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El 31 de diciembre de
2019 se notificó una serie
de casos de neumonía
de causa desconocida en
la ciudad de Wuhan,
provincia de Hubei,
China. El 9 de enero, las
autoridades chinas
informaron a los medios
de comunicación que la
causa de esa neumonía
viral era, en principio, un
nuevo tipo de
coronavirus, diferente a
cualquier otro
coronavirus conocido en
humanos hasta la fecha.
Los coronavirus son una gran familia de virus que provocan enfermedades respiratorias:
desde un resfriado común hasta el síndrome respiratorio de Oriente Medio y el síndrome
respiratorio agudo severo (SRAS). Desde ese momento la OMS comenzó una campaña
internacional para velar por la salud de las personas, sobre todo de las naciones donde los
problemas frente a los sistemas de salud complican la atención. A partir de ese momento se
emite la declaratoria de emergencia de salud pública de importancia internacional -30 de
enero- aplicando las recomendaciones del Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
A nueve días del inicio de la crisis y a penas a cinco días del toque de queda y limitación en
la movilidad, la emergencia no cuenta con una planificación en este sentido, el
distanciamiento social -adecuado sin duda, en estos casos- no es el único camino, se debe
entender y tener la claridad de que la subida de casos aún no alcanza el pico más alto, pues
los casos que vivimos desde el distanciamiento social son una ventana al pasado,
recordemos que el primer caso identificado en el país fue del 29 de febrero, en quince días
no existieron estrategias reales de contención; sin embargo los problemas ya están
presentes, en Machala hubo un platón de profesionales de la salud, el cierre arbitrario de un
aeropuerto, dos muertos en sus casas sin una prueba confirmatoria de que fuera por Covid-
19, aunque los síntomas eran consistentes a la enfermedad, es decir a 9 días de la
emergencia formal sin los picos más alto de la enfermedad, la cuarentena colapsa el
gobierno y los sistemas y sus decisiones como un domino que no para. El quédate en casa
necesario, pero no integral, para los sin casa, los migrantes no aplica la medida, pues se
basa en una condición de clase de los que tienen y los que no.
Esta es la primera dimensión de análisis a menos de un mes de la emergencia los picos más
altos de enfermedad no se presentan, sin embargo, la falta de planificación y previsión
complican, el panorama. Hay que entender que en el Sistema de Salud Pública existen
buenos profesionales y expertos pero que el cálculo político se termina sobreponiendo. Los
profesionales que están en la primera línea, en la parte operativa no necesitan
reconocimiento, en estos momentos lo que más necesitan son insumos, inversión pública y
demostración de un apoyo institucional adecuado, no un Tweet de orientación u orden.
En este momento hay algunas acciones en el marco de la respuesta que son recomendadas
por la OPS/OMS que se deben realizar y que no se están cumpliendo adecuadamente, esto
podría complicar la situación ecuatoriana, medidas como:
- Aumento de las Pruebas
Las pruebas en gran medida permiten no solo analizar el porcentaje de posibles contagios
sino controlar en gran medida mediante aislamiento, reduciendo el número de posibles
nuevos contagios, la dinámica entre rastreo, prueba y contención es fundamental en el
Ecuador a pesar de contar con 1670 pruebas y 1213 personas en el cerco epidemiológico
parece insuficiente. "Por ejemplo, para el 12 de marzo, en Hong Kong tenían 445 casos
sospechosos y realizaron 14.900 pruebas entre sus contactos para detectar los posibles
contagios. Finalmente 19 resultaron positivos", utilizando varias técnicas desde entrevistas,
hasta la revisión de cámaras de seguridad o registros de transporte y hoteles y exámenes a
todos los potenciales contactos. Sin duda la diferencia económica puede ser potencial sin
embargo a 9 días de emergencia el aislamiento voluntario no puede ser suficiente si el
seguimiento para el control no se ha determinado de forma efectiva. Otro reto fundamental
de aislamiento, la identificación y el control es no estirar la curva de contagios en el tiempo
a pesar de que la estrategia de aplanar la curva es adecuada se la debe hacer esperando
que el sistema de salud cumpla su labor sin estrés del mismo, sin embargo al no tener la
claridad de infectados no puedes determinar un número adecuado de días de aislamiento
que sea efectivo, podríamos estar jugando a una montaña rusa que se estira en el tiempo y
que colapsará durante un tiempo más prolongado el sistema de salud.
- Capacidad de reacción rápida
- Distanciamiento social
Es uno de los elementos fundamentales, los ecuatorianos tenemos esto en nuestras manos,
parece ser insuficiente en una sociedad no acostumbrada a estos niveles de disciplina
complejos. En Ecuador el toque de queda deja alrededor de 800 presos los cuales pueden
seguir aumentando, lo que demuestra que el ecuatoriano promedio no toma conciencia. Las
personas han ido tomando conciencia al mismo ritmo que el gobierno, es decir lentamente y
poquito a poco. Más expectativa existía respecto a la lectura del texto por parte del
presidente que respecto al Covid-19.
Improvisaron todo el tiempo, “no se reúnan más de 1000” decían, horas más tarde mejor que
no sean más de 200 y sin dejar pasar mucho tiempo dijeron que no más de 30, “no detengas
tu viaje” promocionaban improvisadamente para luego decirnos “Quédate en tu casa”.
Otro elemento que ha causado disgustos y caos ha sido los desacuerdos del Estado central
con los GADS.
Pero después de este panorama ¿cuáles son las perspectivas? A pesar de que no sean
alentadoras, como sociedad debemos exigir lo siguiente:
Sin duda existirán aún mayores retos, pero estos deben tener una consideración de clase, y
una organización adecuada, hay que aumentar la capacidad de atención y que esta no sea
insuficiente apenas a 10 días de la emergencia. Se debe exigir además una planificación
coherente y no la misma improvisación y reactividad. Sin duda uno de los mayores retos es
no caer en la politización de la crisis como pretende el gobierno -toda acción es con cálculo
político-, la realidad justamente responde a esa perspectiva ideológica que decidió tener el
gobierno, no podemos permitir que en nombre de la crisis no disputemos el modelo de
atención, este es un ejemplo claro de lo que puede llegar hacer el neoliberalismo, el
capitalismo en nuestro estados y sociedades, dejándoles sin capacidades, individualizados,
afectando siempre a los más pobres, esta es una lucha en unidad, pero con exigencia, hay
que ser disciplinados pero con garantías de vida a futuro; esta crisis debe cambiar la
sociedad pues este modelo neoliberal queda demostrado que no piensa en los más pobres,
convierte cualquier acción en un beneficio propio. Para un sistema que es carroñero hay una
alternativa o socialismo o barbarie.