Carlos Ignacio Jesús Fernández 29/12/2019

Devocional Apocalipsis 19-20

El poder de la verdadera abalanza

Capítulo 19

Muchas personas creen que solo se debe alabar a Dios cuando Él nos ha dado la victoria, sin embargo, la
verdadera alabanza es la que sale directo del corazón agradecido, aun en los tiempos de dificultad. Habrá
momentos en los que parecerá que Dios nos ha olvidado, que no escucha nuestras oraciones y, quizá, hasta
lleguemos a sentirnos abandonados, esto está muy alejado de la realidad, pues Dios nunca ha dejado de ser
fiel a Su palabra Mateo 28:20b …y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Él cumplirá Su palabra si o si, el que nosotros no lo podamos sentir no significa que no esté. Debemos estar
seguros de que Él mismo dará la salida a toda prueba que se nos presente 1 Corintios 10:13 No os ha
sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo
que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
Confiemos en que Él sigue teniendo el control y alabenosle aún en medio de la prueba v1 Después de esto oí
una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: !!Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor
Dios nuestro.

La alabanza verdadera no necesita que Dios haga algo para que sea alabado, solo se le halaba porque Él es
digno, verdadero y justo v2 porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que
ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.

Aleluya significa: Alaben a Jehová, cuando lo decimos, no solo estamos alabando a nuestro Dios, sino que
estamos invitando a todo Su pueblo a hacerlo junto con nosotros v3 Otra vez dijeron: !!Aleluya! Y el humo de
ella sube por los siglos de los siglos. Cuando nuestra alabanza es genuina, no nos importará nuestra posición,
nuestro Señor será más importante que cualquier cosa o persona que podamos tener, v4 Y los veinticuatro
ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono,
y decían: !!Amén! !!Aleluya!.
Sus hijos podemos alabarle con libertad, no hay nada que pueda robarnos ese deleite, no es una opción es
una orden que obedecemos con gusto, movidos por el amor y agradecimiento por todas las cosas que ha
hecho por nosotros, principalmente el darnos salvación v5 Y salió del trono una voz que decía: Alabad a
nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.

Que maravilloso será cuando nuestras voces se unan a la de los millones de millones de ángeles que ya están
alabando 24/7 allá en el cielo v6 Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas,
y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!

Ese día llegará, en que solo tendremos paz, Su presencia estará visiblemente con nosotros, todo ojo le verá y
toda rodilla de Sus hijos se doblará y habrá un gozo eterno a lado d nuestro amado v7 Gocémonos y
alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Él
mismo nos está preparando para ser Su novia, nosotros debemos poner disposición, correr a Su presencia
para santificarnos continuamente y Él con Su amor nos limpiará v8 Y a ella se le ha concedido que se vista de
lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

El poder de esa verdadera alabanza, esa alabanza que es continua, con nuestra manera de vivir, de ver, de
sentir, de hablar, de actuar y de decidir dirigidos por Él, nos llevará a vivir eternamente en Su hermosa
presencia v9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del
Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. Y nadie mas merece alabanza y honor sino sólo Él,
todo lo demás en vanidad, pero ël es eterno v10 Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no
lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque
el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

Que nuestra alabanza a Dios sea genuina y no solo una pose, un camuflaje que usamos dentro de la
congregación y después nos quitamos como si fuera un disfraz. Sea nuestro ser un tabernáculo para Dios, así
como el que levantó David, donde la alabanza a Él nunca se detenga.