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La apelación, constituye el más importante y usual de los recursos ordinarios, es el remedio

procesal tendiente a obtener que un tribunal jerárquicamente superior, generalmente colegiado,


revoque o modifique una resolución judicial que se estima errónea en la interpretación o
aplicación del derecho, o en la apreciación de los hechos o de la prueba

Este recurso supone, en consecuencia, la doble instancia, pero no significa una revisión de la
instancia anterior (ius novarum), por cuanto el tribunal de apelación debe limitarse a examinar la
decisión impugnada sobre la base del material reunido en la primera instancia, lo cual no obsta a
que la ley consienta, con caracteres excepcional, la aportación de nuevos elementos de juicio ante
los tribunales de alzada, o la producción, ante estos, de prueba rechazada por el juez inferior 1. De
esto se desprende que la apelabilidad es la regla común o general respecto de los procesos
ordinarios, sin perjuicio de lo cual, el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación establece
ciertas circunstancias o situaciones en las cuales las sentencias serán inapelables.

Esto responde a cierta tendencia, apreciable desde hace tiempo en legislaciones comparadas
como la italiana, por parte de la doctrina, la jurisprudencia e incluso del legislador, de reducir la
cantidad de actos apelables para evitar aquellas cuestiones de menor relevancia o de menor
impacto,

Esta inapelabilidad es un límite que no afecta la garantía constitucional del debido y, como su
nombre claramente lo indica, solo alcanza al recurso de apelación, toda vez que las demás vías
recursivas, entiéndase, por ejemplo, reposición y aclaratoria, siguen estando abiertas o disponibles
para su uso.

Uno de los tipos de inapelabilidad más relevantes aparece consagrado en el artículo 242 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, expresado en los siguientes términos: "El recurso
de apelación, salvo disposición en contrario, procederá solamente respecto de:
1. Las sentencias definitivas.
2. Las sentencias interlocutorias.
3. Las providencias simples que causen gravamen que no pueda ser reparado por la sentencia
definitiva.
Serán inapelables las sentencias definitivas y las demás resoluciones cualquiera fuere su
naturaleza, que se dicten en procesos en los que el monto cuestionado sea inferior a la suma de
pesos veinte mil ($ 20.000).
Anualmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación adecuará, si correspondiere, el monto
establecido en el párrafo anterior.
A los efectos de determinar la inapelabilidad de una sentencia o resolución, se estará al monto que
rija en la fecha de presentación de la demanda o de la reconvención. Si al momento de dictarse la
sentencia se reconociera una suma inferior en un veinte por ciento (20%) a la reclamada por las
partes, la inapelabilidad se determinará de conformidad con el capital que en definitiva se
reconozca en la sentencia.
Esta disposición no será aplicable a los procesos de alimentos y en los que se pretenda el desalojo
de inmuebles o en aquellos donde se discuta la aplicación de sanciones procesales.

1
PALACIOS, Lino Enrique, Manual de Derecho Procesal Civil, Editorial Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2016,
Pág. 763.
La inapelabilidad por el monto establecida en el presente artículo no comprende los recursos
deducidos contra las regulaciones de honorarios.

Del análisis del mencionado artículo se desprende que son inapelables las sentencias definitivas y
las demás resoluciones, cualquiera sea su naturaleza, que se dicten en procesos en los que el valor
cuestionado no exceda de determinada suma 2, actualmente establecida en $90.000 (Pesos
noventa mil) por la Acordada 45/2016.

La limitación de la apelación en razón del monto, tiene primariamente dos justificaciones. Por un
lado que las denominadas pequeñas causas, así calificadas según su cuantía monetaria, fenezcan o
se extingan en primera instancia en función de los principios de economía y celeridad procesal. Por
otro lado, aliviar la tarea de los tribunales de alzada a fin de que puedan dedicarse con mayor
intensidad a litigios que, de acuerdo al mismo criterio de sesgo o naturaleza económica, se
consideran más importantes. La reforma se asienta en tales fundamentos, pero acentuando el
último, ya que aunque no se trate de pequeñas causas per se, si el gravamen económico que la
sentencia ocasiona al justiciable y el objeto de la apelación no alcanzan el monto mínimo, a pesar
de eso se restringe el recurso de apelación. En consecuencia, algunos, entiéndanse las partes en
juicios de menor cuantía, sacrifican algo, esto es la oportunidad de revisión de las decisiones
judiciales en sus casos, en favor de un objetivo social: un servicio de justicia de mejor calidad y más
rápido para los casos con mayor significación económica. El principio de celeridad procesal es
invocado entonces por el legislador para lograr el objetivo social de una mejor –por ser más
rápida– administración de justicia. Sin perjuicio de algunas voces en contra, se ha considerado que
la razonabilidad del monto mínimo establecido como restricción para apelar, en función del bien
común y específicamente de un mejor servicio de justicia, avala la constitucionalidad de este
artículo.3

A los fines de determinar la competencia del tribunal de alzada y la consecuente admisibilidad o


no del recurso, debe considerarse el gravamen económico que se produce en el apelante y el
gravamen económico que se produce en el demandado, lo cual se puede esquematizar de la
siguiente manera:

1. Si la demanda es rechazada en su totalidad, para el actor el gravamen económico sería


equivalente al importe reclamado en la demanda. No se adicionan intereses ni accesorios, para la
parte demandada en esta situación no habría agravio.

2. Si la demanda es admitida en su totalidad, el monto a tener en cuenta será el que surja de la
sentencia, la cual debe superar los $ 90.000. Respecto a los agravios económicos, el actor no
sufrirá ninguno, mientras que el agravio de la parte demandada será equivalente al importe
reconocido en la sentencia
2
TESSONE, Alberto J. - DE LA IGLESIA, Diego M., Inapelabilidad en razón del monto. Reforma del artículo 242
CPCCN, 19-ago-2010, Cita: MJ-DOC-4847-AR | MJD4847
3
GUFFANTI, Daniel Bautista, "Sentencias inapelables por el monto. Interpretación teleológica, funcional y
gramatical del nuevo art. 242 del cód. procesal civil y comercial de la Nación", ED, [239] - (07/09/2010, N°
12.581)
3. Si la demanda es admitida parcialmente, lo rubros desestimados deben superar ese importe
mencionado para poder ser apelables. Es decir, si la apelación se circunscribe a rubros específicos
o particulares, el monto cuestionado de la demanda se circunscribe a esos rubros reclamados. Si el
que apela es la parte demandante, el monto cuestionado será la diferencia entre lo pretendido
por ese rubro especial en la demanda y el monto otorgado en la sentencia por el mismo,
verbigracia, si la sentencia es de $ 50.000 y el reclamo fue por el doble, esto es por $100.000, en
ese rubro la diferencia seria de $50.000, por lo tanto se tornaría inapelable siendo esa diferencia el
gravamen que sufrirá esta parte. Por el otro lado si el apelante es la parte demandada, el monto
cuestionado será el monto admitido en la sentencia, por lo que el agravia sería equivalente a esos
rubros específicos admitidos.

4. En todos los casos, si es admitida la apelación para una de las partes, debe admitirse para la
otra, conforme al principio de apelación adhesiva, si la resolución que favorece a una parte es
apelada por la otra toda la cuestión materia del litigio se traslada al superior en la misma
extensión y con la misma plenitud con que fue sometida al inferior. 

5. Si la demanda prospera por una suma inferior a la pedida por el actor, sólo será apelable si la
diferencia que se reclama supera los $ 90.000.- 

6. En caso de litisconsorcio debe superarse para uno de ellos el importe de $ 90.000.- para que sea
apelable. Es decir, no se suman los valores que atañen a los diversos litisconsortes, y si ninguno de
los recursos considerados en forma individual supera el mínimo, las impugnaciones serán
inadmisibles. Pero cuando el valor individualmente apreciado respecto de uno o algunos de los
litisconsortes es superior al monto mínimo, la apelación al resto será admisible. 

En este punto es relevante hacer un análisis respecto a lo que se entiende por "monto
cuestionado" , El art. 242 se refiere a este concepto y señala que serán inapelables aquellas cuyo
monto cuestionado sea inferior a $ 20.000, actualmente $90.000 según la Acordada 45/2016. La
interpretación estricta de esta noción o su interpretación amplia, esto es expandiendo los
conceptos que deben de integrar la suma cuestionada, determinará una menor o mayor cantidad
de recursos de apelación admisibles4. El tribunal, en los autos “Acosta, Emilia Graciela c. Consorcio
de propietarios Valentín Gómez s/daños y perjuicios” 5, con fecha del 16/02/2010, la sala I de la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, aclara que para establecer el monto cuestionado sólo
se deberá tener en cuenta el concepto de capital, sin agregar al mismo los intereses ni otros
accesorios como las costas.
Aquí también la sala I tiene en cuenta la finalidad de la norma, ya que indica que la adición de los
intereses al capital, a los fines de determinar la suma que debe compararse con el mínimo de
20.000, monto que consideraba la norma en esos días, elevaría el “monto cuestionado” a niveles
que podrían neutralizar el fin buscado con la reforma. Es decir que solamente el capital de la

4
GUFFANTI, Daniel Bautista, "Sentencias inapelables por el monto. Interpretación teleológica, funcional y
gramatical del nuevo art. 242 del cód. procesal civil y comercial de la Nación", ED, [239] - (07/09/2010, N°
12.581)

5
Cámara Nacional de Apelación en lo Civil, Sala I, 16-02-2010, "Acosta Emilia Graciela c/ Consorcio de
Propietarios Valentín Gómez s/ Daños y Perjuicios", Id SAIJ: FA10020128.
obligación patrimonial que genera la disputa en la Alzada debe alcanzar el mínimo legal; más allá
de cuánto será el monto de la obligación adicionándosele los intereses. Además de este criterio
pragmático y simple, existen otros argumentos, algunos sustanciales y otro práctico, en el mismo
sentido. El primer argumento se sostiene en la naturaleza jurídica de los intereses, que no son más
que un accesorio de la obligación. Por ello, siempre que se determina una cifra nominal en alguna
norma, tanto legal como contractual, debe comparársela con el capital sin sus accesorios. Salvo
que expresamente se establezca que esa cifra nominal incluya otros conceptos accesorios como
intereses y costas. Por ello, sin perjuicio de la innegable coherencia con la finalidad de la norma,
desde un punto de vista estrictamente jurídico es correcto tener en cuenta solamente el capital
para analizar si se alcanza o no el monto mínimo legal para que la apelación sea admisible. Por
otra parte, al variar el interés de acuerdo con el tiempo transcurrido entre la mora invocada y el
dictado de la sentencia, que determina el período por el que se devengarán los intereses, no
resulta correcto tomarlos en cuenta para establecer el monto cuestionado 6.

Por último, teniendo en cuenta los distintos criterios de las diversas salas de la misma Cámara Civil
para establecer la tasa de los intereses judiciales luego del dictado del fallo plenario "Samudio de
Martínez, Ladislaa c. Transportes Doscientos Setenta S.A s/daños y perjuicios" 7, con fecha
20/04/09, resulta inconveniente sumar al capital los intereses para establecer el monto
cuestionado, ya que no existiría uniformidad sobre qué tipo de interés debe ser tenido en cuenta
para conceder o declarar inadmisible el recurso. Es que el juez de primera instancia podría tener
un criterio que fuese diverso del de la sala de la Alzada que en definitiva intervenga. Adviértase
que de esa forma se desvirtuaría la finalidad de restringir la cantidad de apelaciones, pudiéndose
conceder recursos en forma inútil, que luego la Cámara declararía inadmisibles; es decir que
algunas causas serían elevadas al Superior inútilmente. Por ello, aun con un criterio absolutamente
pragmático, es conveniente no tener en cuenta los intereses para considerar cuál es el "monto
cuestionado"8.

Asimismo, en el mencionado fallo Acosta (9), La Cámara también analizó el especial supuesto
previsto por el artículo 242 en el caso de que el monto de la condena fuese inferior al 20% del
monto reclamado por las partes. La norma establece que en ese caso la inapelabilidad se

6
GUFFANTI, Daniel Bautista, "Sentencias inapelables por el monto. Interpretación teleológica, funcional y
gramatical del nuevo art. 242 del cód. procesal civil y comercial de la Nación", ED, [239] - (07/09/2010, N°
12.581).

7
Cámara Nacional Civil, en pleno, 20-4-09, "Samudio de Martínez, Ladislaa c. Transportes Doscientos
Setenta S.A. s/daños y perjuicios"

8
GUFFANTI, Daniel Bautista, "Sentencias inapelables por el monto. Interpretación teleológica, funcional y
gramatical del nuevo art. 242 del cód. procesal civil y comercial de la Nación", ED, [239] - (07/09/2010, N°
12.581).
determinará de conformidad con el capital que en definitiva se reconozca en la sentencia;
apartándose de ese modo del criterio de tener en cuenta la diferencia entre el monto de la
demanda y el monto de la condena, pese a ser un supuesto de condena parcial. La sentencia
mencionada avaló esa solución, que otorga un tratamiento excepcional a los casos de pluspetición;
buscando siempre considerar al “monto cuestionado” como aquel realmente controvertido, sin
quedar atados a determinaciones unilaterales y arbitrarias que realicen los actores en demandas
exageradas. Nuevamente los fundamentos de la sentencia tuvieron en cuenta el fin de la norma,
que es evitar que lleguen al Tribunal de Alzada cuestiones de una entidad económica menor al
monto consagrado en el mencionado artículo 242; y para ello deben ser considerados los reales
montos involucrados y no los creados arbitrariamente por los demandantes. De esa forma se evita
que la determinación unilateral de un monto abultado de la demanda por parte de los actores se
constituya en un artilugio para burlar la aplicación del límite cuantitativo de apelabilidad
establecido por el legislador. A su vez, ésta es una forma de sancionar la posible pluspetición de
los demandantes, situación harto corriente en la práctica jurídica 9 10

Una vez observados estos puntos, es menester continuar el análisis con la última parte del artículo
242 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, el cual corresponde a las excepciones a la
inapelabilidad en razón del monto, siendo estas los procesos de alimentos, los procesos en los que
se pretenda el desalojo de inmuebles, aquellos donde se discuta la aplicación de sanciones
procesales y los recursos deducidos contra las regulaciones de honorarios.

Respecto de los procesos de alimentos el fundamento debe encontrarse en la naturaleza de este


tipo de proceso, o lo que es más correcto, en la finalidad que persigue un juicio de alimentos, esto
es la satisfacción por parte de los progenitores, en términos del Código Civil y Comercial de la
Nación, de las necesidades de manutención, educación, esparcimiento, vestimenta, habitación,
asistencia, gastos por enfermedad y, en los casos en los que se trate de un joven adulto menor de
25 años que se capacita, los gastos necesarios para adquirir esa educación o esa capacitación en
un oficio de los hijos11. De esto se desprende que estas cuestiones serán siempre apelables en
protección o salvaguarda del derecho del demandante, así como también del demandado, quien
tiene el derecho a que se establezcan alimentos justos en base a su capacidad económica.

Esto último se puede ver reflejado jurisprudencialmente en los autos "B. S. V. c/ M. A. E. s/


incidente de aumento de cuota alimentaria" de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial
de Mar del Plata12, con fecha 19/12/2013, en el cual él a quo hizo lugar al incidente de aumento de
cuota alimentaria promovido por S. V. B., en representación de sus hijos menores, contra A. E. M.
9
GUFFANTI, Daniel Bautista, "Sentencias inapelables por el monto. Interpretación teleológica, funcional y
gramatical del nuevo art. 242 del cód. procesal civil y comercial de la Nación", ED, [239] - (07/09/2010, N°
12.581).

10
TESSONE, Alberto J. - DE LA IGLESIA, Diego M., Inapelabilidad en razón del monto. Reforma del artículo
242 CPCCN, 19-ago-2010, Cita: MJ-DOC-4847-AR | MJD4847

11
FALCÓN, Enrique M., Tratado de Derecho Procesal Civil y Comercial, Tomo X, Editorial Rubinzal - Culzoni,
Santa Fe, 2014, Pág. 572.
En consecuencia, fijó la cuota de alimentos total y final para los hijos en común en la suma de $
1.200 mensuales, condenando al demandado a pagar los montos ampliados a partir de la
promoción del ese incidente. Impuso las costas al alimentante, en atención al carácter asistencial
del proceso alimentario. Este pronunciamiento es apelado por el alimentante, entendiendo por
consiguiente la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de la ciudad de Mar del Plata, cuya
Sala II falla reduciendo el monto de la cuota alimentaria fijada, teniendo en cuenta el bajo salario
que percibía el demandado, así como el hecho de que tenga nuevos hijos que alimentar con su
nueva pareja.

En cuanto a los desalojos de inmuebles se puede afirmar que este es aquel que tiene por objeto
una pretensión tendiente a recuperar el uso y goce de un bien inmueble que se encuentra
ocupado por quien carece de título para ello, sea por tener una obligación exigible de restituirlo o
por revestir el carácter de simple intruso aunque sin pretensiones a la posesión 13. Es decir que
siguiendo esta definición se puede afirmar que lo que se busca en este tipo de juicios no persigue
una finalidad pecuniaria, si no que lo que se persigue es la restitución de la cosa, desprendiéndose
de esto que estas cuestiones serán siempre apelables. Jurisprudencialmente se puede mencionar
el fallo "Fusaro Pablo Luis c/ Flores Condori Elio y Víctor Aima Rocabado s/desalojo: intrusos" con
fecha de Junio de 2016, auto en el cual la Sala B de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, atendió el
recurso de apelación interpuesto por la Señora Defensora Publica de Menores e Incapaces, el cual
fue interpuesto para evitar el desalojo de los menores que vivían con los adultos intrusos 14.

Siguiendo los razonamientos anteriores, y también atendiendo a la naturaleza de este tipo de


procesos se puede sostener que estas resoluciones siempre serán apelables para la persona hacia
las cuales están dirigidas, en tanto estas sanciones generen un gravamen para la persona, de lo
cual se puede inducir que si la mencionada sanción procesal no importa un gravamen irreparable
para la parte, esta será inapelable. Esto se desprende del análisis del fallo "Pardo, Cecilia Teresa c/
Ini, Eduardo", de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala C con fecha de junio del
2010, el cual la resolución que difirió el pedido de aplicación de multas procesales por
incumplimiento del accionado respecto de la entrega de documentación societaria y libros
sociales, hasta que se designe un delegado liquidado del ente, era inapelable toda vez que esto no
era susceptible de ocasionar un gravamen irreparable 15.

Finalmente la ultima excepción que específicamente consagra el artículo 242 del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación, son los recursos deducidos contra las regulaciones de honorarios.
Este punto encuentra su principal exposición y explicación en el Plenario Ramponi, en el cual se
sostuvo que la clara intención del legislador al introducir las reformas al mencionado artículo fue la
de consagrar la apelabilidad en todos los casos de regulación de honorarios. Otro argumento de

12
Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Mar del Plata, Sala II, 19-12-2013, " B. S. V. c/ M. A. E. s/
incidente de aumento de cuota alimentaria", Cita: MJ-JU-M-83474-AR | MJJ83474
13
PALACIO, Lino Enrique, Derecho Procesal Civil, Tomo VII, Cuarta Reimpresión, Abeledo Perrot, Buenos
Aires, 1994, Págs. 77-78
14
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala B 50807/2014, 13-06-2016, "Fusaro Pablo Luis c/ Flores
Condori Elio y Víctor Aima Rocabado s/desalojo: intrusos"
15
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala C, 04-06-2010, "Pardo, Cecilia Teresa c/ Ini,
Eduardo, La Ley Online; Cita: AR/JUR/39041/2010.
suma importancia a favor de la apelabilidad de los honorarios, independientemente de cuál fuese
el monto del juicio, es el que atiende a la materia objeto de apelación, esto es que tiene
naturaleza propia, ya que se trata de recursos sobre la retribución que percibe el abogado por la
defensa de los derechos y garantías constitucionales de sus asistidos, concluyendo entonces que
el último párrafo del art. 242 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, incorporado por la
ley de reforma N° 26.536, opta por una solución que configura otra excepción al sistema de
inapelabilidad por el monto que consagra el mismo precepto legal en su segundo párrafo,
afirmando, asimismo, que esta interpretación respetaba la letra de la ley y las garantías
constitucionales16.

16
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, en pleno, 02-07-2012, "Ramponi Martha
Emma c/ Edesur SA s/ Daños y Perjuicios", Causa N° 1.135/2008.

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