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Historia
Luis Batres
El coronavirus ya ha provocado la muerte de más 4.000 personas en todo el mundo.
salido del país y se ha propagado por 104 países, incluido España. En concreto, el virus
sigue con su expansión fuera de China, con focos importantes en Corea del Sur, Italia e
en un 3,3% para este año, podría verse recortado entre un 0,1% y 0,2% por el coronavirus.
Privada, UBS AM, Fidelity, Candriam, Unigestion, AXA IM, Banque SYZ, Credit Suisse,
TwentyFour AM y ODDO BHF AM, nos muestran sus perspectivas ante esta situación.
El impacto del virus ha avanzado rápidamente y ahora se espera que cause una crisis
global, pero la cuestión clave en esta recesión no es si las ganancias de las empresas caerán,
sino si necesitarán nuevo capital. Además, los expertos señalan que la desaceleración ya
está en las áreas más cíclicas del mercado, algo que contrasta con la recesión de 2008/9 que
El segundo punto clave es cómo tratarán los gobiernos de mitigar el impacto de una
crisis, ya que, en las más recientes, la respuesta ha sido recortar los tipos de interés para
ayudar a las empresas y a las personas a pagar sus deudas y estimular la demanda, como ya
hizo ayer el Banco de Inglaterra y que le deja con muy poco espacio para recortar aún más.
Así, los gobiernos tendrían que abordar el impacto del coronavirus a través de la expansión
fiscal, algo totalmente diferente de todo lo visto en el pasado reciente, aunque no esta claro
que no se ha visto desde la crisis del petróleo de la década de 1970. Esto se debe a que
una fuerte reducción en la actividad del consumidor, lo que obviamente ha tenido mayor
Hace apenas un mes, las posibilidades de una recesión global parecían mínimas
pero, cuanto más persiste el virus y el parón que lo acompaña, más perjudicial es el efecto y
Esperamos nuevos recortes en los tipos de interés y una expansión de los balances
de los bancos centrales en las principales economías, incluidas Estados Unidos, Reino
Unido, la Zona Euro y Japón, en los próximos días, en respuesta a la crisis del crecimiento
del coronavirus y a los riesgos de contagio por la caída del precio del petróleo. Pero la
eficacia de la política monetaria se ve reducida, al menos a corto plazo, por el impacto del
recesión, hay margen para un rebote muy fuerte del crecimiento económico y de los activos
de riesgo, dados los beneficios de una política monetaria flexible y el bajo precio del
petróleo.
China puede ser el epicentro del virus, pero el número de países afectados aumenta
cada día. Ciudades, e incluso regiones, están siendo puestas en cuarentena en un intento de
parálisis, en un período de tiempo relativamente corto puede someter a las empresas a una
grave presión. El sector de los servicios, por ejemplo, puede que no recupere
necesariamente los ingresos perdidos cuando la crisis haya terminado. Y es muy poco
probable que la gente en Italia y China vuelva por ejemplo a los restaurantes una vez que
termine el período de cuarentena. Las finanzas de los fabricantes más vulnerables podrían
verse afectadas por las necesidades de capital humano. El envío de componentes desde
consumidores; sin embargo, tendrán que seguir pagando los salarios y reembolsando los
préstamos. Al igual que la mariposa que agita sus alas y que puede desencadenar un
huracán en cualquier otra parte del mundo, parte del valor añadido de las empresas
europeas depende de los proveedores y clientes chinos en las zonas donde la actividad se ha
ralentizado considerablemente.
Con este escenario, la reacción de Alibaba nos parece ejemplar. El gigante del
comercio electrónico de China ha introducido una serie de medidas para las pequeñas y
medianas empresas, entre las que se incluyen la eliminación de comisiones sobre las ventas
durante 2 meses, la exención de los gastos de almacenamiento y las líneas de crédito sin
intereses, todo ello para los comerciantes de las regiones afectadas con un historial de
solidaridad con la eficiencia económica -el apoyo a los comerciantes de Alibaba refuerza su
medidas podrían contribuir a fomentar la confianza entre los agentes económicos y evitar
cualquier efecto de “bola de nieve”. Después de todo, las empresas que vayan mal pueden