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Reflexiones sobre la respuesta en tiempos de la crisis causada por Covid-19

El 31 de diciembre de
2019 se notificó una serie
de casos de neumonía
de causa desconocida en
la ciudad de Wuhan,
provincia de Hubei,
China. El 9 de enero, las
autoridades chinas
informaron a los medios
de comunicación que la
causa de esa neumonía
viral era, en principio, un
nuevo tipo de
coronavirus, diferente a
cualquier otro
coronavirus conocido en
humanos hasta la fecha.
Los coronavirus son una gran familia de virus que provocan enfermedades respiratorias:
desde un resfriado común hasta el síndrome respiratorio de Oriente Medio y el síndrome
respiratorio agudo severo (SRAS). Desde ese momento la OMS comenzó una campaña
internacional para velar por la salud de las personas, sobre todo de las naciones donde los
problemas frente a los sistemas de salud complican la atención. A partir de ese momento se
emite la declaratoria de emergencia de salud pública de importancia internacional -30 de
enero- aplicando las recomendaciones del Reglamento Sanitario Internacional (RSI).

Vamos 20 de marzo, un mes y medio después de la declaración de emergencia de salud


pública de importancia internacional y el virus se ha extendido a más de 155 países y el
Ecuador no es la excepción. El virus llega a un país lleno de conflictos, con una recesión
económica profunda, donde el modelo de gestión es una receta del FMI, las grandes
industrias y la banca, país donde se priorizó la reducción del tamaño del Estado, incluido el
sistema de salud pública, la no inversión en centros hospitalario y la reducción del personal,
reduciendo así la eficiencia del sistema de salud, y en general del Estado, pero si invirtió 355
millones de dólares en dos años en los organismos de coerción como FFAA y Policía
Nacional. Hablamos de un gobierno que además ha priorizado la improvisación y la
desinstitucionalización del Estado como mecanismo para la privatización, esas malas
decisiones hoy nos puede complicar como país, corriendo el riesgo de pérdida de vidas,
formas y medios de vida, impactos sociales, económicos y políticos pueden transformar la
coyuntura nacional y regional.

El análisis debe desarrollarse desde dos elementos, el primero desde la probabilidad de la


llegada del virus, entendiendo esto como una etapa de preparación de la respuesta que tiene
como agravante la falta de planificación y la fragilidad del Estado y en segundo nivel desde
la llegada del virus al país, entendiendo esto como la respuesta. Dentro de los procesos de
preparación para la respuesta no se tomaron los caminos adecuados, no se verificó el estado
de los insumos necesarios, preparar posibles campamentos, o sitios de aislamiento, o se
procuró adecuar un sistema completo para la identificación, registro, o mecanismo de
protección social para los sectores más indefensos, o el tratamiento de posibles casos,
incluso no se planificó el tema comunicacional, es decir no se cumplió con uno de los
procesos fundamentales preparar las instituciones, la sociedad y la economía para el
escenario actual, que además era previsible y muy probable, sin duda algunos dirán que es
fácil criticar, sin embargo la preparación para la respuesta en el sector salud es tarea del
gobierno con los diferentes mecanismos de coordinación interinstitucional e interagencial y
desde nuestra perspectiva muy poco se hizo y por esto es que como sociedad es imperativo
exigir un Estado que garantice el bienestar en todos los niveles, incluyendo la contingencia
frente emergencias sean de origen natural o antrópico. Sin embargo, se esperó hasta el
último momento para la declaración de emergencia sanitaria en el Ecuador, esto se hizo
apenas el 11 de marzo del 2020, y con pleno desconocimiento en la Ley Orgánica de Salud
esta declaratoria la firma la Ministra de Salud, cuando este cuerpo legal determina que será
el presidente de la República quien lo haga.

Hasta el momento no se tiene claro cuál es el plan de inversiones o de gastos, ya han


transcurrido 9 días, los insumos hospitalarios no son suficientes, hacen falta mascarillas, y
muchos otros insumos, sin embargo no hay una comunicación clara de cómo se va a
solucionar, lo cual causa incertidumbre en la población, e incluso en el mismo personal de
salud, más aún cuando el Vicepresidente en su cuenta de Twitter menciona que “los recursos
económicos estarán disponibles”, es decir no lo están en estos momentos; y los problemas
no son solo la falta de planificación a nivel económico, ¿cuál es la contingencia para los
casos en donde las familias no tiene un medio de vida o trabajo adecuado?, ¿qué pasará
con el desempleo en Ecuador, con una tasa de 4,9%?, de las 8'379.355 personas que
conforman la Población Económicamente Activa (PEA) en el país, solo 3'228.032 tienen un
empleo adecuado. Mientras que, 5'151.323 están sin un empleo adecuado, además de los
1´649.346 de ecuatorianos que realizan algún tipo de actividad sin llegar a recibir el sueldo
básico, o las 115.782 personas que perdieron el trabajo formal en Ecuador durante el 2019.

A nueve días del inicio de la crisis y a penas a cinco días del toque de queda y limitación en
la movilidad, la emergencia no cuenta con una planificación en este sentido, el
distanciamiento social -adecuado sin duda, en estos casos- no es el único camino, se debe
entender y tener la claridad de que la subida de casos aún no alcanza el pico más alto, pues
los casos que vivimos desde el distanciamiento social son una ventana al pasado,
recordemos que el primer caso identificado en el país fue del 29 de febrero, en quince días
no existieron estrategias reales de contención; sin embargo los problemas ya están
presentes, en Machala hubo un platón de profesionales de la salud, el cierre arbitrario de un
aeropuerto, dos muertos en sus casas sin una prueba confirmatoria de que fuera por Covid-
19, aunque los síntomas eran consistentes a la enfermedad, es decir a 9 días de la
emergencia formal sin los picos más alto de la enfermedad, la cuarentena colapsa el
gobierno y los sistemas y sus decisiones como un domino que no para. El quédate en casa
necesario, pero no integral, para los sin casa, los migrantes no aplica la medida, pues se
basa en una condición de clase de los que tienen y los que no.

Esta es la primera dimensión de análisis a menos de un mes de la emergencia los picos más
altos de enfermedad no se presentan, sin embargo, la falta de planificación y previsión
complican, el panorama. Hay que entender que en el Sistema de Salud Pública existen
buenos profesionales y expertos pero que el cálculo político se termina sobreponiendo. Los
profesionales que están en la primera línea, en la parte operativa no necesitan
reconocimiento, en estos momentos lo que más necesitan son insumos, inversión pública y
demostración de un apoyo institucional adecuado, no un Tweet de orientación u orden.

En este momento hay algunas acciones en el marco de la respuesta que son recomendadas
por la OPS/OMS que se deben realizar y que no se están cumpliendo adecuadamente, esto
podría complicar la situación ecuatoriana, medidas como:
- Aumento de las Pruebas

La Organización Mundial para


la Salud (OMS) indica que la
detección temprana de los
casos es un factor
fundamental para contener la
extensión de la pandemia. "No
se pueden tomar acciones ni
conocer el impacto real del
virus si no sabemos a cuántas
personas ha afectado", afirma
Nyenswah. "Corea del Sur ha
estado probando a unas
10.000 personas por día.

Una realidad compleja sucede


en Ecuador ya que en 9 días
se han tomado apenas 1670
pruebas de las cuales 435
casos han sido confirmados, lo
que corresponde un 25 por
ciento de la muestra lo que genera una mala y errónea estadística tal como declaro el director
de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, él menciona que facilitar las pruebas a cualquier
persona con síntomas de haberse contagiado era la "columna vertebral para detener la
propagación" de la pandemia. Sin embargo, alertó que muchos gobiernos continúan
haciendo los exámenes solo a los pacientes más graves (caso ecuatoriano, como declaro la
Ministra de Gobierno, en las entrevistas programadas, donde además fijo la prueba entre
80-90 dólares), lo que no solo puede falsear las estadísticas sino propiciar que personas con
síntomas más leves continúen propagando el virus.

- Estrategia de aislamiento no solo social sino programático de los contagiados

Las pruebas en gran medida permiten no solo analizar el porcentaje de posibles contagios
sino controlar en gran medida mediante aislamiento, reduciendo el número de posibles
nuevos contagios, la dinámica entre rastreo, prueba y contención es fundamental en el
Ecuador a pesar de contar con 1670 pruebas y 1213 personas en el cerco epidemiológico
parece insuficiente. "Por ejemplo, para el 12 de marzo, en Hong Kong tenían 445 casos
sospechosos y realizaron 14.900 pruebas entre sus contactos para detectar los posibles
contagios. Finalmente 19 resultaron positivos", utilizando varias técnicas desde entrevistas,
hasta la revisión de cámaras de seguridad o registros de transporte y hoteles y exámenes a
todos los potenciales contactos. Sin duda la diferencia económica puede ser potencial sin
embargo a 9 días de emergencia el aislamiento voluntario no puede ser suficiente si el
seguimiento para el control no se ha determinado de forma efectiva. Otro reto fundamental
de aislamiento, la identificación y el control es no estirar la curva de contagios en el tiempo
a pesar de que la estrategia de aplanar la curva es adecuada se la debe hacer esperando
que el sistema de salud cumpla su labor sin estrés del mismo, sin embargo al no tener la
claridad de infectados no puedes determinar un número adecuado de días de aislamiento
que sea efectivo, podríamos estar jugando a una montaña rusa que se estira en el tiempo y
que colapsará durante un tiempo más prolongado el sistema de salud.
- Capacidad de reacción rápida

La acción rápida para la detección y el aislamiento de nuevos casos puede resultar un


factor decisivo para contener la propagación". Sin embargo, en estos 9 días han surgido
casos -inclusive un fallecido- al que no fue identificado a tiempo, no logrando hacer la
contención adecuada.

- Distanciamiento social

Es uno de los elementos fundamentales, los ecuatorianos tenemos esto en nuestras manos,
parece ser insuficiente en una sociedad no acostumbrada a estos niveles de disciplina
complejos. En Ecuador el toque de queda deja alrededor de 800 presos los cuales pueden
seguir aumentando, lo que demuestra que el ecuatoriano promedio no toma conciencia. Las
personas han ido tomando conciencia al mismo ritmo que el gobierno, es decir lentamente y
poquito a poco. Más expectativa existía respecto a la lectura del texto por parte del
presidente que respecto al Covid-19.

Improvisaron todo el tiempo, “no se reúnan más de 1000” decían, horas más tarde mejor que
no sean más de 200 y sin dejar pasar mucho tiempo dijeron que no más de 30, “no detengas
tu viaje” promocionaban improvisadamente para luego decirnos “Quédate en tu casa”.

Otro elemento que ha causado disgustos y caos ha sido los desacuerdos del Estado central
con los GADS.

Pero después de este panorama ¿cuáles son las perspectivas? A pesar de que no sean
alentadoras, como sociedad debemos exigir lo siguiente:

- Cumplimento del toque de queda y cuarentena obligatoria, en todos los niveles de la


sociedad con garantías sociales y económicas.
- Claridad de parte del gobierno sobre la estrategia de contención, esta no pasa solo
por la cuarentena, como hemos visto estos días de casos no identificados que
podrían aumentar.
- Exigir al gobierno una estrategia más adecuada en el marco de identificación rápida,
que contribuya al efectivo asilamiento.
- Fortaleciendo del Sistema de Salud Pública, con un gasto coherente en las
verdaderas necesidades.
- Pronta recuperación de capital de las grandes empresas.
- Prohibición a la salida de capital.
- Aplazamiento de pagos y deudas hasta por 3 meses, la renegociación que propone
la banca es una estrategia de no perdida, al renegociar debes renegociar los
intereses.
- Compra de elementos de seguridad y dotación de insumos a los trabajadores de la
salud y otros profesionales de primera línea.
- Un plan de post crisis, hasta ahora la propaganda del gobierno se ha encargado de
decir que eso depende de nosotros, ciertamente en aparte si, pero ¿las
responsabilidades del Estado cuáles serán?, no queremos llegar a finales de mes o
mediados de abril a recibir un paquetazo o mayores despidos en una sociedad
consumida por la recesión económica.
- Activación del registro social, y de mecanismo de protección social en emergencias,
priorizar la expansión horizontal y vertical del bono e implementación de otros bonos
de emergencia, antes que la entrega de insumos directos a las familias, esto para
contribuir a la reactivación de pequeños negocios.
- Exigir a la asamblea que discuta medidas que no afecten a los que menos tienen.
- Exigir la derogatoria o modificación de los decretos que pretenden blindar a las
grandes industrias y empresas con suspensiones arbitrarias de derechos y contratos
por la crisis, la solución no es dejar sin sustento a los obreros, es controlar la ganancia
de los grandes empresarios.
- Como sociedad también debemos activarnos de forma solidaria, debemos repensar
nuestras posturas y formas de vida
- La postura de apertura créditos quirografarios es una medida que puede ser
contraproducente, no podemos olvidar las medidas de reducción del salario a los
funcionarios públicos sin duda al ir superando la crisis, se verán -posiblemente
algunas medidas de ese mismo corte, entonces como garantías que esos
trabajadores, ese pueblo pueda pagar esos créditos o acaso atrás de esto hay una
lógica de crear una burbuja crediticia que termine de quebrar la banca pública. No, el
camino es determinar bonos de protección social, sistemáticos, progresivo e
integrales no aumentar la deuda a los más necesitados y pasarlo como oportunidad,
también es importantes entender que la transferencia en efectivo es más efectiva que
la entrega de kits, en este caso la compra de kits a un solo proveedor genera un
embudo en la economía de ganancia a un solo sector -por lo general grandes
empresas- y monopoliza las ganancias, cuando estas pueden ser redistribuidas a los
territorios y pequeños productores, además debemos considerar que las
experiencias de la cooperación internacional en la atención de emergencias y
desastres prioriza la entrega en efectivo, por ser más eficiente, menos costosa, más
rápida, y puede enfocarse en las necesidades de la gente, respetando su cultura,
forma de vida e idiosincrasia cultural. Otra limitante es el tiempo de duración de la
emergencia y los beneficiarios con lo cual puedes justificar el número de kits, es más
eficiente ir distribuyendo ese recurso de forma sistemática.

Sin duda existirán aún mayores retos, pero estos deben tener una consideración de clase, y
una organización adecuada, hay que aumentar la capacidad de atención y que esta no sea
insuficiente apenas a 10 días de la emergencia. Se debe exigir además una planificación
coherente y no la misma improvisación y reactividad. Sin duda uno de los mayores retos es
no caer en la politización de la crisis como pretende el gobierno -toda acción es con cálculo
político-, la realidad justamente responde a esa perspectiva ideológica que decidió tener el
gobierno, no podemos permitir que en nombre de la crisis no disputemos el modelo de
atención, este es un ejemplo claro de lo que puede llegar hacer el neoliberalismo, el
capitalismo en nuestro estados y sociedades, dejándoles sin capacidades, individualizados,
afectando siempre a los más pobres, esta es una lucha en unidad, pero con exigencia, hay
que ser disciplinados pero con garantías de vida a futuro; esta crisis debe cambiar la
sociedad pues este modelo neoliberal queda demostrado que no piensa en los más pobres,
convierte cualquier acción en un beneficio propio. Para un sistema que es carroñero hay una
alternativa o socialismo o barbarie.

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