Sei sulla pagina 1di 5

Ensayo

Historia
Luis Batres
El coronavirus ya ha provocado la muerte de más 4.000 personas en todo el mundo.

Aunque la mayoría de los casos se concentran en la ciudad china de Wuhan, el virus ha

salido del país y se ha propagado por 104 países, incluido España. En concreto, el virus

sigue con su expansión fuera de China, con focos importantes en Corea del Sur, Italia e

Irán. En España, los afectados ascienden a 1.000.

El pasado 16 de febrero Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo

Monetario Internacional, advirtió de que el crecimiento de la economía mundial, estimado

en un 3,3% para este año, podría verse recortado entre un 0,1% y 0,2% por el coronavirus.

Las gestoras AllianceBernstein, La Financière de l´Echiquier, Vontobel AM, A&G Banca

Privada, UBS AM, Fidelity, Candriam, Unigestion, AXA IM, Banque SYZ, Credit Suisse,

TwentyFour AM y ODDO BHF AM, nos muestran sus perspectivas ante esta situación.

El impacto del virus ha avanzado rápidamente y ahora se espera que cause una crisis

global, pero la cuestión clave en esta recesión no es si las ganancias de las empresas caerán,

sino si necesitarán nuevo capital. Además, los expertos señalan que la desaceleración ya

está en las áreas más cíclicas del mercado, algo que contrasta con la recesión de 2008/9 que

pilló por sorpresa al mercado.

El segundo punto clave es cómo tratarán los gobiernos de mitigar el impacto de una

crisis, ya que, en las más recientes, la respuesta ha sido recortar los tipos de interés para

ayudar a las empresas y a las personas a pagar sus deudas y estimular la demanda, como ya

hizo ayer el Banco de Inglaterra y que le deja con muy poco espacio para recortar aún más.

Así, los gobiernos tendrían que abordar el impacto del coronavirus a través de la expansión
fiscal, algo totalmente diferente de todo lo visto en el pasado reciente, aunque no esta claro

cual sería el impacto.

El virus en sí será transitorio: alcanzará un pico y luego disminuirá, aunque es

imposible predecir cuándo. Pero el efecto secundario de una combinación de diferentes

respuestas políticas venidas de diferentes países ha producido un impacto económico global

que no se ha visto desde la crisis del petróleo de la década de 1970. Esto se debe a que

abarca simultáneamente tanto la dislocación para el suministro de bienes y servicios como

una fuerte reducción en la actividad del consumidor, lo que obviamente ha tenido mayor

impacto en los sectores de viajes, eventos y ocio.

Hace apenas un mes, las posibilidades de una recesión global parecían mínimas

pero, cuanto más persiste el virus y el parón que lo acompaña, más perjudicial es el efecto y

mayor es la posibilidad de una volatilidad económica prolongada.

Esperamos nuevos recortes en los tipos de interés y una expansión de los balances

de los bancos centrales en las principales economías, incluidas Estados Unidos, Reino

Unido, la Zona Euro y Japón, en los próximos días, en respuesta a la crisis del crecimiento

del coronavirus y a los riesgos de contagio por la caída del precio del petróleo. Pero la

eficacia de la política monetaria se ve reducida, al menos a corto plazo, por el impacto del

coronavirus en el crecimiento económico.


Por lo tanto, en nuestra opinión, debería ser el gasto fiscal de las principales

economías la clave para revitalizar las expectativas de crecimiento y mejorar la confianza

de los inversores. Y si los responsables políticos son capaces de evitar el contagio y la

recesión, hay margen para un rebote muy fuerte del crecimiento económico y de los activos

de riesgo, dados los beneficios de una política monetaria flexible y el bajo precio del

petróleo.

China puede ser el epicentro del virus, pero el número de países afectados aumenta

cada día. Ciudades, e incluso regiones, están siendo puestas en cuarentena en un intento de

limitar la propagación de la enfermedad. La consiguiente desaceleración, y a veces

parálisis, en un período de tiempo relativamente corto puede someter a las empresas a una

grave presión. El sector de los servicios, por ejemplo, puede que no recupere

necesariamente los ingresos perdidos cuando la crisis haya terminado. Y es muy poco

probable que la gente en Italia y China vuelva por ejemplo a los restaurantes una vez que

termine el período de cuarentena. Las finanzas de los fabricantes más vulnerables podrían

verse afectadas por las necesidades de capital humano. El envío de componentes desde

China se ha interrumpido, dejando a las empresas incapaces de entregar mercancías a los

consumidores; sin embargo, tendrán que seguir pagando los salarios y reembolsando los

préstamos. Al igual que la mariposa que agita sus alas y que puede desencadenar un

huracán en cualquier otra parte del mundo, parte del valor añadido de las empresas

europeas depende de los proveedores y clientes chinos en las zonas donde la actividad se ha

ralentizado considerablemente.
Con este escenario, la reacción de Alibaba nos parece ejemplar. El gigante del

comercio electrónico de China ha introducido una serie de medidas para las pequeñas y

medianas empresas, entre las que se incluyen la eliminación de comisiones sobre las ventas

durante 2 meses, la exención de los gastos de almacenamiento y las líneas de crédito sin

intereses, todo ello para los comerciantes de las regiones afectadas con un historial de

transacciones consolidado. Alibaba también ha introducido el acceso gratuito a programas

informáticos esenciales de gestión del trabajo a distancia. La respuesta combina la

solidaridad con la eficiencia económica -el apoyo a los comerciantes de Alibaba refuerza su

ecosistema- y podría inspirar a las empresas en occidente a seguir su ejemplo. Estas

medidas podrían contribuir a fomentar la confianza entre los agentes económicos y evitar

cualquier efecto de “bola de nieve”. Después de todo, las empresas que vayan mal pueden

arrastras a los proveedores y a los clientes con ellos.

Potrebbero piacerti anche