Sei sulla pagina 1di 5

LA IMPORTANCIA DEL COMERCIO.

Entendido como una de las actividades económicas más importantes del ser humano, el
comercio es aquel que le permite no sólo conseguir productos que no se producen
localmente (así como también vender los que sí se producen en el ámbito propio) si no que
además es la actividad económica que le permite al ser humano entrar en contacto con
otras sociedades, conociendo elementos de su cultura y de sus tradiciones que luego
pueden ser asimiladas de diferentes maneras. El comercio es al mismo tiempo una
actividad dinámica que evita el cierre geográfico y político de las comunidades y que
requiere, para funcionar correctamente, el contacto e intercambio permanente entre
diversas comunidades y pueblos.

El comercio es una actividad que el ser humano realizó desde tiempos muy tempranos,
siempre que comprendió que no todo lo que una comunidad necesitaba podía ser
producido localmente y que, entonces, era necesario intercambiar productos propios por
aquellos que interesaban. Así, una comunidad que se especializa en la cosecha de
determinados cereales, puede obtener otro tipo de cereales o alimentos típicos de otras
regiones a partir del intercambio en partes o valores iguales de un producto propio. Si bien
es más conocido el comercio monetario que se impulsó en Europa desde la Edad Moderna,
por muchos siglos las comunidades antiguas llevaron adelante formas de comercio
basadas en el trueque.

La importancia del comercio para el ser humano es muy profunda ya que no tiene que ver
solamente con lo económico sino también con lo social y lo cultural. Así, tal como se dijo,
es a partir del comercio que una sociedad puede entrar en contacto con otra, en el
momento en que se reconoce como no autosuficiente y comienza a buscar espacios o
comunidades que puedan proveerle aquello que le falte. El conocimiento de otras
comunidades y el interactuar con ellas a través del comercio es, además, lo que
enriquece de mejor manera a una sociedad.

LA IMPORTANCIA DEL COMERCIO PARA EL DESARROLLO DE LAS CIUDADES.

Creo que para cualquier ciudad, pequeña o más grande, hay que tener en cuenta que
además de las principales calles de las ciudades (centro), los responsables políticos deben
ser conscientes de la importancia de un sector tan fundamental como es el comercio
tradicional, el comercio de barrio, que ayuda a mantener el nivel de empleo y se convierte
en un agente dinamizador del mismo, por lo que se deben establecer medidas que ayuden
a su desarrollo y revitalización.

Si bien se denomina comercio tradicional, éste debe ir adaptándose a los nuevos tiempos,
y aun siendo tradicional en los aspectos que les diferencia con respecto a otros formatos
comerciales, cercanía, trato personalizado, confianza, asesoramiento y calidad, sí que es
necesario que los comercios se profesionalicen y se adapten a las necesidades de los
clientes del Siglo XXI,  nuevas tecnologías y mejoras en los procesos de gestión, además de
la cuestión del idioma, puesto que muchos de los clientes son turistas que no hablan
nuestro idioma y a los que sería más fácil de atender si nos entendemos con ellos.

El comercio de una ciudad, complementando y complementándose con otros servicios y


actividades económicas genera un desarrollo económico y social de gran importancia:

–          Dinamiza y conserva la vida social de la calle.


–          Supone una compra activa para el consumidor.
–          Crea nuevos puestos de trabajo.
–          Puede ser generador de nuevas fórmulas de autoempleo.
–          Revitaliza y fortalece a la pequeña empresa local.
–          Es un instrumento para competir con el gran comercio.
–          Regenera la zona de influencia y configura la centralidad urbana.

Para que una ciudad, o dentro de esta, algún área específica, pueda llegar a convertirse en
lugar de referencia, atractiva y dinámica, necesita de los comercios en particular y de
cualquier actividad económica en general, ya que, combinadas con elementos culturales,
artísticos y/o recreativos, consiguen que el entorno ofrezca a la población local, así como a
los visitantes, una oferta moderna y diferenciada de ocio, cultura, comercio y negocio.

Existen muchas ciudades con zonas que tienen algún atractivo particular (monumento,
edificio singular, museo, playa, etc.) y que puede ser foco de atracción para el público, por
lo que se convierte en una oportunidad para la actividad empresarial y el desarrollo
comercial de esa zona.

COMERCIO Y CULTURA, UNA RELACIÓN QUE CONSIDERAR.

Diferentes son las teorías que explican cómo y por qué el sudeste asiático se establece
como una región próspera y que hoy día, representa para los países Hispanoamericanos
una región importante en diferentes áreas, una de las cuales es el comercio.

Una de estas teorías hace alusión a la sociedad en castas, muy representativa de la


sociedad de la India, dividida en cuatro grupos a saber, los ksyatria (los guerreros), los
Vysas (grupo comerciante), los Brahmin (los maestros) y los Sudra (grupo trabajadores).
Los primeros tres grupos se establecieron en la Península de Malaca, posteriormente en
otros países de la región y su principal objetivo, el establecimiento de relaciones
culturales a partir del intercambio comercial, de esta manera, el sudeste asiático
empieza a experimentar importantes cambios en distintos sectores (social, económico,
político y cultural) en las primeras fases de desarrollo.
 
La región ha tenido una gran influencia árabe, china y de India. De manera general, podrían
destacarse dos elementos, a) el aspecto cultural en la región, con una integración de
(China – India – mundo árabe) costumbres muy distintas entre países y regiones; y b) el
intercambio comercial, base clave del desarrollo de la región, caracterizado por una
relación de confianza a nivel cultural, seguida por una relación comercial fortalecida por la
confianza conforme pasan los años.

En este caso, es importante entender que cultura y comercio tienen igual nivel de
importancia en la región del sudeste asiático —sobre todo si se estudia la historia de las
primeras fases de desarrollo de la región y el establecimiento de los primeros grupos de
personas—. Por tanto, debemos considerar que Chile respecto del resto de la región
americana y otros países del mundo, debería fortalecer los lazos de confianza en
términos culturales para entender seguidamente, elementos claves que conlleven al
éxito de las relaciones comerciales de la misma forma en que lo hicieron China, India y
otros países del mundo árabe. 

LA IMPORTANCIA DE LA CULTURA EN LOS NEGOCIOS MUNDIALES.

“Nosotros no vemos las cosas como ellas son, vemos las cosas como nosotros somos”,
Talmud Bavli, antiguo texto de sabiduría de Babilonia.

Este libro escrito hace mas de 2.000 años recoge una verdad que ha existido siempre,
nosotros vemos, percibimos e incluso actuamos de acuerdo a las creencias y valores que
tenemos. A esos valores y creencias que determinan nuestros pensamientos y conductas
llamamos cultura.

La cultura se adquiere de diferentes formas, a través de nuestras experiencias personales,


la educación recibida en la familia, el colegio, la universidad, clubes sociales, el trabajo y en
general por interacción social. Es importante resaltar que como manifiesta Schein existe
una parte de la cultura que esta formada por las creencias profundas concientes e
inconcientes que están alojadas en la mente y muchas veces no es posible observarlas
directamente, sino a través de sus manifestaciones o creaciones.

Estas creencias profundas se han formado principalmente durante la niñez, con


información y estímulos que van a determinar que cosa es buena o mala, aceptable o no
para esa persona. Durante la vida adulta se continúa recibiendo estímulos sociales que
contribuyen a la formación de estas creencias y valores de las personas. 

Pero ¿por qué es importante la cultura para los negocios internacionales? Para
responder a esta pregunta quiero mencionar un ejemplo muy ilustrativo utilizado por
Steers, Sanchez-Runde y Nardon en su libro. Ellos utilizan un “saltamontes” y mencionan
que estos saltamontes son considerados una peste en Norteamérica, mascotas en China y
deliciosos bocadillos en Tailandia, terminando con una reflexión muy interesante: si la
cultura puede generar tantos diferentes puntos de vista acerca de un saltamontes,
imagínense que cosa es lo que podría hacer con la gente. 
Estos autores tienen mucha razón al sugerir que la cultura es tan poderosa que influye
en la forma como las personas perciben, visualizan y actúan en el mundo y por lo tanto
en cómo hacen negocios. Como Chile ha negociado muchos tratados de libre comercio con
distintos países, como por ejemplo los asiáticos como Japón, China e India que son
potencias a nivel mundial, deberíamos saber algunas cosas sobre los japoneses, chinos e
hindúes; por ejemplo que antes de discutir un negocio es importante generar una relación
entre las partes, lo que indica una posibilidad de largo plazo, y que la experiencia de los
negociadores reflejados en la edad y en la cantidad de años que esa persona ha formado
parte de la empresa refleja confianza; que los chinos tienen una cultura milenaria, etc.

Para el profesor americano Robert J. House existe una tendencia entre las culturas en el
mundo a estar más interconectadas y por esa razón los negocios se van convirtiendo en
globales, sin embargo, cuando estas diferentes culturas entran en contacto, ellas
convergen en algunos aspectos pero en otros la diferente idiosincrasia tiende a
amplificarse. Esto quiere decir que el tema cultural está tomando una gran importancia
para la realización de negocios internacionales exitosos e incluso muchas escuelas de
negocios están incluyendo en sus programas cursos de administración intercultural.

Como un “pez en el agua” se utiliza para hacer una analogía con la cultura y las personas.
Este ejemplo es muy ilustrativo en el sentido que un pez recién se da cuenta que está en el
agua cuando es sacado de su elemento vital, cuando está en él no percibe su existencia. De
la misma forma una persona que interactúa en su contexto cotidiano no percibe “su
cultura” o los elementos que la hacen diferente de otras culturas, pero cuando uno es
obligado a salir de su “ambiente” puede percibir las características de su propia cultura y
compararlas con la nueva cultura del lugar donde ahora se encuentra.

Por ejemplo, la forma de saludarse de los japoneses no es con un beso sino con una venia
que incluye una ligera inclinación del cuerpo hacia delante, pero sin contacto físico. Si uno
desconoce esos patrones culturales del saludo se invade el espacio privado de una
japonesa y se le hace pasar un mal momento e incluso avergonzarla. Esto mismo ocurre
en los negocios que realizamos con personas de diferentes países o culturas, olvidamos
los pequeños detalles. Estos pequeños detalles a veces terminan siendo determinantes,
por ejemplo, ser cuidadosos en el lenguaje, forma de vestir, la comida a invitar e incluso
en los regalos a entregar, pueden determinar el éxito o fracaso de la negociación.

La relevancia de la cultura en las negociaciones internacionales trasciende los aspectos


visibles como la comida, la ropa y los saludos y también incluye la forma de pensar y
opiniones diferentes frente a veces a una misma realidad. Así como para algunas
personas el saltamontes era una mascota, para otras personas podía ser considerada una
peste y para otros una delicia culinaria, de la misma forma los temas a discutirse en una
negociación internacional pueden muchas veces ser nombrados de la misma forma, pero
las personas estar pensando en significados diferentes. Los chilenos debemos estar
preparados en el manejo de aspectos culturales para tener éxito en las negociaciones
internacionales.

Potrebbero piacerti anche