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Uno de los problemas que más afecta a los agricultores de nuestro país,
especialmente de la sierra y selva alta, es la pérdida de suelo debido a la
ausencia total o parcial de prácticas de conservación de los mismos,
generándose una continua erosión, lo cual conlleva a la disminución progresiva
de la producción agrícola.
La ceja de selva, que representa un 36% del territorio Amazónico, por sus
condiciones topográficas, climáticas y edáficas, unido a las prácticas
deficientes de manejo, se convierte en una zona altamente susceptible a la
pérdida de agua, suelo y nutrientes en los terrenos de cultivo, sobre todo en las
zonas de laderas, superando a la ocurrida en las regiones templadas.
Son pocos los estudios realizados sobre este tema en nuestro país,
especialmente en la zona tropical, en comparación con estudios efectuados en
otros países, tanto de zonas templadas como tropicales.
La palabra suelo proviene del latín “Solum” que significa suelo, tierra o parcela.
El suelo es definido como un cuerpo natural tridimensional, constituido por
materia orgánica, minerales, agua, aire y organismos. Indispensable recurso
natural no renovable ya que ofrece el soporte para el desarrollo de los seres
vivos.
De acuerdo con Ortiz (1981) el suelo puede definirse desde el punto de vista
técnico como:
Por otro lado, también es importante considerar al suelo desde el punto de vista
de su productividad o para el fin o uso que se le da por parte de los
agricultores, por ello la importancia de la definición de suelo como la capa
superficial de la tierra donde se desarrollan las raíces de las plantas. Es
conocido como la capa arable o la capa vegetal (Heano, 2006).
Inicialmente durante el siglo XIX la importancia del estudio de los suelos estaba
enfocado hacia la producción de fibras y granos por ello durante muchos años
los 6 estudios de los suelos se centraron en poner en claro la formación de
suelos (factores y procesos) y en aquellos aspectos relacionados con la
agronomía (Porta, 2005), he aquí la importancia desde el punto de vista
productivo.
Funciones ecológicas:
Producción de biomasa (suministro de nutrientes, aire y agua, y soporte
para las raíces de las plantas), proporcionando alimentos, energía
renovable, materias primas y rasgos naturales (las masas forestales
proporcionan un hábitat importante para muchas especies).
Funciones de filtrado, tampón, almacenamiento y transformación. Estas
funciones tienen gran importancia en relación de los contaminantes. Así,
por ejemplo, el poder tampón del suelo permite que esta resista los
procesos de acidificación o se recupere de ellos. También indica la
capacidad de un suelo para absorber agroquímicos, para admitir purines
como nutrientes o sustancias que deriven de vertidos o deposiciones
atmosféricas.
Hábitat biológico o reserva de genes: el conocimiento sobre la
microbiología del suelo permite entender y cuantificar una serie de
procesos que tienen lugar en el suelo. La flora y la fauna del suelo son
mucho menos aparentes que las que están encima del suelo, pero su
papel resulta fundamental para el ciclo de muchos elementos y para la
vida de las plantas.
Agua: 25%
Aire 25%
Por otro lado, Porta (1999) dice que para estudiar mejor al suelo es necesario
hacer perfiles de suelo. Un perfil de suelo es un corte vertical del terreno, que
permite estudiar el suelo en su conjunto desde su superficie hasta el material
original A su vez el perfil de suelo está constituido por diferentes capas
denominadas horizontes, las cuales se diferencian unas de otras por
propiedades como color, estructura, textura y características físicas y químicas.
Actúa como regulador del ciclo del agua y los ciclos biogeoquímicos.
Es el medio filtrante del agua que recarga los acuíferos y, por lo tanto, su
capa de protección.
Alberga una gran diversidad de organismos lo que implica que el suelo
contiene importantes reservas genéticas.
Es el espacio para actividades agrícolas, ganaderas, forestales y
recreativas.
Es la base para la construcción de obras civiles.
Alberga parte de la riqueza cultural y es un documento de la historia del
paisaje.
II.1.3. Factores de formación de suelos
Es aquella que se produce normalmente sin la acción del hombre y por lo tanto
está fuera de su control. Es tan lenta que pasa inadvertida y contribuye en
cierto modo a la misma formación del relieve y la meteorización de las rocas.
Actúan en este tipo de erosión el agua de las lluvias, las corrientes de los ríos,
el mar, el viento, la temperatura y la gravedad.
Este tipo de erosión se sucede aun hoy en día en tierras muy jóvenes del
planeta y no es perjudicial, es por el contrario benéfica, pues busca la
estabilidad de la superficie y un equilibrio entre el suelo, la vegetación, los
animales y el agua.
a) Erosión acelerada
Heano (2007) define tres clases de erosión hídrica, atendiendo a la forma como
el agua actúa en el suelo Estas tres clases de erosión son:
3. Remoción en masa
a. Escurrimiento difuso
b. Erosión laminar
c. Erosión de surcos
d. Erosión en cárcavas
f. Terracetas
a. Deslizamientos
b. Derrumbes
c. Coladas de barro
d. Solifluxión
e. Hundimientos
f. Desprendimientos y desplomes
Por otra parte, el Colegio de Postgraduados (1982) y FAO (1978) definen como
formas de erosión hídrica las siguientes: erosión por salpicadura, erosión
laminar, erosión en surcos, erosión por cárcavas y formas especiales de la
erosión.
La acción de las gotas de lluvia sobre las partículas del suelo se entiende
fácilmente cuando se la considera como el momento de una gota que cae
sobre una superficie en pendiente. La salpicadura de las gotas de lluvia no es
muy crítica en un terreno a nivel, pero en terrenos con pendiente se esparce
más suelo pendiente abajo que pendiente arriba (COLPOS, 1982).
2) Erosión laminar
El poder erosivo y el transporte del flujo laminar son función de la altura de éste
y de la velocidad del escurrimiento para una magnitud, una forma y una
densidad dadas de las partículas o agregados del suelo. Estudios pertinentes
han revelado que el desplazamiento máximo de partículas del suelo se produce
cuando la altura del flujo laminar es aproximadamente igual al diámetro de las
partículas. El flujo laminar sobre la superficie del suelo ocurre principalmente
cuando esta superficie es lisa y de pendiente uniforme (FAO, 1978).
3) Erosión en surcos
Esta erosión es una erosión en surcos que diseca tan profundamente el suelo
que el terreno no puede nivelarse con los instrumentos de labranza ordinarios.
La erosión en cárcavas se produce frecuentemente después de la erosión
laminar y la erosión en surcos (FAO, 1978) Esta es una forma más avanzada
de la erosión por canales, donde la profundidad alcanzada debido a la erosión,
es mayor que cualquiera de las otras formas de erosión.
De igual forma Morgan (1997) menciona que una aproximación alternativa que
evita la necesidad de medir directamente la velocidad de formación del nuevo
suelo, es estimar la velocidad requerida para igualar la pérdida de suelo por
erosión en áreas donde puede presumirse que existe equilibrio. Utilizando
datos de cuencas pequeñas con bosques y vegetación herbácea, Alexander
(1988) comprobó que las velocidades requeridas se situaban entre 0,3 y 2 t/ha,
quedando en la mayor parte de los casos por debajo de 1 ha.
Bennet (1939) y Hall, Daniels y Foss (1979), citados por Hudson (1981)
sugieren que, en suelos de textura media a moderadamente gruesa y con
buenas prácticas de cultivo, las tasas anuales de formación del horizonte A
pueden superar las 11,2 t/ha. Esto se debe a que el subsuelo puede mejorarse
por incorporación de suelo superficial mediante el laboreo, y por el aporte de
fertilizantes y materia orgánica. De acuerdo con estas condiciones, se han
establecido valores de pérdidas tolerables de suelo de manera que se
mantenga una adecuada profundidad para el desarrollo radicular y se eviten
pérdidas importantes en los rendimientos, aunque los horizontes superficiales
del suelo estén siendo afectados por la erosión. Así que, según este criterio, la
pérdida tolerable de suelo debe definirse como la tasa máxima de erosión
permisible para que la fertilidad del suelo pueda mantenerse durante 20 o 25
años. En estos casos, una pérdida media anual de suelo de 11 t/ha se
considera generalmente aceptable, aunque, en condiciones particularmente
sensibles, como ocurre en los casos de suelos superficiales o altamente
erosionables, se recomienda valores bajos como 2 t/ha.
II.5. Ecuación Universal de Pérdida de Suelo (U.S.L.E.)
A comienzos del año 1970 la USLE fue aplicada para muchos otros usos del
suelo además de los utilizados en áreas cultivadas y para otras aplicaciones
aparte de las usadas en los planes de conservación de suelos, también fue
utilizada en estimaciones de tazas erosivas a niveles de territorios extensos
como cuencas y sub cuencas, sin duda es quizás la Ecuación Universal de
Pérdida de Suelo (USLE), la más aceptada entre las personas encargadas de
la gestión de cuencas con fines de producción o de conservación (Dumas,
2002).
A=R x K x LS x C x P
Donde:
Este índice modificado toma en cuenta las precipitaciones de todos los meses
de un año, tomando en cuenta que hay zonas cuyo régimen de precipitaciones
presenta más de una máxima mensual, así como también zonas donde los
valores pluviométricos son en general elevados (Mancilla G.A. 2008).
Este factor supone un factor decisivo en la USLE ya que por muy abrupto que
sea el terreno si la vegetación se encuentra bien desarrollada la erosión será
leve. Haciendo un repaso por la literatura existente encontramos diferentes
métodos para el cálculo de este factor. La gran mayoría de los estudios se
apoya en estudios de campo previos, para observar la naturaleza de la
cobertura y tras una clasificación de la misma se asignan los valores estimados
por Wischmeier y Smith o por otros organismos como el ICONA, FAO,
UNESCO y entre otros autores.
Representa la relación existente entre las pérdidas de suelo que tienen un lugar
bajo determinada práctica de conservación de suelo y las pérdidas que ocurren
en la misma área sin que existan prácticas de conservación, este parámetro
toma valores entre 0 y 1. Las prácticas incluidas en este término son: las
curvas de nivel, los cultivos en faja (cultivos alternados sobre contornos),
zanjas de infiltración en protección de pastos y las terrazas entre otros (Ferran
conill, 2007).
III. Materiales
DEM Alos Palsar (Resolución Espacial: 30 m).
Precipitación mensual (PISCO - SENAMHI).
Laptop core i5.
Zonas de vida en formato shape de la Zonificación Ecológica Económica
de Junín.
Software ArcGis 10.3.5
IV. Metodología de la investigación
IV.1. Cálculo del Factor R
Según Arnoldus H.M. (1980) mediante el método del IFM se logra determinar el
índice de agresividad de la lluvia o índice de erosividad, con el cual la lluvia
actúa sobre la superficie del suelo. El cálculo de este método se basa en el uso
de registros de precipitación mensual y la precipitación total anual.
12
pi2
IFM =∑
i=1 p
Donde:
Según Farfán (2002), indica que se tiene que determinar el IFM para los meses
secos (Mayo – Setiembre) y meses húmedos (Octubre – Abril) para el caso de
Huancayo, posterior a ello aplicar las siguientes fórmulas para determinar el
factor de erosividad R en relación al IFM para los mese secos y húmedos.
- Meses secos
2
IFM =(0.513244+0.36122∗I + √ IFM∗(0.795429+0.427359∗I ))
Donde:
- Meses húmedos
( 1.13173 )∗I (0.944807−0.170782∗ I)
R=e ∗IFM
Donde:
Una vez obtenido los valores de los factores de erosividad R para los mese
secos y para los meses húmedos por cada año de estudio, estos se sumaron y
se obtuvo un único valor de factor R por año y finalmente se promedió para los
35 años por estación, obteniéndose los siguientes resultados:
FACTOR
NOMBRE
R
TARMA 79.432197
2
HUASAHUASI 87.48103
322.99661
SAN RAMON
6
492.76087
RIO TULUMAYO
3
542.90110
CHONTABAMBA
1
SAN ELOY DE 433.60317
SINGAYAC 1
89.577663
RICRAN
7
SAN PEDRO DE 122.43605
CHUCLU 7
101.61675
CHACAPALCA
1
118.97092
CASARACRA
8
86.726185
JUNIN
3
160.66302
CARHUACAYAN
2
Fuente: Elaboración Propia
Una vez obtenido el mapa de suelos en la clasificación FAO, con apoyo del
Atlas de erosión elaborado por SENAMHI, se realizó un análisis en cuanto a las
caracterizas del suelo y su valor de erodabilidad basada además en su textura,
dicha relación se encuentra presente en la siguiente tabla.
Fuente:
IV.3. Factor de longitud e inclinación de la pendiente (LS)
Según Renard et al. (1997), para calcular el factor topográfico LS, en territorios
donde las parcelas o áreas a evaluar no sean estándares en relación a los
22.13m de longitud y 9% de pendiente, se utiliza los sistemas de información
geográfica, debido que a nivel de la cuenca del Río Palca se muestra
variabilidad de inclinaciones y longitudes de pendientes, para el cálculo de este
parámetro se utilizó la metodología de Foster modificada por Desmet y Govers.
Dicho proceso partió desde la elaboración de un DEM de 30 m de resolución,
para posterior a ello crear un mapa de pendientes y así poder calcular la
dirección y acumulación del flujo, todo ello se realizó con ayuda del software
ArcGis y el uso de las siguientes ecuaciones siendo B la acumulación del flujo y
L el factor en mención.
λ m F sinβ/0.0896
L=( ) m= F=
22.13 (1+ F ) 3(sinβ)0.9 + 0.56
A ( i , j ) + A2 m
L=( )
x m . Dm+2 .(22.13)m
Donde:
sin ∅ /0.0896
F= 0.8
3∗(sin ∅) + 0.56
Donde:
Finalmente se usaron las tablas publicadas por investigadores que definen los
valores del factor “C” para los diversos usos y coberturas vegetales adaptados
a las zonas andinas, en este caso a la Cuenca del río Palca, para tal sentido se
muestra la siguiente tabla.
Las prácticas de conservación de suelos minimizan el efecto del flujo del agua
sobre el suelo de tal manera que resta el efecto erosivo, para este caso se
asumirá un valor del factor P igual a “1”, debido a que en las zonas agrícolas de
la cuenca del río Palca no se aplican prácticas de conservación de suelos.
V. Discusión de Resultados
0%
16% Erosion Nula o Ligera
Erosion Moderada
Erosion Alta
Erosion Muy Alta
84%
VI. Conclusiones
Se determinó la pérdida de suelo por erosión hídrica utilizando la
ecuación universal USLE para perdida de suelo, permitiéndonos
estima la perdida de suelo dentro de la cuenca del rio Palca.
Obteniendo un área superficial de 182330.4182 ha con erosión nula,
33864.6348 ha con erosión moderada, 824.4028 ha con erosión alta
y 659.5223 ha erosión muy alta. En conclusión, podemos deducir que
la cuenca del rio Palca presenta una su mayoría una superficie con
un nivel erosivo nula o ligera.
Se logró determinar el índice de erosividad de las precipitaciones
utilizando datos libres proporcionado por las estaciones de
SENAMHI, a su vez se hizo uso de un código de programación en R
para el proceso de datos, obteniéndose como resultados valores
entre 62 Mj*mm/ha*h*año a 109 Mj*mm/ha*h*año.
En cuanto al índice de erodabilidad en el factor K, los resultados
obtenidos fueron del resultado de una comparación con los valores
estipulados en el atlas de la erosión hídrica proporcionada por
SENAMHI, a su vez haciendo uso del mapa de suelos de uso libre
realizado por el gobierno de Junín en marco de la elaboración de su
ZEE. Como resultados se obtuvieron valores desde 0 hasta 0.04
tm*ha*h/ha*Mj*mm, siendo los valores más altos correspondientes a
suelos con textura franco limosa.
Para la elaboración del factor C, los datos fueron obtenidos del mapa
de cobertura vegetal del ZEE de Junín el cual sirvió como insumo
para el posterior análisis y estimación del valor C de cada unidad,
obteniendo valores de 0 a 1, siendo el de mayor valor el que
pertenece al suelo desnudo.
El factor topográfico o factor LS, se obtuvo al superponer los mapas
L y S , los cuales dieron como valores resultados promedios entre 0 a
200 con picos de 11 000 presentes solo en zonas muy limitadas.
El 83.76 % del territorio en análisis presenta valores mínimos de
perdida de suelo, menores a 10 ton/ha-año, los cuales son
característicos del nivel de erosión nula o ligera, mientras que el
15.55 % del territorio pertenece al nivel de erosión moderada con un
rango de 10 a 50 ton/ha-año; una pequeña porción del territorio
pertenece al tipo de erosión alta con 0.378% de total con valores
entre 50 a 200 y otra a la erosión muy alta con 0.30% del total con
valores mayores de 200 ton/ha-año
VII. Recomendaciones
Los Sistemas de Información Geográfica y la teledetección son
tecnologías avanzadas,, por lo cual son recomendables utilizarlas para
la caracterización de las cuencas hidrográficas y la generación y
priorización de proyectos, debido a las bondades que presentan dichos
sistemas.
Promover el manejo de actividades y el uso adecuado y sostenible del
suelo, con el objetivo de reducir la degradación de suelos por erosión
hídrica.
Utilizar el presente estudio como herramienta de gestión en la Cuenca
del Río Palca, para la formulación de proyectos para conservación de
suelos.
Fomentar la realización de estudios similares en las cuencas del país,
para que la información sea más precisa y confiable.
VIII. Bibliografía
Moreno Caselles, J.; Moral Herrero, R.; Pérez Murcia, M. D. y Pérez Espinosa,
A. (2000). Fundamentos de Edafología y Climatología. Editorial Universidad
Miguel Hernández. España. 395 pp.
Morgan, R.P.C. (1996). Erosión y conservación del suelo. Ed. Mundi Prensa.
Madrid, España
ANEXO 1
MAPAS
ANEXO 2