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canone_sp.html
PLEGARIA EUCARÍSTICA II
Se trata de la aná fora atribuida a San Hipó lito reelaborada.
Modificaciones:
1. Se añ ade al Vere dignum: Vere dignum et iustum est, aequum et salutare nos
tibi, sancte Pater, Semper et ubique gratias agere per filium…
2. Se inserta la evocació n de la asamblea celeste:
Et ideo cum angelis et ómnibus sanctis gloriam, tuam praedicamus, et una
voce dicentes:
3. Es nuevo el Sanctus
4. Se creó la unió n del Sanctus con la Epíclesis:
Vere sanctus es, Domine, fons omnis sanctitatis.
5. Fue elaborada de la nada la epíclesis de consagración:
Haec ergi dibam quaesumus, Spiritus tui rore sanctifica, ut nobis Corpus et
Sanguis fiant DOmini nostri Iesu Christi.
6. Se adoptó l’aclamció n pascual: Mysterium fidei con la intervenció n de la
asamblea
7. Se insertaron las intercesiones para la Iglesia, el clero, por uno o má s
difuntos particulares, por todos los difuntos, por los presentes.
(…)
8. Se añ adió la menció n de los santos
9. Se eliminaron alguna expresiones arcaicas.
La plegaria eucarística está formada por dos secciones, cada una de las cuales es
bipolar: anamnético-epiclético.
8. Mysterium fidei
13. Intercesió n y
14. Conmemoració n de los santos
a. Petició n por la Iglesia
b. Petició n por los difuntos
c. Petició n por los pariticipantes
Conclusión
15. Doxología y
16. Confirmació n de la asamblea
6. Epíclesis consagratoria
Se pasa de la anamnesis a la sú plica.
Se encuentra la referencia a los “dones que hemos separado para ti”
(detulimus). Recuerdo del tiempo en el cual los fieles traían el pan y el vino
antes de la Misa. Detulimus no incluye el concepto de ofrenda, sino que éste
está presente en la palabra munera.
Se escogió sacranda detulimus en lugar del obtulimus para destacar el
cará cter prearatorio de los dones en vez del cará cter de ofrenda. Es una
elecció n que denota una cierta teología del ofertorio.
Se pide a Dios que santifique los dones de modo que devengan cuerpo y
sangre de Cristo. Aquí está implícita la teología de la conversió n que no es
un simple hecho de inhabitació n misterios dentre del envoltorio de la
sustancia mateiral (doctrina luterana) sino una auténtica sustitució n en el
mantenimiento de las apariencias externas.
Diná mica trinitaria. Es Dios padre que debe santificar los dones pero lo hace
con la acció n del Espíritu Santo: eodem Spiritu Sancto, esto es, con el envío
del Espíritu Santo.
Cuius mandato haec musteria celebramus. La santificació n que se pida es
aquella por la cual se actú a el misterio eucarístico por mandato de Cirsto.
Esta epíclesis es paralela al Quam oblationem del Canon Romano pero en el
caso que nos ocupa se explica la obra del Espíritu Santo. Só lo en esta
plegaria se hace menció n del mandato de Cristo en la epíclesis.
Es característico de esta anáfora la teología de la consagración:
sacranda naturalmente sin el uso de la palabra técnica de la
transubstanciaciíon que en el culto estaría fuera de lugar.
7. Relato de la institució n.
Empieza el relato con la cita de 1 Cor 11,23: In qua nocte tradebatur… que
hace de contrapunto al Quod pro vobis tradetur puesto al final del rito del
pan en todas las aná foras, también en el Canon Romano
8. Aclamació n pascual
9. Anamensis cristoló gica +
10. Ofrenda del sacrificio
Es característico de esta aná fora que hace menció n de la parusía de Cristo.
É sta es vista como la maduració n definitiva del Reino de Dios. “Cada vez que
comemos este pan y bebemos este vino anunciamos la muerte del Señ or
hasta que vuelva. La eucaristía finaliza con la venida gloriosa de Cristo.
Offerimus gratias agentes. La acció n de gració n se actua en el ofrecimiento y
el ofrecimiento es acció n de gracias. Es el sacrificio de alabanza por
excelencia.
13. Intercesió n y
14. Conmemoració n de los santos
a. Petició n de la vida eterna
Ipse nos tibi perficiat munus aeternum, ut cum electis tuis
hereditatem consequi valeamus, in primis cum beatissima Virgine, Dei
Genetrice, Maria, cum beatis Apostolis tuis et gloriosis martyribus
(cum Sancto N; Sancto diei vel patrono) et ómnibus Sanctis, quórum
intercesiones perpetuos apud te confidimus adiuvari.
Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu
heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, su
esposo san José, los apóstoles y los mártires, y todos los santos, por
cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.
La frase Ipse nos tibi perficiat munus aeternum viene del
sacramentario Veronense (Ve 216). Contiene la teología paulina del
completar la pasió n de Cristo (2 Cor 7, 12; Col 1, 24). Como Cristo
que con su pasió n deviene ofrenda y sacrificio para el Padre así debe
suceder para los cristianos. El comparamiento oblativo debe formar
la espina dorsal de la vida cristiana. Debe preceder la celebració n
eucarística, acompañ arla, seguirla sin ser nunca interrumpida.
b. Petició n por el mundo y la Iglesia
Haec Hostia nostrae reconciliationis proficiat, quaseumus, Domine, ad
totius mundi pacem atque salutem. Ecclesiam tuam, peregrinantem in
terra, in fide et caritate firmare digneris cum fámulo tuo Papa nostro
N. et Episcopo nostro N., cum episcopali ordine et universo clero et
omni populo acquisitionis tuae.
Te pedimos, Padre, que esta víctima de reconciliación traiga la paz y la
salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu
Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa N., a nuestro
Obispo N., al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el
pueblo redimido por ti.
Hae Hostia es misterio de reconcilaició n en cuanto es ofrenda que
tiene por objeto el sacrificio de la cruz. Eliminada la discrepancia, el
comportamiento de Dios es ya el de la disponibilidad a la concesió n.
Es una idea que está de fondo en toda la plegaria eucarística III.
Se reza por todo el mundo. Toda la humanidad está presente en este
momento de la plegaria eucarística.
Destaca la dimensió n peregrina de la Iglesia y no tanto su difusió n
por el mundo entero como en otras plegarias eucarísticas.
Conclusión
15. Doxología y
16. Confirmació n de la asamblea