Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
poco clara en los docentes que hoy día se encargan de la enseñanza de la lengua materna;
esta diferencia puntualiza que enseñar lengua no se limita a la construcción y corroboración
de la internalización de los saberes lingüísticos, es su uso, para hacer lingüísticamente, lo
que permitirá el desarrollo eficiente de la competencia lingüística y comunicativa, propósito
principal en el área Lenguaje, comunicación y cultura, considerando un largo periodo de
formación que debe culminar cuando las estudiantes y los estudiantes asuman una actitud
crítica, reflexiva y transformadora de su realidad social, a partir de la aplicación de
diversos géneros discursivos como medios de expresión cultural y del desarrollo histórico
del ser humano, que le permita involucrarse de manera participativa y corresponsable con
las transformaciones sociales, desde una visión local, regional, nacional, caribeña,
latinoamericana y universal, es decir, cuando alcance una actitud autónoma que le permita
construir una realidad social.
El enfoque socio-genético que hasta ahora hemos venido citando de la mano de
Gutiérrez Martínez (ob. cit.) como concepción de desarrollo lingüístico, se caracteriza por
su naturaleza mediacional, principalmente, y por la presencia y uso de los símbolos
existentes en la cultura que el lenguaje adquiere a través de la interacción. Estos últimos se
convierten en los instrumentos de la comunicación que intervienen en la acción social. El
enfoque promueve así un desarrollo cognitivo, educativo y cultural, que parte de la
apropiación de la cultura, recogiendo el conjunto de transformaciones que ha acumulado en
el transcurrir del tiempo el grupo social al cual pertenece el individuo.
Las observaciones esbozadas hasta ahora nos permiten especificar consideraciones
centrales que caracterizan y definen la concepción lingüística adoptada por El Diseño
Curricular del Sistema Educativo Bolivariano y el Subsistema de Educación Secundaria
Bolivariana:
como una realidad empírica responsable de las operaciones discursivas que se producen en
un momento histórico preciso (Lozano, Peña-Marín y Abril, 1999).
Nuestra atención sin duda alguna se dirigió al sujeto discursivo modelo que se
formula dentro de la propuesta curricular, y para construirlo tomamos en cuenta las
distintas actitudes que el estudiante debe poseer al culminar su tránsito por la educación
secundaria bolivariana. La finalidad del área Lenguaje, comunicación y cultura, por
ejemplo, es que le permitan la expresión del pensamiento crítico, reflexivo y liberador en
el estudio de las condiciones socioculturales, para el fortalecimiento de la conciencia
social como base de los saberes locales, nacionales y universales; y a esa finalidad debe
sumarse: su identidad venezolana, con su visión latinoamericana, caribeña y universal;
habilidades cognitivas para la comprensión lectora, análisis, síntesis, inferencias,
interpretaciones y valoraciones de los textos orales y escritos con intención artística,
literaria o científica; respeto por la diversidad lingüística y cultural, la participación
crítica y activa en la planificación y ejecución de los proyectos de investigación, para la
solución de problemas reales y prioritarios en las comunidades, y uso en forma oral o
escrita de un idioma indígena y/o extranjero como medio para comunicarse con el resto
del mundo y acceder al conocimiento científico, humanístico y universal, características de
orden lingüístico que deben constituir el perfil del egresado y la egresada del Liceo
Bolivariano, según lo planteado en el Subsistema de Educación Secundaria Bolivariana.
Con las características mencionadas creamos un perfil que se resume,
principalmente, en la reflexividad de la creación del discurso, que a su vez logre mantener
el contacto con la realidad hasta transformarla, es decir, hacer cosas con palabras.
En segundo lugar, se caracteriza nuestro sujeto discursivo a partir de la recursividad
como capacidad del lenguaje humano, esto es la capacidad metapragmática, la reflexión del
discurso mismo estableciendo una relación entre el hablante, la realidad representada a
través del discurso y el entorno en el cual produce dicho discurso. Esta capacidad
metapragmática convierte la razón en su principal instrumento para regular el uso del
discurso según el contexto, el marco y la situación en el que esté inmerso, es esta capacidad
la que permitirá la planificación y ejecución de actos de habla acertados, su criticidad en lo
que produce, y hasta de su propia existencia brindándole un sentido a través de la palabra.
7
Con nuestra interpretación indicamos que el lenguaje debe ser utilizado por el
estudiante como un instrumento activo para describir la realidad construyendo una
representación de los hechos; y recordamos que el lenguaje adquiere sentido en el uso, por
lo que se puede aclarar que aprender la lengua no es aprender el significado de las palabras,
sino aprender su uso. Según esta concepción wittgensteiniana (Núñez, 2003), el uso de las
palabras sólo se aprenderá cuando el ser humano entre en el juego lingüístico, en el cual
podrá identificar las distintas clases de reglas que en él existen y las implicaciones que
acarrea su conocimiento y puesta en práctica, porque es a través del constante uso
representativo del lenguaje y la actuación en diversos juegos lingüísticos lo que proveerá de
aptitudes para utilizar un abanico de posibles sistemas de signos con valor lingüístico en
una sociedad particular al sujeto discursivo, es decir, el estudiante,.
El dominio de esas destrezas discursivas desencadenará el dominio de la experiencia
generando con palabras que toman forma en la acción creando muchos mundos de sentido y
nuevas actuaciones ante ellos, capaces de transformar el entorno (Echeverría, ob. cit.); estas
capacidades convergen en un fin último: el poder del lenguaje como instrumento de acción,
cuyo dominio se hace necesario para dominar los actos lingüísticos y posteriormente
desencadenará el desarrollo del pensamiento complejo (Morin, 2007) como pilar
fundamental de la racionalidad lingüística.
Con esto resumimos lo que podría ser una aproximación a la imagen ideal del sujeto
discursivo que a fin de cuentas pretende crear El Diseño Curricular del Sistema Educativo
Bolivariano y el Subsistema de Educación Secundaria Bolivariana según la concepción
lingüística, sin embargo no son los propósitos los que poseerán un valor contundente e
irreprochable en esta nueva propuesta curricular, es la actuación real, el hacer, la evaluación
lo que va a determinar la aceptación de la nueva propuesta y la aproximación al ser ideal,
según la dimensión lingüística y epistemológica que subyace dentro del diseño.