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La desnutrición en Guatemala

Guatemala es un país de ingresos medios rico en recursos naturales. Sin embargo, las cifras
macroeconómicas esconden una realidad que mina las posibilidades de desarrollo del país: las
desigualdades sociales y económicas son extremas y condenan a gran parte de la infancia del país
a una vida limitada por los efectos de la malnutrición. UNICEF trabaja para solucionar este
problema desde sus causas profundas. El aumento de la desnutrición crónica en niños y niñas
menores de 5 años es particularmente alarmante en Guatemala. En la población escolar se
encuentran porcentajes más altos en niños y niñas de origen indígena y en aquellos que habitan
en áreas rurales. Guatemala es actualmente es sexto país del mundo con peores índices de
malnutrición infantil.

El algunas regiones de la Guatemala rural, donde la mayor parte de la población es de origen


maya, los índices de malnutrición infantil alcanzan el 80%. Una dieta basada casi exclusivamente
en tortillas de maíz causa unos daños con efectos permanentes en los niños y niñas.

Datos demoledores
El Gobierno de Guatemala está considerando la posibilidad de declarar el "Estado de calamidad",
debido al empeoramiento en la situación de seguridad nutricional y alimentaria en el este del país.
Los datos de desnutrición más alarmantes provienen de la región semiárida del este de
Guatemala, donde hay una escasez recurrente de lluvias, el terreno es poco fértil y las familias
cultivan en terrenos de montaña.

Hay 300.000 hogares en la región, lo que supone un 18,7% de la población del país.

Se ha perdido cerca del 50% de las cosechas de maíz y alubias.

Los casos de desnutrición severa han aumentado en julio, especialmente en la provincia de Jalapa.

La escasez de ingresos de las familias, la falta de recursos, la baja productividad agrícola, el


aumento del desempleo y el incremento del precio de los combustibles y alimentos
han contribuido a empeorar la situación.

Las causas estructurales y socioeconómicas de la pobreza en Guatemala son complejas y tienen


sus raíces en problemas profundos como la escasez de fondos públicos para fines sociales,
educación y salud, la discriminación que sufren las poblaciones indígenas o la dependencia
económica del exterior.

La pobreza y las dificultades de acceso a una educación son consecuencias claras de los problemas
nutricionales, pero también son sus causas. El resultado es una espiral descendente que limita
cada vez más las posibilidades de desarrollo de la población guatemalteca. El problema nutricional
se debe a las condiciones de pobreza y extrema pobreza en que viven las familias, a la falta de
educación y la poca preparación de los padres, lo que incide en la calidad del cuidado que les
brindan a sus niños en la etapa temprana del desarrollo.
UNICEF está colaborando con el Gobierno para hacer frente a esta situación, con intervenciones
rápidas que alivien la situación de crisis actual.

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