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DERECHO CIVIL I

TEMA 14: ADQUISICION Y PÉRDIDA DE LOS DERECHOS

1 – ADQUISICIONES ORIGINARIAS Y DERIVATIVAS


 Un derecho nace cuando se dan en un caso concreto todos los elementos del supuesto de hecho al que
la norma vincula la adquisición del derecho. Este supuesto de hecho puede ser obra de la naturaleza
(por ejemplo, el propietario de un terreno adquiere por obra de la naturaleza los acrecentamientos que
los aluviones producen), o de un acto humano no voluntario (por ejemplo, toda persona adquiere su
derecho al honor desde que nace), o de un acto humano voluntario pero no orientado a la adquisición
del derecho (por ejemplo, adquisición del crédito indemnizatorio cuando se es atropellado por un
vehículo, adquisición de un tesoro cuando se encuentre mientras se cultivan patatas...), o de un acto
humano voluntario constitutivo de una declaración de voluntad orientada a producir como efecto
jurídico precisamente la adquisición de un derecho (por ejemplo, adquisición de la propiedad por
compra o por testamento)
Un derecho se adquiere de modo ordinario cuando no se funda en otro derecho anterior de otra
persona sino que nace EX NOVO en cabeza de su titular. La adquisición es derivativa si el derecho que
adquiere una persona trae causa de otra, que se la transmite por un acto singular o universal.
Cuando el derecho que adquiere la otra persona es el mismo que el que tenía su causante se dice que se
ha operado una transmisión. Cuando el derecho trae causa de otra persona, que lo desgaja de un
derecho propio más amplio, para constituir en cabe del nuevo titular un derecho más limitado y sin
existencia independiente anterior, se habla de adquisición constitutiva (así, el propietario concede a un
tercero un derecho de hipoteca, el autor de una obra literario cede a un tercero el derecho de
reproducción o de adaptación). Ambas figuras son formas de adquisición derivativa.
La principal consecuencia del carácter derivativo de una adquisición es que en principio el derecho que
adquiere el nuevo titular se encuentra condicionado en su validez, alcance y eficacia, por el derecho de
la persona que transmite (“nadie puede transmitir más derechos de los que él mismo tiene”)

2 – ADQUISICIONES SINGULARES Y UNIVERSALES


 Una adquisición es singular cuando el objeto sobre el que recae es uno o más bienes individualmente
determinados. Es universal la adquisición cuando el causahabiente adquiere por un solo título el
patrimonio ajeno como un todo. El único caso de adquisición universal es la sucesión por causa de
muerte. En ella, el nuevo titular no adquiere los concretos derechos y obligaciones del causante sino que
ocupa su posición en todas y cada una de las relaciones jurídicas de éste, por el solo hecho de su
aceptación como heredero.

3 – LOS MODOS DE ADQUISICIÓN ORIGINARIA

3.1 – LA CREACIÓN INTELECTUAL Y LOS INVENTOS INDUSTRIALES


 OBRA LITERARIA, ARTÍSTICA O CIENTÍFICA - la propiedad de una obra literaria artística o científica
corresponde al autor por el solo hecho de su creación. El autor es siempre persona física. Los derechos
patrimoniales que integra el derecho de autor pueden ser cedidos a terceros, ya por disposición legal o
por contrato. Esta enajenación no transmite nunca la cualidad de autor ni el derecho de propiedad
intelectual como un todo; se trata de simples cesiones de derechos concretos de explotación, de
naturaleza constitutiva. Para la adquisición de la propiedad intelectual no es preciso un acto ulterior de
registración de la obra ni depósito alguno en cualquier oficina administrativa.
Una obra de ingenio se considera creada cuando su autor ha dado forma a su concepción mediante un
modo de exteriorización, llamado soporte, y solo requiere que dicha obra sea original. Una obra es
original cuando expresa la individualidad o personalidad de su autor, aunque carezca de todo merito.

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 INVENTOS INDUSTRIALES – pueden consistir en creaciones de contenidos, que generan derechos


llamados patentes, y creaciones de forma, llamados modelos y dibujos industriales. Son patentables las
invenciones nuevas, que impliquen una actividad inventiva y sean susceptibles de aplicación industrial.
Se requiere la novedad objetiva de la misma. El derecho patente, se concede por la inscripción en el
registro de la propiedad industrial. El derecho a obtener la patente pertenece a su inventor.
Si la invención industrial consiste en dar a un objeto una configuración, estructura o constitución de la
que resulte alguna ventaja práctica apreciable para su uso o fabricación, recibe el nombre de modelo de
utilidad. Si las modificaciones de forma no conllevan ninguna ventaja o mejor técnica en su uso o
fabricación, sino su simple modificación estética nos hallamos ante modelos y dibujos industriales y
artísticos, protegidos también por el Registro de la Propiedad Industrial, además de que pueden ser
susceptibles de protección por la vía del derecho de autor.
 EL DERECHO DE MARCA – aunque no es un invento, sino un signo distintivo de la empresa, también se
adquiere de modo originario. Se entiende por marca todo signo que sirva para distinguir en el mercado
los productos o servicios de una persona de los productos similares a la otra. El derecho de marca
surge con el registro de la marca en el Registro de la Propiedad Industrial. El poseedor de una marca
notoria puede pedir la anulación de una marca registrada si existe semejanza entre una y otra. Se
protege del mismo modo el derecho de nombre comercial.

3.2 – LA OCUPACIÓN
 Es el modo por el que se adquiere la propiedad de cosas muebles corporales que carecen de dueño,
adquisición que se consuma con la toma de posesión de esa cosa con ánimo de haberla como propia (art
610 CC) la adquisición es originaria.
 Se adquieren por ocupación los productos del mar o sus riberas (algas, conchas, mariscos), pues
carecen de dueño. Pero no otros objetos arrojados por el mar a la ribera (objetos procedentes de
buques o naufragios).
 Los bienes inmuebles que carezcan de dueño pertenecen a la administración general del Estado.
Dichos inmuebles, pertenecen al estado como bienes patrimoniales (no como dominio público). La
adquisición de estos bienes se producirá por ministerio de la ley, sin necesidad de que medie acto o
declaración alguna por parte de la administración general del estado. La administración podrá tomar
posesión de los bienes siempre que no estuviesen siendo poseídos por nadie a titulo de dueño y sin
perjuicio de los derechos a terceros.
De existir un poseedor en concepto de dueño, la Administración General del Estado habrá de
entablar la acción que corresponda ante los órganos del orden jurisdiccional civil.
 Respecto de los animales, su adquisición por ocupación depende de su condición de domésticos o
salvajes. Los animales domésticos son los que nacen y se crían bajo el poder del hombre. Estos
animales se pueden adquirir por ocupación (y no por la caza) si su dueño lo abandona, pero no si lo
pierde en tanto conserven su domesticidad.
Los animales fieros son los que ordinariamente no nacen ni se crían bajo el poder del hombre,
carecen de dueño mientras están en libertad y pueden ser ocupados. Si la cautividad le procuró un
cierto amansamiento habrá que aplicar el artículo 612 III, el cual permite que el dueño pueda
reclamarlo durante veinte días a su nuevo poseedor cuando aquél se escape y sea ocupado por otro.
Se adquieren por ocupación en su condición de salvajes, pero, amansados, sólo se pierde su
propiedad si se pierden o son abandonados por su dueños. Dada la dificultad de la prueba de este
extremo, se establece que la propiedad sobre él se pierde a partir de los veinte días desde que fuera
ocupado por otro.

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Si se trata de un enjambre de abejas, el propietario puede perseguirlo a través de las fincas vecinas
con indemnización del daño que pueda causar en la persecución; si cesa de perseguirlo durante dos
días, podrán ser ocupados por el poseedor de la finca.
Las palomas, conejos y peces que pasaren de su criadero a otro distinto dueño serán propiedad de
este siempre que no hayan sido atraídos.
Solo los animales salvajes son ocupables por la caza, ya que la caza está regulada. Si un tercero recoge y
se apropia de la pieza muerta o moribunda mientras es buscada por el autor del disparo, realiza una
apropiación de cosa ajena (hurto).
La pesca fluvial se regula también por norma especial. Toda persona con licencia puede pescar en aguas
de dominio público, salvo que este en un coto. La propiedad de los peces en aguas públicas se adquiere
por ocupación; sin embargo, los peces que estén en criaderos son propiedad del titular del criadero,
antes de ser objeto de ocupación. En las aguas fluviales privadas el derecho a pesca corresponde al
dueño o titular de un derecho de disfrute, que podrá arrendar el derecho de pesca.
La pesca marítima se regula por una abundante normativa administrativa sectorial. A efectos civiles solo
es preciso decir que la propiedad de los peces se adquiere por ocupación.

3.3 – EL HALLAZGO
 Quien hallare una cosa mueble que tiene dueño, es decir que este abandonada y esta cosa hallada no
constituya tesoro, está obligado a restituirla a su titular o ignorando quien fuera consignarla en poder
del alcalde del lugar donde se hubiera hecho el hallazgo. Pasados dos años sin que se presente el dueño
se adjudicará la cosa al hallador, o su valor si se hubiera subastado. Si el propietario se presenta, el
hallador tiene derecho a un premio sobre el valor de la cosa (art 616 CC)

3.4 – LA ADQUISICIÓN DEL TESORO


 El tesoro es un depósito oculto de cosa mueble valiosa que carece de dueño o cuya propiedad no puede
averiguarse. No se exige que sea antiguo aunque la antigüedad será un factor que contribuya a hacer
imposible la determinación de su dueño.
El tesoro encontrado por el propietario en su finca le pertenece por entero. También ocurre así si un
tercero, sin permiso del dueño, entra en la finca para buscar deliberadamente el tesoro. Pertenece del
mismo modo por entero al dueño si éste contrata a terceros para la búsqueda del tesoro. Si un tercero
descubre por casualidad un tesoro en finca ajena, le pertenece PRO INDIVISO la mitad del tesoro,
correspondiendo la otra mitad al propietario del terreno.
El vendedor de una finca no puede pactar con efectos frete a terceros una cláusula por la que se reserve
a su favor la mitad de los derechos que corresponden al propietario, para cuando, en su caso, un tercero
halle en el futuro un tesoro en la finca.
Los tesoros hallados por cualquier medio y que constituyan valores del Patrimonio histórico artístico,
serán bienes de dominio público. El propietario y el descubridor tendrán derecho a un premio en
metálico correspondiente a la mitad del valor de los descubierto, que se repartirán a su vez por mitad.

3.5 – ACCESIÓN
 La accesión es un modo de adquirir de forma originaria, consistente en que una cosa de propiedad ajena
ha venido a unirse a cosa propia, de modo tal que no pueda separarse de ella sin detrimento o sin
menoscabo de la obra construida, o hasta el punto que viene a formar una sola cosa.
 Tratándose de incorporación a un inmueble rigen las siguientes reglas. Quien incorpora a inmueble
propio un mueble ajeno ha de restituir su valor (más los daños, si hubiera mala fe, que sería delito de
robo o hurto). Pero el dueño de la cosa incorporada no puede reivindicarla.

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Quien construye o planta en terreno ajeno creyendo que es propio no puede reivindicar lo
construido. Si actuó de buena fe no puede ser obligado a demoler a su costa lo construido, y el
dueño del terreno optará por abonarle el valor de las obras o imponerle la venta forzosa del terreno.
Si se trata de siembra, podrá adquirir lo sembrado o imponer al tercero un alquiler forzoso. Si se
edificó conociendo la falta de derecho, el constructor puede ser obligado a demoler, salvo que el
dueño del terreno prefiera apropiarse lo construido sin indemnización.
La indemnización debida al constructor de una fe no procede si lo construido no es, cuando menos,
una mejora útil de la cosa. Las normas referidas no se aplican tampoco cuando entre constructor y
dueño hay un título jurídico que le permita a aquel la posesión. Quien construye en la finca
arrendada, con base en un contrato que le une con el arrendatario, no puede luego pretender
cobrarse la obra impagada del dueño del terreno, aunque éste se enriquezca objetivamente de la
obra, y salvo que pueda deducirse que el arrendatario contrató con mandato tácito o en
representación del dueño del terreno.
 El Código Civil regula en los art 366 -374 diversos supuestos de adquisición y pérdida de la propiedad
por efectos o fenómenos naturales de naturaleza acuática.
 Cuando no habiendo mala fe dos cosas muebles se unen de tal forma que vienen a formar una sola,
el propietario de la principal adquiere la accesoria reembolsando su valor al dueño de esta sin
importar cuál de los dos dueños hizo la unión de cosas. Si la unión la hizo el dueño de la accesoria de
mala fe, pierde sin indemnización la cosa unidad (además de indemnizar al otro dueño del daño que
resulte de la unión). Si es el dueño de la principal el que obró de mala fe, el dueño de la accesoria
puede reclamar el valor de los suyo o pedir la separación, aunque cuse daño o destruya la principal
(además de la indemnización). Si ambos son de mala fe, una y otra se neutralizan. En el sentido de
estas normas se entiende por cosa principal aquella a la que otra se une para adorno, uso o
perfección si ninguna de ellas es de uso subordinado, es principal la de más valor y en su defecto la
más voluminosa.
 Si dos cosas de igual o diferente especie se mezclan o confunden por voluntad de sus dos dueños o
por casualidad o por uno de ellos de buena fe, cada uno de ellos adquiere una cuota en la comunidad
resultante, atendiendo al valor de las cosas mezcladas. Si el que hizo la mezcla obro de mala fe,
pierde su cosa y estará obligado a indemnizar por los prejuicios (art. 381 y 382).
 El que con una materia ajena realiza una obra de nueva especie (especificación) hace suya la obra
indemnizando al dueño de aquella. Ésta regla sufre dos excepciones:
 En primer lugar, si la materia es de valor muy superior a la obra, el dueño de aquella puede
quedarse con la obra, pagando, o pedir la restitución del valor de la materia.
 En segundo lugar, si la especificación se realizó de mala fe, el dueño de la materia puede quedarse
con todo sin pagar, o pedir su restitución más indemnización de prejuicios.

3.6 – ADQUISICIÓN DE CRÉDITOS


 El crédito nace en la persona de su titular (acreedor) de modo originario por alguno de los medios
dispuestos en el art. 1089 CC (la ley, los contratos, los cuasi-contratos y los actos ilícitos no
contractuales). El crédito que adquiere el acreedor no lo recibe del deudor, sino que lo adquiere por la
realización de uno de los supuestos de hecho acabados de enumerar.

4 – LA TRADICIÓN (ADQUISICIÓN DERIVATIVA)

4.1 – EL SIGNIFICADO DE LA TRADICIÓN


 El Código Civil menciona la tradición o entrega en dos lugares distintos. En primer lugar, al disponer
sobre la obligación de entrega del vendedor en el contrato de compraventa, concibiendo a la entrega o

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tradición de la cosa vendida como una obligación del vendedor. En segundo lugar, al enumerar en el
artículo 609 cuáles son los medios por los que se adquiere la propiedad y los derechos reales. Dice el
Código Civil que esos derechos se adquieren por consecuencia de ciertos contratos mediante la
tradición. Se configura, de esta forma, como un modo de adquirir la propiedad, añadido al contrato. En
tanto no se practique la entrega, el adquiriente sólo tiene un derecho de crédito, pero no adquiere la
propiedad de la cosa (art. 1095 CC)
La tradición es una exigencia que solo procede a aplicar a los contratos de transmisión de cosas
corporales. Las hipotecas se adquieren por contrato e inscripción en el Registro de la Propiedad. Las
servidumbres se adquieren por título, entendiendo por tal el simple contrato. El usufructo por voluntad
de las partes y adquiere el usufructuario su derecho a los frutos y su cualidad de usufructuario antes de
la entrega de la cosa. Los derechos de explotación de bienes incorporales (derechos de autor, patentes,
marcas) no requieren la entrega para transmitir al cesionario un derecho absoluto. Para trasmitir la
propiedad sobre créditos no es preciso acto de entrega alguna. Ni la adquisición por donación ni por
sucesión de causa de muerte requieren la tradición para que el adquirente reciba la propiedad.

4.2 – FORMAS DE TRADICIÓN


 La tradición puede ser real y consiste en la puesta a disposición de la cosa a favor del comprador, por
medio de la posesión.
 Si el contrato se hace en escritura pública, esta equivale a la entrega de la misma, si de la misma
escritura no resulta o se deduce lo contrario.
 Según el art 1463 CC en la venta de muebles constituye una tradición simbólica valida la entrega de las
llaves del lugar donde estén almacenados. Se entiende comúnmente que esta forma de tradición
simbólica es aplicable también a los inmuebles.
 Si el adquirente ya tenía en su poder la cosa por otro concepto no hace falta un nuevo acto de entrega,
ni ninguna declaración de efectos equivalentes.

4.3 – TRADICIÓN E INSCRIPCIÓN REGISTRAL


 Una cuestión muy debatida es la de saber si la inscripción en el Registro de la propiedad sustituye a la
tradición, produciendo los efectos traslativos de ésta, o si por el contrario, para que los títulos ingresen
en el registro ya debe haberse producido todo el supuesto de hecho.
Al respecto decimos lo siguiente: el registro solo ingresa titulo públicos, ya se habrá producido la
tradición en virtud del art. 1462 lo que equivale también a presumir la posesión de la cosa. Todo el
problema se reduce a saber si puede inscribirse una escritura en la que se declare que ésta no equivale a
la tradición. Y ciertamente puede pues en el Registro ingresan títulos y se publican derechos. Una vez
ingresado en el Registro seguirá presumiendo que el titular posee la cosa. Todavía cabe pensar qué
ocurre si esta presunción se rompe por prueba en contrario. En este caso, y siempre que la tradición no
se haya producido de cualquier otra manera, el titular inscrito no habrá adquirido la propiedad del
derecho que el Registro publica.
Si dos sujetos adquieren de buena fe la misma cosa, la norma dice que la propiedad pertenecerá al
adquiriente que antes la haya inscrito en el Registro.

5 – LA DINÁMICA DE LA ADQUISICIÓN DERIVATIVA

5.1 – LEGITIMACIÓN, TÍTULO Y MODO


 Según los principios que gobiernan nuestro sistema, para poder transmitir un derecho es preciso que
concurran los siguientes requisitos:

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 Que el disponente de los mismos sea titular del derecho que transmite o que este legitimado para
poder disponer de el
 Que exista un acto jurídico, apto para transmitir el dominio
 Que exista tradición, en los casos en que esta sea requerida
Cuando el acto transmisivo del derecho (título) no sea válido, la tradición por sí sola no es apta para
transmitir el derecho de que se trate. El acto nulo o anulable no produce efectos, aunque las partes, al
entregar la cosa o derecho, estuvieran de acuerdo en la traslación de la titularidad del derecho al
adquiriente. Si el título no es válido, la persona que recibe la posesión de la cosa sólo podrá adquirir la
titularidad por medio de la prescripción extraordinaria de seis a treinta años, según se trate de bienes
muebles o inmuebles.
Para que el título sea valido es preciso que reúna las condiciones exigidas en derecho, para que
produzca todos los efectos que típicamente le corresponden. Ahora bien para que un contrato o un
testamento sean validos no es preciso que la cosa de la que se dispone sea propia del transmitente o del
causante. Si yo vendo una cosa ajena, por ejemplo, hay objeto del contrato y hay causa; también existirá
consentimiento; si la parte que adquiere sufrió un error esencial, creyendo propia de quien le transmite
la cosa que compra, el contrato puede ser anulado por error o por dolo. Esto no ocurriría si se sabía que
era ajena la cosa que se adquiría. Nadie puede transmitir la titularidad de un derecho que no es suyo o
para cuya disposición no está legitimado. El titulo valido pero ineficaz para transmitir la propiedad
servirá entre otras cosas para que en su caso el que adquiere la posesión no la propiedad del bien pueda
adquirir la propiedad del mismo en virtud de la prescripción ordinaria en un plazo= 3 o 10 años, si hay
buena fe, según se trate de bienes muebles o inmuebles. Si se dispone por testamento de cosa que no
es del testador, el testamento es válido, siempre que concurran los otros requisitos exigidos por el
Código Civil. Que sean válidos no quiere decir que transmitan la titularidad del bien. En principio, nadie
puede transmitir la titularidad de un derecho que no es suyo o para cuya disposición no está legitimado.
El título válido, pero ineficaz para transmitir la propiedad, servirá, entre otras cosas, para que, en su
caso, el que adquiere la posesión del bien puede adquirir la propiedad del mismo en virtud de la
prescripción ordinaria, en un plazo de tres o diez años, si hay buena fie, según se trate de bienes
muebles o inmuebles.
Por tanto, la venta o disposición de cosa ajena es válida. Si es un contrato oneroso, el transmitente está
obligado a adquirir la propiedad, y si no puede procurarle la propiedad al adquirente, responderá ante
éste por haber incumplido una obligación que pesaba sobre él.
Hay algún caso a pesar de la nulidad del título, se transmite la propiedad de la cosa al contratante que la
recibe. Es el supuesto del articulo 1306 CC si un contrato tiene una causa ilícita, no es delito.

5.2 – ADQUISICIONES A NON DOMINO


 Decimos que una persona adquiere a NON DOMINO cuando el ordenamiento declara eficaz para
transmitir al contrato dispositivo otorgado por persona que no es titular del derecho que se transmite, o
no esta legitima para disponer de él.
No todos los bienes pueden adquirirse a NON DOMINO. Los derechos de crédito no se pueden adquirir
de un no dueño. Las propiedades incorporales tampoco pueden transmitirse eficazmente por un no
legitimado. Sólo sería posible adquirir a NON DOMINO la propiedad de muebles corporales
De la adquisición a NON DOMINO de bienes muebles se ocupan los arts., 464 CC, 85 y 545CCom en caso
de transmisión a un tercero de buena fe de la posesión de un bien mueble. Los derechos sobre
inmuebles, ponen a salvo al adquirente de buena fe y titulo oneroso de los derechos de un tercero sobre
la cosa y que no estuvieran inscritos o anotados en el registro de la propiedad.

5.4 – LA REGLA DEL TRATO SUCESIVO (ART. 20 LH)

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 Nuestro sistema registral no puede evitar que transmita a un tercero una persona que no es realmente
titular del derecho trasmitido, si figura en el Registro con facultades para disponer. Por ejemplo, porque
antes vendió a otro que, sin embargo, no ha inscrito su derecho, permaneciendo el vendedor como
titular registral, que enajena por segunda vez a un tercero de buena fe, que sí inscribe, adquiriendo A
NON DOMINO
Pero el sistema registral español si impide que una persona pueda inscribir su adquisición en el registro
de la propiedad cuando trae causa de otra, si ésta no aparece en el Registro con facultades para
transmitir. Cuando esto ocurra y el titulo aparezca por persona distinta del titular registral, no se
inscribirá el titulo.
Tampoco se practicara la inscripción o anotación, aunque sea dictada por providencia judicial, si ésta se
ha dirigido contra una persona distinta del titular registral del bien sobre el que se pretende inscribir o
anotar: no se practicará la anotación de embargo decretada por mandamiento judicial cuando haya sido
dictada contra un deudor que no es la misma persona que aparece en el Registro como titular de la finca
que se pretende embargar.

6 – LA EXTINCIÓN DE LOS DERECHOS

6.1 - RENUNCIA
 Toda persona puede renunciar a los derechos de que sea titular, a no ser que la renuncia vaya contra el
interés u orden público o en perjuicio de tercero. La renuncia de carácter unilateral no está sujeta a
forma determinada.
Si la renuncia versa sobre el derecho de la propiedad sobre un bien, se conoce como abandono o
DERELICIÓN. No vale en estos casos la mera declaración de voluntad de renuncia, sino que se precisa la
desposesión material del bien
Si se renuncia a un derecho distinto de propiedad sobre un bien hay que distinguir según los casos. Las
servidumbres y el usufructo se extinguen por renuncia del titular. Si el derecho que se va a renunciar
implica posiciones pasivas u obligaciones, la renuncia del derecho sólo es liberatoria de esta obligación
cuando se disponga expresamente por una norma. La renuncia a un crédito recibe el nombre de
condonación o liberación. Si en una persona coinciden la cualidad de deudor y acreedor la renuncia a
esta posición jurídica global no es posible sin que el otro acreedor-deudor consienta la liberación.

6.2 – PÉRDIDA DE LA COSA


 Todo derecho que recaiga sobre una cosa se extingue cuando, esta desaparece. Naturalmente, cuando
la pérdida es imputable a un tercero, que habrá de responder por ella, al derecho extinguido sucederá
un derecho de crédito cuyo objeto es la indemnización a abonar por la pérdida.

6.3 – CONFUSIÓN Y CONSOLIDACIÓN


 Los derechos limitados sobre un bien se extinguen por consolidación cuando el derecho de propiedad y
el derecho limitado se reúnen en una sola persona.
Los derechos que tengan por objeto un crédito contra un tercero, se extinguen por confusión, cuando
cualquier causa, vienen a reunirse en una sola persona las cualidades de deudor y acreedor
El caso más normal de producirse la consolidación o confusión, es cuando el titular de uno de los dos
derechos es heredero del otro.

6.4 – NO USO, PRESCRIPCIÓN Y CADUCIDAD

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 Se extinguen por la prescripción todos los derechos y acciones de la clase que sean. Como regla los
derechos no se extinguen por su no uso prolongado en el tiempo. El titular solo pierde su derecho por
este motivo, normalmente, cuando un tercero contradice este derecho durante un lapso de tiempo.
Para las propiedades inmateriales la ley ha dispuesto un modo de extinción por el simple transcurso del
tiempo determinado en la ley, se hayan o no usado durante ese tiempo. Es un modo de extinción de los
derechos que debe llamarse caducidad.

6.5 – MUERTE DEL TITULAR


 Solo se extinguen por muerte de su titular actual aquellos derechos que la ley declara como
naturalmente vitalicios. Derechos naturalmente vitalicios son el usufructo y las servidumbres
personales. También lo es el contrato de renta vitalicia. El resto de los derechos no se extinguen por la
muerte de su titular, y pasarán a sus herederos.

6.6 – CUMPLIMIENTO DE LA CONDICIÓN


 Todos los derechos pueden adquirirse sometidos a condición resultaría, en virtud de cual se extinga el
derecho cuando tenga lugar un suceso futuro del cual no se tenga certeza su ha de ocurrir o no.
Distinta condición es el plazo, que se caracteriza por limitar temporalmente el derecho hasta la
ocurrencia de un suceso que ciertamente ha de llegar, aunque puede no saberse cuándo. También los
derechos pueden someterse a plazo.
En los negocios de estado civil, la ley no admite como regla que estos estados civiles se adquieran bajo
plazo o condición.

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