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2 – LA REPRESENTACIÓN
2.1 - CONCEPTO
La representación es una institución mediante la cual una persona queda legitimada para actuar en el
ámbito de los asuntos de otra, de forma tal que realice actos o contratos con terceros en interés y por
cuenta de la persona cuyo asunto gestiona y produzca de modo directo o indirecto una determinada
eficacia en la esfera jurídica de ésta.
El título legitimador que permite a un tercero injerirse en asuntos ajenos, legitimando su gestión, es una
especial “autorización”, conocida con el nombre de apoderamiento o poder. El CC concibe esta
autorización como un elemento incorporado en un contrato gestorio entre el representante y el
representado, y este contrato gestorio se identifica básicamente con el contrato de mandato.
La eficacia de este contrato es la obligación recíproca que adquieren ambas partes: el mandante, de
asumir las relaciones jurídicas que el mandatario haya contraído con tercero dentro de los límites del
mandato; el mandatario, al cumplimiento de la gestión en beneficio del principal.
Pero no es preciso que la “autorización legitimadora” sea parte de un contrato gestorio, ni es necesario
que, sea precisamente un contrato de mandato.
Si la actividad gestoría se ha desarrollado sin autorización previa o con extralimitación de ésta, la
asunción de efectos por parte del representado sólo se produce si éste ratifica la actividad del
representante. Este puede actuar como mero transmisor o determinar en mayor o menor medida
elementos del contrato, como por ejemplo, se encarga de vender una finca y se deja al representante la
discrecionalidad de encontrar comprador y fijar las condiciones de venta.
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la actuación representativa, sino por la obligación de comunicar los efectos del contrato, que recae
sobre el mandatario, y la obligación de asumirlos, que recae sobre el mandante.
A pesar de que generalmente se piensa lo contrario, lo definitorio del carácter directo o indirecto de la
representación es el acuerdo de heteroeficacia entre el representante y el tercero, no la circunstancia
de que el representante haya actuado en nombre ajeno, o declarado que actúa en nombre ajeno.
No hay representación de ningún tipo cuando una persona celebra un contrato bajo un nombre falso.
Quién contrata por él y utiliza un nombre falso se obliga personalmente.
Cuando el mandatario "obra en su propio nombre”, refiriéndose a la representación indirecta, el
mandatario es el obligado directamente en favor de la persona con quien ha contratado, como si el
asunto fuera personal suyo.
Los derechos o bienes que el mandatario adquiere del tercero pasan directamente a poder y titularidad
del mandante, a pesar de no haberse celebrado el contrato a nombre suyo. Basta la relación gestoría
entre mandante y mandatario para que ello sea así.
Las cosas propias del mandante son:
El mandante tiene acción contra el tercero, pero no puede fundar la misma en ningún título o razón
que no pudiera utilizar el mandatario contra el tercero.
El mandatario siempre responde ante un tercero, aunque se descubra o se haga patente
ulteriormente la relación gestoría que le une con el mandante oculto.
El tercero no puede proceder contra el mandante en tanto en cuanto éste continúe queriendo
mantener oculta la relación representativa, aunque sea conocida del tercero.
El mandatario no está obligado a manifestar por cuenta de quien actúa.
2.3 – EL APODERAMIENTO
No es más que el efecto representativo (directo o indirecto) implícito en todo contrato de mandato o en
otro contrato gestorio. Incluso cuando la relación básica no es un mandato o cuando no hay contrato
gestorio alguno, la "autorización" en que consiste el apoderamiento ha de regularse, a falta de otras
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normas, por las propias del mandato. Las normas del mandato constituyen la regulación típica de la
doctrina de la representación.
2.4 - FORMA
El contrato puede perfeccionarse verbalmente o por escrito o inferirse su existencia de hechos
concluyentes que revelen la concurrencia de una voluntad de las partes en este sentido. También la
ratificación puede ser expresa o tácita.
2.5 - ALCANCE
La mayoría de los actos de la vida jurídica pueden acometerse por uno mismo o por representación.
Existen excepciones, con todo. El testamento no puede hacerse por representante. También hay límites
cuando se trata de actos del Derecho de familia o de bienes de la personalidad.
El mandato es general o especial. El primero comprende todos los negocios del mandante, el segundo
uno o más negocios determinados. Un mandato expreso en el puede ser tácito en el sentido del artículo
1.710 y general en el sentido del artículo 1.712. Cada precepto se refiere a perspectivas distintas. Y un
mandato concebido en términos generales, del artículo 1.713 puede ser un mandato general o especial
en el sentido al que se refiere el artículo 1.712.
El mandatario no puede traspasar los límites del mandato; no se consideran traspasados estos límites
cuando el encargo se desempeña de manera más ventajosa para el principal que la prescrita por éste. El
mandatario que traspasa los límites del poder queda obligado directamente con el tercero con quien
contrata.
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sobre cómo deba interpretarse el texto del artículo 464.I CC cuando establece que "la posesión de
bienes muebles", adquirida de buena fe, equivale al título. Sin embargo, el que hubiese perdido una
cosa mueble o hubiese sido privado de ella ilegalmente, podrá reivindicarla.
El artículo 464.I CC no consagra ninguna adquisición a NON DOMINO. La equivalencia a título no es
incompatible con la reivindicación del dueño, que es posible en todo caso cuando haya perdido la cosa o
haya sido ilegalmente privado de ella.
La equivalencia a título significa:
Que el antiguo poseedor de la cosa puede ampararse en aquella antigua posesión para reivindicar,
sin necesidad de probar su título de dominio, pues la posesión equivale a título de propiedad.
Que para usucapir ordinariamente las cosas muebles, adquiridas de un no dueño, sólo se necesita
buena fe y transcurso de 3 años.
El poseedor de buena fe de una cosa mueble, demandado en una acción de reivindicación, también
dispone de una "equivalencia a título".
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