A lo largo de la historia como individuos desde pequeños crecemos en un círculo familiar
donde cada uno de estos núcleos tiene reglas o normas de comportamiento diferentes que son aplicadas para la convivencia sana entre un familiar y otro ayudando al vínculo que se crea entre cada miembro de la familia, tras haber aprendido esto cada persona logra desenvolver tal aprendizaje dentro de la sociedad en la que tarde o temprano comenzamos a participar ayudando a formar nuestro carácter y personalidad tan solo en lo que es una convivencia común. Además de lograr un desarrollo personal, se enseñan normas básicas para esta convivencia social como el respeto, responsabilidad, compromiso, lealtad, empatía, solidaridad, etc., creando una educación basada en principios y valores que no siempre logran su finalidad pero que tienen la intención de formar un ser humano “correcto”. Dentro de esta sociedad existe más normas que se deben respetar para seguir con la misma intención de lograr una sana convivencia, entre otras cosas, lograr que este ser humano tenga una pauta de comportamiento correcto dentro de las siguientes etapas de la vida. Así es como al llegar al momento de escoger una profesión para desempeñar debemos tener en cuenta dicho aprendizaje incluyendo el código ético que esta requiera como especialista. En base a esto, la idea o propósito de este trabajo es mencionar el código ético para el psicólogo en formación que se podrá aplicar a todas las distintas áreas donde se pueda desenvolver profesionalmente. El objetivo de dicho código ético al igual que en la formación de un niño es enseñar los puntos más importantes y necesarios para ayudarle al nuevo profesionista a regir la conducta del mismo en el área laboral donde en esta ocasión este es solo una base de comportamiento para poder aplicar los conocimientos adquiridos previamente, tanto de ética como de psicología con la intención de hacer un puente entre ambos ámbitos que ayuden a la continuación de las mejoras en dichos códigos. Los factores que determinan cual será la disciplina que decidamos tomar están relacionados con las habilidades, aptitudes, intereses, valores y rasgos de personalidad del individuo que toman la decisión respecto al compromiso que se va a adquirir. Durante la formación del psicólogo, este se compromete también a confrontar sus problemas personales además de los conflictos o dificultades que pueda tener con dichos valores o principios antes mencionados. El prospecto que no esté dispuesto a ceder a esta parte donde su vida “personal” se ve involucrada no podrá lograr ser un buen profesionista de la psicología. El código ético de la Sociedad Mexicana de Psicologia se publicó por primera vez en 1984 y su ultima edición fue en 1999. Para su elaboración se tomaron en cuenta las características propias de la psicología mexicana del momento y fue el resultado directo de las discusiones del comité encargado de hacerlo. La Sociedad Mexicana de Psicología propone el código ético del psicólogo que se fundamenta en bases sólidas y contempla situaciones que pretenden guiar al momento de la práctica cotidiana de esta disciplina, además de regular sus relaciones con clientes, colegas empleados, participantes de investigaciones y un público en general, creando una imagen más seria y respetable de la psicología. La SMP acepta que la evaluación de este código debe ser permanente encontrando soluciones a los dilemas y problemas éticos que se presenten de forma continua ya que solo así se puede responder a nuevas situaciones con eficacia. Los propósitos del código ético se entienden como un instrumento para garantizar la protección de los pacientes o usuarios que requieran los servicios psicológicos, asegurando que cumplirá con las normas que prescriba tomando en cuenta siempre los principios generales y con la intención de apoyar a otros psicólogos y a terceros tanto en la toma de decisiones como en la solicitud de ayuda en acciones contrarias al cumplimiento de las normas que rigen el comportamiento. El código está conformado por seis capítulos; principios generales, práctica profesional, investigación, enseñanza, pruebas e instrumentos de medida y relaciones entre psicólogos. El primer capítulo se refiere al bienestar de nuestra profesión por medio de la promoción de una buena imagen y su calidad científica, el respeto a la dignidad de la humanidad, el apoyo a la conservación del ambiente, el respeto a la dignidad personal y profesional de los psicólogos y la descripción de las normas de conducta aplicables a diferentes áreas de la práctica profesional. El segundo capítulo está relacionado con la práctica profesional como la cantidad y calidad de los servicios que proporciona tomando en cuenta la competencia, la remuneración, el informe de resultados, la terminación de la terapia y la confidencialidad. El cuarto capítulo menciona el área de la docencia explicando que se está obligado a transmitir conocimientos y habilidades a los alumnos apegándose a estándares académicos elevados tomando en cuenta la actualización de los contenidos de aprendizaje, los cursos de educación continua, la enseñanza de la ética y el respeto a sus estudiantes. El capítulo cinco, trata de la comunicación y la explicación de los resultados de las pruebas psicológicas aplicadas. El capítulo seis menciona el aspecto de las relaciones entre colegas psicólogos solamente como en la canalización de pacientes, colaboración y cortesía entre ellos, asegurándose que un paciente no se encuentre en terapia con otro psicólogo antes de aceptarlo. Estos puntos me parecen los más importantes porque son los que más relevancia tienen al momento d ejercer la psicología al menos en el campo clínico que es donde me quiero desenvolver. Tener en cuenta estas normas desde el principio de la formación como profesionista ayudara a aprender de forma correcta lo que un psicólogo debe hacer al desempeñar su labor para verdaderamente contribuir a la profesión, a mí misma como individuo y sobre todo al paciente que solicitara los servicios esperando el mejor trato, tratamiento y esperando que los resultados sean los mejores en todos los ámbitos. Tomando en cuenta siempre que uno como individuo espera lo mejor al solicitar un servicio, comprendo la necesidad de en un futuro brindarlo a quien lo necesite.