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TOMADO DE INTERNET
Los gerentes o superiores de una empresa son figuras clave para el buen
funcionamiento de la compañía, pues sus acciones tienen un papel determinante
en los resultados.
Además, como muchas inversiones indican, sus comportamiento afecta al resto de
la plantilla y la salud laboral de ésta, lo que tiene un fuerte impacto en su
desempeño, su productividad y, por tanto, los resultados de la empresa.
Ser un gerente exitoso no se trata de ser jefe sino de ser líder. Un jefe tiene
autoridad sobre su equipo, pero eso no quiere decir que sepa gestionarlo. Para ser
un buen gerente hace falta ser un buen líder, y eso se consigue dominando una
serie de habilidades gerenciales o directivas, que no todos los gerentes poseen.
La diferencia entre jefe y líder tiene mucho que ver en cómo ambas figuras
gestionan los conflictos. Los conflictos y los problemas pueden surgir en el día a
día de la organización, pero cómo se afrontan tiene un gran impacto en cómo se
solucionan. Mientras el jefe puede señar a quien a cometido el error, castigando,
gritando y señalando al culpable. Un buen líder invierte su tiempo en intentar
solucionar el problema y, si es necesario, ayudar a la persona que puede haberlo
provocado.
3. Toma de decisiones
Los gerentes y directivos deben, como una de sus funciones, tomar decisiones
empresariales (tanto económicas y estratégicas como de gestión de personal)
para la buena marcha o comportamiento organizacional. Dominar esta habilidad
es necesaria para su propio éxito y el de la empresa.
4. Autoconfianza
Mientras un jefe puede ver con temor, desconfianza e incluso una actitud
amenazante los problemas que van sucediendo, una persona que confía en sí
misma tiene la capacidad de gestionar mejor el entorno amenazante que puede
rodearle.
5. Resiliencia
7. Regulación emocional
Los buenos gerentes saben controlar sus emociones, pues son conscientes de lo
determinante que es esto a la hora de relacionarse con los demás. Los líderes que
dominan esta habilidad y comprenden y manejan adecuadamente sus
sentimientos y los de otras personas. Esto les permite adecuar su
comportamiento, su tono y el mensaje en función de las circunstancias.
8. Capacidad de delegar
Los gerentes son estrategas y deben tener clara la visión de la empresa: dónde
está y hacia dónde se dirige. Él es el responsable de que ese camino sea exitoso
y de él depende, en gran parte, que se consigan o no los objetivos marcados. Por
tanto, las habilidades de autoconocimiento también son útiles si se aplican a la
organización (para conocer el entorno y el momento en el que está la empresa),
saber interpretar la información actual y tener la capacidad visionaria y
anticipatoria es necesaria para desempeñar un buen trabajo como gerente.
11. Empatía
La empatía también es imprescindible para relacionarse con los demás y para ser
un buen líder. Es una de las claves de la regulación emocional y una habilidad
indispensable si queremos entender no solamente las necesidades de nuestros
empleados, sino también de nuestros clientes.
12. Liderazgo
Si quieres saber más sobre los tipos de liderazgo, puedes leer nuestro post:
“Tipos de Liderazgo: Las 5 clases de líder más habituales”