiento activo y lleno de bienestar.

Las relaciones entre personas mayores y jóvenes contribuyen a que el envejecimiento


activo sea una realidad. Por intergeneracionalidad entendemos las relaciones de cualquier
tipo entre distintas generaciones que conviven en una misma época. No se trata solamente
de que estén juntas sino también de que se relacionen entre sí y compartan tiempo y
conocimiento. Estas relaciones entre generaciones se basan en saber escuchar y transmitir,
en ambas direcciones. Envejecer supone un crecimiento en cultura y en valores humanos,
en sensibilidad y comprensión. Estas cualidades son las que debemos transmitir a las
nuevas generaciones, y a la vez, aprender de ellas todo aquello que no estuvo a nuestro
alcance en épocas anteriores.

La investigación de las relaciones entre abuelos y nietos es muy extensa. Muchos resultados
indican que estas relaciones son recordadas como las más entrañables de la vida. Hay que
insistir en que los abuelos no somos solo cuidadores, sino que tenemos el papel de
transmisores del saber, de experiencias familiares, de la historia, de los propios ancestros y
de los valores positivos que hemos podido aprender a lo largo de nuestra vida. Las
relaciones intergeneracionales entre abuelos y nietos pueden ser una de las fuentes de
satisfacción que ayuden a las personas a envejecer mejor.

En estas fechas del año, metidos de lleno en la Navidad, la familia suele ser el centro sobre
el cual giran todas las celebraciones. La pausa escolar de los más pequeños de la familia,
las posibles vacaciones de los hijos, etc., contribuye a que podamos pasar más tiempo con
ellos y de este modo, llevar a cabo más actividades en familia.

Es una época cargada de emociones y todo tiende a ser entrañable e intenso: se sienten más
las ausencias, aumenta la soledad de quienes no tienen a la familia cerca, aumenta el
sentimiento de unión con las personas que te rodean, etc. El hecho de que la familia se
reúna y que se encuentren presentes todas las generaciones, siempre será motivo de alegría
y motivación para nosotros.

Las relaciones familiares, en conclusión, tienen una gran importancia para el bienestar de
los mayores. Se ha comprobado que la salud física y psicológica se incrementa en las
personas cuyos lazos afectivos familiares son fuertes, en comparación con personas que por
algún motivo tienen que vivir solos. Por esa razón, recordamos la importancia de fomentar
el contacto con los nuestros, con hijos, nietos y otros familiares, no únicamente en Navidad
o fechas señaladas, sino a lo largo de todo el año.

Por último, haremos mención a esa familia que elegimos, formada por personas externas a
nuestro núcleo familiar consanguíneo: amigos, vecinos o compañeros en alguna actividad.
Aconsejamos siempre que se pueda, contar con un pequeño grupo de amistades con el que
poder intercambiar información, realizar actividades y pasar nuestro tiempo libre, ya que
puede ser muy importante a la hora de combatir sentimientos de vacío por no contar con la
familia cerca o en ocasiones en las que se ha perdido el contacto con ella.

En cuestión de las relaciones personales nuestros estereotipos sobre los ancianos siempre
nos llevan a creer que la vejez es una época de aislamiento y soledad. Se ha de saber que
quienes cuentan con un trabajo suele ser una buena fuente de conveniente de contacto
social; contrario a los que se han retirado de manera definitiva de este ámbito ya sean
voluntariamente o por causa de alguna enfermedad.

Estar con otras personas de la misma edad genera interacción y ayuda a mantenerse activo
física y mentalmente a los adultos mayores.

No obstante lo anterior, sabemos que las relaciones interpersonales se convierten en el


principal factor protector y de curación, no solo por la atención de necesidades básicas, sino
también, porque operan como una permanente de ayuda. La percepción de compañía y la
disponibilidad de una relación de amistad estrecha son el mejor predictor de felicidad en la
adultez tardía.

Las personas de la tercera edad que reciben un mayor apoyo social en términos de
conversaciones telefónicas y visitas con amigos, familiares, vecinos y participan
regularmente en actividades SOCIALES, gozan de una mejor salud y un mayor grado de
satisfacción en su vida. Así, los individuos que tienen relaciones sólidas con familiares,
amigos y organizaciones sociales, tales como la juntas de vecinos, viven más tiempo que
los que carecen de ellas.

En esta etapa vital, las relaciones de AMISTAD ofrecen un apoyo relevante y significativo
para el adulto mayor. Con los amigos se comparte no sólo la edad, sino algo que es más
importante: una experiencia vital parecida, intereses comunes, recuerdos y valores
similares; posibilitando una convivencia basada en la reciprocidad, la comprensión mutua,
el respeto y la tolerancia, configurando un marco relacional agradable, óptimo y libre de
tensiones.

Bibliografías

https://www.gaes.es/gaestecuida/noticias/detalle/importancia-relaciones-familiares-tercera-
edad

http://www.ipsuss.cl/ipsuss/columnas-de-opinion/eduardo-sandoval/tercera-edad-y-la-
importancia-de-las-relaciones-interpersonales/2018-03-06/172633.html

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