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canone_sp.html

Del Llibre del Vicenzo Raffa Liturgia eucarística…

PLEGARIA EUCARÍSTICA II
Se trata de la aná fora atribuida a San Hipó lito reelaborada.

Modificaciones:
1. Se añ ade al Vere dignum: Vere dignum et iustum est, aequum et salutare nos
tibi, sancte Pater, Semper et ubique gratias agere per filium…
2. Se inserta la evocació n de la asamblea celeste:
Et ideo cum angelis et ómnibus sanctis gloriam, tuam praedicamus, et una
voce dicentes:
3. Es nuevo el Sanctus
4. Se creó la unió n del Sanctus con la Epíclesis:
Vere sanctus es, Domine, fons omnis sanctitatis.
5. Fue elaborada de la nada la epíclesis de consagración:
Haec ergi dibam quaesumus, Spiritus tui rore sanctifica, ut nobis Corpus et
Sanguis fiant DOmini nostri Iesu Christi.
6. Se adoptó l’aclamció n pascual: Mysterium fidei con la intervenció n de la
asamblea
7. Se insertaron las intercesiones para la Iglesia, el clero, por uno o má s
difuntos particulares, por todos los difuntos, por los presentes.
(…)
8. Se añ adió la menció n de los santos
9. Se eliminaron alguna expresiones arcaicas.

La plegaria eucarística está formada por dos secciones, cada una de las cuales es
bipolar: anamnético-epiclético.

Primera parte anamnética

1. Diá logo introductivo (= Cá non Romano) (Ya se encuentra casi igual en la


aná fora de Hipó lito).
2. Prefacio (panorá mica de la historia salvífica)
a. Creació n (per quod cuncta fecisti): es acentuada
b. Hijo predilecto (Filium dilectionis)
c. Enviado (el texto recoge la multitude pasajes bíblicos en los cuales se
habla de la misió n de Cristo de parte del Padre)
d. Salvador y redentor: salvador en cuanto da y mantiene la vida divina
y nos introduce en su reino, quitá ndonos del reino del mal y de la
muerte; redentor en tanto que libera de la esclavitud del pecado y
del demonio.
e. Encarnació n y nacimiento. Explicita que el misterio pascual no es
solo la muerte y resurrecció n sino también la encarnació n y el
nacimiento.
f. La misió n de Cristo: Cristo cumple libremente el designio del Padre.
g. Unidos a los santos. Se añ ade “et cum ómnibus sanctis”.
3. Sanctus
4. Benedictus
5. Unió n. Esta parte ausente en Hipó lito era necesaria para estabilizar el paso
del Santcus-Benedictus a la epíclesi de consagració n. La expresió n fons
omnis sanctitatis no viene de la liturgia histpá nica sino de la secreta de la
Misa por S. Ignacio del 31 de julio tal y como aparece en el Misal de 1644
donde se usa para referirse a los sacrosancta mysteria de la Eucaristía: in
quibus omnis sanctiatis fontem constituisti.

Primera parte epiclética

6. Epíclesi de consagració n: Haec ergo dona, quasesumus…


El Espíritu Santo, de quien se pide que transforme el pan y el vino, viene
esbozado con la imagen del rocío que se encuentra en una epíclesis
consagratoria del Missale Gothicum galicano (s. VII/VIII) y en la liturgia
hispá nica antigua.

Segunda parte anamnética

7. Narració n de la institució n. El texto de la narració n y la aclamació n del


pueblo son como las del Canon Romano.
En la aná fora de Hipó lito la narració n formaba parte integrante y orgá nica
de la anamnesis inicial como ú ltimo y má s importante entre los misterios de
la salvació n evocados(? rievocati). Entonces prá cticamente era el final de
aquello que nosotros llamamos prefacio, por eso des del punto de vista
sacramental tenía el mismo valor que toda la parte inicial de la aná fora. La
demanda del envío del Espíritu Santo venía sucesivamente, después de la
aná mensis que seguía la institució n.
En nuestra aná fora actual, en cambio, la narració n de la institució n asume
una funció n diferente, evidenciada por el gesto que la acompañ an y del
punto de vista teoló gico afirmado por occidente durante varios siglos.

8. Mysterium fidei

9. Aná mensis cristoló gica-


10. Ofrecimiento
Memoris igitur mortis et resurrectionis eius, tibi, Domine, panem vitae et
calicem salutis offerimus, gratias agente quia nos dignos habuisti astare
coram te et tibi ministrare.
Esta parte es idéntica a la original de Hipó lito excepto el genitivo vitae
añ adido al pan.
El original latín destaca que la acció n de gracias y el ofrecimiento son
acciones suboridanas e interdependientes la una de la otra: se ofrece dando
gracias y se da gracias ofreciendo.
Tres aspectos en una ú nica actitud: hacemos memoria, ofrecemos, damos
gracias. Las tres operacions ser refieren a cuanto Cristo ha hecho en la
ú ltima Cena y que ahora se repite por su orden.

Segunda parte epiclética

11. Demanda que la oferta sea aceptada


12. Plegaria por una comunió n fructuosa
Et suplices deprecamur, ut Corporis et Sanguinis Christi pariticipes a Spiritu
Sancto congregemur in unum.
Es la llamada Epíclesis de Comunió n. Era la ú nica epíclesis en Hipó lito. Es
discutible si esta epíclesis era solo de Comunió n o también de Consagració n
(cuando dice ut mittas Spiritum sanctum tuum in oblationem sanctae
Ecclesiae hace pensar que se está pidiendo la consagració n).

13. Intercesió n y
14. Conmemoració n de los santos
a. Petició n por la Iglesia
b. Petició n por los difuntos
c. Petició n por los pariticipantes

Conclusión
15. Doxología y
16. Confirmació n de la asamblea

PLEGARIA EUCARÍSTICA III

El estudio de esta plegaria se atribuye a Vagaggini que presidió la subcomisió n


encargada de redactar esta aná fora.

Raffa la llama “neo-romana” porque en ella se ven características notables de la


liturgia romana. Se inspira en el Canon Romano: no tiene prefacio propio, retorna
frecuentemente al tema de la ofrenda y sacrificio, e incluso algunas formas
textuales son tomadas del Canon Romano. Podría ser que se sacaran extractos del
sacramentario Veronense y del Misal Romano. Tampoco le faltan ecos de la aná fora
de Hipó lito.

Primera parte anamnética

1. Diá logo introductivo


2. Prefacio variable
3. Sanctus
4. Benedictus
5. Raccordo (Vere Sanctus…)
Reafirma el deber de alabar a Aquel que es verdaderamente Santo. El Dios
verdaderamente santo deviene el punto de convergencia de la alabanza no
solamente humana sino también có smica: te laudat omnis a te condita
creatura (a ti te alaba toda creatura hecha por ti).
(…)

Primera parte epiclética

6. Epíclesis consagratoria
Se pasa de la anamnesis a la sú plica.
Se encuentra la referencia a los “dones que hemos separado para ti”
(detulimus). Recuerdo del tiempo en el cual los fieles traían el pan y el vino
antes de la Misa. Detulimus no incluye el concepto de ofrenda, sino que éste
está presente en la palabra munera.
Se escogió sacranda detulimus en lugar del obtulimus para destacar el
cará cter prearatorio de los dones en vez del cará cter de ofrenda. Es una
elecció n que denota una cierta teología del ofertorio.
Se pide a Dios que santifique los dones de modo que devengan cuerpo y
sangre de Cristo. Aquí está implícita la teología de la conversió n que no es
un simple hecho de inhabitació n misterios dentre del envoltorio de la
sustancia mateiral (doctrina luterana) sino una auténtica sustitució n en el
mantenimiento de las apariencias externas.
Diná mica trinitaria. Es Dios padre que debe santificar los dones pero lo hace
con la acció n del Espíritu Santo: eodem Spiritu Sancto, esto es, con el envío
del Espíritu Santo.
Cuius mandato haec musteria celebramus. La santificació n que se pida es
aquella por la cual se actú a el misterio eucarístico por mandato de Cirsto.
Esta epíclesis es paralela al Quam oblationem del Canon Romano pero en el
caso que nos ocupa se explica la obra del Espíritu Santo. Só lo en esta
plegaria se hace menció n del mandato de Cristo en la epíclesis.
Es característico de esta anáfora la teología de la consagración:
sacranda naturalmente sin el uso de la palabra técnica de la
transubstanciaciíon que en el culto estaría fuera de lugar.

Segunda parte anamnética

7. Relato de la institució n.
Empieza el relato con la cita de 1 Cor 11,23: In qua nocte tradebatur… que
hace de contrapunto al Quod pro vobis tradetur puesto al final del rito del
pan en todas las aná foras, también en el Canon Romano
8. Aclamació n pascual
9. Anamensis cristoló gica +
10. Ofrenda del sacrificio
Es característico de esta aná fora que hace menció n de la parusía de Cristo.
É sta es vista como la maduració n definitiva del Reino de Dios. “Cada vez que
comemos este pan y bebemos este vino anunciamos la muerte del Señ or
hasta que vuelva. La eucaristía finaliza con la venida gloriosa de Cristo.
Offerimus gratias agentes. La acció n de gració n se actua en el ofrecimiento y
el ofrecimiento es acció n de gracias. Es el sacrificio de alabanza por
excelencia.

Segunda parte epiclética

11. Demanda que la oferta sea aceptada


Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la víctima
por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad
Respice, quaesumus, in oblationem Ecclesiae tuae et, agnoscens Hostiam,
cuius voluisti immolatione placari.
Entre la ofrenda de la Iglesia y la ofrenda hecha por Cristo hay identidad?
En parte sí y en parte no. El sacramento de la Iglesia es memoria objetivo
del sacrificio hecho por Cristo y en este sentido es perfectamente idéntico a
éste. Pero el sacrificio en cuanto era de Cristo resultava totalmente
agradable al Padre. No sucede así necesariamente en cuanto es ofrecido por
la iglesia, es decir, en cuanto es ofrecido por hombres pecadores, faltado no
pocas veces de las disposiciones necesarias y por tanto no agradable a Dios
por nuestra incoherencia.
La oració n pide a Dios que no haga diferencia entre la ofrenda hecha por
Cristo y la hecha por su iglesia, aunque el grado de complacencia no pueda
ser el mismo. Esta sú plica implica una preventiva gracia de purificació n, la
cual, a su vez, supone una gracia de conversió n interior.

12. Plegaria por una comunió n fructuosa


Concede, ut qui Corpore et Sanguine Filii tui reficimur, Spiritu eius Sancto
repleti, unum corpus et unus spiritus inveniamur in Christo.
…para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de tu
Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu.

13. Intercesió n y
14. Conmemoració n de los santos
a. Petició n de la vida eterna
Ipse nos tibi perficiat munus aeternum, ut cum electis tuis
hereditatem consequi valeamus, in primis cum beatissima Virgine, Dei
Genetrice, Maria, cum beatis Apostolis tuis et gloriosis martyribus
(cum Sancto N; Sancto diei vel patrono) et ómnibus Sanctis, quórum
intercesiones perpetuos apud te confidimus adiuvari.
Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu
heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, su
esposo san José, los apóstoles y los mártires, y todos los santos, por
cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.
La frase Ipse nos tibi perficiat munus aeternum viene del
sacramentario Veronense (Ve 216). Contiene la teología paulina del
completar la pasió n de Cristo (2 Cor 7, 12; Col 1, 24). Como Cristo
que con su pasió n deviene ofrenda y sacrificio para el Padre así debe
suceder para los cristianos. El comparamiento oblativo debe formar
la espina dorsal de la vida cristiana. Debe preceder la celebració n
eucarística, acompañ arla, seguirla sin ser nunca interrumpida.
b. Petició n por el mundo y la Iglesia
Haec Hostia nostrae reconciliationis proficiat, quaseumus, Domine, ad
totius mundi pacem atque salutem. Ecclesiam tuam, peregrinantem in
terra, in fide et caritate firmare digneris cum fámulo tuo Papa nostro
N. et Episcopo nostro N., cum episcopali ordine et universo clero et
omni populo acquisitionis tuae.
Te pedimos, Padre, que esta víctima de reconciliación traiga la paz y la
salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu
Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa N., a nuestro
Obispo N., al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el
pueblo redimido por ti.
Hae Hostia es misterio de reconcilaició n en cuanto es ofrenda que
tiene por objeto el sacrificio de la cruz. Eliminada la discrepancia, el
comportamiento de Dios es ya el de la disponibilidad a la concesió n.
Es una idea que está de fondo en toda la plegaria eucarística III.
Se reza por todo el mundo. Toda la humanidad está presente en este
momento de la plegaria eucarística.
Destaca la dimensió n peregrina de la Iglesia y no tanto su difusió n
por el mundo entero como en otras plegarias eucarísticas.

c. Petició n por los vivos presentes y todos los otros


Votis huius familiae quam tibi astare voluisti, adesto propitius. Omnes
filios tuos ubique dispersos tibi, Clemens Pater, miseratus coninunge.
Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu
presencia. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos
dispersos por el mundo.
Familia: la asamblea constituye una familia que Dios ha querido
presentarse  han respondido a una llamada divina. Su reunió n no
depende, des del punto de visto de la institució n, de la iniciativa
humana.
Se pide la unió n con Dios de todos los hombres que estén lejos loca,
geográ fica e incluso moralmente. Es la unidad de los discípulos de
Cristo. Anhelo ecuménico también.

d. Petició n por los difuntos


Fratres nostros defunctos et omnes qui, tibi placentes, ex hoc aseculo
transierunt, in regnum tuum benifnus admite, ubi fore speramus ut
simul gloria tua perenniter satiemur per Christum Dominum nostrum,
per quem mundo bona cuncta largiris.
A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad
recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la
plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor nuestro, por quien
concedes al mundo todos los bienes.
Se reza también por los difuntos no cristianos (…?).

Conclusión
15. Doxología y
16. Confirmació n de la asamblea

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